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Mi Ahijado Raúl.- I

en Sexo con maduras

Mi Ahijado Raúl.- I

Hola soy Esperanza, hoy voy a contaros, en boca de la propia protagonista, la historia de una de las actuales pupilas que tenemos ahora en nuestro burdel “casa de Marisa” creo que es interesante saber por su propia boca como una señora respetable y decente ha llegado a prestar sus servicios y como ha llegado a nuestra casa. Y sin más pongo la historia en boca de esta compañera:

 Mi nombre es Nuria y vivo en un pueblo de la Sierra de Madrid en una urbanización de chalets de lujo.  Soy desde que era pequeña amiga intima de Mº Jesús, ella tiene actualmente 55 años y yo Esperanza 54 años, como todos sabéis. Dada nuestra intima amistad cuando Mº Jesús dio a luz a su hijo Raúl, me propuso que fuera yo su madrina, cosa que acepte encantada. Ella y su hijo (pues quedo viuda hace unos años, viven en mi misma ciudad , pero en otro barrio un poco alejado del mío, por eso no nos veíamos con la asiduidad que nos gustaría, aunque era rara la semana que ella y yo no nos juntamos para pasar un rato contándonos nuestras cosas, no así con su hijo que ahora cuenta 18 años y al que veía más de tarde en tarde, aunque hace cosa de dos años esto ha cambiado y paso a contaros a continuación lo que desde entonces ha sucedido.

Estaba yo un día en casa a eso de la 6 de la tarde duchándome, para cuando llegara mi marido Pepe, dar una vuelta cual llamarón a la puerta sonando el timbre, entonces dije para mí:

“Que inoportuno quien sea, me coge toda mojada y duchándome”

Apague la ducha me seque un poco como pude a prisa y corriendo y me puse encima una bata corta, que tengo para estar en casa, llegándome por encima de la mitad de mis muslos y por arriba quedaba bastante abierta, mostrando gran parte de mis gordos pechos. Me calce unas zapatillas y me dirigí abrir a la persona que estaba llamando.

Cuando abrí la puerta, me lleve la agradable sorpresa de que era mi ahijado Raúl, le di un beso en su mejilla y le invité a pasar, diciéndole:

“Que sorpresa y que alegría verte Raúl, hacía ya mucho tiempo que no nos veíamos, ¿como estas?”

Él me contesta:

“Bien madrina, la cojo en mal momento, pues ya veo que te estabas duchando, cuanto lo siento, pero es que estaba haciendo unas cosas por aquí y he querido acercarme a visitar a mi linda y guapa madrina”

Yo un poco ruborizada pero contenta por su halago, le digo:

“Que exagerado y halagador eres, como se ve que me aprecias porque sino como ibas a decir a una madura como yo esas cosas”

Él me contesta:

“Es verdad madrina, estas guapísimas y con esa batita que tienes puesta aún más, tienes un cuerpo que cuantas amigas mías desearían tenerle, y eso que tienen 17 y 18 años. Perdona si te parezco atrevido, pero es que verte así y ver lo guapa que estas sin maquillar y sin nada, hacen que me salgan las palabras sin pensarlo”

Bueno, bueno, no pasa nada si te soy sincera, me ha gustado que me piropees de esa forma, pero vamos al salón y hablamos un poco, pues me estaba duchando para arreglarme y salir de paseo cuando viniera mi marido. Pero tenemos aún al menos casi una hora hasta que él llegue.

“Ya me ha dicho tu madre que acabaste muy bien el curso pasado y que este comienzas en la universidad. Ya la he dicho a ella, que aprovechando que yo soy profesora (como sabes), si necesitas que te ayude en tus estudios o en cualquier cosa o dudas que tengas puedes contar conmigo, para todo sin importarte que pueda ser, sabes que estoy aquí para ayudarte y complacerte en todo lo que necesites, para eso eres mi ahijado, pues para mí eres y lo sabes como un hijo”

El chico me contesta:

“Gracias Nuria, lo tendré en cuenta y si tengo alguna duda o quiero que me ayude en algo, sea de estudios o de otra cosa vendré a visitarte y te diré mi duda o deseo para que me ayudes”

Yo entonces cuando se sentó en el sofá le dije:

“¿Quieres tomar algo, un refresco u otra cosa?”

Me contesta:

“Si no te importa en vez de refresco me gustaría más tomar un cerveza”

Yo me doy la vuelta y me dirijo hacía la cocina donde cojo dos cervezas y dos vasos y unas aceitunas y vuelvo al salón con todo. Al inclinarme para poner la bandeja con ello encima, de la mesita baja de salón que tengo delante del sofá y los sillones, se me abulta la bata dejando casi todos mis pechos (pienso que incluso mis aureolas y pezones), sin salirse de ella, a la vista de mi ahijado, detalle que él no desaprovecho para mirarlas y verlas bien vistas. Note que esto le excito, pues noté como le crecía el bulto de su bragueta. No sé porque pero al ver cómo le iba creciendo dicho bulto, me recree un rato y en vez de dejar la bandeja y que cada uno cogiera su vaso y cerveza, cogí una de ellas y abriéndola vacié un poco de ella en el vaso y se le ofrecí, dándole tiempo a que se recreara y disfrutara de la vista que le estaba ofreciendo. Luego volví a inclinarme y de nuevo le ofrecí la vista de mis pechos y hice lo mismo con la otra cerveza, que me quede para mí. Me incorpore y me senté junto a él en el sofá y para romper el hielo dando un pequeño trago le dije:

“Ya tendrás novia o al menos alguna amiguita, más intimas que las otras, no Raúl, porque con esa planta estoy segura que te las llevaras a todas las chicas de calle ¿no?”

Me dice:

“Porque todas la personas mayores preguntáis siempre lo mismo, mi mamá está con la misma cantinela”

Yo le corto y le vuelvo a preguntar:

“¿Pero tienes o no tienes chica?”

Colocando una sonrisa picara en su cara me contesta:

“Alguna hay, pero nada en serio, pues revoleteo y tengo a varias chicas con las que estoy asiduamente. Pero a mí las chicas de mi edad, no te creas madrina que me atraen mucho, prefiero a las que son más mayores que yo, y sobre todo me vuelven locas…..”

Para un momento y me pregunta:

“¿puedo hablar con sinceridad? “

Yo le digo:

“Si, no te cortes”

Continua:

“¿Pero no te enfadarás?, prométemelo”

Le contesto:

“No, no me enfadaré, eres mi ahijado, anda continua, te prometo que no me enfadaré”

Él entonces mirándome a la cara me dice:

“A mí las mujeres que me gustan y me vuelven loco son las maduras como tú, de tu edad y con esos cuerpos tan exuberantes, rellenos de grandes pechos y tan atractivos como el tuyo”

Yo un poco cortada, le digo:

“Tenías razón en preguntar si podías seguir hablando con franqueza y si me iba a enfadar con lo que dijeras. Pero te he prometido que no me enfadaría y no me enfadaré, continua”

El entonces continúa hablando diciéndome:

“Te preguntarás que porque he llegado a esa conclusión, pues mira madrina, he estado con todas mis amigas y con todas he tenido problemas cuando he querido llegar a algo más, aunque la mayoría lo han deseado, al final no he podido hacer nada con ellas al ver el tamaño de mi sexo. Unas al ir a penetrarlas no lo soportaban y desistían y otras al verlo ya no querían. Por eso probé con una prostituta poco más o menos de la edad tuya y de mi madre y al fin pude estrenarme y perder mi virginidad. Ella me dijo que era normal que las chicas jóvenes de mi edad se asustaran al ver la hermosa herramienta que uso, que ella me aconsejaba probar en seducir a otras chicas o mujeres de edades superiores a los 35 en adelante. La hice caso y he podido hacerlo con varias de ellas, algunas quizás hasta las conoces, pero no te diré quienes son esas y otras, la mayoría son maduras que he ligado en los bares y discotecas, a los que los jóvenes llamamos desguaces, a las que la mayor parte de las mujeres que acuden a ellas son mujeres maduras, que están viudas, separadas o que sus maridos no las complacen en el terreno sexual y allí encuentran jóvenes como yo que estamos dispuesto a pasar un buen rato y aprender sobre el sexo estando con ellas”

Yo entonces, le pregunto:

“¿Y tú madre sabe esto, sabes que te gustan las mujeres de nuestra edad y que ya has estado con ellas y que frecuentas esos bares y discotecas?”

Cuando él me va a contestar, oímos la puerta, es mi marido que llega, se ha adelantado un poco a su hora habitual. Y al entrar da una voz diciendo:

“Nuria, soy yo, ya estoy en casa, ¿estas preparada para que nos vayamos?”

Yo entonces llevando mi dedo índice a mis labios le hago a Raúl una señal para que se calle y le contesto:

“Estoy en el salón, tengo visita, a que no aciertas quién ha venido a verme”

Mi marido se dirige al salón, yo mientras tanto me cierro un poco más la bata y me miró para no enseñar nada y al llegar, se le alegra la cara al ver al chaval y dice:

“Joder, Raúl cuanto tiempo sin verte, que tal, como te va”

El chico le contesta:

“Muy bien Pepe, estaba por aquí cerca y me dije voy acercarme a ver a mi madrina, y aquí estoy. Llegue hace unos minutos y no fue en el momento mejor, pues Nuria se estaba arreglando para salir cuando tú llegaras y la he interrumpido y entretenido, por eso no está preparada”.

Yo entonces, digo:

“A que no esperabas esta visita, Pepe. Yo tampoco, me ha alegrado mucho que viniera. Quédate un momento con él mientras yo voy al cuarto y continuo arreglándome”

Entonces el chaval dice:

“No madrina, se me hace tarde y vosotros tenéis que salir, yo solo pasé a saludarla, ya vendré otro día más despacio y que no te coja en tan mala hora”

Tanto Pepe como yo le contestamos:

“Cuando quieras, pero no tardes tanto en hacerlo como ahora, sabes que nos gusta verte y charlar contigo”

Y yo además le digo:

“Y no olvides lo que te he dicho de que si necesitas ayuda, tanto en los estudios como en cualquier otra cosa, ven por aquí, que aquí está tu madrina que te ayudará en todo, sea lo que sea que te haga falta”

Raúl se levanta y dándonos un beso a cada uno en nuestras mejillas se despide y se marcha diciendo:

“Hasta pronto, estad seguro que no pasará como ahora, pues a partir de hoy os prometo que vendré a visitaros más a menudo”.

