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Si Don PAscual, como quiera Don Pascual 2

en Control Mental

Me desperté  a las 8 y media, agotado, soy persona que no duerme mucho, por lo que a esa hora ya estoy más que despierto.  Había tenido más sexo en una noche que durante el mes anterior, mi mujer acostada a mi lado ni reaccionaba si la tocabas solo gruñía, estaba aún peor que yo. Así que decidí levantarme, ducharme  y desayunar.

Cuando estaba preparando el desayuno abrieron la puerta, Marta entraba por la puerta, miedo me daba el estado en que llegaría, pues sus juergas son memorables y aunque me había dicho que se portaría bien no me fiaba un pelo de ella. Así que tomé el toro por los cuernos y la llamé para ver como estaba.

-         Buenos días papi estoy agotada me voy a dormir._ Me dijo

-         No sin darme un beso antes.- Dije

Se acercó a mí, sus ojos no estaban rojos, y podía abrirlos sin dificultad, su aliento no olía a alcohol y aunque traía cara de cansada no denotaba síntomas de consumo de sustancias estupefacientes. ¿Por fin me había hecho caso?

-         Vale cariño duérmete a medio día te despierto._ Le dije

-         Gracias papi._ y se fue.

Cuando había desayunado y me disponía a ir a ver a la abogada, bajó María, con su pijama infantil. Adoro los pechos enormes y ver sin sujetador dos tetas de bandera como las de mis hijas me pone cardíaco. Sí son mis hijas en mi pensamiento no cabía el tirármelas, pero también soy hombre y las tetas de mis hijas, al igual que las de su madre son una maravilla de la naturaleza y eso, hay que reconocerlo. Para que os hagáis una idea su madre posee una 115 y ellas de la 100 no bajan. Además como son deportistas las tienen bien tiesas a pesar de su tamaño.

-         ¿Donde vas tan pronto papi?.-_Me preguntó

-         A ver a Julia, ayer nos anularon la hipoteca y quiero ver si no nos quieren engañar._ Le contesté.

No teníamos secretos con ellas, María la semana próxima cumplía los 17 y era ya mayor para saber cómo estaba la situación financiera de casa

-         ¿Nos han anulado la hipoteca? Que raro, ¿eso lo suelen hacer los bancos?.- Preguntó

-         No a menos que sea un sorteo, o algo parecido, no suelen hacerlo, por eso quiero ir a ver a la abogada.- Le comenté

Se sirvió el desayuno y mientras desayunaba me quedé embelesado mirándola. Daría la vida por mis mujeres, y mataría a todo aquel que les hiciese daño. No soy drástico es la verdad, mi gente es sagrada para mí y que se cuide todo aquel que quiera hacerles daño, pues soy peor que un león defendiendo su manada. Pensando en eso escuché que decían a mi espalda.

-         Deja de mirarle las tetas a tu hijo guarro.- Dijo mi mujer divertida

-         ¿Te gustan mis tetas papi?._ Le siguió la broma mi hija

Saben de mi obsesión por las tetas grandes y siempre hacemos la misma broma. Tienen claro que es un simple fetiche sin ninguna connotación sexual, por eso se lo toman a Jauja. Además no penséis que voy por la calle mirándole las tetas a todas las mujeres que veo, pues realmente lo que me pierden son las tetas desnudas, cosa que hace que en la playa me ponga malo.

-         Tenéis la calefacción a tope yo no sé por qué no vais solo con braguitas, frio no vais a pasar._ Dije entre risas

Entonces pasó algo que casi hace que me dé un ataque al corazón. Las dos se quitaron el pijama que llevaban y se dejaron las tetas al aire.

-         Sí papi quiere iremos las dos todo el día así por casa.

-         ¡Que hacéis exhibicionistas!._ Dijo Marta que bajaba en ese momento a dejar la ropa sucia para lavar antes de ir a dormir.

-         Papi quiere que sus chicas vayan sólo con braguitas por casa._ Dijo María

-         ¿Es eso cierto papi?._ Preguntó ella

De mi garganta salió un inaudible si pues aún estaba en shock por lo que había pasado.

