Lopera Sauvege
Barcelona... El Olimpo Una residencia mas... Una playa Una bañera... el mar.
Y de las aguas surgió, como si del mismo dios de vino se tratara, de manera majestuosa, poderosa y salvaje, y hacia la orilla se encamino. su paso era lento, pero no por ello carente del salvajismo irreverente que había llevado desde su resurgir. Ebrio de todo, del alcohol, de los desengaños, de la vida.
Otro hombre aparece en la habitación, es de su edad pero viste de forma mas extravagante y el maquillaje, junto a su extrema delgadez, le da una imagen muy ambigua.
Caminaba de forma lenta, frágil, altiva, siempre arrogante y orgulloso de su condición.
Buster lo mira y se fija en las entradas que sujetan la enguantada mano, sonríen.
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Agarro al dios / efebo del vino por el brazo y lo introdujo en aquel infierno de cristal, sexo, y drogas. Le miro, miro aquellos ojos verdes / tristes y aquella boca carnosa harta de vino barato y tabaco negro, y le prometió ser su guía en el infierno.
Alguien entra en la discoteca en ese momento, Buster, ya ebrio (aunque últimamente es rara la hora en que no lo esta), se queda mirando a la nueva... Un estruendo estalla en la cabeza de buster...
¡Ladies and gentlentman!, ¡Con ustedes la incomparable... (redoble de tambor) ¡Marilyn!
Y Marilyn bajó aquellas escaleras rodando. Los ojos curiosos devoraron a la pequeña muñeca de porcelana. Su pelo castaño, un día rubio L´oreal (de allí su nombre de fiera nocturna) cubría su pálido rostro protegiéndolo de los hambrientos curiosos, sedientos de cuerpos, recuerdos, vidas. Ellos se convierten en una masa uniforme que la rodea, la atrapa, la cubre de sus jugos...
La sala / habitación estaba a oscuras, solo un haz gris de luz cortaba aquel turbador velo.
Venus surgió esta vez de la luz. Estaba desnuda y esta vez, en aquel infierno sin nombre ni forma, nadie corrió a cubrirla. Una mirada fría la observaba, ¡No estaba sola!, él (Buster) la esperaba allí sentado, ¿Pero desde cuando estaba allí?. Él se levanto y aplaudió el espectáculo.
Buster vuelve a la realidad, por primera vez es consciente de que el tema del "Coche fantástico" se repite una y otra vez por los bafflex. Mira a su alrededor hasta que avista a su amigo.
El salvaje dios / efebo del vino recorrió - atravesó aquel mar de cuerpos desnudos / sudorosos hasta él, su preceptor / guía / amante / hermano espiritual, que le esperaba en un sillón con una copa de absenta en la mano. Cuando el Wild Child llega a su altura le agarra suavemente de la barbilla y le susurra al oído algo que la fuerte música, invisible muralla, defendió de los curiosos.
El amanecer llega, es el fin de la fiesta.
Una vieja diva / sirena inicia el fin de este acto milcutrillonypico.
Buster es cargado por un par de amigos rumbo a la residencia.
El dios / efebo y su particular sileno marchan por la ciudad de neón.
¿¡Que donde van!?, pues donde descansan todos los espíritus rebeldes / salvajes, al infierno.
A lo lejos ven a Marilyn, tambaleante y sin fuerzas aunque, aun así, al ver a Buster esboza una sonrisa
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Marilyn, Venus / Eva, obligada a comer de la manzana, que la serpiente, nacida del frondoso valle de la masculina sexualidad de su carcelero / salvador, le ofrecía, como compensación por ser salvada de los curiosos aquella noche. La Blondie panther yacía rota, desnuda, cansada / sucia. Sus lagrimas inundaron la oscura sala / habitación, el se había marchado pero la había encerrado allí, y Marilyn se encontró buceando en el océano de sus lagrimas.
La ventana salto en pedazos, y un cuerpo desnudo y pálido, impulsado por litros de suero almacenado por siglos de desengaños y vejaciones, sale por ella. La pantera es libre, pues ella ha nacido para vivir así: en salvaje libertad.
Ella corre y corre entre los edificios de hormigón y cristal que rodean la ciudad de Neón. Una nueva gárgola la ve pasar, el dios / efebo, que la tenia cautiva, también puede llorar ahora que esta en soledad y su preceptor duerme.
¿De que le sirve llorar a quien nada tiene?
¿Por que ha de llorar aquel que dice no tener ya alma?, ¿O acaso miente?
La vieja diva / sirena suelta su ultimo gallo y va cayendo el telón
A los lejos se ve marchar a Marilyn corriendo, el dios / efebo / niño salvaje queda allí llorando a la luna.