Yo le contesto:

“Así lo espero”

Y el cerrando la puerta, me contesta:

“Tenlo por seguro, te lo he prometido y lo cumpliré, a mi me gusta cumplir mis promesas”

Yo me subí a arreglar y tras arreglarme salimos de paseo mi marido y yo.

La conversación con mi ahijado, me había dejado un poco nerviosa excitada, sentía como mis pezones y mis pechos se me habían endurecido por la excitación y me notaba toda mojada en mi sexo. Gracias a Dios que llegó mi marido, pues la conversación sobre el tamaño de su sexo y el mirar el bulto que se le había formado bajo su pantalón al tenerme sentada junto a él, me hizo pensar como sería realmente el tamaño de polla y si sería tan grande como él decía para que las chicas lo tuvieran miedo. La verdad que me quedé con las ganas de vérsela. También se me pasó por la cabeza al ver su excitación y los piropos que me dijo a mi cuerpo, que yo le debía de gustar o al menos excitar.  

Durante el paseo con Pepe, mi marido, no puedo dejar de pensar en Raúl y mi chochito cada vez se me moja mas y mas, no sé qué me pasa pero estoy súper excitada. A la hora de dormir, al entrar mi marido en la cama, se sorprende y es normal pues estoy completamente desnuda, cuando normalmente suelo dormir con mi camisón, y no dejo de tocarme mi clítoris y le digo a mi marido:

“Pepe, mi amor, mira como estoy, estoy muy excitada y caliente, quiero que me folles y que gocemos los dos de nuestros cuerpos”

Yo no le digo realmente porque estoy así de excitada. El comienza a tocar todo mi cuerpo y se baja a mi sexo y comienza a tocármele y se detiene hacerlo en mi clítoris, me lo está haciendo de maravilla llevándome a enlazar un orgasmo con otro. Él viendo lo excitada que estoy se tumba encima de mí y me penetra con fuerza follándome y haciéndome gozar muchísimo. Cuando estoy abrazada a mi marido, se me viene a la cabeza y me imagino que con el que realmente estoy es con mi ahijado el cual me está haciendo vibrar de placer y comienzan a correr mis jugos saliéndose de mi coño mezclados ya con el semen que mi marido acaba de depositar dentro de mi vagina y yo acabo explotando en un orgasmo brutal. Cuando acabamos y mientras estoy tendida desnuda al lado de mi marido también desnudo, comienzo a sentir una sensación de culpa, por haber pensado en mi ahijado cuando estaba haciendo el amor con mi marido, pero como he podido pensar eso y además desearlo, si Raúl es como si fuera mi hijo, ese hijo que no he tenido y que aún deseo tener, si lo conozco desde que ha nacido  y es el hijo de mi mejor y más intima de mis amigas.

Esa semana no volvió por casa y a mí se me fue de mi cabeza y no volví a pensar más en sus palabras ni en él. Pero el lunes de la semana siguiente a eso de las 4 de la tarde, cuando yo ya había acabado de recoger la cocina y estaba sentada en el salón viendo la televisión, llamaron a la puerta, fui abrir y era él, traía un cuaderno y un libro en una de sus manos. Al abrirle me dio un salto el corazón, no lo esperaba, entonces él al ver mi sorpresa me dijo:

“Hola madrina”

Yo le contesté:

“Hola Raúl, pasa, pasa por favor”

Entro en casa y yo cerré la puerta, y le dije:

“Pasa al salón estoy viendo un rato la televisión, pues he acabado ahora mismo de fregar y arreglar la cocina y me he sentado un rato a descansar. Que deseas, pues quitando el otro día que viniste hacerme una visita, no sueles venir por aquí, y ahora en menos de una semana me visitas dos veces, no será por…..”

Le iba a decir algo sobre la conversación que se nos quedamos a medía el otro día, cuando llego mi marido, pero él se me adelanto y me cortó diciéndome:

“Nuria, como el otro día me dijiste que si tenía alguna duda en mis estudios o en lo que fuera, que podía venir para que me la solucionaras, es a lo que vengo, pues nos han explicado hoy en la universidad un tema pero, la verdad, no me he enterado mucho y he pensado que quizás tú me lo puedes explicar de nuevo y así comprenderlo”

Yo me senté a su lado, sin malicia y sin pensar en nada (de verdad que se me había olvidado lo pasado la vez anterior que estuvo en casa) y mirando el tema del que hablaba se lo explique lo mejor que pude, no era difícil y cuando terminé le dije:

“¿Lo has comprendido?

Él me contestó:

“Creo que sí, madrina. Nos ha puesto para que lo comprendamos mejor unos ejercicios, si no te importa los hago aquí y así antes de entregarlos me los miras a ver si los he hecho bien”

Yo tenía que marchar a las 5,00 pues tenía cita a las 5,45 de la tarde con el ginecólogo para una revisión rutinaria de esas que hacemos las mujeres y entonces le dije.

“Vale, de acuerdo, ves haciéndolos mientras yo me ducho, pues a las 5,00 de la tarde me tengo que ir, pues tengo ginecólogo. Y cuando acabe de ducharme los vemos y los corregimos si es necesario”

Me dijo:

“De acuerdo, Nuria. No sé cómo me las arreglo, pero siempre soy inoportuno, el otro día te cogí en la ducha y a punto de marchar de paseo con tu marido. Hoy tienes médico de mujeres, a ver si puedo venir un día que no tengas que hacer nada y podemos charla tranquilos y pasamos un rato agradable, pues me gusta tu conversación y compañía y me la he estado perdiendo todo estos años y ahora hay que recuperar el tiempo perdido, ja, ja, ja,…..”

Yo saliendo de la habitación hacía el baño le dije:

“No te preocupes, días habrás, si libras o no tienes alguna clase por la mañana es la mejor hora, pues por la tarde nos gusta salir a dar un paseo, a Pepe y a mí cuando él llega de trabajar”

Yo por las miradas y los comentarios que hizo el otro día sobre mi figura y mi persona, volvía a intuí que no le era indiferente, es más mi instinto de mujer me decía que le atraía, pero dije para mis adentros:

“Jo Nuria, eso son figuraciones tuyas, como va a fijarse en ti, si te conoce de toda la vida y eres como si fueras su madre, quítate esos pensamientos de la cabeza, que siempre estas imaginando cosas que probablemente no sean”

Entré en el cuarto de baño, me desnude y me entré en la ducha y debió olvidárseme cerrar la puerta con pestillo, y una de las veces que me di la vuelta pude ver en el espejo reflejada la imagen de Raúl asomado, medio escondido, a la puerta del baño (al abandonar yo la habitación y entrar en el baño, dejo de hacer los ejercicios al oír caer el agua y se fue hacia la puerta del mismo, para espiarme). Me estaba viendo desnuda, yo no sé porque hice con que no le veía, en vez de reñirle y seguí duchándome como si él no estuviera. El estar allí confirmaba mi sospecha de que yo le atraía o al menos le gustaba o tenía curiosidad por descubrir las partes de mi cuerpo que habitualmente no podía ver. Él al ver mi culo grande y hermoso, aunque tenga un poco las nalgas flojas, (pero sé que le tengo atractivo pues cuando paso por la calle por algún lugar donde hay hombres, más de uno se vuelve para mirármele) que vibraban con cada movimiento que hacía, no quitaba ojos de mi figura. Volví mi mirada de reojo hacía el espejo y vi como se había metido la mano en su pantalón y se había sacado su polla y se estaba masturbando. Yo al ver el tamaño de la polla que tenía sostenida en su mano, pensé para mis adentros:

“Nuria, no exageraba el chaval, está bien armado, es al menos dos centímetros más larga y al menos uno más gorda que la de Pepe, no me extraña que las chicas de su edad e incluso algunas maduras tengan miedo de meterse ese pollón dentro de ellas”.

Esta visión y este juego me estaban encendiendo y me gustaba, estaba disfrutando de la situación. Además estábamos solos en la casa y nadie se enteraría de lo que estaba pasando. Entonces para que me viera mejor mis partes me incliné hacía delante con que para soltar la esponja y de esta forma le dispensé durante unos segundo la visión de mi culo abierto, y el poder observar con todo detalle mi chocho entre mis piernas, que le tengo un poco velludo y como estos pelos se me extienden por mi raja hasta llegarme al agujero de mi culo. Volví a incorporarme y me puse un poco de perfil, para que él de esta forma lograra ver perfectamente mis grandiosas tetas, las cuales se rozaban entre sí, me colgaban aunque aún las tengo duras y tersas a pesar de mi edad y se movían (movimientos que yo provocaba para excitarle) arriba y abajo con los movimientos de mi cuerpo. Volví a girarme para ver lo que hacía en el espejo y en ese momento comenzó a eyacular colocando su calzoncillo cerca de su polla para evitar que su corredura cayera en el suelo y ser descubierto. Yo entonces salí del plato de ducha y cogí una toalla para secarme, y él creyéndose que no había sido visto salió rápido como pudo de nuevo hacía el salón.

 Yo envolviéndome a una toalla, me fui a mi cuarto, dejé  (con toda intención la puerta abierta por si volvía a espiarme, pero en esta ocasión no lo hizo) la misma sobre la cama. Fui a la cómoda y abriendo el cajón donde tengo guardad la ropa interior, cogí unas bragas de tul de las que suelo usar (es decir de tiro alto) procurando que fueran de las que ya me quedan más bien pequeñas, me la puse y mirándome al espejo pude ver que no se transparentaba nada, pero se marcaba bien marcado la raja de mi coño y por mis ingles aparecían gran cantidad de pelos. No me puse sujetador, quería que al andar cuando llegará al salón él viera como se me movían mis pechos, con la idea de jugar con él y calentarle aún más de lo que seguramente ya estuviera. Me coloqué encima mi batita corta de estar por casa, pero al hacerlo me la puse a medio abrochar, solamente atándome el cinturón a mi cintura y dejando abierto un gran escote por el que se me podía apreciar perfectamente el 80 % de mis pechos, que solamente se tapaban sus aureolas y pezones, pero que con cualquier pequeño movimiento se me podrían quedar al aire. Por la parte de abajo, procuré colocarme la batita de tal forma que al andar se me abriera enseñándole mis bragas. Me miré de nuevo al espejo para verme de esta guisa y al comprobar que la batita estaba colocada como yo quería, cogí e hice una serie de movimiento para confirmar lo que había pensado, al ver que era todo correcto, cogí y me dirigí de nuevo al salón donde me esperaba Raúl.

Cuando entré estaba en el sofá sentado haciendo los ejercicios y le dije, para que supiera que estaba allí:

“Ya estoy de nuevo aquí, ¿has acabado los ejercicios o te has encontrado alguna dificultad y por eso aún continuas con ellos?”

