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Isabel – III Parte y desenlace final

en Sexo con maduras

Recordareis que Isabel, tras ser poseída por todos los hombres de la familia de Thabit e incluso orinarse sobre ella, se marcha a su casa con la incertidumbre y miedo de haber podido quedar preñada. Ahora que os he puesto de nuevo en situación continuamos con la historia de esta mujer que su desenlace hizo que la cambiara toda su vida. Continuamos con la tercera y última parte de este relato:

Al llegar a casa me fui derecha al baño y llenando la bañera me metí en ella y me di un baño quedándome metida en el agua hasta que oí llegar a mi marido. Estando sola en la bañera y ya más tranquila, decidí que aquello no podía continuar que había sido una locura. ¿Qué pasaría si me habían quedado preñada?, que iba a decir a mi marido y el escándalo que eso supondría, que dirían todas las personas que me conocían y que sería de mi reputación. Pasaron un par de semanas donde, primero me llegó la regla (tan esperada y deseada en esta ocasión) con lo cual me sosegó mis miedos de embarazo y después vuelta a la normalidad, aunque mis intentos por encontrar en mi marido lo que había tenido en aquellas dos sesiones locas que había tenido con los moros,  no tuvieron éxito. Solo lo hicimos una vez en ese tiempo ,acabando en un polvo rápido, en el que el único que disfrutó fue él, para mí comparándolo con lo vivido con mis moros fue insulso y sin orgasmo, lo cual me dejo otra vez con mi sesión solitaria en la ducha.  Una semana más tarde es decir la tercera desde mi último encuentro con los moros, mi marido se marchó al viaje de trabajo, que hacía casi un mes me había anunciado, estaría fuera de casa como mínimo 10 días, buscando en mi monedero el número de teléfono del hotel donde se hospedaría (que me había dado antes de marchar), en un grupo de papeles que tenía en él, encontré el número del teléfono de Thabit y recordé lo que me había dicho: “tienes mi número de teléfono, si quieres llámame, ya sabes dónde me tienes a mí y a mi familia”

Desde entonces estuve varias horas dando vueltas a mi cabeza si lo llamaba o no, luchando con mi interior y con mi cabeza, me decía: No seas loca Isa, olvídalo, no vuelvas a caer, se fuerte”. Pero al final las ganas de vivir otra experiencia como la anterior pudieron y no fui capaz de superar la tentación que pudo más que la razón. Tenía varios días para estar con él sin prisas y podía pasar todo el tiempo que quisiera sin tener que volver a casa a una hora, como si no quería volver hasta el día que mi marido volviera. De modo que cogí el papel donde estaba anotado el número de Thabit en la mano y el teléfono en la otra, y le llamé. Al descolgar por la otra parte oí una voz que rápidamente identifique como la de Thabit, al decirme:

“Dígame, ¿quién es?

Yo le contesto, con mi voz temblorosa:

“Soy Isa, ¿te acuerdas de mí?”

Me contesta diciéndome:

“! Ah sí, ya te recuerdo ¿Qué deseas? ¿Para qué me llamas?

Yo al oír su pregunta, me quedé cortada, pues no esperaba que me preguntara para que le llamaba y solo atiné a decirle:

“No sé”

Entonces él al oír mi respuesta se echó a reír diciendo:

“ja,ja,ja,ja,ja….bueno  pues entonces……”

Y colgó el teléfono. Al ver como se despedía sentí que la oportunidad de volver a estar con él de nuevo y sentir todo el placer que había sentido la vez anterior, se me había ido y que si no me decidía a llamarle de nuevo y decirle claramente lo que quería no volvería a sentir esas sensaciones que con él había sentido mi cuerpo por primera vez en mi vida. Entonces armándome de valor y más nerviosa si cabe que antes, volví a marcar su número de teléfono y al descolgar de la otra parte oí su voz que decía de nuevo:

“¿Sí, quién es?

Yo esta vez no me anduve por las ramas y sin esperar más le dije directamente:

“Soy de nuevo Isa y quiero que me folles”

Entonces él con una voz jocosa y como si se estuviera riendo me dijo:

“Bueno, eso está mejor, no ves como tu llamada era para algo. De acuerdo pero hoy no va a poder ser, pues estoy ocupado todo el día”

Yo le corto y le digo:

“Thabit, si no puedes ahora, dime a qué hora puedes y yo iré al chalet, dime a cuál de ellos y ahí estaré a la hora que me digas, te deseo tanto”

Él entonces me dice:

“Ya te he dicho que hoy no puede ser, tras tu primera llamada me ha surgido un tema que tengo que quedar solucionado hoy sin falta y tiene que ser antes de que tú y yo volvamos a estar juntos y me llevará todo el día. De modo que si quieres nos vemos mañana, pero si nos vemos tiene que ser en tu casa, pues mañana en ninguno de los dos chalet podemos”.

Yo entonces contrariada, de que no pueda estar conmigo y con las ganas que tenía y al verlo tan firme en su decisión de no estar hoy conmigo le digo entonces:

“De acuerdo, pero a ver si puede ser lo antes posible, pues tengo muchas ganas de ti, si por mí fuera me gustaría que estuvieras aquí a las 8,00 de la mañana”

Él me contesta:

“Muy excitada debes de estar, pero es muy temprano ¿no estará a esa hora todavía tu marido en casa?”

Yo rápidamente le contesto:

“No, no él acaba de irse hoy de viaje de trabajo y no volverá hasta dentro de diez días, de modo que estaré sola y si quieres podemos estar juntos todo el tiempo que él este fuera”

Él me dice:

“De acuerdo, mañana a primera hora estoy en tú casa, pero yo no suelo madrugar tanto, pero viéndote tan necesitada haré un esfuerzo y estaré ahí a las 8,00 como me has dicho. Esta vez no quiero que me recibas sin ropa interior, sino todo lo contrario que te pongas la que tengas más sexi, quiero que al verte me calientes a primera vista. Entonces hasta mañana…..!Ah oye! se me olvidaba, ¿te apetece que lleve un poco del brebaje que te di el otro día , para que tengas ganas de follar durante todo el día y disfrutemos los dos a tope?”

Yo que al oír su aceptación me había vuelto la alegría a mi cuerpo, sin pensármelo dos veces le digo:

“Sí, si tráete todo lo que tú quieras ese brebaje que me distes el otro día con el que me mantuviste excitada todo el tiempo que estuve contigo, o como si te quieres traer otro que tengas, me da igual yo lo que quiero es pasar todos estos días contigo y disfrutar a tope con ello y si para ello me tengo que tomar el brebaje ese u otro lo haré”.

 Volvió a colgar y yo me dirigí a mi cuarto a buscar el conjunto de lencería más sexi que tuviera. Tras mirar todos los que tenía ninguno me pareció lo suficientemente sexi como para excitar a mi joven amante a primera vista. Por tanto me decidí a ir a Madrid a una tienda de prendas interior donde pudiera encontrar un conjunto lo más sexi posible. Recorrí varias y en ninguna encontraba lo que quería, ya en la última y tras explicar a la dependienta lo que quería y que había recorrido varias tiendas y no lo encontraba, esta me dijo:

“Mire usted, teniendo un cuerpo como el que tiene a pesar de su edad, con poco que se ponga estoy segura que excitará a su pareja, pero mi consejo es que resalte todo eso, tapando las partes más íntimas de usted, pero que a la vez casi se vean y se adivinen ¿ha probado alguna vez ponerse un tanga? “

Yo la digo:

“Uy, uy como quieres hija que yo a mi edad me ponga un tanga, si es como un hilo y no tapa nada y lo que pretendo es provocar y que él desee quitar esas prendas que tapan mis intimidades para verlas y tenerlas, y si me pongo un tanga veo difícil que eso ocurra pues ya se lo estoy prácticamente enseñando y…”

Cuando la iba a decir que mejor quería unas bragas cortitas, pero bragas, en vez del tanga que nunca lo había usado, ella me cortó diciendo:

“Mire señora, perdone que le sea franca y directa y que use un léxico quizás para su educación y edad un poco vulgar. Pero ese culo que usted tiene con un tanga puesto estoy segura que levantaría pasiones, se lo digo yo que llevo bastantes años en este negocio y sé qué tipo de prendas le va a cada cuerpo de mujer, hágame caso….”

Yo entonces la digo:

“No sé, no sé, es una cosa tan atrevida y me tapa tampoco, mira que yo tengo mucho vello púbico y en esas “braguitas” por llamarlo de alguna manera, me va a quedar todo por fuera y no quiero afeitarme, pues a mi marido le gusta que tenga el sexo poblado de vello y a mí también, no sé…”

Ella insiste en que me lo pruebe y después de que me vea como me queda decida, sin ningún compromiso. Lo hago y al final me convence para que me quede con el tanga y un sujetador semitransparente  a juego que hace que mis pechos queden prácticamente a la vista y gran parte de la carne de los mismos fuera de él. La mitad, la parte de arriba, de mis grandes aureolas, quedan fuera de las copas de la prenda prácticamente hasta donde comienzan mis pezones, que no se ven pero quedan perfectamente marcados en la tela del mismo y eso hace como si también estuvieran desnudos.

 El resto del día lo pasé nerviosa y se me hizo el eterno, fue el día de mi vida más largo que recuerdo. Al día siguiente me levanté temprano pues estaba deseando que llegara la hora para comenzar a gozar con mi amante, desayune y me fui  al cuarto de baño y me bañe y asee a conciencia, quería estar limpia y guapa para él. Luego en mi cuarto cogí el tanga y el sujetador que me había comprado el día anterior y me le coloqué, la verdad es que al mirarme al espejo me sorprendí el ver mi cuerpo reflejado en él con esa ropa interior puesta, pues el tanga a penas se podía ver, pues por la parte de adelante era tapado la mayoría de él por la pelambrera de mi coño y por la parte de atrás la pequeña tira del mismo se me quedaba , por más que trataba de colocármela, metida por la raja de mi culo. Luego miré en mi almario ropa que hacía tiempo que no me ponía y encontré una faldita que me quedaba bastante arriba de mis rodillas (unos quince centímetros) prácticamente por la mitad de mis muslos, la cual la compré hace años para cuando íbamos de vacaciones, pues a mi marido le gustaba que fuera con ropa cortita y que me marcara par a presumir (decía él) de una mujer de bandera a su lado, me la puse y me quedaba aún bien aunque muy ceñida y estrecha marcando todo mi culo y la poca tripita que ya tenía por la edad. Completé mi vestuario con una a camisa abotonada de seda blanca semitransparente a través de la cual se podía apreciar perfectamente el sujetador sosteniendo a duras penas mis grandes tetas. Luego volví al baño y me di unos pequeños retoques en mi cara, pero sin exceso, deseaba que él me viera natural, no muy pintada. Volví a mi cuarto y me mire una y otra vez por un lado por el otro, de frente de espalda, mirando todas las zonas de mi cuerpo y comprobando que todo estuviera en su sitio, al fin tras contemplarme un ratito pensé para mis adentros: “buena Isa, para tu edad al fin y al cabo no estas mal, a ver si Thabit opina lo mismo”.

 Dieron las 8,00 de la mañana y yo estaba nerviosa como un flan, pasaron cinco minutos y no llegaba y así pasó media hora y no llegaba, yo ya pensaba que se había olvidado o lo había dejado, esperé hasta la 9,00 y tampoco llegó, cuando a eso de las 9,10 iba a llamarle me sonó el teléfono, era él para decirme que se había quedado dormido y que ahora salía de su casa para la mía, que no me preocupara que enseguida llegaba, que me preparará.

No habían pasado 10 minutos cuando llamaron a la cancela del jardín, abrí desde el portero automático y le esperé tras la puerta de la casa, cuando oí sus pasos acercarse, abrí la puerta y haciéndole un signo de silencio al entrar le deje pasar. Él entonces entra rápido y cuando está dentro me dice, riéndose:

“Ja, ja, ja no quieres que los vecinos me vean ni que se enteren, ¿verdad?, ja, ja, ja,”

Yo le contesto:

“Bueno, bueno mejor que no lo sepan, como se suele decir ojos que no ven corazones que no sienten. La verdad es que es difícil que me vea alguno de ellos, pues como ves prácticamente estamos solos en la calle y el resto de los pocos vecinos que viven en la urbanización están dos calles más allá. Pero la verdad es que son muy chismosos y si te vieran, quien sabe que podrían pensar, de modo que mejor prevenir, que luego llorar”.

Él mirándome de arriba abajo y descaradamente me dice:

“Isa, estás espectacular con esa ropa, te has puesto guapa, guapa de verdad y muy apetecible, de verdad”

Yo ruborizándome un poco y haciéndome la vergonzosa y modosita le contesto:

“Gracias, eres muy adulador, seguro que no será para tanto, más bien son tus ojos que me miran bien. Vamos a la cocina, que con lo temprano que es seguro que aún no has desayunado”

Le cogí de la mano y nos dirigimos a la cocina, le hice sentar en una silla a la mesa y le puse una taza de café y unas pastas que tenía y yo me pude otro café pero no cogí ninguna pasta.

Entonces él sacando de su bolsillo varias carteritas de papel, como sobres me dijo:

“Mira vengo preparado, es el brebaje que te di el otro día para mantenerte excitada y que perdieras los miedos y después además he traído otras cuatro o cinco con otro brebaje que seguro que este, cuando ya estés lo suficiente caliente por los efectos del otro, te lo daré y vas a perder el sentido cuando lo tomes subiéndote a tal nube que creerás estar en la gloria. Mi primo se lo da algunas veces a Bea y dice ella que es fantástico lo que se siente con ello. ¿Vas a querer probarlo luego más tarde?, a mí me gustaría verte como te pones cuando te lo tomes, pero si no quieres no te lo doy, aunque como te acabo de decir me gustaría que lo tomaras”

Yo le contesto:

“No te preocupes tomaré lo que tú quieras que tome, el del otro día, ese otro, lo que tú quieras si con ello consigues que disfrute más y este más tiempo a tú lado”

Él se levanta de su sitio y dándome un beso me dice:

“Gracias Isa, me haces muy feliz. ¿Dónde tienes un vaso? es para echarte primero el brebaje del otro día, para que te lo tomes y de esa forma cuando acabemos de desayunar y empecemos ya te vaya haciendo efecto, pues el otro todavía es pronto.”

