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Me Violaron con Una mentira (FantasyStories Saga)

en No Consentido

Me llamo Yadira, soy una mujer casada de 24 años con mi esposo paul de 28 años, en un principio cuando comenzamos a salir, paul era una persona muy atenta y detallista, era todo lo que una mujer quiere tener, flores, chocolates, salidas a lugares divertidos, al igual que a mi, paul logro deleitar a mis padres, ya que viniendo de una familia con dinero, solo se podía imaginar que seria un lindo esposo que nunca dejaría que a su esposa le faltara algo, todo eso ocurrió hace 4 años, fue un noviazgo de 2 años hasta la propuesta de matrimonio, que a los pocos meses nos casamos y ahora mismo tenemos una relación de 2 años de casados.

Al casarnos las cosas fueron de mejor manera, pero al poco tiempo me entere del negocio de paul, vendía drogas, de todo tipo, él era un distribuidor con muchos clientes a quienes repartir la mercancía para su venta, en un principio fue decepcionante, pero al poco tiempo de tanto insistirle de cuando dejaría ese negocio el accedió a dejar de hacerlo, pero el solo me pidió que le diera un poco de tiempo para poder dejar un ahorro lo suficiente para darle tiempo para buscar un trabajo digno en el cual pudiera ejercer su titulo, ya que el al igual que yo fuimos a la universidad y terminamos de buena manera, solo que el nunca vio la manera de buscar empleo para ejercer su titulo. Paso el tiempo y el no dejo de hacer sus negocios y yo deje de insistirle, hasta llegar al punto en que veía su mercancía en casa y inconscientemente me volví su cómplice, nunca le ayude en su negocio, pero ya no protestaba por ver la mercancía en la mesa mientras el la organizaba para sus clientes a entregar, supongo que me fui haciendo al a idea y por un momento olvide que eso estaba mal.

Ya paso el tiempo y me volví una ama de casa ejemplar pero nunca deje de cuidar mi cuerpo, ya que paul era un hombre atractivo y muy sexy, siempre he pensado que uno debe de tratar de mantenerse al nivel que tu pareja tiene, para nunca perder el interés en la pareja, hacia el ejercicio a lado de el, salir a correr y cuidar nuestra alimentación, soy una mujer de muy buenas caderas, piel morena clara, con un trasero de muy buen volumen, de esos que hacen que en la calle los hombres te griten o derritan al ver, mis pechos de una buena proporción copa C, cabello castaño oscuro lacio muy largo (me llega a mi cadera), muy bien cuidado cada aspecto de mi cuerpo para no perder el interés de paul en mi.

Bueno para no hacer el cuento más largo, todo esto ocurrió en una ocasión que paul no pudo hacer un cierto pago a un proveedor, pidió un poco de tiempo para poder juntar el dinero, ya que no había ido como el esperaba en las ventas a sus clientes, uno creería que ese negocio siempre es muy bien vendido, pero la realidad es que paul no se administró bien y creo expectativas de poder vender mucha mercancía más de la que podía, sin más consiguió obtener un poco de tiempo, pero ese tiempo llego a su fin, pero para suerte de nosotros, llego una oportunidad a 1 día del tiempo límite, le comprarían la mitad de la mercancía que tenía que en la casa, lo cual sería suficiente para pagar la deuda y quedar con un poco de ganancias para poder vivir mientras la mercancía restante se vendía.

Sin más ayude a paul para hacer los paquetes, ayude a subirlo al carro para ir a entregar, para festejar ese día de haber salido de tanta presión, paul me menciono de una salida romántica a un restaurante muy lujoso, con ello unas insinuaciones de cerrar la noche de la manera más romántica, así que por ello lo acompañe a entregar la mercancía, todo era sencillo, yo esperaría en el automóvil y el iría a entrar la mercancía para luego recibir el dinero, además el cliente era muy amigo de el por tener años teniendo negocios.

Por ello me puse una tanga de color roja, con un encaje maravilloso, un sostén que combinara con mi prenda y un vestido hermoso con tirantes en los hombros y escotado de una manera sexy, en cuanto a la parte de abajo era algo corto, ya que mi gran trasero levantaba la mayor parte del vestido, quedando a poco menos de 3 dedos debajo de mi nalga, todo era para paul y tener una noche maravillosa.

Subimos al carro y fuimos a entregar la mercancía, pero lamentablemente poco antes de llegar, nos detuvimos en un operativo de esos que están improvisadamente en la calle un grupo de unidades policiacas, verificando que no haya adolescentes alcoholizados. al llegar el policía le hizo las preguntas de rutina que hay que hacer en esas ocasiones, pero mire la mirada que le hecho el policía a paul, era una mirada frívola y con un poco de disgusto, el policía le pidió a paul que lo esperara un poco y fue hablar con sus colegas, paul se puso nervioso, era obvio que algo pasaba ahí, entonces le tuve que preguntar que era lo que ocurría, para mi sorpresa, paul respondió que ese policía no era corrupto y había fallecido un hijo de el de 17 años por culpa de drogas y estaba determinado a detener a todo delincuente que estuviera mesclado con ese negocio, para lo que después paul agrego que ese policía ya tenía sospechas de él y había tenido piques en el pasado con el pero sin tener ningún problema grave.

