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Disfrutando de un viejo amigo 2

en Amor filial

Despues de aquella espectacular noche en los brazos de mi primo Arturo me costaba mucho trabajo no pensar en él, en ese maravilloso lugar lleno de sexo y de lujuria, en sus besos, en lo apasionado que era, en su forma de tocarme… me dejó extasiada.

A partir de ese día mis padres notaron un cambio en mi que le pareció agradable, les gustaba que yo me acercara de nuevo a la familia, que dejara de rechazar las reuniones y sobretodo que me veían tan feliz, y aunque ellos no sabían la razón real, consideraban que Arturo era la causa de todo esto.

En cuanto a él, no perdía la oportunidad de visitarme en casa, ahí aprovechaba cualquier instante de soledad o distracción para robarme un beso o meterme mano, yo feliz me dejaba hacer, el remordimiento de aquella primera noche había terminado, , lo poco que podíamos hacer nos mantenía en alto grado de excitación, el solo hecho de mirarnos nos encendía cada vez más… moríamos por tenernos de nuevo el uno al otro.

Una tarde en especial recuerdo que llegó a mi casa a comer, ese día solo estábamos mi madre y yo, así que ella lo recibió gustosa y prometió preparar una deliciosa comida. Mientras ella estaba en la cocina nos encargó ocuparnos de la mesa y las bebidas. Esa tarde yo vestía un lindo vestido de tirantes color azul cielo, además de un conjunto divino de ropa interior.

Me dirigí al bar a buscar algo para beber, Arturo me alcanzó en el bar y me enredó entre sus brazos.

- Que gusto tenerte tan cerca prima, me traes vuelto loco- sus manos comenzaban a acariciarme mientras restregaba su verga contra mi culo.

- Sabes que estoy caliente solo de tenerte cerca, no te aproveches- dije, más sin embargo eso era lo único que yo pedía a gritos

-¿Qué crees que haría mi tia si te encontrara desnuda mientras me devoro tu cuevita, eh?- susurró mientras subía un poco mi vestido y acariciaba mi vagina por encima de mi tanga.

-Mmmm, no juegues Arthur, está muy cerca- gemí mientras sentía sus labios recorriendo mi cuello y mi espalda.

Me colocó de frente a él en uno de los bancos del bar y dejó mi vestido a la altura de mis caderas, mientras enredaba su lengua con la mía, oíamos a mi madre hacer ruido en la cocina, pero deseábamos más que nada estar juntos.

-Arthur detente, nos vamos a meter en un lío

-Lío es lo que traigo en los pantalones- dijo y se sacó la verga del pantalón. Mis manos la envolvieron enseguida y comencé a masturbarlo mientras el me quitaba el tanga guardándolo en uno de sus bolsillos e introducía sus dedos en mi vagina humedecida de excitación.

-Mmmm, Ahhh- mis gemidos, aunque suaves, eran intensos. El calor me invadía cada vez más y deseaba tener esa verga entre mis piernas, cogiéndome como aquella noche en el antro.

Con una mano sacó uno de mis pechos del vestido y comenzó a succionarlo, era difícil no gritar de placer.

Sus labios se dirigieron a mi vientre, su lengua comenzó a explorar mi clítoris, mis piernas temblaban mientras las colocaba sobre sus hombros. Sentía sus besos en mi coño mientras me relamía de placer evitando hacer ruido.

-Que rico sabes Paty! ya casi había olvidado tu sabor. Dijo incorporándose y compartiendo conmigo el sabor de mis fluidos en sus labios.

Mientras nos besábamos con pasión, jugando con nuestras lenguas sentía su verga jugando en la entrada de mi vagina.

-Cógeme Arthur, por Dios, hazlo ya!- gemí entre sus labios, el sin hacerse esperar introdujo su polla endurecida y ardiente en mis entrañas.

Me penetraba lentamente, deseaba tanto estar con él que no tardé en correrme, el me jaló hasta ponerme de rodillas en el piso y correrse en mi boca.

Poco tardamos en recuperar el aliento y vestirnos bien cuando salió mi madre y nos vió abrazados.

