miprimita.com

Cuidado con lo que deseas (05)

en Control Mental

por Hypnoman (basado en un cuento de Mike Hunt)

Capítulo 5

- No hay más secretos, Mike. Ambas sabemos todo, ahora. Aún tus más profundas y perversas fantasías. Desafortunadamente para ti, estás repleto de serias transgresiones cómo para que todas puedan ser tratadas ahora. Años de maltratar a Terri buscando fuera de tu matrimonio lo que no podías encontrar en él. ¡Y no sabes cuánto le hubiese gustado Terri!. Cuánto disfrutaría siendo tu dominatriz, castigándote por tus groseros errores. Me temo que tendrás que servir a Terri por el resto de tu patética vida, o hasta que ella se canse de ti y te cambie por otro. Y comenzarás ahora, quitándote todas tus ropas y arrodillándote delante de ella. -le ordenó. - -P...pero... -tartamudeé.

- Por favor, Mike. No pienses siquiera en hacernos perder el tiempo con argumentos sin sentido. Tus más pequeños y patéticos secretos están al aire libre, ahora. Nosotras tenemos muchas copias de los e-mails que tú me enviaste. También tenemos copias de nuestra primera sesión, grabada en video, que prueba cada una de las palabras que has escrito en el e-mail. ¡Así que no nos hagas perder tiempo, insultando nuestra inteligencia, tratando de ofrecer resistencia! A menos, claro, que prefieras que hagamos pública toda esta información. ¡Sácate la ropa, ahora! -ordenó Xenia. - Comprendiendo que estaba en dificultades, comencé a desnudarme despacio. Mis slips ajustados estaban comprimiendo mi pene y lo mantenían en un estado semi-erecto. A los pocos segundos de quitármelos, la sangre que bajó hacia él engordó rápidamente mi miembro y lo volvió totalmente erecto. Pronto llegó a sus normales 7 pulgadas, acelerando los latidos de mi corazón. Ambas mujeres se rieron.

- ¡Qué patética puta!. Ahora ¡arrodíllate ante Terri! -Xenia ordenó.

Lo hice y esperé su próxima instrucción.

- Como dije antes, Terri sabía desde hace algún tiempo de tus intereses. Lo que tú no sabías es que muchos meses atrás, tontamente te fuiste muy apurado de tu casa y olvidaste desconectarte de AOL. Terri se pasó horas revisando tus webs favoritas esa noche. Tuvo la oportunidad explorar todos los sites de dominación femenina que visitabas, así como también todas las respuestas que dabas a los avisos personales de las dominatrices. Al principio, no sólo se sentía herida, sino que estaba asqueada por lo que había descubierto. Terri perdió el respeto que aún sentía por ti y tu matrimonio se deterioró aún más. Poco tiempo después, ella comenzó a engañarte. Pero, como la mayoría de las mujeres, Terri no comprendió las profundas ventajas de controlar y poseer a un hombre sumiso. Afortunadamente, le contó su descubrimiento al Dr. Peter Anthony. Tú no sabías que ella estaba viendo por su cuenta a Peter, ¿no es cierto? -preguntó.

- N..No -tartamudeé -¿Qué me quieres decir con esto? - - Peter es bastante consciente y acepta los estilos de vida alternativos, aún sin participar activamente de los mismos. Estarás preguntándote cómo se yo esto, lo que pasa es que Peter es un muy buen amigo mío. Uno de cada tres días, nos juntamos para discutir los problemas que tenemos entre manos. Cómo ves, no sólo tu matrimonio estaba atravesando un profundo problema. Peter y Terri han estado teniendo un tórrido romance desde hace algunos meses. -me informó. - Sentí un nudo en la boca del estómago.

- ¡Ohh, no luzcas tan apenado, Mike! Tú ya sospechabas que Terri estaba viendo a alguien. Después de todo ¿quién podía reprocharle algo?. Peter es un hombre muy vistoso, con una verga de 9 pulgadas muy talentosa -suspiró- ...por desgracia, él no tiene interés en explorar su lado sumiso, pero ¡aún hacemos un buen uso de su verga cuando nos encontramos!. Él es un soltero empedernido y no tiene interés en matrimonio o niños. Pienso que nadie puede reprocharle a él su atracción y pasión hacia Terri. Ella es una hermosa y deseable mujer, y una fantástica amante. A propósito....¿tú sabes que Terri es bisexual? -me preguntó con un tono excéntrico.

- N..No -respondí.

- Bueno, por lo menos durante el último mes lo ha sido -dijo en voz baja.

Entonces se dió vuelta y abrazó a Terri y apasionadamente se dieron un beso francés. Luego soltó a Terri y ambas soltaron una carcajada.

- Nunca pude darme cuenta lo que me he estado perdiendo todos estos años -Terri comentó. Ahora inclínate y bésame los pies -Terri me ordenó.