El policía se acercó a la camioneta nuestra y le pidió a pul que bajara del automóvil, seguido de la misma petición a mí. Comenzaron a esculcar a paul de pies a cabeza, después una oficial mujer se acercó a mí y comenzó a hacer lo mismo, comencé a tener miedo, nunca había estado en una situación similar, soy una mujer que, aunque sea de mente muy abierta y alocada, nunca había hecho algo malo o estado en negocios turbios, fui educada por mis padres con los mejores valores. Al poco tiempo un oficial subió a la camioneta y comenzó a buscar, en ese momento me inundo un terror, ya que la mercancía no se había escondido, nunca pensé que algo así pudiera pasar por eso no tome precauciones sobre ello y como esperaba, el policía encontró la mercancía, en pocos minutos después de decir lo que todo policía dice al descubrir ese delito y esposarnos, subimos a la camioneta, pude notar como al subir una, el policía que me ayudo me vio de pies a cabeza, como su mirada morbosa comenzó a trabajar sobre mi cuerpo, me dio un poco de pena y trate de sentarme lo más rápido posible en la camioneta, aun que ahí no paro, todo el camino no dejo de verme al igual que sus compañeros.

Al llegar a la jefatura, nos ofrecieron hacer una llamada a cada uno, voltee a paul y él me dijo que no llamar a nadie, que él se encargaría de todo, el si fue para hacer su llamada y llamar a un contacto que pudiera ayudar, poco después de su llamada y de pasar con el juez pude ver como se llevaron a mi esposo a un pasillo que daba vuelta en otro pasillo y lo perdí de vista, fue llevado una celda imagine por que al poco tiempo yo igual fui llevada a otra celda, el policía que le toco llevarme no dejaba de mirarme el cuerpo, pero lo hacía con un cinismo que uno no podía creer, me llevaba del brazo con mucha fuerza al tiempo que volteaba todo su cuello hacia atrás y mirar mi trasero, no disimulaba nada, eso me hacía enfurecer, quería matarle pero no podía, las cosas estaban en mi contra, no se mucho de leyes pero no hay que ser listo para saber cuál es mi posición en ese momento.

Pase varios pasillos de muchas celdas, en las que pude ver a muchas mujeres, prostitutas, drogadictas, todas con miradas hostiles, temía por entrar ahí y que me pasara lo peor con alguna de ellas, yo no se de agresividad, nunca tuve que serlo en mi vida, pero mi suerte mejoraba, fui puesta bajo una celda vacía, sin que nadie me molestara, al encerrarme pensé en llorar, pero no quise ser débil y además paul me sacaría de ahí de eso estaba segura. El olor de ese lugar era horrible, me dio asco sentarme, así que me quede de pie recargada en la pared pensando en el embrollo que me había metido y en mi error de no insistir a paul de dejar ese negocio y comenzar a solapar dichas actividades de él, solté un poco de lágrimas, no pude evitarlo, en un principio los minutos eran horas, pero al poco tiempo en pensamiento y pensamiento el rato paso, no tenía idea de la hora pero podía deducir que ya había pasado 2 a 3 horas de nuestro arresto, comencé a sentir desesperación por salir de ahí, comencé a sentir pánico y sentir lo peor, hasta que se por fin escuche un poco de ruido y pude ver a dos policías llegar a mi celda, no la abrieron, solo se pararon afuera y comenzaron a verme.

-          Hola linda – dijo el policía con más estatura

-          ¿Ya puedo salir? – les pregunte con una alegría de por fin ver algún tipo de movimiento

-          ¿salir dices?  Ha ha ha, no niña tu aun no saldrás de aquí, el delito que cometieron es muy grave -Volvió a hablar el mismo tipo, el más alto

-          ¿entonces ya saben algo? ¿mi caso ya avanzo y va en mejora?

-          No, tu caso no puede mejorar niña, veras deja te explico, ustedes fueron arrestados por un miembro de nuestra organización muy devoto, no hay manera que ustedes puedan salir bien de aquí – todo eso lo decía mientras el y su compañero seguían viéndome con morbo mis piernas y pechos – la única manera que hubieran salido de este problema fue la de haber sobornado en el reten, pero no pudieron por el muchacho que esta empeñado en arrestar a todos los delincuentes como ustedes.

-          Yo no soy ninguna delincuente – le dije con un tono algo alto

-          ¿no eres delincuente dices? ¿entonces explícame que son las personas que hacen lo que tu marido y tu hacen? O me dirás ¿Qué nunca viste la mercancía? – en ese momento quede callada, no pude defenderme, lo que decía el oficial era verdad – Vez, tu silencio te delata – Dijo el policía mas bajo – Tu y tu marido están en serios problemas, solo pueden esperar lo peor -Al escuchar eso solo comencé a sentir un nudo en la garganta y quería llorar pero no quería que esos me vieran pero fue inevitable derramar una lagrima en mi mejilla.

