miprimita.com

Una Fantasía que se me cumplió

en Hetero: General

Una fantasía que se me cumplió

La historia comienza un día en que los dos quedamos en encontrarnos como ambos vivimos muy separados tu tienes que viajar en avión yo te espero en el aeropuerto con todo preparado pues ese es el trato.

Me desespero pensando en como serás, si te reconoceré al verte, yo estoy vestido con mi traje nuevo un terno muy elegante color plomo, la verdad no gusto mucho de vestirme tan elegante pero este es un día especial y como acordamos yo te esperare a la salida del pasajeros internacionales con mi traje plomo tu vendrás con un vestido rojo.

Comienza a salir la gente pero no veo a nadie de tu edad, ni con las señales que me diste quizás no vienes?, te arrepentiste, o se retrazo tu vuelo?, no es el numero de vuelo que tu mismo me facilitaste, casi resignado miro otra vez y de pronto allí estas, tal y como me imagine, nunca te había visto ni en foto, y sin embargo los dos nos reconocimos de inmediato, los dos sabíamos quien erramos, en efecto entallabas perfectamente en un vestido rojo muy llamativo como corto, al principio no distinguía bien tu rostro pero si tu cuerpo, lo primero que me llama la atención de una mujer son los senos, unos senos grandes y firmes que seas posible maniobrar con mis manos que son grandes y con dedos largos, y ni que decir de las caderas unas caderas amplias con un culito bien formado y redondito que sea posible encajarlo muy bien, y para cerrar una cinturita que pueda arrugarla con mis manos eso es lo que esperaba y bien aunque tus nalgas no sean tan grandes como desearía de lejos se aprecia que lo que tienes es muy redondito y eso si bien paradito, al acercarme por un instante dudamos, pero en cuestión de segundos reacciono me ofrezco a llevar tu maleta, no es muy grande eres una chica practica lo se, pero muy prevenida, saludos, no somos del tipo que saluda mucho, mas bien decimos cosas con la mirada, cosas que no se pueden decir con tanta gente a nuestro alrededor, pero que pronto las gritaremos.

Pues bien después del encuentro, salimos del aeropuerto al auto que nos estaba esperando, abro la puerta para que puedas entrar y mientras te acomodas en el asiento guardo tu maleta en la cajuela, al entrar al auto te sorprendo dando unos retoques a tu maquillaje

hace calor –te digo tratan de hacer mención a otro tipo de calor.

Si un poco – respondes a la vez que parece un poco cortante tu voz

Deseas comer algo antes.

Regresas a ver como admirada de mi pregunta, como diciendo ¿antes de que? Pero sabes muy bien a que me refiero, y prefieres responder como evitando el tema.

No, comí algo en el avión, por ahora deseo cambiarme de ropa y descansar un poco.

OH, si me encanta esa actitud tuya hace mas interesante el momento, no puedo discutir que las chicas fáciles hacen la vida mas alegre pero es mas emocionante una chica que quiera darse de difícil, eso si me fascina. Sobre todo el descubrir en tu mirada ese deseo de estar a solas en un lugar privado e intimo, pero que no quieres dejarte notar.

En el camino no se habla mucho solo preguntas irrelevantes, que no vienen al caso, además el viaje es corto apenas 10 minutos del aeropuerto, lo había planeado todo y no quería cansarte con otro viaje largo.

Al entrar al lugar de inmediato pasamos a la habitación que no esperaba impaciente, al entrar te sorprendes:

vaya tienes buen gusto para escoger los lugares, me gusta

Dejo tu maleta a la entrada y pongo la señal de no molestar, el champang esperaba entre unos hielos perfectos para esta época del año en la que hace tanto calor, lo miras como desinteresada y me dices:

voy a refrescarme un poco, te importa?

Sigue estas en tu casa – te respondo de inmediato con una sonrisa.

Mientras yo preparo todo, no podrás resistirte a lo que esta por venir. Aflojo el nudo de mi corbata y me la retiro no la necesitare mas, pongo dos copas de chanpang cuando oigo que estas por salir y espero sentado al filo de la cama. De inmediato sales distinguiendo únicamente una toalla a derredor de tu cuerpo, eso si es excitante tu cabello largo aun mojado, se contonea al ritmo de tu cuerpo al acercarse a mi de inmediato tomas la copa que adivinas es para ti, parecer a ver dejado tu frialdad en el baño y sonriendo aclaras tu voz:

Salud por los nuevos amigo.

Salud -en efecto buenos amigos, que mas podíamos ser.

Mientras tomas toda la copa de un solo trago yo apuro en servirme otra a mi y por supuesto a ti, pareces acercarte mas a mi como esperando algo, es hora de comenzar el juego, me levanto separándome bruscamente de ti, me miras asustada, y te interrumpo algo que querías decir haciéndote una pregunta fingiendo un poco de timidez e inocencia:

Quería pedirte un favor, no se como lo tomes, no me conoces muy bien, solo por las cartas que nos hemos escrito, pero aun así, deseo pedírtelo.

Levantas tu carita sorprendida sin saber que decir.

Dime pues?