-         Pues si así lo quiere papi, así lo tendrá.- y Marta se quitó el pijama también, lo dejó para lavar y sólo con sus braguitas se fue a dormir.

-         ¿Os parece bien ir así por la casa?._ Pregunté yo alucinando

-         ¿Te parece bien a ti amor?._ Preguntó a su vez mi mujer

-         A mí siempre me encantó contemplar la belleza, y veros así es un sueño.- Dije yo

-         Pues así nos tendrás todo el día._ Contestó

-         ¿Cuando vengan visitas también quieres que vayamos así?._ Preguntó María

-         No cuando vengan visitas vestíos, pero nada más marcharse volvéis  a enseñarme vuestros pechos._ Dije. De perdidos al río

-         Ahora no querría irme pues estaría viéndoos las tetas a todas horas._ Dije yo

-         Ven Marta, ponte a mi lado.- Dijo mi mujer

Cogió mi móvil y se hicieron una foto las dos juntas.

-         Así siempre que quieras nos puedes ver._ Dijo mi mujer

-         Sois divinas, cuando vuelva ya os cuento._ Dije

-         A mí no me verás, me acaba de llamar mi jefe recordándome que tengo un informe para acabar y lo necesita antes de las 3._ Dijo apenada mi mujer

-         Menudo cabrón hipócrita.  Bueno pues a la tarde te veré

Las besé y abracé a las dos a modo de despedida, y para notar los estupendos y magníficos pechos que tienen. Y me fui.

Julia era la antítesis de mi mujer, en todos los aspectos, físicamente era extremadamente delgada, sus pechos eran casi inexistentes, tenía un carácter huraño seguramente porque había encadenado una serie de desastrosas relaciones sentimentales que la habían dejado muy marcada. Mi mujer y yo éramos los únicos que trataba con deferencia, pues ellas compartieron piso en la universidad y han sido confidentes desde entonces. Y yo realmente no sabía por qué le caía tan bien.

Lo que a mí me interesaba es que era una extraordinaria abogada empresarial, habituada a lidiar con contratos y moverse en ese mundo gris claro en que los bancos son unos expertos.

Nada más llegar me recibió enseguida en su despacho nos hicimos las preguntas de rigor, ya sabéis como te va la vida, que tal de salud y cosas como esta, para pasar después al meollo de la situación

-         Bien Pascual y ¿cuál es el motivo que te ha traído a mi despacho?._ me preguntó

-         Pues es este._ Dije

Y de mi cartera le saqué los contratos de anulación de la hipoteca y le expliqué lo que había pasado. Ella los cogió los estuvo leyendo detenidamente y al acabar de hacerlo me dijo

-         Estos son los contratos de anulación de tu hipoteca, normalmente los firmas cuando has acabad de pagarla, o cuando tienes el capital suficiente para hacerlo.- Dijo ella

-         Pero ya sabes que ninguno de los dos casos es el mío._ Le comenté

-         Sí lo sé, tu caso es inexplicable, pero la firma del director junto con el sello del banco los hacen legales. El problema en todo caso lo tendrá el director de la sucursal a la hora de sacar los balances._ Me aclaró

-         Pues será que es una buena persona y se apiadó de mi situación económica.- Dije yo

-         Primero tu situación económica, aunque complicada, no era extrema, hay gente que está mucho peor que tu y no les han hecho lo que a ti. Y segunda ese tío es un auténtico hijo de puta, he lidiado con él en más de una ocasión y nunca da nada sin recibir mucho a cambio._ Me explicó

-         Pues aún me lo explico menos._ Dije yo

-         Bueno, solo te puedo decir que disfruta de este regalo del cielo, que no todos tenemos tanta suerte.

-         No te incluyas en esa lista que tu situación económica no es ni parecida a la nuestra._ Le comenté

-         No todo es dinero en este mundo._ Dijo con un deje de amargura en la voz

-         Chica te noto más resentida que otras veces._ Le comenté

-         Es que al mes que viene cumplo 40 y se que moriré sola, yo no sé qué me pasa. ¿Tú eres hombre que piensas de mí?

