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Después de la muerte de Xavier

en Hetero: Infidelidad

Que conste que no hago esto para herirte, pero tienes que saber que puedes confiar en nosotros.

Entre en la habitación y efectivamente tenía un portátil, me quede mirando el pendrive, me daba miedo lo que podría ver, encendí el ordenador y lo coloqué, a partir de ese momento descubrí cosas que quizás hubiera deseado desconocer...

En el vídeo aparecía las reuniones de Carlos con miembros de la junta, pero lo más duro fue ver a Alberto reunido con Carlos en un bar de Barcelona, aquel había sido mi amigo, y ahora lo veía reuniéndose a mis espaldas con mi peor enemigo, no entendía la jugada que estaban haciendo.

Al abrir un archivo que titulaba "Informe mercantil de Barcelona& world que era mi empresa, aparecieron tablas en las cuales se veían traspasos hacia Gálvez &Martinez, Alberto había creado una empresa con los beneficios de nuestra empresa, estábamos aún números rojos, cada mes desde hacía medio año salían cantidades de dinero que dejaban débil nuestra empresa, mi casa estaba metida con los préstamos de la empresa lo que significaba que podría perderla, sentí la puerta a mis espaldas, el perfume de Amelie me confirmó su presencia, se pego a mi espalda posando sus manos sobre mis hombros, yo tenía la vista perdida en el ordenador, estaba evaluando lo que se me había venido encima,sus manos comenzaron a masajear mis hombros delicadamente, sentía su calor.

-¿Es grave?.-Dijo pegando su boca a mi oído.

-Si, es muy grave, creo que estoy arruinado.-Me di cuenta que no sentí ni rabia, creo que al descubrir que Alberto estaba metido en esto me daba la oportunidad de no culpar a Paula.

-Olvídate, si me ayudas la podrás recuperar y hacer que pague por eso.-Sus manos desabrochaban mi camisa.

-¿Venganza?no sé si es lo que quiero, estoy cansado de luchar Amelie.-Sus dedos habían abierto mi camisa, sentía su mano bajando hasta el cinturón de mi pantalón,mi pene sentía la presencia de una mano,el broche del cinturón enseguida cedió ante unos dedos expertos, acto seguido la cremallera bajo la guardia dejando que el intruso entrará en la guarida e hiciera prisionero al rey, el móvil comenzó a sonar, era Paula.

-Hola Paula.-Mi voz era serena, al contrario de mi pulso, alterado por una mano invasora agitando en mis pantalones mi pene, los dientes de Amelie había cogido prisionero al lóbulo de mi oreja izquierda.

-Siento lo de esta tarde, me gustaría hablar contigo, solo hablar como lo hacíamos Andrés, dame la oportunidad de explicarte y que tú me expliques, no estoy dispuesta a tirar nuestro matrimonio por la borda después de lo que hemos pasado.-La mano de Amelie subía y bajaba la piel de mi pene, su lengua recorría mi oreja haciendo que mi piel se erizará.

-Si creo que tendríamos que hablar.-Cada vez me costaba más pronunciar sin descubrirme, Amelie se quitó el pantalón que llevaba despacio, dándome el primer plano, después su tanga acompaño a su pantalón, me bajo los pantalones y acomodándose encima mío sentí como la iba penetrando.

-Podríamos cenar ¿te parece si te pasas por mi hotel sobre las Díez?.-Su voz era apagada.

Amelie movía sus caderas con fuerza haciendo que mi pene entrará completamente, mi respiración incrementaba, pero lo raro es que no me importaba si Paula me oía o no, acababa de descubrir que mi socio y amigo me había estafado, Sonia se entendía con mi mujer...¿qué más podía perder?

-Paso a buscarte , te tengo que dejar.

-Estoy en el St.James

-Vale hasta luego, te dejo.

