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Mi vicio

en Jovencit@s

" Mi vicio "

Despertando.

Estoy por terminar mi carrera en una universidad de aquí de mi ciudad, me llamo Paula Adalin, tengo 21 años, y no considero ser demasiado extrovertida, de hecho mis destrampes si se le pueden llamar así los hago solamente en mi habitación y a solas.

Porque? Porque mis máximos destrampes hasta ahora han sido masturbarme como una loca con lo que tengo a la mano o con mis propias manos en el momento en que la calentura se me sube. Creo que soy muy miedosa y por eso no he buscado con quien desfogar mi temperamento. Increíble? Puede ser pues así como lo leen a mis 21 años a los mas que he llegado con un chavo es a besarme con respiración mas que agitada pero termino huyendo.

La primer vez que me masturbé tenía apenas 11 años, es mas, casi estaba por cumplir los 12, no sabía que era eso y nunca supe su nombre hasta que en el grupo del colegio privado al que asistía escuché furtivamente a una de mis compañeritas platicarle a otra que era lo que hacía a veces en el baño, mientras su interlocutora solo pelaba los ojos al oír la candente historia y mas aun cuando la primera sugería que lo probara.

Esa primera vez, como cualquier primera vez creo yo, nunca la podré olvidar. Estaba viendo una película en mi cuarto por el sistema de cable y me quedé dormida. Cuando desperté que sería cosa de la media noche, estaba todavía la TV encendida y en ella se exhibía una película erótica. Las escenas que pude ver en ella sin saber porque me empezaron a inquietar. Como tengo la costumbre, hasta la fecha, de acostarme con una almohada entre las piernas y dormir desnuda, de pronto noté que mi cuerpo estaba tomando un movimiento casi involuntario al mismo ritmo del que podía ver en la película en una chica a la que le estaban haciendo un tremendo trabajo con la lengua en la entre pierna.

El roce de mi vulva contra la almohada pronto empezó a surtir efecto y noté con mucha curiosidad que me estaba humedeciendo, al principio me asusté, pero estaba ya tan acelerada mi excitación que me deje llevar por el movimiento, la sensación y las imágenes que veía en la TV. El cuerpo de la mujer en la cinta se arqueó de pronto seña de la cúspide de su placer y yo sin entender que era eso y al ver lo agradable de mi caricia en mis labios mayores y mi clítoris continué ya casi con los ojos cerrados y sin atender a la pantalla del televisor. La humedad de la almohada se paso a la parte interna de mis muslos y la sensación nunca me desagrado por lo que al continuar con mis caricias mi éxtasis no se hizo esperar. Me cegué por un instante, me perdí por completo de mi misma. Apreté la almohada entre mis piernas me estiré echando la cabeza hacia atrás mientras sentía que algo caliente me recorría todo el cuerpo y lo sentía salir en líquido por mi vagina. Mi respiración tardó mucho en componerse, pero no pude darme cuenta de esto debido a que una riquísima somnolencia me venció.

Por la mañana al levantarme me di cuenta de algo de lo que no me había percatado en mi cuerpo. Mi monte venus empezaba a llenarse de un suave pelambre que a decir verdad no me agradó por lo que sin preguntar nada a nadie decidí darle fin. Me fui al baño de la recamara de mi hermano, le tome el rastrillo de afeitar y así como veía que el hacía con la espuma y rastrillo, así hice. Fue una salvajada. Me hice algunas escoriaciones con las navajas pero eso no fue lo mas doloroso, todavía después se me ocurrió usar el after shave de mi hermano cosa que empeoró mi molestia. En fin. Después leí aquí y allá en la internet de varios consejos para depilar esa área y como si fuera una gran experta a escondidas de mis padres empecé a comprar productos que hasta hoy día me hacen mas llevadero este trance. Pero bueno, creo que me he desviado de lo que quería decir.

Después de esa primera vez, cada que podía repetía mi acto, ya fuera con una almohada, con las sabanas, luego descubrí que en la esquina de mi escritorio donde hacía mis tareas era también un buen lugar; el recipiente del desodorante, con esa forma fálica también fue victima de mis juveniles pasiones.

Un día ya a los 14 años, cuando me preocupaba mas por mi figura, se me ocurrió la idea de hacer algo de spinning en la bici fija de mi hermano. Caramba, por que no lo había hecho antes? Me dije al sentir como se acomodaba la forma del asiento en mi entrepierna y alcanzaba a rozar además de los pliegues de mi vulva, la puntita de mi clítoris, y era diferente la sensación a cada posición que podía tomar en el aparato de ejercicios. Como en esa ocasión estaba sola, decidí sacarme el short de lycra para quedarme desnuda de la cintura para abajo y poder sentir mas directamente el contacto y movimiento de mi cuerpo contra el asiento de la bici fija.

Ese también fue uno de los orgasmos mas memorables que he tenido. Con decirles que hasta me caí del asiento y fui a terminar en medio de espasmos orgasmicos con mis manos entre las piernas a la alfombra del cuarto de mi hermano.