La miré fijamente a los ojos. Era obvio que estaba hablando en serio.

- ¡Hazlo! -me volvió a ordenar.

Miré hacia sus pies. Llevaba unos zapatos negros con un taco de más o menos cinco pulgadas. Me incliné y besé el empeine de su pié.

- Con el tiempo, llegarás a tener todo lo que soñaste, y quizás más. -Terri me advirtió.

- Aunque Terri no posee experiencia como dominatriz, ¡tiene un carácter firme! Y es todo lo que necesita para convertirse en una buena dominatriz para ti, Mike. -Xenia comentó

- ¿No te alegra que hayamos sacado todos tus secretos del cajón, Mike? -me preguntó.

- S...sí -admití. Ambas rieron.

- Sí, y nosotros podemos darnos cuenta lo contento que estás, ¡con sólo mirar tu verga!. Pero no eres el único que se beneficiará. Piensa acerca de esto, Mike. Peter podrá tener ahora a Terri como amante, sin temor a que todo se descubra y sin mancillar su ética profesional. Si Terri se hubiese divorciado, habría sido natural que exigiera más de Peter. Por lo tanto, Peter ahora no tiene por qué preocuparse de esos problemas. Él puede tener la mejor parte de Terri sin ningún tipo de compromiso. Terri también se beneficiará, puesto que ella ya no tiene que tener más secretos contigo. Puede tener a Peter sin ningún tipo de culpa o temor a ser descubierta. Como beneficio extra, su asunto con Peter te causará también una humillación extrema. Sí, Mike, de hoy en adelante, Terri puede hacer lo que ella quiera, con quien quiera. Puedo ver tu verga explotando, creo que esto va a funcionar muy bien. ¿O esa verga erecta no es un magnífico termómetro para medir los verdaderos sentimientos de un hombre, Mike? -Xenia preguntó cerrando su argumentación. - Bajé la cabeza con vergüenza. Ambas rieron. Mi cara se encendió de la humillación.

- Durante años, no fuiste capaz de cumplir tus deseos, Mike. Y desde el comienzo, ¡la respuesta a tus inquietudes estaba en tu propia casa!. La tenías bajo tu nariz, Mike. Por supuesto, la mayoría de las mujeres no quieren a un sumiso como marido. No comprenden todas las posibilidades que vienen con el paquete. ¡Terri entiende ahora que puede conseguir todo el placer que ella quiera!. Ella puede tener múltiples amantes, aún con tu conocimiento. Todo lo que tú y Terri necesitaban era un poco de ayuda para unir todo y estoy segura que escogieron a la persona correcta. ¿No es así, Mike? -preguntó y sonrió diabólicamente.

Permanecí en silencio

- ¿No es así? -preguntó más firmemente.

- Sí. -respondí. Xenia rió a las carcajadas una vez más.

- Ahora, comienza a acariciar tu verga, pero no acabes hasta que yo no te de permiso. ¿Has entendido? -Xenia agregó.

- Sí -respondí.

Lentamente comencé a masturbarme.

- ¿Has pensado de que manera mostrarás tu gratitud hacia mí, después de todo lo que yo he hecho por ti? -Xenia me preguntó. - -No -contesté.

- Bien, lo tengo. Yo no solamente tengo el beneficio de tener a tu hermosa esposa como amante, sin ningún temor a ser descubierta. ¡También te tengo a ti para jugar!. Pero, obviamente, no como mi amante. Además de servir a Terri, tú tendrás que servirme a mí, una vez por semana, hasta nuevo aviso. Te quiero aquí los martes, la misma noche que antes utilizaban para ver a Peter. Así, mientras Peter disfruta los placeres de tu esposa, yo disfrutaré haciendo realidad alguno de tus deseos. Disfrutaré cogiendo tu culo con mi corsette con consolador, mientras te recuerdo todo lo que está haciendo tu mujer en esos momentos. Pero no pienses ni por un minuto que te lo haré fácil, Mike. Primero tendrás que ganarte el privilegio de mi consolador. Ganarás tus privilegios limpiando completamente mi oficina y mi sala de terapia, cada semana, y haciendo todo lo demás que te ordene. Como puedes ver, yo mantengo todo impecable aquí. Desde ahora, ¡será tu trabajo mantenerlo así!. Para agregarle un condimento a tu humillación, estarás obligado a usar un sexy uniforme de mucama francesa mientras limpias. Después de que yo quede satisfecha con tu trabajo, serás requerido para someterte al entrenamiento con el consolador. Cuando esté complacida con tu entrenamiento, me pedirás que coja tu culo con el consolador. Comenzaremos con uno pequeño, pero de a poco llegaremos a usar este "monstruo" -dijo, sacando de una caja de madera un obsceno y gran consolador, que tenía al menos diez pulgadas de largo y dos pulgadas de diámetro.

