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Mi esposa se folló al compadre.

en Intercambios

Las “fiestas” con mi esposa los amigos y Susana no han parado, casi todos los fines de semana nos juntamos los cinco a coger como si fuese una orgía romana en la que nos divertimos bastante. Platicando con mi mujer me pregunta: ¿Papi te gusta que sea tan puta?... Sí me gusta mucho ver y sentir como coges con otro cabrón, desde la primera vez que cogiste con Toño después del ataque de celos que me dio, me excitó mucho ver la forma tan erótica de cómo te los coges, mueves riquísimo tus nalgas hasta que te llenan de esperma, me fascina meterte la verga cuando tienes tu vagina hirviendo y llena de leche caliente de otro tipo, es una sensación electrizante. Uff...

¡Aaay Papi!!... que cosas me dices, haces que me caliente. Entonces, ¿estás lista para coger con cualquier cabrón?... Bueno siempre que no sea un adefesio, que esté guapetón y muy limpio, con todo gusto me lo plancho. Jijiji. Las palabras de mi mujercita casi hacen que se me saliera un chorro de leche, pues ya la tenía parada desde que empezamos a platicar. Jejeje.

¿El que yo te diga?...

 Sí Papi; me tiro al tipo que tú quieras... Gaby también estaba como plancha con la plática.

¿Te has fijado en nuestro compadre Paco como te ve?... Pero no Papi cómo crees, si es nuestro compadre. Yo lo hago con gente desconocida, como cuando me presentaron a Gil.

Pero a Paco se le van los ojos cuando te ve, ¿no lo has notado?... Yo sí he visto las miradas que te hecha.

Sí lo he notado, además que siempre es muy cortés conmigo. ¿Pero cómo crees que con él? Estás loco. 

Cerró con llave la puerta de la recámara y me susurro al oído; estoy muy caliente Papi. ¿Me coges?... Mientras la desnudaba le acariciaba todo su cuerpo la veía por atrás reflejada en un espejo, le comentaba que nalgas tan ricas tienes, mira nada más como se te ven de buenas, ella volteaba de reojo a ver el espejo, las movía cadenciosamente mientras se acomodaba la punta de mi verga en su coñito, empezamos a coger de pie, mientras nos seguíamos viendo en el espejo, luego dio un salto y me abrazó con las piernas, me acerqué al espejo y me inclinaba hacia atrás para ver cómo se deslizaba mi verga en su coñito, sus labios vaginales se veían rojos inflamados como se aferraban a mi palo.

Como la postura me estaba cansando me senté en la cama con mi esposa arriba y le dije piensa que estás cogiendo con Paco. Jadeaba con todo, me exclamaba; ¡siente como me voy a venir!! Papi sigue moviéndote así ¡haaggh me estoy viniendo mucho!! Cerraba los ojos y de seguro estaba pensando que se la estaba cogiendo el compadre. ¡Huyyy que rico pellízcame los pezones!!! El coño se le sentía que hervía, tenía una serie de punzadas muy fuertes, sentía que me ordeñaba la leche con sus músculos vaginales me oprimían la verga, salía mucho flujo de su vagina que me mojaba los huevos, no pude más y le solté varios chorros de leche en lo más profundo de su coño, veía estrellitas de colores de la corrida tan tremenda que me di. Gaby se seguía viniendo con fuerza mientras las nalgas se le movían como baile hawaiano.

Nos quedamos descansando acostados en la cama mientras nos limpiábamos con unos pañuelos desechables los jugos derramados (los de mi esposa son cada día más abundantes). Entonces volví a la carga. ¿Qué tal coge Paco?... Me volteo a ver riendo y me dijo; estás muy loco pero te quiero mucho,  me beso en la boca y así en corto viéndome fijamente a los ojos me preguntó: ¿De veras quieres que me lo folle?...

Pienso que si hay alguien que se lo merece es Francisco pues tenemos mucho tiempo de conocerlo, es padrino de nuestro hijo mayor la madrina fue tu hermana, además que con su esposa no se lleva muy bien siempre están de pleito y el pobre se le salen los ojos cuando te mira y más últimamente.

No Papi; es demasiado cercano a nosotros, no se vaya a hacer un chisme tremendo, mejor con algún desconocido para que no haya problema. ¿No te gusta Paco?... Sí me gusta, es guapo inteligente, lo malo es que es demasiado cercano a la familia todos lo quieren, por eso es que no me gustaría coger con él.

