Pasados unos minutos me sacó el otro seno, yo tengo buenos pechos aunque algo caídos, así que ver mis senos fuera del sujetador me dio una sensación de placer como nunca había tenido con ninguna mujer. Me fijé que Carlos estaba manoseándose su paquete sobre la cremallera, era obvio que disfrutaba...
El corpulento joven, aprovechando la música y sin dejar de contonearse, me giró totalmente, de repente me vi de espaldas a él, de frente a Carlos y con el bulto del morenito aprisionando mis nalgas, estaba fuera de mí, ...
Mi laborioso compañero está enfrascado con su cara enteramente metida entre mis nalgas de manera que por mis muslos chorrean gran parte de su saliva mezclada ya con mis jugos vaginales. No consigo que Carlos termine la conversación, se dará cuenta en breve de lo que está pasando. Con el teléfono en una mano consigo a duras penas voltear la foto de Carlos, que está sobre mi escritorio. Me incomoda ver su imagen mientras otro me folla en su presencia.
Sus manos agarradas a ambos hombros me atraían con fuerza hacía él, mientras yo me agarraba a su vez a los bordes de la mesa. Leandro comenzó a resoplar con furia y a empujar de una forma feroz y bestial...
De pronto me levantó por los brazos y me arrastró hasta la salita, me obligó a inclinarme y sin decir nada, sus manos me empujaron al suelo, obedecí y me quedé quieta a cuatro patas sobre el parquet. Leandro se puso detrás y me levantó el vestido que cayó sobre mi espalda...
Desistió del intento y optó por lo más fácil, teniendo en cuenta su altura y la mía, me levantó en volandas y me apoyó sobre el capó de su coche, me alzó las piernas mientras él se apoyaba sobre mi sexo...
A pesar de que las nalgas son bastantes flácidas, la joven ofrece resistencia a la penetración por ser la primera vez. Él hace presión al mismo tiempo que la chica llora dolorida,...
Yo intentaba darle facilidades arqueando mi espalda y moviendo mis caderas al compás de sus embestidas. No tardé en correrme pues Antonio jugaba con mi sexo como nunca. Con la cortina por detrás de mí, los transeúntes eran ajenos a lo que estaba pasando en el cuerpo de aquella mujer asomada a la ventana.
(Con fotos). Su jefe se limitaba a follársela por detrás en las dos ocasiones. La agarraba por el pelo y la embestía de manera algo violenta. Carolina sin embargo no se inmutaba, mientras su jefe la montaba, ella permanecía inmóvil, pasiva, se dejaba hacer, impasible, hierática.
Mis ojos no eran capaces de cerrarse, estoy segura que se quedaban en blanco mientras él entraba y salía de mí. Nunca imaginé que el sexo anal fuera tan placentero. En breves segundos la lubricación era completa ayudada por la saliva del rudo hombre que me montaba con brío. Él resoplaba tras de mí y yo jadeaba como una niña. (Con fotos)
Mi jefe hizo una nueva seña al siguiente matón, un latino bastante moreno, quizá colombiano o cubano y éste hizo lo propio, aunque él si se desnudó por completo, se colocó en posición y penetró a mi abierta esposa de una sola vez... (con foto)
Intento abrir las piernas para facilitar la penetración de este joven vigoroso. Mis piernas se abren casi automáticamente. Él sabe que me tiene a su merced. Me agarra del pelo y me folla con más arrojo. Voy a correrme, él resiste y se afana en su lucha por destrozar mi culo. Se detiene de nuevo y saca su polla de mi culo. Escupe varias veces y coloca su mano en la entrada de mi esfínter. Todos sus dedos entran y abren mis esfínteres. Intenta abrir más mi culo con su mano. No puedo más, me corro, me corro.
La presión hace inminente la profanación de mi culo, lo consigue, se mete de lleno en mis entrañas, su erguido palo fálico se pierde dentro de mí. Comienza una batalla por entrar y salir de mi culo que no tiene descanso, entra, sale, entra y sale repetidas veces. Él brama con furia, yo grito de placer, de sumisión. (Con fotos)
...ahora boca abajo coloca su miembro en mi sexo y me embiste con ímpetu, siento su aliento en mi cuello, el olor a alcohol me desorienta, no es igual que Carlos, siento repugnancia, intento resistirme pero Leo no me deja...(con foto)
...mi culo iba cediendo y él se regocijaba de su pequeña batalla que poco a poco iba ganando.(con fotos)
Otra vez cogió mis piernas y las pasó sobre sus hombros, colocó su enorme polla negra en la entrada de mi culo y de un empuje certero y violento la hundió por completo en mis entrañas, lancé un aullido mezcla de dolor y placer... (con fotos)
Él me remangó el vestido y separó las nalgas con las manos y los pulgares, tal como había hecho mi compañero de juegos momentos antes.
La condesa metió ambas manos bajo la falda y tras agarrar mis bragas me hizo una seña para que levantara ligeramente mi culo, a lo cual obedecí siguiendo sus instrucciones, acto seguido sacó mis bragas y las puso junto al sujetador, me quedé sólo con el liguero rojo bajo la falda.
Entraba y salía de mí con la mayor facilidad que he visto nunca, sus embestidas ayudadas por sus jalones de pelo, me hacían sentir una presa en manos de un predador.
Para sodomizarme utilizaron una mesa de la taberna, apenas me tumbé boca abajo y los clientes se acoplaron uno a uno sin más miramientos, algunos sólo duraron unos minutos, otros llegaron a 15 minutos. Embestir, galopar y correrse, así uno tras otro. Mi culo ya no se cierra.
Desde la posición donde me encontraba, escondido en el armario, veía como aquel tipo sodomizaba a mi esposa.
Con fuerza y bestialidad me golpeaba por detrás sin que yo pudiera remnediarlo.
Él se hundió en mí. Apenas pude resistirme. Su miembro penetró en mí en cuanto venció la resistencia de mi culo.
No pude soportar que aquel viejo poseyera a mi mujer.
Nunca imaginé que aquella convención terminara de esa forma. Descubrí un sexo más voluptuoso.