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La vida de un yerno en la casa de un militar.IV

en Hetero: Infidelidad

 

El chofer dejo primero a Susana en el apartamento, le indique la dirección del cliente, se llamaba Manuel, había sido mi primer cliente, y con el paso de los años creció una amistad fuerte, Manuel era muy mujeriego con lo cual cuando salíamos de fiesta yo me quedaba al margen, pues como comente empecé a serle infiel a mi mujer hace solamente dos años y pico, en la época era el marido más fiel del mundo, aunque me costase dejarme la mano masturbándome.

 

Manuel tenía una empresa de seguridad, gracias a su padre que era muy amigo de mi suegro pues también era militar, este consiguió sacarle contratos de guardaespaldas a todos los militares con rango, estamos hablando de la época que existía ETA, y eso imponía mucho respeto, el supo sacarle beneficio y con soldados retirados creó una plantilla muy fuerte, ‘y en pocos años paso de dar servicio a militares a empezar a tener clientes en el futbol, política y banqueros consiguió ser una de las primeras empresas nacionales y bien vista en Europa, en poco tiempo tuvo una empresa que le aportaba mucho dinero, pero en esta vida no se tiene todo, y su talón de Aquiles eran las mujeres, estaba casado con Verónica una mujer preciosa pero muy temperamental, Verónica tenía un cuerpo de gimnasio, unas tetas que te absorbían, muchas pajas fueron a su salud, creo que es imposible follarsela mas veces que en mi imaginación, bueno luego descubrí que si, era follarsela en carne y hueso.

 

Mi relación con Manuel empezó dos años antes de casarme por entonces hacia un año que se había casado con Verónica, se conocían desde críos, ya en el instituto empezaron a salir. Últimamente estaban en una crisis matrimonial, pues Verónica se entero de algunas fiestas de Manuel, como sabéis chicas y mas chicas, así que le dio un ultimátum, Manuel me confesó que había cambiado y desde entonces la única mujer que había para él era su mujer.

 

Bueno volviendo a cuando nos conocimos como he dicho fue un año antes de casarme, mi suegro organizo una cacería en un cortijo que tiene en Segovia, en este cortijo tiene un coto privado de caza, que precisamente lo cuidaba mi padre, mi padre junto con mi madre y mis dos hermanas María dos años mayor que yo y Belén la mayor, atendían la finca mis hermanas estaban casadas, pero cuando venían los señores mis padres les llamaban para poder atenderlos y así sacarse un dinero, pues en esa época había crisis y sus maridos estaban en el paro. Recuerdo que yo estaba en época de exámenes y no me pude quedar a la cacería, vine de Salamanca a pasar el día y volví esa misma noche.

 

Cuando me lo presentaron medio la impresión de un hombre que pese a la edad, , el ya venía cuando aún yo no había salido, la verdad es que en esa época yo era muy pardillo, mi padres me mandaron a un internado en Salamanca a la edad de diez años, un internado dirigido por curas. Yo quería quedarme en la finca y ayudar a mi padre, intentando que mi padre estuviera orgulloso del único hijo varón, pero nunca me dejo, diciendo que aquello no era vida para mí, creo que nunca me vio como a un hijo, por supuesto nunca me falto nada excepto un poco de cariño de mi padre.

 

A la cacería acudieron tres amigos de mi suegro, uno de ellos era el padre de Manuel, un tal Pedro que presumía de su hijo y su nuera, Verónica, allí fue donde la vi por primera vez, iba vestida con ropa de montar a caballo, luciendo una melena que casi le llegaba al nacimiento de un hermoso culo, cogida del brazo de su suegro que la iba presentando a todo el mundo, recuerdo que Manuel llego más pronto al parecer salía de Zaragoza, más tarde me enteraría que había montado una timba con unos aigos, y el que perdía pagaba las putas.Otro amigo de mi suegro acudió con su mujer muy amiga de mi futura suegra, se les veía muy unidas riendo y cuchicheando a espaldas de los demás , el tercer amigo llego con una sobrina de unos veinte años, según dijo era su preferida y como no tenía hijos, para él era como una hija, la verdad que la chica era muy atractiva, pelirroja con buenas caderas y unos maravillosos senos, cosa que ella sabía y no dejaba de demostrarlo.

 

Mi suegra para no quedarse atrás presumía de su nieta que tendría unos siete añitos, nieta de su hija Sofía melliza de Laura mi novia por entonces, y mientras yo estaba de un sitio para otro sin saber dónde meterme, era la primera vez que veía a toda la familia, sabia de donde venía y claro eso de codearse con los señores no era fácil, aunque mi novia se encargaba de facilitar las cosas y presentarme a los amigos de mi suegro yo me sentía fuera de lugar, de tanto en tanto buscaba a mi padre con la mirada pero él ya se encargaba de no aparecer si no era necesario. Laura fue quien me presento a Manuel.

 

Manuel estaba acabando su carrera de económicas en Barcelona donde no había una fiesta sin que el acudiera. Recuerdo que pese a su posición me respetaba y creo que en ese momento empecé a sentí admiración por él.

 

A la noche salí para Salamanca a prepáralos exámenes del día siguiente, me despedí de todos y empecé el camino de vuelta.