Solté el teléfono cogiendo a Amelie por la cintura, me levante de la silla sin dejar de penetrarla para llevarla a la cama, iba andando entre risas de Amelie, nos tumbamos quedando yo encima de ella, ella enredo sus piernas en mi cintura como si de una llave de yudo se tratará, nos comíamos la boca con desesperación, ¿dónde quedaba Paula?esa mujer hacía que me olvidara de mi vida anterior, me mordía el hombro, haciéndome gritar, sus uñas se clavaban en mi espalda, era sencillamente una fiera,saque el pene de su vagina, quería correrme en su cara, necesitaba llenar su cara con mi semen, ella ayudo bajando de la cama y arrodillándose, me masturbe mirando su boca abierta esperando mi semen, unos chorros alcanzaron su rostro desigualmente, sus ojos mostraron el vicio que Amelie mantenía escondido cuando estaba delante de su padre.

Se levanto dándome un beso mi propio semen se traspaso a mi rostro e incluso mis labios pudieron saborearlos, Amelie entró en el lavabo que había situado dentro de la habitación, sentí como se abría el grifo y corría el agua,me asomo por la puerta y clavando su mirada en mi.

-Ayúdame Andrés, tú y yo juntos podemos hacer grandes cosas.-Dijo mirándome a los ojos.

-Necesito recuperar a mi mujer primero y luego mi empresa, después seré todo tuyo para hacer trozos esa junta de buitres.

-Con tu mujer no puedo hacer nada, pero con tu empresa puedo ayudarte, legalmente podemos hundir a tu socio,¿tenéis el cincuenta por ciento cada uno?

-No, cada uno tiene el cuarenta y ocho por ciento, el dos por ciento lo tiene el comité de empresa, se hizo para que en casos como este, venía de una empresa en que los trabajadores no tenían ni voz ni voto, cuando cree la mía decidí que eso tenía que cambiar.

-¿Y cómo te llevas con tus trabajadores?.-Amelie se había sentado en la cama, sus piernas cruzadas hacían que mi vista siguiera la línea que dibujaban para llevarme a sus labios ocultos entre sus pierna se, ella seguía mi vista acompañada con una fina sonrisa.

-Supongo que bien, necesito volver a Barcelona, pero no puedo dejar Londres, tengo que solucionar la firma con tu empresa, no me puedo dividir.

-¿Tienes a alguien de confianza que pueda realizar una reunión con ellos?

-En Barcelona no, pero sí tengo una...aunque no sé si querrá.

-¿Quién es?

-Julia, en sus manos dejaría mi vida...

-Ten cuidado con los amigos ya has visto lo de Alberto.-Dijo sin dejarme acabar.

-Si ella me falla, creo que desearía morir, ella no es así, es la mujer de Xavier ¿entiendes?.-Un hilo de rabia asomo a las palabras, el simple hecho de que alguien dudara de Julia hacía que dudarán de Xavier, la mejor persona que podría existir sobre la faz de la tierra; ella no me engañaría.

-Perdona si te ha molestado mi comentario.-Amelie se levanto abrazándome.

-Tranquila, pero primero quiero hablar con Sonia y Paula, necesito saber el porqué me ocultaron su relación, porque no creo que lo de ayer fuera casual.

Cogí el teléfono para hablar con Sonia, necesitaba oír su postura, lo mejor sería quedar con las dos, así no podrían modificar su discurso.

-¿Sonia?¿cómo va el asunto de Teresa?

-Nada no encuentro nada, he salido a dar una vuelta ¿dónde estás tú?

-Estoy reunido con Adam, hemos aumentado la oferta un veinte por ciento, será una sorpresa para Gálvez & Martinez.

-¿Estas seguro que vale la pena?

-Si, vale la pena, necesitaría verte, ¿puedes estar en el hotel St.James a las Díez?.-Sentí como se hizo el silencio, Sonia había reconocido el hotel.

-¿Porque allí y no en nuestro hotel?

-Me han dicho que tienen una cocina excelente, y hoy vamos a celebrar la firma,a no ser que Gálvez &Martinez haga una contra oferta en menos de dos días seguirán con nosotros.

-Esta bien, no lo entiendo pero tú mandas.-Sentí cierta inseguridad en su voz.

-¿Que es eso del veinte por ciento de aumento de vuestra oferta?.-Amelie estaba sorprendida del movimiento que había decidido hacer.