Él al oír mi voz miró hacía la entrada y al verme don la batita puesta y prácticamente mostrándole gran parte de mi cuerpo, no pudo reprimir su expresión y se le escapo decir:

“Joder como estas Nuria”

Al darse cuenta que se le había escapado su comentario y pensamiento en alto, enseguida se excuso diciendo:

“Perdona madrina, es que al verte así de guapa no he podido reprimir y me ha salido del alma esta expresión, pero la verdad es que estas muy guapa y atractiva. Como sabes las mujeres maduras como tú, mi madre y las de  vuestra edad, son las mujeres que realmente me gustan y me atraen, pues las chicas más jóvenes y de mi edad, me gustan pero no tanto como vosotras las maduras. No sé porque será, quizás por el morbo de lo prohibido al ser mujeres mayores y la mayoría casadas y también porque con las maduras que he estado me han aportado y enseñado bastante sobre el sexo con su experiencia, cosa que las chicas más jóvenes no tienen ni pueden aportarme.” Yo me quedé un poco sorprendida de la confianza y desparpajo y sinceridad con que Raúl me hablaba de estos temas, siempre pensé que le daría un poco de corte hablar de ellos con la mejor amiga de su madre y que encima era su madrina, pero parecía que no. Entonces, haciendo como que no daba importancia a su palabra y sus cumplidos (aunque la verdad si me habían hecho subir mi ego y sin darme a penas cuenta encender mi excitación), le dije:

“Vamos a ver qué es lo que no entiende de los ejercicios, y lo hacemos: Si me habías dicho que habías entendido todo. ¿No será que estés pensando en otras cosas en vez de en lo que tienes que hacer”.

Yo mientras decía esto  me senté a su lado, y de verdad, sin darme cuenta apoye mi pecho derecho sobre su brazo haciendo que desde su posición quedará prácticamente mi pecho desnudo a su vista, pues aunque mis aureolas y pezones quedaban cubiertos por la tela de la batita, él desde su posición podía ver perfectamente mis aureolas y pezones aun manteniéndose dentro de mi bata. Entonces me contesto mirándome descaradamente a mis pechos:

“Probablemente sea eso Nuria, pero es que tú me……”

No dejándole acabar y dándome cuenta de la situación, pensé:

(“Estoy llevando este juego demasiado lejos, y el chaval no se merece esto, le estoy excitando demasiado y a lo mejor no es bueno, yo solo he querido excitarlo un poquito para ver si realmente le gusto y le atraigo y con ello calmar mi ego  y él puede que piense que me estoy insinuando y si se lanza no sé que pueda pasar, pues la verdad es que estoy muy caliente y excitada con todo lo que está pasando “).

Entonces me separé de su brazo y cogiendo las solapas de la batita me la cerré lo que pude por la parte de mi pecho, pero no hice lo mismo con la zona en la que se me veían las bragas, las cuales al cerrar mi escote él dirigió su vista hacía mi entrepierna pudiendo apreciar mis bragas metidas  (dado que me quedaban pequeña) por la raja de mi chocho y por los laterales de la misma saliendo bastantes pelos de la pelambrera que cubre la parte de mi sexo, Entonces le dije:

“Mira esto es relativo a la segunda cuestión que te explique y ….”

Cuando iba a continuar con mi explicación, sentí como él llevaba su mano derecha a mis muslos y comenzaba a acariciarlos hasta llegar a mi entrepierna y colocarla encima de mi coño, sobándolo y acariciando la rajita de mi almeja por encima de la tela de mis bragas. Entonces, le cogí la mano y apartándose le dije:

“Raúl, eres un sinvergüenza, no te da vergüenza hacer esto. Quédate quieto y apártate un poco, voy acabar de explicarte el ejercicio y te marchas hacerlo a casa, pues como sabes tengo que irme al ginecólogo que le tengo  a las 5,45 son ya las 5 y si me retraso más voy a llegar tarde. Y de esto no te preocupes ya lo he olvidado y no diré nada a tu madre, si me prometes que no volverá a ocurrir”.

“Él mirándome con la cabeza hacia abajo, como arrepentido me dice:

“No Nuria, no volverá a ocurrir, pero no quiero que te enfades, quiero seguir viniendo a verte, déjame seguir viniendo, te prometo que no volverá a pasar nada que tú no quieras que pase, madrina, pero por favor deja que vuelva a que me ayudes en mis clases”.

Yo acercándome a su cara se la cojo con mis manos y le doy un beso en las mejillas y le digo:

“Estas perdonado y no estoy enfadada contigo, puedes venir cuando quieras a visitarme, como me iba yo a enfadar con mi querido ahijado. Pero tienes que comportarte mejor, ¿verdad que lo harás?”

Él contesta:

“Si gracias, Nuria, de ahora en adelante te voy a visitar todas las veces que pueda y si puedo voy a procurar que sea todos los días”.

Raúl que estuvo dos días sin volver por casa, yo pensé que se habría avergonzado de lo sucedido y por eso no iría, y que lo que había pasado había sido una cosa pasajera y que era mejor que estuviera un tiempo sin visitarme. Pero el jueves, estaba yo en casa haciendo las labores normales de la casa (limpiando  la casa) por la mañana, cuando a eso de las 10,00 llamarón a la puerta, fui abrir y al hacerlo allí estaba mi ahijado, con una sonrisa de lado a lado de la cara. Sin decir nada se acercó a mí y me dio un beso en mi mejilla y me dijo:

“Vengo a que me ayudes con mis estudios, tenemos los jueves dos horas libres por la mañana y como no tenía muy claro algunas cosas de una de las asignaturas y quería volver a verte, he decidido venir a que me ayudes,  ¿puedo pasar? “.

Yo sorprendida le digo:

“Sí, si pasa, por favor, que tonta, no te había dicho nada”

Nos dirigimos hacía el salón el puso la mochila que llevaba en el suelo y saco uno de los libros y volvió a cerrar la mochila. Abrió por una de las páginas del libro y me indico que ese día la lección había entendido casi todo pero tenía una serie de dudas sobre ella que quería consultarme y mirar a ver si entre los dos podíamos solucionarle esas dudas que tenía. Le explique las dudas, comprendiendo lo que le decía, y después nos pusimos a hacer los ejercicios que venían para comprender mejor la lección. Cuando llevábamos uno hecho, se me ocurrió decir que cuando se fuera iría al mercado a comprar algo para comer, entonces él me dijo:

“No madrina, ve ahora, yo me quedo haciendo los que faltan y cuando vuelvas lo corregimos, de esa forma encontrarás ahora que es temprano mejores productos”.

Me pareció buena idea y me dirigí a mi cuarto a arreglarme para ir al mercado, no sé por qué sentí ganas de que me volviera a espiar cuando me estuviera vistiendo, (pues desde que lo hizo la otra vez me excitaba mucho pensar que me había visto desnuda) de modo que deje la puerta medio entornada dejando una abertura de unos 30 ó 40 centímetros por los que él podría verme desde el pasillo. Yo me coloque de tal forma que pudiera ver este hueco de la puerta a través del espejo. Y así fue no llevaría ni un minuto en mi cuarto cambiándome cuando pude ver por el espejo como Raúl me espiaba y podía ir viendo como me desnudaba y volvía a vestirme. Al acabar de hacerlo me dirigí al cuarto de baño cuya puerta quedaba justo frente el espejo, me la ve la cara un poco y tras secarme abrí la tapa y me senté en el Water a mear,  abriéndome bien de piernas para que si él conseguía mirar al espejo y me veía pudiera ver mi coñito completamente abierto y salir el chorrito de orín por él. Raúl si se dio cuenta y me estuvo viendo perfectamente como meaba, cuando dejo de oír el chorro caer, retrocedió y volvió al salón antes de que yo pudiera volver y esperar sentado en el sofá a que yo fuera a despedirme de él antes de salir para el mercado. Al llegar al salón él ya estaba haciendo los ejercicios y le dije:

“Raúl, ¿de verdad no te importa que marche al mercado?, mira que si quieres me quedo “

Él muy amable me contesta:

“No madrina, vete tranquila, cuando vuelvas corregimos y miramos entre los dos los ejercicios”

Yo me marche y al cabo de una hora u hora y medía volví y me le encontré en el salón esperando, ya había acabado los ejercicios. Los corregimos y entonces tras corregirlos le dije:

“¿Tienes clase ahora?”

Me contesta:

“Si la última de la mañana, la comienzo ahora a las 12,30 y la terminamos a las 14,00”

Entonces yo le digo:

“Si quieres te invito a comer aquí en casa, pues mi marido me llamó esta mañana que le ha surgido un imprevisto y que comería con un cliente, por tanto voy a comer sola. Porque no llamas a tu madre y la dices que no te espere a comer que vas a comer aquí conmigo o si no quieres que se entere que estas aquí, la puedes decir que comerás con algún compañero”

Él muy contento me dice:

“De acuerdo, encantado, que alegría poder comer a solas contigo, madrina”

Se levanta recoge los libros, lo mete en la mochila y dándome un beso en mi mejilla, se despide diciéndome:

“A las 14,10 estaré aquí para comer con la mujer más maravillosa y bella del planeta”.

Yo me ruborizo, pero me gusta lo que me dice. No sé porque le he invitado, pero algo en mi interior me ha movido hacerlo, deseo estar con él no sé qué es lo que me pasa cuando estoy con él o a su lado, pero me gusta y siento una sensación extraña entre deseo y prudencia de no cometer cosas que luego me pueda arrepentí.

Miro a mi alrededor y veo varias cosas descolocadas, me dirijo a mi cuarto y noto que alguien ha enredado en mi cajón de ropa interior, pero que no falta ninguno de mis conjuntos y que esta movida la butaca que usamos para sentarme frente a la cómoda para cuando me arreglo y me miro al espejo de ella. Y en el cuarto de baño también noto como si alguien hubiera andado en el. Me doy cuenta que mi ahijado en mi ausencia ha estado mirando mi ropa interior y en el baño ha estado también viendo o cogiendo mis bragas sucias que tenía en el cesto de la ropa sucia y ahora están en el suelo caída. Me rio y pienso:

(“Pobrecillo, le traigo por la calle de la amargura, ja, ja, ja,)”.

Me cambio y me voy a la cocina a preparar la comida para cuando Raúl vuelva esté todo preparado y comamos. Pasó el tiempo, que se me hizo larguísimo y a eso de las 14,10 como había dicho llamo al timbre y allí estaba puntual, como había quedado.