-         Me has dejado descolocado, no esperaba una pregunta como esa._ Le dije sinceramente

-         Es que… no se… ando algo depre, si no quieres no me contestes._ Dijo hundiéndose en su sillón

-         Mujer no es bueno generalizar,  cada hombre tiene un gusto diferente, ya sabes lo que dicen para gustos colores.- Le dije intentando ser neutro y no meterme en un berenjenal del que podía salir escaldado

-         Tú, como hombre que opinas de mi aspecto físico

Mierda la pregunta fatídica, dijese lo que dijese sería incorrecto

-         Mujer tu sabes que tengo un gusto muy específico, solo has de ver a Begoña ( mi mujer ) para comprobarlo._ Dije intentando ser lo más discreto posible.

-         Mujeres con tetas grandes.- Dijo con sorna

-         No solo eso, sabes de mi obsesión por las tetas grandes, pero eso es solo lo que me llama la atención a simple el carácter de una mujer y la afinidad entre ambos es lo que hace que una relación dure o sea un fracaso ._ Dije

-         Todos los hombres sois iguales sólo os fijáis en el físico._ Dijo

Tócate las narices la tía, ya me había metido en el mismo saco que los salidos y pervertidos.

-         Mujer, ¿no has escuchado lo que te he dicho? El físico es sólo superficial

-         No quieras hacerte ahora el comprensivo, se lo que pensáis los hombres y os asusta una mujer con éxito._ Contestó

-         Puede que sea verdad, pero habrá muchas mujeres con éxito felizmente emparejadas._ Le contradije.

-         Si, pero tienen un físico envidiable, no como el mío.- Dijo señalándose a ella misma

-         El físico se puede moldear no te quejes de que los hombres se fijan en las mujeres atractivas, cuando es una obviedad._ Dije ya mosca

-         Para ti que tendría que hacer para ser atractiva, a ver listo

-         De momento ser más simpática, después vestir de forma más atractiva,  arreglarte más, Tienes un pelo precioso y no lo aprovechas, comer más sano para que esa delgadez enfermiza desaparezca. Y yo que sé más, ponte un buen par de buenas tetas que dinero te sobra para ello._ Dije cabreado

-         Si eso es lo que Don Pascual quiere pues eso será lo que don Pascual tendrá.

Pensando que se estaba burlando de mí, me despedí bruscamente y salí por la puerta.

De vuelta a casa tras aparcar el coche frente a mi casa,  suelo hacerlo así porque mi mujer tiene el coche más nuevo y ella lo guarda en nuestro garaje, vivo en una urbanización de casas adosadas, no es de lujo ni mucho menos, la compramos cuando los dos teníamos sueldo y el futuro pintaba bien. Pues como contaba estaba aún cabreado cuando apareció Doña Luisa con la compra.

Doña Luisa merece una mención aparte, hay gente en este mundo, que te cae mal, no sabes el porqué, ni cómo surgió esa antipatía, pero cada vez que la ves te amarga el día. Pues para mí esa persona era Doña Luisa, era la vecina de la esquina, viuda  sin hijos, aunque sólo tenía 42 años, su marido fue un fontanero que ganó dinero en la época de la burbuja inmobiliaria, murió en un accidente en una obra, lo que le reportó a ella una buena indemnización. Por lo que tiene unos aires de persona adinerada que ni os cuento, es una beata iconoclasta, su casa parece una iglesia de la de santos que tiene. Yo siempre que la veía y podía intentaba cambiar de acera o cambiar de camino, pero estaba delante de mi casa con las llaves metidas en la cerradura, no tenía escapatoria posible.

-         Hombre Don Pascual tomando el solecito, tener tiempo libre nos da para eso.- Dijo con toda la mala baba que pudo

-         No señora volvía a casa para comer.- Dije ya abriendo la puerta de la reja para entrar en mi propiedad

-         Eso cómase lo que su mujer paga.- Dijo soltando una risita

Paré en seco, no sé porqué lo hice, pero me giré y le solté

-         Hay gente que no debería de meterse en los asuntos ajenos

-         No lo dirá por mi que yo no me meto con nadie, mantenido

Estuvo mal, lo se, pero mi furia estalló y le solté

-         Usted lo que debería hacer es raparse el pelo meterse un palo de escoba por el culo y pasear por toda la urbanización flagelándose y pidiendo perdón a todos los vecinos por su mal comportamiento

-         S eso es lo que Don Pascual quiere, eso será Don Pascual tendrá._ Se giró y se fue hacia su casa

Fue en ese momento, y no antes cuando me di cuenta. Julia había dicho esa frase, también mi ex efe y el director del banco, y mi familia había dicho algo parecido antes de complacerme. ¿Sería posible que tuviese algún tipo de poder sobre las personas?

