Song in Blue

(Parte 4- Sexo, drogas, Greco, y demás asuntos)

En otro lugar, un estudio fotografico

"Mas creíble cariño... mira a la cámara desde ahí... así"

Silvia obedece al fotógrafo, se coloca agazapada y sonriente ante la cámara. "El book debe estar listo para pasado mañana", esta tan ensimismada que ni siquiera se da cuenta de la erección que tiene el fotógrafo.

-¡Lista!-

(Flash-Foto)

Silvia recoge su mochila y se marcha tras darle las gracias al fotógrafo, mañana tendrá las fotos. El hombre se las arregla para rozar accidentalmente su paquete con el culito de la joven, ella o no se da cuenta o le importa un comino.

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Al mismo tiempo, cerca de la casa donde se aloja Charlotte, una chica, su nombre es Francoisse sale de su casa. Los nuevos cabellos de Febo saludan aquel día a Francoisse (hoy no llueve). Un nuevo día con nuevas sensaciones, pero a Francoisse no le parece así, ella piensa que todo se esta volviendo monótono (enciende un peta para apoyar su opinión): El cantar de los pajarillos es mecánico, el bus siempre llega a su hora, el tuto siempre esta en su lugar, siempre la misma gente en clase con el mismo uniforme como bandera de orgullo, siempre el mismo horario, siempre lo mismo para comer en el comedor, siempre, siempre, siempre, siempre,...

Francoisse ve desde lo lejos como el autobús recoge a la gente para llevarla al centro de la ciudad, se da la vuelta y sigue alejándose cada vez mas, y mas, y mas, y mas, y mas,...

En aquel parque eternamente él está. Francoisse no sabe donde esta, ni como volverá atrás, ni si habrá un atrás donde volver. "¿Quien eres?", pregunta aquel que de forma indefinible la ha precedido en la llegada a aquel lugar. "Soy Francoisse, ¿tu sabes donde estoy?"..."las preguntas las hago yo, pues antes llegue a el que tu"... "Eso no tiene ningún sentido, que mas dará, si lo sabes podrías decírmelo... no te costaría nada"... "Todo cuesta, nada tiene sentido, ¿y que importa donde estamos?"... "¿Tu también estas perdido?"... "Quien no lo esta, pero, ¿Tu sabes donde estamos?"... "Eso te he preguntado yo, ¿acaso quieres reírte de mi?"... "Oye si te pones así no te ayudo a regresar"... "¿Y si no quiero volver?"... "entonces ¿por qué quieres saber donde estas?"... "¿Y si quisiera hacerlo algún día?"... "Si estas aquí es porque no deseas volver jamás, nadie que halla llegado hasta aquí tenia la intención de volver allí"... "¿¡Entonces sabes donde estamos!?"... "Donde estas, yo ya estaba aquí"... "Pero... tu antes...has usado el plural...".... "Antes fue antes, además yo no me he perdido, y tampoco me importa donde estamos"... "Lo has vuelto a hacer"... "Y que importa, tu te has perdido sola, pero en este lugar somos 2 y creo que sobra una"... "Eres... ¡olvídame!".

Francoisse decide seguir andando, y anda, y anda, y anda, y anda, y anda,...

Cruza un río, una profunda garganta, parajes verdes, azules, y grises, cruza y cruza lugares, pero no sabe donde está. Un extraño olor llega hasta ella, Francoisse piensa que aquello solo puede suponer la existencia próxima de personas, sonríe pues la noche se acerca y prefiere pasarla en compañía. Mientras sigue el olor piensa en aquel muchacho que se ha encontrado antes... ¡alto!, ahora que lo piensa, ¿cuánto hace que se ha separado de aquel muchacho?. Francoisse se olvida del olor y corre hacia un lago que iluminado por la luna resplandece a su derecha, mira su reflejo y... ¿quien es aquella que la mira al otro lado?, ¿Es ella aquella extraña que se refleja en el agua?. De pronto el olor vuelve, pero esta vez es el quien se acerca hacia Francoisse. Cuando siente aquel olor la suficientemente cerca, como para sacarla de sus ensoñaciones, se gira y se encuentra de nuevo con el muchacho, este fuma una pipa de hachis y la mira con una mueca mezcla de burlona y curiosa. "Que... ¿Te has encontrado ya?". Francoisse no sabe que decir, por primera vez, desde que huyo de aquella parada de bus, se siente perdida y sin esperanzas de volver jamás allí. "Aun no has comprendido que no volverás, que te has perdido para siempre, que no hay vuelta atrás, ni salida de este lugar"... "Pero... ¿Qué es este lugar?"... "Nunca lo comprenderías, es mejor que lo dejes ser". El muchacho la hace una señal para que le siga, Francoisse tras mirarse una ultima vez en el lago le sigue cabizbaja. Sentados en aquel prado el la ofrece fumar de la pipa, los vapores del olvido la van poseyendo poco a poco, poco a poco, poco a poco, poco a poco, poco a poco,...

