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Repitiendo con el ingeniero.

en Hetero: Infidelidad

 

Hola mis íntimos lectores, continuando con la saga de mis aventuras, hoy les traigo un nuevo relato de mis infidelidades «les aclaro que todas han sido consentidas por mi esposito bello ». Les quiero dar las gracias a todos aquellos que han dedicado un poco de su tiempo en leerme.

Espero que todos hayan podido entrar a mi blog y ver tanto las fotos como los otros relatos publicados. También me gustaría que dejaran algún comentario para que me animen a seguir escribiéndoles de mis aventuras.

A todos los que me han mandado foto de sus vergas, les confieso que me he hecho unas pajas espectaculares en su nombre. Claro tuve que dividir las fotos en dos tandas para poder disfrutar bien de todas.

 

Pedro, uno de mis íntimos lectores «solo voy a hacer referencia de su nombre para que él sepa que esta es mi respuesta a su pregunta», quiere saber cómo es mi ritual cundo me masturbo, entonces aprovechare para contarle a todos como lo hago por si alguno más tiene esa curiosidad.

Aunque nunca antes he hecho referencia a mi familia porque no tiene relevancia en mis historias, hoy si tengo que hacerlo para explicar ciertos aspectos.  Hoy día, mi hija de la que si he hecho alguna referencia, ya cuenta con 22 años, y aparte está el barón del cual no he hablado, él tiene 15 años. Para esa época ni niña tenía solo un añito y el niño aún no había nacido.

Aunque en algunas ocasiones cuando me masturbo está presente mi marido. Habitualmente me gusta hacerlo sola. La razón. Es porque así puedo dejar bolar mi imaginación y me siento más íntima estando a solas con sus vergas.

Explicado todo esto. Para lograr esa intimidad con ustedes debo esperar a que todos se hayan ido a sus labores diarias y como yo también tengo un trabajo,  les cuento un

 

Secreto: a veces pido medio día en la empresa donde laboro con algún pretexto para estar sola con ustedes en casa y disfrutar de sus fotos.

Mi esposo está al tanto y por eso el también procura darme mi espacio cuando lo amerita. Incluso a veces en las noches, utilizamos la laptop en el cuarto y yo me masturbo acostada en mi cama imaginando como me poseen en mi cuarto y mi marido me ve de lejos y se masturba conmigo.

Estando ya sola en casa,  dejo todo cerrado para que nadie sepa que estoy ahí y no vengan a molestarme. Prendo el ordenador, dejo todo mis materiales de trabajo sobre la mesa de la cocina y me dirijo directo al baño a asearme y prepararme para sus vergas.

Cuando ya voy camino al ordenador,  solo me coloco una bata y me quedo sin nada debajo. Busco mi consolador en el closet, ahí escojo entre los dos que tengo, uno es un revolver de cerámica que el cañón termina en una gran verga cabezona, el otro si es uno normal de pilas. En esta ocasión escogí el revólver, quería sentir la cerámica fría en mi coño.

Los dos artefactos son distintos en su forma, cuando el consolador tiene forma de bala, porque es especial para las penetraciones anales. El revólver tiene la forma de una verga parada con su gran cabeza roja.

Armada y dispuesta, me siento frente al monitor y busco mis archivos ocultos «para que mis hijos no los vean».  Abro el visor de imágenes de Windows  y lo pongo en el modo de presentación, así las imágenes se ven en toda la pantalla y van pasando en automático y me quedan las dos manos libres para poder acariciarme mejor.

Cuando comienzan a pasar las imágenes,  me abro la bata para estar toda desnuda frente a sus vergas. Comienzo mamando mi consolador, mientras miro las fotos y detallo cada detalle del miembro que este en la pantalla, lo imagino en mi boca, mamo con deleite imaginando que es uno de los penes que veo.

Mientras chupo acaricio mis pezones y de vez en cuando paso mis dedos por el clítoris, de forma de excitarme pero sin llegar a terminar,  de esta forma disfruto un buen rato. Las imágenes suelen repetirse dos o tres veces antes de alcanzar el orgasmo.

Me gusta más las fotos donde el miembro está muy parado y con la cabeza pelada y si están bañados en semen, ¡UUFFF! eso me mata y más porque sé que esa lechita es para mí. Siempre acomodo las imágenes de forma que estas fotos se vean de último para disfrutarlas al final.

Cuando las imágenes pasan a repetirse de nuevo.  Cambio la zona de las caricias, voy pasando el consolador por mis senos y luego lo dirijo hacia mi gruta que en esos momentos ya está encharcada con mis flujos.

Froto el consolador contra mis labios vaginales, escucho el clásico sonido que hace el vibrador con mis jugos. No me penetro, solo lo deslizo a lo largo de mi vagina y aprieto mis pezones.

Para este momento estoy muy caliente.  Coloco la cabeza del consolador en mi vagina y me voy penetrando lentamente, ya mi excitación es enorme. Entonces imagino que todos ustedes hacen una fila y sus vergas me van penetrando una a una.

Entran en mi coño y van dejando su semen en mí. Cuando comienza a salir el líquido blanco y viscoso de mi coño, aumento mi morbo imaginando que ese es el semen que están depositando ustedes en mí, que estoy rebosada de su leche y ya se me sale por los labios vaginales.

Me doy fuerte, acaricio mis senos y les digo obscenidades: «vamos métanme esa verga duro, cójanme fuerte, denme toda su leche caliente en mi coño»  y muchas otras frases calientes para animarlos a cogerme como la puta que soy.

