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Yo no soy un florero

en Hetero: Infidelidad

 

Me presentaré confesando en qué momento mi mujer dejó de serme fiel, bueno en verdad es ex mujer, pero me perdonarán si la siga llamando mujer, la costumbre pues hace menos de un mes que nos separamos, creo que todo en nuestro matrimonio era normal hasta hace tres meses aproximadamente, siempre la quise aunque quizás demasiado, pues le permití cosas que un marido no tendría. Nos describiremos, me llamo Antonio, tengo cuarenta y nueve años, digamos que estoy bien para la edad que tengo, quizás me sobren cuatro kilos, haya perdido casi el pelo y digamos que el trabajo muchas veces me agota, y no soy de acostarme muy tarde. Pero un día a llegar a casa mi mujer me sentó en la mesa y me pidió el divorcio, me asombre pues no me lo esperaba, la mire y empezó a hablar.

 

 

 

-Pues sí, no te he sido fiel, y sí me quiero divorciar, pero la culpa no es sólo mía , no soy un florero que puedas tener encima de una mesa como adorno, me he pasado los últimos diez años intentando que me vieras como la mujer que soy, a veces cuando estaba con algún amante me acordaba de ti, y me decía ojalá fueras tú el que me estuviera poseyendo, no te voy a decir que no disfrute como una puta, eso sería mentirte, a la vez que me estaban follando me decía que de esa noche no pasaría y te lo contaría todo, pero que quieres que te diga, llegaba a casa y volvía a ser tu florero, ni siquiera cuando me exhibía delante de ti con la ultima lencería comprada para que tú la disfrutaras se, pero no, no sé si tienes amantes o no, espero que tengas alguna, por lo menos eso lo explicaría, siempre me mantuve en buen estado, iba al gimnasio, me compraba la última moda en ropa para que me pudieras lucir ante tus compañeros o incluso ante tu jefe, porque igual no lo sabes, tu ascenso lo gane yo, si, no me mires con cara de asombro, en la fiesta de Navidad de tu empresa, pues claro que no te acuerdas, era más de media noche y todos llevabais unas copas de más, todos menos tú jefe claro, este sabía lo bastante como para no perder el control, recuerdo que ese día iba vestida con un traje de cuerpo completo con un escote palabra de honor y un fular cubriendo los hombros, mis zapatos de tacón de aguja que hacían que mis nalgas resaltarán mi cuerpo, si ese vestido que me escogiste, pues según tu yo tenía que deslumbrar en la fiesta, lo que yo digo un florero, pues allí estaba yo, en una mesa sentada mientras veía que tú reías con tus compañeros, ayudado por las copas, mirando alrededor y viendo que no era la única mujer que también había sido tratada como un artículo más, pude apreciar a tu jefe como un lobo acechando a las ovejas, escogiendo haber cual se comía, sonaba la música, en la pista habían algunas parejas bailando, la verdad es que no los conocía, vi como él se acercó a la mujer del encargado, ya sabes el que estaba por debajo de ti un tal Miguel, otro cornudo, creo que todos los de aquella fiesta más tarde o más temprano fueron engañados, total que se acercó a la mesa y algo le dijo al oído, ella se levanto y juntos fueron a la pista de baile, ella era apenas una cría, supongo que estaría entre los veinticinco y treinta años, guapísima, vestía un vestido drapeado, con dos finos tirantes, el vestido apenas le llegaba a las rodillas, y como bien sabes tú jefe a pesar de sus cincuenta años es todo un hombre, su pelo cano junto a sus ojos verdes le hacen irresistible, supongo que sigue soltero para poder tirarse a cualquier mujer que se ponga en su camino, pues allí estaban los dos, sonaba música lenta, la pista se lleno de parejas, prácticamente todo el mundo estaba en la pista excepto tu grupo, supongo que ni os enterabais que estábamos, total para que, ya nos habíais exhibido lo bastante, me fijé en tu jefe y veía que cada vez estaba más suelto con la chica, está en un principio se sentía cohibida pues era el jefe de su marido, pero a medida que pasaba el tiempo se iba relajando, cosa que aprovechaba él para arrimarla y decirle cosas al oído, no sé lo que le decía pero veía que ella se sonrojaba, acabó la canción y antes de separarse comenzó otra lenta, con lo cual siguieron bailando, me quede mirándolos sabía que tu jefe la estaba camelando, eso se notaba, su mano que estaba en la cintura comenzaba a desplazarse un poco más abajo quedando en la frontera de las nalgas, vi que ella lo miraba a los ojos y de tanto en tanto buscaba a su marido con la vista, pero no vi signos de dejar de bailar, más bien estaba controlando a su marido, el empezó a poner su mano encima de las nalgas como si fuera una cosa normal, a la vez que atraía más a la chica quedando está con la cabeza apoyada en su hombro, por supuesto que el marido no podía ver las manos de tu jefe, pues este le daba la espalda, pasó de tener una mano a tener las dos cogiéndola por las nalgas ahora ya descaradamente, me fijé y vi que ella respondió al saludo con la mano que desde la otra punta le hizo su marido, sin darse cuenta que su jefe estaba sobando las nalgas de su mujer, le sonrió y siguió bebiendo ajeno a lo que vendría.

