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La vendedora

en Hetero: Infidelidad

"La Vendedora, un centro comercial"

Lo que les relataré a continuación fue algo que me ocurrió hace apenas unos 4 meses. Tengo 32 años, soy casado desde hace 8 y a decir verdad no me considero un adonis, mido 1.75 soy moreno claro, de complexión mediana, y mi aspecto en general podria ser el de un tipo demasiado serio. Soy amiguero y creo que en eso ha estribado mi suerte para conocer y relacionarme con mucha gente.

Tenía la intención de comprar un auto - estéreo y con esa mira me acerqué al departamento de electrónicos de esa tienda en la ciudad donde vivo, ahí conocí a Laura, ella era quien atendía muy amablemente las ventas de los equipos que eran de mi interés.

- Buenos días, ¿Le puedo ayudar en algo? Se acercó con una amplia sonrisa para atenderme.

- Si señorita, mire, estoy buscando un estero para mi auto, busco uno con capacidad para reproducir audio de todo tipo (mp3, wma, etc).

Me mostró algunos equipos que en realidad me gustaron bastante pero en definitiva lo que mas me gustó fue su sonrisa por lo que mostrando mi mejor cara e intención de ligar le estuve respondiendo en medio de sonrisas. Me sorprendió que me cuestionara si todo el tiempo reía por lo que opte por ponerme serio y decirle que solo lo hacía en presencia de alguien que me recibía así, sonriendo.

Le pregunte la edad y me dijo que tenía 28 años y que si mi intención era coquetearle, que tuviera cuidado y no se fuera a enterar mi esposa.

- ¿Cómo sabes que soy casado? Le pregunté volviendo a sonreír con cierto nerviosismo.

- Es evidente que un hombre de tu edad no estará soltero y menos si tiene esa manera tan amena de acercarse a la gente. ¿Dónde está tu esposa?

Martha se encontraba a 3 o 4 m. Detrás de mi viendo los televisores, por lo que con toda la tranquilidad le respondí a Laura, quien era mi esposa.

Se sorprendió y siguiéndome el juego del flirteo, me acuso de colmilludo, que como era posible que aun delante de ella me pusiera a coquetear, a lo que nuevamente respondí que solo lo hacía si mi interlocutora era una mujer tan bella como ella y no se ponía nerviosa ante mis galanteos.

Laura es morena con pelo lacio negro a media espalda, ojos rasgados, unos labios delgaditos y boca mas o menos grande, que sin mentir desde el primer momento que vi su sonrisa se me antojo para una buenísima mamada. Tiene unos pechos que parecen globos, firmes talla 34 D, una cintura no muy pronunciada pero llamativa y un traserito que bien merece un par de nalgadas suaves durante el cachondeo.

Termine comprando el estéreo y al darme la nota para pasar a recoger el equipo me dijo, al reverso esta mi número telefónico, si el equipo tiene alguna falla, no dudes en llamarme. Todo esto mientras me guiñaba un ojo y mordía deliciosamente su labio inferior.

Revisé la hoja y rápidamente anote el numero en mi móvil para que no se m perdiera pues debía entregar la nota y ella lo sabía.

Al día siguiente, ni tardo ni perezoso, le marqué y me respondió, como en su móvil el numero le pareció desconocido contesto con cierta reserva, pero su voz cambio de tono cuando le dije quien era.

Quedamos de vernos y esa tarde solo salimos a tomar un café en un restaurante muy alejado del centro de trabajo de ella y de los lugares que normalmente frecuentan nuestras amistades. Ahí estuvimos platicando un buen rato y de pronto ante mi mirada insistente a sus pechos y su boca me dijo que si estaba pensando que en esa primera salida terminaría acostándose conmigo estaba equivocado. Muy tranquilamente le respondí que yo no llevaba ninguna prisa y que si ella estaba ahí era porque también deseaba lo mismo. Ella solo se rió y me dijo que seguro estas de que me acostaré contigo.

De regreso, en el auto, nos estuvimos besando mientras manejaba y nos empezamos a tocar, era algo loco porque había momentos en que perdía concentración sobre la calle. Pero no podía dejar de acariciar esas bellísimas tetas, mientras ella se entretenía acariciando mi entre pierna que para ese momento ya mostraba los efectos de sus caricias. No es de presunción pero mis 18 cm hicieron que ella se emocionara y me bajara el cierre para meter su mano liberar mi erección y acariciarla directamente. Mi avance por la calle se hizo mas lento en lo que nos cachondeabamos. Ya había empezado yo a tocar su conchita sobre el pantalón y pude claramente sentir en la caricia que ella llevaba una tanga y lo que mas me calentó fue el sentir su monte venus completamente depilado.

Se lo pregunté y me dijo que si, que a ella no le gustaba andar "greñuda" y que se sentía mas cómoda, mas segura, mas mujer así, sin nada de pelo pubico. Para ayudarme abrió su pantalón y lo bajo a media pierna, mostrándome así su vientre plano, un ombligo muy coqueto y mas abajo la raja de su cuquita perfectamente depilada. Como pude, deje ir mi dedo medio sin dejar de manejar, en medio de sus labios mayores y claramente sentí la humedad de su cuquita mientras ella cerraba sus ojos suspirando y aflojando un poco la presión de su mano sobre mi falo.