Esta cerca el clímax, acelero la velocidad en mi verga de cerámica y comienzo a masturbarme el clítoris. – ¡SII, ASÍ CÓJANME DURO, DENME VERGA, OOHHH, SÍ, SOY SU PERRA!- .llegan las fotos de las vergas cubiertas en semen y me digo: « están así después de haber acabado dentro de mí, dejaron su semen bien dentro de mi coño y ahora salen mostrando como disfrutaron de mi».

 

Me llega el orgasmo exquisito, dándome oleadas de placer que hacen erizar mi piel, acabo súper divino, sigo masturbándome hasta que ya no queda nada del orgasmo en mi piel.

Y así culmino mi paja con sus vergas. Aunque en algunas ocasiones la calentura es mayúscula, entonces utilizo los dos consoladores. Coloco un poco de crema humectante en mi culo, cojo el consolador de pila y lo introduzco, luego me siento sobre él en la silla del computador.

Como se imaginaran, entra todo en mis intestinos.  A veces luego de terminar, tengo que pujar un poco porque se va todo para dentro en mi culito y queda totalmente metido dentro de mí. Así, con el consolador encendido en mi culo, coloco las piernas en alto sobre la mesa del computador y penetro mi coño con el otro consolador.

Es rico sentir como se rosan entre mis carnes los dos aparatos. Hago presión al que tengo en mi vagina para que toque al que tengo en el culo y la vibración se trasmite a él y siento los dos aparatos moverse dentro de mí.

Cuando llego así el orgasmo es más intenso, es un placer increíble y más imaginando que son dos vergas que me están matando de placer.

Espero haber satisfecho la curiosidad de todos y cualquier cosa que quieran saber, pregunten y yo les contare luego.

Ahora. Sin más preámbulos, sigamos con la continuación de mis infidelidades consentidas. Como en los relatos pasados, colocare una parte de la última aventura para que retomen el hilo de la historia.

Me pone en cuatro y comienza a darme duro. Le fascina ver como el semen de mi amante se va convirtiendo en una nata espumosa con sus embestidas, y mientras esa espuma comienza a salir de mi coño y corre por mis labios. Él va disfrutando como le cuento mí  recién aventura entre jadeos y suspiros mientras descargo el semen espumoso.

Se, cuanto lo disfruta, y yo lo disfruto igual que él. Ser su puta personal me enloquece. Y llevarle el semen para que el me coja luego, me hace sentir más puta aun, soy como un recipiente contenedor de esperma para él.

Algunos pensaran que somos unos enfermos pero es nuestra forma de disfrutar el sexo, y créanme, la pasamos de maravilla.

Después de la salida con el ingeniero, el me invito a almorzar un par de veces. Charlábamos sobre cosas del trabajo y algunas cosas de la familia, fue ahí donde él me conto su vida matrimonial.

Para no hacer muy largo ese cuento, solo les diré que ellos se fueron del país buscando un mejor estilo de vida. Debido al empleo, el pasaba varios días fuera de casa. Esto llevo su matrimonio al deterioro y ella termino montándole los cuernos y se divorciaron.

Transcurrieron varios meses sin ningún acontecimiento importante. Pero al cuarto mes de haber salido con el ingeniero, recibo una llamada de él.

─ Hola cariño ¿cómo estás?

─ hola  papa, todo bien ¿y eso? No sabía nada de ti, pensé que estabas de viaje.

─ por eso te llamo, quería invitarte a un compartir con el personal de la empresa, más tarde te lo explico, cuando nos veamos.

Nos despedimos y continuo con mis labores, transcurrida como media hora, recibo una llamada de mi jefa.

Para resumir un poco, me comento que el ingeniero la invito a la reunión, pero como tenía un compromiso previo, no podría ir y que yo como su asistente tendría que ir en su lugar como su representante.

 Le comente que no estaba vestida adecuada para la ocasión y entonces ella me comento que ya lo había pensado. Utilizaría la tarjeta de la empresa para gastos imprevistos y luego me debitaría un porcentaje del gasto de mi sueldo.

Aunque no muy conforme con la idea, fui a la tienda. Mis zapatos  estaban bien, así que solo compre un vestido negro a medio muslo tipo estraple, unas medias de nylon y por ultimo me hice un regalo, vi unas pequeñas bragas tipo hilo que me gustaron mucho y aproveche de llevarlas, esa noche no sabía que pasaría así que era mejor ir preparada.

Acto seguido, llame a mi esposo para contarle todo lo acontecido.

─ hola negrito ¿Cómo estás? Es para avisarte que el ingeniero nos invitó a una reunión pero me imagino que terminaremos cogiendo, cualquier cosa te aviso.

─ hola cielo, yo estaba por llamarte, casualmente yo tengo una salida con una de las costureras. Estamos en contacto, yo cargo la camioneta de la empresa, te puedo esperar cerca de la casa y así llegamos los dos juntos.

Dicho todo, nos despedimos con un besito y un «te amo» que es nuestra frase final cuando nos llamamos.

Llegada la hora, me acicale un poco en el baño de la empresa y procedí a arreglarme para la ocasión. Por suerte, me depilo constantemente, así que no había ningún pelo molesto en mis partes.

Como el local en cuestión quedaba a unas pocas cuadras de la empresa, nos fuimos caminando. Llegamos al local y ya el ingeniero estaba allí con todo dispuesto para el agasajo.