Mira lo voy a invitar a comer el sábado con el pretexto de ver el futbol, al  fin que no hay planes con Toño y Susy pues van a salir de la ciudad, tú lo vas pensando, sí se da me va a dar mucho gusto que te cojas a nuestro compadrito, si no pasa nada pues no hay problema. ¿Qué te parece?...

Está bien vamos a ver sí se dan las cosas, ¿cómo le vas a hacer para que Paola no venga?... Lo voy a citar en la cantina, una vez que llegue nos tomamos una cerveza y le explico que preparaste  algo muy rico de comer y nos venimos para la casa, pues la cantina está a reventar los Sábados. Que loco estás...

Conforme fueron pasando los días mi esposa estaba más dispuesta a hacer la “travesura” ella misma llevó a los niños a casa de su hermana, yo ya había citado a mi compadre Paco en la cantina, todo marchaba muy bien. Mi esposa me preguntó ¿Que me pongo de ropa?... le respondo; tu traje de puta. Jajaja. No seas cabrón, en serio ¿qué me pongo?...  Una panty y sujetador blancos, arriba un vestido casero corto para que te veas ama de casa sexy. Mmmhh. Tengo uno que no me gustó el corte, pues me agacho un poco y sube demasiado por detrás, es casero pero tiene un escote en V muy pronunciado.

Llegó la hora y me fui a la cantina a esperar a mi compadre y buen amigo Paco. La cantina estaba repleta de gente, tanto que había doble fila en la barra y las mesas todas ocupadas. En eso me tocó el hombro mi amigo pidiendo permiso a las personas para acercarse a mí, nos dimos un gran abrazo y le comenté; esto está a reventar a gritos pedimos dos cervezas de barril y pasaron de mano en mano hasta que llegaron a nosotros, no podíamos platicar pues el murmullo de tanta gente nos lo impedía, le grite: ¡Nos la tomamos y nos vamos a otro lado! el asintió con la cabeza, apuramos la cerveza y salimos aturdidos del lugar. Uff... que gentío, ¿a dónde vamos? me preguntó; Mira mejor vamos a casa aquí no se puede ni hablar, llevamos algo para comer me insistió, le respondí; mira mejor en casa le preguntamos a Gaby, si es necesario pedimos que nos lleven comida.

OK. Me respondió con una sonrisa, llegamos a casa y la mente cochina ya me estaba parando la verga. En cuanto vio a mi esposa corrió hacia ella plantándole un par de besos en sus mejillas exclamando: ¡Hola Gaby que linda estás!!... la barría de arriba a abajo con sus ojos, que gusto verte comadrita los ojos de mi esposa destellaban de alegría y bueno pienso que también de calentura. Jejeje. Gaby haciéndose la sorprendida nos preguntó; ¿no iban a comer en la cantina?... Está repleta de gente no se puede ni hablar y tú sabes que no me gustan las multitudes, mejor nos venimos para acá. ¿Qué te parece? Me parece muy bien aquí van a estar más cómodos. Y mejor acompañados respondió Paco.

Poniendo atención al vestido de mi mujer las tetas se le veían deliciosas por el escote en v, está pegado a su cintura y la parte de abajo es suelta lo que hace que las nalgas de mi mujer se vean bastante apetecibles, portaba unas medias de grecas café tabaco de las que se ajustan solas, se veía muy bien casera pero muy sexy. Paco insistía que pidiéramos algo para comer, Gaby le decía que no había problema que había comida suficiente y la cava está bien abastecida, ustedes no se preocupen de nada, pasen a la sala que quieren de tomar, nosotros nos servimos comadrita no te molestes, sacamos una cervezas del refrigerador y nos fuimos a la sala mientras Gaby preparaba la botana.

¿Tus hijos dónde están?... en casa de la hermana de Gaby con sus primos. Y ¿tu pinché compadre como han estado, que cuenta Paola?.... Nada, como siempre como perros y gatos solo por las niñas seguimos juntos. En eso llegó Gaby con una charola con botanas la puso en la mesa de centro, vi los ojos de Paco como se fueron directos sobre las tetas de mi esposa mientras se inclinaba frente a él. Qué pena Gaby no te molestes. No es ninguna molestia le respondía mi mujer, le pedí; nos puedes traer una botella de tequila y unas copas, y te vienes a platicar con nosotros. Sí Papi ahora se las traigo, se fue de nuevo a la cocina. Paco se quedó absorto viendo las nalgas de Gaby contonearse de lado a lado, me preguntó; ¿cómo le haces para que te trate tan bien?... Mi vieja ya nos hubiera corrido a los dos, y tu esposa nos va a traer una botella de tequila. Me tienes que dar la receta como le haces.