 

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Al entrar en las oficinas de mi cliente (Manuel) , pregunte por él, la recepcionista hizo una llamada y un minuto tenía un hombre que se presentó como el secretario de Manuel, me pareció raro pues siempre tenía mujeres y no muy mayores precisamente, la última era una chica de color se llamaba Calinda, preciosa y bueno un poco ligera de faldas, algún que otro contrato firme con Manuel mientras ella estaba debajo de la mesa, recogiendo algún que otro bolígrafo.

 

Llegamos a su despacho, entre y allí estaba hablando con Calinda precisamente.

 

-hola Juan ¿Cómo estás? Me preguntó con una sonrisa de haber caído en una mentira.

 

- Bien Manuel. Conteste mirando a los dos simultáneamente.

 

-hola Sr. Juan, yo ya me iba.

 

Dijo Calinda levantándose, llevaba una falda blanca junto una camiseta sin tirantes, al pasar por mi lado, se despidió con dos besos, pude apreciar su perfume, acompañado de un ligero olor a polla. Se quedo mirando, me guiño un ojo y se fue.

 

-Jajá cabrón, ¿Dónde queda eso de que Verónica es la única mujer? Bla-bla-bla…

 

- Que vamos a hacer, cuando se nace de una forma, uno no puede cambiar.

 

Me contó que Verónica le había dado un aviso, y lo primero que hizo fue cambiar a Verónica y traspasarla a contabilidad, fuera de los ojos de su mujer, puso a un hombre como asistente por si ella le daba por venir, que últimamente era muy a menudo.

 

-¿Te puedo pedir un favor Juan? Me dijo de golpe mirándome muy serio.

 

-Por supuesto Manuel ¿qué ocurre? Conteste yo sin saber lo que me iba a decir.

 

-Podrías habar con ella para convencerla de que he cambiado, no la quiero perder, e intento portarme bien.

 

Esto último lo dijo con cara de niño pequeño pidiendo un caramelo, sabiendo que lo de portarse bien era un decir, pues como el mismo acababa de decir cuando se nace de una forma…

 

-Podrías llamarla, sabe que ibas a venir, de hecho tenéis una mesa para comer en aquel restaurante que tanto te gusta a tu nombre, por supuesto no le digas que lo reserve yo.

 

El cabrón lo tenía pensado todo, en parte me sentía obligado pues como dije éramos muy amigos, pero la idea de mentir a Verónica no me atraía mucho, pues la respetaba y en el fondo le tenía cariño. No le prometí nada excusándome de que tenía mucho trabajo, cosa que era mentira, y creo que el eso lo sabía.

 

Acabamos de firmar unos papeles, y me despedí de él alegando que tenía que ir a ver a otro cliente, salí de sus oficinas en busca de mi coche, mientras pensaba que hacer, sin darme cuenta estaba marcando el número de Verónica.

 

-¿Veró?

 

-Hola Juan ¿como estas?

 

- Bien, bien, esto Veró….¿qué te parece si vamos a comer? Pasaron unos segundos que parecían minutos, en parte deseaba que rechazara la invitación con cualquier excusa.

 

- ok. ¿Pero viene Manuel? Al fin contestó.

 

- No puede, me ha dicho que le salió una reunión en el último momento, que lo sentía.

 

Seguramente la reunión la tendrá con Calinda, pensé.

 

-Bueno, que raro que no tenga una reunión o algún viaje, o alguna cena….en fin ok ¿pasas a buscarme?

 

Su tono era una mezcla de amargura, celos y rabia.

 

-Ok paso a buscarte sobre la dos ¿te va bien?

 

-Ok, pues hasta las dos, un beso.

 

Eran sobre las once y media, se me había olvidado llamar a Laura, entre en un bar para almorzar algo y la llame, esa hora Laura normalmente estaba almorzando, lance la llamada y espere………….un tono……otro tono……..otro tono…….buzón de voz. Me pareció raro pues Laura no suelta el móvil ni para ir al baño, pero bueno decidí almorzar y ya llamaría luego. Aproveche para hacer algunas compras y llame a Susana haber como iba.

 

- Hola cariño. Contesto con una voz un poco ahogada.

 

- Hola, ¿pasa algo?

 

- Tranquiloooo, uhmm, estoy con un nuevo vecino, que me ha ayudado a subir unas bolsas.

 

De fondo se oía el choque de nalgadas, Susana indiscutiblemente se estaba tirando al vecino.

 

-Jajá. Disfruta de la visita del vecino, luego nos vemos.

 

- Ok que pases un buen díaaaaa.

 

Colgué riéndome, Susana era transparente, nunca me había ocultado que no era mujer de un solo hombre, y si te gustaba bien y si no ese era tu problema, y yo siempre lo respete.

 

Se acercaban las dos y no tenía ni idea de cómo afrontar el tema de Manuel con Verónica, pero decidí dejar que fluyera la conversación sin provocar el tema, y haber que salía.