Tras come, fui a preparar unos cafés, pero él me dijo:

“No madrina, déjame que los prepare yo, tu quédate aquí quieta esperando, que ya has trabajado bastante haciendo la comida. Dime donde está la cafetera, y el café y todo lo demás y yo lo hago”

Le acompañé a la cocina y le saque todas las cosas necesarias para hacer el café para él y un sobre de descafeinado para mí. Le di también y las tazas, la leche, azúcar, etc. al acabar me dijo:

“¿Cómo le quieres  que te haga el descafeinado?

Yo le contesto:

“me gusta más bien oscuro con poca leche”

Tras decirle esto, me vuelve a decir:

Venga, venga fuera de la cocina, al salón, la señora al salón que dentro de un momento el mayordomo la llevará a la señora el café”

Y  dándome una palmadita cariñosa en el culo me despidió. Yo me volví y llevándome mi dedo índice a mis labios, le hice un gesto moviendo mi cabecita, como diciéndole “cuidadito, cuidadito, no te pases”, pero con una sonrisa en mi cara.

Me dirigí al salón y allí le esperé hasta que pasados unos 5 ó 7 minutos se presentó con la bandeja portando su café  y mi descafeinado. Lo puso encima de la mesa, me pregunto cuanta azúcar quería y me la puso y después me le ofreció. Cogió el suyo y se sentó a mi lado y comenzamos a conversar a medida que nos íbamos tomando el café.

A eso de los 15 ó veinte minutos de haber tomado el descafeinado, comencé a sentir un sueño que no era capaz de despertarme, por mucho que trataba de disimular. Raúl parecía no darse cuenta y seguía hablando y contándome cosas que yo ya apenas podía oír, hasta que no me di cuenta y quedé dormida, (luego unos días después cuando volvió a visitarme me confesó que me había echado en el descafeinado un somnífero mezclado con un afrodisiaco suave). Cuando me desperté, estaba sentada en el mismo sitio, él se había ido y había recogido el servicio del café y lo había llevado en la bandeja a la cocina donde lo dejó. Me había dejado una nota que decía:

“Te has quedado dormida, y estabas tan a gusto, que no he querido despertarme, gracias por todo, mañana vuelvo y te cuento más cosas, un beso”

Miré el reloj y desde que comenzamos a beber el café hasta ahora había pasado cerca de tres horas, eran las 6,15 de la tarde y mi marido debía estar al llegar. Me levanté y me fui al cuarto de baño me duche y esperé a que llegara mi marido. Cuando vino, esperé que fuera al servicio a orinar y después salimos. Me dolía un poco la cabeza y al volver me tome un calmante y me fui a la cama a tratar de dormir. Pero no era capaz, pues al quedarme tanto tiempo dormida no tenía sueño y al estar sola en la cama de nuevo comencé a pensar en José enrique, me lleve mi mano a mi coño, bajo mis bragas y comencé a masturbarme, al hacerlo sentía algo de escozor y dolor en mi almejita, pero continúe hasta correrme. Al acabar me lleve la mano a mi nariz para oler los jugos que acababa de echar y me dio la sensación de que me olía a mis jugos mezclado con semen, como cuando mi marido se corre dentro y me sale después mezclado con mis jugos. Me levante y me fui a lavar, hasta que llego mi marido y me hice la dormida, quedando a los pocos minutos dormida de verdad.

Al día siguiente, a la misma hora que el día anterior, es decir a las 10 de la mañana se presentó Raúl en mi casa, al sonar el timbre, fui abrir y me alegré muchísimo de verle. Nos saludamos y dándome un beso en mi mejilla, le hice entrar, yéndose él directamente al salón y se sentó en el sofá donde habitualmente lo hacía. Yo me senté a su lado y le dije:

“Raúl  ¿no tienes hoy clase tampoco?”

Y él me contestó:

“No madrina, no es eso. Si tengo clase, pero me apetecía más verte a ti que ir a esa clase y he decidió venir a estar contigo un rato”

Yo algo enfadad le dije:

“Eso no se hace, mi niño, no puedes perder las clases solo por estar conmigo, sabes que a mí me puedes ver cuando quieras, de modo que no vuelvas hacerlo, y hoy que ya has perdido la clase vale, pero a la próxima debes de ir, sino me enfadaré”

Él mirándome me dice:

“Si ya sé que puedo venir a verte a cualquier hora, pero esta es a la que estás sola y no esta tú marido y yo quiero estar sola contigo , porque me vuelves loco y me gustas muchísimo y te deseo aún más y si está él no puedo decirte estas cosas y tampoco proponerte lo que deseo y no es otra cosa que seas mía, pues desde que te vi el otro día solo pienso en ti, no ha habido noche que no me haya masturbado pensando que estoy contigo, amándote y fallándote por todos tus agujeros, madrina, estas tan buena”

Yo enfadada le digo:

“Cállate, sinvergüenza, te das cuenta lo que estás diciendo. Me estas proponiendo que sea tu amante y ponga los cuernos a mi marido, como te atreves, tú estás loco, sal ahora mismo de aquí, verás cuando se entere tu madre”

Él entonces se levanta y va hacía la televisión y saca un DVD y lo pone en el reproductor que tengo junto a la televisión, lo enciende junto con la televisión y me dice:

“Madrina, se que te gusto y quizás hasta me desees, pues estos días te has insinuado y exhibido para mí tratando de seducirme y calentarme y lo has conseguido, por eso ahora te deseo y sé que tú en tu interior también y que solo te falta un empujoncito para entregarte a tu deseo y el mío y que no es otro que estar juntos amándonos y haciendo sexo.vas a ser mía y yo tuyo porque tú sabes bien que lo deseas tanto como yo. Pero no obstante para darte el empujoncito que te falta para entregarte a mi quiero que veas este video”

Según dice esto aparezco en la pantalla cambiándome de ropa, duchándome y meando en el servicio y después completamente desnuda muy abierta de piernas  con los brazos abiertos como llamándole en mi cama de matrimonio tumbada. Entonces llega él también desnudo y se pone entre mis piernas con su polla grande y hermosa tiesa y se ve como comienza a penetrarme y yo como sonámbula le echo mis manos a su cuello y le atraigo hacía mi , dejándose él caer sobre mi cuerpo y agarrándome mis pechos comienza a chuparlos y a mamar de mis pezones y yo comienzo a emitir gemidos de placer a medid que él bombea su polla a mayor ritmo dentro de mí, hasta que llega al orgasmo y se corre dentro de mí.  Para luego salirse y se ve goteando su gran pollón y saliendo gran cantidad de semen y jugos míos vaginales por mi chochito.  Aquí acaba el video y él me dice:

“Ayer cuando fuiste al mercado aproveche para instalar cámaras de televisión en tu cuarto y en el cuarto de baño, grabándote cuando te has cambiado, duchado, orinado y otras cosas. Cuando estuve haciendo el café aproveche para echarte en él un somnífero y un afrodisiaco suave, por lo que te quedaste dormida. Cuando esto pasó te lleve a tu dormitorio, te desnude y te tendí en la cama como has visto y luego te folle y poseí corriéndome dentro de ti y parece que disfrutaste, dormida pero disfrutaste. Al acabar, te lave un poco tu sexo por fuera, te volví a vestir y te lleve de nuevo al salón colocándote en la misma posición que estabas cuando te dormiste. Yo volví al cuarto e hice la cama cambiando las sabanas poniendo otras iguales y escondiendo las que habíamos usados pues las habíamos puesta perdidas de semen y de tus propios jugos. Luego recogí el servicio de café lo lleve a la cocina, escribí una nota dándote las gracias y me fui dejándote dormida. Si quieres y estoy seguro que aunque tú abiertamente no lo veas, es lo que en el fondo deseas, puedes entregarte a mí libremente o caso contrario este video se lo enviaré a tu marido (cosa que no quiero) para que vea lo guarra y puta que eres madrina. Hoy no quiero que lo decidas ni voy hacerte nada a la fuerza pues quiero que te entregues a mi porque me desees, mañana vendré a la misma hora y espero que me des tú respuesta.”

Yo le digo:

“Como has sido capaz de hacerme esto, Raúl, con lo que te quiero  si eres como mi hijo”

Y él me dice:

“Sí madrina, soy como tu hijo y no me importa que consideres lo que te propongo como un incesto, pero estoy loco por ti y te deseo y quiero que seas mía y tú se que también lo deseas aunque una parte de ti este luchando contigo y no te deje aceptarlo, por eso te he grabado este video para ayudarte a decidirte y que los dos gocemos de nuestros cuerpos.”

Yo permanecí callada y sentada en uno de los sillones, me había quedado paralizada. Él saco el DVD del reproductor, apago la televisión, se guardo la grabación y se marcho, dejándome en un estado total de shock. Cuando me recuperé estuve dando todo el tiempo vuelta a este asunto y siendo sincera para mí misma, me dije:

“Si lo pienso fríamente, el chico tiene razón, desde que me visitó y me saco la conversación de su polla larga y gorda y el miedo que les daba de ella a las chicas de su edad, y lo de la prostituta y que se ha acostado con mujeres mayores poco más o me nos de mi edad, y los piropos que me dijo, no dejo de pensar en él. Incluso cuando hago el amor con mi marido pienso que es con él, no me he dado cuenta pero tiene razón de que a mí también me atrae él, pero no puedo caer en lo que me propone, sería como un incesto y eso para mí toda la vida ha sido algo que no me ha cogido en mi cabeza.”

Y tras esto volvían a mí las dudas y me decía:

“Pero es verdad, tiene razón le estoy deseando, sin saberlo, joder que me pasa yo con mi edad liándome con un chico  de 18 años, que encima es mi ahijado y lo he querido siempre como si fuera mi hijo, estoy loca, esto no puede ser. Pero que hago, lo deseo y no puedo o no debo entregarme a él, pero por otra parte si me niego, tiene el video y si se lo envía a mi marido es el fin de mi matrimonio, joder que lio tengo en la cabeza ¿Qué hago, joder , que hago?”

Me puse hacer las cosas de la casa para ver si se me iba de la cabeza el tema, pero era imposible, por más que lo intentaba no se me apartaba de mi pensamiento las escenas que había visto en el video y sobre todo el verle a él desnudo con su hermosa grande y gorda polla, esa imagen la de su polla se me venía una y otra vez a mi mente , hasta que acabe deseando tenerla  dentro de mí y no pudiendo más me fui a mi habitación y me tuve que masturbar de lo caliente que estaba. No pensé en ningún momento que tenía cámaras en mi cuarto y el baño y que el sinvergüenza y atrevido de mi ahijado seguramente me vería todo lo que hiciera en esas habitaciones. Cuando me acorde, tras correrme, comencé como loca a buscarlas para desconectarlas y quitar la instalación, pero no fui capaz de dar con ellas pues en el video tenía tomas de varias posiciones al menos de 4 ó 5 cámaras en cada una de las habitaciones. Las había camuflado y escondido perfectamente porque no conseguí localizar ninguna de ellas.