Todo esta sumergido en la oscuridad, Francoisse nota que 4 brazos la asen por las piernas y los brazos. Se la lleva, ¿Pero a donde?. Pasan minutos, o quizás son horas, hasta que siente que la soltaban suavemente, de pronto una luz cegadora y... ¡dios mío!, ¡esta en casa!. "Pero... ¿quien es esta gente?", miles de catatónicos la observaban, la rodean, sentados en sus sillones y dejando que sus cigarrillos se les consuman en las manos, "¿Que ocurre?", y de pronto se da cuenta que esta completamente desnuda. De la garganta de Elena solo puede salir un débil grito de desesperación, intenta salir corriendo, quiere huir, huir, huir, huir, huir,...

Se despierta de nuevo en aquel prado. El pánico se apodera de Francoise, corre y corre sin saber hacia donde y hasta quedarse sin aliento. Cuando cae de rodillas jadeando, y prácticamente ciega por el agotamiento, solo una frase se repite en su cabeza, "¿Quién soy y donde estoy?", "¿Quién soy y donde estoy?", "Quien soy y donde estoy?", "¿Quién soy y donde estoy?", ¿Quién soy y donde estoy?",...

Una taberna: Francoisse se despierta, con una cadena al cuello, sobre un extraño lecho. Esta desnuda, salvo por las botas, una babosa fumadora de opio la observa, desde el otro lado de la cadena, sin ocultar su deseo.

Trata de cubrirse su desnudez mientras observa como el ser se relame, un tirón de la cadena la indica que se ponga en pie. La biscosa lengua recorre su cuerpo adolescente, Francoisse solo tiene ganas de devolver ante la sensación repulsiva que esa lengua, sobre su piel, la produce.

Un falo viscoso trata de abrirse paso entre sus piernas, Francoisse grita y el monstruo se enfurece. La boca se hace cada vez mas grande, un apestoso hedor, Francoisse tarda un poco en darse cuenta del cambio de su destino: ha pasado de esclava sexual a cena...

Francoisse se despierta sobre el banco de un parque, no sabe como ha llegado hasta allí, tampoco quiere pregúntaselo. Tambaleándose reemprende su camino. Oye una voz y unos pasos apresurados, se gira, aunque ya sabe quien es, y saluda a su amiga Charlotte. Las dos jóvenes se sientan en un banco y Charlotte narra a su amiga lo ocurrido la noche pasada.

Apartamento en Marsella de los Grecò, han pasado unos días

-"mmm, una verdadera preciosidad, os felicito" -Les dijo Tania mientras observaba con detenimiento a la muchacha-"Mejillas carnosas, pechos grandes, aseadita, guapa, mmmm".

Tania la abraza, la besa y la lame, mientras su mano la masturba provocando los jadeos de la joven.

-"Creo que tendré que comerte" La dice sonriendo mientras la ata

La chica cierra los ojos, se abandona al recuerdo

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Kitty, la chica, se va a casa con el dinero cobrado. Remy, Luna, Anna, y Tania se quedan un rato mas para recoger.

A Luna se le cae una hoja de su portafolio, Remy la recoge y observa el dibujo

-"¿Quién es?" Pregunta Tania

-"Mi hermana" Dice Luna

Tania se relame.

-"Tráela a la siguiente sesión, me encantara conocerla" La dice

Anna y Remy salen del apartamento, cogen las llaves para ir al puerto

-"Míralos como juegan, en las tardes gris humo, con sus juguetes de niñez. Cuando les observas ves que todo es juego y azar en la vida.

"Vivir nuestras vidas a través de un espejo, todo parecerá igual a cómo es en realidad pero, observándolo mejor, veremos que es totalmente distinto.

-"Mírate, ¿donde te encuentras?, que has olvidado tus sueños", no, no lo he hecho, pero solo vivo pesadillas con un ápice de esperanza: Ella. Mírate, nos has abandonado, ¿quieres ser algo con esta actitud?",

-"oh por dios, déjame en paz. Yo aun creo en mis sueños, aun vivo de ellos, pero el mundo me devora y he de defenderme.