El sol entraba por las rendijas de la persiana, sus furiosos rayos despedazaban el cuerpo desnudo, de sabanas y ropa, del muchacho. Este cuerpo joven que pronto se empezará a marchitar. Este pelo, el cual masajea al despertar, que pronto se caerá. No teme a la muerte, teme no morir bello, salvaje, y rebelde. Su mirada se pierde en la profundidad del espejo...
Se viste. Hace días que no pasa por casa. Su hermana le debe estar esperando.
"Ding dong
La chica abre la puerta. El efebo se introduce, hogar podrido hogar.
La chica le grita que prepare la comida y le pide explicaciones sobre donde ha estado. Su gesto no varia, es solo una grey mas.
El caldero sienta sus viejo culo en el fogón. Comienza un ritual, algo monótono, y como tal, fácil de ser abandonado.
"Tu puto cerdo, deja de beber ya, no sabes hacer otra cosa"
El la mira, con ojos vidriosos, y la sonríe.
- Cariño, vigila el caldero-
La chica se acerca de mala gana y empieza a darle vueltas.
- Cariño, acércate mas y mira si he echado la carne-
La chica se acerca mas y mira, niega con la cabeza.
- Que despistado estoy-
Empuja a la chica dentro y pone la tapa.
- ¿Que es de un buen estofado sin carne?-
La chica golpeaba la tapa, gritaba que no la gustaba la broma. El se da la vuelta y la saca, esta enloquecido y borracho, la tumba sobre una mesa y la arranca la ropa. La acaricia, la besa, la lame y muerde, y la folla salvajemente. Luego la echa de nuevo al caldero y se marcha de la casa frío como un lagarto.
Camina por sus calles grises, viendo como los águilas lloran y las colinas no se pueden alcanzar.
Soberbio ángel maldito, expulsado del cielo hallado entre sus brazos. Ahora camina borracho, furioso, buscando el final de todo y todos.
Sus enemigos sois vosotros, su furia vuestro castigo.
La muchacha sale de la iglesia, su bíblia bajo el brazo
El se acerca consumido por sus salvajes deseos y el alcohol.
La rodeo, la hipnotizo, y por ultimo la invito a montar sobre su escamoso lomo.
En un frío y oscuro callejón lo hace, en aquella gruta urbana la viola. Saborea su blanca piel, arranca sus dorados cabellos, destroza su pureza, y por ultimo la estrangula.
Sigue su camino borracho, sin temor a Dios, desafiando a Dios.
Buster se descubre en la calle, no recuerda que hace allí y el temor de haber hecho algo malo le embarga. Se mete en el primer bar que encuentra y pide una cerveza mexicana.
"Vives en tu propio mundo, encerrado en el, y cuando ves que sus frágiles pilares se van a derrumbar te pones ciego a beber y fumar hasta que te da un jamacuco..."
Palabras al otro lado del teléfono que no hacen si no reafirmar lo que el ya sabia que era.
"El ser orgulloso se quedara solo, el ser que no lo es será fácil de engañar, el que siga "la senda" tendrá que elegir."
Caminantes nocturnos, gatos negros, parias, extraños personaje, putos outsiders
"Si algo odie de aquella historia de amor fue el saber que cuando discutíamos no la vería al día siguiente para aclararlo"
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La noche de neón asfixia, mata, y revive sus corazones, trae y absorbe las lagrimas, el neófito y el salvaje mueren y renacen con sus sexos húmedos en la noche.
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Los ruidos de la ciudad se abalanzan sobre el, un nuevo día llega, un nuevo "día feliz"
Tumbado en aquel viejo colchón, ahogado en el mar de sus excesos (botellas vacías, cigarros semiapagados que agujeran las viejas sabanas, y su cuerpo, y el resto de la cama, bautizado por sus vómitos, excrementos, y el liquido derramado de las botellas), amanece el dios / efebo de los excesos. La Furia fue un sueño, pero era el aquel monstruo que en ellos mato, violo, y desafió al dios de los greys, una sonrisa perversa se dibuja en sus carnosos labios.
Se pone los pantalones y una camisa, sale a la calle protegido por unas gafas de sol, camina entre ellos (los hijos del gran monstruo, los grey) que siempre parecen perdidos.
"El día es de los grey, la noche es de los outsiders"
Dos policías le detienen por andar desnudo / libre.
Un teléfono suena a la lejos, es la muerte para posponer de nuevo la cita.
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Es de noche... en un cabaret del barrio chino los outsiders se divierten...
Enséñame el camino hasta el próximo wiskey-bar
Oh no preguntes por qué, no preguntes por qué
Porque si no encontramos el próximo wiskey-bar
Te digo que debemos morir, te digo que debemos morir
Te digo que debemos morir
Enséñame en camino hasta la próxima nena
Oh no preguntes por qué, no preguntes por qué
Porque si no encontramos a la próxima nena
Te digo que debemos morir, te digo que debemos morir
Te digo que debemos morir
Una diosa / hombre de ébano surge de las rocas del desierto.
