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Martí

en Sexo con maduras

Sin sentirme obligada ni a escribir ni a que las publicaciones mantengan una rutina en el tiempo, comentar que una serie de obligaciones asociativas ocupan ampliamente mis prioridades. Es sabido que algunas situaciones inhiben la sexualidad pero también es cierto que el estrés puede ser un buen reactivo. Así que en estos días ha habido de todo pero de momento y por respeto a la pluralidad de este portal me reservo las experiencias y aprovecho para hablar de Martí, de quien hace mucho que quiero contaros.

 
Aunque suele ser uno de los aceleradores del morbo, las diferencias de edad también suelen ser un inhibidor del deseo. Así era yo, que no sin ciertas fantasías desnaturalizaba a cualquiera que fuese mayor o menor que yo. Añadir que en estos pocos años he aprendido que en una sociedad de millones de personas nada es imposible por inverosímil que parezca (aquí quiero excluir algunos relatos que van más allá de toda razón). 
 
Así pues, tan creíble es el relato en que dos personas se miran sin pretenderlo de punta a punta de un autobús repleto de pasajeros y no pueden contener su deseo como que una mujer de bandera no obtenga respuesta a sus insinuaciones casi ni desnudándose ante aquellos a quien quiere seducir.
 
Mi Amo no tardo en superar mis rechazos por razón de edad procurándome el ser usada por algunos de sus contactos de distintas edades. No, no es suficiente el ser entregada y usada por un hombre mayor de 70 años ni tampoco por un chaval de 18. Si no va acompañado de conversaciones no tendría ningún valor. 
 
Comprendí aquello que parece una excusa recurrente, que la sociedad ha marcado unas normas y que la realidad de la propia persona y su sexualidad como comunidad es muy distinta. Como he ido contando.mi Amo absorbe todo lo que vamos hablando y después de haberme entregado a experiencia y repasando mi entorno me ordenó seducir a un joven de 23 años con el que tengo cierto contacto. 
 
- Como quieres que me presente a el y me deje follar ? tu quieres que todo el mundo me señale ?. 
La conversación fue muy edificante y la autoestima que me insufló hizo el resto. 
 
Las vivencias y las inhibiciones se fueron sucediendo, y yo misma me sentía crecer, segura, deseaba y notaba que me deseaban. Todo tenía otro brillo.
 
En casa tenemos una amiga de mi edad, lleva unos años separada y tiene un hijo que en aquellos días iba a cumplir los 18. Es mi mejor amiga de toda la vida y al separarse casi que pasó a formar parte de la familia ya que está tan comprometida como yo en los actos sociales y comunitarios y siempre nos hemos entendido muy bien. El hecho de que su hijo sea de la edad, por así decirlo, de las mías, ayuda. Nuestra casa es su segundo hogar, vienen muy a menudo a cenar, participan de eventos, enfin. como de la familia.
 
Irene es desde el minuto uno mi mejor confidente, primero la única, luego por los destinos de mi Amo al añadirse su propia mujer y la otra sumisa, mis confidéncias son compartidas, lo que me abrió la mente para hablar también con otras amistades. Pero Irere es Irene, ya hablaremos de ella.
 
Ya había tenido sexo con el chico de 23 años y hacia dos días que mi Amo había hecho participar a uno de sus complices más jovencitos, de 20 años. Estaba en el sillón del estudio hablando por whatsapp con mi Amo de detalles acontecidos con este chico cuando sono el timbre de casa y mi marido fue a abrir, una voz jovial al pasar por el hueco de la escalera me volvió a la realidad en medio de una excitación latente, era Irene y al bajar para reunirme con ellos ahí estaba también Martí. Martí es un chico apuesto, con los defectos de inmadurez propios de la edad, bueno en sus estudios, solícito, deportista aunque su prioridad es la música y también como mis hijas activo en los acontencimientos de la ciudad. 
 
Lo reconozco, me mojé, fue como si en lugar de verle a el su rostro mutase con el del amigo del Amo o mi conocido de 23. Reaccioné y volví a la realidad. Pero algo se había activado, y una inquietud traviesa se apoderó de mi. Tanto fue así que creo que no me dí cuenta hasta que ya estaba sentada en la mesa que lo había hecho sentar a mi lado. 
 