 

Cuando llegue a casa de Manuel, Vero ya estaba lista, apareció con una minifalda que prácticamente dejaba sus cachetes a la vista de todos, junto con una camiseta larga con las mangas remangadas y unas manoletinas negras, su melena pelirroja caída sobre un costado de su cara, incluso mi chofer se quito las gafas de sol para poderla apreciar mas.

 

- Guau, Vero, ¿Qué intentas hacerme? Le dije riéndome cuando se subió al coche.

 

- ¿Qué pasa? Ahora te vas a asombrar, Juan que hace mucho que nos conocemos. Contesto poniendo una mano en mí muslo.

 

- La idea de comer ¿es tuya?.......dime la verdad. Me soltó de golpe.

 

En ese momento no sabía que decir ¿le mentía?

 

- Tranquilo……conozco a Manuel. ¿te ha hablado sobre el divorcio? Y esta comida es cosa de el, ¿no?.

 

- Pues….no

 

- Juan, tú no conoces a tú amigo, el siempre es un superviviente, sin importar lo que cueste, sea mujer, amigos, o familia.

 

Me decía esto mientras su mano subía y bajaba su mano sobre mi muslo, no sabía que decir, me parecía que quería contarme algo y estaba calculando o mejor dicho calentando el momento, vi de reojo como mi chofer ponía su retrovisor de manera que veía las piernas o algo más de Vero.

 

- Me comento que había cambiado, incluso a puesto un asistente y a sustituido a Calinda. Dije intentando mediar por Manuel.

 

- Jajá ¿Me tomas por tonta Juan? La paso a contabilidad y se la sigue follando.

 

- ¿Pero cómo lo sabes? Dije con voz de incrédulo, aun sabiendo que era verdad.

 

- Lo sé porque a los tíos cuando os están mamando la polla, perdéis todos los sentidos y cantáis como canarios y su asistente no es diferente.

 

- Pues no se…

 

Fue lo único que pude decir, creo que Manuel acababa de perder a su mujer.

 

- Mira Juan estoy cansada de ser usada tanto por él como por su familia y demás personas del dichoso ejército.

 

Me quede mirando con cara de no entender nada de lo que me estaba contando, no entendía lo de la familia, ¿y demás personas del dichoso ejército?

 

Llegamos al restaurante, tenía la mente intentando comprender la conversación con Vero, y mi polla dura después del manoseo de Vero en mi muslo, creo que mi mente estaba peleándose por el camino a seguir, una parte de mi luchaba viéndola como la mujer de mi amigo, y la otra como una mujer buenísima. Entramos en el restaurante que es de alta cocina, pero muy tradicional, me gusta porque es discreto, no tienen muchas mesas y eso te permite poder comer tranquilamente, nuestra mesa estaba en una esquina, Manuel se había preocupado de que estuviéramos con cierta intimidad.

 

Nos sentamos y Vero se sentó delante mío , sacó una sonrisa, se levanto y se colocó al lado mío.

 

-Juan, te noto muy tenso, pero creo que esta charla te abrirá un poco los ojos.

 

-Así podremos hablar sin que nos oigan. Me dijo, viéndome extrañado y poniéndome otra vez su mano sobre mi muslo.

 

Pedimos la comida, la verdad que no tenía mucha hambre, la conversación y sobretodo la mano de Vero habían hecho que mi estomago se cerrara.

 

- Quizás no entiendas mi postura, pues si me lo permites, te diré que vives en el mundo de yupi, crees que no se que tu y mi marido no os habéis tirado a tu secretaría, que por cierto y dime si me equivoco, es más que tu secretaria. Dijo mirándome.

 

- -¿ A Susana? Dije. Intente hacerme el tonto, más que nada para ganar tiempo y buscar una salida.

 

- Jajá, no recuerdas la boda del primo de Manuel, que casualmente fuiste con Susana, a ver, ah sí, si recuerdo que Laura estaba mala y no podía asistir, y en mitad del banquete os la llevasteis al lavabo para follarla, y tampoco te acuerdas que en la misma boda os follasteis a la novia y a su amiga aprovechando que el novio estaba borracho y con la excusa de llevarlo a casa os las follasteís por el camino. Ahora mírame y dime que es mentira.

 

La verdad es que no podía decir nada, fue una boda bestial que se nos escapo de las manos, pero lo pasamos muy bien.

 

r.

 

-¿quieres saber o no? En ese momento su mano estaba tocando mi paquete por encima del pantalón.

 

- Pero si te lo cuento no quiero que montes jaleo, no te lo digo para enfadarte, simplemente para que me entiendas cuando digo que estoy harta de la familia política y de tanto militar.

 

La estaba oyendo y no sabía que contestar, tenía miedo de lo que me pudiera contar, pero a la vez quería saber.

 

- Cuéntame. Solté.

 

- ¿Seguro? Pregunto, como asegurarse de que yo entendía y estaba preparado.

 

- Si., sea lo que sea. Conteste.

 

Y entonces empezó a contar.