Por la noche a la hora de acostarnos, yo estaba muy excitada y le dije a mi marido que me poseyera, que necesitaba que me follara y él me dijo que estaba cansado que ya me había follado el otro día y que como sabía él ya no tenía el mismo ímpetu y ganas que hacía unos años, que si estaba tan caliente que me masturbara, pues él estaba cansado y no tenía ganas. Eso me molestó mucho y me hizo decidirme  prácticamente a decir a mi ahijado que aceptaba y comencé a masturbarme. Pero una vez que me corrí de nuevo me vino la duda y de nuevo aparqué la idea de entregarme a Raúl.

A la mañana siguiente cuando nos levantamos, me dijo Pepe:

“Nuria  llevo unos días que te veo muy excitada  y ya no tenemos años para estar todo el día con ganas y follando, pues al menos yo no voy a poder hacerlo pues no tengo ya fuerzas para ello, quizás algún día que otro lo podamos hacer, pero en mientras cariño deberás calmar tu calentura masturbándote, hasta que esta racha de excitación se te pase”.

Yo al ori esto cerré la puerta del dormitorio de un portazo y me metí en el cuarto de baño donde de nuevo me masturbe. Cuando terminé, salí, me puse mis bragas y la batita de estar en casa y fui a la cocina esperando que mi marido estuviera desayunando, pero cuando llegue ya se había ido. Viendo mi enfado se había marchado sin desayunar, procurando no verme cuando saliera del baño, para evitar otra escena y riña. La verdad es que hizo bien, pues si no se hubiera marchado es lo que habría pasado.

Al ver que no estaba me aumentó el enfado y tome la decisión de aceptar la propuesta de José enrique, aunque una hora más tarde más calmada de nuevo dudaba si sería la decisión adecuada.

Desayune y esperé nerviosa a que dieran las 10,00 hora en la que había quedado en volver para la respuesta mi ahijado, a esa hora exacta, me suena el teléfono de casa, era él  y al oírle me sube un calor grande a mi cara ruborizándome y me dice:

“Hola madrina, soy yo, habíamos quedado a esta hora, pero he pensado en darte aún un poco de tiempo más para que pienses tú decisión, cuando me la digas quiero que estés segura de ella”.  

Tras decir esto me colgó sin esperar mi respuesta que ya todos conocéis. Tras oír esto, ahora estaba segura que él sabía perfectamente mi estado de duda, excitación y nerviosismo,  y con esto conseguía que yo me excitara más y deseará más que estuviera pronto en mi casa. Pero  quería impacientarme y hacer que le deseara más y así me tuvo haciéndome esperar casi una hora más, pues hasta las 10,45 no llego. Yo desde que me había levantado no había dejado de pensar en él y eso hacía que estuviera muy caliente y excitada y tuve que acariciarme y aplacar mi calentura masturbándome en dos ocasiones, pero esta vez lo hice en el salón una y la otra en la cocina, para que él no me viera y no se enterará de lo caliente que estaba y mis deseos de verle. Mientras llega yo me he ido a mi cuarto y me he cambiado de ropa, he dejado la bata habitual de estar en casa por otra más corta semitransparente de esas que enseñan pero que a la vez el tejido no deja ver claro lo que se esconde bajo él y decido seguir sin sujetador y quitarme mis bragas, dejando mi coño libre y con toda mi gran pelambrera al aire y a la vista de cualquiera que me pueda ver. Quiero que él cuando me vea no tenga dudas de mi decisión, aunque jugaré un poco con él diciéndole que aún estoy indecisa, que no se, que….para que sea él o al menos crea que haciendo un poco de hincapié  acaba seduciéndome y yo entregándome a él.

Al abrirle, pasa directamente al salón sin esperar siquiera a que le invite hacerlo y según va dirección a esta estancia me va diciendo:

“Madrina, te he hecho caso y he ido a clase esta mañana, por eso te he llamado que te daba un tiempo más para que tomaras tu decisión. Como ves no quiero apurarte y deseo que la decisión que tomes la hayas meditado y estés segura de ella para luego no echarte para atrás, pues estoy seguro que dirás que sí, por eso traigo una botella de Cointreau y un cartón de zumo de piña para celebrarlo”.

Yo entonces le digo:

“Pepe se marchó temprano y no sé si vendrá a comer, pues no me ha dicho nada, de todas formas hasta las 2,00 de la tarde no suele venir a comer, pero Raúl no puedo hacer lo que me pides, tengo una lucha interna  desde ayer cuando me lo propusiste dentro de mí , por un lado lo deseo y es verdad que tú me atraes y que siento algo diferente al cariño que te he tenido hasta ahora hacía a ti, pero por otra pienso en mi marido y no puedo hacerlo, compréndeme es tan difícil tomar una decisión”

Él se acerca a mí y acerca su cara a la mía para darme un beso, haciéndolo muy cerca de mi boca, al hacerlo se aprieta a mí y siento en mi muslo algo duro y grande tocándome. Yo me imagino que es y eso hace que me ponga muy colorada y separándome de él, con toda la intención para que pueda apreciar mi cuerpo bajo mi batita le digo con voz mimosa:

“Parece que bienes muy cariñoso, ahijado”

Y él me contesta sin poder apartar su vista de mi cuerpo, que estoy segura está apreciando y viendo perfectamente bajo mi bata:

“Tú me pones así, madrina y más como vas hoy vestida. Estoy seguro que Pepe no vendrá a comer, pues ya he visto el enfado que habéis tenido y como él ya te ha dicho que no tiene fuerzas para darte en el tema sexual todo lo que tú necesitas para calmar tu calentura, por eso Nuria no seas tonta y decídete a estar conmigo, te daré todo lo que tú marido ya no te puede dar sexualmente y además ya he visto su polla y no la compares con la mía, pues al menos es de dos a tres centímetros más larga que la suya y de lo mismo ocurre con su grosor. No seas tonta conmigo vas a disfrutar y gozar como con nadie lo has hecho en tu vida y dejarás de tener que masturbarte cómo has tenido que hacer anoche y esta mañana en el cuarto de baño, salón y cocina”

Cuando dijo esto me di cuenta que no solo había colocado cámaras en mi dormitorio y baño sino que las había puesto por toda la casa y que me había estado viendo todo el tiempo y por eso sabía todo lo que había pasado entre Pepe y yo y lo necesitada que estaba de polla y las veces que me había tenido que masturbar para calmar mi calentura. El oír esto hizo que me ruborizara, pues me había cogido y visto en mis estados más íntimos incluso orinando, cagando y masturbándome.

De nuevo se acerca a mí y me coge por la cintura y se vuelve a pegar todo lo que puede a mí, pero esta vez de frente dando su paquete directamente sobre la parte de mi batita que esta encima de mi sexo y pelambrera este contacto hace que me caliente aún más de  lo que estoy y comienzo a notar como empiezan a fluir jugos dentro de mi vagina y a mojar mi sexo. Tú tratas de darme otro beso buscando mi boca, que yo esquivo, pero que al final consigues dármele esta vez en la comisura de mis labios, me dejas y cogiendo la botella de Cointreau y el cartón de piña, me sueltas y me dices:

“Espérame aquí, voy a la cocina a preparar dos combinados, quizás el beber té anime a decidirte “

Yo le hago caso y le espero en el salón sentada en el butacón que da directamente al pasillo que da a la cocina, con la intención de que a su vuelta pueda ver perfectamente (me he colocado en una posición en que tengo mis piernas semi abiertas) toda mi entrepierna, apreciando mi gran mata de pelo rodeando toda la rajita de mi gordo coñito.

Él prepara los dos combinados, y en el mío me hecha unas gotas de un liquido afrodisiaco, que ha cogido en el laboratorio de la universidad donde hacen las prácticas los estudiantes de veterinaria (carrera que él ha comenzado hacer) , y es un brebaje que se da a los animales para encelarles para que preñen a las hembras, pero que actúa igual en ambos sexos, de esto me he enterado después y me dijo que es bastante fuerte y por eso me echó solo unas gotitas. Con el fin de que le ayude a calentarme y que caiga en sus brazos por voluntad propia ayudada un poco por sus manejos y dotes de seducción (el pobre no sabe que no hubiera hecho falta pues estaba decidida esa mañana a ser suya por completo, cosa que decidí al volver del baño y no encontrarme a mi marido en la cocina desayunando) . Cuando vuelve con la bandeja y los dos combinados, los pone en la mesita baja que hay delante del sofá y los dos sillones. Yo al verte venir he comenzado a mover mis piernas, abrirlas del todo y luego semi cerrarlas para que pueda apreciar bien mis muslos y mi chocho gordo y peludo. Se acerca a mí y dándome su mano me dice:

“Ven madrina sentémonos los dos mejor en el sofá así estaremos juntos y más cómodos”.

Me levanto y me siento en un lado del sofá, él se sienta a mi lado y me ofrece uno de los vasos. Yo doy un trago y noto como me pasa a lo largo de mi garganta hasta mi estomago, el me mira a la vez que hace lo mismo con el suyo. Yo al sentirle junto a mí y sentir el calor de su pierna pegada a la mía siento como recorre un escalofrío de placer por todo mi cuerpo y noto como se me moja más y más mi chocho. Yo entonces recuesto mi cabeza en su hombro y le digo:

“Todo esto es una locura, no debemos de hacerlo, por favor mi niño, por favor no sigamos “

El me mira y ve mis tetas sueltas bajo mi bata, me besa en la frente y cogiéndome con sus dos manos mi cara me da un beso con su boca abierta en la mía, y yo al sentir sus labios apoyarse en los míos la abro y dejo que me entre su lengua dentro de mi cavidad bucal y recorra toda la geografía interna de mi boca con ella. Yo haciéndome la fuerte, no participo en el beso, solo le dejo actuar a él, aunque en realidad me apetecía muchísimo habérmele comido allí mismo. Entonces deshaciendo de nuevo el beso le digo:

“Raúl, por Dios no hagas eso,  eres como si fueras mi propio hijo y me estas besando como si fuéramos amantes, además no sé cómo puedo atraerte con lo mayor que soy, si incluso soy más mayor que tu propia madre. Imagínate que ella se entera de todo esto, que explicación la íbamos a dar”

Él entonces me dice:

“Ya te he dicho en varias ocasiones durante estos días, que a mí las mujeres que me gustáis sois las maduras y tú madrina la que más. Si madrina siempre me has gustado mucho y cada vez que te veo me caliento mucho y no puedo por menos luego cuando estoy solo masturbarme pensando en ti. Y a raíz de esto, puedo decirte que no te preocupes de que se entere o no mi madre, pues ya lo sabe. Pues me cogió ayer masturbándome viéndote desnuda mientras te cambiabas para tú marido y después la enseñe el video que tú vistes ayer y se alegra mucho que te desee y que tú tengas los mismo sentimientos hacía mi y…...”