....... .......

-"Eyaculo, fumo, sueño, y derramo lagrimas de confusión y rabia

Un mar de lagrimas se yergue en la penumbra de un nuevo atardecer. el óvalo solar empieza a esconderse por la línea del horizonte... llega el clímax. El mar destelleante se fragmenta en miles de tonalidades del naranja, el azul, y el blanco.

¡Es la hora!, ¡ha llegado la hora!, miles de almas se apoderan de la arena, danzan y beben, danzan y sienten, danzan y buscan el secreto que hay en esa playa.

-"¿Sabes una cosa?, a veces oigo voces en mi cabeza y siento espiada mi mente, violado mi pensamiento. Otras veces camino por distintas calles, disfrazado con distintas pieles, y visito distintas épocas / distintos lugares. En ocasiones me dejo poseer por mi nueva vida, en otras camino consciente de quien soy y de que aquello es solo ilusión.

Ryo y Ana caminan por la playa, bajo el bikini de ella se puede ver el tatuaje, un enorme dragón azul, que cruza su cuerpo.

-¿Leíste la carta? Dice ella

Ryo vuelva a atrás, a su habitación, y la lee, mentalmente, de nuevo

Querido Remy, ¿cuánto tiempo, no?. Aquí me tienes en Brasil

Vivía desahogada hasta ahora, una muchacha de buen corazón, de esas que a todo el mundo una mano echa, se encargaba de todo en la casa. La muchacha, en cuanto me vio nueva, no dudo en prestarme sus servicios. Todos los días a limpiaba la casa, estaba yo muy agradecida y cuando podía la compraba dulces y regalos para agradecerle sus servicios (y de paso cogiera color y kilos). La muchacha los aceptaba por no hacerme un feo.

Un día llegue con 2 niños, como compañía, de un paseo

-¿Son sus sobrinos? (pues así se los había presentado), que guapos son Dijo la muchacha

-Si... Verdad que están para comérselos Dije con una malévola sonrisa mientras pellizcaba el carrillo de la niña

Los lleve a la cocina, mientras la muchacha feliz barría.

Un leve llanto la debió despertar de sus fantasías, su corazón se debió enternecer y dulcemente se dirigió a la cocina. Allí vio desnudos el niño y la niña, y a su lado un enorme caldero donde los pensaba cocinar. (Los niños son fáciles de conseguir, las favelas están llenas y cuando desaparecen nadie los reclama. Es muy fácil llevar acabo mi pequeña afición)

-Dos gordos y tiernos niños para comer, y quizás una jugosa muchacha para cenar. Cantaba yo

Al oír esto la muchacha quiso huir, pero tengo buen oído, la había sentido, y con agilidad la atrape.

-Tus mejillas comeré, de tu sangre beberé, y tu carne gustosa cenare,... Canturreaba mientas metía a la muchacha, atada y amordazada, en la despensa hasta que llegara la hora de cenar.

Me acuerdo mucho de nosotros.

Besos: Anna

Ana le sonríe, y la blancura de sus dientes hace temblar a Ryo, y vuelve la cabeza hacia la infinitud del mar antes de comenzar a hablar:

-"Vivimos entre nubes, esperando que salga el sol, y cuando estas se disipan esperamos que no vuelvan ya.

"Cuando la noche cae, los ángeles oscuros, como yo, se deslizan por las esquinas.

"Las luces de aquel coche. Las faldas de las putas. Los ángeles de neón. Las mascaras de los caídos, y los cadáveres de los una vez alzados.

"No hay ningún ruido, todo esta mudo, pero ese silencio es también molesto

"He caminado por esta jungla de asfalto demasiado tiempo, como un soldado a quien nunca hubieran anunciado el final de la guerra.

"De pronto el ruido estalla, la gente corre, las bestias renacemos y luchamos, agarran sus pistola y corro.

Mas no hay pistola, ni noche, ni bestias.

Todo es un sueño

All is a dream

"Sueño, sueño con ella, y la veo, y te veo a ti. Todo pasa tan deprisa, y el tiempo va tan despacio. El suelo se abre a mis pies, solo tengo ganas de llorar y gritar tu nombre, pero se que no lo oirás... ¿Por qué me odias tanto, Remy?.

Remy no contesta, se gira y emprende el camino de regreso al apartamento.