En eso entró Gaby con la botella y tres copas tequileras, las puso en la mesa destapó la botella se inclinó a servir la copa de mi amigo frente a él, sus ojos se clavaron en las tetas de Gaby, yo estaba por la parte de atrás de mi mujer y vi como su vestido subió hasta la parte donde terminan sus medias y empieza la carnita de sus muslos, sin inmutarse se giró hacia mi hizo la misma operación solo que de espaldas a Paco, de inmediato vi como respingó en su sillón y puso ojos de plato concentrado en el trasero de mi mujer. Luego mi esposa sirvió su copa y brindó con nosotros.

Paco estaba nervioso pues hasta la mano le temblaba y de un sorbo se tomó la copa agradeciéndole a mi esposa su hospitalidad, seguimos charlando Paco y yo de cosas intranscendentes, pero la plática siempre cambiaba a lo bien que nos atendía mi esposa, entonces empecé a hablar de sus virtudes y de lo bien que la pasamos Gaby y yo, le comenté que más que esposos somos amigos entrañables, es otra forma de vivir nuestro matrimonio no como enemigos celosos, en eso regresó de nuevo mi mujer con más cerveza y nos sirvió de nuevo las copas. Los ojos de Paco lo delataron viendo de más bajo el vestido de Gaby. Ahora mi mujer se sentó en el brazo de mi sillón, pase mi brazo alrededor de sus nalgas y puse mi mano sobre su muslo de tal forma que si movía la mano le levantaba el vestido. A Paco le quedaba de maravilla la altura en la que estaba sentada mi señora pues podía ver los muslos y tal vez las pantis, yo movía la mano y notaba como sus ojos se le desviaban a cada momento a pesar de su esfuerzo para no ser delatado. Mi mujer cruzaba sus piernas y las descruzaba para tomar alguna botana de la mesa, se puso de pie nos rellenó las copas solo que esta vez se inclinó todavía más y se fue a la cocina.

Paco estaba deslumbrado por la calidez de mi esposa y me comentaba; Gaby ha sido muy buena onda siempre pero ahora la noto mejor más cariñosa contigo, y la verdad como que se ha puesto más buena ¿se operó las bubis y las pompis?... No para nada está igual que siempre yo creo que los tequilas te están haciendo efecto... Jajaja. La verdad es que ahora cogemos más que antes, eso hace que la mujer esté plena y feliz, y tu como vas con Paola. Bastante mal tenemos meses sin coger, todo son malas caras conmigo parece que está fastidiada de todo. En eso Gaby nos llamó vengan a comer. Paco se disculpó, entró al baño, le pregunte a Gaby ¿Cómo lo vez, te lo coges?... ¡Creo que sí!... nunca lo había visto con deseo de coger con él, pero está bastante bueno el compadrito, lo tengo hipnotizado. Jejeje.

Les parece bien si comemos en la cocina para no dar tantas vueltas. Sí Gaby donde tú digas pero me da pena que te molestes tanto, yo te ayudo con las cosas. Total que Paco andaba de acomedido ayudando a mi esposa, los deje solos en lo que fui al baño y luego fui a la sala a recoger las copas y platos, cuando regresé a la cocina me detuve a la entrada un momento, mi esposa le estaba dando un súper show de nalgas a mi compadrito, pues estaba Gaby sacando el pollo del horno la orilla del vestido estaba casi sobre sus nalgas, mostraba una tanguita blanca transparente con las nalgas desnudas, y mi compadre babeando sentado en una silla atrás de ella. Ahora sí que lo sorprendí concentrado en el culo de mi esposa. Le pregunté a Paco: ¿A poco está bueno el paisaje?... Se puso rojo como jitomate y me respondió; perdón por lo que te voy a decir compadrito, pero el paisaje está buenísimo.

Gaby tenía un ataque de risa mientras se recomponía su vestido. Entonces le respondí a Paco no cabe duda que los refranes son sabiduría, hay uno que dice: “Compadre que no anda tras las nalgas de su comadre, no es buen compadre” Jajaja. Reímos a carcajadas los tres. Paco se soltó; perdón compadrito, pero en esa cola sí me formo. Jejeje. Nos sentamos a comer, las miraditas que le echaba Paco a mi mujer eran más descaradas, los comentarios en doble sentido corrían cuando mi esposa le preguntó que parte le gustaba. Paco le respondió la pechuga comadrita, viendo el escote del vestido de Gaby, yo le dije; a mi pásame un muslito con pierna, pero por arriba de mis hombros. Jajaja. Todo eran risas pues seguíamos con los tequilas. Los tres estábamos bastante desinhibidos.

