Una temporada en Brasil

-"¿Miras el mar que te rodea, primito?"

Simon se da cuenta que esta sentado en la playa mirando hacia la infinitud del mar, ¿qué hace allí?, ¿Todo fue un sueño?. Las marcas de sus muñecas indican que no soñó.

Se pone en pie y agradece estar vestido, se sacude la arena y comienza a andar sin rumbo.

Desde que llegó, no ha encontrado nada tangible a lo que agarrarse y evitar, así, volverse loco.

Le duele todo el cuerpo, ¿cuanto tiempo lleva caminando?. Se deja caer sobre la arena... quisiera morir en ese instante. Todo se vuelve oscuro, todo es ya ensoñación... Primero oscuridad y luego una explosión de pétalos de colores Day-Glo. Una voz, ¿la suya?... ¿Se esta muriendo?

-"Al principio no había nada, todo era unidad.

"A veces me siento y observo un objeto, entonces puedo comprender aquel termino del Todo = Unidad. Observo sus diferentes tonalidades, las muescas que el tiempo le ha regalado, me introduzco dentro de ella e imagino el Genesis.

"Siento vértigo al mirar aquellos profundos lagos, debería temblar pero me reconfortan y me hacen olvidar que a mi alrededor no hay nada. Mi mente deja atrás aquello, busco el centro, la explicación de tal maravilla generadora de existencia. He dormido sobre bellas dunas, dunas que daban vida, dunas que ya he visitado tiempo atrás.

"Muestro mi alma y mi cuerpo desnudos, desnudos pues solo la pureza de alma y cuerpo traen el conocimiento puro. Varias veces caigo de rodillas exhausto, ningún saber es fácil, y menos los que exige el alma.

"Vuelvo a la cárcel física, se que algo he aprendido, pero no consigo recordar que es. Si yo relatara cualquiera de mis letargos inducidos por drogas, si tan solo pudiera explicar lo que veo en ellos... "

-"Oye, ¿estas bien?

¿Ya es de día?, una joven le despierta, parece francesa (por lo menos por el acento al usar el castellano), y él se reincorpora. Es guapa y tiene buen cuerpo, pero, él, ya no se fía de nadie. Ella le ofrece la mano, pero él la rechaza. Ella se da la vuelta y se marcha a una cabaña junto a la playa, Simon siente deseos de seguirla.

****

Todo se revoluciona en segundos, le deja solo con aquel hombre maduro al que llama tío (pero el no la mira como si fuera su sobrina). Le mira, pero el parece de piedra. Una voz suave, y sobrecogedora, inundo sus oídos con un susurro.

-"¡Mira!, ¡Hazlo!, Busca al hombre santo entre las prostitutas del local. El nos estará esperando eternamente, pero no debemos retrasarnos hoy.

(Algo, o alguien, abre los pantalones de Simon y comienza a masturbarle)

"¡Mira!, por allí va el viejo tren fantasma, solo lleva cosas y gentes que queremos olvidar. Ya, pronto, llegara el momento de montar.

(Aquello se desliza por su cuerpo hasta su sexo, el esta hipnotizado por la voz)

"¡Mira!, ¡Témelos!, son seres grotescos que debiste olvidar, situaciones y lugares que debiste dejar atrás. Nunca es tarde, pero lo bueno es lo primero en marchar.

(una sensación húmeda lo recorre)

"¿Despiertas sudoroso?, ¿tu respiración es rápida, y te intentas convencer de que nada era real?.

Piensas que yo no existo, Pobre iluso, pronto nos volveremos a encontrar."

(Aquello desaparece, Simon vuelve a la realidad y se encuentra una escena muy morbosa)

El "tío" se come a la "sobrinita", la cual viste un uniforme de camarera francesa. Simon siente una gran excitación. En ese momento la ve. Echada en el sillón, descalza y mirando unos fotos. Esta cerca de él, nadie le va a recriminar nada. Ella esta ahí tan deliciosa, se pregunta a que sabrá aquella niña, nadie le va a recriminar nada.

Agarra su pie izquierdo y comienza a chuparle los deditos. La chica intenta gritar y deshacerse de él, así que él se abalanza sobre su cuerpecillo y la sujeta los brazos. Luego no puede evitar besar sus labios que muerde lascivamente mientras roza su sexo erecto contra él de ella. Mordisquea sus mejillas sonrosadas y su cuello largo y perfecto.

La desnuda, con alguna oposición, y prosigue con el resto del cuerpo, tras atarla las manos con el cable del teléfono. Primer los muslos, que disfruta chupando y mordisqueando. Luego el sexo, que inspecciona con su lengua hasta el fondo. Mas tarde llega el torso, se detiene en sus senos frescos y juveniles. Para ir terminando llega el culito, carnoso y sugerente, el cual muerde, pellizca, y lame. Por ultimo recorre su espalda con la lengua hasta llegar a la nuca de la muchacha. La penetra analmente, y, mas tarde y recuperado de la primera corrida, por su coñito fresco.

La pregunta donde esta la cocina, ella se levanta y le pide que le siga.

Allí le ofrece5 tabletas de chocolate de fundir, Simon las coge y las pone a fundir. Ella se abraza a él, y desliza su mano en su bolsillo hasta encontrar la cartera. Simon la detiene, ella se le queda mirando sonriente y se pasa las manos por su cuerpo mientras hace gestos hacia la cartera. Simon no comprende, una voz lo aclara todo.

-Sabe que deseas comer su carne, ella esta dispuesta (el tío nos enseña a obedecer los deseos del cliente), pero has de pagar por el banquete

La voz es la de la francesita, esta aun vestida con el uniforme, a Simon le dan ganas de incluirla en el menu, ella, adivinando sus pensamientos, niega con la cabeza y mira a la niña.

Simon la cubre con el chocolate fundido y luego la mete en el horno.