 Me senté en el banco que teníamos en nuestra terracita trasera y me pase alrededor de media hora cavilando, soy una persona que medita mucho las cosas, no suelo tomar decisiones hasta que tengo la mayoría de la información en mi mano. En eso estaba cuando escuché una letanía que venía de la calle, intrigado salí  y casi me choco de bruces con Doña Luisa, se había rapado el pelo, tenía un palo de escoba en el culo y os aseguro que un par de palmos los tenía dentro. En una mano llevaba un látigo con el cual se pegaba a la espalda y en el otro un cartel que ponía perdón por mi mal comportamiento y caminaba diciendo que no lo volvería a hacer.

La verdad ya le sangraba la espalda y el culo no lo tenía mucho mejor, así que la llamé la metí dentro de mi casa y le dije.

-         ¿Por qué está haciendo esto?

-         Porque Don Pascual lo quería.- Fue su lacónica respuesta

-         Vuelva a su casa, quítese el palo del culo y tráteme con un respeto exquisito, como si fuese el papa, ¿Lo ha entendido? Y además es hará todo lo que le diga sin rechistar

-         Sí don Pascual

-         Si alguien le pregunta el porqué de su pelo, les dice ha tenido un grave problema capilar y esa era la única solución, nunca diga que se lo mandé yo.

-         Sí Don Pascual

-         Váyase a su casa y compórtese como normalmente lo hace hasta que yo la llame y procure que no la vean en ese estado.

La verdad por una casualidad del destino no la vio nadie haciendo esto. ¿Porque la puse bajo mi poder? Pues sí, por lo que pensáis tiene unas tetas grandes casi tan grandes como las de mi mujer, además sin un gramo de grasa. Seguro que se pasaba el día en el gimnasio. No tenía ni idea de lo que haría con ella, pero seguro que sería muy gratificante…. Al menos para mí

Entré en casa para disfrutar de la vista que las tetarras de mis hijas me proporcionaban. Al entrar por la puerta trasera, comprobé que María no había puesto la lavadora. Estas chicas huían de las labores domésticas, como de la peste. Así que sin enfadarme subí al cuarto de Marta la desperté ordenándola que bajase al salón. Cuando las tenía a las dos delante les dije.

-         Ahora vamos a comer, pero cuando acabemos de hacerlo me vais a ordenar vuestras habitaciones, poner la lavadora, quitar el polvo y pasar la mopa por toda la casa. Cuando acabéis hacéis los cuartos de aseo y limpiáis la cocina.

-         Sí papi.

Cuando acabamos de comer y las chicas limpiaban, me senté en el sofá a meditar. Debía de poner las ideas en claro tras mucho pensar llegué a las siguientes conclusiones

  Nadie se debía enterar jamás de que poseía este poder, durase lo que durase. ¿Por qué? Por varias razones:

 Primera si la gente se enterase, mi familia incluida, huirían de mí como de la peste pues siempre tendrían miedo de que las pusiese bajo mi poder

Segunda todos los investigadores del mundo querrían hacerme pruebas para determinar de dónde salía este poder y no estaba dispuesto a permitirlo.

 Tercera no soy la persona más inteligente del planeta y alguien más listo o más perverso que yo podría utilizarme, mediante chantajes o cualquier artimaña, para conseguir sus fines.

 Teniendo esto claro debía estudiar cómo conseguirlo, lo principal, era no llamar mucho la atención, por lo que no debía de hacer extravagancias, como ir al concesionario y pedir que me regalasen un Ferrari. Pero no pensaba vivir con estrecheces económicas teniendo este poder, por lo que debía encontrar una manera de obtener dinero que no levantase excesivas sospechas. Poner bajo mi poder a gente solitaria como Doña Luisa y Julia podía ser un camino ya que pocos notarían cambios en ellos al relacionarse con poca gente a nivel social. Pero tenía que madurar mucho el plan y disponía de tiempo para ello.