- Que gusto me da verlos tan unidos otra vez, aunque me gustaría ver que se ocuparan de la mesa y dejaran los abrazos para después- dijo mi mamá mientras nosotros nos reíamos y la ayudábamos con lo que faltaba.

En otra ocasión recuerdo que fuimos al cine con mi hermana y su prometido, pocos días antes de la boda, mientras la película transcurría el no perdía oportunidad de acariciarme, mi hermana y su novio estaban tan entretenidos con la proyección que no notaban lo que sucedía, y mientras tanto el metía sus dedos entre mi falda y acariciaba mi clitorís endurecido. El calor subía más y más y yo comenzaba a acariciar su verga. Colocó mi abrigo sobre sus piernas y yo saqué su verga para acariciarla a gusto. Sus caricias subían de intensidad, de pronto sentí que un orgasmo se acercaba, me levanté y salí de cine.

Me dirigí al baño, mi cara y mi cuerpo ardían, sentía todo mi coño empapado, me mojé la cara y cerré los ojos, al momento sentí sus manos rodeándome por la cintura, me besaba y me acariciaba, el orgasmo que había detenido se acercaba poco a poco.

-Porque huyes de mi primita, si nos estábamos divirtiendo de lo lindo- dijo mientras me aprisionaba contra la pared.

-Eres increíble Arturo, estás enloqueciéndome.

Así mientras me besaba comenzó a cogerme salvajemente en aquel baño, una chica que se encontraba dentro nos miraba asombrada, mientras Arturo la miraba sensualmente y la invitaba a unírsenos.

- Vamos muñeca! Aquí estamos en confianza, no quieres conocer a mi prima favorita?- le dijo mientras yo la miraba y sonreía, era una chica preciosa, alta y delgada, de cabello negro lacio, llevaba un vestido muy corto y se notaba que la escena la estaba excitando.

- No te creo que sea tu prima- le dijo a Arturo mientras se acercaba dudosa.

Él me soltó por un momento y mientras acariciaba con una mano mi coño la atrajo hacia él con la otra y comenzó a besarla, ella se dejo llevar por sus besos mientras yo terminaba de desnudarlo y de desnudarme y me acercaba a él para besar su cuello.

- Bésala a ella primita, mira que deliciosos labios tiene- yo lo miré extrañada, jamás había besado a otra mujer, sin embargo sus palabras eran hipnotizantes para mi y mientras él se retiraba hacia los lavabos acariciando su polla yo envolví a aquella chica con mis brazos y comencé a jugar con sus labios y los míos.

- Quiero ver sus lenguas- dijo Arturo, su nueva faceta dominadora me gustaba, escucharlo dándome instrucciones y ver esa chica extasiada por la situación me provocaba más y más.

Comencé a introducir mi lengua en su boca, ella comenzó a excitarse más y más, sentía su lengua explorando mi boca mientras veía a Arturo mirarnos fijamente.

-Desvístela amor!

Yo hice caso y comencé a quitar su vestido, me sorprendí al mirar que no llevaba ropa interior, definitivamente esa chica iba buscando sexo.

- Eres una puta, verás lo que dos primos pueden hacer contigo- le decía mi primo mientras yo admiraba un par de tetas bien formadas y un coño depilado. La situación era muy excitante, estaba descubriendo en mí un lado bisexual que desconocía y que me encantaba.

- Comete esas tetas Paty, quiero verlas disfrutar

llevé a aquella chica a recostarse en el suelo y colocándome sobre de ella comencé a devorar sus pechos, era una sensación indescriptible, sentía sus manos recorriendo mi espalda y escuchaba sus primeros gemidos salir. Comencé a acariciar su sexo con mi mano, estaba empapada, en eso sentí a Arturo detrás de mí, comenzó a besar mi culo mientras apretaba mis tetas.

- Eres increíble prima, comete ese coño que me muero por ver como se corre en tus labios esta puta.

