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Un marido complaciente. Segunda parte.

en Hetero: Infidelidad

Hola, muy buenos días mis íntimos lectores. Hoy les traigo la segunda parte del lector que se animo a compartir con nosotros, unas experiencias swinger que tuvo con su pareja.

Ahora bien, además de compartir sus experiencias, el desea saber la opinión de ustedes, y para el caso, nos dejo su correo (Memo1968y@yahoo.com) para que puedan coméntale que les pareció sus intentos de infidelidad consentida y cualquier otra observación o curiosidad  que tengan al respecto.

Antes de dejarlos con el relato. Quiero darles un gran saludo a todos aquellos que se han tomado su tiempo para leer mis historias, al igual, quiero darles las gracias a los que me han enviado de regalo, las fotos de sus vergas paradas, bien ricas. Me he dado unas masturbadas exquisitas con ellas. En los últimos relatos se me ha pasado por alto informarles, que todos los contactos que tendrán conmigo serán únicamente por este medio. He explicado en otras oportunidades, que no tengo tiempo para interactuar con ustedes de otra forma. No insistan con números de teléfono, whatsapp ni otro método de comunicación que no sea este.

Dicho todo lo anterior, les dejo con la segunda aventura, que espero sea de su agrado.

Hola de nuevo Rafael.  Después de la aventura con el chofer, mi esposa ya no quiso saber más de tríos, intercambios, o nada que se le parezca.

La idea de verla de nuevo gozando con otro, no abandono nunca mi cabeza, y después de mucho insistir y pedírselo.

─¡Está bien! ¡Lo voy a hacer pero solo por darte el gusto! ¡De verdad te confieso, que me da miedo que me comience a gustar y después no pueda dejar de hacerlo!

 Para mi cumpleaños, le pido de regalo el trió. Sin que ella supiera, yo había puesto un anuncio en una página de contactos. Después de revisar todos los correos, elijo uno de un joven profesional del Swinger, de buen cuerpo. 

El nunca mando fotos de su aparato, pero era muy educado de buen trato, total que nos ponemos de acuerdo, le digo a mi esposa que el viernes lo conoceríamos. 

─¡Ya te lo he dicho! ¡Solo lo hare por darte gusto y se te quite esa loca idea! ─ Fue su respuesta.

El viernes. llego a casa por ella, se estaba terminando de peinar, traía puesto un conjunto de falda corta y una blusa escotada nada vulgar, simplemente guapa, y tenia una maleta lista con mas ropa y lencería sexy  (lo supe después en el hotel).

Quedamos de vernos en un hotel en Tlalpan, el cual cuenta con un buen bar y música en vivo muy agradable. Le comento que si no es de su agrado, nos podemos retirar cuando ella quiera. Al entrar, me dice: «¡QUE NERVIOS!». El estaba sentado en el bar, nos ve e inmediatamente se para y va a saludarnos muy cordialmente, muy seguro de sí.

 La plática rompe el hielo, mi esposa pide un tequila, y aunque ella no bebe mucho, se lo termina de golpe y pide otro, nuestro amigo solo toma cerveza yo tomo ron. El se va al baño, es mi oportunidad de preguntarle…

─¡Seguimos adelante!

─ ¡Como tú quieras! ¡Recuerda que lo estoy haciendo por ti! ¡Esa es tu decisión!

Los dejo solos,  me registro y pido que suban la maleta, todo esto me tomo unos 10 minutos, pase al baño del bar para dejarlos más tiempo solos, cuando salgo, el estaba muy cerca de ella diciéndole no se que cosas en el oído, no me ven llegar y el le estaba tocando las piernas, ella se pone de mil colores cuando me ve.

─ ¡No tienes de que preocuparte amor! ¡Estamos aquí para pasarla bien!

Pedimos la cuenta, y le digo al chico que nos de unos 10 minutos y que suba.

─¡Ojala este bien dotado!─ Me comenta ella entre risas mientras subimos en el elevador.

Ya dentro, saca su lencería y se cambia en el baño. Cuando sale, casi me la cojo, se veía riquísima, estaba comentándole lo bien que se veía cuando entra el por la puerta, ella se va al baño (según me comento después, a lavarse la boca porque los tequilas le dejaron mal sabor). El entra detrás de ella y también se lava la boca.

 

 Oigo cuando él, le dice « ¡Para besarte más rico!». Se tardan más de lo normal, y me asomo para ver que hacen ¡QUE FAJE AMIGOS! le metía la mano por todos lados mientras ella le tocaba el pecho lleno de bellos. Eso le encanto a ella, ya que yo no tengo.

 Cuando sienten mi  presencia se separan, salen los dos del baño y el comienza a desvestirse y se sienta en la cama,

 ─¿Me lo prestas un ratito? ¿No te vas a poner celoso por esto verdad?  ¡Sabes que después no habrá reproches! ─ Me dice ella mientras lo toma de una mano, y se dan un largo beso ¡ya no había marcha atrás!.