Yo le corto entonces y le pregunto:

¿Qué, que tú madre ha visto el video en el que se me ve desnuda y en el que tú después me follas, estando yo dormida, y dices que está de acuerdo con ello?, no me lo puedo creer, eso o dices para que me entregue definitivamente a ti, no es posible que sea verdad.”

Entonces él me contesta:

“Es verdad, madrina y además recuerda que te dije que he estado con mujeres maduras y he follado con ellas y que algunas de ellas incluso las conoces , pues una de esas que conoces es mi madre, tu intima amiga Mº Jesús, si llevamos al menos un año que somos amantes y estamos cometiendo incesto y la he dicho que deseo hacerlo con mi hermana, que como sabes es dos años mayor que yo y está dispuesta a ayudarme a conseguirlo, con tal de que no deje de hacerlo también con ella y es lo mismo que me ha pedido si al final consigo hacerlo contigo Nuria”

Yo entonces sorprendida por lo que acabo de oír digo:

“Dios mío, Raúl, nunca pensé que fueras tan depravado que incluso cometierais tu madre y tú semejante pecado, por Dios, la verdad que no esperaba esto”

Él entonces se echa sobre mí y volviéndome a besar, me dice:

“No continúes haciéndome sufrir más madrina, se que te gusto y que me deseas, sino no te habrías hoy vestido de esa forma enseñándome todo tu cuerpo y encima sin nada debajo sabiendo que yo iba a venir. Además he venido observando y he visto como me miras y el deseo que desprende tus ojos y como no quitas la vista del bulto que tengo bajo mis pantalones. Deja de pensar en mi madre, en tu marido y todas las demás personas, libérate y goza,

te lo mereces y yo quiero darte ese placer que llevas tanto tiempo sin sentir”

Se aparta de mí y se quita su camiseta y después se baja los pantalones juntos con sus calzoncillos, dejando al aire y a mi vista la polla más hermosa que haya visto en mi vida, la tiene erecta, tiesa y dura, es larga y gorda, bastante más que la de mi marido y me parece al tenerla delante aún más grande y hermosa que la que pude verle en el espejo y ayer en el video, y no puedo reprimirme y le digo con admiración:

“Dios santo, Raúl lo que tienes entre tus piernas, que hermosa es tu polla si la tienes casi tan grande como la de un caballo, bueno he exagerado un poco , pero al menos si que te mide sus 29 ó 30 centímetros de larga por 7 u 8 de diámetro de gruesa, no me extraña que las chicas se asusten al vértela me has sorprendido hasta a mí que estoy acostumbra a la de mi marido que es también grande y hermosa (24 x 6 centímetro), pero no tanto como la tuya”

Yo diciendo esto he alargado mi mano y se la estoy acariciando y siento el calor de ella en mi mano, su palpitar y sus gordas venas hinchadas. Él se me acerca y cogiendo con sus manos el cinturón de mi batita lo desata y abre la misma apareciendo mi cuerpo completamente desnudo ante él. Lleva sus manos a mis hombros y vas deslizando la bata todo lo largo de mi cuerpo quedando completamente desnuda cae la batita al suelo. Acerca sus manos a mis grandes pechos y comienza a tocármelos y jugar con sus dedos en  mis aureolas y pezones. Me pasa una de sus manos por mi cintura y me atrae a él dándome un beso al que esta vez sí le correspondo uniendo mi boca a la suya, introduciendo mi lengua en su boca y pasándonos nuestras salivas nos besamos con pasión, yo no he dejado en ningún momento de sujetar con mi mano derecha su miembro que ahora comienzo a masturbar lentamente. Por fin me estoy entregando a él sin ser necesario decírselo de palabras, le tiro de su polla y sin dejar de besarnos nos dirigimos hacía mi cuarto, donde aun desecha de la noche la cama y con el olor de los cuerpos de mi marido y mío, nos tumbamos en ella, yo de espalda abierta completamente de piernas y él entre mis piernas apuntando con su erecta polla hacía mi almeja, se inclina y acerca la punta de su lanza a los labios de mi chocho y comienza a pasarme su duro miembro arriba y debajo de mi rajita entreteniéndose un rato cuando llega a mi clítoris con el que juega con su glande produciéndome un placer intenso , no pudiendo reprimirme le digo:

“Si, si mi niño, si te deseo, te quiero deseo ser tuya, por favor no esperes más entramela, entrame tu polla, quiero tenerla dentro de mí, por favor la deseo, aaaahhhhhh que placeeeer me estás dando con la caricia de tu polla sobre mi clitoriiisss….aaaahhhhaaaa ooooooohhhhh”

Él entonces se dispone a introducirme su pene en  mi coño, como le he pedido, pero cuando va hacerlo le digo:

“Espera, mi niño, ponte un preservativo, espera un momento que lo coja de aquí de la mesilla de Pepe, que tiene una caja de ellos. Pues estoy en mis días fértiles y no quiero que me quedes preñada, ya corrí ayer ese riesgo (aunque no podía impedirte lo que hicisteis al estar dormida por el somnífero que me pusiste en el café) y no quiero tentar hoy de nuevo a la suerte”

Le doy el preservativo y él le coge, pero me dice:

“Madrina, por favor es la primera vez, déjame hacértelo sin preservativo, quiero sentir tu vagina en contacto directo con mi pene y aunque lo sentí ayer, pero no es lo mismo, dado que tú entonces no participabas plenamente al estar dormida sin embargo hoy si  y quiero sentir el roce de mi sexo en tus paredes y que tú sientas mi semen al correrme dentro de ti”

Yo le contesto:

“No Raúl, si quieres hacerlo tendrás que ponerte el preservativo sino solo haremos roce y toqueteos, pero no puedo dejarte que vuelvas a correrte dentro de mí y menos en estos días en que estoy ovulando y corro el peligro de poder quedar preñada, venga no tardes tanto póntelo ya y fóllame, joder no tenías tantas ganas, por favor hazlo no esperes más vas a conseguir que me enfrié”

Él se comienza a colocar el preservativo y a la vez me dice:

“De acuerdo, me le pondré, pero ya verás cómo antes de que acabemos eres tú misma la que me pides que me lo quites al querer sentir mi leche bañándote el interior de tu vagina”

Tras decir esto apunta su polla hacía mi almejita y presionando un poco, entra todo su glande dentro de mí y después se deja caer sobre mi cuerpo introduciéndome todo de golpe su impresionante polla, llenándome por completo, he ido sintiendo como según iba entrándome me iba rozando todas las paredes de mi vagina, ha sido sensacional el placer que he ido sintiendo al irme rozando su polla a medida que me iba penetrando, ahora la noto como su punta me llega hasta la misma entrada de mi útero. Él se queda un ratito quieto sobre mí y me dice:

“Madrina, no pensé que pudiera entrarte toda entera, veo que tienes tu coñito bien acostumbrado a las pollas gruesas ¿Cuántos hombres te han entrado su polla dentro de tu vagina?, deben de haber sido bastante o los que lo han hecho la debían de tener bastante gordas ¿no?”

Yo emitiendo a la vez gemidos de placer le digo:

“Tú eres el segundo hombre que me penetras,aaahhhh….oooooohhhhh solo me ha penetrado antes aaaahhhhh siiiiii, siiiii mi maridooooo, pero ya te digo que él también la tiene grande y gorda, no como  aaaaaahhhh la tuyaaaaa pero también estaaaa bien aaaaahhhhhh armadoooooooo oooooohhhh, dejaaa de hablar y comienza a moverte quiero que me folles mueveteeee siiiii mueveteee ya con todas tus ganas quiero correrme y que tú hagas lo mismooooooo”

Él comienza a moverse con un mayor ritmo a la vez que no deja de sobar mis tetas, me las acaricia, juega con sus dedos en  mis pezones y después  con toda su mano me los aprieta una y otra vez. Esas caricias en mis pechos me están volviendo loca, yo me estoy calentando muchísimo y me pregunto cómo es posible que este en ese estado de excitación (pues no sé aun que en la bebida me había echado las gotas de afrodisiaco, y estas ya están haciendo su trabajo en  mi cuerpo) estoy súper salida y le grito:

“Muévete, muévete más deprisa mi amor, sigue, sigue folla a tu madrina, folla a esta puta que tanto has deseado, sigue, sigue no pares, asi, asiiiii oooooh que bien me lo estás haciendo oooohhhhhh mi amor sigueeeee, si te pudieras correr dentro de mí y no me preñaras, que lastima tener que hacerlo con el preservativo, sigue, sigue por favor no pareeeeeessss……”

El me dice:

“Te gusta madrina, te gusto como te follo, disfruta madrina disfruta, aaaahhhhh que gusto me estás dando madrina, quieres más, quieres más madrina, ¿eh, eh? Y te lo querías perder, muévete tú también sube tu pelvi para arriba a la vez que yo empujo con mi polla para dentro, muévete, muévete putaaaaa, siiiii asiiii, asiiiii. Te gusta, te gusta madrina, te gusta ¡he! , te gusta putilla dímelo , dímelo dime si te gustaaaaa….”

Él seguía follándome con todas sus ganas y yo le contesto a su pregunta:

“Si cariño, siiiii , me gusta mucho como me lo haceeeeesss , mi marido cuando me folla me folla bien pero no llega ni mucho menos a como tú me lo estás haciendo, mi amor, sigueeee, sigue y no pareeees sigue , sigue por favoooor dame fuerte asíiiii asiiiiiiii, ooooohhhhh que placeeeer , joder si no tuvieras puesto el preservativooooo, que placer sentiría , estoy sintiéndolo con él de modo que si me rozaras con tu carne seria el apoteosis, siiiiiii como me gustaría sentirla sin nada por medioooooo, ooooohhhhhh aaaaahhhhh que placeeeeeerrrrr mi niñoooooooo”

Él entonces también muy excitado me dice:

“Madrina, yo también quiero sentir bien las paredes de tu chocho por dentro, déjame quitármelo, si tú me acabas de decir que también te gustaría, déjame quitármelo, por favor, déjame  quiero correrme dentro de ti y sentir el contacto de nuestras carnes rozarse una con la de la otra, por favor déjame quitármelo, veras como no pasa nada madrina, déjame. Madrina quiero que sientas mi polla hirviendo por ti en tu chocho y yo sentir tu chocho que esta hirviendo y huele tan fuerte por lo calientes que estas mi puta.. estoy muy caliente y necesito ese contacto con el interior de tu coño, joder Nuria es que no lo quieres tú también, pues déjame que me quite el puto preservativo que solo hace estorbar”

Yo entonces le digo:

“Mi vida sería un peligro mi cielo, estoy en mis días fértiles y ovulando”.

