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Uana 6

en Grandes Relatos

Menudo resacón! Me he despertado muy tarde con dolor de cabeza y los labios de mi chichi irritados. Lo primero es porque no acostumbro a beber mucha cerveza y al ser aquí el vino muy caro, se bebe cerveza a granel y ayer bebí demasiada. Lo segundo te lo cuento ahora esperando que te guste tanto que se te ponga dura y te hagas una paja con las imágenes que te cuento.

Ayer por la noche fuimos las cuatro a un pub que hay cerca de aquí a tomarnos unas pintas y luego me llevaron a conocer una disco de ambiente que hay en una calle que se llama Charing Cross Road. Es súper friki! En la puerta hay que hacer dos colas, una de chicos y una de chicas. El portero pregunta a los chicos si son gay y a las chicas si son lesbis y para que te dejen entrar hay que decir que sí, sino no entras.

Alicia ya me había avisado, pero pensé en decirle: ¿y las bisexuales?, aunque no lo hice, pero me pareció una marginación.

Como siempre en una disco, al entrar es difícil ver bien con las luces de colorines apagándose y encendiéndose, pero al cabo de poco ya podía ver la situación. Había gente bailando y muchas parejas solamente de chicas o de chicos sobándose y besándose por todas partes. Algunas de todas esas personas iban desnud@s de cintura para arriba sin ningún tipo de pudor.

Yo me estaba meando por la cerveza (en el pub Alicia se bebió dos pintas de cerveza negra, aunque yo solamente dos medias, pero la cerveza me da muchas ganas de mear) y fui a preguntarle a Alicia que estaba en la barra dónde estaban los servicios, pero en ese momento se le acercó una de las chicas que enseñaba las tetas, se dieron un pico y empezaron a charlar. No quise interrumpir y fui a buscarlos. Por todos los rincones había gente

besándose o acariciándose los cuerpos y en un rincón más oscuro cerca de los servicios había un chico de pie contra la pared y uno arrodillado delante de él haciéndole una mamada. ¡Allí, delante de la gente! Entré en los lavabos y también había gente pululando por allí. Había cuatro lavamanos y cuatro reservados, todos con las puertas cerradas. La gente que estaba alrededor de los lavamanos estaban esperando también para entrar y yo me estaba meando literalmente. Me salían ya unas gotas que no podía contener y creo que se veía en mi cara, porque cuando se abríó una puerta, la chica a la que le tocaba me dijo que podía entrar yo, que parecía que lo necesitara y mirando a otra chica que estaba a su lado dijo que estaba segura que ellas tardarían bastante más que yo. Le di las gracias y entré. El chorro que me salió fue tan fuerte que se debió sentir en toda la zona de los lavabos. Al salir les di las gracias y me sonrieron mirándome el culo.

Yo siempre he pensado que lo tengo demasiado grande según los estándares actuales, pero las miradas dirigidas a él que notaba no eran de desagrado en absoluto.

Antes de entrar en la disco había llegado a pensar que una vez dentro una manada de lesbianas sedientas de coño me asaltaría allí mismo, pero se veía a todo el mundo tan desinhibido y “a su bola” que me relajé y empecé a disfrutar yo también. Me pedí otra cerveza y me fui a la pista a bailar.

Miré hacia dónde estaba Alicia y seguía charlando con su amiga. Tenía una mano en su cadera y parecía que le estuviera comiendo la oreja, pero seguramente le hablaba al oido por el volumen de la música.

No pasaron ni dos minutos cuando delante de mi se pusieron a bailar dos chicas, aunque más que bailar se contoneaban de un lado a otro con las piernas bien abiertas mirándome de arriba abajo. Ese ambiente me estaba ganando y sus miradas lo único que hacían era añadir más humedad a mis bragas ya mojadas de pipí. Las miré también y la que parecía que llevaba el control de las dos se me acercó a la oreja y me preguntó cómo me llamaba y de dónde era, pues es evidente que mi cara no es muy inglesa,

Cuando le contesté repitió mi nombre pero sin la J. Siempre se la olvidan. Me dijo Uana y dicho por ella me gustó: Uana. Creo que me lo quedo. Entonces volvió a acercarse y me dijo literalmente: nunca he follado con una española. Podía esperarme que quisieran ligar, pero con aquella frasetan directa y tan rápidamente me dejó un poco descolocada, aunque reaccioné al poco.

Yo seguía esperando echar otro polvo con Alicia, pero ella parecía pasar de mi. Miré hacia ella y seguía charlando con su amiga.

Me acerqué a la oreja de la que se había insinuado tan claramente y le dije que siempre hay una primera vez. Este lugar me ha hecho perder toda la

timidez porque veo que la gente hace lo que le gusta sin tapujos ni hipocresías.

La otra que no había dicho nada estaba colgada a su amiga como si fuera un koala; solamente sonreía, pero no hablaba. La que llevaba la voz cantante me cogió de la mano y nos fuimos hacia un extremo del local, había una puerta con una cortina y encima ponía Dark Room. Yo ya sabía lo que era eso, pero en mi exploración previa no la había visto. Entramos dentro y al principio no se veía casi nada pues las luces del techo eran muy flojas, pero al cabo de unos segundos mis ojos ya se habían acostumbrado y pude ver el espectáculo.