-Si Sonia está con Carlos, lo primero que hará será hablar con Paula o con Carlos, con lo cual si tan importante soy para Gálvez & Martinez harán algún movimiento rápido, entonces sabré que Sonia está implicada junto a Paula, aunque está simplemente esta trabajando por mucho que me duela.

-No está mal para lo jodido que estas.-Nos reímos los dos.

-Mira si he aprendido una cosa de todo esto es que, una vez que llegas al fondo del pozo lo único que puedes hacer es botar hacia arriba, y yo ya he llegado, ahora me toca botar hacia la superficie.

-Me parece estupendo, mañana viene Petter uno de los contables de más confianza de mi padre, me gustaría que estuvieras¿podrá ser?, sobre la una y de paso comemos.

-Por supuesto, dije mirando mi reloj, llegaba justo a la cita con Sonia y Paula.

-Andrés.-Llamo Amalie antes de que dejara la habitación, me giré para verla.-No me dejes por favor.-No pude más que volver sobre mis pasos y besarla, esa fiera en la cama se volvía un cervatillo fuera de ella, me daba miedo el pensar que me podría enamorar de ella, aunque no era el momento para ello.

Amelie me ofreció su coche para llevarme al St.James, llame para pedir mesa en su restaurante, la verdad es que desconocía la cocina del St.James, había tenido que improvisar sobre la marcha, algo había cambiado en mi, no podía saber si la culpable de eso era Amelie o simplemente el haber tocado fondo me había hecho reaccionar, de camino al hotel pensaba en los últimos años, me había obsesionado tanto con Paula y su relación con Carlos que había perdido de vista el mundo, deje mi empresa en manos de Alberto sin preocuparme de su situación, no entendía los motivos que tenía este para jugármela de aquella manera, y Paula ¿se habría dejado llevar como yo? Sonia era diferente, tenía que haber algo muy importante detrás para su comportamiento, la conocía muy bien y no me tragaba el hecho de que me hubiera traicionado por puro mercantilismo, no ella no era así.

Al llegar al hotel St.James me dirigí al restaurante, faltaban diez minutos para las Díez, el restaurante estaba casi vacío debido a la hora, habrían cinco mesas ocupadas de casi la veintena, escogí una mesa retirada pues quería que estuviéramos tranquilos, deje el sobre marrón sobre la mesa y me pedí un whisky doble, necesitaba fuerzas para controlar lo que se venía encima, tararee una canción de Sabina ;A la orilla de la chimenea

"Puedo ponerme cursi y decir que tus labios me saben igual que los labios que beso en mis sueños..."

Sin darme cuenta estaba cantando nuestra canción, el día que nos conocimos estaba sonando esa canción en un viejo bar de Barcelona, cada uno íbamos con diferente grupo de amigos, Xavier y Julia habían montado una cena para el cumpleaños de un amigo en común, ¡Por dios!cuanto hacía de aquello, coincidí con Paula en la barra del bar, en el momento que me miro sentí una punzada en mi estómago, jamás he vuelto a sentir lo mismo, el sexo es sexo pero el amor...es otra cosa, es preguntarte hasta donde serías capaz de llegar por la otra persona, y en aquel momento hubiera dado mi vida, y ahora¿hasta dónde sería capaz de llegar por ella?

Levanté la vista y las vi, venían juntas, tenían la vista clavada en mi,Sonia vestía unos tejanos rotos, jersey holgado y sus zapatos de tacón, Paula vestía también tejanos ajustados y camisa por fuera de los tejanos, su pelo había recuperado los rizos, al verlas juntas parecía que destilaran poder, esas dos mujeres juntas podrían comerse el mundo.

-Andrés.-Dijo Paula al llegar a la mesa.

-Paula, Sonia, sentaos por favor.

-Esto ha sido una encerrona Andrés, si me hubieras llamado....-Era Sonia la que primero disparo.

-Por favor siéntate y hablamos.-Insistí al ver que seguía de pie con su mirada desafiante.

-Vale, ya estamos sentadas ¿y ahora?.-Esta vez era Paula la que tomaba la iniciativa.