-          Ve a la niña, ya se siente triste -Dijo el oficial mas alto

-          ¿Es para eso a lo que vinieron? ¿para burlarse de mi? -Les dije con el mismo tono fuerte que use anteriormente.

-          Mira niña, no te conviene hablarnos de esa manera, nosotros podemos ayudarte a salir de aquí pero si solo dejas de gritarnos y coperas con lo que queremos -Dijo el oficial mas bajo.

-          ¿Qué es lo que quieren que haga? -Sin darle mucha vuelta al tema les pregunte.

-          Parece que por fin captamos tu atención y vas directo al punto -Dijo el oficial mas alto

-          Digan lo que tengan que decirme ¿Qué mas ocupan decirme?

-          Mira niña, como te darás cuenta están en problemas muy graves, yo podría ayudarles… bueno mi comandante podría ayudarles con nuestro compañero recto, el es solo un simple policía sin rango, el solo se encargo de hacer su arresto posible, el aun esta en el reten haciendo la vida imposible a niños rebeldes que manejan alcoholizados, pero el no sabe que es lo que pasa aquí, el no sabe si ustedes pueden ser procesados o no, lo que digo es que mi comandante te vio al llegar y al igual que mi compañero que ahora esta a mi lado, nos dimos cuenta que eres una mujer hermosa -para esa ultima palabra voltio a mirar mis piernas y pechos -por ello queríamos ofrecerte un trato – Termino de decir para ser interrumpido por mi.

-          No pienso hacer nada, no soy tonta, se que es lo que quieren, veo como me vez mientras hablas, y por venir a mi y no con mi marido imagino sus planes -Al terminar de hablar ellos solo rieron

-          Mira niña, tu no estas en posición de imaginar nada, aun no te he dicho nada -De inmediato interrumpí para decir.

-          Es un delito lo que hacen y podían perder todos su trabajo, nadie de aquí tiene derech….

-          ENTIENDE NIÑA ESTUPIDA, no estas en posición de hacer amenazas, ustedes sin nuestra ayuda irán a refundirse años a la cárcel, y para colmo no has escuchado aun mi propuesta y ya estas muy entusiasta en tu defensa, así que te pediré que escuches primero ¿lo harás?

-          Si señor, disculpe, dígame lo que quieren decirme -Ahora entendí un poco mi posición y deje de ser agresiva para escuchar.

-          Ya fuimos a visitar a tu marido haber que tenia que decirnos o con que podía contribuir con el comandante, dijo que no tenia dinero para ayudarnos por lo mismo no le podremos ayudar -Dijo el oficial mas bajo

-          Pero eso no será ningún problema, ya contacto a alguien que podrá ayudarnos con ese pago para el soborno del cual dicen -Les dije tratando de alentar a la espera

-          No, lamento decirte que no será de esa manera, tu marido ya nos lloro que no pudo conseguir que alguien le pudiera ayudar, y trato de hacer un trato con el comandante de que le diera tiempo para conseguirlo que solo los dejara en libertad unos días, pero el comandante no es estúpido, no hace mal sus movimientos y mejor decidió dejar las cosas así, -Dijo el oficial mas bajo para luego agregar el mas alto

-          Lo que significa que serán refundidos en prisión niña

-          Ahora mira, lo que puedes hacer es algo sencillo, el oficial no quiere que hagas nada que no quieras, el solo pide un poco de atención de tu parte -Dijo el mas bajo.

-          ¿Qué clase de atención es la que quiere? -Pregunte al oficial

-          Quiere que hagas aparición de tus atributos a el y unos cuantos oficiales, para liberarlos del estrés que tienen en este trabajo, ya sabes que combatir el crimen es algo… estresante.

-          Diga ¿Qué tipo de atención será? -Volví a insistir

-          Quiere que bailes niña, que subas a bailar para el y unos cuantos oficiales, es algo tan sencillo, en cuanto a tu marido, puede saber o no, eso dependerá de ti si quieres informarle, aun que te aconsejo que no, ningún hombre soportaría eso -Dijo por mientras reia el oficial mas bajo

-          Eso no es correcto -Les dije con una voz débil, ya no podía soportar tanta presión, quería llorar y cada vez era mas difícil evitar

-          ¿y es correcto que tu marido y tu vayan a la cárcel muchos años por solo un pequeño sacrificio de tu parte? Uno que pudiera ser un secreto chiquito para llevar a la tumba, solo piensa un poco, solo vas, bailas y se acabo.