Aquello era lo más parecido a una orgía que pudiera imaginar. Por todas partes había gente, que aunque no se viera muy claramente, estaban haciendo de todo. Vi a un chico apoyado con las manos en la pared y otro detrás que por los movimientos que hacía obviamente le estaba follando el culo. Cada vez que el de atrás le empujaba, el sin cortarse soltaba un suspiro que podía oir todo el mundo, pero todo el mundo estaba más por otras labores. Unos arrodillados chupando polla, dos chicas por otro lado dándose besos muy sonoros y con las manos entre sus cuerpos y que por el movimiento de sus brazos se estaban pajeando mutuamente. También había unas cabinas sin puerta y con unas especies de literas dentro. Pasamos por delante de ellas y en cada una había alguna pareja y en dos de ellas tres personas revolcándose en ellas. Cuando encontramos una vacía entramos. La que me llevaba de la mano, que era tipo Alicia, quiero decir muy decidida y activa, llevaba una camiseta de rejilla a través de la que se le podían ver los pechos claramente y sus pezones parecían dos puntas de lanza saliendo a través de ella.

Se la quitó y primero le dio un beso muy largo a su compañera. Luego la abrazó, se acercó a mi y me abrazó también en un triple abrazo.

Entonces se soltaron las manos. Ellas acariciaban mi cuerpo, yo los suyos y en pocos segundos estábamos desnudas.

Me tumbé sobre la litera y las dejé hacer. No sé si tanta cómo Alicia, pero es seguro que ambas tenían mucha experiencia haciendo gozar a una mujer. Me sobaron y me lamieron cuatro manos y dos lenguas por todo mi cuerpo desnudo, una por la parte de abajo y otra por la de arriba. Cuando la de abajo subía la cabeza, sus bocas se encontraban por encima de mis tetas y se lamían y chupaban la cara, las mejillas, los labios. Sentí la palma de una mano sobre mi chichi y me estremecí. Unos dedos expertos comenzaron a pellizcarme los labios por todo lo largo estirándolos un poco y luego, mientras ponían sus dos bocas sobre la mía una suave presión sobre mi clítoris que fue aumentando de intensidad poco a poco. Esa misma mano me fue frotando toda la entrada hasta que entraron dos dedos primero y

cuando ya se había expandido lo suficiente, me metió los cuatro dedos juntos como un ariete. Menos mal que yo ya iba muy lubricada, pero aún así, después de acabar aquella sesión, me sentía el coño enrojecido e irritado.

Me estuvo follando así un rato y luego fue bajando la cabeza por mi vientre hasta llegar con la boca a mi ya muy abierto chichi. Se lamió la mano y poniendo los labios como si fuera a silbar, me los metió dentro y empezó a chupar para sorber toda la miel que había dentro. La otra chica se puso encima de mi y se sentó suavemente sobre mi cara. Recordé a Alicia el día que estuvimos juntas y el squirt aquel en el que parecía que se estuviera meando sobre mi boca, pero esta chica parecía no tener esa habilidad. (Me he enterado que hay chicas que pueden hacerlo y otras no, pero que si una quiere, se puede hacer con unos ejercicios que enseñan).

Comenzó a moverse hacia delante y hacia atrás frotando su coño contra mi boca. Tenía unos labios de la vagina súper grandes, parecían dos orejas y se los chupé uno tras otro mientras su amiga hacía lo mismo conmigo.

No recuerdo el rato que estuvimos, pero puedo decirte que bastante. Me hicieron correr dos veces. Una cuando la que tenía la cabeza entre mis piernas me folló con casi toda la mano mientras me chupaba el clítoris como si quisiera arrancármelo y otra cuando fui yo la que se puso encima de la boca de la otra y me froté todo el coño sobre su boca y cara hasta que me corrí de nuevo.

Salimos de la Dark Room y por allí seguía habiendo un montón de gente haciendo de todo, pero en ese momento yo quería un pausa.

Me despedí sin siquiera saber sus nombres, pero estaba segura que si las volvía a necesitar, allí las encontraría.

Alicia estaba sola en la barra y cuando llegué me preguntó que qué me parecía el lugar y si me lo había pasado bien con Maggie y Clare.

Las conocía y sabía que había estado con ellas.

Entre el calentón y las cervezas, ya no me callaba y le dije que me lo había pasado de puta madre, pero que si ella quería, el postre me lo tomaría en casa.

Y como puedes suponer, cuando volvimos, esa noche (o lo que quedaba de noche) dormí en su cama, aunque cuando volví a la mía me repitió que yo tenía un coño muy rico, pero que había muchos más. Tiene miedo de que me enganche, pero a mi no me importa que folle con quien quiera, siempre y cuando me eche una mano si tengo necesidad!!

Y por eso me he levantado con el chichi rojo como un tomate. Ahí fue cuando le dije que me apuntaba a participar en los vídeos.


Bueno, hasta la siguiente. Espero que se te ponga dura y te hagas una paja a mi salud. Te cuento que mientras escribo esto, yo también me excito y me mojo recordándolo.