Eva, mi joven amante busca experiencias nuevas.
El presente relato no pretende ser más que un pequeño divertimento en el que los buenos amantes del cine negro podamos disfrutar con lo que las películas de los cuarenta insinuaban mucho más que mostraban. Si alguien piensa que el ejercicio practicado por este humilde escritor resulta un tanto presuntuoso por mi parte, tan sólo decirles que mi motivación ha sido pasar un buen rato escribiéndolo para que los lectores pudieran saborearlo posteriormente
Durante unas vacaciones en Jamaica. A mi mujer se la folla un nativo.
Nunca lo habíamos hecho con gente de otra raza y resulto divertido. A los japoneses les encantan las mujeres de tetas grandes y lo pudimos comprobar en el atracon que se dieron con las de mi mujer.
Dulcemente Marina notó que yo la penetraba por primera vez...
Una tarde un joven entra en un toda a cien y balla si es todo a cien...
Ricardo decide salir a las calles, en busca de una forma de vengarse de sus humilladores... Encuentra cosas muy placenteras.
El transporte publico las apreturas estrecheces y la hora punta que vamos como sardinas en lata.
Estaba tomando el sol en la playa mientras veía cómo esas mulatas lucían palmito. ¡Eso sí que era el paraíso! Todos esos cuerpos tostados eran de ensueño, pero había uno en especial que llamó mi atención. A menos de dos metros de mí había una toalla en la que se intuía la silueta de un cuerpo pequeño, pero magníficamente formado. Curvas sinuosas, montañitas de arena erigidas sin querer... (Interracial, voyeurismo)
Su marido era el primer y único hombre que había conocido en el tema del sexo. Durante años las relaciones habían sido muy buenas, sin embargo poco a poco la rutina y el aburrimiento se había instalado en su dormitorio. Para solucionarlo, él le había propuesto montar un trío con otro hombre, pero ella se negó en redondo, hasta que acabó accediendo finalmente.
Mi segunda experiencia con un hombrazo de color, que como ya se deben de imaginar, mmmmm, son mi debilidad y mi necesidad, uyyyy, me encanto esa frase.
Follando con Ahmed y su enorme polla marroquí, la joven rubia se sentía Soraya. Soraya recibiendo los pollazos de Boabdil...
Viviana deambulaba sin rumbo fijo bajo los soportales aquella oscura noche de finales de otoño. Hacía un frío intenso y húmedo que se clavaba hasta los huesos pese a que la pobre muchacha cerraba con ambas manos el gastado abrigo de piel de cordero. Se acercaba el invierno y día tras día el maldito tiempo empeoraba más y más. Las tuberías se helaban durante la noche llegando incluso a reventar en el peor de los casos. Los inquilinos que tenían suerte lograban conseguir algo de agua caliente con la que poder ducharse.
No iba muy convencida con mis amigas a un local de esos de boys, pero tampoco quise hacerles el feo. Me alegro mogollón de haberlas acompañado.
Siguen las aventuras de Bernardo con sus dos hermosísimas criadas. Esta vez con nuevos personajes que se van añadiendo a la trama.
La propia Meaza me pide que nos venguemos de María, haciéndola nuestra sierva. Aviso que hay partes de dominación en este relato.
Gracias a un regalo casual, descubro los límites del placer, con Meaza, una negra.
Mi sueño de que un negro me desvirgara se hizo relidad gracias a mi compañero de trabajo.
Mi amiga María, preocupada por mí me consigue una criada. Meaza resulta ser una bellísima hembra de raza negra, con la que experimento nuevas sensaciones.
Emprendo el camino del placer.
Ella es una mujer que desea ser follada por un negro y, en una cita con su amante, éste la lleva a una disco donde la está esperando un negro de 1,95 mts. que la hará alusinar de placer.
Una mujer deshinibida por el deseo, cumple su deseo de tener sexo interracial con dos negros en una discoteca, luego de haber concurrido a una sala de peliculas porno.
Mi esposa es tomada por un semental africano negro en su etapa de mayor fertilidad.