-          ¿Solo seria ir a bailar? -Le pregunte al oficial

-          Solo será un baile, pero no creas que el comandante es estúpido, no solo bailaras, tendrás que enseñar un poco en tus bailes, tus piernas, tus nalguitas, tus pechos, y tu peludito. -Dijo el mas alto

-          Estas loco! -Le afirme su equivocación con esas ultimas palabras

-          ¿estoy loco? -Dijo el mas alto para luego proseguir - ¿Qué era lo que esperabas niña? ¿subir mover tus nalguitas y ya bajar? Obvio que tienes que dar algo a cambio, nadie te pide sexo, solo tienes que ir y enseñar tu cuerpecito de la mas buena manera y de paso tomar ciertas posiciones que el comandante te indique para poder apreciar ciertas partes de tu cuerpo y eso será todo.

-          Esto es un delito, lo que ustedes quieren que haga, no se vale que abusen de su poder de esa manera -Ya por fin lo solté, el llanto tratando de tener un poco de respiro

-          No llores, solo piénsalo, será un pequeño sacrificio, además el delito por el cual tienes que salvar el pellejo de tu marido es mas grave para ustedes, solo tiene que ser un pequeño sacrificio y nadie se enterara -Dijo el mas alto para agregar el mas bajo

-          Excepto nosotros -Para después soltar una carcajada de burla.

Era obvio, me tenían en sus manos, no podía hacer nada, estaba totalmente a su merced y lo mejor que podía hacer era cooperar, solo tenia que subir, humillarme un poco, enseñar algo de mi y seria todo.

-          Ahora en cuanto a tu marido si pregunta por que salieron, diremos que el comandante le dará ese tiempo, pero que no será dinero, si no una pequeña cantidad de mercancía que ustedes comercian, para no afectar sus bolsillos y no levantar sospechas a tu esposo -Dijo el mas alto

-          Esta bien, hare lo que  me piden -Al aceptar, ellos volvieron a mirarme y sonrieron de alegría

El mas bajo saco unas llaves y me saco de ese apestoso lugar, pasamos unos cuantos pasillos sin llegar a donde estuvimos en nuestras llamadas, subimos por unas escaleras que nos llevaron al segundo piso del lugar, ahí estaba solo, parecía de película de terror, eran puras oficinas ya cerradas, solo se iluminaba poco por focos prendidos a lazar, aun me tenían esposada, pero ya nadie me sujeto del brazo, camine en medio de los dos oficiales por todos los pasillos, fueron muchos hasta llegar un salón de juntas, al parecer es donde los oficiales se juntan, pude ver muchos asientos y una pizarrón con un proyector, ahí mismo estaban 4 oficiales bebiendo jugando cartas, entendí que ahí seria el asunto, la atención que querían, uno de ellos se paro y pude notar algo diferente en su atuendo, supuse que el era el comandante.

-          Hola niña! -Dijo el señor que se paro, para caminar hacia mi – Eres demasiado bella, y tienes un cuerpo fenomenal

-          Gracias señor -Dije con un tono suave mirando al suelo

-          ¿Imagino que ya te explicaron que es lo que harás?

-          Si señor, ya estoy enterada -Le comente ahora mirándole a los ojos con el mismo tono suave

-          Perfecto, entonces comencemos -Dijo el comandante.

-          ¿Aquí será? -Le pregunte un poco sorprendida con tantos oficiales.

-          Si niña, aquí será, y recuerda que tienes que esforzarte, nosotros haremos un gran esfuerzo con ustedes por que no vayan a prisión, espero lo mismo, de verte floja, no habrá trato y te habrás esforzado en vano -Dijo el comandante.

Los 3 oficiales sentados se levantaron y movieron todos los asientos a la pared de cada extremo, dejando vació gigantesco en el salón, de pronto entraron 6 oficiales mas, todos tomaron asiento, nadie quedo de pie, desde los 4 que ya estaban, los que me llevaron al salón y los 6 nuevos que habían entrado, 13 hombres en total en esa habitación. Quedando el comandante frente al pizarrón en la pared contraria.

-          Colocate en medio del salón niña y despósenla ya por dios! -Sin tener que repetirlo, me quitaron las esposas un oficial y me dirigí al medio de la habitación.

-          ¿Solo será ver sin tocar verdad? -Le pregunte al comandante.

-          Claro que si niña, solo queremos deleitarnos un poco con tu belleza, es todo… ¿Ocupas una cerveza para facilitarlo mas niña? -Levanto en sus manos una cerveza bien fría aun cerrada.

-          No señor, así esta bien, no se preocupe -Le conteste suave con un poco de pena por lo que estaba a punto de ocurrir, no podía negar tener miedo, era algo malo, y nuevo para mi.

-          O casi lo olvido -Dijo el comandante -Oficial Ramírez, por favor ponga algo de música en el ordenador y prenda las bocinas en un buen tono, sin aturdir, que solo le ayude a la niña -Sin dudar y esperar, el oficial a paso veloz fue y puso la música a un tono decente, pero lo suficiente para poder hablar sin esfuerzo en el salón y poder escuchar claramente.

Los mire a todos, no había vuelta atrás, solo seria divertir a unos vejetes, después de eso seriamos libres del cargo, y al final solo seria un secreto que me llevaría  la tumba.