La velada transcurrió de lo más normal, comimos, bebimos y bailamos. Estaban presentes otros ingenieros que no conocía junto con sus parejas. Me fueron presentados por el anfitrión y luego, nos dirigimos a la pista de baile.

Estuvimos bailando varias canciones seguidas, y el aprovecho para contarme que se iba al interior del país  porque la constructora le ofreció hacerse cargo de unos proyectos de vivienda que teníamos con el gobierno. A eso se debía la fiesta.

Era un tributo que tenían por costumbre pagar los ingenieros cuando le ofrecían un contrato fuera de la ciudad.

Luego de unas horas, ya todos estábamos a tono con las bebidas y charlábamos animadamente en grupos dispersos o bailaban con la canción del momento. Estando yo en uno de estos grupos, el ingeniero se me acerco y me invita a bailar.

Mientras nos movíamos por la pista, el me pregunto si podía quedarme un rato con el después de salir del local, y yo le dije que tendría que llamar a mi esposo para avisar que llegaría tarde.

Solo le mande un mensaje a mi esposo, no quería interrumpirlo si estaba ya cogiendo con su compañera de trabajo.

─ Amor vamos a hotel─. Le puse.

Y él me contesto, media hora después.

─ Ok cielo, disfrútalo, yo estoy ya en eso.

Cuando me llego el mensaje, ya el ingeniero estaba despidiendo a los compañeros. Se ofreció a llevar a algunos cerca de donde pudieran tomar algún taxi, ya que eran las doce de la madrugada y los servicios de trenes y camioneticas habían cesado sus labores.

─ Yo puedo acercar a algunos a su destino y usted señora (mi nombre) como queda cerca de mi destino, la puedo acercar hasta su casa.

Esto lo dijo en vos alta para que no hubiera sospechas de los demás, y en realidad, él estaba alquilado junto con otros ingenieros, en un apartamento relativamente cerca de mi hogar en comparación con los demás.

 Cuando estábamos ya solos en la camioneta, entramos en materia de sexo abiertamente.

 

─ ¿tú crees que hoy si te pueda coger por el culito?─. Me pregunto sin más.

─ ¡jajajaja, Que directo! ¿Tú no sabes que eso no se pide? Tienes que trabajar muy bien a la mujer y ella solita te lo da─. Me le acerque y comencé a acariciarle la verga por sobre el pantalón.─ ¡tienes suerte que hoy estoy muy caliente!

─ ¿y eso cómo porque?─. Me pregunto mientras observaba como le bajaba el cierre del pantalón para sacar su pene mientras el conducía.

─ ¿quieres saberlo?─ y mientras me llevaba su verga a la boca, entre chupetones le digo.─ Te cuento que tus amigotes (lo de amigotes era por el tamaño de los chicos) ingenieros se cansaron de restregarme con sus vergas duras mientras bailábamos─. No sé si él les había comentado algo de nuestra aventura, pero sus dos amigos se habían dado a la tarea de manosearme discretamente, ¿y yo? me hacia la loca y que el alcohol me tenía dominada, jejeje nada más alejado de la realidad.

─ ¿Por qué no me dijiste nada?

─ Porque he de confesarte que soy muy puta y lo estaba disfrutando.─ concluí con esa confesión para luego meterme todo el pene hasta la garganta. Tenía un fuerte olor a verga, pero lejos de darme asco, debido al grado etílico que tenía, este aroma hizo que mi vagina se encharcara de flujos automáticamente.

El siguió insistiendo con sus preguntas, pero yo decidí callar, porque me dio la impresión de que él, ya no creía que yo era la esposa fiel y abnegada que le había sido infiel a mi marido por primera vez con él.

Me esmere en mamarle la verga de una forma magistral, y eso dio resultado, dejo de hablar y solo suspiraba muy bajito. No quería que acabara tan rápido, por eso le daba una mamada profunda y luego soltaba para dejarlo calmarse.

Lo mantuve así hasta que llegamos al hotel de la última vez, porque como les comente en el otro relato. Estaba de camino a mi casa y no había que desviarse mucho.

Una vez pagamos y entramos al estacionamiento. Nos quedamos un buen rato manoseándonos  dentro del carro. Nos besábamos entrelazando las lenguas mientras el manoseaba mis senos y yo apretaba su verga que ya la había sacado de nuevo del pantalón.

Saco mis tetas y comenzó a chuparlas mientras su mano descendió, entro entre mis piernas, rodo mis pantaletas a un lado y metió dos dedos en mi vagina. Me daba duro en mi coño mientras chupaba mis senos. En un momento yo levante su cara le di un beso de lengua y le dije que subiéramos a la habitación o íbamos a terminar cogiendo en la camioneta.

 

Nos acomodamos un poco, salimos de la camioneta y él fue a la parte trasera de donde saco una botella de whisky y un paquete de galletas de pasta seca. Subimos a la habitación y comenzamos de nuevo a besarnos y meternos mano.

Estando en la intimidad de la habitación, nuestra entrega fue más intensa, nos dejamos llevar por el placer, su lengua llegaba a mi garganta y luego yo hacía lo mismo con él. Las caricias eran desenfrenadas, el metía sus dedos en todos mis agujeros mientras nos besábamos entrelazando nuestras lenguas.