Es que he soñado con poder afeitarte tus partes intimas, si no te molesta.

Ríes estrepitosamente, mientras yo miro atemorizado de haber cometido algún error agacho la cabeza, cuando al fin dejas la risa atinas a decir.

Esta bien aunque te advierto que no tengo mucho bello pubico.

No importa – respondo de inmediato.

Esto va a ser interesante.

Acomodo rápidamente una almohada en el sofá y te invito a que te acomodes, caminas unos pasos, y te detienes frente al sofá, das la vuelta.

Bien para que lo hagas mas cómodo tengo que quítame esto –refriéndote a la toalla

Lo haces lentamente, a propósito, primero dejándome ver uno de tus senos hermosos pero un poco caídos, por el reciente duchazo talvez, a continuación el derecho y el resto de tu piel blanca que se percibe muy tersa y muy ardiente, casi sin defectos, y vas separando la toalla hacia tu ombligo y me obligas a ver tus piernas que no me había fijado hermosas, esbeltas y muy bien contorneadas, hasta que definitivamente decidiste deshacerte de la toalla, lo hacías como si nadie te viera aunque estaba claro que lo a hacia para aumentar el ambiente de erotismo y sensualidad.

Me deshago del saco de mi traje, y me acerco con mis implementos hacia ti –Espera – me dices. Mientras veo claramente como te acomodas en el sofá que prepare par ti en efecto tu feminidad esta casi libre de bello una única línea vertical que sigue hasta tus entre piernas es lo único que logro vislumbrar para este momento ya mi pene comenzó a pararse si ningún control y como no, viendo estas bellas imágenes, en ese momento te oigo decir:

ya me viste desnuda y no te voy a dejarme hacer nada, si antes tu no te sacas toda esa ropa.

A y hazlo despacio quiero disfrutar del show.

En efecto sin decir nada así lo hice, y sin mas preámbulos comencé desprendiéndome de mis prendas, al que quedarme solo con mi interior te vi claramente morder tu labio inferior, quizás imaginándote ya el bulto que tenia para ese entonces mas que duro y bien erecto, luego me desprendí del interior y de inmediato me acerque hacia ti, agachándome para alcanzar la jarra con agua tibia y mezclándola con un poco de jabón unte poco a poco la espuma sobre tu feminidad, con los primeros toques un poco nerviosa diste unos pequeños saltos luego te fuiste acostumbrando poco a poco a mi caricias y las del aparato mientras iba pasando haciendo líneas verticales hacia abajo, de ves en cuando notaba que de en medio de tus labios mayores salía un liquido que se mezclaba con la espuma, en poco tiempo acabe, cerciorándome no haber dejado ningún bello manoseaba suavemente tus piernas abriéndolas lentamente, tu preferiste cerrar los ojos y echar tu cabeza hacia atrás, yo comenzaba a limpiar los resto de espuma, hasta dejarla muy limpiecita, eso si me gusto ahora si una vajina como a mi me gusta, ni que hablar estaba como para comérsela, por supuesto ese era mi propósito, pero antes tome un poco de esencia de rosas que había conseguido especialmente para la ocasión, me lo unte en la manos y luego sobre la zona que acababa de afeitar, alzaste de inmediato la cabeza con los ojos cerrados pero la boca entreabierta, de inmediato note que tus labios mayores comenzaron a mojarse pero esta vez ya no había espuma lo había limpiado todo no hay duda son tus jugos sexuales, deliciosos jugos que propician una buena penetración, no espere mas y comencé a besar tus muslos mientras los ubicaba alrededor de mis hombros uno a cada lado, empecé lamiendo mordisqueando y acariciando tus piernas, note como te estremecías cuando mordía la parte de atrás de tus muslos, para cuando estuve de frente a tu vajina solo pude discernís unos labios abiertos de para en par y chorreando sus líquidos como ninguno, sin duda esperabas que me dirigiera allí, y así comenzaste tus gemidos, -si, si, sssssssssi, asi , sigue, - pero de inmediato pase a la otra pierna, vi como con tus ojos cerrados mordías otra vez sensualmente tu labio inferior, eso me éxito mucho y decidí volver rápidamente a ese banquete que estaba frente a mi, cuado menos lo esperabas te di un fuerte beso sobre tu húmeda vajina chupando fuertemente todos tus jugos, a lo cual respondiste con un estremecedor grito, abriendo tus ojos y al mismo tiempo cerrando ligeramente tus piernas, tome otra vez tus piernas rodeándolas con mis brazos y acercando mis manos al inicio de tu huequito, allí con mis dedos índices abrí tus labios mayores y luego los menores, buscando tu clítoris, un botoncito ya muy bien parado para ese entonces, lo tome con mis labios intentando jugar con mi legua y morderlo de ves en cuando, respondías tu con esos gemidos cada vez mas seguidos hasta que al fin tu primer orgasmo, inundaste todo tu sexo y yo me lo lamí todo aumentando lo que para ese entonces eran gritos como desesperación, entonces baje mi mano por detrás y a la vez que lamía tu clítoris introducía primero lentamente mi dedo en tu huequito hasta llegar a unos movimientos muy acompasados en los cuales tu cada vez levantabas mas tu cadera para que yo pueda meter mas mi cara en tu sexo, entonces metí mi dedo pulgar en tu ano, y sentí como te estremecías, ahh pero eso si que te gustaba, no solo que alzabas tu cadera sino que ahora la movías circularmente, no se cuantos orgasmos mas tuviste en esos momentos, deberías describirlos tu mismo yo diría que algunos....