Yo sigo muy excitada hasta el extremo de ni siquiera enfadarme al llamarme él puta. Ya fuera de mí y muy caliente y excitada llevo, sin darme siquiera cuenta de lo que hago, mi mano hasta la entrada de mi coño y toco la parte que entra y sale de su polla de él. Entonces él a notar mi mano, sin  preámbulo ni cuidado ninguno se sale de un tirón del interior de mi coño, produciéndome un poco de dolor al no haber ido con cuidado. Al tener su polla fuera yo la cojo con mi mano y la acaricio, noto el preservativo apretado en su instrumento, este parece una barra de acero de lo dura que esta....él entonces con su boca me chupa mis labios  y comienza a bajar hacía mis grandes tetas que aprieta con sus manos y con sus labios chupa y muerde mis pezones gordos y que los tengo duros por la excitación, deja estos y chupa y muerde todas mis pechos, incluso haciéndome daño y le digo:

“Cariño, no me los aprietes, ni me los muerdas me vas a marcar las tetas mi cielo y después mi marido se preguntará que porque los tengo marcados”

Y el de nuevo me contesta:

“Madrina quiero sentir tu chocho sin nada puesto, quiero correrme dentro de ti, por favor déjame que me quite el preservativo”

Yo le vuelvo a contestar:

“ Dios mío que peligro mi vida.. “

Pero al decir esto, sin darme cuenta  empiezo a quitarle yo misma el preservativo, y al hacerlo siento el calor de su polla limpia de impedimentos, y entonces sin pensar en las consecuencias le grito:

 “Si, si mi amor, quítatele, yo también quiero sentir tu carne rozar la mía y quiero , no solo quiero, sino que necesito que te corras dentro de mí y sentir el calor de tu semen cuando me inundes, no me importa estar en los días fértiles, estoy loca lo sé , pero me da igual si me preñas lo que quiero es seguir gozando y llegar al máximo contigo fallándome , rápido y vuelve a follarme de nuevo ya limpio de obstáculos, date prisa yo misma te he quitado ese puto preservativo, quiero sentir tu polla en mi coño, date prisa por favooooor.”

Yo aún con el preservativo en mi mano lo aprieto y lo tiro al suelo y sin esperar ni mirar donde ha caído. Él entonces coge de nuevo su polla y llevando la punta de ella a la entrada de mi raja y  sin preámbulo alguno aprieta de nuevo sin nada de tacto y cuidado  y de un solo golpe me penetró de nuevo llegando con la punta de su instrumento hasta la misma entrada de mi útero. Se queda unos segundo quieto y aprovecha para con sus manos abrirme mis piernas todo lo que soy capaz de abrir forzando mis muslos , y cuando acaba de hacer esto y ve que las mantengo como él quiere y me las ha puesto , comienza de nuevo a follarme con un mete y saca a un ritmo rápido y decisivo que me vuelve loca de placer, consiguiendo que en menos de un minuto yo alcanzara un tremendo orgasmo y no pudiéndome reprimir, apretándolo con fuerza con mis manos en su espalda y atrayéndolo todo lo que podía hasta pegarlo completamente a mi cuerpo, le gritaba:

“siiiiiiii, asiiiiii, sigue asiiiiii, muévete como sabes, como antes mi amor, sigueeee , sigueeee oooohhhhhh aaaahhhhhhh ¡Qué bien me follas! ¡Cómo me gusta tu polla! ¡Sigue así, asíiiii , asiiiiiii  mi ninó, sigueee , sigueeee José Enriqueeee ! ¡Fóllame,quiero que lo hagas y quiero ser tu puta!, ¡eres mi dueño! Te quierooooo….siiiiii….sigueeee.  AAAAhhhhyyyyyy miiii amooooor, me..meeee….vieeeneeeeee….voy a corrermeeeee…sigueeee…sigueee, no pareeesss…sigueeeee…, siiiiiii siiiiiiii destrozameeee, follameeeee, me corro cabrón, me corro cabrón, la quiero todaaaaa todaaaaa… Me vengo me vengo mi hijito, por favor clavame ese pingon para sentirte hasta los huevos llenando mi chocho de mujer casada el chocho de tu querida madrina, Si, si mi amor, mi dueño machácame destroza este coño que es solo tuyo, eres su dueño…..siiiiiiiii como me haces disfrutar…..siiiiiiiii….quiero que me folles ……quiero que te corraaaasssss dentro de miiiiiiiiiiiiii  ….siiiiiiiiiiiii……….quiero queeeee…meeeee……..preñeeeeesss……siiiiiii…..que me preñeeeessss ….siiiiiiiiiii…..mi amoooooor…..”..”

Mi ahijado, seguía bombeando mi coño sin parar, como si no oyera mis suspiros y palabras y no se diera de mis orgasmos. Entonces Raúl ahora coge una de mis piernas y se las pone encima de su hombro y la otra con la otra mano me la abre y la sujeta contra la cama, parece un toro bravo, con los huevos gordos y grandes balanceándose como dos cocos y golpeándome en mi culo. Esta postura hace que sienta más placer aún y me  enloquece pues mi ahijado cada vez que empuja su polla hacía dentro me roza mi clítoris y siento también en ese momento su polla entrar y salir en mi almejita, estoy a punto de perder el sentido del placer que estoy sintiendo. Entonces él comienza hablarme, siguiendo empujando y follándome con fuerza a la vez que me dice:

“Te gusta Nuria, estas disfrutando, es esto lo que esperabas, siii, siiii, dimelooo a que es esto lo que te gusta zorra asquerosa, guarraaaaa…vas a tener una mañana golfa que nunca olvidarás, te voy a destrozar ese coño y ese culo a pollazos, ya verasssssssss , joderrrrrr putaaa joderrrrrrrr que gustazoooooo me está dando tu chochito, este chochito que tanto he deseadoooo……que placer siento al rozar mi polla con las paredes de tu vaginaaaaaaa…..no sé como ese cabrón de tú marido no quiere follarte a diario con lo buena que estas madrina. Dios te voy a llenar de lecheeeeeee , aunque aún falta para que me corra, quiero hacerlo cuando tú lo hayas hecho infinidad de veces y no puedas mas y me lo pidas, diosssssss…. qué rica estaaaaassss… como me gusta correrme dentro de una madurita tan buena como tú y que aún se pueda quedar preñada.

Yo seguía disfrutando y enlazaba uno tras otro orgasmo, era magnifico.  Así estuvo cerca de otros diez minutos, cuando  de pronto aumenta el ritmo de su follada  y me dice: “Nuria, madrina, me está llegando me voy a correr prepárate a recibir mi leche, si ya falta poco para que sientas mi leche por primera vez dentro de ti”

Al acabar de decir esto sigue bombeando durante un momento , pero en pocos segundos noto como se tensa  y se queda quieto encima de mí, pegándose más a mí, quedando su larga polla toda dentro llegando al fondo de mi vagina pegando con su puntita en la entrada de mi útero y dando un  fuerte empujón comenzó a correrse dentro de mí, inundándome por dentro de la gran cantidad de esperma que me estaba echándome y entonces agarrándose y e fuertemente a mis tetas y apretándolas con todas sus fuerzas haciéndome daño  (pero no me importa) comenzó a decirme gritando:

.“!TOMA MADRINA PUTAAAA, QUIERES POLLA PUES TOMAAA, TOMAAAA SIIIIIIIIII…JODEEERRRRR COMO ME GUSTA FOLLARTEEEEE…SIIIIIII, ERES UNA PUTAAAA…..LA MEJOR PUTA DEL MUNDO NURIAAAAAAA, ERES UNA PEDAZO DE ZORRAAAAA……TE VOY A BAÑAR EN LECHEEEE Y TE VOY A PREÑAAAARRRR QUE GUSTOOOOO DA FOLLARTEEEEE SIIIIIIIII QUIEROOOOOOO CORRERMEEEEE DENTRO DE TIIIIIIII, TE VOY A LLENAR ESE COÑO DE LECHEEEEE …… PUTA ASQUEROOOOSAAAAA,TOMAAAA…TOMAAAAA….YAAAA…YAAAA ESTAAAA .AQUIIIIIIIIIII….TOMAAAAAA…TOMAAAAA,LECHEEEE….QUIERO QUE TE ENTREEEE HASTA DENTROOOOOO….SIIIII HASTA TU ÚTEROOOOOOOO…..QUIERO PREÑARTEEEEEE……………¡.”

Yo al sentir su semen caliente en mi interior me viene de nuevo una gran  orgasmo y no puedo reprimirme, comienzo a tener una serie de espasmos, característicos llegada del orgasmo. Corriéndome finalmente me corro como nunca, moviéndome y chillando como nunca, como una posesa como loca y gritando diciendo:

¡ME VOY, ME VOY, DIOSSS, ME VIENEEEE, ME VIENEEEEE! ¡SIIIIIIIII…….YA ESTA AQUIIIIIIII………….¡AAAARGHHHHHH! ME CORROOOOOOO……. SIIIIIIII SIIIIIII DESTROZAMEEEEEE, FOLLAMEEEEEE, ME CORRROOOOOO CABRÓN  LA QUIERO TODA DENTROOOOOO…..TODAAAAA…..SIGUE CORRIENDOTEEEEE TU TAMBIÉNNNN…..PREÑAMEEEE…..CABRONNNN….PREÑAMEEEEE QUIERO UN HIJO….QUIERO QUE ME HAGAS UN HIJOOOOOO…..CORRRETEEEE DENTRO DE MIIIIIII….”