 

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Ya de novios conocia que Manuel me era infiel, en alguna ocasión se lo habia dicho a mi madre, esta siempre decia que todos los hombres lo eran, que procurará satisfascerlo al maximo, y ya veiria que luego se iría tranquilizando, y sobre todo no le fuera con cuentos a mi padre, sabia que mi padre le tenia mucho respeto y agradecimiento por lo que la familia de mi suegro habian hecho por ellos, así que disimule, creo que hubo alguna temporada buena, el se dio cuenta de que me preocupaba por lo nuestro y estubo muy tierno conmigo, me regalaba joyas, viajamos y nuestra vida sexual era una pasada, con mi suegro todo era perfecto, recuerdo que cuando tenía permiso iba al cortijo que estaban mis padres a pasar unos días, mis padres se ocupaban de que no faltará de nada, cenaban en el porche y jugaban a las cartas hasta altas horas de la noche. A mi madre siempre le gustó montar a caballo y mi suegro aprovechaba para dar largos paseos con ella, mientras mi padre se ocupaba de la finca. Todo para mi era perfecto, hasta que un Viernes, fuimos los tres fuimos a la finca pues mi suegro queria hablar de las yeguas, pues como sabes se dedicaban a la cria de caballos y ese fin de semana venian dos clientes para la compra de dos potros, llegamos el Viernes a la noche mis padres nos habian preparado la cena. Recuerdo que mi madre estaba mas arreglada que de costumbre pero lo atribui a la visita de mi suegro, cenamos y yo me acosté pues no me encontraba muy bien pues esos dias estaba con los dias de la mujer, se que en la cena mi suegro se cuidaba de que al vaso de mi padre no le faltará vino, Y ya mi padre es de los que no tienen fin con una botella, así que sobre las doce de la noche estaba dormido con la cabeza sobre la mesa. Estaba en mi habitación cuando escuche susurros que venían del piso de abajo que es donde estaba la cocina, al principio no hice caso e intente volverme a dormir, cuando oigo a mi madre decir.

 

- Aquí no Sr. Pedro, mi maridoooo

 

_ Tranquila Sofía que tu marido esta dormido.

 

- ¿ y mi hija? Si baja y me veeeee.

 

Recuerdo que se me pusieron los pelos de punta, me puse una bata por encima del camisón y baje los escalones intentando no hacer ruido, llegue a la puerta.

 

Mi madre estaba fregando los platos mientras mi suegro la tenía abrazada por la espalda, se veía una mano que estaba sobándole el culo por debajo de su falda, Manuel estaba sentado en la mesa de la cocina con un vaso de vino en una mano y con la otra tocándose la polla por encima de su pantalón observando cómo su padre intentaba seducir a mi madre, esta se resistía más bien, pero en ningún momento vi que su resistencia fuera real, mi suegro le estaba besando el cuello despacio, continuaba subiendo hasta la oreja, ella intentaba continuar lavando los platos moviendo el culo agradeciendo la mano. Fui al comedor y mi padre estaba dormido sentado en la mesa, tenía la cabeza apoyada en la mesa, seguro que se habían asegurado de que mi padre fuera generoso con el vino. Sali por la puerta principal sin hacer ruido, rodee la casa y entre a un cuarto que hace de despensa que está al lado de la cocina, me asomé y quede a lespaldas de ellos, me fijé y Manuel se había sacado la polla y se estaba pajeando viendo como su padre iba ganado la voluntad de mi madre, esta se había girado y estaba morreandose con mi suegro, este tenía una mano por delante y otra por detrás seguramente le estaba tapando todos los agujeros a mi madre, mi madre gemía intentando no hacer ruido apretando los labios.

 

Mi madre le agarra la cabeza apretando su boca para poder sofocar sus gemidos, bajo su mano y empezó a bajarle la cremallera introduciendo la mano buscando la polla. Mi suegro saco la mano del coño y mostrándosela a Manuel.

 

- has visto tú suegra, te dije que era una buena yegua. Mostrándole dos dedos mojados.

 

Se desabrochó el pantalón cayendo a suelo, se veía mi madre con la mano tenía su polla y estaba pajeando. Manuel ya estaba totalmente empalmado, mi madre se agachó le acabo de bajar los calzoncillos, y mirando a su yerno se metió toda la polla en la boca, comenzó a ensalivar toda aquella polla sin dejar de mirarlo, mientras mi suegro empezó a desabrochar los botones de la camisa, mi madre se la quito manteniendo la polla en la boca, Manuel se levanto con la polla dura, yo estaba alucinando y mi mano sin saber estaba en mi coño frotándome con fuerza, mis bragas estaban empapadas, me estaba dando un morbo increíble ver cómo mi madre se comportaba como una puta, en ningún momento vi que ella no disfrutará de la situación, cuando vio que su yerno se acercaba apuntándole con ese mástil lanzó su mano para agarrarla, empezó a cambiar de polla, mientras mamaba una a la otra la atendía pajeandola. Estuvieron a si hasta que mi suegro empezó a bufar, agarro la cabeza de mi madre para correrse, al verlo ella aumentó la velocidad para que acabara en su boca, le descargo toda su leche en la boca llenándola, madre se atragantaba y tuvo que sacársela para poder coger aire, le caía semen por los labios, mi madre tenía semen cayendo por su cuello, su mirada era de toda una zorra que estaba disfrutando del momento.

 

-Me gustaría follarmela delante del cornudo de su marido. ¿Qué le parece padre?

