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Señora medianoche 11

en No Consentido

En las calles de la ciudad Medianoche y mujer lunar estaban pateando criminales de poca monta, fáciles comparados con los terribles supervillanos que estaban llegando de todas partes del globo, poco a poco mujer lunar estaba ganando confianza y empezaba a ganar sus propias peleas.

Pero encontraron un furgón que iba a toda pastilla ¿robado? Decidieron seguirlo.

Desde las azoteas podían ver perfectamente el furgón dentro de un edificio, ellas decidieron entrar con cautela.

En la entrada vieron dos guardias mujer lunar decidió usar su telequinesis para noquearlos con un ladrillo, los guardias no supieron nunca lo que les golpeó.

Se metieron dentro de las instalaciones y vieron a otros tres que estaban celebrando el reparto del botin.

-bien mujer lunar, tres en esta zona, comprobemos que… - antes de que Medianoche terminara de hablar, mujer lunar empezó a usar su telequinesis para lanzar toda clase de objetos hacia sus oponentes, los cuales aguantaban la lluvia de objetos que los golpeaban una y otra vez.

Alertados por el ruido otros tres aparecieron por la puerta, vieron a la mujer lunar y empezaron a disparar con todo.

Mujer Lunar desencadenó su telequinesis para desviar las balas que iban en su dirección y acto seguido corrió hacia los enemigos, Medianoche decidió hacer lo mismo.

Medianoche no tardó en dar una paliza a los que estaba a su alcance, esos hombres eran gente entrenada, pero no podían hacer gran cosa contra una metahumana como ella.

-¡quiera ahí puta o degüello a tu amiga.

¡¿Cómo?! Medianoche se giró y vio a mujer Lunar agarrada con un cuchillo de supervivencia apuntando al cuello por el maton que se había enfrentado ¿Cómo lo ha…?

Entonces lo supo, estaban en un lugar cerrado, en este sitio no entran los rayos lunares a pesar de ser luna llena y el desviar las balas le gastó mucha energía.

Medianoche alzó sus manos rindiéndose, odiaba esta situación, pero no podia dejar que matasen a mujer lunar, se preparaba para encajar los puñetazos que le iban a venir, pero el que sujetaba a mujer lunar decía con lujuria.

-esperad muchachos, celebremos este golpe a lo grande, bien Medianoche ¿has hecho alguna alguna vez un stripseae?

Los ojos de Medianoche se abrieron como platos, sabia como acabaría esto.

 

Mientras en la india.

Una mujer de multiples brazos se reia mientras las balas impactaban en una barrera que ella había creado, luegos sus ojos brillaron y dispararon rayos de microondas que asaron por dentro a los policías, la mujer reia enloquecidamente al ver como los policías huian, se sentía poderosa, imparable, pero un fajo de billetes impactó en su cara.

La mujer miró sorprendida en la dirección donde había aparecido el fajo.

Ahí estaba Diamont bite, despojándose de sus ropas, mostrando su total desnudez, la india de multiples brazos miraba ese escultural cuerpo, el deseo la invadió y pensó en llevarse a ese hombre para hacerlo su esclavo sexual.

Pero cuando habló.

-bueno nena, ya te he pagado, ahora hazme un masaje de cuerpo entero y no te olvides del “final feliz”

¡¡¡¡!!!!

¡¿Cómo se atreve ese humano?! Esta cañon, pero es gilipollas.

La india se reia y le dijo con soberbia.

-¡en este país me llaman Kali! Soy una diosa entre estos malditos insolentes que no dudan en pisar a los débiles.

-se delicada con el cuello, tengo unos nudos horribles – decía Diamont pavoneándose.

Kali no se creía que ese… humano, se riese de ella, ella que puede levantar 400 kilos que posee 6 brazos, ojos que lanzan microondas y un escudo que la proteje.

Tenia que matarlo, una lastima, estaba bueno de narices.

Se arrojó hacia el confiando en su fuerza, pero Diamont la derribó con una llave de judo impactándola en el suelo, aprovechando la fuerza del golpe, le descoyuntando uno de sus brazos.

Kali gritó de dolor, se agarró su brazo dislocado y miró con odio a ese malnacido, con sus cinco brazos se lanzó al ataque, Diamont se sentía decepcionado, eran muchos brazos.

Pero los golpes de Kali eran lentos, predecibles, pero lo peor es que descuidaba estúpidamente su defensa.

No dudó en conectar uno de sus golpes a la diosa, pero su puño se estrelló contra un muro invisible.

El escudo.

Kali sonreía, no necesitaba defenderse, ese escudo era una defensa perfecta.

Pero Diamont esquivaba y golpeaba, también sonreía, una victoria fácil no era divertida, era practica, pero no tenia ningún merito, no te fortalecía, arrastraba los pies levantando polvo que se convirtió en una nube que envolvió a los dos contendientes.