Comencé a mover mis caderas al ritmo de la música, era una canción movida, de discoteca, imagino ese ruido se usa en prostíbulos. Fui moviéndome lento y suave, todos los oficiales al igual que el comandante dejaron sus sonrisas y se pusieron serios, comenzaron a disfrutar, yo solo me deje llevar, tenia que hacerlo bien. Di unos pasos hacia enfrente sin dejar de mover mis caderas para estar mas cerca del comandante, di una pequeña vuelta sensual con una mirada coqueta para poder impresionar al vejete, subí mis manos hacia arriba y comencé a bajarlas por todo mi cuerpo, recorriendo mi silueta por ambos lados, a los señores les comenzaba a gustar, nadie decía nada y ni parpadeaban, lo hacia bien.

Seguí moviéndome al ritmo de la música, cerré los ojos un poco y me deje llevar para hacer de la mejor manera, volví a menear mi cuerpo, mi trasero de un lado a otro, después puse mis manos en mi vestido, en la parte de la cadera y comencé a levantarlo un ritmo lento, mientras movía mi cuerpo de un manera sexy, subí lo suficiente para que pudiera verse mi ropa interior, pero solo un poco sin dejarlo a la vista totalmente, al comandante era obvio que le gustada, se acomodo mejor en la silla y pude observar como se comenzaba a sobar su miembro, estaba muy duro, podía verlo por sus pantalones, me di una vuelta en mi mismo lugar subiendo un poco mas el vestido, llegando hacia mi misma cadera, dejando toda mi pieza descubierta al igual que mis nalgas, aproveche para ver a los demás y todos hacían lo mismo que el comandante, sobarse su miembro.

Solté mi vestido, me baje al suelo sin tocarlo con mis nalgas, solo comencé a ver al comandante con una mirada coqueta mientras subía el vestido de la parte frontal, al tiempo que tocaba mi parte femenina, el señor le encantaba, que siguió viendo y tocando su miembro, me tire en el suelo y me voltee para hincarme, me pare dando el trasero en dirección del comandante, imagino que se pudo ver algo de mis nalgas, parecía q a todos les gustaba, lo estaba haciendo bien, ya había hecho esto en anteriores momentos a mi marido, lo consentía mucho así que no era algo nuevo bailar así para alguien.

Volví a moverme mi cadera de una manera suave y sexy, le di un poco la espalda al comandante con un movimiento lento, mientras subía mi vestido para descubrir mi trasero, se encontraba facinado, me agache dando todo mi trasero al comandante sin bajar el vestido, me menee de una manera sexy para complacerle, en un momento comencé a tomarle algo de placer, eran muchos hombres y yo era la admiración de todos y no había nada que pudiera hacer, de negarme todo seria peor y por ello tome un actitud positiva, no hay mas que disfrutarle.

Me puse en dirección frente al comandante y levante mi vestido hasta mis hombros, lento y suave saque el vestido de mi y lo arroje un poco separado para no ser molestado por el en el baile, toque mis pechos, para luego deslizar mis manos por mi cuerpo hasta llegar a mis nalgas, mire al comandante sexy y coquetamente, camine hacia el quedando a dos pasos delante del, seguí moviéndome igual, girando, meneando mi cadera, tocando mis pechos, hasta que quede a espaldas del comandante, puse mis manos en mi trasero y se lo acerque a la cara, quede quieta y comencé a sobar con mis manos mis nalgas, subí lento a mi sostén y lo desabroche, me voltee al comandante y baje el sostén suave por mi vientre hasta sacarlo de mis brazos, acaricie mis pechos, hasta llegar a mis pezones, los apreté con mis dedos y deslice suave por mi cuerpo, baje hasta mi cintura, le eche unas miraditas mas al comandante y baje mis manos a mi cadera y tome de las ligas de mi tanta de cada lado y jale hacia arriba, mientras giraba de nuevo, me incline un poco dejando el trasero de nuevo en su cara y jalando los ligamento de la tanga, marcando mas mi parte femenina en un bulto sexy, escuche como el comandante suspiro y se acaricio mas rápido su miembro por encima de los pantalones, quise dar un poco mas de atención a los demás oficiales y comencé a caminar sexy cerca de todos danto una vuelta total al salón, para al final acabar con el comandante, pero esta vez ahora mas cerca del, a un paso sin duda, estaba casi enfrente, podía sentir su aliento, seguí bailando y cerré los ojos para disfrutar mas el momento, pase mis manos por mi cabello y comencé a girar de nuevo, quede de espaldas al comandante mientras seguía moviéndome.