Terminamos de comer y Gaby de inmediato se levantó a recoger los trastos, yo destapé una botella de Brandy y les serví unas cubas. Mi esposa enjuagaba los trastos para meterlos a la lavadora, cuando abrió la puerta y mi esposa se agachó para acomodar los trastes de inmediato los ojos de Paco enfocaron el trasero de mi mujer que nos daba un buen show de sus muslos, valla que mi mujer sabe hacerlo, luego Mi amigo recomponía su mirada y se disculpaba conmigo perdón pero está cabrón no voltear. Le respondí no te fijes, tu mira todo lo que quieras por mí no hay cuidado. A mi esposa se le atoró una cazuela dentro de la lavadora, las nalgas de Gaby se movían en todas direcciones tratando de destrabar la cazuela, Paco tenía una sonrisa de oreja a oreja, al fin mi esposa terminó de pelearse con la máquina, y nos dijo; que carita tienen... por qué no se van a ver el futbol a la sala. Paco le respondió; porque está mucho mejor el partido de aquí, le corregí será la partida. Jajajaja.

Mi esposa se volteó hacia Paco y le dijo; compadre fisgón que tanto me anda viendo. Lo buenísima que estás comadrita, lástima que se acabó el show pues estás como para comerte... Jejeje ¿Tienes mucha hambre?... Lo retó Gaby. Paco se armó de valor se tomó la cuba de un trago y le respondió; tengo mucha hambre de ti, estás súper buena comadrita, y como dice el refrán pues sí ando tras tus pompitas hermosas, deberías de regalarme otro show.

Mi esposa tomó la iniciativa se acercó a él se levantó el vestido a su cintura y le hizo un giro lento con movimiento sensual de nalgas. Al pobre Paco se le salieron los ojos y otras cosas. Comentaba tartamudeando: ¿Verdad que es normal que esto pase entre compadritos?... ¿Me das chance?... Me volteaba a ver pidiendo permiso. Por mi está bien pero lo único que te pedimos es discreción, no vayas a andar de hocicón y nos causes un problema. ¿Cómo crees que voy a decir algo?... después de los años que llevamos de amistad, al contrario se los agradezco de corazón pues con mi esposa me llevo muy mal, tengo como tres meses sin coger, mira como estoy se puso de pie, ¡sus pantalones estaban manchados de esperma y como carpa de circo!...

Gaby le comentó: ¡Ay compadrito mira cómo estás!!… Le planto un besote de lengua mientras su mano le estrujaba el bulto del pantalón, de inmediato las manos de mi compadre se perdieron bajo el vestido de mi esposa, le estrujaba las nalgas con todo. Uff que escena tenía frente a mis ojos la verga se me reventaba, no lo podía creer. El beso se prolongaba mi amigo no quería que terminara ese momento hasta que los interrumpí, les propuse mejor vamos a la recámara, se separaron y las mejillas de Gaby estaban rojas encendidas tomamos los vasos la botella, nos subimos a nuestra recámara. Con unas ansias tremendas Paco le desabrochaba el vestido a mi mujer y se lo sacó. Se quedó hipnotizado viendo detenidamente el cuerpo de mi esposa mientras le exclamaba estás divina mientras ella coquetamente giraba moviendo su nalgas de lado a lado cosa que aprovechó mi compadre para darle una buena estrujada.

Inmediatamente le arrancó el sujetador, le besaba y mamaba los pezones mientras desesperadamente le sacaba la tanga, la hacía girar le mordisqueaba las nalgas se las estrujaba con fuerza, se las abría y le mamaba el culo y toda la rajita con mucha desesperación, Gaby gemía con fuerza pues pareciera que mi amigo se quisiera meter dentro de su vagina. Sin decir más la recostó en la cama se abrió los pantalones y se la metió de un golpe. A mí me daba risa y calentura ver en la forma tan desesperada en que se la estaba cogiendo, pues el muy pendejo estaba vestido y con los zapatos puestos, las manos no le paraban le pellizcaba los pezones las bajaba las metía bajo las nalgas para estrujarlas, sin desprender su boca de la de mi mujer, los dos jadeaban mi esposa tenía un orgasmo muy fuerte pues veía como se le tensaron las piernas las separaba y las cruzaba sobre las nalgas de mi compadre mientras le llenaba el coño de leche, mientras mi esposa jadeaba le gritaba; ¡que rico te estás corriendo!! ¡Huy cuanta lechita caliente me estás dando!!. Estaba impaciente desnudo esperando turno, pues mi compadrito me la acaparó por todos lados.