 

No podía mirar hacia otro sitio, me sentía atraída por ese hombre, tenía un poder de seducción impresionante, incluso tenía celos de esa chica, me hubiera gustado ser yo la que estuviera bailando con él, tenía la vista fija en el, notaba mis pezones duros y como empezaba un picor en mi coño, intentaba imaginar cómo sería el en la cama, que cuerpo tendría aunque por lo que se veía estoy segura que tendría que estar muy bien, en eso estaba cuando vi que me estaba mirando, nuestras miradas coincidieron y pude apreciar una sonrisa de triunfo, note como me ruborice, me subió un calor que se apoderó de mi cuerpo, hice como si mirara hacia otro lado, no sabía si seguir sentada o levantarme e irme, si seguía sentada igual él entendía que me gustaba lo que veía y si me iba podía entender que lo hacía para disimular, opte por levantarme y dirigirme a la barra dónde estabas con tus amigos, tenía ganas de irme, pues se me estaban pasando cosas por la cabeza y si seguía ahí no podría responder de mis actos, pero tú insistías en que no nos podríamos ir antes que tu jefe, que quedaría mal y eso no se lo podía permitir, pues el ascenso estaba muy cerca y no quería que ningún detalle lo fastidiara, así que me pedí una copa y decidí olvidar a tu jefe, me dije que con un par más de copas estaría lo suficiente afectada para sentarme en un rincón y esperar que todo acabara. Supongo que de tanta copa me entraron ganas de ir al baño, me dirigí al baño que quedaba en la otra punta, por lo menos si me alejaba de ellos podría olvidar lo que había visto en la pista de baile, entre y supongo que al ser el más retirado hacía que estuviera más vacío pues de los cuatro retretes solo había dos ocupados, entre en uno me levante el vestido y me baje el tanga, el cual vi que estaba un poco mojado, resultado de la visión del jefe Don Arturo, así es como se llama tu jefe, ese nombre no se me olvidara en la vida, pues allí estaba sentada ,maldiciéndote, oí que las dos mujeres salieron del lavabo y después de arreglarse abandonaron los lavabos quedándome sola, al momento oí la voz de una chica.

 

-Está loco, no podemos, aquí no.. Decía ella

 

-No te preocupes, ni se enteran y ya me tienes muy caliente, enséñame esas tetas. Reconocí la voz, era Don Arturo y seguro que ella era la rubia con la que estaba bailando, oí una cremallera que corría y por lo que tardo sabía que era del vestido de ella.

 

- Que maravilla, que bonitas tetas, ven dame un beso zorra. Le decía, al momento dijo.

 

-Espera, voy a pasar el pestillo para que los tres estemos tranquilos. Había dicho los tres, pero y quien más había, no escuche ninguna voz salvo ellos dos y “ Yo”, sabía que estaba en el lavabo, seguramente me habría visto entrar, me quedé helada pues no sabía qué hacer, permanecí quieta casi sin respirar, oía chupetones supongo que le estaría comiendo las tetas, ella empezó a gemir, oí ruido como cuando te sacas la ropa.