Me tomé mi tiempo, apure de un trago mi bebida y mirándolas extendí mi sobre para que quedara entre las dos.

-Esto¿Qué es?.-Sonia había cogido el sobre.

-Es lo que me tendréis que explicar vosotras, porque me estoy volviendo loco.

En el sobre había traído las fotos de ellas dos y una foto en la que salían ellas con Teresa, Carlos y dos accionistas de Adam & John.

Paula abría los ojos al descubrir la foto de ella con Sonia, las otras no significaban más que trabajo, Sonia mantuvo la mirada baja, sin saber cómo reaccionar o simplemente dándose tiempo para encontrar una respuesta.

-Andrés....-Empezó a decir Sonia.

-No, cenemos primero, tenemos toda la noche para hablar.-Dije sin dejarla continuar.

La cena pasó en silencio, las veía mirarse sin decir nada, me sentía con poder sobre ellas, me entró un mensaje de Amelie, habían recibido una oferta nueva de Gálvez & Martinez, un veinte por ciento más, ya no había duda, Sonia estaba implicada, seguí cenando como si nada, por una extraña razón me sentía bien, por fin se habían descubierto las cartas.

Al acabar de cenar tocaba la siguiente jugada.

-Paula, subimos a tu habitación a tomar una copa, allí estaremos más cómodos ¿Qué te parece?.-Paula abrió los ojos de par en par, estaba seguro que compartía habitación con Carlos, era el momento de demostrarme si estaba en lo cierto.

-¿Qué quieres Andrés?¿Qué buscas? Dímelo y acabamos antes.-Paula se había revuelto sobre mi, pero la conocía bien y sabía que no era más que una excusa para ganar tiempo.

-Bueno, las dos me debéis muchas explicaciones¿no creéis?y no se estamos en tu hotel, tienes una habitación...no sé porque te pones así.

-Tiene razón Paula, no sé qué quieres de nosotras, has visto las fotos, si hemos follado juntas, ya lo sabes¿qué más quieres?¿vernos follar?¿eso es lo que quieres?.-Sonia se había levantado de la mesa, estaba de pie desafiándome con la mirada.

-Me acaban de decir que Gálvez & Martinez ha subido casualmente un veinte por ciento su oferta, ¿casualidad? Sonia solo tú sabías que habíamos hecho esa oferta, y ahora te puedes sentar por favor.-Su mirada giro completamente, su desafiante mirada se comenzaba a bañar en lágrimas, se sentó escondiendo su cara entre las manos.

-Yo...Andrés lo siento, no podía más, me vi obligada....-Su voz estaba rota.

-¿Vamos a tu habitación Paula?.- Paula miro su móvil, levantó su mirada y accedió.

El camino a la habitación transcurrió en silencio, suponía que no estaría Carlos pues hubiera sido difícil manejar el asunto como quería.

Entramos en la habitación, todo estaba arreglado, Paula abrió el mini bar sacando Ginebra y refrescos, me dirigí al lavabo, efectivamente Carlos dormía allí, dos cepillos, colonia de hombre y máquina de afeitar lo demostraron, tire de la cadena simplemente para disimular lo que no se podía disimular, Paula sabía perfectamente porque había visitado el baño.

-¿Contento?.-Dijo Paula nada más que salí del baño.

-No, pero no voy a juzgar en este momento, eres mayor para hacer lo que quieras ¿te contó Sonia que follamos en el piso de mis padres?.-Se miraron las dos, la una viéndose descubierta y la otra sintiéndose traicionada.

-Te digo lo mismo, eres mayor para tirarte a quien quieras.

-Sentémonos por favor, y hablemos como personas adultas.-Dijo Sonia señalando la mesa.

Nos sentamos Paula y yo en la mesa y Sonia a lo pies de la cama.

-Andrés lo que te voy a contar es cierto, a partir de hoy no habrá más mentiras entre nosotros, cueste lo que me cueste¿me crees?.-Afirme con la cabeza, Paula se llevó las manos a la cabeza intentando ocultar su rostro.