En un momento de las caricias, miro al espejo de la peinadora, y la escena era digna de una película porno: él me tenía dos dedos metidos en el coño masturbándome, mientras chupaba mis senos que ya estaban de nuevo fuera del vestido, yo por mi parte, ya había sacado su verga del pantalón y la acariciaba lentamente.

Luego, el saco los dedos de mi vagina y estaban bastante mojados de mi flujo,  lo llevo a su boca y chupo todos mis jugos de sus dedos.

─ ¡que rico saben tus flujos!─. Me dijo, para luego agacharse y comenzar a pasar su lengua por mi coño, yo arquee la cintura hacia delante para facilitarle la operación.

─ ¡AAHHHH! ¡Si papi, ahora te toca a ti comerme!─ tomo su cabeza con mis dos manos y entierro su rostro en mi vagina.─ ¡vamos chúpame duro que voy a acabar en tu boca!

El olor a sexo en la habitación era penetrante y ponía mis sentidos a mil por hora. Separe las piernas y me fui moviendo poco a poco hacia delante de forma que su boca quedo directamente en mi gruta y podía chupar mi néctar directamente de la fuente.

Flexione un poco las rodillas para hacer mejor contacto con su boca y al mismo tiempo, con mis manos halaba su cara hacia mí para restregar mejor mi vagina en su boca.

─ ¡MMM! ¡Así cielo dame lengua!─. Oscilaba mis caderas adelante y hacia tras acompañando los movimientos con pequeños círculos.

─ ¡hay bebe ya te van mis jugos! ¡Voy a acabar en tu boca! ¡AAAA! ¡AAAA! ¡HAY AMOR, ME VOY RICO!

Me diluí en un orgasmo riquísimo, me convertí en puros jugos que él bebía sin dejar escapar nada.

Era el primer orgasmo de los muchos que seguro tendría esa noche.

Más calmados, terminamos de desvestirnos y procedimos a darnos una ducha, nos enjabonamos mutuamente mientras nos besábamos. Mientras el enjabonaba mi cuerpo, puso total esmero en la región de mis glúteos y en el culo mismo. Pasaba los dedos jabonosos por el esfínter y luego lo introducía bien adentro, los hacía girar y sonriendo me decía.

─ La puerta trasera tiene que estar bien limpia porque hoy la voy a visitar.

Como estaba de espaldas a él, saque más la cola para que pudiera trabajar mejor mi esfínter y ponerlo listo para la faena.

─ ¡si lo sigues limpiando así! ¡Te aseguro que lo conseguirás abierto de par en par!

Al escuchar mi confesión, se aplicó mejor en sus movimientos y en su excitación, metió dos dedos en mi agujero y comenzó un mete y saca como si se tratara de un pene.

─ ¿Así que estabas muy excitada bailando con mis amigos?─. Me pregunto.

─ ¡si, sentía sus vergas gordas rozando mi sexo cuando me apretaban bailando, me calenté mucho!

 

─ ¡no creo que seas tan inocente como pareces amor, para mi eres toda una puta!

─ ¡la verdad es que cuando me tomo unos tragos, me enciendo y no sé de mí, mi coño manda y comienza a pedir verga, jajajaja!─. Estaba bastante encendida con los tragos y hacia confesiones al ingeniero sin importar las consecuencias.

En la posición que me tenía, su verga quedaba a la altura de mi boca, así que comencé a darle besos en el glande.

─ ¡vamos a la cama, ya tengo ganas de sentir tu verga taladrando todos mis agujeros!─. Le decía con una voz mimosa.─ ¡vas a hacer que me orine encima de lo excitada que me tienes!

Bajo la velocidad de las envestidas y me pregunto.

─ ¿tienes ganas de orinar?

─ ¡siii! ¡Mucho!

Saco sus dedos de mi culo y me pidió que orinara directo sobre su pene. Me levante saque la cintura hacia delante, separe mis labios vaginales y el chorro de mi orine fue a dar directo sobre la cabeza de su verga.

El la tomo por la base y se masturbaba lentamente mientras lo mojaba de mi orina.  Me vacié totalmente sobre su pene, luego nos lavamos y salimos del baño.

El destapo la botella, se dio un trago y luego me la paso para que yo bebiera, nos comimos unas galletas y luego, nos tiramos a la cama y comenzamos de nuevo a meternos mano, esta vez, desnuditos y limpios, así que después de chuparnos un rato las lenguas, me di vuelta y puse mi cuca en toda su boca, y mientras él comenzó a mamarme, yo me deleitaba chupándole la cabeza del pene y dándole besos a todo lo largo de la paloma.

─ ¡aassiii, papi mámame toda asii, quiero acabarte en la boca, chupa anda, chúpame el clítoris, AHHH, AAHHH, ASI ASI!

Cuando sentí que me venía el orgasmo, introduce toda la cabeza de su verga en mi boca y comencé a succionar con deleite, quería venirme con su verga metida hasta la garganta.

El orgasmo fue intenso, una oleada de placer que hacia girar mis caderas en torno a esa boca que estaba comiéndome literalmente, el clítoris, mis labios vaginales y todos los flujos que brotaban de mi gruta.

 

Seguía batiendo mis caderas sobre su rostro, quería dejar todo mi orgasmo en su boca junto con mis jugos mientras besaba toda su verga, sin tomar descanso me incorpore, acomode su miembro como un asta y me senté sobre él. Sabía que esta era su posición preferida para acabar, así que me dispuse para sacarle su primera descarga de semen de la noche. «AHHHH, AAAA». Un fuerte suspiro, entro toda hasta el fondo en mi coño, sentía las bolas golpear en mis nalgas.