Kali apenas podia ver a Diamont, cuando el polvo se espesó más, Diamont desapareció, sus puños daban al vacio.

Kali se concentraba, buscaba a ese cabrón, pero un puño le vino de frente, impactando en el escudo para luego desaparecer.

Kali golpeó demasiado tarde, Diamont ya no estaba ¿Dónde está? ¿Dónde…

Un puñetazo en la parte trasera de su cabeza la dejó casi sin sentido.

 

Medianoche estaba bailando sobre una mesa, deshaciéndose de sus prendas, una a una mientras de forma humillante los maleantes le tiraban billetes, miraba impotente como ese cabrón tenia agarrada a mujer lunar.

Por su parte, mujer lunar notaba la erección de su captor en su trasero, el captor le ordenó que le desabrochara los pantalones y le hiciera una paja.

Mujer lunar no quería, pero el cuchillo era convincente de narices, sacó el pequeño miembro del malnacido y empezó a moverlo con la mano, sus ojos se empañaban en lagrimas mientras veía a su heroína…

Se odiaba a si misma.

Medianoche detestaba las risas que provocaba cuando se quitó el sujetador, mostrando que usaba rellenos, pero tenia que contenerse.

Esperar el mejor momento.

Cuando se quitó las bragas mostrando su vello le ordenaron que se tumbase.

Obedeció y vió como uno de los matones usaba cinta americana para afeitar lentamente el vello púbico de la heroína.

Cada tirón hacia que Medianoche soltase un grito de dolor.

-vamonos a un lugar intimo, puta – dijo el matón que se llevaba a mujer Lunar.

Medianoche vio como se la llevaban, podría vencer a esos cabrones, pero tardaría mucho, más de lo que ese bastardo necesitaría para matar a mujer lunar.

Mientras en la habitacion, el matón echó a mujer lunar en un mugriento colchon y se lanzó sobre ella apuntando su cuchillo en las costuras de su uniforme y de un tirón lo rajó entero, mostrando el bello cuerpo de la heroína.

-portate bien putita y yo sere bueno contigo – dijo babeando de deseo el matón mientras colocaba el cuchillo en una mesa.

Ahí mujer lunar vio una oportunidad, solo tenia que esperar, aguantar lo que viene.

Notó como el capullo del matón se colocaba sobre la entrada de su desprotegida vagina antes de sentir como la profanaba.

 

-¡levantate Kali! No te he dado tan fuerte – decía Diamont lanzando puñetazos al aire.

Kali estaba adolorida, adolorida e iracunda, ese… ese humano la estaba venciendo, ni siquiera el ejercito hindú podia con ella, pero ese…

Kali lanzó un grito de rabia que parecía salir del mismo infierno, se lanzó enrabietada lanzando demoledores puñetazos que matarían una persona normal.

Diamont veía esos puñetazos perfectamente, eran poderosos, pero no tanto como los de esa virgen ¡ups! Ese pensamiento hizo que casi le alcanzase un puñetazo, polla, deja la sangre para los musculos.

-¡deja de moverte malnacido! – decía Kali furiosa.

La ira de la metahumana acrecentaba el margen de error de sus puños y Diamont provó distintos puñetazo contra el escudo, jabs, directos , patadas, nada lo atravesaba, pero pensó en algo.

Dio un puñetazo más lento, muy suave.

No sentía el escudo.

Cuando su mano alcanzó la cara de la sorprendida metahumana, la golpeó con fuerza con el talon de su mano, haciendo que sangre la nariz.

Ahora Kali estaba asustada ¿Cómo ha atravesado el escudo? ¿Cómo es posible?

Solo le quedaban los microondas, sus ojos brillaron y lanzaron un rayo que Diamont esquivó por poco, la piel de su brazo empezó a arder, Diamont corrió hacia Kali que preparaba otro ataque y se lanzó arrastrándose  hacia las piernas de la metahumana.

Los puñetazos que dio antes no eran para dañarla, era para saber que limite tenia su escudo, descubrió algo.

Solo cubria la parte delantera de su torso y su cabeza, en el resto del cuerpo no existía.

Esquivó el segundo rayo y golpeó las piernas de la india derribándola, cogió un cristal del suelo y apuntó al cuello de la metahumana.

Había vencido.

Kali pensaba que iba a morir, sintió miedo, suplicó piedad.

Pero Diamont le dijo al oído.

-ven conmigo y dominaremos el mundo.

 

Medianoche tenia una polla en la boca mientras estaba siendo violada por su vagina, sus manos estaban en otras dos pollas, masturbándolas.

Se sentia derrotada, no, más que eso, se sentia una muñeca sucia y mediocre.

-ah ah voy a preñarte, te preño, te preño – dijo el que la violaba por la vagina antes de descargar dentro.

En ese momento, los de sus manos se corrieron en la cara de Medianoche, el de la boca, al ver a la enmascarada lefada, no pudo contenerse y se corrió en su garganta.