-Por mi parte todo comenzó cuando entre a trabajar con vosotros, sabes que tuve una época digamos un tanto loca con el sexo, pues en una de las veces me lié con Alberto.-Sonia me miraba para ver mi rostro cómo cambiaba, Alberto estaba casado y tenía dos hijas preciosas, su matrimonio parecía ir bien y sin embargo...-Si sé que te resulta difícil de creer, pero así fue, un día estando en su despacho repasando unos papeles se me insinuó, entonces acababa de romper con Irina, ¿te acuerdas la rusa que me ligué? Estaba en horas bajas y eso ayudó a que me dejara llevar por las emociones, Alberto se acercó por detrás de mí y sin preguntar me comenzó a besar mi cuello, sé que no era lo más apropiado¡joder!era mi jefe, pero me conoces, me mata el sexo, así que me di la vuelta y le baje la cremallera, supongo que te imaginas que pasó, a partir de ese día lo hacíamos en cualquier sitio de la oficina, un día me comentó de que le acompañará a una reunión con unos inversores, no dude era trabajo, la sorpresa fue que la reunión era en una casa particular, me dijo que me vistiera sexi pues necesitábamos inversión para poder abrir nuevas sucursales, al llegar a la casa me encontré con Carlos y Paula.-A medida que Sonia iba contando sentía como se clavaban los puñales en mi espalda.-Todo parecía correcto, simplemente una reunión, pasamos a un despacho, notaba como Carlos no dejaba de mirárme, tengo que decir que me estaba calentando la situación, después de estar un rato hablando de números y oportunidades que se podían abrir, Carlos nos invitó a comer, recuerdo que Alberto y yo nos quedamos en el comedor bebiendo mientras Carlos y Paula...

-No sigas por favor.-Paula se había levantado de la mesa llena de lágrimas.

-Paula, tiene que saberlo, es la única manera de salir de esto, de que salgáis adelante.-Por mucho dolor que cause es la única forma de arreglarlo, ya basta no soporto más vivir de esta manera, no aguanto más el mentir o tapar a Carlos y a Alberto, no, se acabó ¿entiendes Paula?¡ya basta!

-No ves que no lo quiere entender, esta ciego Sonia solo oirá lo que quiera oír.-Paula se había girado hacia mi, hablaba con Paula pero sus palabras eran para mí.

-Deja que decida por una vez por mí mismo.-Dije aguantándome las ganas de besarla¡ joder!esa era mi mujer, seguramente sería la última vez que estaríamos en la misma habitación, sentía el desgarro de mi piel, ya no habría costuras que pudiera solucionar lo nuestro, no había marcha atrás , y a medida que iba pasando la noche estaba más convencido.-Paula, necesito saberlo todo.-Sentía que los cuchillos de mi espalda estaban girando sobre si mismos, Paula entró en el baño, se oía correr el agua, al momento salió con la cara lavada pero sin poder ocultar sus ojos rojos,una vez que se sentó,Sonia continuó vaciándose.

Sonia continuó su relato.

-Pues estábamos los dos en el comedor cuando pensé en echar una mano...-Se detuvo pensando en el daño, intentaba escoger las palabras más suaves para minimizarlo.-Al entrar en la cocina vi a Paula de rodillas chupándole la polla a Carlos, me quede tiesa sin saber qué hacer o decir, me iba a dar la vuelta cuando las manos de Alberto me rodearon la cintura.

*¿Has visto cómo la chupa esa puta?Alberto me había sujetado la cara para que no me perdiera nada del espectáculo, Carlos nos miro y su cara dibujo una sonrisa, *¿lo hace bien la puta?¿Sabes qué su marido es un cornudo consentidor?mientras Paula seguía chupando sin decir nada, Alberto me empujó hacia donde estaban, me arrodillo y se saco la polla, comencé a chupar mirando a Paula de reojo, pude ver unas lágrimas en sus ojos, luego nos intercambiaron para que Paula pudiera chupársela a Alberto, de allí pasamos a la habitación de matrimonio, te ahorraré detalles, simplemente estuvieron follandonos como dos locos un par de horas, desde ese día quedábamos los cuatro entre semana para ir a algún local o simplemente para follar, me sentía culpable por no decirte nada, ¿pero como decirlo? ; Andrés, sé que eres un cornudo, que llevas un cinturón de castidad y que Carlos se ríe a tus espaldas, no eso es muy difícil de decirle a un amigo y a medida que pasa el tiempo eres tan culpable como el.-Hubo un silencio en la habitación roto solo por el llanto de Paula, seguía cubriéndose la cara con las manos.