Yo le indico donde tengo lo vasos y él coge uno y cuando va a echar el agua del grifo me dice:

“No tendrás zumo o algo donde lo pueda mezclar, mejor que en agua? Es que así te será más agradable tragártelo, pues en agua el sabor no es muy agradable y con el zumo lo disfrazamos y se traga mejor”

Yo le digo:

“En el frigorífico hay zumo de piña, que si vale ese, puedes echarme un poco de él”

Se dirige hacía el frigorífico, coge el cartón de zumo y lo pone en la mesa, luego coge uno de los sobres que ha traído con el brebaje y lo echa en el vaso, luego va a coger el cartón del zumo, pero cuando lo va a echar me dice:

“Bueno, vamos a echar otro sobrecito más, de esa forma te excitarás más y te durará más tiempo su efecto”

Yo entonces le digo:

“¿Pero no será peligroso tomar tanto de una vez?”

Él sonriéndome me dice:

“Confía en mí, yo sé lo que hago y te puedo asegurar que es inofensivo. Solo, como te he dicho, te producirá más excitación y te durará está más tiempo que si solo te echo un sobre. No temas, que te veo preocupada, esto no es medicina ni es nada químico, es un producto natural hecho con hierbas y raíces en mi país se lleva mucho tiempo utilizando y conozco a personas, tanto mujeres como hombres que cada vez que lo hacen echan de 3 a 5 sobres y los más atrevidos a veces hasta 6 sobres, toma bebe tranquila”

Él echa el zumo sobre el contenido de los dos sobres en el vaso, lo remueve con la cucharilla de mi café y luego me lo da, para que me lo beba. Yo dudo un momento, pero luego me lo llevo a mis labios y lo voy bebiendo poco a poco hasta que lo apuro del todo. Él entonces me dice:

“Para que te quedes más tranquila y veas que no pasa nada, yo también voy a tomar un poco de otro brebaje, que produce las misma reacciones, pero igual que el que tú te has tomado lleva una sustancia que aumenta el libido de las mujeres, este lleva otra sustancia que levanta el de los hombres, el resto de la fórmula es el mismo”

Cogió también dos sobres y se lo echó en la taza donde tenía el café, lo removió y se lo bebió, hasta que apuro la taza. Luego le cogí de la mano y me dirigí con él al cuarto que tenemos para los huéspedes, donde tenemos una cama de matrimonio, al llegar le digo:

“¿Qué te parece? Te parece bien que lo hagamos y estemos aquí.

Entonces él me sorprende diciéndome:

“¿Es que no me vas a enseñar la casa?, a lo mejor hay un lugar en ella que me guste más para amarte, y además es que tengo curiosidad por conocerla, pues el otro día cuando estuve aquí para comprarte la cama , me quedé con las ganas de verla, pero como no tenía entonces confianza contigo no te lo pedí”.

No me gustó mucho la idea, pues yo solo deseaba empezar cuanto antes, para eso le había citado tan temprano, y había pensado en hacerlo y emplear para ello aquella habitación, al ser la de los huéspedes y ser la única habitación preparada decentemente y que no era la nuestra de matrimonio, aunque en la de mi hijo ya habían traído otra cama nueva, pero no quería utilizarla sin que él la hubiera estrenado antes. De modo que un poco contrariada y no siendo eso lo que había previsto,  le agarré de la mano y al hacerlo él me la soltó y me pasó su brazo por la cintura acercándome y pegándome a él. Al hacerlo y sentir el calor de su cuerpo junto al mío, me dio un escalofrío que me hizo temblar, él se dio cuenta y se sonrió. Comencé, y andando por el pasillo llegamos al comedor, él no perdía atención a lo que veía,: Del comedor nos fuimos a la habitación de mi hijo y al llegar a ella le dije:

“Esta ya la conoces, es la de mi hijo, donde estaba la cama y la televisión que me compraste, como ves ya he sustituido la cama que te llevaste por otra nueva de 150 cm de ancha como la de mi marido y mía, para que cuando vengan mi hijo y mi nuera a vernos la estrenen y la utilicen. Pues la que tú te llevaste es estrecha para dos personas.”

 Él asienta con la cabeza y continuamos, hasta que llegamos a la habitación de matrimonio de mi marido y mía, al verla entró sin más y me dice.

“Y esta debe de ser la habitación vuestra, es decir la matrimonio”

Yo le contesto:

“Si, aquí dormimos mi marido y yo”.

“De modo que aquí es donde el cornudo de tú marido no te da lo que necesitas y has encontrado en mí. ¿No es verdad?”

Yo bajo mi cabeza mirando hacía el suelo como avergonzada y muy bajo, que apenas se me puede oír le digo:

“Si”.

Entonces él me coge por la mejilla haciéndome subir mi cara para que le mire y muy cerca de mis labios me dice:

“¿Y no te gustaría vengarte de su falta de atención hacía tu persona follando  aquí conmigo?

Diciendo esto acerca sus labios a los míos y me da en ellos un suave beso en ello, que me hacen sentir un deseo grandísimo de ser poseída ya por él, se conoce que el brebaje ya está comenzando hacer sus efectos sobre mí. Pero yo no quiero manchar con mi infidelidad esa cama, pues no deja de ser el santuario donde todos mis años de matrimonio mi marido a su manera me ha hecho gozar y sufrir por su forma de poseerme y follarme, en ella me engendró a nuestro hijo y a los otros que he perdido, por eso sacando fuerzas de mi interior le digo:

“No Thabit, mejor aquí no, vamos”

Él al oírlo se acerca a mí me empuja suavemente hasta arrinconarme contra la pared. Yo miro a la otra hacía la cómoda que tengo en la habitación y veo sobre ella una fotografía en la que estamos juntos mi hijo cuando era pequeño y mi marido y yo, parece o tengo la sensación que los dos me miran y ven cómo voy a ser poseída por el moro. Entonces estando en este pensamiento él coge mi mano y me la coloca sobre el bulto que ya tiene su pantalón a la altura de su entrepierna y pegando su boca a la mía comienza a comérmela con pasión. Deja mi mano sobre su paquete y las suyas suben hasta mis pechos y sin ningún miramiento agarra las solapas de mi camisa dando un tirón de ellas hace saltar los botones de la misma, quedando mi torso expuesto totalmente a él. Entonces lleva sus manos hasta tocar la zona de su cintura y haciéndome girar me voltea dejándome de cara a la pared. Tira poco a poco de mi rasgada camisa hasta que va consiguiendo que poco a poco vaya dejando mi cuerpo y deslizándose por él caiga al suelo. Continua y ahora lleva su mano a la cremallera de mi falda, comenzando a bajarla hasta que consigue abrirla por completo, al estarme un poco estrecha la falda no cae por si sola al suelo, entonces él llevando sus manos una a cada lado de mis caderas tira de la cintura de la falda hacía abajo, rasgándola y haciendo que esta vez cayera por si sola al suelo, me hace que levante un poquito los pies y me salga de la falda y cogiéndola la lanza a un rincón de la habitación, a la vez mirando mi culo y pasando sus manos por él me dice:

“Tienes un culo precioso y  ese tanga que llevas puesto hace que lo realce aún más, de tal forma que hagan que entren a uno ganas de fallártelo ¿te lo han hecho alguna vez por ahí?

Yo nerviosa como si no supiera lo que me dice le pregunto:

“¿Me han hecho que, por dónde?”

Él sin dejar de sobar mi culo me dice con ímpetu en su voz:

“Te pregunto si te han follado alguna vez por el culo ¿lo has entendido ahora Isa?

Yo con mi respiración fuerte, ya por la excitación que tengo, le contesto con un simple:

“Si mi marido me a follado por esa zona de mi cuerpo í alguna que otra vez, pero muy de tarde en tarde, la verdad que en todos los años de casados no me lo habrá hecho más de tres o cuatro veces.”

Él muy seguro de sí me dijo:

“Pues Isa, eso habrá que remediarlo, ¿no lo crees? Y no tardando mucho. Joder que suerte estoy teniendo contigo. Nunca habías chupado ni mamado una polla y ahora me dices que eres casi virgen del culo, pues no te preocupes que hoy antes de que acabe el día dejaras de tener ese lugar de tu cuerpo tan cerradito como ahora lo tienes, y verás como cuando lo pruebes, aunque la primera vez te duela, luego pedirás tú misma que te den por el culo en más de una ocasión. Eso suele pasar a la mayoría de las mujeres que lo han probado”

Yo continúo de espalda a él y de cara a la pared sin verle, pero si oigo el ruido que hacen sus ropas al írselas quitando. Luego se acerca a mí pegándose a mi cuerpo, doy un respingo y un escalofrió de placer me recorre todo mi cuerpo y comienza de mi coño a fluir mis primeros jugos de placer al sentir el calor de ese desnudo cuerpo en contacto con el mío. Lleva sus manos a mis hombros , acariciándolos, una de ellas sube a mi cabeza y acaricia y aplasta con la palma de su mano mi cabello y luego de nuevo la lleva a mis hombros, los cuales comienza a recorrer todos ellos con sus manos para luego ir bajando y acariciando toda mi espalda hasta llegar a mi culo, donde agarra suavemente mi tanga  y agarrándolo con sus dos manos comienza a deslizarlo y quitármelo suavemente hasta que consigue que llegue a mis tobillos, y como había hecho con la falda me hace levantar un poquito cada pies hasta que la minúscula prenda abandona por completo mi cuerpo, quedando yo de esta forma completamente desnuda ante él, acercando su boca a mi oído derecho me dice:

“Date la vuelta despacio quiero contemplar esa maravilla de cuerpo que tienes de mujer madura”

Hago lo que me dice, quedando de frente a él y comprobando que realmente él también se encuentra ya desnudo del todo. Él se queda mirándome un rato y llevando su mano a mí sexo toca este y después recorre con su mano toda la abundante pelambrera que le cubre, me coge de la mano y me dice:

“Ven vamos a quitar todo esto, las mujeres en mi país y en otros árabes, lo llevan limpio para que su macho pueda apreciar perfectamente toda su raja y los sobacos también los dejaremos limpios de pelos, con eso evitaremos que el sudor se pegue a ellos y haga que desprendas un olor desagradable para el hombre que quiera poseerte”

Yo rápidamente le digo:

“No eso no puede ser, pues a mi marido es como le gusta que lo lleve y a mí también me gusta llevarlo así. Además si me lo quitas cuando regrese mi marido y me vea sin ello, no le gustará y comenzará hacerme preguntas que quizás me sean difíciles contestarle”.

Él entonces me dice:

“Yo te aseguro que quizás al verte sin vello, se enfade pero cuando pruebe pasarte sus manos por tu chocho limpio de vello y compruebe la suavidad de él y pruebe la primera vez follarte limpio de pelos, le gustará como nos gusta a todos los árabes, aunque de vez en cuando también nos gusta follar a putas como tú con pelos en el chocho”.

Yo le vuelvo a decir:

“No, no me lo puedo quitar, aunque a mi marido le gustara luego que me lo hubiera gustado, a mí me gusta llevarlo como lo tengo con vello igual que en mis axilas”

Entonces él se agacha a coger sus ropas y me dice:

“Entonces Isa, me marcho, si no te dejas quitar el vello de esas dos partes de tu cuerpo, no follaré contigo, de modo que decide pronto, pues no puedo perder el tiempo y si no aceptas tendré que irme, pues si eso ocurre tengo que hacer cosas y perder un negocio que he cerrado”

Comienza a ponerse su camisa. Yo al verle temo que cumpla su amenaza de irse y no quiero que lo haga, pues estoy muy caliente, dado a las ganas que tenía de él antes de tomar el brebaje que me ha dado, este ha hecho que mis deseos y ganas aumente bastante y ahora mismo necesito ser poseída por él cuanto antes, e modo que para evitar que marche le digo:

“De acuerdo me lo quitaré si tanto te importa para poder estar contigo. Ya me inventaré algo que convenza a mi marido y si es verdad lo que me has dicho de lo que les ocurre algunos hombres con las mujeres que se lo quitan y las prueban sin vello, a lo mejor me estás haciendo un favor. Y si no es así volveré a dejármelo y en poco tiempo de nuevo lo tendré como está ahora. Pero a cambio me follarás hoy con condón, pues hoy estoy ovulando y en mis días fértiles y es peligroso hacerlo sin protección y ya tenté el otro día a la suerte y hoy no quiero hacerlo y quedarme preñada, ¿de acuerdo?”

Él entonces, se quita de nuevo su camisa y cogiéndome de la mano me dice:

“ De acuerdo, yo no te follaré , aunque me pese sin condón, al no ser que seas tú la que me lo pidas y estoy seguro que así será cuando estés súper excitada, porque la verdad que esa puta que llevas dentro lo va a pedir y desear y si no al tiempo. Y ya que estamos de acuerdo en esto, venga vamos al cuarto de baño”

Cuando llegamos me dice:

“Túmbate en el suelo y abre bien las piernas. Donde tiene tu marido las cuchillas de afeitarse y tú tienes alguna tijera para recortarte primero un poco de esa mata tan larga de pelo que tienes”

Yo dudando tumbarme, pues el suelo está frio, le digo:

“Espera que ponga al menos algo en el suelo, para tumbarme en ello, pues el suelo esta frio y…..”

No me dejó acabar lo que quería decirle, cortándome y diciéndome en un tono imperativo:

“No, no quiero que pongas nada en el suelo, quiero que sientas el frio del mismo en tu caliente cuerpo. Venga ya estas tumbándote y colocándote como te he dicho. Donde tienes las tijeras y las cuchillas, estamos perdiendo mucho tiempo”

Yo me tumbo de espalda en el suelo, sintiendo el frio en mi cuerpo a la vez que le digo:

“En esos cajones del mueble del lavabo, hay unas tijeras y en el de por cima del de donde está la tijera mi marido tiene todos sus útiles y cremas para afeitarse”

Él rebusca en los cajones y encuentra lo que deseaba. Entonces se pone de rodillas entre mis piernas y comienza a recortarme el vello de mi pubis con las tijeras. Cuando acaba de mi pubis y coño, me hace alzar mis brazos y hace lo mismo con mis axilas. Luego deja las tijeras en el cajón de donde las había cogido y  después pone una cuchilla nueva en la maquinilla que usa mi marido para afeitarse, luego coge el espray de la espuma de afeitar le mueve y aplica un chorro de la misma sobre mi pubis, sintiendo yo el frio de la espuma de afeitar al caer sobre mi cuerpo. Después comienza  a rasura con una pericia de un verdadero especialista mi pubis. Yo a medida que lo va haciendo noto como repasa todo mi sexo y después se extiende hasta la entrada de mi ano. Cuando acaba de la parte baja de mi cuerpo me dice:

“Levanta los brazos, ahora voy hacer lo mismo con tus sobacos”

Hago lo que me dice y comienza a afeitar mis axilas hasta que consigue dejarlas tan limpias y suaves como la cara de un niño. Después coge un bote de crema que tengo sobre el mueble del lavabo y echando un poco en mi pubis totalmente pelado lo extiende para aliviar un poco el escozor que la cuchilla ha provocado en él. Luego hace lo mismo con mis axilas. Deja que se embeba durante un breve tiempo la crema mi cuerpo y después me mete bajo la ducha y untándose con jabón sus manos él mismo lava mi cuerpo. No me ha dejado que me miré aún al espejo, cuando caba de ducharme, entonces me dice:

“Puedes ver mi obra de arte”

Yo entonces miro hacía el espejo y veo mi coño sin un solo pelo, destacando mi raja abultada y un poco abiertos mis labios, quizás por el deseo que sienten de ser penetrados, esta toda la zona donde tenía antes mi vello enrojecido por el tratamiento que mi amante me acaba de dar con la cuchilla de afeitar.