Te digo que debemos morir, corramos desnudos juntos, porque te digo que debemos morir.
En aquel desierto de cuerpos desnudos solo el dios / efebo, y su sileno, parecen observarle.
En un arrebato de lascivia Sileno le arrebata al ídolo Jánico el velludo manto / capa que le cubría, los 2 ruedan por el suelo devorándose / follandose hasta la extenuación.
Te digo que debemos morir, corramos desnudos juntos, porque te digo que debemos morir.
El dios / efebo recoge el trofeo y se lo coloca sobre la espalda
Enséñame en camino hasta la próxima nena
Oh no preguntes por qué, no preguntes por qué
Una blanca manita aferra el cuerpo del dios / efebo, le tumba sobre sus pechos desnudos, y el se queda mirando a aquella ninfa de mirada triste.
Porque si no encontramos a la próxima nena
Te digo que debemos morir, te digo que debemos morir
Te digo que debemos morir
Se besan, se buscan entre los cuerpos desnudos, y bajo la intimidad del manto / capa (arrebatado a los oscuros / misteriosos / sensuales dioses de la noche) juegan a juegos de niños sucios.
Un teléfono dorado suena a lo lejos, "¿Quién es?", la muerte vuelve a prorrogar el momento de la cita.
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Luces de neón, el show esta apunto de comenzar, Hay que escandalizar al burgues.
Un famoso travesti baila rock´n roll con hermosos jóvenes nazis
El telón esta a punto de levantarse.
Un desdichado libertino sodomiza a una monja del sagrado corazón.
"Cuando era mas joven los trenes representaban un nuevo viaje / vida"
El niño salvaje llora, tanta vida (tanto de tanto) han acabado con el, cae fulminado al suelo pero la muerte tampoco llegara hoy.
"Cuando era mas joven, mas joven, mas joven,..."
Las luces de la ciudad de neón se están apagando, el día esta llegando, un grupo de colgados, poetas, travestis, oscuros dioses, ninfas y satiros, conducen el cuerpo del bello dios efebo a los campos eliseos.
Solo ellos comprenden,
solo ellos saben,
Ellos ven mas allá de las tinieblas.
Delgados, ojerosos, salvajes, y viciosos.
El día es de los grey,
la noche es de lo outsider,
esta es L´opera sauvage.
Un gato negro observa desde un rincón la escena, sus labios se mueven y comienza a hablar:
Vuelvo de ninguna parte, voy hacia ninguna parte, vivo para nada y para nadie.
Quien se acerca a mi se acaba abrasando, quien me amo es ya cenizas.
Madrid es tan bella, este mundo tan estúpido, el olor a carne humana quemada algo tan sugerente.
Conozco a greys (pobres diablos que creen bello este estúpido mundo), y también a esos desquiciados outsiders (yo soy uno de ellos, mas por mi alejamiento de lo convencional que por compartir su salvajismo paranoide).
¿Quieren que hable de mi?, bien lo haré.
Soy el hombre cerilla, estoy enfermo o maldito (que mas da). Hasta hace unos meses tenia corazón, alma y una amante negra como Baudelaire, hoy tengo una cajetilla de tabaco, una bodega repleta, y el botiquín bien lleno. Todos me evitan, nadie quiere morir quemado (quien les puede culpar).
Aun recuerdo (se que es a lo que han venido) como llevaban, aquel circo de freaks, al muchacho salvaje entre sus brazos, el muchacho no estaba muerto (ese golfo es inmortal) así que tranquilicen sus dilatados lagrimales, fue aquel maldito día cuando entre en contacto con los outsiders. Yo había sido músico (bastante malo si he de decir la verdad) y entonces daba mis últimos coletazos como poeta y escritor (estaba cansado de escribir gilipolleces para entretener a gilipollas que eran incapaces de seguir novelas como el almuerzo desnudo, me sentía atado y si no llega a ser por aquellos locos lo hubiera dejado). Louise, el Sileno de aquel desquiciado Dionisos, me enseño (mas bien animo) a escribir lo que quisiera y como quisiera, y así es como poco a poco me fui metiendo en el infierno de cristal, drogas, y sexo en el que Louise, al igual que lo había sido del salvaje, seria (y es aun) mi guía.
....
Buster lo observa todo desde un rincón de la habitación, Louise no esta en casa y se siente solo. Esta harto de esta situación, y ahora tiembla, y llora, de miedo, medio desnudo, en aquel rincón. ¿Qué de lo últimamente vivido es realidad y que sueño ilusión espejismo?. Esta harto de vivir entre dos mundos, de esta división en la que se encuentra tan perdido desorientado.