 

-Así, como una puta, desnudita en el lavabo con el jefe de tu marido y tú Maite vas a salir o te vas a quedar toda la noche espiando, tu ponte de rodillas quiero que me comas la polla, eso es hasta el fondo, como una buena puta. Sentía que decía, me había descubierto, saldría y me iría junto a mi marido, me levante y salí, en ese momento vi a la chica totalmente desnuda salvo sus zapatos de tacón arrodillada y con la polla en la boca, la verdad que no le cabía toda dentro y a la vez le masturbaba, me lo quedé mirando y toda mi fuerza de voluntad ayudada con las tres últimas copas desapareció, sin darme cuenta me tenía cogida por el cuello morreandome.

 

-Quítate la ropa puta, te quiero desnuda. Me dijo. Parece mentira pero en ese momento sus insultos me calentaba más todavía, me desvestí quedándome solo con los zapatos, me acerqué y cogiéndome me volvió a meter la lengua en mi boca, esta vez con fuerza, se oía el ruido de la chica mamando esa polla, me separo y poniéndome de rodillas.

 

-Maite te presento a Sara, venga daos un morreo como dos buenas putas. Nos presentó delante de su polla, tenía todo el control sobre nosotras, nos juntamos dándonos la lengua al mismo tiempo que lo mirábamos , al momento estábamos repartiendo esa polla, mientras la una la chupaba la otra le comía los huevos, nos cogió por el pelo haciendo que nos levantáramos, apoyándonos en el tocador del lavabo exponiendo nuestros, culos comenzó a follarnos, cuando sentí esa polla entrar en mi coño fue como si me llenara por completo, se iba intercambiando nuestros coños, estuvimos una media hora follando hasta que nos hizo arrodillarnos, sacamos nuestras lenguas como putas, se masturbo y repartió grandes chorros de semen en nuestras caras.

 

-Daos un beso zorras, no quiero que se pierda nada. Nos dijo juntándonos las bocas, nos besamos, me sentía una puta, pero lejos de disgustarme me gustaba.

 

Salimos del lavabo, luego me enteré que había dado una buena propina al encargado de la discoteca para que cerrara el lavabo hasta que saliera, nos dirigimos hasta dónde estabais prácticamente con su mano en nuestras nalgas, éramos esa noche sus putas. Eran casi las tres de la mañana y estabais bastante borrachos tanto tú como el marido de Sara. Al ver como estabais Don Arturo llamo supongo a un par de empleados, no sé qué les dijo pero cogiéndolos por los hombros os sacaron de la sala. Puse una cara de no entender nada a lo que el mirándome me dijo.

 

-Tranquila, los van a llevar a un hotel que está aquí al lado. Tengo toda la noche para disfrutar de mis putas. Soltó agarrándonos.

 

Nos cogió por la cintura y nos dijimos a unas escaleras que llevaban a un palco vip, este estaba situado de tal forma que podías ver toda la pista de baile desde arriba, era una sala con dos grandes sillones y una mesa para dejar las bebidas, la sala disponía de su propia barra de bar, en unos sillones había un hombre dando verga a una negra, le estaba rompiendo el culo, mientras una asiática le chupaba los huevos desde atrás, las chicas estaban totalmente desnudas.

 

Se sentó en un sillón y señalándome me dijo.

 

-Arrodíllate y empieza a chupar, mientras Sara se va desnudando lentamente.

 

La verdad es que estaba fuera de mi, quería polla mi coño ya era como una fuente, me arrodillé le desabroche los pantalones, él se levanto para quitárselos quedando desnudo de cintura para abajo, se sentó y me lancé a esa polla mientras Sara seguía desnudándose, vi que levantó una mano llamando al camarero, este apareció en nada.

 

-Don Arturo, ¿cuánto tiempo sin verlo? Le dijo ignorando que habían dos mujeres la una desnudándose y la otra mamando la polla de Don Arturo.

 

-Hola Pedro. Pues es verdad últimamente he estado fuera, ¿has visto que dos putas que he traído? Jajá lo mejor es que son las mujeres de dos de mis trabajadores. Decía eso apretando mi cabeza para enterrarme la polla más adentro.

 

-Dime cómo te gustan, esa rubia y joven dijo señalando a Sara que ya estaba desnuda,- O está puta madura. Dijo agarrándome la cabeza para que sacara la polla de mi boca, yo tenía lágrimas en mis ojos y el rímel corrido, me lo quedé mirando, era un chaval de apenas veinte años.