Después me secó con una de las toallas de baño que tenía colgada en la percha del cuarto de baño y sin decirnos nada volvió a cogerme de la mano y abandonamos el cuarto de baño, entramos en mi dormitorio y fuimos hacía la cama. Él sin pedir autorización ni parecer retiró la colcha de la misma y pasando sus brazos bajo mis muslos, me cogió en brazos y me colocó en medio de la cama. Después me hizo separar mis piernas y subiéndose él también en la cama se arrodilló entre mis piernas y sin decir nada se deslizo entre mis piernas hasta llegar con sus labios a mi irritado y sensibilizado sexo. Yo al notar sus labios primero y después su lengua tocar mi coño no pude por menos que emitir un suspiro de placer:

“Ahhhhhhhhhh  ooooohhhh   uhmmmmmmm uhmmmmmm, siiiiii, diosssss, me gustaaaaaaaa, me gustaaaa lo que me haceeeeesssss, sigueeeee sigueeeee por favooooorrrr”

Él sigue pasando su lengua por mi coño a la vez que desliza sus manos acariciando el interior de mis mulos. Para un momento sus lamidas y separando un poco su cara mira mi coñito y lo ve todo mojado y brillante por la excitación y el placer que me está proporcionando, entonces suavemente me aparta los labios de mi coñito  y mira los labios internos a los que acerca su lengua y me los chupa suavemente subiendo a través de ellos hacía arriba hasta que encuentra mi clítoris excitado, pero aún escondido bajo mi prepucio, esto me hace vibrar de placer. Esta caricia me estaba excitando muchísimo y volviéndome loca, esto hace que de nuevo no pueda volver a reprimir mis gemidos de placer:

“Uuummmmm, que delicia, que placeeer me haces sentir con tu lengua mi amoooor….siiii sigue asiiiiii…… aaaaahhhhh que placeeeeer me estaaaa dandoooo Thabiiiiittttt…..”

Él ahora ha bajado a la parte interna de mis muslo, me los está chupando haciendo dibujos con la punta de su lengua y se va acercando a mi almejita, yo empujo mi culo hacía él, quiero que llegue pronto, quiero que me lo chupe y coma ya, no puedo resistir esas caricias que me están sabiendo a gloria, pero quiero más, quiero que su lengua, su boca, se coma literalmente mi coño. Pero él sabe cómo me tiene y quiere alargar más mi necesidad de sentir su lengua, ahora chupa los pliegues donde las piernas se juntan con mi coño, acaricia mi pubis depilado con su cara al rozármelo, pasa casi sin rozármelos una y otra vez (como si lo estuviera cepillando) sus labios sobre mi rajita sin presionármela. Esta caricia me excita muchísimo y vuelvo a moverme para ver si me acerco o él se acerca más a mi sexo. Entonces pone sus labios en la superficie de mi raja, me la besa suavemente y después más fuerte y con su lengua me va separando los labios de mi chocho, cuando ha logrado abrirlos hace correr su lengua arriba y abajo entre las capas de carme de mi coño, yo no aguanto más y le grito:

“Siiiii, siiiiii……. asiiiii…….. asiiiiiii…… que placer me estas dandooooo……. nunca nadieee…….. me ha comido mi sexo como tú lo estas haciendoooo…….aaaahhhhhhh…..cometeloooo……cometeloooo….yaaaaaaaaaa…..me estas matandooooo de placeeeeeerrrrr……”

Yo con mi calentura he cerrado un poco mis piernas, él entonces las separa un poco más con sus manos. Mete su lengua en el interior de mi vagina traspasando mis labios mayores y menores, comienza un mete y saca con ella como si me estuviera follando, esto es lo más no sé cuánto voy a poder resistir sin correrme, necesito que me coma o toque mi clítoris y le digo:

“Tabiiiitttt……aaaahhhhh……cometeee mi clitoriiiis tocameleeee, quiero que te le comaaaass….aaaaaahhhhhh me estas volviendo locaaa……”

Él entonces de nuevo se moja en los jugos que estoy echando por mi coño su mano y la lleva a mi clítoris, el cual comienza a masturbar.  Mi clítoris se me ha puesto muy excitado está completamente fuera de mi prepucio o tela que habitualmente le cubre, el al tocarlo y ve mi movimiento sabe que estoy a tope, sabe que mi botoncito está a punto. Entonces quita su mano la vuelve a bajar a mi raja y se la vuelve a mojar, luego lleva su lengua hasta la parte superior de mi raja y comienza a jugar con ella sobre mi clítoris, esto hace que me dé como un calambre y levanto en un acto reflejo mi pubis hacía su boca. Él me le chupa más fuerte y me le presiona haciendo fuerza con su boca hacia mi pelvi y comienza amover su lengua rápidamente y a succionar fuerte mi botoncito, mi perla del placer, esto hace que mis piernas se tensen y comiencen a temblar. En ese momento mete dos de sus dedos en mi coño y busca el hueso de mi pelvi cuando lo encuentra los coloca formando su forma y comienza un movimiento de mete y saca con ellos como si me estuviera follando con su polla, esto hace que no aguante más, estoy a punto de correrme me va a llegar el orgasmo. Pero él no para, parecer como si no se diera cuenta y entonces coge y colocando sus labios formando como una O toma todo mi clítoris de nuevo con su boca y comienza a chuparme muy suave, me mira a mi cara, el cabrón quiere ver mi cara de placer y de perra salida que debo de estar poniendo. Al ver la cara que pongo comienza a chuparme más fuerte, más fuerte y a la vez sin dejar de follarme con sus dedos, yo no aguanto más y comienzo a correrme como una puta, dando gritos y soltando palabras soeces como fruto de la excitación que estoy sufriendo. Subo mi pelvis hacía arriba cuando me llega el orgasmo y él acompaña su boca a mis movimientos, no me deja de chupar y de penetrarme con sus dedos yo no aguantando más y le grito:

“!NO PARES!, ¡NO PARES! ,NO PARES!, ¡NO PARES NUNCA ¡!CABRON…..SIGUEEEEEEE……SIGUEEEEEEE…….ME MATAAAASSS, ME CORROOOOOO……. AAAHHHHHHH….UUUUMMMMMMM QUE PLACEEEERRRR…..ME ESTOYYYYY CORRIENDOOOOOO….ME ESTOYYYY….CORRIENDOOOOOO….SIGUEEEE…..SIGUEEEE…CHUPANDOMEEEEEE….TRAGATEEEE TODAAAAAASSSSS  MISSSS CORREDURAAAAASSSS…. MIIISSS JUGOOOOOSSSS….SOYYYYY TUYAAAAAA, TUYAAAA PARA SIEMPREEEEE…MI AMOOOORRRR..QUIERO SEEEERRR  TUUUUU ESCALAVAAAAA…..TUUUU MUJEEEERRRR LO QUE TUUUU…QUIERAAAASSSS…….SIIIIIIIII TUYAAAAA…..THABIIIIITTTTT….TUUUU….ESCLAVAAAA….TUUUU MUJEEEERRR…LO QUE TUUUU QUIERAAAAS QUE SEAAAA……”

Yo estoy fuera de mí por el placer que el moro me está produciendo con su mamada y no sé siquiera lo que le digo, aunque él sí que lo oye y toma nota de todo. No obstante Thabit aun viendo mi orgasmo no deja de chuparme y comerme mi clítoris, sigue castigándomele, ahora presiona su lengua contra el lado inferior de mi perla del placer cubriendo con sus labios la parte superior, y mete su lengua moviéndola hacia dentro y hacía fuera de mi coño y no deja de mover sus dedos (aunque más suave) que aún tiene metidos en mi coño y de nuevo me provoca otro orgasmo, y otro así me tiene un buen rato sin apartarse de mi sexo haciendo que enlace un orgasmo tras otro y él se va tragando todos mis flujos y líquidos que en ese momento estoy echando como si fuera un grifo, no puedo más y sigo gritando , necesito que me folle no sé por el placer que me está produciendo o por la influencia del brebaje que me ha dado o por la suma de los dos y no pudiendo más le grito:

“Por favor, fóllame, no me dejes así, QUIERO QUE ME FOLLES YAAAAAAAA CABROOOOONNNNN”

Mis piernas intentan cerrarse sin conseguirlo mientras él, ajeno a mis intentos de calmar tanto placer seguía poseyéndome, mi cuerpo no resistió mucho más para explotar por segunda vez. Su boca recorrió los restos de mi placer con calma, y después subió colocándose a mi lado y me dijo:

“¿Quieres que te folle?

Yo fuera de mí, sin saber siquiera lo que digo le contesto:

“Si por favor lo necesito, date prisa por favor, no aguanto más”

Y él haciéndose el remolón, sigue preguntándome con aire irónico:

“Aquí, en la cama donde duermes con tú marido y donde follas con él”

“Si, siiii aquí o donde quieras, pero por favor hazlo yaaaaa, no puedo más con las ganas que tengo de sentir tu polla dentro de mi coñooooooo, por favor follameee YAAAAAAAAAA…..”

Cogió y me hizo ponerme de lado y se situó detrás de mí, una de sus manos la paso por debajo de mi cuello y atrapo mis pechos. La otra acomodo mi trasero, y tras esto me cogió una de mis piernas y me hizo que la abriera todo lo que pude hacía arriba, haciéndome que me la sujetara con una de mis manos para que no la dejara caer y cerrarse. Él al colocarme mi pierna volvió a coger con esa mano su polla y note como le acercaba a la entrada de mi sexo, y me dice:

“Venga esto es lo que quieres, ¿quieres que te folle? Pero si lo hago sabes que lo haré sin condón y que me correré dentro de ti, te quedes o no preñada, ¿Quieres de verdad que lo haga, que te folle?, dímelo, dime que quieres que te folle y me corra dentro de ti y te preñe, pedazo de puta, dímelo o no te follo y me voy.

Yo con lo caliente que estoy no pienso lo que le digo y se lo pido y le digo lo que él me ha pedido que le diga para poder ser follada por él, que es lo que estoy deseando:

“Si cabrón, fóllame si quieres sin condón o como quieras, pero fóllame de una puñetera vez y córrete dentro de mí y préñame si es eso lo que quieres pero házmelo yaaaaaa quiero que me folles ya de una puñetera vez no puedo aguantar más, por favooooorrr”

 Él me dice:

Te voy a machacar ese coño blanquito que tienes pedazo de perra, vas a recordar este día mientras vivas, puta. ¡Puta de mierda, sujétate bien esa pierna y mantenla bien abiertas guarra para que te la pueda meter bien metidas, puta asquerosa”.

Al notar su polla en la entrada de mi coñito,  empujé y acomode mi cuerpo tocando mi culo con su pubis, poco a poco sentí como entraba dentro de mí, y comencé a moverme, sentía como mi interior aprisionaba al agradable invasor, cuando la tuve toda en mi interior, comencé a moverme con la intención que me penetrara bien penetrada y que él comenzara a moverse y fuera él el que me follara. Con mis movimientos me estaba produciendo, quizás por las ganas y excitación que tenía, mucho placer y entonces comencé a decirle:

“¡Fóllame bien, vamos! ¡Méteme ese pollazo hasta el fondo! ¡Fuerte que no me rompo! ¡Vuélveme loca! ¡Síííííííííííííííí!

El no hacía ningún movimiento, me dejaba llevar el ritmo a mí, por más que yo intentara que él colaborara en los movimientos que hacía con mi cuerpo. Mientras él había llevado sus labios a mi cuello besándolo y continuándolo haciendo bajando por mi espalda, con delicadeza, cosa extraña en él cuando lo habitual era tratarme sin miramientos y cuidados. A la vez su mano en mis pechos no se estaban quietas y  mano jugaba suavemente con mis pezones. Entre tantas atenciones en unos minutos yo de nuevo sentía que me llegaba otro orgasmo y no pudiendo aguantar más, con gemidos descontrolados, estoy como si estuviera fuera de mí  moviendo mi cabeza de un lado para otro y golpeándola contra la cama abro la boca buscando aire para acabar estallando de placer me vuelvo a correr gritando:

“¡Me matas! ¡Dios mío! ¡Me estás destrozandooooo! Me corrro de nuevooooooo siiiiiiiiaaahhhhhhh me estas matando de gustooooooo cabróóóónnnnnnn”.

Thabit al verme así toma el control de la situación y agarrándome firmemente con cada una de sus manos mis pechos comenzó a embestirme primero con un movimiento lento pero fuerte. En su caricia bucal, sobre mi cuello y espalda, cambia sus labios por sus dientes, sintiendo en mi espalda y cuello como amaga morderme pero no llega hacerlo, este hecho me vuelve loca de gusto y hace que me suba de nuevo a las nubes y pierdo la noción del tiempo. Ya no sé ni cuánto tiempo lleva con este tratamiento tan maravilloso sobre mi caliente superficie corporal, pero lo que si siento es como mi placer y excitación va aumentando hasta que no puedo más y le digo:

“Aaahhhhh Thabit , me viene otro orgasmoooo, sigueee por favooor date prisa me voy a correr y esta vez me gustaría hacerlo a la vez contigo, por favor date prisaaa, siiiii aaahhhhh”

Él entonces, al avisarle yo de que estoy a punto de correrme,  incrementa el ritmo y sus dientes, esta vez sí, se clavaron en mi espalda. Esto es demasiado para mi cuerpo excitado al máximo y por cuarta vez en ese día y con un orgasmo más intenso que las otras veces anteriores acabo temblando de placer y corriéndome de nuevo a la vez que le grito:

 “¡Me voy, me voy, Diossss, me vieneee…..me vieneeee, me vieneeeee! ¡aaaaarghhhhhhh…… me vuelves loca mi morito divinoooo, me encanta. Ahhhhhh, siiiiii como me follaaaasssss Thabit ¿Por qué no me lo hará así mi maridoooo? ¿Por qué no me lo haraaaa y será un verdadero hombreeee como eres túúúú  mi amooooorrrr…me corrooooooooo ooooooohhhhhhhh …..Que placeeeerrrr como noto tu leche calentita, me estas llenando todaaaaaaaaa…..quiero que me preñeeeeeessss moro cabróóóónnnnnn.”

