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Uana

en Lésbicos

Hola.

Espero que haya alguien por ahí que aún se acuerde de mi.

Por motivos varios tuve que desaparecer un tiempo, pero ahora me gustaría seguir con los relatos de lo que me ha pasado durante todo este tiempo, aunque lo mejor será que vuelva a publicar los que en su momento publiqué pero tuve que borrar para no comprometer a gente.

Uno de los problemas fue dejar mi correo visible a todo el mundo, por eso esta vez lo oculto. Si algun@ de mis amig@s quiere contactar, que me deje su correo en un comentario y ya está.

Allá van un par para empezar a recordar…

Me llamo Juana y tengo 23 años.

Ya desde mi preadolescencia he sentido una inclinación muy grande por el placer físico (será porque soy Escorpio), pero hasta hace muy poco nunca me he atrevido a estar con otra persona. He sido muy tímida y siempre he rehuido el contacto con otras personas, aunque me he masturbado mucho mirando vídeos y teniendo fantasías, tanto con chicos como con chicas.

Hasta no hace mucho vivía con mis padres en un ático que tiene una terraza muy discreta y desde muy joven, cuando no había nadie en casa, me gustaba subir en verano y tomar el sol desnuda. Me ponía en una tumbona, me abría de piernas y me separaba los labios del chichi para que le diera el sol directamente. El picorcillo que sentía al calentarse me gustaba mucho y cuando lo notaba ardiendo, con la manguera de regar, le pasaba el chorro de agua fino con mucha presión. Me encantaba ese juego.

Este verano pasado conocí por un chat a un muchacho con el cual hemos estado compartiendo fotos y algún clip de vídeo masturbándonos. Yo lo hago mirando como le sale la leche de su hermosa polla y él (supongo) se hace una paja viendo las fotos de mi mano acariciando mi chichi mojadito.

Eso sí que he hecho algunas veces; contactar con chicos y chicas y hacer intercambio de fotos. Hasta no hace mucho, era para mi una manera de relajar mi deseo sin comprometerme con nadie.

Eso ha cambiado este verano y así se lo relaté a este amigo invisible de la polla rica:

*          *          *

Ya hemos vuelto a casa y te voy a contar lo que me ha pasado en el pueblo estas vacaciones.

He venido al pueblo de mis padres desde que era niña y hace bastantes años tenía un grupo de colegas que también iban en verano y con los que salíamos a todas partes del lugar todos juntos. Entre ellos había una chica que era de las más marchosas del grupo, que se llama Alicia y que dejó de venir hace años y alguien me dijo que hacía unos tres años se había ido a Londres.

Este verano ha estado en el pueblo y he flipado con ella. No la reconocía, iba casi rapada y llevaba piercings en el labio y en la nariz. Nos hemos hecho amigas otra vez. Me ha explicado que le gustó mucho Londres y ahora vive allí.

Empezamos a salir juntas esos días y uno de ellos fuimos a un cortijo abandonado y medio derruido que hay a las afueras del pueblo y que era donde de niños íbamos a jugar a papás y mamás y a médicos. Ya me entiendes. En el cortijo estuvimos charlando de nosotras y de repente me dijo que ella sólo follaba con chicas, que era lesbi.

No me sorprendió porque yo me imaginaba algo así por lo que habíamos hablado y por su manera de ser, pero mi corazón empezó a latir con más fuerza. Una cosa es tener fantasías y mirar vídeos de lesbianas follando en Internet y otra estar a solas con una chica que sabes que lo es.

Ella tenía más experiencia y era mucho más atrevida que yo. Yo solamente tenía el recuerdo de una chica holandesa con la que habíamos tenido un par de magreos hacía tiempo durante un intercambio.

Lo que me sorprendió fue mi reacción porque yo soy muy tímida delante de la gente, pero en aquel lugar discreto las dos solas, le dije que aunque me gustan los chicos, también tengo fantasías con chicas y me masturbo pensando en hacer el amor con chicas.

Me miró a los ojos y yo a ella y sin dudarlo me agarró la cabeza y me dio un morreo. No tuve tiempo de reaccionar. Mientras me metía la lengua en la boca me desabrochó el botón de los pantalones cortos que yo llevaba y me bajó la cremallera. Metió la palma de la mano dentro y me apretó el chichi con los dedos. Como ya se había mojado por la conversación, sus dedos entraron suavemente y me folló allí mismo con ellos. Tenía mucha habilidad moviendo la mano, se notaba que había hecho más de una paja a otras chicas.

Me corrí de gusto sintiendo su lengua en mi boca y después se metió los dedos mojados en la boca y dijo que tenía muy buen sabor. Me dijo que estaba segura que me había gustado, pero que ella también quería disfrutar, aunque ese día no teníamos más tiempo, yo tenía que volver y no pudimos seguir, pero también me quedé con ganas de más.

Cuando nos despedimos ya en el pueblo me dijo a la oreja que quería follar conmigo y que no me preocupara, que es muy discreta. Esa noche me hice una paja recordando la que me había hecho ella y deseando verla otra vez.

Un par de días más tarde, en el whatsapp me llegó una foto de ella tumbada en la cama metiéndose unos dedos en el coño con las piernas abiertas y me decía si nos podíamos ver, que lo de la foto me estaba esperando.

