Pase gran parte del día, sumergida en la internet para averiguar sobre esta nueva aberración de mi marido, y en efecto, como había dicho mi amiga, habían más personas de las que yo esperaba, que compartían ese mundo llamado Swinger, y lo de mi esposo no era algo de siquiatra como lo pensaba.
Quiero compartir con ustedes, algunas anécdotas que me ocurrieron hace algún tiempo, y aunque parezcan que son ficticias, les aseguro que son 100% reales. Son algo cortas, para no dejar de lado los otros escritos, pero tampoco quiero dejarlos a ustedes solos. Les prometo que las próximas no tendrán una introducción tan larga.
Somos una pareja con muchos años de casados, con hijos y con mucho morbo. Muchas veces cuando teníamos sexo, ella me pedía que le trajera un macho para que se la cogiera. Me nombraba a mis amigos, y terminábamos acabando con gritos, yo largando grandes chorros de semen y ella con su concha llena de jugos, los cuales yo se los chupaba.
Tengo 23 años de matrimonio con mi esposo, ya tengo 45 años y mi esposo 53. El sexo es bueno, y gracias a que nuestros hijos ya están haciendo sus vidas, podemos hacerlo hasta el cansancio y sin interrupciones ya que siempre estamos solos en casa.
Después de la aventura con el chófer, mi esposa ya no quiso saber más de tríos, intercambios, o nada que se le parezca. La idea de verla gozando con otro, no abandono nunca mi cabeza, y después de mucho insistir y pedírselo.
Hola mi nombre es Rafael y el de mi esposa, solamente la llamaremos L. Soy empresario, me va más o menos bien, tengo mis problemas como todos, y la situación en México no es buena para casi nadie. Lo que les platicare es real. Ambos tenemos 40 años tres hijos y ella se mantiene bien muy guapa de cara, su cuerpo es, digamos bastante aceptable para su edad no es como los que aquí describen. Buenas, tetas algo colgadas pero ricas, es su mejor atractivo. De ser talla 5 a pasado a ser 9 el tiempo no pasa en balde.
Esta parte de la historia es lo que me llevo a colocar el nombre al relato. Fueron una serie de acontecimientos que sucedieron en algo así como un ensayo y error.
Finalmente estábamos en el aeropuerto esperando a mis amigas. Nos habíamos conocido hacia un buen tiempo por el chat, ellas Viven en diferentes ciudades del planeta (Chile, México y Guatemala) después de largas conversaciones, decidimos hacer un encuentro para disfrutar de las fantasías de las que tanto nos habíamos escrito.
Después de la noche de lujuria con el compadre y mi esposo, pasamos varias semanas sin vernos, con el problema que tenia con su mujer, estaba de bajo perfil y aunque según él, vivían juntos, aun ella no le había perdonado del todo y lo tenía a pan y agua (ósea nada de sexo).
Soy casada son hijos mi esposo se dedica al transporte pesado y como se imaginaran gana bien pero no pasa en casa, el en el sexo es muy brusco y no le gusta mucho disfrutar del sexo la verdad me daba igual hace algunos años, total él me da todo lo que quiero, pero llego el día en que me canse
Habíamos pasado unos meses tranquilos, tomamos un descanso de la cogedera con otros y nos dedicamos a nosotros. Salida los viernes y luego de disfrutar tragos y bailar, terminábamos en un hotel cogiendo de lo lindo.
En algún momento en una noche desperté y sentí que mi hermano me tenía abrazada por la cintura y restregaba su pene en mis nalgas, todo esto ocurría con la ropa puesta por lo cual el rose era mínimo.
En eso mi hermano ve una donde una chica está mamando verga y me dice que le gustaría probar eso, le digo que está bien pero que luego él tendría que hacérmelo a mí para saber que se siente (nunca le diría que ya había practicado muchas veces con la prima y sabía exactamente que se sentía)
Comencé con páginas de fotos, luego pase a los videos y por último los relatos. Con estos comencé por casualidad, entrando en páginas y páginas, algunas te rebotan a otras páginas y por azar caí en una donde estaban unas historias sexuales muy morbosas. Jamás había leído este tipo de literatura, pero por curiosidad, al leer la primera, sin darme cuenta ya me estaba dando dedo. Termine de leerlo acompañándolo con un rico orgasmo.
Esta historia que les voy a contar es fidedigna y me ocurrió hace ya tres años. Por esas fechas, mi pareja y yo trabajábamos en una empresa de encomiendas, yo no soy una mujer espectacular pero si muy simpática. Mi esposo por su parte aunque no era muy lindo, estaba bien formado.
Hola mis íntimos lectores, continuando con la saga de mis aventuras, hoy les traigo un nuevo relato de mis infidelidades «les aclaro que todas han sido consentidas por mi esposito bello ». Les quiero dar las gracias a todos aquellos que han dedicado un poco de su tiempo en leerme.
Nos apretábamos muy duro y tratábamos de llegar las lenguas lo más profundo que podíamos. Era un beso muy fuerte y salvaje. Nos entregamos a la lujuria y nuestras manos comenzaron a tocar nuestras partes. El comenzó a tocarme los senos, mientras yo baje mi mano a su entrepierna y comencé a masajear su miembro por sobre el pantalón.
Por fin llego la fiesta de fin de año en la empresa. Yo la estaba esperando con ansías.Le había comentado a mi esposo, que tenía deseos de amanecer en un hotel, con otro que no fuese él. Y como el plomerito, era el actual designado al bate. Decidimos planearlo con él.
Acá estoy para contarles la cuarta parte de mis historias. Espero les guste tanto como las anteriores. Quiero agradecer a todos mis lectores, que dedicaron parte de su tiempo para leer mis intimidades, y también a todos aquellos que escribieron a mi correo, aun me falta por contestar algunos, pero ya son pocos.
Hola. Aquí estoy de nuevo, mis íntimos lectores, para contarles como seguía puteando con el consentimiento de mi marido
Yo le obedecí y me acosté a su lado sin sacarme la ropa. El quedo en mi espalda, así me abrazo y me dijo al oído. -cielo quiero que me lo cuentes todo, con todos los detalles-
Un sueño que mi esposo hizo realidad
Un sueño que mi marido me hizo realidad