A las 5 llegó mi mujer, agotada, la pobre se echó en el sofá y no pudo levantarse en una hora. El siguiente que probaría mi poder sería su jefe. Además, mañana mismo lo haría, pues había obligado a todos sus empleados a asistir al bautizo de su nieta. Su hija, un putón verbenero, se había quedado preñada con 16 años y como buen cristiano que es, no la había dejado abortar, eso si el padre de la criatura se había enrolado en la legión extranjera y si te he visto no me acuerdo. Se lo tenía bien merecido.

Cuando la vi recuperada le comenté

-         ¡Que tal cariño, como ha ido en la oficina?

-         Lo de siempre, me han explotado todo lo que han querido y más, Pedro me ha intentado tocar las tetas por enésima vez y  Francisco se me ha vuelto a insinuar._ Dijo

-         ¡¿Qué?!._ Dije yo dando un salto

-         Pues que los sobrinos del jefe me quieren follar y cada día me es más difícil aguantarlo._ Contestó

-         ¿Por qué no me lo habías dicho antes?._ Le pregunté

-         Porque no quería preocuparte, ya tenemos bastante con lo que nos pasa, como para arriesgar mi trabajo._ Me contestó

-         Esto se va a acabar, no te preocupes más y  déjalo de mi parte._ Le dije

 Su cara inmediatamente se relajó y su sonrisa volvió a su cara. Este poder además de obligar a hacer cosas, también impedía mentir cuando ablaban conmigo, bien bueno era haberlo averiguado ahora

Mañana tenía muchas cuentas que arreglar muchas cuentas, así que debía actuar con cautela para que no sospechasen mi manipulación.

Pero ahora quería follar y no tenía ganas de esperarme a la noche, así que llamé a mis hijas y les dije.

-         Tomad 200 euros cada una, id a compraros ropa, o lo que más os apetezca, luego cenáis donde queráis,  con las amigas que queráis, nada de chicos, y nada de juergas, a la 1 aquí.

-         Si papi, lo que tu digas papi

Se vistieron las dos y se fueron por la puerta. Nada más salir por la puerta le dije a mi mujer.

-         Tu, zorron ven aquí._ Mientras me sentaba en el sofá

-         Como quieras._ Y vino a cuatro patas

-         Ayer te bebiste mi lefa en un vaso, ahora quiero que lo hagas directamente de la fuente. Y bajándome la bragueta saqué mi empalmada polla

Una mamada perfecta, cada indicación mía, era cumplida con presteza, ya sabéis, era decirle chúpame los huevos y antes de acabarlo de decir tenía un huevo en su boca. El problema fue que me corrí en cinco minutos, buenísima pero corta, tenía ganas de mucho más

-         Puta ven devuélveme el vigor, mientras pienso como jugaremos hoy

-         Como quieras. Y empezó a trabajarse mis genitales para devolverles su vigor perdido.

Entonces se me encendió una lucecita. Hace cosa de un par de años, en la despedida de soltero de un amigo mío, su novia le regaló un tapersex, más que nada para joderle porque vino un 4x4 ha hacérnoslo, pero esto es secundario. Cuando llegamos estábamos todos contentillos y le compramos casi  todo lo que llevaba en el repertorio. Yo cuando llegué a casa y se lo enseñé a mi mujer, esta se puso hecha una furia y me obligó a subirlo al desván.

-         Muy bien guarrila, has dejado mi polla empalmada, ahora sube al desván y baja todo lo que compré en el tapersex.

-         Como quieras.

En 5 minutos bajó con una gran bolsa en la mano.

-         Vamos al cuarto que allí estaremos más cómodos._ Le dije

-         Como quieras._ Dijo

-         A partir de ahora quiero que cuando follemos digas cosas más soeces, que un solo como quieras.