A él le pasa lo mismo y cundo suelta con su boca mi espalda siento la descarga de su abundante semen caliente entrando y depositándomelo en mi vagina a la vez que me decía:

"ME VOYYYYYYYYYY"―¡¡ME CORRO PUTA, ME CORROOOOO OOOOOHHHHH QUE BUENOOOOOO!!COMO DISFRUTAAAAAS ZORRRAAAA, YA ME SALEEE YA ME SALEEEE MI LECHEEEEEE, TOMALLLLLAAAA TOMALAAAAA VOY A PREÑARTE ZORRA ASQUEROSAAAAAA ¿TE GUSTAAAA ZORRAAAA, VERDAAAAAAAAAA AAAHHHH QUE GUSTOOOOOOOOO ZORRAAAA PERO QUE PUTAAAAAA QUE EREEEEESSS ISAAAAAAA…..AAAHHHHHHHHH…….”

Tras esto sus dientes dejaron libre mi espalda que estaba mordiendo dándome cuenta al  hacerlo él  que yo también había mordido su brazo y le había dejado marcado mis dientes.

Yo aunque ya me había corrido, seguía con mi calentura seguramente provocada por el brebaje afrodisiaco que me había dado a tomar y seguía diciéndole fuera de mí y sin tener conciencia cierta de lo que le decía::

“¡Qué bien me follas! ¡Cómo me gusta tu polla! ¡Sigue así, Tabhit así como me lo has hecho ahora! ¡Fóllame, siempre y seré toda mi vida tu putaaaaa para todo lo que quieraaaassss ahora y siempreeeee seré tu puta!

Él entonces me dijo:

“Joder Isa muerdes como lo que realmente eres una verdadera puta perra y de lo que acabas de decirme, no te preocupes que tomo nota y lo acepto desde ahora mismo, serás mi puta y harás lo que yo quiera y yo podré hacer contigo lo que me apetezcas, ¿estás de acuerdo, di, estás de acuerdo, lo aceptas? Si es así dímelo, dímelo, zorra”.

Yo le contesto aceptando todo, pero sin realmente saber lo que eso va a suponer para el resto de mi vida y le digo:

“Perdona no me di cuenta. Si, si acepto todo, todo lo que tú quieras, soy tu puta y acepto que puedas hacer conmigo todo lo que quieras y en hacer todo lo que me mandes a partir de ahora, pero por favor uff si aún no has acabado siiiii, siiiiiii sigue follándomeeee yo sigo necesitando que lo sigas haciendoooooo….por favor sigueeeee”

El seguía moviéndose dentro de mí, ahora más calmado, más despacio, saboreando cada embestida y me decía:

“Isa putilla ¿a que tú marido no te folla así zorrita? Y siempre te queda a medias ¿verdad?”

Yo acompasando mis movimientos a los suyos y aumentando el ritmo le digo:

“No, es, más rápido, y si es verdad siempre me queda a medias, solo mira a darse placer él sin pensar si me lo da a mí o no. Pero tú no pares por favor, sigue, sigue, tengo mi coño ardiendo y no me baja la excitación y el placer sino todo lo contrario

Entonces él me sigue diciendo:

“Joder puta eres multiorgasmica, es normal, venga ponte boca abajo, vamos a cambiar de posición”

Haciéndole caso me puse como me dijo, y con las piernas juntas note como se montaba encima de mí, y su herramienta volvía a invadirme, aunque en aquella posición el placer era diferente, rozaba internamente con su polla mi clítoris, produciéndome mucho más placer si eso era ya posible. Ahora mis gemidos se oían menos pues tenía mi boca apoyada en la almohada y esta los ahogaba, pero mi cuerpo no dejaba de estallar con cada embestida de su polla que me metía, yo de nuevo le decía, para animarle a que siguiera follándome como lo estaba haciendo:

“¡Qué bien me follas! ¡Cómo me gusta tu polla! Sigue mi amor, sigue por favor, sigue así me follas de maravilla si, si quiero ser siempre tu putita particular y servicial, quiero servirte en todo lo que desees Thabit”

Yo cada vez gemía con mayor fuerza y me movía más frenéticamente cuando de pronto note como se salía de mi encharcado coño, sorprendiéndome y dejándome a medias. Cuando al poco un frescor invadió mi ano, gire mi cabeza y vi cómo se embadurnaba el pene con una botella de lubricante que había cogido del baño. Entonces comprendí que me iba a encular, y apoyé la cabeza en la almohada, mi marido me lo había hecho alguna vez pero no había comparación de ser penetrado por mi pequeño agujerito marrón con la polla de mi marido que ser penetrado por la gran polla que poseía mi amante. Por si no lo había pensado (que sí lo había hecho), lo percibí enseguida cuando apoyó su aparato en la entrada de mi culito y presionaba tratando de abrirse camino y penetrarme por mi estrecho túnel de mi ano. Entonces le dije:

“Que haces”

Y él me contestó:

“No lo ves, he decidido follarte por el culo”

Yo le digo:

"No, por el culo no que no le tengo acostumbrado, pues mi marido lo ha hecho alguna vez pero su polla es mucho más pequeña y delgada que la tuya y si me metes la tuya con lo larga y gorda que es me vas a destrozar”

Él sin hacer caso a lo que le digo me contesta:

"Tu calla y déjame a mí, veras como también te acaba gustando"

Siento como era presiona sobre mi agujero y como le va obligando a abrirse, consiguiendo meter la gorda punta de su pollón, yo entonces no aguanto el dolor y di un fuerte grito:

"YAAAAAAAAAA me partes el culo cabrón"

Thabit no deja de apretar y va consiguiendo poco a poco más longitud de su polla dentro de mi ano y comienza a follarme mi culo con movimientos lentos y nada bruscos. Se le nota que a pesar de su juventud tiene una gran maestría en hacerlo Va introduciendo cada vez más adentro su polla, yo todavía sentía algo de dolor, pero a pesar de ello intento controlar mis gemidos y mis gritos pues a pesar de mi dolor me está poniendo a mil, más si cabe, el placer es aún más intenso. De pronto me da otro golpe de su pelvis y consigue entrar otro poco más, tras lo cual se para y poco a poco se va acomodando dentro de mi recto, cuando Thabit consigue hacerlo mi sexo chorrea gran cantidad de líquidos y flujos. Entonces metiendo sus manos Bajo mis tetas me hace incorporarme y ponerme a cuatro patas y comienza a embestirme, lentamente agarrado a mis tetas sigue con su polla saliendo despacio y volviendo a entrar con lentitud en mi dolorido culo, a la vez que se agarra y tira fuerte de mis pechos sobándolos a la vez que ya comienza a follarme con un ritmo más rápido y poco a poco va cesándome el dolor que la entrada de su instrumento me ha producido, entonces él me pregunta:

“Putilla mía, ¿te gusta?”

Yo meneando mi culo al ritmo que me está follando le contesto:

“Dios, siiiiiii…..me encantaaaaa  uhmmmmmm, uhmmmmmm, siiiiiii, joderrrrrrr que gustooooo, siiiiiii que gusto me daaasssss mi amooooorrr”

Él seguía taladrándome y haciéndome subir a las nubes por el placer que me estaba produciendo en mis excitados esfínteres y de pronto note que me corría y tuve que llevarme una mano al clítoris y presionarlo para liberar la tensión que me atormentaba. Ya no tenía siquiera fuerzas para seguir gritando mi placer y no pudiendo aguantar caí en la cama, y mientras el sobre mí. Como pudo se salió de mi y yo note como al sacarme su polla me comenzaba a salir sangre de mi destrozado culito y sin limpiarse su polla untada de restos de excrementos míos me dio la vuelta poniéndome con  mi espalda sobre la cama y mirándole a él me hizo abrir todo lo que pude las piernas y colocándose entre ellas colocó su polla en la entrada de mi chochito y tirándose encima de mí me comenzó a penetrar de nuevo por mi coño, diciéndome:

“Ya que tú te has vuelto a correr ahora me toca hacerlo a mí”

El seguía cadenciosamente moviéndose dentro de mí, y su cuerpo aprisionaba el mío sin posibilidad de moverme, ya que mis fuerzas estaban al límite, vi cómo me miraba y sonreía.

No tardo en apretarse contra mí, lanzando un gemido de placer y lanzando dentro de mí su semen.

Cuando se retiró de mi quede boca arriba, y yo sin poder moverme con las piernas abiertas. El me cerro las piernas diciéndome al oído que apretara no se me fuera a salir el niño y desapareciendo en el baño. No podía reaccionar, me había destrozado con tanto placer y no había podido hacer nada para evitar ser yo la que le dijera que me follara y que lo hiciera sin protección, pero ahora que ya estaba más tranquila sabía que la excitación había podido más que la cordura y que acababa de cometer una locura al haberlo hecho sin protección en mis días fértiles, estando ovulando. Pero para tranquilizarme a mí misma pensé que igual que la otra vez, no pasaría nada. Al ver el reloj me sorprendí al ver que eran casi las 11, me había tenido follando más de dos horas y había perdido la cuenta de los orgasmos que había tenido. Al poco entró de nuevo Thabit en la habitación con un vaso de agua y con dos sobres que contenían el otro brebaje diferente al que antes me había echado. Cogió el contenido de los sobres y los vertió en el agua y me dijo:

“Isa, tomate esto, es el otro brebaje que quedamos que te lo daría luego más tarde, te lo he disuelto en agua porque este es más fuerte que el otro y no es bueno mezclarlo con otra cosa que no sea agua. Esto te hará ahora descansar un rato y además te transportará a otra dimensión y sentirás cosas que nunca has sentido e incluso te hará perder el sentido del placer que te va hacer sentir”

Yo confiando en él me lo tomé, él dejó el vaso en la mesilla cuando acabe de beberlo y se dirigió al cuarto de baño de nuevo a ducharse.  Cerré los ojos de cansancio escuchando el sonido de la ducha, y cuando volví a abrirlos habían pasado varias horas y tenía la sensación de haber soñado como era poseída por varios hombres durante ese tiempo, hombres que unos eran conocidos pues eran los primos de mi amantes y otro era un hombre mayor que no conocía. Me lleve mi mano a mi entrepierna y seguía mojada y llena de semen, pensé que era de las folladas que había realizado antes con Thabit. Los pechos me dolían y tenía señales de pellizcos en ellos, pensé que en mis sueños me los había tocado y pellizcado yo misma para darme placer. No me lo podía creer la hora que veía en el despertador que siempre tengo sobre la mesilla de noche, pues marcaba las cuatro de la tarde, había estado durmiendo tres horas y no me había enterado. Mi cuerpo tras despertarme un poco comenzaba a reaccionar, así que me levante, me puse encima una bata corta y salí. Del salón me llegaron ruidos, y cuando entre me quede de piedra, allí estaba Thabit con sus dos primos, y otro que no conocía, pero que era el hombre que había estado conmigo en los sueños que había tenido mientras descansaba. En el suelo desnuda y bien abierta de piernas y saliendo gran cantidad de semen de su sexo se encontraba Bea, estaba como ida adormecida, probablemente por el cansancio y esfuerzo de sus folladas. Los hombres la habían dejado en el suelo descansando y ellos estaban alrededor de la mesa jugando a las cartas, habían asaltado el mueble bar de mi salón y sacado varias de las botellas que mi marido tenía en él y que en ese momento ya estaban en las últimas, prácticamente acabadas o como mucho las quedarían uno o dos dedos de su contenido, y las tenían encima de la mesa.

Yo al ver aquello me enfadé y me dirigí a Thabit con la intención de echarle la bronca y pedirle que se fueran. Me había enfadado más el exceso de confianza que mi amante se había tomado que el que hubieran organizado el desorden y y acabado con las bebidas de mi marido. Entonces le dije a mi amante:

“Thabit, esto no tiene nombre, quién te ha dado permiso para que traigas a todas estas personas a mi casa, mientras yo dormía, tenéis que iros ya, por lo menos ellos, pues tú solo conmigo pasas desapercibido pero con el escándalo que todos estáis metiendo, seguro que cualquiera que pase por la calle lo oye y puedo tener problemas como llegue esto a oídos de mi marido cuando vuelva de su viaje”

Entonces cogiéndome de un brazo y acercando su boca a la mía y dándome un beso en ella, que al hacerlo me transmitió un fuerte olor a alcohol, me dijo:

“No te preocupes, tu marido nunca  se enterara, si tú no quieres, y por tanto si es así a ti nunca te dirá nada. Y si alguna vez se entera ya será demasiado tarde para decirte a ti nada. Y estos marcharán cuando quieran ellos, pues hasta las 8,00 de la tarde que tienen que hacer un negocio, ninguno de ellos tiene prisa y esa Bea ya nos ocuparemos nosotros de cuando se tiene que marchar.”

Yo no podía admitir eso, de que se quedaran hasta tan tarde, pues solo quería que se quedara él, entonces le dije:

”Eso no puede ser, yo te llamé para estar contigo, no con todos ellos, ni formar lo que habéis formado en mi casa. Por favor diles que se vayan y si quieres ella que se quede hasta que descanse y se recupere un poco, luego si es necesario la acompañamos nosotros a su casa, pues no la veo en condiciones para que se vaya ahora sola a casa”

Entonces él dándome una sonora bofetada me dijo:

“Mira Isa, hace unas horas, te has ofrecido a ser siempre mi puta particular y servicial, y que querías servirme en todo lo que yo deseara y que harías siempre lo que yo quisiera y deseara. Y lo has repetido unas cuantas de veces e incluso me lo has suplicado y por eso yo lo he aceptado, por tanto eres mía y harás a partir de ahora todo lo que yo quiera sin rechistar y acatando todo lo que yo decida sobre ti”

Y al acabar yo proteste diciéndole:

“Pero eso lo dije sin pensar lo que decía y como fruto de mi excitación, debido al brebaje que había tomado y ….”