Después de unos momentos tu un poco cansada por el movimiento y yo por la posición, deci levantarme, y tu lo hiciste al instálate lo mismo pero con reflejos admirables agarraste con tu mano derecha mi pene que estaba mas que ansioso de entrar en esa cueva inundada que era tu vajina, bien agarrada de el me jalaste hacia ti, y con ojos de desesperada me pediste que te dejara mamarlo tan bien como yo te hice a ti, y te respondí – todo a su tiempo, vas a comer verga hasta que te canses te lo aseguro, ahora hay otra sorpresa para que la disfrutes.

me tienes como una perra en celo, y ahora dime que me vas a dar, porque si manejas tan bien como tu lengua, voy a morir de tanta excitación y aun no me has penetrado.

Te aseguro que no te dejare morir hasta eso – le dije desafiante.

Eso espero, porque también te voy hacer gozar como ninguna perra te lo ha hecho antes.

Entones te amarque con mis brazos ese delicioso cuerpo con olor a sexo, y lo lleve hacia la cama en donde lo solté, te dejaste caer boca arriba, y luego le di la vuelta, eran esas redonditas nalgas las que me interesaban, entonces rápidamente saque el aceite que suelo usar para dar masajes, un aceite especial con una fragancia única y que las chicas usan para atraer un macho en la playa mas que para broncearse, en fin me lo unte en las manos y otro poco sobre la espalda, estaba un poco frió pero no lo notaste, comencé a masajear suavemente comenzando en el cuello, primero suavemente la primera pasada y luego con mas fuerza las siguientes, así pase por tus manos, tu espalda, axilas, hasta llegar a tus glúteos, que glúteos, esto es un culo deseoso de se ensartado, llenarlo de leche, de este pene deseoso de meterse por ese huequito que no se notaba muy dilatado, pero termine primero masajeando tu piernas y por ultimo tus pies, entonces me ubique detrás de ti y abrí ligeramente tus piernas, los suficiente, para llegar con mi lengua hacia tu culo, el cual lo lamí detenidamente mientras gemías como un perrito adolorido, si que te gustaba, quería comerme esas deliciosas nalgas, pero no aguantaste mas y me dijiste, que deseabas ya mi pene en tu boca, te dije –bueno, pero a mi me encantaría hacer un 69 –como sea -respondiste

-solo quiero comerme esa deliciosa verga.

Me recosté con mi pene hacia donde estaba tu cara y no lo dudaste te lanzaste sobre mi abriendo muy bien tus piernas y haciéndome llegar tu sexo a mi boca, y comencé otra vez mi tarea de lamer, chupar morder, y meter mis dedos por todos los huecos que hallaba, tu por tu parte recibiste mi verga calientita con tu boca bien abierta y sentí hasta tu garganta, y allí estabas tu sobre mi haciendo un 69 espectacular mamando mi pene como una desesperada, queriéndome esprimir de tanto chupar, ahhh que delicia si que lo disfrute, no ha habido otra mujer que mame tan bien como tu , lo hacías tan bien que merecías un premio, así que me esforcé para que tuvieras otro orgasmo allí sobre mi mojándome toda la cara de tus jugos, y al poco rato no parecías cansada comenzaste otra vez a devorar mi órgano que no podía mas y estaba a punto de reventar, lo chupabas por los lados bajando hasta mis bolsas que a ratos las levantabas y las chupabas suavemente una por una, luego sacabas tu lengua, y solo lamías de abajo hacia arriba una y otra vez, para finalmente meter la cabeza de mi pene en tu boca y masturbarme con la mano, gozabas tanto mamando lo pude notar con el gusto que lo hacías, pocas mujeres lo hacen, hasta que al fin después de tanto trabajo no pude mas y chupaste tan fuerte que termine corriéndome en tu boca, llenándola de semen que quemaba, al principio abriste la boca dejando caer algo sobre tus manos, mientras me regresabas a ver, pero al darte cuenta lamiste otra vez y te lo tragaste todo, limpiaste poco a poco mi pene de los restos de semen que quedaba, mi pene estaba tan sensible que casi me hacías gritar, te diste cuenta y comenzaste ha hacerlo mas suave pero aun así mi pene no perdió totalmente su erección a lo que te sorprendiste y me regresaste a ver con esa mirada tuya, maliciosa, y provocadora, pero sobre todo deseosa que te lo encajara en tus otros huecos y siguieras disfrutando.....

La historia no termina allí pero dime te gusto como la conté, estas de acuerdo, te excitaste, me encantaría que te masturbaras o que tengas sexo, cuando la leas y si quieres saber que mas paso escríbeme.