Comerse un culito no es tan fácil como lo pintan, pero cuando el deseo te ciega... hay que actuar!
La esposa de mi mejor amigo, me entraga su ano virgen, y la experiencia es inolvidable.
Coretta entra en acción. Las controversias apenas comienzan.
Una compañia inesperada me proporciona un placer soñado.
Siempre había sido mi fantasía..penetrar un ano...y si fuera virgen mejor...pero fué mucho mejor....
Ella es cuatro años mayor que yo; sin embargo, decide que sea yo quien estrene su delicioso culito.
A veces, a la suerte hay que ayudarla un poco. Pero esto es lo que pasa cuando se la tienta...
Tras ver un programa de TVE sobre SEXO ANAL, un matrimonio se replantea su vida sexual.
De la depresión a la euforia en pocos minutos... bordeando el alambre.
Despues de varios años de matrimonio mi mujer me entrega completo su ano...
La historia de un lugar de secreta perversión...
De como Bea, una empleada de dicha oficina, es follada por Daniel entre un monton de sacas de cartas.
Repitiendo un movimiento calculado, dejo caer como cada vez el jabón. Es nuestro ritual, el ademán que inicia siempre nuestro juego sagrado.
Esa era la frase que alguien le había dicho a Clara unos días atrás y todavía la tenía indignada. Yo entendía perfectamente a quién la había pronunciado.
En otra de mis visitas, tengo una relación anal con una clienta, que queda muy satisfecha.
Como un ... descubre su lado femenino, despues de mandar un email.
De violaciones y otros juegos.
El relato de otra noche de sexo con mi amiga Luciana y su marido Adrián, que al interrumpirnos en la cama vino a nosotras y nos presentó a su sorpresa.
Gracias a los relatos que he escrito, conocí a esta niña que insiste en estar conmigo y darme su...
...No podía evitar que invadiera su más íntimo reducto con mi lengua. Bajé luego y penetré en su culo. Se tensó visiblemente, pero la obligué a recibir mis lengüetazos y al mirarla, vi lágrimas en sus ojos. Me conmovió, no lo niego, pero también sabía que a ella era eso lo que la ponía cachonda: la humillación, la idea de ser sometida, vejada, obligada a realizar aquellos actos inconfesables...
¡Fóllame! gemí, al tiempo que subía descaradamente mi falda para que viera mi monte de Venus cuidadosamente depilado. Él no se lo hizo repetir. Escuché la cremallera bajar, al tiempo que se acercó y su aliento me dio en el cuello. Sus manos grandes abarcaron sin dificultad mi breve cintura y subieron hasta mis tetas.
Un repaso exhaustivo de nalgas, culos, ancas y traseros de mujer.
La historia de una tarde calurosa, que por idea de mi amiga Aldana terminó siendo una de las más calientes de nuestra vida.
Sentí como sus muslos rozaban los míos y la punta de su sexo reposaba sobre mi esfínter, respiré hondo, pero antes de metermela, sus dedos se colaron dentro de mi vagina arrastrando parte de mi excitación hacia mi ano...