Mi expresión debe haberme traicionado, porque ambas rieron simultáneamente.

- Así que deberás estar aquí todos los martes a la noche, de seis a nueve. Pienso que es lo menos que puedes hacer para mostrar tu aprecio por todo lo que he hecho. ¿Estás de acuerdo esclavo? -preguntó Xenia con tono distraído. - - Sí -contesté y un poco de semen se acumuló en la punta de mi dolorosa verga. - - Desde ahora, cuando yo te trate como esclavo, tú deberás tratarme como tu Ama. ¿Has entendido esclavo? -me reprimió.

- Sí, Ama -respondí.

- Eso está mejor -dijo Xenia.

- Tienes un muy largo fin de semana por delante. Tu entrenamiento comenzará esta noche. Cuando lleguemos a casa, revisaremos los puntos principales de la carta que enviaste por e-mail a Xenia. Serás castigado por tratar de satisfacer, fuera de tu matrimonio, tus patéticas fantasías. -me advirtió Terri.

- Sí. Estarás a las órdenes de Terri en todo momento. Obedecerás todo lo que ella te pida que hagas y aceptarás todo lo que ella haga, aún cuando no lo haga contigo -agregó Xenia.

- A propósito, ¿recuerdas la última vez que hicimos el amor, Mike? -Terri me preguntó.

- Sí -contesté mientras seguía masturbándome, pero más lentamente.

- Bien, ¡Esa FUE la última vez EN LA VIDA!. Xenia me enseñó que un esclavo nunca debe permitirse cogerse a su Ama -dijo Terri. - - ¡Correcto! A un puto esclavo como tú sólo deben permitírsele algunas pajas, nada más que para entretenimiento de su Ama -agregó Xenia.

- ¡Pero esta noche es tu noche de suerte, Mike!. En el futuro, tendrás que trabajar muy duro para ganar el privilegio de las pajas. Pero, ya que esta es tu iniciación, y nosotras estamos con ganas de divertirnos, haremos una rara excepción -dijo Terri.

- De ahora en adelante, NOSOTRAS controlaremos cuando debes acabar. Tendrás que demostrar que eres digno de ese privilegio, por supuesto -Xenia agregó.

- Yo controlaré exactamente la cantidad que debes eyacular y ¡más te vale que te esmeres en superar esa medida! -me explicó Terri. - - Y si no la puedes superar, estarás obligado a usar un cinturón de castidad, ¡Indefinidamente! -agregó Xenia. - Tenía que parar de masturbarme, caso contrario, perdería el control y acabaría sobre el piso.

- Parece que su nueva condición lo ha entusiasmado mucho. ¡Mira como se está masturbando!. Tendrá que parar de hacerlo porque si no acabará sin nuestro permiso -Terri comentó y ambas rieron. - - Sí, pero él no tiene tu permiso para parar de masturbarse. ¡Continúa! -ordenó Xenia. - Me masturbé lo más despacio posible, pero estaba al límite y no podía parar lo inevitable. Segundos más tarde, gemí y rocié mi esperma por el suelo en un magnífico orgasmo.

- ¡Mira, el cerdo puto acabó sin nuestra autorización! - Terri comentó.

- ¿Recuerdas el castigo apropiado para esto? -Xenia le preguntó a Terri.

- ¡Seguro!. Arrástrate y limpia todo tu semen del piso con la lengua -Terri me ordenó.

- ¡Por favor, no me hagas hacer eso! -le rogué.

- Oh, pero tú ¡LO HARÁS!. Ese es el castigo por acabar sin permiso -Terri insistió. - - Pero no necesariamente será la única vez que tendrás que hacerlo. ¡Así que acostúmbrate! -agregó Xenia.

Yo seguía arrodillado, inmóvil e indeciso.

- ¿Piensas que tienes alguna otra chance? Recházalo y te prometo que nunca podrás volver a mostrar tu cara en el pueblo nuevamente. ¡Hazlo! -me advirtió Xenia.

- ¡Eso es chantaje! -me enfurecí.

- ¿Estás preparado para contarle tus secretos a la policía y además a la corte? -preguntó Xenia. - Sin palabras, me agaché y comencé a lamer y a tragar todo el semen del piso. Era salado, frío y áspero. Casi vomito. Ambas rieron.

- Deberá odiarlo, pero dentro de poco, empezará a apreciarlo. ¡Hará de todo! Ya veras -Xenia le dijo a Terri.

-¿Por qué no lo llevas a casa y comienzas? Pasaré por allí mañana, como acordamos -sugirió Xenia.

- ¡Vístete y vámonos! -me ordenó Terri.

Terri apenas se puso un impermeable arriba de su equipo de dominatriz. Yo me vestí rápidamente y nos fuimos, no sin antes firmar un cheque por $400.-