De pronto sentí como la mano del vejete toco una de mis nalgas, al sentirla no supe que hacer, si quitarle o dejarle, pero hice lo correcto, nunca deje de menearme, para cuando considere la posibilidad de quitarle, ya habían pasado unos 3 segundos desde que acariciaba mi nalga, ya no había razón para quitarle, deje que siguiera con su toque de nalga, el tocaba con toda su mano abierta de lado a lado mi nalga, se pasaba de una a otra, no me moví de mi posición, seguí dándole la espalda meneando mi trasero, aceleré un poco el paso para que el vejete disfrutara del momento, con una mano tocaba mis nalgas y con la otra su miembro, siguió el juego del señor, hasta que me voltee para quedar frente a el, pero el señor nunca quito la mano, se deslizo hasta llegar a mi vientre por mi cuerpo, al quedar ahí me di cuenta que el señor quería llegar al premio mayor y no podía permitir eso, di dos pasos sin perder el porte hacia atrás y con un dedo le indique “no” seguí jugueteando y moviéndome, ya había pasado algo de tiempo y decidí dar fin al juego dándole al vejete el final del show, comencé a poner mis manos en mis caderas para tomar el ligamento de cada lado de mi tanga, pase mis dedos por debajo de el y comencé a deslizar para bajar, pero volvía a subir, seguí juagando de esa manera, di varios pasos hacia enfrente, quedando a la misma distancia que antes del vejete, a 1 a distancia del señor comandante.

Volví a girar sexy y volvió a poner su mano en mi nalga, lo deje ya que no me asusto, era un movimiento ya antes jugado por lo mismo no me puso alerta, mientras el señor me tocaba, comencé a deslizar mis manos por mi cadera hasta llegar a las manos del comandante, las tome y guie hacia mis caderas, metí su mano por debajo de los ligamentos de mi tanta y el rápido entendió el mensaje, tomo los ligamentos y comenzó a bajar la tanga con sus propias manos de una manera lenta, al tiempo que le restregaba mi trasero en su cara, cuando llego a mi prenda la mitad de mis piernas, me agache lo mas que pude dejándole ver toda mi vagina,  me acerque aun mas a el y levante un pie para empujar mi prenda y sacarla de mi otro pie, para quedar completamente desnuda sin dejar de bailar.

Para ese momento no podía negar estar muy excitada, ya podía sentir algo dentro de mi, me había gustado el juego pero ya era hora de parar, ya había agotado mis técnicas de solo vista, el comandante recogió mi tanga del suelo para tomar con fuerza en sus manos, mientras seguía bailando, el señor se dio cuenta que la tanga estaba un poco húmeda, el señor pudo notar que algo de excitación había en mi, miro fijamente la tanga y luego me miro con una mirada picara, yo al notarle lo mire coquetamente sin dejar de menear mi cuerpo. Sin mas remedio el comandante saco su pene del pantalón, en ese momento supe que mi trabajo había sido un 10, el señor estaba ardiendo de calentura, y al mirar a mi alrededor, al parecer el comandante fue el ultimo en sacársela, ya todos llevaban su tiempo con su pene fuera masturbándose.

-          ¿Le gusta comandante? -Le pregunte con voz sensual.

-          Si niña, lo has hecho de muy bien -Dijo el comandante con poco aire, estaba muy excitado.

Me acerque a el de espaldas y levante mi trasero a buena altura de su rostro, el señor se acerco y me beso una nalga, ya con eso se entendía que era el fin, el señor no termino de masturbarse cuando se la guardo y sus compañeros si tiraron su leche, me fui al medio del salón y comencé a recoger mis prendas, me puse el sostén, después mi vestido, nunca pude ponerme la tanga ya que el señor comandante nunca soltó mi tanga, no quise hacer mucho alboroto por ello y lo deje así, pararon la música y los oficiales comenzaron a salir del salón, el señor comandante se quedo ahí viéndome y espero la salido de los demás, cerro la puerta y me dijo.

-          Lo hiciste muy bien niña ¿Cómo te llamas?

-          Me llamo Yadira señor, ya con esto todo termina ¿Cumplirá su palabra?

-          Si, niña claro que lo hare, pero no todo -Dijo el señor comandante

-          ¿a que se refiere? – le pregunte al señor.

En cuanto termine de preguntar, el señor se lanzo sobre mi, estrellándome en el pizarrón y me beso el cuello de una manera apasionada.

-          Señor no haga eso, usted dijo que no me tocaría -Trate de quitarlo pero era demasiado su fuerza, estaba enloquecido.

-          Te voy a coger niña, vi como me provocaste, es obvio que eres una perra que le gusta la verga Yadirita -Dijo sin dejar de besarme

El señor comandante de golpe me volteo, dejando mi cara contra el pizarrón y mis manos en el, el señor comenzó a desabrocharse el pantalón al mismo tiempo que con otra mano trataba de tenerme ahí quita.

-          Señor por favor se lo suplico, no me haga daño, usted dijo que no me haría nada -Con todo mi llanto le suplique.

-          Te voy a coger y no se diga mas -Dijo con un tono exaltado.

-          Pero señor, usted dijo que no haría eso, por … favor se lo suplico -Seguí con mi llanto y mis palabras al señor de que me dejara.