 

-Pues no se Don Arturo, yo sin probar no puedo decidir. Jajá. Decía mientras nos miraba.

 

-No te preocupes que las probaras, a partir de hoy son mis putas. Tráeme lo de siempre. Levántate y desnúdate quiero follarte ese culo de puta que tienes. Dijo levantándose, me quite la ropa quedando desnuda por completo, se sentó en el sofá cogiendo a Sara e hizo que me pusiera a cuatro patas, como he dicho estaba súper caliente, sabes que no soy virgen analmente pero si un poco en desuso pues eso es otra de las cosas que se te olvido, mire hacia atrás y vi que Sara empezó a comerme mi coño y darme lametazos en el ano, Don Arturo se puso delante de mí y metiéndome su polla en la boca empezó a follarmela.

 

-Eso es zorra, pónmela dura para tu culo, joder que bien la chupas. Decía mientras yo intentaba metérmela toda. Mientras notaba como se introducían dos dedos en mi culo a la vez que otros tres me follaban mi coño, Sara estaba haciendo un buen trabajo, me corrí como una zorra, Don Arturo me saco la polla y dirigiéndose a mi culo me empezó a metérmela, entro despacio hasta que pasó el aro y una vez que mi culo la acepto empezó a follarme salvajemente, miraba para atrás viendo como tenía la cara de Sara apoyada en mi nalga, iba sacando la polla del culo para metérsela en la boca a Sara, esta le daba otra mamada y volvía a mi culo así estuvo diez o quince minutos, yo me volví a correr, su cuerpo se tensó y empezó a llenarme el culo de semen.

 

-Date la vuelta zorra y límpiame la polla. Me dijo dándome una nalgada, la mame hasta quedar completamente limpia, se vistió y se acomodó en el sofá haciendo que nos sentáramos una a cada lado, trajeron una botella de champán francés y tres copas las cuales fueron llenadas, levantamos las copas y brindamos. Pasamos un rato bebiendo y bailando completamente en pelotas. Por supuesto que el camarero nos follo a las dos.

 

A las seis de la mañana me acosté, recuerdo que ni siquiera me preguntaste.

 

Y esa no fue la única vez que fui la puta de tu jefe, ni tampoco fue la última vez que me comporté como lo que soy, llámame puta o zorra, me da lo mismo, me gusta follar a si de claro. Te podría dar mil ejemplos de las veces que te he puesto los cuernos, sabes si simplemente hubieras estado por mí un solo momento te hubieras dado cuenta de lo puta que es tu mujer, pero para que, total ya me tenias en casa como un florero, lo que no sabes es que a los floreros hay que cambiarles el agua, porque si no se secan las flores, y como no lo hacías tuve que buscar quien me cambiara el agua, si te digo que tu padre y tu hermano me han follado, si, si no te lo crees y tienes huevos pregúntaselo, fue en la comunión de tu sobrina, recuerdo que llevaba un top sin tirantes, una mini falda junto a mis zapatos de tacón, recuerdo que me miraste raro, en ese momento creí que me follarias antes de salir de casa, incluso mis pezones se pusieron duros esperando a que te tiraras encima y me follarias como si no hubiera un mañana, pero no simplemente miraste la hora y me echasteis la bronca por lo que había tardado, llegamos a la iglesia y pude comprobar cómo tenía las miradas clavadas en mi. Recuerdo que tu hermano siempre me decía lo guapa que era, qué suerte tenía su hermano conmigo, aunque es verdad que su mujer es guapa, pero nunca supo aprovechar sus fortalezas, se abandonó como tú y pasa lo que pasa, lo que no te dan en casa pues lo buscas fuera, total que podía ver las miradas de este en la propia iglesia. Al acabar el oficio salimos fueras hacer las fotos de rigor, ya sabes las de la familia, cuando nos tocó a nosotros recuerda que tú te pusiste con Isabel tu cuñada la niña en el medio yo después y a continuación tu hermano, si te acuerdas aquella foto se tubo que repetir un montón de veces pues tu hermano siempre se movía, pues la razón era que lo hacía a posta pues me agarraba con una mano mi nalga, y como detrás había la pared de la iglesia nadie nos podía ver, yo no le dije nada, por lo menos alguien se había fijado en mí. Después de hacer las fotos si te acuerdas llevaste a tu cuñada a un parque junto a Maribel tu sobrina para hacer el reportaje, mientras yo me fui con tu hermano al restaurante para comprobar que todo estaba bien, yo sabía lo que iba a pasar, sabía que tu hermano no se iba a conformar con tocarme el culo.

