Siguen una vez más los encuentros con el negrito vendedor de galletas.
Otra vez cogió mis piernas y las pasó sobre sus hombros, colocó su enorme polla negra en la entrada de mi culo y de un empuje certero y violento la hundió por completo en mis entrañas, lancé un aullido mezcla de dolor y placer... (con fotos)
Sentencia de un tribunal español aparecida el viernes 13 de abril de 2007 sobre un caso interracial.
Historia de una dama criolla con sus esclavos negros que cambiará la vida de un joven español recién llegado al nuevo mundo.
Es un relato sobre un breve capítulo de la vida en una plantación negrera de algodón.
Martita y Laurita son devoradas por el nieto de Don Rómulo en el refugio de la Montaña.
El amor a la patria lo es todo para algunos. Ciertos sacrificios no son tan duros si sirves con ello a tu país. Además pueden resultar excitantes.
Sati: sacrificio de la viuda en la pira funeraria de su esposo.
El sexo con una mujer negra es espectacular, y más aun si es la mujer de tu jefe y la dejas preñada.
Bueno, aquí relato de donde saqué las tres bragas y Tomás acaba de madurar.
Por lo que te voy a contar seguramente pienses que soy una fresca, una lagarta o peor aún una puta y en lo único en que me diferencio con aquellas que se anuncian en los periódicos es que ellas cobran y yo no. Piensa de mi lo que te dé la gana, yo no voy a cambiar de actitud ni voy a dejar de comportarme como me comporto, ni buscar quien me alegre un buen rato cuando tengo ganas de sexo.
Homo sum, humani nihil a me alienum puto: Soy humano, nada de lo humano me es ajeno.
Una vez mas continua la curiosidad de mi madre y su amiga.
Se quitó la tanga, se abrió de piernas, y se empezó a meter un dedo en su cosita bonita...
Me llamo Alicia, tengo 43 años aunque me conservo mejor que una treintañera. Tengo las piernas largas y esbeltas, buen pecho y subido, de esos que apuntan hacia arriba. Un culete respingón en consonancia con las tetas y una cabellera rubia, rizada, larga y sedosa. Soy una de esas mujeres con muchas batallas ganadas que gustan a los hombres que saben de qué va eso del sexo. Ellos las prefieren maduras y expertas a jóvenes sosas y poco dadas al cachondeo.
Relato de mi desvirgamiento en clave de sudor, sexo, arena y mar. Homenaje a M. Martí Pol y su poema erótico Arran de sorra lespill. (Espejo junto al mar)
Sin querer sorprendi a mi madre y su amiga satisfaciendo su curosidad con el negrito vendedor de galletas.
Mis sueños de adolescente acabaron aquella mañana en la que el viejo tiburón gitano me engañó y me desvirgó.
Es sólo una historia violenta. Este es la secuela de mi relato más criticado y peor valorado. Pero es un personaje diferente a los habituales.
La eleccion entre un portero automatico y uno tradicional acaba con mi madre como nunca pude imaginarla.
Siempre tuve la fantasía de tener una relación sexual con un negro. La oportunidad se dió cuando conocí y pose con el consentimiento de mi novio ante un pintor que me retrató posando para una muestra en Brasil.
Tenía marcados rasgos árabes. Las chicas de la oficina habían hecho a su paso comentarios jocosos sobre el tamaño del miembro de los hombres de su raza.
Las madres nunca imaginan lo que sus hijos hacen cuando salen por las noches, aquella noche descubri que yo tampoco sabia lo que era capaz de hacer mi madre de marcha.
Por fín tuvo mi mujer sexo con un negro.