-          Cállate -Fue lo único que dijo para luego tocarme con sus manos mis nalgas, para ello no encontré otra manera que gritar para que alguien me ayudara

-          AUXILIO! AYUD….. -Pero el señor rápido me tomo con mucha fuerza la boca, usando la mano donde tenia la tanga, eso le ayudo a silenciarme, ya que entro un poco en mi boca y me dificulto poder zafarme

Sin mas pude sentir el miembro del señor tocar mis nalgas, al sentirlo comencé a tratar de gritar y oponer mas fuerza pero fue inútil el señor me tenia bien sujetada, de una manera muy hábil logro desabrochar mi sostén sin quitar su otra mano de mi boca, bajo un poco mi vestido por mis hombros hasta llegar al comienzo de mis brazos y dejar mis pechos al aire, comenzó a picar mis nalgas con su pene, entre mis dos nalgas metía su pene y daba con fuerza mientras con la otra mano acariciaba mis pechos sin dejar de decir a mi oído “te voy a coger, te voy a coger”.

Cuando por fin el señor dejo de apretar mi pezón y mis pechos, bajo su mano a su miembro, toco mi vagina con sus dedos y dirigió con un buen Angulo con su mano su pene en la entrada de mi vagina, el vegete me iba a violar, me iba a penetrar, trate de dar un fuerte impulso de mi cuerpo hacia atrás usando como apoyo mis manos en el pizarrón, logre desequilibrar al comandante y trate de correr pero el señor me pesco de mi cabello, solo alcance a darme la vuelta y dar dos pasos, me tomo con fuerza y golpeo mi estomago, ese golpe me saco todo mi aire y mi vista se comenzó a nublar, el señor me llevo a donde estaba el escritorio, tiro el la pantalla del ordenador y me tiro mi cuerpo ahí, dejándome de pie con la parte de mi cuerpo de la cadera hacia arriba encima del escritorio, la verdad no supe que fue lo que sucedió, mi vista era oscura, sentí que me desmallaba, pero nunca me desmalle, solo fueron unos 10 segundos que no estuve en mi 5 sentidos, cuando recupere la cordura, el comandante ya me estaba embistiendo mi vagina con su pene dentro, el maldito comenzó a darme y darme sin dar un poco de compasión por mi, me daba con todas sus ganas, no podía moverme mucho ya que me lastimaba mucho el cabello, me tenia aun bien sujeta, me rendí y deje que me doblegara, deje que el señor me disfrutara, solo comencé a llorar sin hacer mucho ruido y deje de hacer fuerza.

No paso mucho tiempo para que el comandante notara ello y me soltó del cabello para tomarme con ambas manos de mi cadera, de esa manera me embestía con mas fuerza, la metía hasta dentro de mi y sacaba. El tipo siguió y siguió.

-          Vez pendeja, bien que ya cediste, ya nada de fuerza, por fin entendiste tu posición perra -Me decía el señor con poco aire por su esforzado trabajo a su edad al sodomizarme. Saque la tanga de mi boca para decirle

-          Haga lo que quiera, pero cumpla su trato -Le dije con voz de llanto.

-          Eso hare niña, eso hare.

El señor siguió dándome, pero de pronto paro un poco, deje mi llanto y mire hacia atrás lo poco que me permitía la posición, el viejo bajo a lamer mi sexo, comenzó a lamer mi clítoris y mi vagina de una manera que comenzó a provocar un poco de placer en mi, el señor lo hacia muy bien, me comenzó a gustar.

-          Sabes deliciosa niña, tu néctar de mujer es un deleite gustativo – Decía a pausas sin dejar de lamer mi sexo.

Su técnica era muy buena, supuse que por sus años y experiencia en esa área, comenzó a mover su lengua como remolino y fue sin querer que salió un gemido de placer de mi boca, el topo se dio cuenta y no tardo en abrir su boca.

-          Te gusta perra, es obvio que te encanta.

Tome un poco de aire y deje que hablara, no tuve valor para contestar algo, el señor siguió con su técnica y comenzó cada vez mas rápido a sacar mis gemidos de placer, después de unos minutos ya me tenia en donde me quería, excitada y con deseo de su miembro, el comenzó a acerrar su técnica y mis gemidos le siguieron el paso al igual que mi actitud.

-          Cometela toda -Le decía al comandante, al mismo tiempo que arqueaba mi espalda para poder alcanzar su cabeza con mi mano y empujarla mas a mi vagina – Cometela toda, cometela aaahh aahhmmm Cometela toda bebe – y Acto seguido el señor siguió.

Ya no me importo mi control, yo quería de el, y eso se notaba, pero el señor no quería complacerme, se quería complacer el mismo, solo fue casualidad que coincidiéramos en algo, el señor se paro y paso su mano por su lengua, la ensalivo con mucha fuerza y unto en mi ano, para mi sentir sus manos en mi ano me provocó algo de morbo pero también me espanto, en ocasiones pasados paul había intentado algo así, pero nunca lo logro por que me causaba mucho dolor, pero este viejo no intentaría también, no soy estúpida, entendía muy bien que si lograba escaparme de sus garras, todo lo que había pasado era en vano y negarme de igual manera seria imposible, me sometería, por ello quise darme esperanzas de que fuera un mal entendido y solo quisiera acariciar y no penetrar, pero no fue de esa manera, quería penetrarme.