Pon orden, Elih, pon orden. Me dije. Y aquel dia solamente fueron mis fantasias las que se liberaron. De la comida fuimos a la asociación y cada uno a su casa, yo con mi marido. Nada le conté a mi Amo y a la vez me esforcé para hacer el amor con mi marido y solamente con el, ahuyentando toda imagen invasora de mi mente. Ya relajados y también mi marido durmiendo mi mente empezó a proyectar imágenes ayudada por la lectura de los mensajes pendientes de mi Amo. 
 
Debo ser sincera, decidí que actuaría como una madrina de Martí, que sería traviesa tan solo para llegar hasta el como amiga en quien pudiese confiar en el camino que como joven estabaa emprendiendo. Pensé también que manteniendo conversaciones abiertas podria ayudarle a evitar comportamientos impropios de una juventud moderna que parecen más machistas que las generaciones que les preceden. Eso sí, me dije, a ver si soy capaz de enseñarle a que folle mucho pero respete, y los pensamientos son libres y me dije, a que sea Amo. En estos pensamientos andaba cuando me di cuenta que estaba completamente humeda y para aliviar mi consciencia me puese a reeler mensajes de mi Amo para así justificar aquella masturbación.
 
Dice el dicho que - el hombre es fuego, la mujer estopa, llega el diablo y sopla -. Si mi actitud hacía tiempo que había cambiado en casa, así como mi forma de vestir en general, ahora mi comportamiento con Martí también cambiaba. Como aquel día, su lugar en la mesa pasó a ser a mi lado que al ser ésta ovalada, no estamos exactamente en paralelo sino en cierto ángulo lo que da mayor juego a las exhibiciones "involuntarias".
 
Fue un degoteo constante pero lento, por encima de todo estaba la amistad, pero no se si alguna de quien pueda estar leyendome lo ha vivido (o tal vez alguno) pero esta es una situación que te mantiene viva y con la adrenalina en estado gaseoso. Lo más excitante y perturvador son los espacios en que estamos separados ya que es cuando te vienen pensamientos de culpabilidad y piensas, a ver si no querra volver a venir, a ver si me rehuye, a ver si.....
 
Esta fue una aspiración personal, debería de desarrollarla yo sola. Me pareció que en casa ya había normalizado bastante, sentarlo a mi lado, mis exhibiciones cada vez más pronunciadas y alguna de explícita, algún roce, pedirle que me ayudase con los platos acompañado de mi mano sobre su pierna como diciendo, vamos, algunos comentarios de sobremesa. Por suerte en la asociación donde mantenemos el compromiso cada día había más y mayor actividad y uno de los días me pude organizar de tal manera que tuviesemos que ir el y yo, ya que Irene a aquella hora no podía y yo me había preocupado de que mis hijas tuviesen compromisos de antemano. Así que me ofrecí para pasar a recogerle por su casa para lo que tenía que ser una actividad solamente de organización dentro de la sede social. Así pude justificar el vestir con falda corta, en definitiva, bastante femenina. La ida fue normal aunque intenté pronunciar la desnudez de mis muslos. Ya en la sede se distribuyeron tareas y yo tenia que ir a varios destinos por lo que para el trasiego de cajas me acompañé de Martí.
 
Si el camino de casa a la asociación habia sido un tanto descarada en el repliegue de mi falda, ahora no podía haber confusión y al sentarme al volante hice un pequeño gesto, suficiente, para que la falda me dejase casi todo el muslo al desnudao. Yo no llevaba ropa interior pero todavia no era visible si no me separaba un tanto las piernas y aun así el debería de prestar atención de forma descarada. A dos esquinas del primer destino y como un gesto natural dentro de lo que andábamos hablando le puse mi mano sobre su muslo a sabiendas de que debería de quitarsela en pocos segundos. El en aquel momento no mostró ninguna contrariedad y yo tampoco fijé mi mirada en su pantalón. Todo natural, como un descuido.
 