 La acuesta en la cama y le va retirando la lencería, mientras yo me siento en un cómodo sillón a disfrutar el espectáculo. Cundo ella retira su  bóxer, su cara ya no era la misma, pues esperaba algo mejor, era más pequeña que la mía (esto me lo comento después, ya estaba en eso y solo pensó « ¡Ojala lo sepa usar!» y se dedico a disfrutar) Cuando la penetro, ella se olvido de mi, solo eran ellos disfrutando.

 Qué rica se veía ella, lo cabalga como le gusta a ella, que placer, el no se olvida de mí, trata de integrarme, pero a ella parece no importarle. Ciento algo de celos, pero para a eso la lleve. Después de terminar tres veces, ella se queda acostada un rato, luego se levanta, va al baño, se limpia y se pone un bata. Yo me pongo a platicando con él.

 ─¡Eres muy afortunado! ¡Tu esposa es muy guapa y que rico coge! ¿Y sus tetas? ¡Qué ricas las tiene!─ se fue en un mar de elogios hacia mi esposa y me anime a proponerle algo…

─¿Qué te parece si le hacemos una doble penetración? ─ Los ojos le brillaron con mi idea y yo termino de agregar ─ ¡Tú la coges por el coño con ella montada encima, y cuando esté bien caliente… yo la penetro por el culo! ¡Esa es mi gran fantasía!

Mientras estábamos preparando la sorpresa, ella sale del baño e inmediatamente se va a la cama a su lado, yo seguía sentado en el sillón tomando una copa, la bata salió volando. Ella lo acariciaba, lo besaba, lo inca en la cama y ella acostada, le da la mejor mamada de su vida. Él le pide que pare pues no quiere terminar en su boca tan pronto (y pensar que a mi casi nunca me lo permite).

Siguiendo con el plan, el se acuesta, y ella solita se va sentado en su verga, se la come toda por su vagina y tiene otro orgasmo.

─¡AAHHHH! ¡Papi como disfruto de tu verga!─ Le decía, mientras meneaba sus caderas con la verga clavada hasta la matriz.

 Cuando veo en su rostro que está a punto de correrse de nuevo. Me coloco detrás de ella,  le toco el culito, ella me ve y pone una cara de «¿QUÉ PIENSAS HACER?», le lubrico lo mejor que puedo el esfínter,  le meto un dedo, luego dos y finalmente le trato de meter la verga, se queja «¡No, me estas lastimando!» el, la besa, le abre el culito con sus manos, le besa las tetas, y yo solo logro meter la cabeza. Cuando siente que la penetro  más, nos hace a un lado empujándonos  a los dos y sale corriendo al baño.

 Sale un poco molesta…

 ─¡La calentura se me bajo por el dolor! ¡Déjenme descasar un rato!

Se acuesta de nuevo con el y empiezan a tocarse, besarse, acariciarse. Me dejo fuera de nuevo, total que la penetra  esta vez patitas al hombro.

─¡Mas papi! ¡Así, así! ¡Te siento mi amor! ¡Lléname de ti! ¡Hay así! ¡Dame tu leche caliente bebe!─ Le decía ella mientras recibía la gran cogida en esa posición, cuando de pronto…  Le suelta esta perla─ ¿No quieres probar mi culo? ¡Tu verga es más pequeña de la de mi esposo! ¡Creo que con la tuya no me va a doler tanto!

Se acuesta boca bajo, y el arriba trataba de penetrarla. Después de varios intentos, la va penetrando despacio y al tenerla toda adentro…

 ─¡HAYYY PAPI!  ¡TERMINA RAPIDO PORQUE ME DUELE MUCHO!─ Después de taladrarla un buen rato, se viene y le deja su culito lleno de leche. Ella lo mira con una cara de satisfacción que no podía ocultar, luego se levanta y va al baño a asearse.

Cuando regresa, el amigo va al baño y aprovecho para preguntarle.

─¿Te gusto?

─¡SI! ¡Estuvo muy bien! ─ Me contesta con una gran sonrisa.

Me acuesto por fin con ella, la penetro, estaba súper mojada y llegamos juntos al orgasmo muy rápido. Era mucha mi calentura.

Al día siguiente, mientras charlábamos del acontecimiento.

─¡Amor perdóname! ¡No te atendí como debía mientras cogía con el chico! ¡De verdad estoy muy arrepentida! ¡Borra todas las fotos que me hiciste por favor!

 En fin, no la entiendo, y no a querido hacerlo de nuevo y yo si quiero verla de nuevo con otro. Me prende mucho, lo que mas a hecho, es masturbarse con dos consoladores y solo cuando está muy caliente. Me dice que lo pensara, pero sigue diciendo que le da miedo que le guste y después no pueda parar. Ya tengo otro candidato, esta vez muy bien dotado, y espero podamos hacerlo pronto. Las fotos que me pidió borrara, las guarde y les mando unas con este relato.

Espero les haya gustado, para leer el relato con las respectivas fotos de la esposa de Memo, escríbeme a: Bernarda3000@hotmail.com Les recuerdo que los comentarios se los hagan llegar a Memo por su correo: correoMemo1968y@yahoo.com

El y su esposa están deseosos de saber su opinión.