 

Al subirnos en el coche lo primero que hizo fue.

 

-Sabía que eras una zorra, súbete la falda y quítate el tanga, hoy vas a ir de zorra todo el día. Y a mí que desde la fiesta de tu jefe, cuanto más me trataban de puta más cachonda me ponía, tenía mis pezones tiesos simplemente con la sobada de nalgas de la foto, levante mi culo y me saque el tanga mirándolo con deseo.

 

Se desabrochó los pantalones y se sacó su polla, que por cierto es más grande que la tuya, no me hizo falta que me dijera nada, me agaché y mame, la estuve mamando todo el camino, mientras él me iba diciendo de todo, puta, zorra, eso es trágatela toda, note que se venía y empecé a chupar más fuerte hasta que se corrio en mi garganta, se la limpie guardándose la a continuación.

 

-¿Te gustó cuñado? Le pregunté limpiándome restos de semen que habían quedado en mis labios.

 

-Ya lo creo cuñada, eres una pedazo de puta, no te preocupes luego te daré lo que te mereces, pero de tu tanga olvídate. Y agarrando mí tanga bajo la ventanilla del coche y lo tiro. A continuación llevó su mano y metiendo dos dedos en mi coño pudo comprobar lo mojada que estaba.

 

-Que bien nos lo vamos a pasar, zorra.

 

-Eso espero cuñado. Conteste.

 

Cuando llegamos ya estaban tus padres, los salude como siempre con dos besos a cada uno, tu madre se fue a ayudar a tu hermano con el asunto de las flores, cosa que aprovechó tu padre para decirme que si le acompañaba al coche para traer los regalos a su nieta, recuerdo que su coche estaba el último de todos, junto a un jardín del mismo restaurante, estaba decorado como una de esas bodegas, había un puente y una especie de molino de agua. Recuerdo que nada más alejarnos de la entrada, lejos de las miradas tu padre puso su mano en mi culo.

 

-Alfonso, ¿ Qué hace? Dije parándome en seco y mirándolo.

 

-Maite, tú te crees que soy gilipollas, que no se lo que ha pasado en el coche con mi hijo, mira continúa caminando puta, que ahora me vas a tener que contentar para que no diga nada. Me dijo ya levantando la falda y poniendo su mano directamente en mi culto.

 

No tengo ni idea de cómo se enteró, igual por mi aliento a polla, la cuestión es que me llevó a un rincón andando con un dedo metido en mi culo, yo estaba mojadisima, cuando llegamos hizo que me agachara y se la mamara.

 

-Así zorra, cómetela toda, pero que puta eres joderrr, cuantas te habrás comido. Decía, la verdad es que tenía una buena polla, mientras se la mamaba yo me masturbaba metiéndome dos dedos en mi coño, se sentó en una especie de silla, de estas de jardín que estaba de decoración y a continuación me metí su verga en mi coño dándole la espalda, empecé a moverme mientras él me bajo mi top y desabrochando me el bra mis tetas quedaron en sus manos, agarraba mis pezones mientras yo subía y bajaba, me corrí como hacía tiempo que no lo había hecho, al momento sentía que se iba a correr con lo cual me salí de su polla y agachándome la introduje en mi boca para que se corriera, al no llevar bragas no quería que luego me corriera el semen por mis piernas, descargo en mi boca mientras me la follaba, me lo tragué todo, en menos de una hora llevaba dos mamadas y una follada esto prometía.

 

Después fuimos al coche, menos mal que siempre llevo un kit de maquillaje en mi bolso, pues con la mamada que le había hecho a tu padre tenía todo el rímel corrido, me maquille, cogimos dos cajas que eran los regalos y entramos al restaurante deje una de las cajas donde tú madre me dijo y fui a la barra a pedir una copa de vino, más que nada para disimular mi aliento.