 

Mi madre se le quedo mirándolo, se levanto y cogiéndoles por la polla se puso a andar hacia el comedor llevándolo a la vez que reía.

 

- Jajá, no sé cuál es más malo el padre o el hijo.

 

Le oí decir en el mismo momento que me corrí teniéndome que arrodillarme, sin darme cuenta tiré un bote de conserva el cual hizo ruido. Me quede quieta aguantando la respiración, pero al ver que continuaban con lo suyo pensé que no me habían oído, aproveche para salir cuando vi que entraban en el comedor, subí a mi habitación . Me tumbe en la cama estaba toda mojada y empecé a follarme con dos dedos, no entendía nada pero estaba muy caliente, al final me quede dormida.

 

Me desperté muy pronto, no había enterado a qué hora se acostó Manuel, me dirigí al lavabo, la puerta no estaba cerrada del todo y pude oír a mi suegro.

 

- Eso es zorrita....tomate tu desayuno.....oohhhhh

 

Abrí un poco la puerta y vi que mi suegro estaba con el pijama en los tobillos mientras mi madre le estaba dándole la mamada matinal sentada en el lavabo.

 

-Dame leche Pedro, necesito mucha leche para aguantar hasta que vuelvas. Decía esto cuando miró directamente a la puerta y me vio parada, me miró con cara de puta y aumentando la mamada, le exprimió dejándole los huevos secos, me di media vuelta y fui al otro lavabo.

 

Cuando baje a desayunar vi que estaba mi madre en la cocina, no sabía que decir. Me vio. Y…

 

- ¿Te gusto lo que vistes?

 

- ¿Cuándo? Conteste torpemente.

 

- No te hagas la tonta, ayer te corriste viendo como se follaban a tu madre ¿hoy también?

 

- Mira no te tengo que dar una mierda de explicación, te gusta pues bien, no te gusta jodete, pero creo que en el fondo te gusto, porque si no, hoy no estarías aquí.

 

- Y hoy tenemos dos clientes importantes, pórtate bien y no me hagas quedar mal. Acabo diciendo antes de salir por la puerta dirección al establo.

 

 

 

En el fondo tenía razón, llevaba toda la noche con un calentón impresionante, no sabía si mandarlos a la mierda a todos, coger un coche y largarme, pero pensé que quien era yo para cuestionar lo que hacia mi madre.

 

Oí ruidos que venían de la cuadra, sabía que venían un matrimonio ingles a mirar unos potros, no los conocía así que me quede en la cocina sin que nadie me molestara.

 

Al rato llego mi padre y me dijo que me vistiera que me necesitaban en las cuadras, yo no entendía nada, no era ninguna experta en caballos, pero no quería que nadie se molestara, así que decidí subir y cambiarme, elegí una falda a media pierna, junto con una camiseta que en verdad me iba un poco ceñida, se podía notar mis tetas y decidi no ponerme sujetador, tenía mis pezones tiesos, aun en mi mente estaba las últimas imágenes de mi madre mamando polla. Salí y fui hacia el establo, oí que estaban al final, cuando llegue note la mirada de todos, mi novio me presento al matrimonio, eran una pareja de unos sesenta años los dos, muy bien vestidos se notaba que eran de la alta sociedad, ella llevaba tantas joyas de oro que creo que se podría comprar un piso en Barcelona simplemente con ellas. Manuel me cogió de la mano diciéndome al oído que estaba para follarme, yo pensé que si prefería follarme a mi o a mi madre, notaba que la mujer inglesa me miraba de reojo, me estaba haciendo un repaso de arriba abajo, los demás seguían mostrando el potro y hablando de dinero, los ingleses hablaban muy bien el castellano con un poco de acento pero se defendían muy bien.

 

Poco a poco me fui relajando, mi padre tenía al potro por las bridas y lo giraba para que pudieran apreciarlo mejor, entonces dijo mi suegro que lo sacara afuera para poder hacerle correr un poco, no me di cuenta que la mujer inglesa se había puesto detrás de mí y cuando todos se salían ella me agarro de la mano y me dijo al oído.

 

-¿Por qué no me enseñas el establo? Verónica. Mirándome al oído con el acento Inglés.

 

En ese momento recordé la frase de mi madre “hoy tenemos dos clientes importantes, pórtate bien y no me hagas quedar mal”

 

- Ok, pero no es que este muy enterada del asunto de caballos. Le conteste.

 

- No te preocupes, yo tampoco, pero es para que podamos hablar.

 

Dijo mientras con una mano me cogía me rodeaba la espada , nos pusimos a caminar ella dirigía el rumbo, salimos por la puerta contraria que estaban los demás, notaba que su mano iba bajando cada vez mas hasta quedarse apoyada en mis nalgas, el morbo acumulado de dos días hacia que todo me excitara un simple contacto y mi vulva se hinchaba, ella se dio cuenta miro alrededor no vio a nadie, me metió la mano por debajo de la falda y me empezó a tocar mi culo por encima de mis bragas, estábamos caminando hacia la huerta, en esa época estaba todo verde, y había una explanada con hierba, yo lo único que hacía era andar como un robot, sentía su mano tocándome el culo, esperaba el momento en que se saltaría la braga e iría directamente a mi ano, mis bragas se estaban mojando por momentos, continuamos andando sin decir nada, ella miraba al frente mientras yo a ella sin saber que decir, su mano esquivo la braga y con un dedo ya estaba empezando a jugar con mi agujero, las piernas me temblaban pero conseguía estar de pie, tenia los pezones a punto de agujerear mi camiseta, estábamos bastante alejadas de la casa entonces se paro miro alrededor para ver si había alguien y.