Él no me dejó terminar ni seguir hablando, me cortó dándome otras dos bofetadas una en cada lado de mi cara haciendo brotar mis lágrimas. Y haciendo caso omiso de mis explicaciones me cogió de uno de mis brazos y acercándome a donde él estaba, se sentó en una de las sillas que tenía en el salón y me hizo a mí sentarme en una de sus piernas. Me dio para que sujetara con mi mano un vaso lleno de whisky hasta la mitad y vertió sobre él otras dos papelinas de los brebajes que había traído (una de cada) pero antes de agitarlo dijo:

“Esto va a ser poco, para todo lo que nos queda, mejor te hecho otra más de la última que te di, que como has visto te ha hecho descansar, ja, ja,ja….y algo más ja,ja, ja”

Echó la otra papelina y lo agitó todo con una cuchara y luego me hizo beberlo todo sin dejar ni una gota. Al hacerlo quedaron restos de posos del brebaje y echando un poco más de whisky, lo volvió a mover con la chuchara y de nuevo me hizo beberlo. Yo no dije nada por miedo, pero sin estar acostumbrada a beber esa cantidad de alcohol y mezclado con los brebajes que me había echado, estaba segura que acabaría perdiendo la conciencia o al menos que se me subiría a la cabeza. A Bea la pusieron en medio de la habitación de rodilla con las piernas separadas y quedando su almejita completamente expuesta a todos. La habían afeitado su sexo  igual que a mí, pues el otro día la tenía poblada (no tanto como yo) de su vello púbico y su torso desnudo expuesto, podía ver que tenía señales de pellizcos y muerdos en sus tetas. Los hombres hablaban en árabe de modo que no entendía nada de lo que decían, pero de vez en cuando se alborotaban y uno se quitaba una prenda. Thabit viendo que los miraba a ver que hacían me dijo:

“Vosotras dos putitas, no queríais pollas y engañar a vuestros maridos, pues atender. Tú Isa y al que se quede desnudo primero le vas a hacer una mamada y Bea mientras tú se la chupas a mi colega ella te va a hacer en tu coño de puta lo mismo a ti. Estoy seguro que va a ser la primera vez que vas a estar junta con otra mujer practicando sexo, ja, ja,ja, como otras muchas cosas que has descubierto desde que nos conocemos”

Bea no dijo nada, pero yo no pude callar y le dije preguntando:

“¿Cómo?

Thabit riéndose me dijo:

“Sssssshhh, tranquila, que ya he visto tus negativas, tú harás y ahora quiero que hagas eso y lo harás, para eso has querido ser mi puta”

Yo no me conformo con lo que me acaba de decir y ordenar y le hago frente, pero voy notando que mi cabeza comienza a no controlar, pero aún tengo fuerzas para gritarle:

“Thabit, esto  ha llegado muy lejos y no quiero continuar con ello, por fa….”

Sin dejarme acabar me dijo:

“Y estate segura putilla que más lejos llegara”

Yo le digo:

“No, por favor, no me hagáis esto, por favor iros ya”

Entonces él coge su móvil y comienza a mover botones y trastear en él buscando algo, cuando lo encuentra me le acerca para que yo vea lo que ha encontrado. Al verlo , me quedo helada, en la pantalla aparezco yo enculada en mi propia cama por él y cuando acaba este video, pasa a otro en el que me muestra todo lo que ha pasado tras esto y que yo creía había sido un sueño, eran imágenes en las que soy follada por todos mis agujeros de mi cuerpo por Thabit y el hombre mayor que no conozco y en mientras sus primos no dejan de sobarme y maltratar sobre todo mis tetas, en el fondo de la imagen puedo ver en el suelo a Bea que es follada por uno de los primos de Thabit. Me había grabado sin yo saberlo cuando me enculaba con el móvil, seguramente había dejado el móvil apoyado en la mesa y luego se lo habrían ido pasando uno a otro y grabando el que en esos momentos no estuviera con ninguna de las dos mujeres, la verdad es que disponía de una grabación completa de todo lo que había pasado.

Yo no puedo con la rabia que me ha entrado y no puedo por menos que gritarle:

“Moro de mierda, eres un asqueroso y un cabrón, hijo de putaaaaaa”

Él riéndose y mirándome me dice:

“Si, si todo lo que tú quieras, pero si no quieres hacer lo que te digo y cumplir tu palabra de ser mi puta y hacer todo lo que yo quiera y te pida, y sigues deseando que nos vayamos, nos iremos. Pero ya le hare llegar a tu marido y tus amigos el video, bueno, los videos, porque de la sesión del otro día en el chalet también hay unos cuantos”.

Al oír esto me di cuenta donde me había metido, y como me tenían es sus manos. Thabit había sido muy hábil, me había engatusado con sus tácticas de seducción y follándome como nadie antes me lo había hecho y dándome el mayor placer que en todo lo largo de mi vida había sentido yo con un hombre, aunque en realidad con el único con el que había estado era con mi marido. No sé cómo me había podido dejado embaucar y meterme en este lio, pero la verdad que el cabrón del moro lo había conseguido, pues necesitaba ahora ya ser follada como él lo hacía, pues con mi marido ya al hacerlo no sentía el placer que con él y sus primos conseguía. Por tal motivo me tenían en sus manos, me había caído con todo el equipo y podían hacer conmigo lo que quisieran, pues caso contrario enseñarían los videos.

Thabit al ver mi cara de preocupación y seria, me dijo:

“Isa, venga deja de estar tan seria y déjate llevar y disfruta como has hecho hasta ahora. Llevas el coño lleno con mi leche después de berrear como una golfa por el placer que te he proporcionado y ahora lo vas a echar a perder todo con lo bien que lo hemos pasado. Deja ya de hacer el papel de ser una señora decente y digna, cuando tanto tú como yo sabemos el pedazo de zorra y puta que en realidad eres. Ven aquí que te voy yo a quitar rápido de una puñetera vez esa actitud y todas tus tontunas. Vas a probar el sexo con otra mujer por primera vez en tu vida y estoy seguro que te va encantar y que a partir de ahora en más de una ocasión buscaras estar con otra mujer morreándote y dándote placer”

Tras esto me llevo a donde estaba Bea desnuda y la dijo a esta:

“Tú puta, demuestra tus dotes de lesbiana, que hasta hace unas horas tenías escondidas dentro de ti sin saberlo. Comienza a besar, tocar y comete las tetas y el coño de mi puta. Yo sé que igual que a ti te ha pasado si se lo haces como te hemos visto hacerlo en otras ocasiones con mi tía y mis primas, esta puta de Isa se convertirá rápidamente en otra lesbiana consumada”

Y refiriéndose a mí me dice:

“Y tú tiéndete en el suelo bien abierta de piernas y déjate hacer, que con lo que te he dado en el whisky y lo caliente que tú eres por naturaleza, estoy seguro que en cuanto te empiece a tocar y comer tus tetas o tu coño te volverás loca de placer y de excitación y cuando estés como yo quiero, luego continuaré yo contigo”

Yo me tiré en el suelo como él me había ordenado y Bea se colocó entre mis piernas. Entonces Thabit y sus primos ya sin esconderse comenzaron a grabarnos con sus teléfonos móviles y hacernos videos y fotos. A mí ya me daba igual, pues con los otros videos que tenían ya podían hacer conmigo al chantajearme, lo que quisieran y Bea parece que también la diera igual o que en el estado que estaba no se diera cuenta de lo que estaba pasando.

Bea comenzó a pasar su mano por mi pelo y fue bajando hasta mi cara, acariciándola y pasando varias veces la palma de su mano por ella, para luego acercar su boca a la mía y tratar de darme un beso. Yo al sentir sus labios pegados a los míos, me aparté y retiré lo que pude mi cara de la de la otra mujer, pero entonces Thabit me dijo:

“No apartes tu boca y déjate de hacer, sino tendré yo que enseñarte de otra forma para que cumplas con tu promesa de: “haré siempre lo que tú quieras y desees, seré para siempre tu puta”, no seas tota y colabora, verás cómo al fina acaba gustándote estar con otra mujer igual o más que te gusta ahora con los hombres”

Yo entonces, por miedo, le hice caso y Bea volvió a pegar sus labios a la mía y trató de entrar su lengua dentro de mi boca. Yo al principio puse un poco de resistencia pero luego cedí y la dejé que la entrara. La sensación que sentí era una sensación rara y nueva en mí era la primera vez que una mujer me besaba de esa forma y con la pasión que Bea lo hacía. Ella a la vez que me besaba, se echó sobre mi cuerpo y comenzó a acariciar mis pechos con delicadeza, entreteniéndose en mis pezones, comenzando a jugar con sus dedos en ellos, y consiguiendo hacerme estremecer del placer que su caricia me daba. Cuando liberó mi boca no pude por menos que emitir un suspiro de placer:

“Aaaahhhhhhh, uuuunnnnmmm siiiiiiiii aaaahhhhhhh”

Los hombres que nos miraban al oírlos se rieron a carcajadas murmurando cosas en árabe, que no entendía, pero suponía lo que estaban diciendo.

Bea comienza a bajar con su lengua por todo mi cuello y con sus manos deshace el nudo de mi bata y me la abre, dejando mi cuerpo expuesto a sus caricias. Se tumba sobre mi cuerpo y por primera vez siento la piel caliente y sudorosa de otra mujer pegada y rozando la mía y proporcionándome mucho placer. Ella pasa entonces su lengua por encima de mis ya sofocadas y grandes tetas, a la vez que sus manos comienzan a explorar mis piernas subiendo una de ellas por el interior de mis muslos hasta conseguir alcanzar mi almeja. Yo quiero reprimir mis deseos de suspirar, pues la verdad es que sus caricias me están excitando muchísimo, entonces como para justificar mi actitud pasiva y consentidora hacía sus caricias, ante los hombres que nos miraban la digo:

“Bea, por favor nunca he estado con una mujer haciendo el amor, no sé si me gustará, por favor no sigas …no me hagas tú también estooooo….no debemos hacerlo esto no es natural el darse placer entre mujeres es anti naturaaaa por favooorr oooohhhhhhh siiiiiiiii ahhhhhhhh que placeeeerrr….”

Al final no pude seguir fingiendo y me salieron esos gemidos de placer al final. Yo ya a esas alturas, tuve que asumir las palabras que me había dicho momentos antes Thabit de que rápidamente comenzaría a gozar y a sucumbir al trato de placer que me estaba dando Bea. Yo ya totalmente entregada, esta vez era yo la que busque la boca de mi compañera y metiéndola la lengua dentro de la suya me la comía con placer y lujuria, con una fuerza y ganas que nunca hubiera podido pensar que sintiera al hacerlo con una mujer, yo  misma me quedé sorprendida que esto me estuviera pasando con una mujer. 

 Entonces Bea, aprovechándose de mi calentura y sin dejar de masturbarme con su mano recorrió con su lengua mis ojos mis mejillas mi boca, pasando luego a mis oídos y bajando todo mi cuello, por mis hombros llegando hasta mis tetas que comenzó a lamerlas y a chupármelas con fuerza y absorbe y chupar también mis ya tiesos pezones consiguiendo con ello que yo comience a decirla:

“OOHHOOOO Beaaaaa , nooooo noooo sigaaaasss, aaahhhhh siiiiiiiisiiiiiii, sigue sigueeee, siiiii me gustaaaaa beaaa siiiiiii el cabrón del morooo tenía razóóónnnn uuuuuunnnnnn, me estas volviendo locaaaaaa…..”

Entonces ella se incorporá un poco de mi cuerpo dejándome ver en todo su explendor sus estupendas tetas, que como ya he dicho en otra ocasión, aunque no eran tan grandes como las mías, pero también tenía un buen tamaño pues debía de andar por la talla 130, a mí al contemplarlas como se las cimbrean y botan al moverse se me van los ojos tras ellas. Bea al ver mi cara de asombro me pregunta:

“¿Te gustan, no esperabas que fueran tan grandes?, ven tócamelas hazme gozar me encanta que me anden en mis tetas, me excita muchísimo”.

Acerco mis manos a ellas y comienzo a tocárselas, aunque son más pequeñas que las mías, no están tan firmes, pero tampoco están blandas, me entretengo en su aureolas y pezones, son ambas grandes y rosados, y comienzo a mamárselos con fuerza con ganas, estoy como loca atraída por ese par de tetas, Bea empieza a tener la respiración más  agitada, se nota que está también muy caliente. Me retira mi boca de sus pechos y se tumba encima de mí colocando sus pezones con los míos y comienza a moverse, produciéndome un gran placer que se nota que ella también siente. Nos besamos recorriendo el interior de nuestras bocas con nuestras lenguas. Ella comienza dándose la vuelta a bajar hacía mi sexo, adoptando ambas la posición del 69, llega hasta mis pies y desde mis dedos chupándomelos va pasando su lengua por toda mi pierna hasta llegar a mi ingles por la que sigue haciéndome la misma caricia, con sus manos me da una palmada en mi nalga para que abra más mis piernas, quedando mi chocha al aire y completamente a merced de ella. Yo sigo en su cuerpo los mismos pasos y caricias que ella propicia al mío. Llevamos nuestras lenguas al coño de la otra y comenzamos a chupar y saborear primero los labios mayores de arriba abajo luego introducimos nuestra lengua en el interior del coño de la otra como si fuera una pequeña polla, para al salir por la parte de arriba acariciamos el clítoris entreteniéndonos en esta caricia una y otra vea, le chupamos, le succionamos, yo la meto dos de mis dedo en su culo, parece que esto la gusta y empezamos las dos a soltar gritos como:

Bea dice:

“Aiiiiii, que gusto, que ricooooo, sigueeeee, sigueeeee ya sabía yo que te iba a gusta pedazo de puta. “

Yo la contesto:

“Siiiiiiiiii me gusta, me matas de gusto perra asquerosaaaaaaa, que placer me estas dandoooooooo, quiero que no se acabe, me gustaaaa asiiiiiiiiii, no pareeesssss, Bea por favor quiero repetirlo más veceseessss, dime que siiiii dime que siiiiiii, me corroooooo”

Ella contesta:

“Siiiii, siiii lo repetireeeemoosssss maaaaass veceeees pero no pareeeesss que yo también estoy a puntooooooooo, meeee coooorrooooooo, ahhhhhhh”

Y ambas depositamos nuestra corrida en la boca de la otra tragándonosla hasta la última gota.