-¿Y sobre lo del chivatazo?.-Pregunté.

-Yo no sabía nada de lo que estaba pasando con Adam &John, te lo juro, pero Carlos me llamo ayer por la tarde para quedar con el, le dije que no podía tenía trabajo, entonces me amenazo.

-¿Qué tiene él que pueda hacerte daño Sonia?.-Pregunté extrañado.

-Mi piso.-Dijo mirándome.

-¿Tú piso?¿No era tuyo?

-Mi ex se jugó más que su dinero, se jugo el piso, si ya se lo que te conté, pero no era cierto, el piso era de los dos, una noche se jugo las escrituras del piso en una partida y como no era de extrañar perdió, los ganadores me reclamaron el piso o su valor en dinero, fui al banco a pedir otra hipoteca pero me la rechazaron, un director del banco me aconsejó que fuera a unos inversores que conocía, al llegar me dejaron el dinero con unos intereses normales pero con la condición de que el piso una vez que me muriera o me pasara algo pasaría a ser de su propiedad, yo firmé por supuesto, no tenía nada que perder, bueno pues esos inversores pertenecían a una de las empresas de Carlos, y fue lo que uso para obligarme, si no hacía lo que quería retiraría el préstamo y yo perdería mi piso, así como ves tuve que acudir, me citó en un local de ambiente ósea un puticlub, al entrar estaba prácticamente vacío, supongo que la faena llega mucho más tarde, lo vi sentado en una mesa con una chica a cada lado, hizo que me sentara.

*Quiero que estés atenta a los movimientos del cornudo de tu jefe.

Me dijo sin apartar la vista de las tetas de una de las chicas.

*¿Me estás pidiendo que espíe a Andrés?

*Si eso he dicho, y ahora porque no me la chupas un poco, tengo ganas de probar a una puta gratis.

Como supondrás me agaché e hice lo que me pidió, y ahora sabes el porque tuve que traicionarte, lo siento Andrés.-Su rostro estaba desencajado, las lágrimas corrían por su mejillas creando un riachuelo a su paso.

-¿Sabías algo de lo que ocurría con Adam & John? .-Le dije sintiendo aflorar mis lagrimas.

-Te juro que no tenía ni idea, me enteré a la vez que tú.-Dijo pasando su mano con intención de secarse las lágrimas.

-Vámonos de aquí.-Dije levantándome.

-¿Y eso a que viene ahora?.-Paula me preguntaba sin saber el motivo del cambio de opinión.

-Paula, te doy la oportunidad de venir conmigo, de olvidarte de Carlos, si prefieres quedarte quiero que sepas que caerás con el, sin embargo me gustaría escuchar tu versión de los hechos antes de que valla a por ese hijo de puta, tú misma, decide.-Tenía la intención de destruirlo, pero para eso no podíamos quedarnos en su habitación aunque ganas no me faltaban de encontrármelo, pero tenía algo mucho más fuerte que un simple puñetazo, algo que lo hundiría para siempre, pero no podía correr el riesgo de que nos viera juntos, Paula se levanto y fue a coger su maleta.

 -No déjala, ya la cojeras.-Teníamos que salir rápido.

Salimos los tres del hotel había comenzado a llover, el famoso clima de Londres hacia su aparición,caminábamos deprisa encogidos bajo la lluvia,llegamos empapados al hotel, Sonia paso por su habitación para cambiarse de ropa, Paula se metió a la ducha, mientras yo aproveché para llamar a Julia.

-¡Andrés!¿Qué pasa?.-Se le notaba la voz de haberla despertado,era la una de la noche.

-Julia, perdona por llamarte tan tarde¿estabas durmiendo?.-Pregunta estúpida, pero no sabía cómo comenzar la conversación.

-No te preocupes¿pasa algo?