Se recostó como pudo hacia mí y me empezó a besar suavemente la cabecita y luego la cubrió con su boca presionando todo el glande con sus labios casi pierdo el control del auto mientras sentí esto, por lo que opte por estacionarme en el primer callejón que encontré ya casi oscureciendo. Nunca me habían dado una mamada en el auto por lo que me empecé a preguntar que haría al terminar. Mis manos siguieron trabajando, una en su puchita ya por demás mojada y la otra en una de sus tetas, que tenía unos pezones chiquitos al igual que sus aureolas, erectos durísimos y con una tersura que pocas veces he podido llegar a tocar.

De pronto, la sentí tensarse y aprisionar mi mano entre sus piernas tan fuerte que casi creí que me la arrancaría, pero aun en medio de este orgasmo nunca dejo de mamarme ni acariciarme los huevos muy suavecito y con la yema de los dedos. Se saco la verga de la boca y me dijo no te detengas, por lo que seguí tocándole pero ahora, ya no solo la tocaba sino que empecé un mete – saca de dedo en su panochita que la hacía marcarme un ritmo igual al que llevaba mamandome.

Jadeaba, se torcía pero no soltaba mi caña. Cuando no pude mas, ni avisarle bien, y solo le dije

Ya, ya....

La sacó de su boca solo para decir

- Damelos papi

y la volvió a engullir en el preciso instante en que mi venida caía directamente en su boca y hasta su garganta. No dejó de mover su boca con el ritmo que traía hasta que tragó la última gota de mi leche cuando sentí que me volvía a apretar la mano con sus piernas, me mojaba y me aprisionaba el dedo que tenía dentro de su conchita.

La deje en su casa y antes de despedirme de ella le pregunté si ya había cambiado de opinión, me dijo que no, pero que la prueba le había gustado y que creía que el irnos a la cama sería muchísimo mejor, pero no en esa ocasión.

Durante la semana le seguí llamando a su móvil, fantaseábamos, nos reíamos y prácticamente no descuidábamos un tema de conversación, aun de nuestras familias, ella tiene una nena de 2 años.

El fin de semana me escabulli de un compromiso que tenía con mis jefes y pretextando en casa ese compromiso fui por Laura al trabajo previa llamada telefónica. Aceptó la invitación sin reparos y me dijo que no tenía pendientes que había dejado a su hija en casa de su comadre, que también tiene una hija de la misma edad, así que no habría límite de tiempo en nuestra escapada.

Llegué por ella y casi se me cae la quijada de verla como iba vestida, llevaba un pantalón blanco casi transparente en el que a leguas se notaba que traía una tanga de hilo ya que no se marcaba en sus nalgas una prenda mayor. Una blusa de tejido que permitía ver mas de lo común y con unas de esas cubiertas color piel para los pezones, que hacían parecer que no llevaba brassiere, y evidentemente así era.

Se río de mi por la manera en que me quede viéndola y me dijo que no era para tanto. La besé y arrancamos del lugar lo mas rápido que pude. Ya en camino, le pregunté si quería ir a algún lugar en especial y solo se limitó a besarme y a tocarme la polla que solo de verla ya estaba enderezándose.

Me enfilé al motel que me quedaba mas cerca, entré, baje la cortina eléctrica y cuando fui a abrir su puerta bajó, me tomo por el cuello y me beso. Paso sus manos a mi cinturón y mi cierre y bajo rápido mi pantalón mientras yo hacia lo propio con su ropa. Subió su blusa sobre sus tetas y así recargados en el auto se subió en mi enredando sus piernas en mi cintura y de una se dejo ir los 18 cm de mi caña en su puchita que estaba completamente mojada. Le pregunte si ya tenía rato caliente y me dijo que desde que le había llamado para pasar por ella empezó a sentir humedad en su conchita.

Como pude la llevé dentro de la habitación y así parado, con ella en mi cintura continuamos mientras sus tetas se repegaban contra mi pecho. La recargue en la pared, sin dejar de cogerla, y me pedía mas y mas hasta que se vino bañándome las piernas. Me dí la vuelta y la puse en la cama, le abrí las piernas y le empecé a mamar el coñito hasta que tuvo otro fenomenal orgasmo, lo pude sentir por la manera en que me mojaba y me apretaba con sus piernas y como se clavaban sus uñas en el cuero cabelludo de mi cabeza.

En cuanto recuperó noción de donde estaba me jaló hacia la cama y me dio unos cuantos lengüetazos y se subió en mi. Nunca me habían hecho algo así. Se puso en cuclillas y como si fuera una sesión de sentadillas empezó a moverse sobre mi verga a una velocidad que parecía que no tendría mas por mucho tiempo, o como si no hubiera cogido desde siglos atrás. La presión de las paredes de su vagina eran exquisitas y la manera de darse el sentón y moverse hacia arriba eran tan calculadas que en ningún momento mi palo dejó de sentir su humedad y su concha aprisionándomelo. Ya no pude mas y se lo dije y casi en el mismo instante ella también se vino.

Así fue, por un buen rato, nunca se lo había hecho tantas veces a una mujer. Los seis orgasmos que mi hizo disfrutar fueron lo máximo que he sentido y ella se fue bien recompensada con 8 orgasmos que según me dijo le habian dejado completamente llena después de casi año y medio de no tener relaciones ya que su ex esposo no la había tocado en los últimos seis meses que vivió con el mas el año que había permanecido sin salir con nadie.

En la siguiente salida, aunque con miles de trabajos terminó dándome el culito. Pero eso lo contaré después.