-         Amo y señor esta puta está tan cachonda que hagas lo que le hagas le gustará

-         Eso está mucho mejor. Dije mientras le daba un beso de escándalo

-         Que bruta estoy o me follas aquí mismo o me corro con el siguiente beso._ Dijo

-         Pues correte._ Y le di otro beso y acto seguido se corrió gritando como una loca que era la puta más feliz del mundo.

Al llegar al cuarto abrí la bolsa y empecé a sacar consoladores, cremas lubricantes, aceites aromáticos, una fusta, pinzas para los pezones, bolas chinas, esposas y de repente salió algo que me llamó poderosamente la atención. Se trataban de dos ventosas que se aplicaban en los pechos y haciendo el vacío hacían crecer los pezones de una forma exagerada durante varias horas, pero requerían cierto tiempo, así que la tumbé en la cama se los apliqué y mientras hacían crecer sus pezones, preparé le lubriqué el ano y empecé a dilatárselo con un dedo, después le metí el otro y cuando ya me cabían tres dedos, le metí un dildo anal de las proporciones de mi polla.  En ese momento soltó un grito de dolor.

-         Puta barriobajera, todo lo que te haga te gustará tanto que vas a tener orgasmos cada poco tiempo.

-         Tu puta asquerosa está disfrutando como una loca de que le rompas el culo.

Cuando acabé de metérselo tenía los pezones del tamaño de un dedo. Le quité el succionador,  cosa que hizo que bajaran algo en tamaño, pero aún así eran enormes. En ese momento se corrió. Y desde ese momento cada vez que cambiaba de postura, o le hacía alguna perrería nueva se corría.

Cogí dos pinzas cogí dos pinzas y se las puse una a cada pezón. En ese momento me dolían tanto los huevos de lo empalmado que estaba, que me la follé de forma salvaje, cosa que hizo que me corriese en pocos minutos, pero estaba tan cachondo que el empalme no se me bajó.

Cogí un bote de aceite que al ponértelo hacía que el sudor oliese a fresa y le dije.

-         Aplícatelo con presteza por todo el cuerpo

-         La mujer más cachonda del planeta hará lo que tú le mandes. Y con una rapidez asombrosa se puso el aceite por todo el cuerpo. Os imagináis que el olor a fresa en una mujer me vuelve loco, me empalmo sólo de olerlo. De hecho mi mujer tiene un champú de fresa que se lo usa cuando quiere que la folle como un animal. Así que cuando acabó le saqué el dildo y le di por el culo durante más de veinte minutos, eso hizo que la sudoración de mi mujer se disparase y  cuando acabamos la habitación entera olía a fresa.

-         Puta no quiero acabar de follarte haz algo para que mi polla vuelva en sí

-         Tu puta esclava te hará estar como un toro en poco tiempo

Entonces se lubricó el dedo índice y me lo metió por el culo, yo no sé si allí tenemos el punto g a qué puñetas tenemos, pero lo cierto es que en pocos minutos estaba empalmado como un caballo. Entonces se me ocurrió otra maldad. Cogí la fusta y le dije.

-         Muerde la fusta con tus dientes, si se te cae mientras te follo dejaré de hacerlo.

-         Esta zorra sabrá comportarse como la puta que es.

Media hora estuve fallándola a cuatro patas, como una pera y se corrió infinidad de veces, pero en ningún momento se le cayó la fusta. Me encanta este poder.

Cuando me corrí, nos fuimos a duchar, pues estábamos de u guarro subido y mientras nos duchábamos el uno al otro le dije.

-         Quiero follar con todas las mujeres que me plazca y quiero que tu participes en todas las folladas, como mi mujer que eres.

-         Me parece una idea excepcional.

-         Quiero que me presentes a todas las mujeres de tetas enormes, que vivan solas y tengan poca vida social que conozcas. Y lo mismo haré con las nenas. Mientras sean mayores de edad y tengan las tetas grandes.

-         Follar con cuerpos jóvenes y maduros  a la vez será una idea maravillosa.- Dijo

Satisfecho por su respuesta pedimos la cena y tras comérnosla nos fuimos a dormir que estábamos reventados. Mis hijas a la 1 en punto entraron por la puerta.

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