Le conté todo el problema que tenía sobre el asunto de la empresa, obvie el tema personal no era el momento ni tenía cuerpo para ello, pero algún día sacaría tiempo para ello, en un principio estaba insegura de poder llevarlo a cabo, pero al final prometió intentarlo, mañana estaría en Barcelona, le pase las direcciones de los emails de todas las personas del comité de empresa, vi que Paula estaba tumbada en la cama enrollada en una toalla, la lámpara de la mesita hacía que se viera preciosa, envuelta entre sombras, sus piernas cruzadas pero abiertas a la imaginación, le estaba dando las últimas instrucciones cuando Sonia toco a la puerta, Paula se levanto para abrir, Sonia entro envuelta en una fina bata, acompaño a Paula a la cama para quedar tumbadas las dos, aquella visión me estaba matando, pero no podía, tenía que hacer gestiones, acabe de hablar con Julia en la que no faltó el recado de un beso para Paula.

-Sonia, necesito que mandes un email a Roberto.-Roberto era el enlace sindical.- Convócalo a una reunión a las cinco de la tarde, no le des más explicaciones, simplemente que sea en secreto, miéntele diré que los jefes no saben nada.

Sonia se puso con su móvil y comenzó a teclear, Paula se levanto para mirar en el mini bar, sacó una botella de agua mineral.

-¿Quieres algo?.-Había girado su cabeza mientras su cuerpo seguía agachado, me daba la sensación que se marcaban más sus pecas, solo llevábamos dos días que no estábamos juntos y tenía la sensación de que habían sido una eternidad.

-Agua por favor.-Se levanto ofreciéndome un botellín, apartó su mirada salvando mis ojos, no podía mirarme, jamás Paula se había comportado de esa manera, era altiva y en cierta manera orgullosa, sin duda estaba pasándolo mal.

-Salgo cinco minutos.-Necesitaba hablar con Amelie en privado, todavía no las tenía todas con Paula.

Salí al pasillo y la llame.

-¿Amelie?

-Andrés ¿cómo ha ido?.-Me estaba enamorando de su mal inglés, la hacía débil pero su voz era caliente.

-Bien, necesitaría que pusierais en marcha a vuestros abogados.

-Por supuesto, mañana a primera hora¿vendrás a dormir?.-Su dulce voz me mataba, era como las sirenas de Ulises, hacia que me fuera casi imposible salir corriendo y mandarlo todo a la mierda, ir a buscar a Amelie y perdernos...la vida es tan fácil que cuesta comprender cómo la complicamos.

-No te lo puedo asegurar Amelie ¿tú qué quieres?.

-Yo quiero conocerte Andrés más¿te vale con eso?.-Sentía que las sirenas le estaban ganando la batalla a mi Ulises.

-Tengo que terminar unos asuntos, pero mañana estaré ahí, no te preocupes.-Buenas noches Amelie.

Al entrar encontré a Sonia tumbada en la cama, Paula estaba sentada en la mesa, sostenía su mirada mirando el agua del vaso, levantó la vista al verme entrar.

-¿Qué quieres que te cuente Andrés?¿Qué quieres de mí ?.-Se había recogido el pelo con una mala coleta, haciendo más profunda la herida que llevaba abierta en su interior.

-Simplemente la verdad, me gustaría saber cuando dejaste de amarme, cuando te diste por vencida, no sé si tú intención de arreglar lo nuestro era cierto o no, ¿cuándo se rompió lo de "tú y yo"?