Puse las manos sobre su pecho para sostenerme y de nuevo giraba las caderas sobre su verga. Oscilaba la cintura en un vaivén hacia delante y hacia atrás mientras hacía círculos sobre su vientre con su pene clavado hasta las bolas.

─ ¡AAAAAA! ¡AHHHHHH! ¡Si rico, que verga tan divina, me gusta cómo me penetras cariño!─. Me empujaba sobre su verga y daba arremetidas fuertes sobre él.

─ ¡UUFFF! ¡Fuerte anda cógeme duro papi, así, así amor, dame mas así anda!

El se incorporo y comenzó a comerme las tetas.

─ ¡haayy, que delicia amor chúpame duro, chúpame los pezones! ¡AAAAA!─.Me estaba derritiendo en placer. Otro orgasmo ya estaba cabalgando por mi espina dorsal y estaba amenazando con ser arrollador.

Arrecie con mis embestidas, lo abrase contra mis tetas y comencé a apretar la verga con los músculos de mi vagina. El ordeño seria total. Quería que este orgasmo fuese perfecto, justo en el momento en que él estuviera vaciando su semen en mi matriz.

Exprimirle toda su esperma que se regara por mis paredes vaginales y se uniera a mis abundantes flujos.

─ ¡Hay papi, voy a acabar sobre tu verga, qué buen palo tienes! ¡Me estas taladrando rico!─. Aunque en realidad era yo la que me estaba matando solita, puesto que estaba sobre él y llevaba el ritmo de la cogida.

De momento me sorprendió. Que dejo de mamarme las tetas y me miro a los ojos.

─ ¡de verdad te veo que estas muy húmeda, me estas mojando todo! ¿No estarás así por lo que paso con mis amigos?─. Me dijo sin dejar de mirarme fijo a los ojos.

─ ¡que te puedo decir! ¡Tampoco es que yo sea un angelito, ya te has dado cuenta!  

Le dije por respuesta. Pero esto lejos de molestarlo, como que le encendió el morbo. Me tomo por las nalgas y trataba de encajar su verga lo más profundo que podía en mi coño.

─ ¡ooohhh siiii! ¡Así bebe reviéntame el coño! ¡Métemela toda! ¡AAHHHH, ASII, SI ASI!

Continuo mamándome  las tetas, yo comencé a darme más duro, y el orgasmo llego de improviso, justo en el momento que sentí latir su verga mientras derramaba todo su semen en mi coño.

Mi cuerpo electrificado por el placer, lo aplaste contra el suyo para que su verga entrara muy profundo en mí y su semen quedara bien dentro en mi coño.

Éramos espasmos de placer y sexo. Por la inercia, seguí girando las caderas bien ensartada en la verga para sacar todo el placer que quedaba en mi cuerpo.

Caí a su lado respirando entrecortado, muy agitada, el al igual que yo, se dejó caer hacía atrás y quedamos acostados uno al lado del otro recuperando el aliento.

Nos levantamos, nos dimos un trago de whisky, destapo las galletas y comimos mientras charlábamos de la reunión que él había ofrecido.

─oye... ¿Ese cuento de los amigos míos con lo del baile es cierto?─. Con esa pregunta me di cuenta que era igual que todos los hombres, le da un morbo enorme, una puta casada, siempre que no sea la mujer de él. 

Decidí jugar un poco con él para ver como se ponía y le confesé la verdad a medias.

─ ¿quieres que te confiese algo? ¡Esto que te voy a decir, no lo sabe ni mi marido! La verdad es que siempre me he imaginado como una puta, no la que le pega cachos al marido, una que trabaja en un burdel y coge con varios hombres al día. No sé porque esos pensamientos me dan un morbo inmenso, me éxito de mas, incluso a veces cuando estoy con mi esposo y hemos tomado algunos tragos, cierro los ojos e imagino que es un extraño el que está dentro de mí, utilizando mi cuerpo para satisfacerse y luego me pagara cuando deje mi coño cargado con su semen.─ hice una pausa para oír que decía, pero el solo me miraba como esperando que terminara con mi confesión, y como no agrego nada, continúe─. ¡No sé porque te cuento esto... será por los tragos, y con la posibilidad que me mires como una zorra pervertida, «un suspiro» pero esa es la fantasía que oculto como un gran pecado, y me imagino que es como muchas de las fantasías que tienen las demás mujeres y les da pavor contárselas a sus esposo por miedo a su reacción, o peor aún, como las van a catalogar!

Me miraba perplejo, tomo un largo sorbo de la botella, dio un largo respiro y por fin agrego.

─no... No pienses en eso, yo no podría decirte que seas una puta o no por tus pensamientos, cada quien tiene algo oculto en esta vida, sea para bien o para mal, grande o pequeño, cada quien oculta un secreto, y no por eso podemos juzgar a esas personas. Porque lejos de sus pecados pueden ser la persona más maravillosa que hayas conocido─. Tomo otro trago de a la botella y me la paso, luego de una pequeña pausa como sopesando lo que iba a decir, continuo.─ yo te he contado parte de mi vida y sabes muy bien como resulto mi matrimonio, y no creas que cuando mi esposa y yo viajamos para mejorar nuestro estatus de vida. Cuando ella quedo en Estados Unidos y yo tuve que ir a Puerto rico. ¿Crees que no me paso por la mente que ella podría tener alguna aventura mientras yo estuviese lejos? ¿Qué la necesidad del cuerpo la llevase a serme infiel? Y aunque no lo creas, no la culpe, si lo hacía, ya me había dado a  la idea de aceptarlo si ocurriría como en efecto paso, con las consecuencias que tú conoces.