Acaricio mi ano un poco con su saliva y coloco su pene en la entrada de mi hoyo, en ese momento reaccione y comencé a suplicarle que lo hiciera.

-          Señor por favor, no lo haga -Todo con llanto, comencé a temer por lo peor -Hago lo que quiera pero no haga eso señor.

-          Callate

Seguí suplicando pero el solo colocaba mas su pene, sin mas lo introdujo lento y suave, yo comencé a sentir que me partía en dos, su pene era muy gordo, nada a comparación de mi esposo, y mi ano era virgen, pero poco lo importo, tome un puño de lápices en que había en el escritorio y apreté con fuerza en mi mano mientras con la otra seguía tratando de no ser penetrada, tratando de alcanzar mi trasero y su pene, pero no pude, lo metió muy rápido sin dar tregua.

Al llegar al fondo sentí como mi ano me dolió hasta mi alma, y comenzaron unas pulsadas de dolor gigantesco, pero el comandante me tenia ahí, solo para el, sin que nadie le molestara, no le importo lo que sentí y comenzó a bombear sin dar espacio para que los espasmos de dolor bajaran,  comenzó a dar con fuerza en mi pobre culito

-          Por favor señor, me duele mucho… me due…le mucho, déjeme pare, me destrozara mi culito… por favor, por favor señor

Pero el nunca paro, siguió metiendo y metiendo, he incluso jugaba con su pene, algunas veces bombeaba solo con hasta la mitad de su pene, otros hasta su cabeza y otras me al dejaba ir toda hasta dentro, en esas veces lograba sentirla hasta mis intestinos, el señor siguió con mi culito y siguió hasta que por fin el señor comenzó a gemir fuerte, fueron de 4 a 6 y paro, entonces entendí que termino, se sentó en el suelo y yo me recosté a 1 metro de el en el suelo, aun estaba en shock por lo que había pasado, el señor camino hasta su silla en el show y me vio, yo voltee la mirada por un tiempo.

Pasaron los minutos y por fin dijo algo el comandante a mi.

-          Estas bien buena niña, me encanto que te opusieras, me gustan que luchen, no te preocupes, cumpliré mi promesa.

No voltee a verlo, seguí viendo a la nada y pasaron los minutos, no conté cuantos pero imagine que ya habían sido unos 20 min, el señor me volvió a hablar.

-          Ven niña, quiero metértela otra vez.

Cuando dijo eso reaccione de golpe y voltee a verle, el señor se había desabrochado el pantalón y tenia su pene bien erecto en dirección al techo, era enorme, gordo y con venas mu resaltadas, el pervertido del señor quería mas aun, quería mas de mi.

-          Mira niña, ya es lo ultimo, y toda tu pesadilla acabo, serás libre.

Tarde en pararme pero al final lo hice, no había mas que pudiera hacer, me acerque a el y me pare frente, lo vi con odio y el solo se rio para decir.

-          Quiero que brinques en mi verga, de espaldas, que metas mi verga en tu vientre hasta lo mas profundo y me hagas terminar de nuevo.

No pude hacer mas que voltearme, darle la espalda, y me senté en su pene, al entrar hasta dentro de mi vagina sentí bien, supongo que mentalmente ya me había sodomizado y doblegado todo mi ser, hice todo lo que pude por complacerlo y al final el señor me tiro en el suelo con mi trasero apuntando al techo, me volvió a meter su pene por mi vagina y luego por mi ano, cambio cuantas veces quiso hasta terminar, sin mas se acomodo su uniforme y me dijo

-          Esto me lo quedo yo, es mi trofeo, mañana a primera hora te vas con tu novio, gracias linda. -Su trofeo era mi tanga, se la llevo en la mano y poco antes de salir la guardo en su bolsillo

Me Salí del lugar después de vestirme y poco antes de llegar al piso de abajo estaba un oficial esperándome para llevarme a mi celda. Pasaron las horas y al poco tiempo vinieron a mi celda y me abrieron diciendo que era libre, al salir pude ver a mi esposo y lo abrace con mucha fuerza, el me acaricio y dijo que todo estaba bien, que su amigo le había ayudado a salir del lugar, pago un soborno al comandante y nos dejo libre aun con mercancía, me sorprendió su comentario y le volví a preguntar, al salir de la jefatura me iba explicando, y al final entendí todo, el contacto de mi esposo si funciono, el comandante se aprovecho de la poca comunicación que tuve con mi esposo y de mi miedo para hacerme hacer eso. Me sentí humillada y tomo mucho tiempo para superarlo, lo estúpida que fui y el maltrato, pero nunca le dije a mi esposo de lo que sucedió ahí, me lo llevare a la tumba