-Andrés, lo nuestro se rompió el día que enterramos a Xavier, ese día nos enterrasteis a los dos, ya no volviste a ser el mismo, lo que hemos estado haciendo no ayudó, vivíamos en una jaula de cristal, te he querido con toda mi fuerza, pero ya no daba para más, no es fácil créeme, cuando empecé con Carlos pensaba que nos podía ayudar, pero sin darme cuenta me metí en un juego que ya no era el mismo, Carlos cada día pedía más de mi y tú no dabas señales de que terminara, cuantas veces hubiera deseado que me pidieras que dejara a Carlos o que dejara el trabajo, pero sin darnos cuenta traspasamos la línea, ya no había marcha atrás, ya era tarde nos habíamos perdido en escupidos juegos, esta tarde lo quería arreglar pero vi que tú ya no eras el mismo, estas lleno de rencor, jamás me preguntaste cómo estaba  yo, jamás te preocupaste de pensar que estaba entre la espada y la pared, no, tú tenías tu ración de morbo, que más te daba como estaba, jamás te fijaste si lloraba por la noche sin entender en lo que nos habíamos vuelto, eras mi marido, el hombre con el que me casé nunca lo hubiera permitido, yo me daba un día más, Paula aguanta un día más me repetía, pero entre en un bucle del cual ya me era imposible escapar, Carlos no se conformaba con ser el segundo, no, él quería ser mi dueño y poco a poco lo consiguió, después apareció Sonia, ella me abrió las puertas, me conocía, podía hablar con ella sin tener que fingir, llevo dos años engañando a todos, mis padres, tus padres, familia y amigos,¡ mentía por ti!¿ entiendes eso maldito cabrón?.-Se echó las manos a la cara, sentía los puñales en mi espalda hundiéndose más profundo, Sonia se levanto para abrazarla.

-¿No crees que ya es suficiente?.-Dijo mirándome con los ojos llenos de lágrimas.

-¿Entonces si tanto me odias porque querías arreglar nuestro matrimonio?.-Le pregunté a Paula la cual seguía cubriéndose la cara con las manos, levanto la cara y me miró incrédula.

-No te odio Andrés,¿ crees que te odio?, te amo Andrés, pero no puedo seguir de esta manera, ¿crees que si te odiara hubiera hecho todo lo que hice por ti?

-¿Entonces?

-¿Entonces?yo llamé a Sonia ayer por la mañana, si la llamé por qué me dabas miedo, no porque me dejaras si no porque tenía miedo de que cayeras otra vez en la depresión, Sonia y yo llevábamos tiempo pensando en irnos a vivir juntas, lo íbamos a dejar todo, saldríamos de las empresas y montaríamos algo juntas¿sabes cuál es la razón que todavía no lo hayamos hecho?.-Me estaba interrogando con la mirada.-¡No lo hicimos por ti, maldito egoísta!no podía dejarte, temía que volvieras a recaer, dijimos que esperaríamos a que fuera un buen momento, así pase día tras día esperando ese momento, siempre me decía mañana, y al llegar otro día me volvía a repetir mañana, y así un día tras otro, hoy quería hablar contigo, quería explicarte un poco, ¿pero al llegar que es lo que me encontré?a un Andrés cargado de odio, más pendiente de intentar culparme de espionaje industrial más cargado de celos que de un marido preocupado por su matrimonio, ¿sabes?creo que el Lunes ya tenías claro que nuestro matrimonio estaba roto, lo demás ha sido buscar excusas para no reconocerlo.-Se cayó de golpe, mis ojos ya no aguantaban las lágrimas.

-Sonia si tú sabías esto¿a qué vino lo del piso de mis padres?.-No entendía cómo se había comportado Sonia en casa de mis padres.-Me estaba ahogando, me sentía hundido.

-Andrés, bastante daño te había hecho como para hundirte más, te quiero aunque no te lo creas, necesitabas que alguien te subiera la moral, cuando Paula me llamó supe que algo había pasado, me dijo lo vuestro y le prometí que te ayudaría, que intentaría mantenerte a flote.

Me levante para lavarme la cara, necesitaba refrescarme, al mirarme al espejo no me veía como me pintaban, ese no podía haber sido yo.

Al salir vi que estaban las dos acurrucadas en la cama, Paula tenía su cabeza enterrada en el pecho de Sonia, se rompía mi alma.

-Mañana sale un avión a las ocho de la mañana, me gustaría que lo cogierais, no miréis atrás, dentó de una semana hablaremos¿os parece bien?

-Sonia contestó por las dos.

Salí de la habitación, al cerrar la puerta también cerré una parte de mi vida, cogí el móvil y escribí un mensaje.

-¿Me esperas para dormir?

-Siempre.

Continuará...