La conversación estaba tomando rumbos que no me interesaban para nada. Y como ya estaba un poco ebria, sentía ese cosquilleo por el cuerpo anunciando que lo que quería era sexo fuerte y del bueno. Así que me di otro trago de la botella y me dirigí hacia él.

Estaba sentado al borde de la cama, así que me subí y quede parada delante de él, mi coño directo en su cara. Lo tomo por la nuca y comienzo a restregarle mi vagina en el rostro.

 

─ ¡aquí tienes mi cuca para que la mames! ¡Sácame los jugos con tu lengua!

No se hizo de rogar, saco su lengua y comenzó a hacer círculos sobre mi clítoris,

─ ¡AAHHHH! ¡Exquisito... Me gusta cómo me comes la cuca! ¡Dale así papa! ¡OOHHHH!

Me estaba mamando con deleite, cuando de pronto me toma por las caderas y me voltea, Ahora mi culo era el que estaba en su cara. Tomo una de las galletas (en mi país le llamamos caracolito porque tiene la forma del caracol que parece un cono, y estas vienen rellenas de dulce de leche o crema pastelera) me separa las nalgas y aprieta la galleta sobre el ojete de mi culo y  me quedo impregnado de la crema.

Luego con el dedo, riega toda la crema sobre mi agujero y entre mis nalgas, para después con la lengua, comenzar a limpiarme toda la zona anal. Chupaba rico, pasaba la lengua en todo el agujero de mi culo y luego seguía todo el surco entre mis nalgas, me estaba calentando de nuevo, así que empujé mis caderas hacia atrás, y lo obligue a meter toda su cara entre mis glúteos.

─¡hay papi que rico! ¡Si me sigues mamando así, te seguro que vas a meterme tu verga por el culo!─, le decía toda clase de morbosidades y apretaba mis nalgas lo más que podía sobre su boca─. ¡Si cielo, sigue así como un buen mamador! ¡Estás a punto de ganarte tu premio!─, me doy otro trago de la botella y me concentro en disfrutar la lamida que me estaba dando el ingeniero.

Repite la operación con la galleta y de nuevo a mamarme el culo.

─¡MMMM…! ¿Te gusta el manjar que te estás comiendo? ¿Lo estas disfrutando?

─¡si… y no te imaginas cuanto más lo voy a disfrutar!

Después de limpiarme toda la crema del culo. Se para, me quita la botella, se da un trago largo y me hace acostarme boca abajo sobre la cama.

Doy un traspiés y me doy cuenta que estoy un poco ebria, así que me acomodo y decido disfrutar de todo lo que venga, dejarme hacer y sentir todo el placer que se siente en ese grado etílico, es como si las sensaciones se acrecentaran en ese estado.

 

Toma otra galleta, me vuelve a untar el culo, pero esta vez lo utiliza como un lubricante. Me separa las piernas, se pone en posición y comienza a restregar su verga con la crema por mi agujero.

─¡AAHHH, por fin, ya tenía muchas ganas de sentirte dentro en mi ano─. La presión de su glande sobre mi esfínter, avisándole lo que venía, termino por ceder y se fue abriendo poco a poco, permitiéndole el paso a esa verga que se introducía muy profundo en mis intestinos.

─¡dale lento! ¡Quiero sentir la forma de tu verga con mi culo…! ¡Quiero disfrutarlo!

El como un macho obediente, me complace y comienza su vaivén, taladrándome con toda la longitud de su verga pero muy despacio.

Llegaba hasta el fondo, podía sentir sus bolas  tocar mis nalgas al final del recorrido, cuando la encajaba toda dentro de mí, y luego se retiraba muy despacio, cuando la cabeza se su verga está a punto de salir de su encierro dentro de mí, regresaba de nuevo y entraba toda completa para dejarme completamente empalada.

─¡OUH CARIÑO! ¡Sabes hacer un buen trabajo!

─¡disfrútalo amor porque yo lo estoy disfrutando mucho! ¿Quieres así o ya puedo darte más duro?

─¿Qué puta seria si no puedo recibir una cogida bestial por el culo?

─¿así que eres una puta?

─¡si… ahorita soy tu puta! ¿O qué dices? ¡Soy una mujer casada y otro hombre me está reventando el culo!

 ─viéndolo así… tienes toda la razón, eres una puta infiel y perversa.

─¡MMM…! Eso me gusta puta y perversa.─ repito su frase y la acompaño moviendo las caderas hacia arriba, arqueo la cintura y logro que encaje más la verga dentro de mí.

 ─¿y esto que te parece, soy bien zorra?─. Subía y bajaba las caderas acompasada a sus movimientos.

─¡OOHHH! ¡Si eres tremenda perra!─. El roce y las frases obscenas lo estaban poniendo caliente, no solo a él, a mí también. Pero el ya dejo de darme suave y estaba comenzando a acelerar sus acometidas.

─¡¡AAYY PAPI!! ¡Qué salvaje, ya veo que te gustan las putas! ¿Te gusta mi culito?  ¿Me lo vas a llenar con tu leche?