 

´- ¿Te gusta putita? ¿Te gusta comer coños?

 

Diciéndome eso, me agarro por la cabeza para que me arrodillara, se subió la falda hasta la cintura no llevaba bragas, apareció un coño depilado, tenía unos labios anchos negros, en ese momento me lance a chuparlos, lamia y lamia haciendo círculos, ella habría las piernas al máximo para que pudiera acceder a todos sus rincones, se notaba que iba muy mojada pues le entraron dos dedos como cuchillo caliente en la mantequilla, ella me agarro la camiseta y la saco dejándome con mis tetas al aire, me agarro un pezón y empezó a estirar pensaba que se quedaría con él, le tenía su botón cogido con mis labios, lo estiraba y lo soltaba para lamerlo después, nos tumbamos me separo las piernas y saco mi tanga, nos pusimos a hacer el sesenta y nueve, sabía mover la lengua pues hacia que me retorciera de placer tuve un orgasmo llenándole la cara con mi corrida, yo intentaba seguir comiendo y masturbándole aquel coño con mucho esfuerzo pues el placer que sentía hacia que me temblara mi cuerpo, note que me estaba intentando meter un dedo en el culo, yo estaba tan mojada que no sentía dolor, lo sacaba lo mojaba y lo metía un poco mas así hasta que entro todo, estuvo follandome un rato mi culo y empezó a meterme otro al momento tenía dos dedos en mi culo, yo empecé a mover mi culo para penetrarme con los dedos de ella. Seguí comiendo el coño y note como una cascada me lleno mi cara. Estuvimos tumbadas durante un rato, nos vestimos y fuimos a buscar a los demás, al llegar estaban tomando un refresco se me que do mirando mi madre y pude ver como sacaba una sonrisa. Se realizo la venta, y esa misma tarde volvimos a Madrid.

 

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En ese momento Veró me tenia agarrada la polla, no me había dado cuenta, pues alucinaba con lo que me estaba contando, tenía mi polla tiesa y Veró no ayudaba a que se me bajara precisamente.

 

- Huy Juan como estas. Me dijo mirándome a los ojos, esto habrá que solucionarlo dijo a la vez que me bajaba la bragueta sorteaba mis calzoncillos y acertaba a coger mi polla.

 

Llevábamos un buen rato en el restaurante, cada vez que venía un camarero le decíamos que ya le avisábamos nosotros.

 

-¿desde cuándo lo sabes? Pregunte.

 

- oh vamos Juan, Manuel siempre me fue infiel, y siempre lo será. Cuando éramos novios ya me ponía los cuernos, al año de casarnos era la mujer con los mayores cuernos del reino ¿Te acuerdas el día que nos conocimos? El día que tu suegro preparo la cacería.

 

En ese momento retrocedí doce años atrás, claro que me acordaba, pero ¿Qué tiene eso que ver?

 

-Tu amigo Manuel nunca te lo conto ¿Verdad? Dijo mirándome a los ojos mientras su mano ya estaba en mi ingle derecha.

 

- No.

 

Conteste con cierto miedo, pues ese día estaba mi mujer entonces mi novia, y yo me había tenido que ir a Salamanca, y en cierto modo tenía miedo de sabe

 

-¿quieres que continúe? Pregunto.

 

-Por favor. Conteste.

 

na

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ese día yo estaba en mi casa, cuando me llamo mi suegro para decirme que tenía que acompañarlos a una cacería de un amigo , ya sabes que mi suegro no pide, ordena, sabes que vengo de una familia humilde en la cual mis padres siempre habían trabajado para la familia de mi suegro, y unos de los día más felices de mi familia fue el día que les dije que me iba a casar con Manuel, imagínate su hija en una familia acomodada, así que yo obedecía todo lo que mi suegro ordenaba, vamos que era como una criada pero en vez de limpiar la casa, limpiaba la poya de su hijo, hasta ese día, no se si te acordaras pero primero llego Manuel pues venia de Zaragoza y después mi suegro y yo de Madrid, yo quería esperar a Manuel pero mi suegro dijo que era una tontería que Manuel tuviera que ir a Madrid simplemente porque yo quisiera, así que paso a buscarme en su coche oficial de entonces, esos que tenían los cristales tintados, llego con su escolta y su chofer, yo llevaba unos tejanos pues era la primera vez que iba a una cacería y no tenia ropa que ponerme, nada más entrar en el coche mi suegro se me quedo mirando.

 

-Pero ¿Dónde vas así? No vamos a ninguna discoteca. Me soltó.

 

-Si quiere me voy a cambiar señor Pedro. Imagínate eso nada más entrar en el coche.

