La monja se acercó a mí. Se puso a mis espaldas. Me besó el cuello... Yo ya estaba muy mojada, y más que me iba a mojar cuando el cura sacó la polla de debajo de la sotana.
Sentí un placer como nunca había sentido. Las piernas me temblaron y la vista se e nubló. Acabe totalmente ciega cuando el placer llegó al pico más alto. Luego, mi padre, la sacó y se corrió sobre mis tetas.
Al rato, a punto de correrse, se destaparon. ¡Ni frío ni leches! ¡¡Eran de Bilbao, la hostia!! Atilana enterró su lengua en el coño de Rita. Rita enterró la suya en el coño de Atilana...
Amor filiar, lésbico, hetero, fantasias... Algo diferente.
De su coño salió un jugo calentito que me anegó los huevos. Entre mis dedos caía la leche que salía de sus tetas, y de mi polla, de mi polla, volvió a salir otra corrida que le llenó el culo de leche.
... diablesa que después de correrse quitó la polla del chochito y jugó con ella en la entrada del ojete. Hacía círculos cobre él. Yo empujaba tratando de meterla. En una de las veces que se quedó quieta con la polla en la entrada le metí la mitad del glande.
Doña Fátima se corrió haciendo un arco... El jugo que salía de su coño bajaba por su ojete. Al acabar de correrse no me lo tuve que pensar dos veces, saqué la verga del coño y se la metí en el culo...
Allí estaba mi prima, 36 años, rubia, de ojos castaños, estatura mediana. Vestía una minifalda negra, una camiseta blanca en la que se veía el canalillo de sus enormes tetas, una cazadora negra y un gorrito, y calzaba unas botas negras con tacón de aguja de esas que suben de las rodillas.
Al ratito se corrió pensando que el dedo que tenía metido en el culo era la picha de su marido y los dos que tenía metidos en la panocha eran la picha de su hermano.
Metí todo el chochito en la boca y mi lengua en su vagina. Al comenzar a correrse (se le abría y se le cerraba el ojete) mi dedo pulgar se fue enterrando en su culo...
Quise aguantar pero no pude. Me corrí dentro de su culo. Al acabar de correrme, como no despertaba, me levanté, le saque la verga del culo, la llevé a su habitación y la acosté en la cama.
-Sí y no. La cabeza me dice que no debo pecar y el cuerpo me pide el pecado. Estoy temblando y no sé que hacer...
Leandro, le folló el culo suavemente. Ariana, quería caña. -¡Dame, dame fuerte, papá! Leandro, la clavó sin piedad. ¡Chas chas chas chas chas chas chas...!
Marisa, subió encima de mí, me cogió la polla y la metió hasta el fondo... Unos quince minutos más tarde, les preguntó: -¿Quién me la quiere meter en el culo?
Incesto entre una hermana y un hermano.
Después de una larga doble penetración. Leonor, al sentir que se iba a correr, les dijo:¡Duro, follarme duro!
Me gustaría que, de pie, mientras uno me come la boca el otro me coma las tetas, que mientras uno me come el coño el otro me coma el culo, que uno me levante en alto en peso y que me la meta en el coño, que el otro me la meta en el culo...
Adelita subió encima de su padre, cogió la verga, la metió en el coño y comenzó a cabalgarlo... El cura, que estuviera esperando la ocasión, le lamió y le folló el ojete...
Después de disfrutara Aurora, el cura se la sacó del culo a su sobrina, se la metió en el coño, y con una docena de clavadas
Viendo como Adelita gemía y temblaba y sintiendo la lengua de Gerardo en su ojete, Marta, casi se corre, pero al no correrse al mismo tiempo que su amiga, quiso saber que se sentía al ser penetrada analmente.
La mujer metió dos dedos en el coño para correrse. Paró de atizarle. Le acercó la verga al ojete. Se la clavó hasta el fondo y le folló el culo a lo bestia.
Tornado no tardó en eyacular. La leche de su corrida me encantaba, era espesa como la leche condensada y sabía a manzana. El primer chorro llenó tanto mi boca que me cayó por sus lados y pringó mi mano.
La metí hasta el fondo y le di por culo, le di bien dado. Dos dedos de su mano derecha se posaron en el clítoris...