─¡claro que si… ¡lo estoy disfrutando mucho y te voy a acabar bien adentro en tu culo de puta! ¡Para que cuando llegues a tu casa, tu marido te vea el culo reventado por otro!

─ ¡UUFF! ¡Si amor… Eso sí sería morboso y delicioso! ¿Te imaginas, que mi esposo meta su verga en mi coño repleto con tu semen? ¿Qué me dé duro y bata toda tu leche dentro de mí!?

─de verdad que no me imagine que eras tan zorra.

─ ¡si amor, la verdad que en cuanto al sexo soy muy perversa!

Mientras nos decíamos frases obscenas, el me seguía dando una cogida bien rica por el culo.  Luego apoyo la cabeza en la cama y con ambas manos tomo mis nalgas y las separo para que su verga entre lo más profundo que pueda.

─ ¡dame más duro anda, anda, así papito reviéntale el culo a tu puta, gózate mi culo, que dicha, que placer me estás dando!

 

─ ¿te imaginas que hubiesen venido mis amigos?─ me dice él.

─ ¿los tres conmigo?─. Le pregunto cómo haciéndome la sorprendida.

─ ¡SI! ¿Nunca lo has hecho, con varios a la vez?

─ ¡jamás... pero en estos momentos haría cualquier cosa que me pidieras!

─ ¿asii? ¿Y qué harías con tres hombres para ti sola?

─ ¡dame más duro mientras te cuento! ¡AAAHHH ASI, ASI! ¡Después de mamarles las vergas a todos, acostaría a uno en la cama, me subiría sobre él para encajarme su verga bien profunda en el coño, luego separo mis nalgas  para que el otro penetre en mi culo y el tercero le haría una buena mamada mientras hacen un sándwich conmigo y  me cogen bien rico por mis dos agujeros!

─ ¡UUFFF! ¡Esa imagen sería algo alucinante!

─ ¡SSIII! ¡A mí me tiene a punto de acabar!

Comienzo a girar mis caderas y darme fuerte hacia tras para que me penetrara más duro, y me vengo.

─ ¡UYUYUY! ¡SI AMORCITO ME VENGO! ¡AAHH, AAHHH!

En el preciso instante en que comienza a crecer el orgasmo en mi cuerpo. Siento los latidos en su verga anunciándome que él estaba también viniéndose y rellenándome el culo con su semen.

Esto desencadeno un mar de sensaciones en mi cuerpo, produciéndome un placer supremo, orgasmo envolvente, con una violencia tremenda que me dejo exhausta y con un mareo nebuloso.

Quede desvanecida sobre la cama, mientras el siguió acostado sobre mí, demoro un poco en sacar su guevo dentro de mi culo, como asegurándose de dejar toda su esperma en mis intestinos.

Luego se levantó, lo escuche orinar en el baño, después la regadera, y cuando regreso donde yo estaba de nuevo, me separo las piernas, se colocó en posición, y me clavo la verga de nuevo pero esta vez por la cuca.

Comenzó a darme duro, envestidas fuertes. Yo me encontraba a su merced, desvalida como estaba, solo podía sentir más que gusto y dejarme hacer. Comienza de nuevo a subir el calor en mí,  y a ronronearme el placer por todo el cuerpo.

─¡UUHHH! ¡Si papi que rico! ¡Dame así, me estas cogiendo rico! ¡AAHHH! ¡AAAHHHH!

La verdad que el orgasmo me llego muy rápido, no sé si por el grado etílico o por la situación que se me antojaba de lo más morbosa. Ebria y este cabrón aprovechándose de la situación.

─¡AAYYY PAPI YA ME VENGO! ¡ME VENGO, DAME DURO AMOR! ¡MÁS, MÁS, MÁS!

Y explote, me vine de nuevo, tan intenso o mayor que el ultimo. El continúo dándome hasta que volvió a descargar su semen en mi coño.

─¿Qué hora es?─. Me despabilo y le pregunto

─son como las tres ¿te sientes bien?

─¡no… creo que el alcohol se me subió a la cabeza!

─ya veo, te estas quedando como dormida

─sí, mejor nos vamos

­─ok, como quieras.

Nos vestimos y salimos de la habitación. Cuando el aire frio de la noche entro en contacto con mi cuerpo,  me despabilo y me sentí un poco mejor.

Ya en el auto, camino a casa, hablábamos de distintas cosas, luego recordé que tenía que aclarar algunas cosas, así que le dije.

─oye… las cosa que dije hace rato, eran solo fantasías ¿si me entiendes?

─ya te dije que estés tranquila. ¡La verdad que si me gusto esa forma agresiva tuya!

─si bueno, pero es solo eso… fantasías ¡jamás te atrevería a hacer algo así! Primero estoy felizmente casada y yo no me aventuraría a hacer algo así… de solo pensarlo me da pavor.

─bueno está bien. Pero mientras te comportes así conmigo no tengo ningún problema.

Disipada las dudas, me quede más tranquila, aunque en realidad era una gran mentira, nada más alejado de la realidad.

Continuamos conversando y ya cerca de casa, divise a lo lejos, la camioneta que cargaba mi esposo, así que le dije que me dejara allí porque no quería levantar comentarios con los vecinos, que me vieran llegar de madrugada y con otro hombre que no es mi esposo.

─¿estas segura que quieres quedarte aquí?─. Me pregunto preocupado.

─estate tranquilo esto por aquí es tranquilo, y ya llamo a mi esposo para que este pendiente.

