Una orgía de sexo y sangre.
Debiste venir antes, pirata. Estaba tan cachonda que me tuve que hacer un dedo.¡vaya corrida me provocó el pensar en ti!
La madre se folla al hijo y a la hija, el padre a la hija, el hermano a la hermana, y la doncella pesca en río revuelto. ío revul
Si buscáis haceros una paja o un dedo no leáis este relato.
Se la metí en el culo despacito, pero de una sola vez. El perro ya había ampliado el agujero.
Debía ser por ver a dos hombres juntos. Por sentirme superior a ellos... Fuera por lo que fuera estaba cachondísimna.
Al acabar de correrse saqué la polla. De su coño salió una corrida cremosa que cayó sobre la cama. Lamí la corrida y le lamí el coño. Me dijo:-Bésame, papasito. Quiero tomar de mis jugos.
Cuando acabé de correrme lamí las gotas de leche que cayeran sobre sus tetas, luego la de su cuello, acto seguido la de su cara y después, con restos de leche sobre mi lengua, la besé. Mariel me chupó la lengua, después me escupió en la boca, y me dijo:
-Marca tu territorio, Toñito. Toño apuntó a la cara de su tía con la polla y después meó por ella.
... ¿Sabes hacer una mamada?-No, nunca antes había estado con un hombre, pero me gustaría aprender a hacerla
Le quitó las bragas a su madre y vio su coño peludo, le quitó el sostén y vio sus tetas, grandes, redondas, con bellas areolas marrones y gordos pezones. Al tenerla desnuda, exclamó: -¡Qué cuerpazo!
En la posición en que estaba, no sé si se miraban, si se tocaban las tetas, o si simplemente me follaban con sus coñitos la polla una y la boca la otra
Laura le estaba comiendo la boca a mi esposa, Rosa, las tetas y don Manuel le comía el coño.
La joven se derrumbó sobre él y se corrieron juntos mientras los besos ahogaban los gemidos-
Pilar, se calló, es más, cogió la polla y se la mamó a su hermano metiendo todo dentro de su boca, polla y pelotas.
Demasiado tarde, yo ya me estaba corriendo. Volví a sentir la leche calentita de mi hermano dentro de mi coño
Cuando el otro siempre lleva los cuatro ases hay que aprovechar si un día te sale una escalera de color.
Vi cómo dejaba de comer coño, cómo me miraba, cómo se le cerraban los ojos, y cómo, gimiendo, se corría otra vez y le daba de beber a Beatriz, que lamió los jugos cómo lamen las perras al beber.
¡A mí me llamas zorra cuando te mande! ¿Entendido, maricón? -le di candela den el culo.¡Córrete de una puta vez, cabrón!-me corrí-. ¡Así, maricón, así, llena mi culo de leche!
Mi polla apuntaba hacía arriba, la Francesa me la masturbaba con una mano, su otra mano se movía dentro de las bragas. Se estaba haciendo un dedo.
Agustín frotó su glande con el clítoris al tiempo que metió y sacó la zanahoria del culo de su hija.
Este relato es una confesión en toda regla.
Al correrse, del coño de su madrastra salió una pequeña cascada de jugos acuosos y espesos que Javier se tragó con mucho gusto.
Las chicas guapas no son lo que parecen.
El monaguillo entra en acción.