Yo entonces me coloco encima de Bea, colocando nuestros sexos y pechos juntos, refregándonos y produciéndonos un placer divino.

Entonces Bea se abre de piernas y me dice:

“Isa, por favor méteme tus dedos primero hasta que consigas meter toda tu mano en mi concha, sigo  muy caliente y necesito sentir algo muy gordo dentro de mí. Tú prepárate, ponte con tu almeja encima de mi cara, que tú vas a probar la caricia en ella de mi lengua que estoy deseando de nuevo de seguir tragándome esos jugos que están echando, pues pareces un rio y con ello me estás demostrando que también lo necesitas, cabrona, pedazo de puta que placer me has dado”

Cuando nos disponemos las dos a gozar, oímos que alguien nuevo entra en la habitación, es otro moro, que trae una especie de maletín e sus manos, entonces Thabit y su primo Aziz nos separan y nos hacen poner de pie, cuando más calientes estamos y no ponen delante el hombre mayo que me folló cuando yo creía dormir y entonces el que ha llegado a una señal del viejo sin pedir permiso ni nada nos comienza a tocar y sopesar primero a mí y luego a Bea nuestros pechos y cuando termina mira al moro mayor y le dice:

“Las dos están sanas y se las puede hacer lo que desees en ellas, aunque esa, refiriéndose a mí, las tiene ya bastante grande, pero si deseas aún se la pueden aumentar más. La otra yo si te aconsejo que se las aumente sy la demos el tratamiento para que se las endurezcan solamente lo necesario para que se mantenga tiesas como las tiene la otra”

Yo comienzo a sentirme un poco mareada y a percibir las voces como lejos supongo que son los efectos de lo que he tomado. Veo como a Bea la dan otro vaso con bebida a la que la añaden otras dos papelinas del mismo brebaje que me habían dado a mí.

Luego el hombre mayor comenta lo que sea en árabe con Thabit y los demás y cuando acaban nosotras estamos las dos como idas, nos dan unos papeles en los que nos dicen que escribamos una series de cosas que nos van dictando, tanto Bea como yo no sabemos lo que estamos escribiendo, solo ponemos lo que ellos nos dicen y al final firmamos en dos o tres de estos papeles.

Luego el hombre mayor le dice al del maletín:

“¿Cuántos gramos crees que harán falta poner en cada una de las que las tiene más pequeñas para igualar el tamaño de la otra?”

El del maletín le contesta:

“400 gramos en cada teta, serán suficientes”

Entonces el viejo le contesta:

“Inyéctala 600 gramos en cada una  y a la otra 200 gramos en cada una, me gustan grandes y aunque una las tiene poco más o menos como me gustan pero quiero que las tengan más grande que mis otras mujeres además los hijos que tengan conmigo deben tener sitio donde agarrarse”

Yo no sabía de qué hablaban, quizás  por lo que me habían metido en la bebida, no entendía nada de lo que decían, me era todo muy extraño. Entonces entre nubes, como en sueño, les pregunto:

¿Qué es lo que dicen, que nos van hacer?

Thabit, me contesta:

“Van a haceros más grandes aún vuestras tetas, como a él le gustan, este tipo es un experto en inyectar en los pechos silicona líquida, para aumentarlos sin necesidad de operación y al expandirse por todo el pecho por igual quedan mejor de tal forma que seguirán pareciendo naturales al cien por cien, tanto al tacto como en sus movimientos, pero más grandes”

Yo aun estando aturdida le contesto:

“Pero eso no puede ser, ¿Qué dirá mi marido?”

Y mi amante me contesta:

“Por eso no te preocupes, no te podrá decir nada”

Yo me callo, no sé qué responder, pues la verdad que me siento como en otro mundo, estoy totalmente entregada a ellos  y Bea , debe de estar igual o peor que yo pues ella, ni siquiera protesta cuando los primos de Thabit la tocan y meten mano y pellizcan haciéndola daño por todo su cuerpo.

Del comedor nos llevan de nuevo a mi cuarto de matrimonio y nos acuestan a las dos en la cama, una al lado de la otra y nos dicen que nos relajemos, que de esa forma lo que nos van hacer nos dolerá menos.

El hombre del maletín sacó una gran jeringuilla con aguja hipodérmica, de su maletín, y metió la aguja en una botella de cristal llena de líquido blanco, echó el embolo de la jeringuilla hacía atrás y lleno todo el depósito de esta. Entonces el viejo nos dijo a las dos:

“Tranquilas putillas, no os va a doler y verás que bien lucid luego con el aumento de vuestras tetas que le he dicho al técnico sanitario que os haga. Van a ser el centro de atención de toda mi familia y amigos cuando os las vena y toquen al natural”

No sentía nada, parecía todo un sueño. Vi como metía la gran aguja en un costado de uno de mis pechos, sacándola varias veces y pinchando en sucesivas zonas de él todo en redondo, hasta que consiguió meter los 200 gramos, me pecho comenzó poco a poco a hincharse y ponerse duro. Luego hizo la misma operación con el otro. Thabit me miraba y se reía igual que hacían sus primos. Cuando acabó el técnico conmigo hizo lo mismo con Bea, solamente que a ella la inyectó en cada uno de sus pechos 400 gramos  en vez de los 600 gramos que quería el viejo.  Quedándola los pechos un poco más pequeños que me habían quedado los míos. Entonces el hombre mayor le preguntó qué porque no la ponía todo y el técnico sanitario le contestó:

“Mire usted, no debía de ponerla más de 350 gramos y la he puesto cuatrocientos, pues si la meto los 600 ahora de golpe, corremos el riesgo de que se la pueda romper la piel. Es mejor esperar al menos dos o tres horas y después si usted quiere intentamos meterla los otros doscientos gramos que faltan, de esa forma la piel ya se la habrá ido adaptando al nuevo tamaño y si lo hacemos despacio, tengo la seguridad de que aguantara que se los metamos, aunque a la puta la dolerán durante varios días bastante los pechos y tendrá que seguirla drogando o dándola calmantes”.

El viejo entonces le contesta:

“De acuerdo tú eres el experto. Tenemos tiempo y de que pase esas horas la inyectamos el resto, mientras seguiremos disfrutando todos de ellas dos”.

Thabit y los otros al vernos con nuestras tetas aumentadas se reían y nos decían:

“Que buenas están ahora, tenía usted razón, están más apetecibles y deseables, como han quedado, aunque ahora en vez de tetas parece que lleven dos grandes melones cada una, ja,ja,ja,….”

Una vez que acabó el técnico sanitario de inyectarnos la silicona líquida, nos dio durante un tiempo unos masajes suaves en cada uno de nuestros pechos para que se distribuyera por igual por todos ellos y al acabar nos dijo:

“Ya he terminado, podéis levantaros.”

Nos pusimos de nuevo las dos de pie en el suelo y yo noté que ahora, ahora los tetas me pesaban un montón, las tenía levantadas y muy duras, necesitaría al menos entre dos y tres tallas más de las que usaba ahora que era una 150. Bea se notaba extraña con tanto peso en su delantera pues si a mí me habían aumentado dos o tres tallas ella había pasado de la talla 130 a la 150 por lo menos y aún la quedaba otra sesión donde la inyectarían los 200 gramos que faltaban en cada pecho, para que llegaran alcanzar el tamaño que me habían puesto a los míos. Pero en ese momento todo me daba igual. Thabit y los primos habían estado grabando y fotografiando todo el proceso y ahora seguían haciéndolo. Luego mi amante me llevó a mí ante el espejo del armario que tengo en el dormitorio y me dijo:

“Mirate que maravilla de cuerpo te han dejado, Isa, ahora sí que pareces lo que eres, una verdadera puta”

Me miré en un espejo y no me conocía con el efecto de la droga y mis tetas nuevas parecía otra mujer. Ellos me miraban, Thabit  felicitó al técnico por el trabajo que había hecho  lo mismo hizo el primo su primo el amante de Bea. Las tetas me empezaron a doler un poco y Thabit al darse cuenta comenzó a tocar mi chocho y mi clítoris masturbándome y haciendo que el placer que sentía fuera más grande que el dolor de mis pechos. Luego me cogió de la mano y me llevó a la habitación de mi hijo, Yo me volví a abrochar el cinturón de mi bata que Bea en nuestro encuentro me había desatado (la bata no me la quito y continuaba con ella aún puesta), pero no pudimos hacer nada en la cama, pues ya estaba ocupada por los primos de Thabit que se estaban follando entre los dos a Bea. El mayor, Tarek,  la follaba por su coño mientras que el pequeño, Aziz, se lo hacía por el culo, mientras ella berreaba del placer que la producían, sin importarla los dolores que debía tener en esos momentos en sus pechos tras haberla inyectado los 400 gramos de silicona líquida en cada uno de ellos. El hombre mayor les miraba sentado en la única silla que había en el cuarto, pero este al vernos se salió de la habitación y se fue de nuevo al salón. Entonces Thabit acabándose de quitar la poca ropa que llevaba puesta, se sentó ya desnudo en la silla que había dejado libre el hombre mayor, y pude ver como sobresalía Iniesta su extraordinaria y bella polla tiesa y dura como el acero, me hizo una señal y me hizo sentarme encima de ella e írmela introduciendo poco a poco, hasta que note como mi almejita tocaba sus huevos, al ver con la facilidad que me había entrado, por lo excitada y calienta que estaba me dijo:

“Como estas de caliente putilla, si tienes el coño ardiendo y totalmente mojado, Isa no dejas de echar líquidos por él, desde luego vas a ser una buena puta, si no fuera porque he cerrado el trato, me echaría ahora mismo para atrás, pues creo que al ver cómo estas podría haber realizado mejor trato. Pero bueno ya esta hecho y no hay vuelta atrás, empieza a moverte para que estos (refiriéndose a sus primos) vean lo puta que eres de nuevo y aprecien bien como te gusta tragar pollas, guarra”

La verdad es que estaba súper excitada de nuevo y volvía a desea ser penetrada y follada por mi amante, los brebajes que me habían hecho tomar me estaban  haciendo su efecto y a parte de la excitación hacían que no fuera dueña de mi cuerpo y movimientos, aunque mi mente deseaba oponerse a ello, mi cuerpo no la obedecía. Ciertamente su polla entro en mi coño como un cuchillo en la mantequilla. Cuando me taladró, mi chocho no protesto como hacía en vano mi mente y comencé a moverme, gimiendo de placer, cerrando los ojos para no ver la cara de satisfacción de Thabit, yo gritaba:

“Sí. si me muevo, si todo lo que quieras, jodeeer ooooohhhh siiiiii como me follaaasss cabróóón, sigue, sigueeee, quiero que te corras dentro de miiiii, siiiii, siiiii no me importa si me preñaaaas quiero sentir tu esperma caliente en el interior de este chocho de puta que tengo, quiero que saques de mi a esta puta que llevaba dentro y no lo sabía, fóllame, fóllame como quieras y por donde quieraaaaas moro de mierdaaa siiiii siiiiii soy toda tuyaaaa, para siempreeee mi amooor tu putaaaa siiiiii tu puta para siempreeee aaahhhhhhhh uuuuuummmmm que placeeer me estas dandooooo cabróóóóónnnnnn”

Mi mente seguía luchando contra mi cuerpo y para mis adentros, para justificarme un poco pensaba: “Al menos aún mantengo la bata que me cubre mi cuerpo”. Pero mis gemidos no ocultaban mi disfrute a aquellos desconocidos. Yo me agarraba al respaldo de la silla y Thabit, en un descuido mío,  tiro del nudo separándome la bata, empujo mi cuerpo suavemente hacia atrás y comenzó a besarme los pechos, que seguían doliéndome bastante por la infiltración de la silicona líquida, primero con dulzura pero poco a poco note como aquellas atenciones se volvían más fuertes y sus dientes mordisqueaban sin tregua, enrojeciéndome la piel de ellos. Los pezones no eran tratados mejor y también caían aprisionados en aquel doloroso tratamiento, siendo chupados y absorbidos con dureza acabando mordidos con fuerza y sin ninguna delicadeza. Pero yo estaba fuera de mí y muy, pero que muy excitada y mi cuerpo mientras tanto solo se le ocurría explotar en un orgasmo a la vez que le decía:

“Por favor Thabit, marcas no, por favor no me hagas marcas con tu boca, me duele mucho, pero por favor sigue follándome no puedo más y me estoy corriendo de nuevooooo, siiiii fóllame, quiero que te corras conmigo, por favor, necesito tu semen dentro de mi córrete por favor, pero deja de morderme, me duele muchooooo ssiiiiiiii, pero no pareees de fóllarmeeee por favoooor”.

Como pude me apreté más aún a él para que no me mordiera y siguiera follándome, pues necesitaba correrme y que él lo hiciera dentro de mi vagina, necesitaba sentir el calor de su semen caliente en mi interior. Pero él llevo su boca a mi cuello y me mordió en él con  la misma fuerza que lo había hecho en las otras partes de mi cuerpo, quedándome la marca de sus dientes en él, a la vez que me decía:

“Si no quieres que siga haciéndote marcas en tú cuerpo con mis manos y bovca, muévete más rápido, pedazo de puta, que estoy ya a punto de correrme y de llenarte ese coño de puta guarra que tienes de mi leche, y quiero quedarte preñada, golfa asquerosa”.

Yo entonces, siguiendo sus órdenes comencé acelerar mis movimientos de caderas, me movía con todas mis ganas, quería que se viniera pronto y que echara todo dentro de mí, y de lo salida y caliente que estaba deseaba en esos momentos ser preñada por él, sin importarme nada las consecuencias que eso pudiera acarrearme ni que diría o haría mi marido, si esto ocurriera cunado lo supiera. Thabit, no tardó mucho en n tensar su cuerpo y comen zar a chillar como si estuviera aullando igual que un lobo, anunciando su corrida. Él me clavaba  sus dedos en mis nalgas ayudando con sus manos que mis movimientos fueran más rápidos y potentes, y me decía gritando mientras apretaba con todas sus fuerzas mis caderas:

“¡¡ME CORRO PUTA, ME CORROOOOO!!