Me baje de la camioneta y repico el teléfono a mi esposo.

─¡hola amor!, ¿Dónde estás?

─¡voy en camino, estoy caminando hacia donde estas estacionado!

Me subo a la camioneta y nos damos un beso de lengua rico. Arrancamos, llegamos a casa, entramos y nos vamos directo al cuarto. Estamos solos porque la niña estaba con mi madre y a esas horas estaría súper dormida.

Así que nadie nos molestaría y podríamos dar rienda suelta a nuestras perversidades sexuales.

 

Nos quitamos la ropa, dándonos besos y caricias. Ya desnuda, me tiro sobre la cama, separo las piernas y le muestro, separando los labios de la cuca, estaban todos pringosos de semen.

─¡mira aquí! ¡Cómo te gusta… vengo bien cargadita de leche! ¡Trae acá esa paloma!

Y comencé a mamarle la verga. Introduzco los dedos en mi vagina, tomo un poco del semen del ingeniero y lo unto sobre la cabeza de la verga de mi marido. La chupo, le limpio toda la leche y repito la operación varias veces.

Para la cuarta vez, ya mi esposo tenía la paloma súper parada, así que se dejó de miramientos, se colocó entre mis piernas, y me ensarto su verga de un solo envión.

Se fue completica hasta el fondo.

─¡AAHHH! ¡Si negrito dame así duro! ¡Así mismito que acaba de coger el ingeniero!─. Me daba duro y me preguntaba cómo había sido el encuentro, y yo por supuesto comencé a contarle todo mientras disfrutaba la cogida que me daba mi esposo.

─¡así negrito… me cogió bien rico! ¿Sientes la leche en mi cuca? ¿Sientes cómo se resbala tu verga de tanto semen que tengo dentro?─. Meneaba las caderas, le apretaba la verga, nos besábamos y mientras nos chupábamos las lenguas, entre jadeos, yo seguía narrando la cogida que me habían pegado horas atrás.

─¡UFFFF! ¡QUE PUTA SOY PAPA! ¡QUIERO TU SEMEN TAMBIEN DENTRO DE MÍ! ¡DAME VERGA DURO, ASII, ASSIII, BEBE!

Mi esposo se viene con una gran descarga, yo convulsiono y me vengo junto con él. Terminamos divino, pero mi esposo sigue batiéndome, dándome duro con su verga.

─¡si papi dale… bate toda la leche en mi coño!  ¡Quiero que la unas toda! ¡El semen del ingeniero con el tuyo! ¡Soy muy zorra quiero más verga amor! ¡Ya, ya, sácala y dámela en la boca!

Mi esposo se sale y viene directo a mi boca, su verga estaba cubierta toda de una nata blanquecina formada por las dos leches que estaban en mi coño.

Se acomoda y pone su pene directo en mis labios. La lamo y limpio toda la exquisitez que me ofrecía para degustar.

─¡UUMMMM! ¡La verdad que esta crema está bien rica… quiero más!

Mi esposo repite la maniobra y me trae de nuevo el manjar a mi boca, lo disfruto mucho, luego le insinuó.

─¡hay otro agujero que deberías revisar!

Lo entendió de inmediato, me pone de costado, me levanta la pierna y su verga va directo a mi culo. Se fue completica y sin esfuerzo.

─¿sientes como me dejo el culo abierto? ¿Sientes la leche en mis intestinos?

─¡SII… me doy cuenta que disfruto mucho de tu culo!

 

─¡el cabron me daba como un desesperado! ¡Creo que si fuese por él, aun me estaría dando verga por el culo!

─¿te gusta coger mi culo recién cogido? ¡Bien abierto para ti amor!

─¡si mi vida, se siente muy bien, abierto y mojado de leche para mí!

─¡OUHH RICO PAPI! ¡Pero yo quería más verga! ¡Quería sentir tu verga dura en mi culo!

Las palabras morbosas, nos pusieron a mil y estallamos juntos en un fulminante orgasmo.

─¡OOYY! ¡Si papi, así, dame toda tu descarga en el culo, bátela junto con la del ingeniero! ¡Me gusta sentirme así! ¡Repleta de semen por todos mis agujeros y de diferentes machos! ¡AAAAAHHHHHH!

Nos abrazamos, nos dimos un largo beso  de lengua y ya satisfechos de sexo, nos dispusimos a dormir la resaca.

A manera de información, quiero explicarles el significado de algunas palabras que a lo mejor en sus países de origen, no entiendan. Hay varias formas de nombrar la verga  o su nombre original, pene. Podemos decirle: paloma, palo, guevo, pero no huevo como se escribe la postura de gallina. Ahora la vagina como tal le llamamos: cuca, poncha, cuchara, panocha, coneja, y algunos le dicen fruta, como me lo comento una vez mí esposo cuando estuvo con una de sus conquistas y se refería a su vagina con ese apodo. Habrá algunas otras connotaciones que les iré explicando si las utilizo.

P.D. con este relato, enviare nuevas fotos bernarda3000@hotmail.com

Quiero pedirle encarecidamente que no me escriban por otro medio que no sea mi correo. No contestare a ningún otro. También quiero dar las gracias, a todos los que me mandaron fotos de sus vergas.  A los que ofrecieron las fotos y nunca las mandaros. También les doy las gracias por leerme. Un gran beso para sus vergas, besos muchos besos para todos ustedes, mis íntimos lectores.