 

Se me quedo mirando, y se puso a reír,

 

-No te preocupes, ya sabía yo que no tenias ni idea, ya traje ropa para que te cambies. Diciendo esto el coche ya estaba en marcha.

 

-Pero ¿no quiere que me cambie? Dije mirándolo.

 

- No te preocupes ya te cambias por el camino. En ese momento no entendía nada.

 

Cuando salimos de Madrid serian sobre las dos, entonces mi suegro ordeno parar en un bar de carretera para comer, nos detuvimos y dio permiso al chofer y guardaespaldas para ir a comer. Yo me iba a bajar del coche cuando me agarra del brazo y me dice.

 

-aprovecha ahora para cambiarte.

 

Me lo quede mirando.

 

-¿Aquí? Señor Pedro. Teníamos un lavabo en el bar y quería que me cambiara allí,pensé.

 

- O te cambias aquí o vuelves a tu casa caminando y de paso le dices a tu padre que vaya buscando faena.

 

En ese momento vino a mi mente toda mi familia, mi padre era mayor para buscar faena, encima estaba la dichosa crisis, así que opte por cambiarme, el se salió dejando la puerta abierta poniéndose delante para que nadie viera nada.

 

No sabía cómo empezar, me moría de vergüenza desnudarme delante de mi suegro, mis manos no se movían, entonces mi suegro me cogió por el brazo y me sentó de manera que mi culo estaba en el asiento y mis pies en la tierra quedando de frente a él. Me levanto la cara para que lo mirara a los ojos llevándose la mano a la bragueta.

 

- Nunca me la ha mamado una pelirroja, creo que este fin de semana te vas a hartar de comer polla guarra.

 

Al momento tenía su polla en la mano, me cogió por la nuca y me la acerco tocando mis labios con ella, yo tenía la boca cerrada, no quería mamársela y me negaba con la cabeza apretando mis labios, me soltó un guantazo diciéndome.

 

- Tienes dos segundos, tú misma cooperas o te vas andando.

 

En ese momento abrí la boca y me metió la polla que estaba a medio camino.

 

- Eso es guarra chupa, chúpasela a tu suegro, si al final te va a gustar.

 

Yo empecé a mamar deprisa creyendo que si se corría pronto se acabaría, la cogí con la mano y empecé a masturbarlo mientras que se la mamaba, sentí un olor fuerte pero la verdad que no estaba para remilgos, me saco las manos de la poya.

 

- Deja las manos, te voy a follar esa boquita de guarra que tienes.

 

Me decía mientras empezó a darme con fuerza follandome la boca, estuvo un buen rato yo notaba como su polla se endurecía en mi boca, solo me la sacaba para volver a meter más rápido, momento que aprovechaba para poder coger aire, en un momento me saco la polla de la boca.

 

- Quítate la ropa guarra, quiero verte desnuda.

 

Obedecí quitándome primero la camiseta, cosa que aprovecho para agarrarme las tetas con sus manos y estrujármelas, después me quite los pantalones y las bragas, me cogió me puso apoyada en el marco de la puerta, me hizo levantar la pierna para poderme follar y sin más miramientos me la clavo hasta el fondo, me agarraba el pelo como si fueran las riendas dándome una follada en toda regla. Yo me deje llevar pues sabía que no podía hacer nada, pensaba en mis padres en mi familia, por suerte no duro mucho y sentí como se corría en mi coño, se quedo inmóvil un rato sin sacármela como asegurándose que todo caía dentro, hilos de leche me bajaban por las pantorrillas, me paso un pañuelo de papel y me limpie, cuando me iba a vestir me dijo.

 

-¿Quién te ha dicho que te vistas? Zorra.

 

Me quede paralizada, no sabía que quería decir con eso.

 

- Tu vas a ir así como una zorrita hasta que yo te lo diga.

 

Al momento vinieron el chofer y su guardaespaldas al cual le indico que si quería se montara atrás, que tenía un aperitivo para el camino. Por supuesto que acepto la oferta, nada mas arrancar el guardaespaldas que era un hombre de casí dos metros ya me había metido un dedo en mi coño y me estaba follando con el, mientras mi suegro me chupaba una teta y me estiraba el pezón de la otra, el guardaespaldas se bajo los pantalones y los slips y apareció una polla que iba a medida con su altura y ya estaba preparada, cogiéndome la cabeza hizo que me agachara metiéndomela en la boca, al tener que girar mi cuerpo le daba espacio a mi suegro para acceder a mi culo el cual aprovecho para empezar a trabajar mi culo.

 

- Veo que mi hijo ya te ha reventado el culo zorra.

 

Fue una de las primeras cosas que me hizo Manuel, eso y hacer que se la mamara en un cine.

 

Mi suegro se escupió en la mano y empezó a introducirme un dedo por el ano, en ese momento yo estaba ya un poco mojada, tenía una polla de veinte centímetros en la boca, y se estaba acercando un dedo a mi culo, el guardaespaldas hecho su mano a mi coño y empezó a follarme con dos dedos, ahora si que me moje y mi suegro se dio cuenta y aprovecho para meterme el dedo por el culo hasta el nudillo, note un dolor que quise gritar pero la polla de mi boca me lo impedía.