Dirigí mis labios a su sexo y probé por primera vez un coño, sabía delicioso, sus fluidos eran abundantes, el sabor y el calor que desprendían me excitaban más y más, Arturo introducía su lengua en mi coño y apretaba mis pechos hasta hacerme gemir de dolor y placer.

- Voy a correrme- dijo la chica y sentí como a la par de sus intensos gemidos me llenaba de jugos el rostro, me corrí irremediablemente al unísono de sus gritos, mientras gemía junto con ella.

- Ahhhh, siii Arthur, siiiii me corrooooo…..

- Sii prima, sabes deliciosa, esto apenas comienza.

Arturo se recostó en el suelo mientras aquella chica y yo volvíamos a besarnos apasionadamente, sus dedos entraban en mi coño empapado y Arturo se masturbaba mirándonos.

- Ven Paty, quiero ver como te comes esta verga que te encanta, yo voy a probar el sabor de nuestra nueva amiga

Así mientras yo me arrodillaba para comerme aquella verga, la chica se sentaba sobre el rostro de mi primo.

Comencé a besar su polla lentamente mientras miraba como la lengua de Arturo recorría el coño de la muchacha y ella cerrando los ojos se acariciaba las tetas con gran pasión, seguí con la mamada, cada vez mas excitada, cada vez más ardiente, sintiendo como el calor me invadía en cada poro de mi piel y como la polla de Arturo palpitaba en mis labios, más gorda y mas dura que nunca.

Aquella chica se restregaba en el rostro de Arturo, y aunque me moría de celos, de una forma que jamás había sentido, la escena me excitaba demasiado, mirar a otra chica siendo devorada por mi hombre…. pero lo disfrutaba, el sabor de su verga entre mis labios mientras entraba y salía de mi boca era delicioso.

mmmm ahhhh, eso era todo lo que se escuchaba en aquel baño que Arturo había cerrado oportunamente.

Me coloqué a horcajadas sobre la polla de mi primo y comencé a jugar sobre ella restregándola por toda mi cuevita y mi clítoris, retrasando el momento que tanto deseaba, Arturo seguía devorando el coño de aquella chica que no paraba de gemir mientras el introducía un par de dedos en su húmeda vagina.

Introduje poco a poco aquella verga dentro de mi, me fui dejando caer sobre ella sintiendo cada centímetro de la polla endurecida de mi primo, cuando la sentí llegar al fondo pude disfrutar de esa sensación de estar llena, completa, sentir mi cuevita envolviendo su verga como un molde, apretándola y soltándola como sabía que le gustaba tanto, mientras comenzaba a besar a la chica, jugaba con su cabello, sus tetas, sentía sus manos en mi rostro, su lengua enredándose con la mía sus gemidos apagados por el calor de mis besos, todo en un trío maravilloso que había salido de las circunstancias.

Ahhh, que sensación tan extraordinaria cabalgar sobre aquel miembro caliente que me partía más que nunca, hacerlo lento, apasionada, mientras veía a Arturo comerse a otra mujer, que comenzaba a gemir cada vez más y más fuerte mientras otro orgasmo se aproximaba a su ser.

- Ahhhh, Dioooos siiiiii, me cooorroo siii- gritaba aquella chica mientras yo devoraba sus tetas, sentía sus uñas arañando mi espalda, Arturo me cogía cada vez más y más fuerte, mientras aquella muchacha se alejaba un poco de nosotros para disfrutar de su orgasmo, mientras tanto yo pude besar por fin esos labios maravillosos de mi primo.

- Así, cógeme, siii, párteme, hazme tuya

- Si, ahh siii eres increíble prima- decía Arturo mientras aceleraba sus embestidas.

Sentí como se salía de mi, quería saber que estaba tramando cuando de pronto dijo

- Vamos chicas, quiero verlas intercambiar posiciones, no quiero que nuestra invitada se quede sin lo que le toca.

Así pues hicimos caso de su sugerencia y ella tomó mi lugar introduciéndose con fuerza la verga de mi primo mientras yo me colocaba suavemente sobre su rostro, sentía su lengua recorriéndome de nuevo mientras introducía un par de dedos dentro de mi, mientras ella y yo nos besábamos de nuevo.