Tras su explosión de placer él se dejó caer sobre mi cuerpo, quedando con su cara sobre mis pechos. Yo pensé que tras su corrida se saldría y descansaría, pero no fue así se estuvo un ratito sobre mi y de nuevo comenzó a besarme y a sobar todas las partes de mi cuerpo, me apretaba mi culo, mis tetas succionaba mis pezones, como queriendo sacar leche de ellos, yo notaba que su pene no se había aflojado, y de nuevo comencé a calentarme, le pasaba mi mano por su espalda y le acariciaba hasta su culo y con los músculos de mi vagina jugaba con ellos actuando sobre su polla, veo por su cara de placer que esta caricia con mis músculos vaginales le esta encantando y gustando. Con mucho cuidado y sin sacarla me fue dando la vuelta y de nuevo me puso de espalda sobre la cama, me colocó de lado y el también y frente a frente nuestros cuerpos, sin sacarla, la notaba dura aún dentro de mí, de nuevo me acariciaba mi cuerpo, mi culo, el interior de mis muslo, subía hasta mi monte de Venus  y acariciaba mi pelambrera toda mojada, con su boca cogía mis pezones que chupaba con fuerza casi produciéndome dolor. Todo esto mientras nos recuperábamos los dos y entonces, se me viene a mi pensamiento mi amiga Mª Jesús y le pregunto:

“Raúl, ¿has disfrutado? ¿Estás contento? Dime la verdad, con sinceridad ¿Te gusta mi chochito mi niño? ¿Es mejor que el de tu madre, mi amiga Mª Jesús?, ¿Cómo le tiene ella?, aunque llevamos siendo amigas toda la vida nunca nos los hemos visto la una a la otra y ahora me ha surgido esa curiosidad”.

No sé porque en esos momentos me vinieron unos sentimientos de celo de que él estuviera y fuera el amante de mi amiga, de su propia madre y quizás por eso le estaba preguntando esas cosas. Él entonces, a la vez que sigue acariciando mi cuerpo lleva su mano hasta mi mojada entrepierna y comienza a jugar con  mi clítoris comenzando a masturbarme, sin sacar su polla del interior de mi sexo, a la vez que va contestando a las preguntas que le he hecho diciéndome:

“Si madrina he disfrutado muchísimo y llevaba mucho tiempo deseando que esto pasara y tienes un chocho precioso y me gusta muchísimo, es jugoso, gordo y tiene el tamaño idóneo pues se adapta muy bien a mi polla. Pero no te diré nunca si me gusta más que el de mi mamá o el de otra cualquiera de mis amantes, eso solo yo lo sabré. Te diré de verdad madrina, que mi mamá lo tiene muy estrechito pues según me ha dicho ella misma ,mi padre la tenía muy chiquita y delgada por lo que no se la ha dado de sí en su etapa que duró su matrimonio (hasta que mi padre murió). Cuando se la metí mi polla, por primera vez, la hice bastante daño desgarrándosele y haciéndola sangrar bastante. Pero ahora ya se ha acostumbrado al tamaño de ella y poco a poco se lo voy abriendo y dando de si para que no sienta molestias en su chochito cuando la penetro y la verdad, madrina ella goza mucho con él dentro “.

Yo a medida que mi ahijado me va diciendo esto pienso para mis adentros:

“Como una mujer como Maria Jesús, con esa educación (las dos estudiamos en el colegio de monjas de nuestro pueblo) y de clase social tan alta y siendo tan religiosa ha podido sucumbir a esto y entregarse a su propio hijo cometiendo un pecado tan fuerte y grande como es el incesto. Porque yo al fin y al cabo no soy familiar y esto aunque para mi sea como un hijo, ante Dios y todos los demás no es incesto, aunque si adulterio, pero lo de Mª Jesús, con su propio hijo, es muy fuerte”

Mi ahijado no deja de masturbarme, yo aunque agotada por el esfuerzo realizado hace unos momentos, sigo sintiendo muchísimo placer, y tengo muchas ganas de seguir, no sé qué es lo que me pasa lo excitada que estoy (después como ya he dicho antes supe que Raúl me había echado el afrodisiaco), yo nunca había sido tan caliente, . Si yo normalmente con un polvo y una corrida tenía bastante ¿Qué es lo que me estaba pasando con este niño que me tenía y mantenía así de excitada?. Él continúa diciéndome:

“Madrina, se que tienes miedo, dado que estas en tus días fértiles, hayas podido quedar preñada por hoy y lo del otro día (que tú no te enteraste), de tu propio ahijado, pero a mí me gustaría y no sufras pensando en eso. No lo pienses si quiera, si llega y se produce ya tendremos tiempo de ver que se hace madrina. Seguro que tú marido nunca sospechará que no es suyo, pues tú nunca hasta ahora (y lo sé por mi mamá) has estado con otro hombre que no sea él y menos va a sospechar que estas en ese estado por la leche de tu propio ahijado, tranquila no te preocupes más y sigue disfrutando. Me vuelves loco madrina y con las ganas que he tenido siempre de ti y al fin te he tenido hoy. Estas hirviendo de caliente  y tú coñito no para de echar líquidos, ¿te gusta  que te haga esto?

Yo muy excitada le contesto:

“Si, si me encanta, pero sigue, sigue tocándome ahí, no pares por favor”.

Él me hace caso y continua su caricia en mi almejita y con la otra mano agarra  mis pechos, sobándomelos, apretándolos, acerca su boca a ellos y comienza a chuparlos y morderlos, produciéndome un placer infinito y muy difícil de describir, deja por un momento el pezón que tiene en su boca y me dice:

 “Joder madrina que tetas tienes, me vuelven loco, te voy a joder en todas las posturas, voy a sacar de dentro de ti lo puta que eres y que llevas escondida”

A todo esto no deja de masturbarme ahora de que ve que estoy a punto de llegar a otro orgasmo mueve su mano con más ritmo. Suelta el pecho que tiene sujeto con la otra mano y con esa mano aprovecha para darme palmadas en mi culito. La verdad es que me dolían sus palmadas, pero mi estado era tal de calentura que no le decía nada para que no parará su caricia masturbadora en mi chocho, él también debía estar bastante excitado pues de nuevo desde hacía unos minutos a parte de acariciarme mi clítoris se estaba moviendo con su polla a dentro y fuera de mi almejita. Al ver que yo callaba y consentía incluso sus nalgadas en mi culito, agarrándome fuerte de mi culo , aumentó otra vez un rápido mete y saca que como las veces anteriores me hicieron enlazar una serie de orgasmo que hicieron que  mi placer fuera inmenso , nunca había estado tan bien y disfrutado tanto. Él seguía dale que te pego a mi coñito no paraba , esta vez tardaba más en correrse aunque por la rapidez de sus embestida yo adivinara que buscaba con ganas su corrida al fin note de bañarme de nuevo con su esperma el interior de mi vagina, pero esta vez no acabo de correrse dentro, sino que sin avisar de golpe se salió de mi y cogiendo en sus manos su hermosa polla y sacudiéndola sobre mi cuerpo , su polla unas cuantas de veces, comenzó a echarme chorros de su esperma llenándome todo mi cuerpo de su leche, no sé cómo podía tener tanta , tras haberse corrido anteriormente, unos chorros cayeron sobre mi cara dándome en los ojos y boca, otros chorros sobre mis pechos y barriga, él no me dejó limpiarme , solo dejó que me quitará la corrida que había caído en mis ojos y que le limpiara con mi boca su polla a medida que iba perdiendo no mucha dureza pues aunque un poco más floja aún presentaba una seria dureza.

Cuando acabó, de nuevo me dio las gracias y me contó:

“Madrina, cuando me dijiste que lo hiciera con el preservativo  me contrarié un poco, pues yo estoy acostumbrado hacerlo sin él, pues la verdad es que yo siempre me corro dentro de la mujer con la que estoy follando, y esta vez madrina me he corrido abundantemente dentro de ti porque hacía mucho tiempo que te deseaba y quería que esto ocurriera y porque desde que estuve el otro día a visitaros la primera vez desde hacía tanto que no venia, no he querido volver a estar con ninguna mujer que no fueras tú y por eso llevaba varios días sin correrme y la cantidad que tenía depositada en mis huevos era grande y te la he echado toda dentro de ti excepto esta última corrida que parte como ves la llevas por encima de todo tú cuerpo”

Estuvimos hablando un rato, me preguntó de nuevo si me había gustado y si me gustaría volver a repetir. Le dije que sí, que me lo había pasado bien y había disfrutado como nunca y que no recordaba haber tenido nunca tantos orgasmos seguidos. Pero yo seguía con mucha calentura y de nuevo le pedí:

“Raúl, continuo muy caliente, por favor sé que te has corrido como me acabas de decir y he visto muy abundantemente dentro y fuera de mí, pero necesito que sigas fallándome , pues estoy muy excitada, por favor posee a tu madrina otra vez mi niño, jódeme de nuevo , por favor”

Él entonces se baja de la cama y cogiendo su ropa se comienza a vestirse y me dice:

“Madrina por hoy ya es bastante, es muy tarde y tú marido no ha llamado para decir que no vine a comer, de modo que no des por asentado que no lo haga aunque esta mañana se fuera tras vuestra discusión. No quiero que corras peligro y nos coja con las manos en la masa cuando llegue. Será mejor que me vista y me marche y tú también que lo hagas y vuelvas hacer la cama y cambiar la cama y ventila un poco la habitación, pues hay en el ambiente un fuerte olor a esperma y sudor y si tu marido entrará a cualquier cosa al dormitorio podría sospechar algo.  Yo volveré mañana a la misma hora y si consigues que tú marido no venga a comer estaremos hasta por la tarde a la hora que él suele venir follando, pero caso de que no lo consigas no te preocupe haremos como hoy”.

Se vistió, me dio un beso, esta vez en mi boca y se marchó dejándome súper caliente y excitada. No pudiendo aguantar mucho tiempo mi calentura me tumbé de nuevo en la cama y me masturbe de nuevo hasta correrme. Tras esto me fui al cuarto de baño y me di una ducha para ver si apaciguaba mis ganas de sexo, cosa que no ocurrió, aunque poco a poco y a medida que se iba pasando el efecto del afrodisiaco que me había dado mi ahijado, fue bajando hasta desaparecer. Me coloque la bata que habitualmente tenía para estar por casa, recogí la batita transparente que me había puesto para recibir a Raúl, cambie la cama y la hice y como él me había indicado ventile la habitación durante media hora. A la hora de comer, mi marido no se presentó y tuve que comer sola, cosa que me fastidio muchísimo, pues si hubiera sabido que mi marido no venía a comer hubiera podido seguir disfrutando de sexo con mi joven ahijado.

Continuará

Si alguien quiere comentar algo sobre el relato o comunicarse conmigo puede hacerlo como siempre a mi correo [email protected]

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