 

-Anda José reviéntale el culo a esta zorra. Quiero darle la bienvenida, que vea que somos una familia unida. Decía mientras ya tenía dos dedos en mi culo.

 

- No por el culo, no me va a reventar. Aun no siendo virgen analmente ,ese tronco era demasiado grande.

 

En ese momento mi suegro me dio una azote en el culo que creo me dejó marcada la mano, y José me pilló por los pelos, me saco la polla de la boca y me lavanto como si fuera una muñeca, sin darme cuenta me tenía encima de él con el cuello torcido pues me daba en el techo del coche y tenía un Pollaamenazando entrar en mi culo, por suerte se lo tomo con calma y primero me metió el capullo, y menos mal porque eso ya me dolía , no quería pensar cuando me la metiera por completo, mientras mi suegro se estaba pajeando viendo como encubaban a su nuera, fue metiendomela poco a poco para que mi culo se fuera acostumbrando, cuando veía que se abría metía un poco más hasta que prácticamente la tenía entera, yo no sabía donde agarrarme, decidió que ya estaba preparada y me dejo caer de golpe metiéndola hasta el final pensaba que me partía por la mitad, empezó a darme nalgadas primero despacio y luego más rápido, pensaba que me rompía el culo y el cuello de los vaivenes, estábamos un poco incómodos y mi suegro le dijo a Paco el chofer, que cuando viera un camino se desviará y parara, así lo hizo, detuvo el coche se bajo mi suegro y a mí me bajo José sin cacaree la del culo, me cojío como si fuera una muñeca, pusieron una manta en el suelo en la que se tumbó mi suegro con la polla apuntando al cielo, José me saco la polla y aún en brazos me ensarto en la polla de mi suegro , entonces él me echó hacia delante y de nuevo me enculo, vi de reojo a Paco desabrochándose los pantalones y al momento tenía su polla en mi cara, me cogía del pelo y estiro para atrás provocando que abriera la boca y meterme la polla, empezaron un juego de vaivenes provocando que me corriera un par de veces, el primero que se vino fue mi suegro llenándome el coño, después José me lleno los intestinos y el último el chofer aguantándome la cabeza para me tragara toda su leche. Al levantarme tenía semen por toda la parte de mi cuerpo, me dejaron unos pañuelos de papel y un pueblo antes de llegar a la finca entramos a un bar y me lave. Mi suegro me dio unos pantalones de montar y una camisa pero no me dio ni bragas ni sostén, pues así cuando quisiera me podía follar, y me dijo que de lo que había pasado a mi hijo ni una palabra,.

 

Cuando llegamos a la fiesta me paseo como su nuera, pero yo creo que lo que hacía era exhibir a su nueva puta.

 

Me presento a tu familia política así como a sus amigos, entramos a merendar y notaba como los amigos de mi suegro me miraban y se reían, en un momento de la merienda se acercó tu suegro y me dijo que me quería enseñar los caballos, que mi suegro le había dicho que me gustaban mucho. Yo me quedé de piedra pues yo no le había dicho nada a mi suegro, en un momento cuando nadie nos veía tu suegro me agarró del brazo y me saco por la puerta de la cocina.

 

Al llegar al establo abrió la puerta.

 

-Pasa Verónica veras que yegua he comprado.

 

Al entrar vi que no había ningún caballo era un almacén para guardar pienso. Me quedé mirándolo con cara de pregunta, me miró se echó mano a su paquete desabrochándose el pantalón, en un momento cayeron al suelo tanto pantalón como su calzoncillos apareciendo una gran polla, no era muy larga pero bastante gorda, me agarro el brazo y.

 

- Venga zorrita que Pedro me ha dicho que eres una maestra comiendo polla. Me dijo a la vez que me empujaba los hombros para que me agachara.

 

Creo que ahí comprendí que iba a comer mucha polla esos dos días, me agaché se la cogí y vuelta a mamar, cuando estaba mamandole la polla a tu suegro entró el otro amigo de mi suegro, se había escabullido al vernos dijo:

 

- Joder tío ya as empezado sin mí.

 

Al tiempo que me ponía su polla para que chupara así que fui intercambiando pollas a una la mamaba mientras que masturbaba la otra, entonces ellos de mientras se pusieron a hablar de la caza del día siguiente, tenía ya las dos pollas empalmadas y tu suegro me quito las manos y comenzó a darme sacudidas se venía , apretándome la cabeza para que no me pudiera escapar de corrió en mi boca, a continuación su amigo sin darme tiempo a tragar la primera leche ya estaba vaciando su polla en mi boca.

 

- Pues sí que tiene razón Pedro, esta zorrita sabe cómo mamarla. Dijo tu suegro subiéndose los pantalones.

 

Me dejaron arrodillada con dos corridas en la boca y volvieron a la casa.

 

Se cayó llenándose la mano de mi corrida, se me quedo mirando y me dijo.

 

-Allí pasaron muchas cosas pero yo no te las puedo contar, si quieres saber habla con tu mujer o con tu madre.

 

Me la quede mirando, por supuesto que quiero saber mas….. conteste.