Al fin Paco volteo apenado hacia mí, y se escurrió como niño regañado guardando su herramienta en el pantalón, le dije; mejor desnúdate por qué vas a llegar a tu casa con los calzones muy aromáticos y tu vieja te va a partir la madre. Jajaja. Con cara de alivio me respondió tienes razón y se empezó a desnudar. Gaby me extendía los brazos para que me acercara a ella me recosté sobre ella y se la fui metiendo. Uff... ¡Qué rico estaba repleto de leche!! Con el coño hirviendo con cada bombeada sentía como hacia presión la leche de Paco, corría hacia afuera haciéndome unas cosquillas deliciosas a todo lo largo de mi pene. Que leche tan rica tiene el cabrón de mi compadrito me la dejó muy bien lubricada  se nota que tenía tiempo sin coger. Paco estaba parado a un costado de la cama viéndonos absorto sin parpadear, y solo decía ¡que rico coges Gaby! Y lo volvía a repetir, tenía su pinga curva bien dura de muy buen tamaño con el prepucio a la mitad de su glande le dije ven para acá y participa.

Mi esposa lo tomó de la verga y después de hacerle una paja muy lenta se la empezó a mamar con ganas, yo la tenía a centímetros de mi cara, entonces se la agarré y se la pajeaba muy lentamente en lo que mi mujer se la mamaba, por la cara que puso yo pensé que se iba a correr de inmediato, así que mejor se la solté para no acabarlo tan rápido. Giré a mi esposa sobre mí para que me cabalgara y así le podía mamar toda la verga a mi compa. Él se puso de pie con un pie a cada lado de mis costados,  veía en primer plano la mamadota que le daba mi esposa, y como se le tensaban las nalgas, mientras yo le estrujaba las tetas. Gaby nos preguntó con voz muy sexy; ¿me hacen una doble?... en el cajón hay lubricante ponte bastante.

De inmediato Paco se vaciaba el frasco en su pinga lo que le sobraba se lo ponía en el culito a Gaby. Mi amigo no se la creía le metía un dedo por el culo de mi esposa, yo lo sentía en mi palo como le acariciaba por dentro, se peló bien su tranca le empezó a meter la cabeza de la verga luego le dio otro empujón, Gaby grito de placer ¡aayy que rico me la estas metiendo!!... Luego retrocedió y se la dejó ir hasta los huevos que chocaron con los míos, empezamos a movernos un poco descontrolados pues Paco se la estaba cogiendo como si fuera un perro, con mucha desesperación mientras sus manos le arrancaban las tetas a mi mujer.

Que gritaba con todo; ¡despacio que me vas a romper el culo!! Nos sincronizamos en un mete y saca alternado, mi esposa gritaba a todo pulmón ¡Que rico me están cogiendo!!... ¡Me voy a veniiiirr!!! Su cuerpo se le cimbraba del orgasmo tan fuerte, tenía unas punzadas tremendas en su coño y culo le salía mucho flujo de su panochita y retorcía sus nalgas como toda una profesional, mientras Paco jadeaba y le mordía el cuello le volteaba la cara para rozar su lengua con la de mi mujer, sentía las punzadas de mi mujer combinadas con los espasmos de la verga de Paco que se estaba corriendo como adolescente en lo más profundo del culo de mi amada esposa, para mí fue demasiado y me empecé a correr a borbotones, Paco después de un rato se separó de mi mujer y se recostó agotado, mi esposa también cayó a un lado de él estábamos hechos un batidillo con tantos jugos liberados.

Nos quedamos adormilados unos veinte minutos cuando empieza a sonar el celular de Paco que brincó como resorte a contestarlo, era su esposa molesta preguntando en donde estaba, Paco le informaba estoy en casa de mis compadres viendo el futbol, Gaby le hizo una seña que quería hablar con ella, Paco le dijo mira por aquí pasó Gaby que quiere saludarte y le pasó el teléfono, Mi esposa le hizo conversación mientras yo encendía el televisor en el partido, le subí el volumen para que se oyera el juego. La escena era muy cómica, mi esposa de pie hablando con Paola con las nalgas y el coño escurriendo leche de su marido. Jejeje. Mientras Paco estaba con cara de imbécil acariciando y  saboreando el cuerpo desnudo de mi señora en lo que terminaba la conversación con Paola.