Te juro que me había dejado con muchas ganas de meterle la lengua dentro y chupárselo.

Hubo la feliz coincidencia de que sus padres se habían ido a no sé dónde después de comer y quedamos en su casa. Llamé a la puerta temblando de excitación y abrió.

Llevaba una camiseta grande que le llegaba hasta las rodillas con un dibujo donde ponía Camden.

Cerró la puerta y me empujó contra ella, como el otro día me metió la lengua en la boca y chupó mis labios. El primer día yo aún estaba cortada, pero esta vez yo también respondí. Le puse las manos por debajo de la camiseta encima del culo y vi que no llevaba bragas. Mientras me daba empujones como si me estuviera follando se burló un poco de mi porque le había dicho que me gustaban los chicos y me dijo que después de que me comiera ella el coño cambiaría de opinión. Me estaba poniendo como una moto. Nunca me había pasado eso.

Me cogió de la mano, me llevó a su habitación, me dijo que me desnudara y ella se quitó la camiseta.

Es de mi estatura, pero un poco más rellenita y tiene unas tetas más grandes que las mías con piercings también en los pezones.

Yo me desnudé también, pero no sabía que hacer. Era ella la que dominaba la situación.

Me hizo tumbar en la cama y empezó a pasarme la punta de la lengua mojada por los labios, luego por el cuello, las tetas. Estuvo un buen rato chupándome los pezones, luego siguió para abajo hasta las ingles.

Se puso entre mis piernas, las levantó, las abrió y metió la cabeza dentro.

Yo estaba esperando sentir el contacto de su lengua también ahí, pero tardó un poco. Primero estuvo lamiendo los muslos y alrededor de mi coño pero sin tocarlo. Me estaba volviendo loca. Pensé en apretarle la cabeza contra mi entrepierna pero no lo hice, dejé que siguiera a su ritmo, pero yo estaba temblando de excitación. Levantó la cabeza, me dijo que la mirase, me sacó la lengua moviéndola como una culebra y la fue acercando a mi coño. El primer lametón que le dio a mi clítoris me hizo dar un bote en la cama.

Me pasó la lengua unas cuantas veces por los labios del coño y entonces ya se lanzó. Me lo comió con los labios y la lengua igual que me había hecho con la boca, chupando, metiendo la lengua lamiendo…

Yo me revolcaba en la cama. Paró un momento y me dijo sonriendo en plan burla que si no me gustaba que lo dejáramos, entonces sí que le puse la mano sobre la cabeza y la apreté contra mi para que siguiera. Fue una pasada de bueno.

Al cabo de un poco me dijo que ahora que yo ya sabía como hacerlo, me tocaba a mi. Se tumbó encima mío al revés, me puso el coño sobre mi cara y se lo restregó contra mi nariz y mi boca. Saqué la lengua haciendo lo mismo que ella me había hecho y ella no paraba de mover el culo mientras me comía el mío. Al cabo de un rato noté como de su chichi empezaba a salir un líquido como si estuviera meando. Intenté apartar su culo un poco, pero ella apretó más y no podía moverlo. Cerré la boca para que no me entrara dentro y casi me ahogo mientras ella se corría soltando ese líquido.

Luego me dijo que no era pipi, que algunas mujeres eyaculan como los hombres, aunque no es igual lo que sale. Me dijo que en inglés se llama squirt. Yo no tenía ni idea, pero el squirt ese me chorreaba por la barbilla.

Cuando se relajó un poco se tumbó a mi lado y como yo no me había corrido me metió un par de dedos en el coño y me folló con ellos. Después de correrme otra vez me corrí me preguntó si seguía pensando que una polla es necesaria.

Estuvimos un rato más en la cama acariciándonos y le pregunté de qué trabajaba en Londres, se echó a reir y me dijo que tiene un grupo de colegas con las que filma los polvos y luego los venden en alguna página de Internet.

Me lo pasé de fábula, pero la imagen de una polla entrando en mi chichi después de haberla chupado no se me iba de la cabeza.

En el pueblo es distinto, más discreto, estamos de veraneo y nunca se sabe si vas a volver a ver a las otras personas, estás fuera de tu entorno habitual y te atreves a más cosas.

Alicia se ha ido hace tres días, pero nosotros estamos diez días más. No pudimos volver a vernos, pero ahora me encantaría verla y que me enseñe cosas que me gustan, pero ya está en Londres y yo en casa. Voy a ver si convenzo a mis padres que me dejen pasta para ir a practicar inglés!!!

Acabé la carrera de filología inglesa, pero no tengo curro.

Aquí en el pueblo vive un inglés ya mayor viudo con el que he estado practicando inglés algunos días y dicen que es gay, pero creo que me mira como si viera por debajo de la ropa y me viera desnuda y me pone muy cachonda porque aunque es mucho mayor tengo fantasías con él.

Tenía razón yo. Al final, el día antes de volver pasó algo con el inglés. Alicia me ha destapado el morbo!

Bueno, un beso, cuéntame tú y mándame más fotos tuyas, que me gustan!

Lo prometido es deuda. Te mando un clip haciéndome una paja. Si quieres ver como sigue quiero ver una tuya!!!