Yo entonces apretándome todo lo que puedo a él y fuera de mi por el placer que me esta proporcionando le digo:

“Lo noto, mmmm. Toda su leche, calentita. Me está llenando toda. Mmmm siiiiiiiii aaaahhhhhhh, ¡que bien me follas! ¡Cómo me gusta tu polla! ¡Sigue así, mi amooooor , siiiii mi moritooooo lindooooo aaahhhhhhaaaaaaaaa”

Él me responde:

“¿Te gusta, verdad putaaaaa? Ogggg, me corro, ufff que bueno me corroooooooo, ahhhhhhggggg toma toda mi lecheeeeeee ramera, putaaaaa golfaaaaaaaaa……voy a preñarteeeeeeee aaaahhhhh  oooooooohhhhhh”

Yo corriéndome también de nuevo y fuera de mí sin saber lo que le digo, le contesto:

“Sí me gustaaaa siiiiiii, uhmmmmmmm uhmmmmmm, siiiiii, diosssss, me gustaaaaaaaa, me gustaaaa,follas de maravilla, Thabit. Preñame, preñame , por favooor lléname toda quiero ser tuya para siempre quiero ser tu puta de mierda siempreeee, fóllame, preeñameeeee……siiiiii descargateee todo dentro de esta putaaaa, túúúú putaaaaaaaaaaa aaaaaaaahhhhhhhhh siiiiiiiiiii oooooohhhhhh que placeeeer me estas dandoooooooooo mi amoooooorrrr …….”

Yo exhausta por completo me dejé caer sobre su pecho , quedando  rendida encima de él pero, mi amante quería más, no sé cómo podía aguantar después de todo lo que había descargado dentro de mi vagina y el orgasmo tan grande que acababa de tener, pero él desde luego no andaba por la labor de que descansara. Dándome unos cachetes en mi culo desnudo me hizo levantar de encima de él, me quedé ante él con mi bata aún puesta pero totalmente abierta y cogiéndome de una de mis manos me llevó de nuevo hacía mi habitación de matrimonio. Detrás de nosotros, siguiéndonos vino su primo Aziz, mientras que Tarek, se quedaba en la habitación de mi hijo siguiendo follando a Bea mientras el hombre mayor entraba en esa habitación y con su polla en ristre hacía que Bea se la mamara mientras era follada por su joven amante moro Tarek.

Tras entrar en mi dormitorio, Thabit se tumbó en la cama y haciéndome gestos me hizo que me sentara sobre su pene, que aunque me parecía imposible, aún seguía erecto. Yo sin que él me dijera más, haciéndole caso, me subí sobre su inhiesto pene  y empecé de nuevo  cabalgarlo, con tantas ganas de él como estaba hacía un momento cuando se había corrido dentro de mí. Me fui dejando caer poco a poco a la vez que con cuidado y despacio me entraba otraba vez su polla en mi encharcado chocho. Entonces su primo Aziz le dijo:

“Thabit, ya sé que hoy no me la voy a poder follar por el coño a Isabel, pues nos has dicho que solo lo podréis hacer el señor Malek y tú, pues queréis estar seguros que si queda preñada es de vosotros y no de nadie más. Pero sí que podría hacérselo por su culo, ¿verdad?”

Y sin esperar la respuesta de su primo y sin  tiempo yo a reaccionar se colocó detrás de mí, me sacó la bata y pegándose a mí, comenzó a sobarme mis aumentadas tetas sin ninguna delicadeza. Me las pellizcaba y me hacía daño en ellas con siguiendo arrancarme gritos de dolor que se mezclaban con mis gemidos del placer que mi amante me proporcionaba por mi almejita completamente ocupada por su extraordinario miembro. Aziz no tardó mucho en hacerme inclinar hacía el torso de Thabit y buscar mi culo, quería darme por el culo a la vez que su primo me follaba. El muy bruto sin ningún tipo de delicadeza arrimó su ya erecta polla al agujerito de mi culo y apretaba, hasta conseguir medio entrar un poco la punta de su miembro. Siguió apretando y dando primero una embestida y otra a la tercera consiguió entrar más de media polla dentro de mi culo. Dada mi postura no podía moverme, pero ellos dos se encargaban de la mecánica moviéndose dentro de mí, arrancándome placer con su descarada rudeza. Yo estaba de nuevo fuera de mí y el placer que estaba sintiendo por esos dos agujeros de mi cuerpo era algo que jamás había sentido antes, y me movía como una loca al ritmo que ellos me marcaban, y les decía:

“Uuhmmmmmmm uhmmmmmm, siiiiii, diosssss, me gustaaaaaaaa, me gustaaaa, vais a conseguir que me corrá de nuevooooo cabroneeees , no pareiiiis , seguid, seguid taladrándome por mis dos agujerooooos, siiiiii, seguiiiiiid son vuesdtroooooos haced con ello lo que queraisss , me estais matando de placeeeerrrr  cabroneeeeeessss  ahhhhh, me estaiiiiiis matandoooooo….no sé lo que podréeee aguantaaaarrrrr aaaaaaahhhhhhhh… es tanto el placeeeer que mis pechoooos se me están poniendo muy durooooos y vaissss a conseguiiiiiir que me exploten de los duro que los tengooooooo, siiiiiii siiiiiiii…..”

 Mi cuerpo no daba para más , yo ya estaba exhausta y cansada de tanto placer como sentía y el que estos dos moros me estaban proporcionando, por un lado deseaba que se corrieran y todo acabara pero por otro disfrutaba tanto que no podía más, de modo que como pude esperé a que terminaran de usarme, hasta que oí los gemidos del que me enculaba, notando al poco su liquido caliente dentro de mí, a la vez que gritaba:

“Uuuhmmmmmm, uhmmmmmm, siiiiiii, joderrrrrrr que gustooooo, siiiiiii, que culo tiene esta perra primooooooo, me corrroooooo siiiiii, me estoyyyyyy corriendo en su culoooooo, en este culo de zorra asquerosaaaa que tieneeeee…..aaaahhhhh Alahhhhhhh que gustooo zorra, por Alaaaaaahhhhh ooooooooohhhhhh siiiiiiiii…me corrooooooo……”

Cuando  se salió de dentro de mi culo y se retiró, Thabit me alzó rápidamente hacia arriba haciendo que su polla se saliera de mi coño y saliéndose de debajo de mí y colocándome a cuatro patas, como si fuera una perra, ocupo el lugar detrás de mí y de una embestida ocupo de nuevo mi trasero culeándome con fuerza hasta bramar pegado a mí y derramándose también en mi interior. Cuando mi amante acabó y se salió de nuevo de mi culito, yo estaba totalmente derrotada y agotada y caí casi sin conocimiento hacía delante en mi cama quedándome dormida sin darme cuenta.

Cuando me desperté eran cerca de las cuatro de la tarde y todo esta callado en silencio, entonces esto me hizo pensar que se habrían ido todos. Me levanté y al ponerme frente al espejo del armario de mi habitación, pude ver mi cuerpo, con mis tetas aumentadas por lo menos dos tallas más y los pezones hinchados y duros y las aureolas un poco abultadas y por supuesto habían aumentado de tamaño. Algunas partes de mi cuerpo estaban marcadas con mordiscos y mi piel enrojecida y tenía bastantes negrales o moratones, notaba como me palpitaban el agujero de mi culo y mi sexo por el trato que habían sufrido desde la mañana cuando todo había empezado. Cuando más absorta estaba en la contemplación de mi cuerpo, me sacó de mi estado la voz de Thabit que entraba en el cuarto y me decía:

“Buenas tarde Isa, pareces la bella durmiente, pues has estado bastante tiempo durmiendo, ¿has descansado?, pues lo vas a necesitar, porque ahora quiero presentarte a una persona muy importante y que ha corrido con todos los gastos de tus nuevas tetas y las de Bea, es un millonario empresario de mi país, se llama Tarek y está muy interesado en vosotras dos y creo que a partir de ahora va a ser una de las personas que marcarán tu vida y puede que disfrutes con él tanto o más de lo que estas disfrutando conmigo”

Yo como si no le hubiera oído todo lo que me había dicho solo le pregunté:

“Todavía estáis aquí, aún no se han marchado. Quiero estar solo contigo y no con los demás estos días que no estará mi marido. ¿Por qué no les dices que se vayan y te quedas esta noche conmigo y me explicas como voy a explicar a mi marido, cuando vuelva, el aumento de mis pechos?”

Él me contesta:

“Se han marchado todos, menos el señor Malek , Bea que en el estado que está no he querido que marche a su casa y el técnico sanitario que os ha aumentado los pechos, pues aún no ha terminado, recuerda que a Bea hay que ponerla aún doscientos gramos más en sus pechos para que estén y sean igual de grande que los que tú tienes ahora, que es como quiere que los tengáis el señor Malek y aparte de esto, por si fuera necesario atenderos por si hubiera habido algún contratiempo. Pero antes de ir a donde nos espera este señor, mejor será que te duches y luego te prepares y vistas con la ropa que he elegido de tu armario”

Esperando acabar cuanto antes, para estar de nuevo a solas con él, pues aunque Bea se quedará hasta el día siguiente, en el estado en que se encontraba estaba segura que no nos molestaría y que el resto de la noche la pasaría entre los brazos de mi amante el joven morito, me metí en la ducha. Me limpie a conciencia todos los restos de semen y jugos y de todos los restos de cualquier sustancia o restos que quedaran pegados en mi cuerpo  de mi maratón sexual que había tenido desde la mañana hasta que me había quedado dormida. Aunque sabía que el semen que tan adentro había dejado Thabit de mí y el señor Malek (si era verdad lo que había visto en los videos que me había enseñado Thabit cuando me tenía medio drogada) no podría quitármelo y que corría el riesgo de haberme preñado. No sé qué me pasaba al recordarlo, pero una parte de mi mente y cuerpo si deseaba que me hubieran preñado, mientras que la otra lo rechazaba y rezaba porque no se produjera el embarazo.

Cuando salí de la ducha y después de secarme observe de nuevo otra vez mi cuerpo en el espejo, esta vez delante de mi joven amante. Al ver las marcas y el aumento de mis tetas, la verdad es que no sabía cómo iba a ocultar aquello a mi marido, se lo dije a Thabit y él me contestó:

“No pienses eso ahora, cuando llegue ya veremos cómo lo solucionamos, venga vístete que nos están esperando”

No sé qué me estaba pasando en esos momentos al contemplar mi cuerpo deformado y marcado, si lo comparaba como lo tenía esta mañana al levantarme. Y recordando cómo se habían producido todo aquello me estaba de nuevo volviendo a calentar y esta vez no estaba bajo los efectos del brebaje afrodisiaco que Thabit me había proporcionado ( o al menos eso era lo que yo pensaba), pensé entonces para mis adentros: Isa estas enferma, debes de olvidar todo esto y ser fiel a tu marido, sino esto te puede llevar a que te ocurra algo que no desees. Pero las ganas de follar de nuevo que me estaban entrando eran superiores a mis razonamientos sensatos y opté por seguir las indicaciones del joven moro. Me dirigí a la cama donde Thabit ya me había preparado la ropa que había elegido de mi almario para ponerme. Era un vestido de tirantes, bastante escotado y con la espalda también al aire, que solía utilizar hacía tiempo (cuando era más joven) para algunos actos sociales o aluna reunión familiar especial. Era corto, me llegaba un poco más arriba de la mitad de mis muslos y de vuelo, aunque al ser la tela fina se ajustaba bien al cuerpo. La verdad es que era bastante atrevido, pero como no iba a salir de casa que solo era para presentarme ante el señor Malek y causarle buena impresión y que le gustara, no puse ningún inconveniente. Lo que no me había puesto era la ropa interior, entonces le pregunte:

“¿Y la ropa interior, donde esta?, falta, no está ¿es que se te ha olvidado?

Él me contestó:

“No, no se me ha olvidado, es que estoy seguro que con el aumento de tus pechos que te hemos hecho, tus sujetadores ya no te estarán bien, y te apretarían bastante e incluso estarías incomoda y las bragas tampoco te harán por mucho tiempo falta, pues seguro que rápidamente te las tendrías o tendríamos que quitártelas, conociendo al señor Malek , por eso no te he puesto ropa interior. Pero si quieres pruébalo, verás que tengo razón”.

Yo sopesé lo que acababa de decirme y comprendí que tenía razón, que seguramente me estarían pequeños cualquiera de los sujetadores que tenía y referente a las bragas ……bueno pensé que con la experiencia que había tenido con él y sus primos, seguro que no me durarían mucho tiempo puesta, de modo que para que me las iba a poner. Así que me comencé a poner el vestido y después busque unos zapatos que fueran con el vestido y nos fuimos al salón donde se encontraba el moro mayor, señor Malek vestido solamente con una túnica que tenía abierta y bajo ella no llevaba nada, por tanto estaba desnudo y mostraba entre sus piernas un gran instrumento duro y erecto al menos igual de largo y ancho como el de Thabit por no decir un poco más grueso por lo menos un centímetro. Bea completamente desnuda y que en esos momentos estaba siendo inyectada, por el técnico sanitario,  los doscientos gramos de silicona líquida que aún la quedaban por entrárselos en sus pechos (con el riesgo de que se le rajara sus carnes y piel) él técnico se lo hacía muy despacio y con sumo cuidado, ella aguantaba el dolor sin moverse, aún estaba bajo los efectos de lo que nos habían dado, no se la había pasado como a mí, o quizás mientras yo había estado dormida la habían metido más cantidad de esos brebajes, que a aparte de ser afrodisiacos uno de ellos era una droga bastante fuerte que te anulaba toda voluntad e incluso aun dándote cuenta de las cosas impedía que te movieras y actuaras con naturalidad. Yo aunque parecía que se me hubiera pasado la droga que me habían hecho tragar aún de vez en cuando me notaba como ida y a veces pensaba que estaba soñando. Me fijé en Malek , era un hombre ya un poco mayor, estaba un poco gordo y al estar sentado se le hacía más notable su barriga, ´le faltaban varios dientes, pero la cara no era desagradable a pesar de su edad, debía de haber sido bastante guapo de joven. Por una seña de él me acerqué a él y al estar junto a su cuerpo me acarició el coño con una mano, y al hacerlo me dijo en un español bastante bueno:

“Lo tienes muy suave aunque me gustaría que lo tuvieras más gordo, como lo tiene tú compañera, tendremos que arreglarlo igual como os hemos arreglado las tetas”

La verdad es que después de habérmelo depilado Thabit, me había quedado bastante limpio y al ser de piel suave, al tacto estaba muy suave mi coñito. Él poco a poco me fue metiendo los dedos dentro, no pude por menos de dar un pequeño grito a la vez de dolor y placer. Thabit no dejaba de mirar lo que me hacía su invitado, Malek con la otra mano me apretó una de mis tetas, esto me dolió bastante. No hizo caso a mi gesto de dolor y llevando su mano a los tirantes del vestido me los bajo dejando mis dos enormes pechos al aire. Me palpaba todos ellos, me los pellizcabas y me dice:

“Que duras las tienes, ahora si que las tienes hermosas como a mí me gustan, aunque aún te las hemos dejado un poco caídas, pero con eso parecen y dan el aspecto de más natural, pues si te las pongo tiesas a tu edad , se notaría muchísimo que están retocadas y eso no lo quiero”  

El a la vez que dice esto sigue sobando mis tetas y dándome pellizcos en mis pezones, que nunca en mi vida me los había visto tan grandes y tan sensibles, y a la vez no deja de jugar con los de dos de  la otra mano que tiene metidos en mi chocho. Esto hace que me sienta muy caliente y no sé por qué pero me están entrando unas ganas locas de que este hombre unos diez años más mayor que yo me posea. Al sentir esto no puedo por menos que mirar hacia su erecto pene que se muestra en todo su esplendor a escasos centímetros de mi cuerpo, y me hace una pregunta que no esperaba:

“¿Es verdad , lo que dice Thabit de que eres casada o es mentira y eres una puta?”