Su vagina no tardó mucho en ser otra vez ocupada por otro, ¿Cuántos van ya? ¿cuatro? ¿cinco? Daba igual.

Esos pensamientos fueron interrumpidos cuando otro de los matones le metió la polla directamente en su boca.

Mientras en la habitacion, mujer lunar estaba a cuatro patas llorando, el cabron le estaba sodomizando con fuerza mientras tiraba de sus cabellos, su vagina estaba tan repleta de semen que en cada envestida caian varias gotas blancas que se iban mezclando con las gotas rojas que probenian de su culo.

-joder joder, creo que me quedare contigo, vas a ser una puta estupenda, seguro que te vendo por un precio muy alto.

Vendida, como si fuera un coñito de goma, ella no quería eso, no quería acabar asi, solo un poco más.

Se concentró, a pesar del dolor, de las envestidas, de la sensación de suciedad, de los insultos, se concentró, el cuchillo que calvó el matón empezó a moverse y como un relámpago se clavó en la garganta del violador que cayo hacia atrás.

Mujer Lunar vio como el cabrón se ahogaba con su propia sangre mientras eyaculaba, un espectáculo surrealista, han sido varias horas de dolor y humillación, pero ese cuchillo reflejó los rayos de la luna que salian por la ventana, alcanzando su medallón, cargándolo.

No tenia mucha carga ahora, pero era suficiente.

Para lo que había que hacer.

Medianoche estaba mamando las pollas de los otros siete que la rodeaban, ya estaban satisfechos sexualmente.

Ahora lo hacían para humillarla, para que esa furcia sepa quienes son los que mandan.

Medianoche podría vencerlos con su fuerza, ellos estaban agotados con las piernas temblando, lo unico que la paraba era mujer Lunar.

-¡MORID CABRONES! – dijo mujer lunar fuera de si lanzando una lluvia de cristales con su poder telequinetico.

Pillados por sorpresa, tres fueron abatidos por la metralla de vidrio, los demás apuntaron sus armas contra la heroína novata.

-NOOOO – gritó Medianoche sorprendiendo a los que quedaban, los cuales cayeron fácilmente ante sus golpes.

Tras asegurarse de que estaban noqueados, fue a ver a mujer Lunar para ver como estaba, esta esquivó a Medianoche, la cual vio algo que le quitó la respiración.

Mujer Lunar tenia una pistola.

Se quedó sorprendida al ver como disparaba a los inconscientes criminales, su expresión, era de odio puro, un odio que iba creciendo, el ultimo se estaba recuperando pero mujer lunar le apagó las luces.

Para siempre.

Disparó todo el cargador, pero que no quedasen más balas no impedía que mujer lunar siguiera apretando el gatillo, Medianoche la agarró diciéndole que todo había terminado.

La rabia de mujer Lunar se había ido y en su lugar estalló un llanto desconsolado, Medianoche abrazó a mujer lunar, debía ser fuerte para ella, para la ciudad.

Pero no pudo evitar llorar tambien.

 

Kali disfrutaba de una ducha que hacia mucho tiempo que no gozaba, el agua calida de la alcachofa era diferente al rio Ganges donde de vez en cuando encontraba un cadáver, pero se sentia insegura, en el dormitorio le esperaba Diamont, su nuevo jefe.

¿Por qué se unia a el? Ella era de la casta de los intocables, una paria que solo era despreciada, cuando vio que sus poderes metahumanos florecieron, se sintió liberada, descargó su odio acumulado contra una sociedad que la marginó desde su nacimiento.

Pero aquel hombre le mostró que no era invencible, que podia ser derrotada, que podían… matarla, eso la aterró.

Pero la  propuesta de Diamont, formar parte de algo grande, vivir de lujo y…

Ser su concubina.

Eso ultimo la asustaba, le gustaba ser independiente, no necesitar de nadie, pero ese hombre la atraía, sentia que debia hacer todo lo posible para estar a su lado.

¿es esto amor?

Es… emocionante, pero tambien daba miedo.

Pero su destino estaba sellado, estaría con Diamont hasta el final.

Se miró en el espejo, su piel acaramelada típica de su etnia daba color a un cuerpo que acababa de cumplir 19 años, no tenia un culo respingón, cosa que la molestaba, pero tenia un buen pecho, ni muy grande ni muy pequeño, con pexones medianos y oscuritos, su sexo cerrado estaba recién afeitado, como lo hizo con sus axilas y el resto del cuerpo, quería estar radiante para ella.

Lo que le preocupaba era su… falta de experiencia, al ser una intocable nunca la… tocaron, el seria su primer hombre.

Su maestro del amor.

Aspiró aire y dio una profunda exhalación, como si quisiera quitarse lo negativo de su cuerpo, sus miedos, sus inseguridades.

Mostrando gran determinación, abrió la puerta de su baño