 

Al momento llegaste con tu cuñada y tu sobrina, nos sentamos en la mesa," casualmente "me tocó al lado de tu hermano, creía que al estar sentado junto con su mujer no podía pasar nada, empezó el banquete y salvo dos intentos de tocarme el coño, no hizo nada más, bueno se encargó de que no te faltará vino en tu copa, cosa que yo colaboré cambiándote mi copa por la tuya cada vez que la veía vacía , sabía que tú hermano en algún momento me iba a follar, y si quieres que te diga la verdad, estaba deseándolo, efectivamente a medida que pasaba la tarde más borracho estabas, hasta tal punto que cuando acabó la fiesta no te mantenías en pie, y como no, tu hermano arreglo las cosas para que tu padre llevará a tu sobrina y su madre a casa, él nos llevaría a nosotros, dejamos nuestro coche allí aparcado.

 

Te subió a la parte de atrás tumbado y yo delante con él, arranco y cuando ya estábamos a medio camino miro hacia atrás comprobando que estabas dormido, recuerdo que yo lo miraba con cara de deseo esperando haber que hacía, se me quedó mirando y me metió dos dedos en mi boca, los empecé a chupar como si de una polla se tratara, el restaurante estaba a las afueras de la ciudad a unos veinte minutos de casa, no había mucho tiempo, pero él no estaba para perderlo y volviendo a comprobar que seguías dormido me bajo mi vestido quedando mis tetas al aire, pues entre el padre y el hijo me dejaron desnuda debajo de mi vestido, me cogía los pezones y los estiraba, algunos coches que se nos cruzaban no podían dejar de mirar.

 

-Mira que eres puta, Maite, cuando lleguemos te voy a follar delante de mi hermano. Decía a la vez que colocó el retrovisor de manera que te pudiera ver, a la entrada de la ciudad había atasco cosa que aprovechó para sacarme el cinturón.

 

-Come polla zorra, ves preparándola para follarte. Dijo susurrando y cogiéndome la cabeza para que se la chupara. Se la saque y empecé a manar aquella polla que ya me era familiar, jugaba con mi pelo como si de un peluche se tratara, creció en mi boca llenándola, se la sacaba y jugando con mi lengua en su capullo le arrancaba gemidos que intentaba ahogar. Me cogió de los pelos tirándome hacia arriba.

 

-No sigas pedazo de puta, vas hacer que me corra antes de tiempo.

 

-Jajá no aguantas una mamada cabron. Dije riendo. Al entrar en mi barrio me puse el vestido bien, no era plan que algún vecino me viera.

 

Aparcó el coche en la plaza de parking, lo cogimos entre los dos y subimos a casa, al entrar te llevamos a la habitación, cuando te estaba quitando los zapatos note una mano en mi coño, te quedaste con un solo zapato pues tú hermano no me dejo acabar, metía dos dedos y con la otra mano me mantenía agachada quedando mi culo a su merced, los notaba dentro de mi, aumentó sus movimientos, intentaba agarrar las sabanas de la cama para no gritar de placer, de pronto sentí un dedo en mi culo, el cual fue ocupado por dos dedos más, llegando a tener tres dedos en mi coño y tres en mi culo, y todos follandome. Me agacho para que estuviera a la altura de su verga y me la hundió de golpe en mi culo, cogiéndome de los pelos hizo que levantara la cabeza arqueando mi cuerpo, y me dijo.

 

-Eres la puta de la familia, mírate hoy as follado con mi padre y conmigo, al único que no le as ofrecido tu coño es a tu marido, zorra, ¿te gusta ponerle los cuernos delante de él? Zorra, puta te voy a llenar, voy a hacerte un hijo, un hijo de puta. Decía follandome más rápido, se salió de mi culo y me la enterró en mi coño, no se las veces que me corrí, así estuvo veinte minutos intercambiando coño y culo hasta que se corrió llenándome el coño. Me quede tumbada en la cama hecha polvo de la follada, se subió la cremallera y se fue.

 

Así cariño, ya sabes, sí soy una puta, y sí ,te soy infiel, y esto son solo dos casos, te podría contar alguno más pero para que.

 

Supongo que te has enterado de que YO NO SOY UN FLORERO.