Esa pregunta me volvió a la realidad y me acordé de mi marido, y esto hizo que me excitara aún más y no pudiendo evitarlo me corrí en sus dedos, a la vez que le contestaba:

“Aaaaahhhhhhh…ooooooohhhhhhhhh siiiiiiiii eeessss verdad, estoy casada, señor Malek ”.

Él sin dejar de tocar mis pechos y de seguir masturbando mi coño a pesar de sentir en sus dedos los líquidos de mi corredura me contesta:

“Me gustan las mujeres casadas con vosotras dos, pues tú compañera Bea también lo está, me lo paso bien no estáis tan usadas, como  lo están las putas que otras veces otros a los que he solicitado las mujeres que tienen me han proporcionado. Cuando hice el trato ayer con Thabit y su primo Tarek  les insistí mucho de que no fuerais putas  que quería dos mujeres maduras normales y que fueran casadas, pues para meteros y haceros putas ya tendré yo tiempo si no me dais el resultado que espero de vosotras dos ¿Te gustan las tetas que te he puesto? ¿Y las de tu compañera?

Yo le contesto resignada:

“Me parecen un poco grandes y me pesan mucho”.

Él se ríe y me dice:

“Ja, ja, ja, son como a mí me gustan y ya os acostumbrareis e incluso igual más adelante os las sigo aumentando, ya veremos. Ven arrodíllate aquí entre mis piernas quiero probar como me la mamas, a ver si lo haces tan bien como dicen todos a los que se lo has hecho” 

Yo aunque por una parte estaba deseando tenerla en mi boca, pero para hacerme la mujer decente que debería ser le digo:

“No por favor, no me haga hacérselo, soy una mujer casada y no debo hacerlo, por favor ….”

Él me dice:

“Si es verdad que eres casada, pero tu fidelidad a tú marido ya nos ha quedado demostrada a ponerle los cuernos con todos estos jóvenes ¿no crees? Venga no quieras hacerte ante mí la señora recatada y decente y comienza, pues a partir de ahora es mejor para ti que me obedezcas en todo lo que te mande”

Thabit entonces me dice:

“Tiene razón el señor Malek, como has visto en el video antes te ha follado tanto por tu coño como por tú culo, solo que no te enteraste, así que ya que más te da, se buena y hazle una buena mamada y de esa forma le expresas así tus gracias, por elegirte y por haberte regalado el aumento de tus tetas”

Haciéndole caso y con ganas para que todo pasara cuanto antes y poder quedarme a solas con Thabit, me la metí en la boca, su sabor era raro, el muy guarro no se la había lavado, tenía los restos tanto de mi chocho y culo como seguro el de Bea. Pero solo con el afán de acabar, me daba todo igual y continúe, era muy gorda y me ocupaba toda mi boca, me había costado entrármela en mi boquita, de modo que poco podía moverla dentro de ella por lo que decidí absorberla a la vez que intentaba entrármela y sacármela todo lo que podía, esa situación me estaba poniendo de nuevo muy caliente, no sabía como eso era posible, si hacía tiempo que me habían dado la última vez esos brebajes que Yhabit me daba con la bebida. Parece que al señor Malek debía gustarle como se lo hacía pues no tardó mucho en empezar a gemir y me lleno de pronto toda la boca con su leche, al menos sentí en mi paladar y garganta cuatro o cinco descargas que trague sin dificultad. Cuando terminé, miré hacía mi joven amante y él me indicó que me sentara a su lado y al hacerlo me preguntó:.

“¿Te lo has pasado bien Isa, te ha gustado chupársela al señor Malek?

Yo le contesto, sí me ha gustado, pero la tiene tan gorda que apenas me cabía en mi boca y me ha sido muy difícil conseguir hacer los movimientos de meter y saca ¿pero cuando se va a ir para poder quedarnos nosotros solos, mi amor?”

No me contesto a lo que le decía, únicamente me acerco un vaso de wiski que estaba moviendo con una cuchara, me lo dio y él cogió otro que había en la mesa y me hizo brindar con él e imitándole a él me lo bebí de un trago.

Cuando acabe de tragarme el contenido del vaso, Malek se acercó a nosotros y colocándose de rodilla entre mis piernas, me hizo que levantara un poco mi culo y tirando de mi vestido me lo sacó por mis piernas dejándome completamente desnuda. Él comenzó a besarme mis piernas y fue subiendo a lo largo de todas ellas por el interior de mis muslos, avanzando hacía mi coño, hasta que consiguió llegar a él, entonces yo de nuevo le dije:

“No por favor, otra vez no”

Pero no cerré la piernas, prueba evidente de que sin decir nada le estaba invitando a que continuara, aunque con mis palabras le estuviera diciendo que no. Solamente me empujaba hacía los lados mis piernas y me dijo:

“Abre las piernas”

No me opuse y las separé lo que pude, de tal forma que mi sexo quedó completamente expuesto ante sus ojos. Entonces él acercando su boca a mi almeja comenzó a lamérmela y sus manos agarraron mi culo y con sus dedos a la vez que me chupaba mi sexo metía sus gordos dedos tanto alternativamente en mi coño y en mi culo, sin ninguna dificultad debido a lo lubricaba que yo estaba por la cantidad de jugos que estaba echando en esos momentos. Yo de nuevo estaba gimiendo de placer y abría mis piernas al máximo para que tuviera problemas en acceder a cualquier parte de mi cuerpo. El señor Malek, era todo un experto en el arte de comerse un coño, me estaba volviendo loca de placer. Entonces Thabit dándole unos golpecitos a Malek en su espalda le dijo:

“Señor, es mejor que se la lleve a su dormitorio, donde duerme todas las noches con su marido, pues la he vuelto a suministrar más afrodisíaco y la otra droga y dentro de poco va a ser difícil que se pueda mover por si sola. Yo estaré con Bea en la habitación de enfrente”.

Malek le hizo caso y cogiéndome de la mano, totalmente desnuda como estaba me llevo a mi dormitorio, donde tras tirarme en la cama , comenzó a follarme de una forma muy diferente a como me lo había hecho Thabit y sus primos, fue delicado al principio haciéndome llegar a tocar el cielo para después ir pasando poco a poco a follarme salvajemente, como nunca antes nadie en mi vida me lo había hecho. Se corrió todas las veces que quiso en mi vagina y culo y yo no sé la cantidad de orgasmo había tenido, estuvimos haciéndolo hasta las cinco de la mañana, no podía creer como este moro mayor que yo podía tener tanto aguante y se lo pregunte, contestándome él:

“Lo mismo que te hemos dado a ti un brebaje para mantenerte constantemente caliente yo también me he tomado otro brebaje que se hace en mi país para mantenerme siempre durante dos días con ganas y con mi miembro dispuesto a follar cuanto haga falta”

En la habitación de enfrente Thabit estaba igual con Bea, pues también había tomado dicho brebaje. A las cinco la dejó tendida y totalmente agotada en la cama de mi hijo y fue a mi habitación, donde me cogió siendo follada tipo perra de nuevo por Malek y me dijo:

“Vengo a despedirme”

Aquel nos despedimos me sonó mal, pero no dije nada, seguí atenta a la follada que el señor Malek me estaba dando. El cansancio me estaba pudiendo pero por el contrario las atenciones a mi sexo las sentía magnificadas, mi orgasmo era continuo y se mantenía y no podía dejar de sentir aquellos latigazos de placer, cuando mi amante se corrió de nuevo dentro de mí quedamos los dos tendidos él encima de mí y yo entonces noté que estaba agotada y que aunque quería moverme no podía hacerlo, incluso cuando él se quitó de encima de mí.

Entonces Thabit me dijo:

“¿Dime, te ha gustado?, ah no, que no puedes hablar, es lo que tiene la droga que te he dado, bueno, este hombre te ha comprado a ti y a Bea, el con  su mujer no ha podido tener hijos y la ha repudiado, pues piensa que es ella la culpable. Por eso os ha comprado y ha querido que estuvierais casadas y que hayáis tenido hijo, para saber que sois fértiles. Durante hoy ha falsificado los pasaportes y os ha hecho a cada una el vuestro como si fuerais súbditas de nuestro país, para que paséis sin problemas, incluso os ha puesto una fecha de entrada aquí en España igual a la suya, para que cuando salgáis no os pongan ninguna pega para pasar la aduana. En su país os convertiréis en sus esposas con todas las consecuencias ( es decir seréis como siervas sexuales, pues le seréis útil mientras le deis hijos), si no le dais hijos os repudiará y os meterá a putas, pues es uno de sus negocios camuflados que tienes. Pero si le dais hijos viviréis bastante bien, aunque solo podréis hacer lo que él os diga y quiera. Por si él no puede engendrar hijos nos ha pedido a mi primo Tarek que folle a Bea y la quede preñada y a mí que haga lo mismo contigo, y a la vez también ha querido follaros él para que siempre tenga la duda si realmente son suyos o nuestros. Nos ha pagado bastante dinero por vosotras de modo que ser buenas y no deis problemas. No te preocupes por tú marido, lo he preparado todo para que crea que le has abandonado, le he dejado la carta que escribiste bajo los efectos de la droga y los videos follando con nosotros, en la carta si recuerdas le dices que le abandonas y que es un cornudo como puede comprobar por los videos que le dejas y que te has ido con uno de tus amantes y que no se moleste en buscarte. He preparado una maleta con tu ropa y me la llevo para mi tía y mis primas y las joyas también las he cogido, pero te las dejo dentro el bolso que tu nuevo dueño ha preparado para ti y la ropa que ha elegido que lleves, no soy un ladrón y no quiero que tengas ese concepto de mí. Este tema con Bea, no sé cómo lo habrá solucionado mi primo, pero me ha dicho que lo tiene todo arreglado y que tampoco nos dará problemas. Tened en cuenta que a partir de ahora sois unos objetos propiedad de este hombre y que es vuestro dueño y señor y que os puede mandar hacer lo que quiera, cederos a los que él quiera e incluso venderos como si fuerais unos objetos y que la ley de su país, donde lo hará, le da la razón.

Yo al oír esto note un pinchazo, y mi vida término ahí, fui llevada lejos, tuve a los nueve meses un hijo y Bea otro, la verdad que no sabemos realmente quién es el padre, pues después he vuelto a tener otros dos hijos con Malek, pues no me había vuelto a acostar con otro hombre. Estuve 5 años en ese país y hace 4 meses pude escapar cogerle dinero a mi dueño y nuevo marido, sacar un pasaje de barco y regresar a España. Bea sigue allí y es madre de dos hermosos niños, la dije que si se venía conmigo y no se ha atrevido.

Cuando llegue a España de nuevo, fui a mi casa y trate de contarle toda la verdad a mi marido, pero él no me creyó y no me dejó entrar siquiera en ella. Él ha rehecho su vida con otra mujer y mi hijo, sigue en Alemania, ya con su mujer y tampoco quiere saber nada de mí. Fui a ver al marido de Bea, para contarle la verdad y decirle que estaba en ese país contra su voluntad, para que fuera a la policía y lo denunciara, para poder traérsela de nuevo con él y me contesto:

“Lo sé todo, desde el día que os fuisteis, pero no puedo hacer nada, pues me amenazaron con sacar a la luz ciertos asuntos míos de mis negocios y de la política y si eso sale a la luz iré a la cárcel y será el final de mi vida política y empresarial, por tanto calle como un cobarde y no lo denuncie y he tenido que hacer socio de uno de mis negocios a Tarek y a su primo Thabit, para que no hablen, por tanto lo siento no puedo ayudarte, compréndelo. Busque trabajo y nadie me lo dio ni me ayudó de modo que al final no me quedó más remedio que dedicarme a la prostitución y por eso estoy trabajando aquí, Esperanza y vuestra casa de putas donde me habéis dado trabajo.

Hasta aquí el relato de Isabel. Lo que pasó después os lo cuento:

Isabel estuvo trabajando en mi casa y la de Marisa tres meses, y era una de las pupilas que los clientes más demandaban sus servicios, quizás por el volumen de sus tetas (que se las había vuelto a ampliar en ese país árabes) o por la gordura de su coño (que también se le habían hecho aumentar teniendo unos labios más gordos y carnosos, que facilitaban al oprimir las pollas al ser más gruesos el placer a los hombres). Pero un día nos comunicó que se marchaba, pues no podía olvidar, a pesar de ser prácticamente una esclava sexual, a Malek y echaba de menos el trato que la daba y sobre todo lo que la hacía disfrutar cuando la follaba. Nos dijo que marcharía con lo que había ganado en esos meses de nuevo a ese país, pediría perdón a Malek y que se ofrecería a ser lo que él quisiera con tal de que de nuevo la aceptara como de su propiedad y ser de nuevo follada por el cuantas veces el moro quisiera, sin importarla si para ello tuviera que ser convertida de esposa en puta en ese país o ser entregada y follada también por los seis hermanos de su dueño y marido Malek.

 Bueno hasta aquí la historia de Isabel, me he alargado demasiado, pero creo que el desenlace y la historia valía la pena hacerlo.

De nuevo os digo que toda aquella persona que quiera comentar este relato u otra cualquier cosa puede ponerse en contacto conmigo en mi correo j,trujicornu@hotmail.com

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