Debiamos de dejar solamente una caja en aquel destino y yo no bajé del coche así cuando el volvió pudo ver, no que no llevaba bragas pero si casi el entorno de mi sexo. "no comptava en haver de fer de taxista, pero no em desagrada" le dije a la vez que volvia a reposar mi mano en su pierna. Evalué el tono de su voz en una conversación que todavia versaba sobre asuntos de la asociación. Otro destino y allí si que bajé yo también, procuré que se montase el primero y al sentarme yo si bien acomodé la falda por delante si que la subí totalmente por detrás lo que dejó totalmente al desnudo mis muslos por los lados. 
 
Palabras o hechos, Le decia que me gustaria algo con el o se lo demostraba ?. Decidí que todavia quedaba recorrido y de momento habría un comportamiento natural a la vez que unos mensajes corporales bastante directos. Ya entré a interesarme por sus estudios, nada de lo típico de si tienes novia y todo esto. Lo que si tenia claro es que llegando donde se llegase aquel dia ya no podía hecharme para atrás. Aquel día tenía que terminar con una conversación fuese cual fuese el resultado. No podía permitirme ni el perder su respeto ni mucho menos que dejándolo todo a medias el pudiese convertirse en un bocazas y hablar de mi a sus amistades.
 
Por suerte eran bastantes las cajas de distintos tamaños que debíamos de repartir y cuando llevabamos más de la mitad le volví a poner la mano sobre su piernas al decirle "repartim aquesta i parem a fer un got", yo le notava más tranquilo que nervioso en su voz por lo que me sonreia pensando que para el aquello no era más que un comportamiento jovial. Pero vaya con Martí, al retirar mi mano la deslicé subiendola un poco y sin pasarla directamente por su bragueta si que le noté su carga, y me dije para mi, vaya carga. Ya había dado el primero de los pasos. Así que dejamos la caja y estacioné en una de las calles secundarias cercana a la terraza donde ibamos a tomar algo. 
 
En la terraza esperé a que se sentase y yo ocupé la silla de al lado, así otra vez estava ya no expuesta sino que ahora mi exhibición seria completa ya que al sentarnos en ángulo no podria evitar que sus ojos se le escapasen y fue aquí donde le ofrecí la visión de mi sexo desnudo. Moviendo yo las piernas para que no resultase una exhibición escandalosa, ahora abierta ahora cerrada. Primero estuvimos hablando un poco en relación a los próximos días y en un momento que claramente su mirada se clavó en mi sexo le dije intentando mantener la naturalidad. "puede que no fuese el mejor día, pero hoy me apetecía ser un poco traviesa, son pequeños secretos que tenemos las mujeres que espero no te molesten" "no, no, bueno, si que me sorprende, pero no me molesta" "jajaja, bueno, ni molestar ni ir contándolo, un poco como un secreto que te confio".  la conversación sin mucho más, fue en estos terminos y yo intentando no darle importancia. No podía reprimirme en mis deseos de preguntarle cosas, algunas ya las sabía en cuanto a sus novietas
 
He ido aprendiendo de mi Amo que cuando tomas las iniciativa tienes que procurar tener tiempo por delante por si la otra persona se contraria poder tener tiempo para volver a encauzar las aguas. Así que con las cajas que nos quedaban por repartir mejor decidirme y al volver al coche y mientras el ocupaba su puesto yo abrí la puerta de los acompañantes y dejé la bolsa para así hacer tiempo. Abrí la puerta del conductor y me levanté un poco la pequeña falda para sentarme sobre mis nalgas. Le di al contacto a la vez que me removía y así la falda subia un poco más y ya con el motor en marcha me giré hacia el y cogiéndole la mano y descansando las dos sobre la parte alta de su pierna le dije. "saps guardar un secret?" y casi sin darle tiempo a reaccionar me acerqué con la suficiente lentitud para que pudiese retirarse pero también con la suficiente convicción para llegar a besarle en la boca. Beso que se convirtió en un morreo donde las lenguas no tardaron en enroscarse. Si bien al principio fui yo quien le fue conduciendo las manos, estas no tardaron en adquirir vida própia. Un joven no se pone a cien ni a mil, se pone a millón y el ya había reunido toda su sangre en la fuerza de su miembro que costó ingenio que saliera de su pantalón para ser deborado por mi.
 