Como el casi no usaba el equipo de ejercicios se lo pedí y me lo llevé a mi recamara y lo puse por un lado de mi cama, justo enfrente de un espejo grande que tengo para ver mis caras al momento de "ejercitarme".

La Red.

Cuando cumplí los 15, me regalaron una PC con conexión a internet. Que regalo tan maravilloso. Que alcances tiene. Ahí he conocido gente con cada idea tan rara que ya deben saber de que hablo. Uno de ellos me inicio en el famoso cyber sex (vaya manera de llamarle a una paja frente a la PC). Me prendía muchísimo lo que me escribía, de hecho me sentía enamorada de el, que tontería y bueno, era comprensible, casi no salía, era una niña bien, así que mi contacto directo con gente del sexo opuesto que pudiera implicar un "riesgo para mi pureza" (palabras de mi padre) era prácticamente nulo.

Mi mayor placer fue el día en que mi cyber novio en turno, casado por cierto, o al menos eso decía el, compró una web cam y me mostró su miembro en total erección, como se lo acariciaba, como se desnudaba frente a mi por completo, y como se masturbaba hasta llenar la palma de su mano con su semen. Que locura. Esa primera vez que lo hizo para mi, me vine como pocas veces, me escurrí, lance chorros de humedad con mi vagina y el asiento de mi silla quedó completamente mojado.

Hasta ese momento, solo me había masturbado tocándome por encima de mi vulva. Solo eso. Pero el, me dijo como ir introduciendo uno de mis dedos en mi vagina. Y eso lo hice en esa ocasión. El día en que lo vi por la cámara. Apenas me estaba reponiendo de mi primer orgasmo y veía como su pene se iba poniendo flácido después de eyacular mientras seguía acariciándome levemente mis labios mayores, cuando el me pidió que siguiera acariciándome y que con mi dedo medio, solo con ese me acariciara en dirección a mi vagina. Yo estaba tan caliente y tan deseosa de mas, que no me detuve. Teníamos rato, meses, que los dos al hacer este tipo de sesiones nos escuchábamos y hablábamos mediante el servicio de audio de los mensajeros (msn no sirve por cierto, es una porquería, les recomiendo Yahoo, es lo mejor en audio y video).

Lo escuchaba agitado y veía su miembro ser acariciado con lentitud y con rapidez, mientras escuchaba su voz diciéndome que le gustaría estarme haciendo. El me escuchaba gemir, jadear, pedirle mas, pedirle que me comiera con su boca mi clítoris, etc. Eso era casia diario y a veces hasta 2 ó 3 veces en el día, a mi me impresionaba la cantidad de semen que veía caer en su mano una y otra vez. Casi solo de verlo en línea ya sabía que lo haríamos. Es mas, lo veía entrar y me empezaba a mojar.

El caso es que ese día continué con la guía de su voz hasta que aun a pesar de las dificultades que pasé, logré meter mi dedo medio lo mas hondo que pude en mi vagina hasta que lo sentí topar, no me dolió mucho, en realidad ni sentía dolor, estaba tan encendida y mojada que ni lo noté. Me pidió que no lo moviera, que así lo dejara por un instante. Así lo hice. Pero de pronto el solo escuchar su respirar agitado me hizo empezar a mover mi dedo dentro y fuera de mi vagina. El escuchó mi voz, mis gemidos y de manera inmediata, pude ver su reacción en su miembro al irse poniendo rígido nuevamente. Mi vista no se apartaba de la pantalla de mi PC, mientras mi mano se movía con frenesí en mi entrepierna, hasta que no resistí más y me volví a venir mientras ahogaba mi orgasmo en un gemido y veía como él al oírme se venía nuevamente en la palma de su mano. Siempre lo hacía así, y siempre me mostraba su semen.

Al recuperar la compostura y la respiración me percaté de que mi mano tenía sangre, mas bien mi dedo medio y parte de mi mano. Se lo dije. El me dijo de que se trataba. Igual yo ya lo sabía. No se ni porque se lo dije. La verdad es que no me preocupaba mucho que mi "pureza" hubiera terminado en mi dedo.

En algunas ocasiones me envía correos con videos cachondisimos, nos leemos relatos eróticos, platicamos, hacemos muchas cosas que si pudiéramos estar cerca seguro serían mas agradables. Un día me mandó un video de una chavita a la que le están haciendo su primer sesión de sexo anal. Ni hablar. Se lo he dicho. No se si me atrevería a hacerlo así con el. De hecho no se si me atrevería a hacérmelo con mis propios dedos. El me ha pedido que lo roce con mis dedos húmedos por los jugos de mi vagina, le he dicho que si lo hago, pero como no me puede ver, no sabe si lo hago o no.

Aun lo tengo en suspenso. Y así estará por un buen rato... En verdad lo deseo y me encantaría que el fuera el primero en penetrarme. Pero tendremos que esperar... Ambos.