Yo rellenaba los vasos con otra cuba brindando con mi compadre pues al fin le bautizo el “chico” a mi señora. Jajaja. Estábamos botados de la risa diciendo que ahora si somos auténticos compadres. Jajaja.

Gaby nos mostraba su culito como le escurría el “agüita del bautizo del chico” corrió al baño a asearse mientras disfrutábamos de la cuba. Paco no dejaba de alabar las virtudes de mi esposa. Mi comadrita está buenísima y que forma de coger, es la primera vez que la meto en el culo solo lo había visto en las películas, que rico se siente lo tiene bien apretadito al igual que su vagina la tiene riquísima, que forma de moverse y de venirse, vi cómo se le salía su lechita ¡que rico!!... Mi vieja no es ni caricatura de la tuya, creo que nunca ha tenido un orgasmo, no le gusta coger siempre está de malas por todo. En eso salió Gaby del baño moviendo sus nalgas como modelo con su panochita depilada nos preguntó: ¿Les gustó el palito?... Mucho estás divina ahora regreso voy al baño, yo corrí con él pues me estaba orinando.

Cuando salimos del baño Gaby estaba en la cama como la maja desnuda, de inmediato Paco se recostó junto a ella y le empezó a besar los pezones mientras le estrujaba las chichis, luego bajo una mano y le acariciaba la rajita metiendo la punta de su dedo en el coñito. Mi esposa le susurraba: Me estás calentando mucho, se daban unos besos profundos con mucho deseo las caderas de Gaby se empezaban a ondular cuando Paco le trataba de encontrar el punto “G” con sus dos dedos que los movía rápidamente, Gaby jadeaba suavemente mientras con su mano le pajeaba la verga de Paco que le crecía bastante, no me imaginaba que mi compadrito estuviera tan bien equipado, entonces mi mujer se giró para mamar la verga del compadre quedando los dos en un 69 riquísimo con Paco arriba, mi mujer se tragaba completa la tranca y se le veía en su garganta como le salía una bolita que le corría el cuello al ritmo de la mamada que le estaba dando, mientras Paquito se daba vuelo dedeando el coño y mamando el clítoris de Gaby que se retorcía de placer, yo no los quería interrumpir pues estaban en éxtasis los dos, no me quedaba más que hacerme una riquísima “Manuela” con esa imagen que tenía enfrente.

Luego Paco le pidió; te quiero coger de a perrito ¿quieres?... mi esposa de inmediato se puso en posición y mi compadre estaba feliz pues tenía las nalgas de mi esposa a su entera disposición, las besaba y estrujaba con un deleite divino, se la acomodó en la entrada le pasó un brazo por el estómago de Gaby como para que no se le fuera a escapar y se la dejó caer hasta los huevos. Mi esposa movía las nalgas como baile hawaiano entraba y salía la verga curva a toda velocidad.

Como había espacio me acomodé frente a la cara de mi esposa para que me pajeara y me mamara la verga, pues yo tenía muy buena vista a través del espejo de la cogida que le estaba metiendo mi compadrito, y de la cara de placer extremo que tenía él. Gaby tenía orgasmo sobre orgasmo, me mamaba en una forma riquísima a la velocidad en que se la cogía mi amigo, así estuvimos como diez minutos, hasta que vi como Paco se tensaba y se aferraba a las nalgas dejándosela clavada hasta el fondo, Gaby lo acompañaba con un orgasmo muy fuerte, me pajeaba a toda velocidad me succionó toda mi verga al fondo de su boca se me salía la leche en lo más profundo de la garganta. Mi compadrito se desplomó a un lado de nosotros y de inmediato le dio un besote de lujuria a mi esposa  no separaron sus bocas hasta que se tragaron toda mi leche. Uff..

Luego recordó a su esposa y de inmediato corrió a la regadera a lavarse su paquete se vistió limpió sus pantalones, me daba las gracias por haberle permitido coger con mi señora, a Gaby la seguía alabando  diciéndole que nunca en su vida había estado tan feliz, es el mejor sexo que ha tenido en mi vida, se despidió de ella con un besote de lengüita mientras le propinaba un fuerte agarrón de nalgas y se fue. Le comenté a mi esposa ya ves que fácil es hacer felices a las personas, todo con el poder de tus nalgas mi amor. Jajaja.