Smallbird tiene una nueva compañera de pesquisas.
Un viaje maldito, un misterio y un avión de medio siglo, pondrán patas arriba el mundo de Dana, una joven periodista del New York Times.
Recuperaciones, descubrimientos y tratos.
Smallbird logra dar con el misterioso desconocido.
Luz la Luminosa ilumina a Smallbird. También podría haber publicado este capítulo en estas categorías: Autosatisfacción, fantasias eróticas, dominación.
Este relato ya lo publiqué anteriormente pero si alguien vio a Calleja anoche quizás le interese.
Smallbird comienza a investigar tratando de encontrar al hombre misterioso. No va a ser fácil.
El detective Smallbird pasa una mala racha. El cáncer se ha llevado su salud, a su novia y sobre todo su trabajo.Para compensar su escasa pensión monta una agencia de detectives. Un día se presenta una elegante prostituta buscando desesperada un misterioso cliente del que no conoce ni su nombre.
Nunca he sido una persona competitiva, pero esta vez estoy decidido a ganar. Este estúpido juego me vuelve loco, pero cada vez que me lo propones no puedo contenerme, es superior a mis fuerzas.
¿Le pondrás los cuernos a tu pareja o serás tu el que tenga que ladear la cabeza al entrar por las puertas? Tus elecciones serán las que decidan tu destino en este relato de Halloween.
¿Todas las jovencitas americanas son tan descaradas, cherie? preguntó él jadeando y sonriendo a la vez. Yo no respondí y cogiendo sus manos las puse sobre mis pechos sonriendo con suficiencia
Eran como el Jing y el yang y ella se sentía la fina línea que los distinguía y que a la vez les permitía convertirse en un círculo completo.
¿Quién no ha pasado noches en blanco alguna vez soñando con algo así?
Normalmente espero un poco más para publicar un relato del ejercicio en mi cuenta, pero dadas las circunstancias creo que este es el momento adecuado. Si lo leéis, lo entenderéis.
Abrió silenciosamente la puerta de su dormitorio y la vio tumbada sobre la cama con unas braguitas de algodón y una camiseta por toda indumentaria. Observó sus pechos grandes y tiesos subir acompasadamente mientras dormía un instante más de lo necesario y volvió a cerrar la puerta antes de que se despertase.
Un relato que publiqué hace tiempo en el ejercicio y que publico ahora en mi cuenta por si alguien no lo ha leído. Espero que os guste.
Para terminar os ofrezco el relato completo y sin interrupciones. Para los que les gusta leer los relatos de un tirón.
Esta historia llega a su fin. Espero que hayáis disfrutado.
Abriendo los brazos se inclinó un poco más hacia adelante, dejando que fuese el fuerte viento el que le equilibrase proporcionándole una salvaje sensación de libertad... ¡Por favor, no lo haga! Soy la agente Gómez, Pamela Gómez.
Detrás de aquellos muros estaba Afrodita. No sabía muy bien como le recibiría. ¿Estaría tan ansiosa como él por el reencuentro? ¿O ya le habría buscado a algún sustituto?
El placer era intenso, era dulce y amargo a la vez. Hércules siguió apuñalándola con saña haciéndola subir y bajar en una especie de montaña rusa en la que las emociones y el placer se mezclaban haciéndola sudar y llorar, gritar y gemir, pedir paz y pedir guerra...
Arabela apartó su mirada de la caja y sus ojos verdes se fijaron en Hércules. El calor y la suavidad de sus manos se expandieron por su cuerpo provocando una placentera sensación. Hércules notó la excitación de la mujer y lo aprovechó para desviar su atención de la caja.
El primer instinto es llevárselo a su madre para que lo esconda junto a los ahorros de la familia o para comprar unas cuantas cabras más que añadir al rebaño que ya tienen, pero al salir a la calle, con la plata ardiéndole en la mano y ver la fachada del prostíbulo más lujoso de toda Sodoma, no se puede contener.
Gruesos lagrimones corrían por las mejillas de la mujer haciendo que se corriese el rímel en gruesos churretones por su cara. Arabela sentía como el oxígeno se iba agotando, pero hipnotizada por aquella profunda mirada no hizo ningún gesto de rebeldía.
Hércules no la hizo caso y cogiéndola por el pelo la obligó a levantarse estrellando su cuerpo contra el mamparo con una fuerza cuidadosamente calculada. La mujer soltó un suspiro ahogado sorprendida por la violencia de la respuesta de Hércules.