Mi sangre también bullia por todo mi cuerpo menos por el cerebro y debía de controlar ya no lo que estaba ocurriendo sino a él mismo y todo lo que representaba. Así cuando noté que estaba en lo más alto me la saqué de la boca y volví a morrearle, no tanto por la morreada en sí, sino para relajar la situación y sin bajar la tensión decirle cosas cariñosas para comprobar que todo iba bien. Dirigí sus manos a mi cuerpo, a mis pechos, a mi sexo y con sus dedos dentro de mí volví a engulir su sexo, ahora si hasta el fondo de mi garganta y hasta culminar su orgasmo.
 
"Aquest és el nostre secret" le dije al reincorporarme, y añadí, pero ahora ya no acaba aquí. Nos conocemos bien y se que puedo confiar en , solamente te pido que sepas comportarte con naturalidad durante el día a día y te prometo muchas satisfacciones. La tarde no ha terminado ni por los encargos que debemos cumplir ni por lo que hemos iniciado. Dicho esto me acomodé al volante, eso sí, manteniéndome totalmente exhibida y fuímos a repartir material propagandístico a otros destinos. Me guardé el último para un destino cercano a un mirador que hay en la ciudad de Granollers que se conoce por el de "40 pins" y ya habiendo cumplido la tarea que se nos había encomendado dirigí el coche hacia allí.
 
No cabe duda de que durante el trayecto para los últimos repartos estuvimos hablando y aunque sobre algún tema le decía que lo hablaríamos con mayor tranquilidad cierto es que desvanecí alguna duda propia de un chico joven que se movía por casa como si fuese la suya.
 
Al llegar al mirador le invité a salir del coche que había dejado justo al lado de un pequeños bosquecillo y cogiéndole de la mano nos dirigimos a un banco entre los pinos. De pie le abrace más maternal que hembra y le abracé, luego empezamos a besarnos y le dije que seria una canallada que después de lo ocurrido no se culminasen nuestros deseos. Bajándole la cremallera y luchando nuevamente por sacar aquel miembro que más parecía hierro que carne, le senté en el banco y me subí a su falda hasta culminar la penetración. Primero casi se podría decir que era yo quien le follaba pero no tardo en liberar la joven bravura y empezó a moverse, saltando sobre el banco, acentuando la potencia de las penetraciones. 
 
Le permití que se corriese dentro de mí y no conforme me quedé quieta sobre su regazo abrazándole, sonriéndole y robándole besos. Sin bajarme le dije, Niño, ya te iré contando cosas con mayor detalle y sin que te parezca que me contradigo, me voy a entregar a sin límites, aré de ti un Amo, persona segura y noble, pero te vigilaré más de como pueda seguir tu madre tus progresos en los estudios y la vida. Ahora mismo tu cerebro ha bajado a tu entrepierna, pero debe recuperar el lugar que le corresponde.
 
Luego fuimos a dar una vuelta por la zona hasta llegar a la cúpula que corona el mirador y allí, apoyada en una de sus columnas me folló desde atrás y yo me agaché para limpiarsela.
 
Aquella noche después de cenar hice el amor con mi marido, después de un rato de relax a su lado me levanté y me fui al salón completamente desnuda y tumbada en mi sillón atendí unos correos y unos whastapps y ya libre, me puse a pensar en todos aquellos días desde que pensé que debía seducir a Martí hasta aquella tarde noche. Mi excitación era tremenda, mis deseos irreflenables y estas son condiciones necesarias para que doña inspiración se apodere de los pensamientos y dicte el camino futuro. Tuve claro aunque me asusté mucho, del lugar que le correspondía a Martí a partir de aquel momento.
 
Mi Amo despertó a la mujer, la mujer siempre sumisa también tiene su independencia y hoy puedo decir que me siento orgullosa de esta dualidad que se sintetiza en una sola mujer.