Aquella mujer cabalgaba a Arturo como una verdadera diosa del sexo, su cabello y sus pechos se movían al compás de sus embestidas, sentía a mi primo gemir entre mis piernas mientras me lamía el sexo como poseído.

Después de estar así un par de minutos Arturo nos pidió hacer un 69, pidió que yo me colocará sobre de ella, hicimos caso, comenzamos a explorar el sexo de la otra con la lengua, sentía sus labios aprisionando mi clítoris, definitivamente esta chica sabía lo que hacía, poco a poco sentía sus fluidos escurriendo por mi boca, me estremecía y me cautivaba en sensaciones completamente nuevas, su sabor me enloquecía.

Entonces sentí a Arturo besando mi espalda sentí su verga jugando entre mis nalgas, mientras el iba introduciéndola en la boca de nuestra cómplice, era una sensación extraña, su lengua y la polla de mi primo, entonces sentí también los dedos de la chica jugando en mi cuevita, curveándose y provocándome tanto placer que no podía parar de gemir, Arturo comenzó también a introducir un par de dedos en mi coño para luego introducirlos poco a poco entre mis nalgas.

-Ahhhhhh- me tomó por sorpresa, no había tenido sexo anal pero las sensaciones del momento me hacían querer más y más, los dedos de Arturo se abrían paso en mis entrañas mientras la chica no dejaba de jugar con mi clítoris y mi vagina. De pronto los dedos de Arturo fueron remplazados por su polla, sentí como insitía en la entrada de mi ano, abriéndose paso poco a poco mientras yo pedía por más---

- Cógeme ya Arturo, ahhh hazlo ya --- sin embargo el seguía introduciendo su verga poco a poco, sentía la cabeza en mi entrada y la presión que se mezclaba con algo de dolor, cuando terminó de meter la punta de su verga en mi culo metió de golpe el resto hasta llegar al fondo.

- Ahhhhhhhhh siiiiii ahhhh- fue un grito de dolor y placer, de odio y de amor, una mezcla de dos sensaciones opuestas, mientras Arturo me cogía con tal fuerza que me sentía desfallecer de dolor y de gusto, sentía su polla partiéndome cada vez más rápido, entrando y saliendo, mientras los labios de aquella chica jugaban con mi clitorís hasta arrancarme un orgasmo como jamás había ocurrido

- Ahhhh me coorrooo, siiiiii cógeme siiiii

Sentí mi cuerpo llenándose de espasmos y contracciones mientras sentía a Arturo corriéndose dentro de mi, con un par de embestidas que me dejaron ya sin fuerzas, su corrida y mis fluidos se derramaban sobre el rostro de aquella mujer de la que no conocíamos el nombre.

Con lentitud Arturo saco su verga de mí y me pidió que girara, después de besarme empujo con fuerza mi cabeza a su polla y terminó su corrida dentro de mi boca, succioné hasta la última gota mientras sentía su verga perdiendo fuerza entre mis labios, luego me uní en un beso apasionado con aquella chica, disfrutando y compartiendo lo que quedaba de nuestros fluidos en su rostro. Así fue como aquella tarde de cine se convirtió en una tarde de sexo salvaje y sorpresivo, nos vestimos, aunque él nos pidió no ponernos la ropa interior, y salimos, la gente fuera nos veía con curiosidad, se notaban nuestro pezones , él no disimulaba en abrazarnos y tocarnos de forma sugerente, le metía la mano bajo el vestido a ella, y volteaba a besarme a mí, era divertido ver los rostros de aquellas personas.

Nos despedimos de la chica, que nos dio disimuladamente su tarjeta, era una stripper! gran sorpresa, y luego Arturo me llevo a casa después de avisar a mi hermana que me sentía mal y que se iba a encargar de mí… y vaya que se encargó de cuidar a su prima!

Estas son sólo dos de las muchas aventuras que pasé entre los brazos de Arturo, más increíble aún fue el plan que Arturo tenía para las vísperas de la boda de mi hermana, pero eso se los contaré en otra ocasión…

Continuará….