ADMIRADORES (35)

Siguen los mensajes calientes y las fantasías de los admiradores que me escriben luego de ver mis fotos desnuda en la red y leer los relatos que he enviado a todorelatos.com

Hola Piru

Ahora si que la paz ha llegado a mi alma, tengo todas las fotos tuyas publicadas en la web (eso creo)

Debo ser sincero, he podido ver muchas fotos excelentes navegando en internet de otras mujeres pero tú eres diferente. Eres suave como la espuma del mar, eres real, sin artificios, eres bella, sensual, excitante. Me vuelves loco!

Te ves bien con ropa o sin ella, con unas tetas maravillosas, un culo increíble, un coño divino. Se me para solamente de pensar en ti y viendo tus fotos me corro completo. Pero todo no ha terminado porque ahora quiero tenerte, poseerte, penetrarte, cogerte por delante y por detrás, tener el placer de chuparte esos rozados pezones, tenerlos en mi boca por un largo tiempo, disfrutar de tu culo en mi cara, dormir entre tus piernas y tomarte una y otra vez, hasta más no poder.

Como puedes ver, es lo que me haces sentir, no es broma, ni estoy tratando de ganarte. Es simplemente lo que has logrado siendo tu misma (Oswaldo)

Hola preciosa dama

Crees que sea posible olvidarse de una dama tan hermosa y deliciosa como lo eres tú?

Recuerdo que me comentabas cómo te lo haría siendo compañeros de trabajo y creo que tengo la solución. Primero te invitaría a comer y tomar alguna copa. Mientras estamos con una copa como aperitivo me encantaría empezar a acariciar tus piernas desnudas que luces con una minifalda infartante. Así, saboreamos la copa deliciosamente. Entonces llega la comida y degustamos los platos, llegamos al postre que pensé podría gustarte un helado mientras con los dedos de mis pies estoy acariciando tu cosita preciosa por debajo de tu mini. Sientes mis dedos desnudos acariciar sobre tu tanguita que es transparente y te empiezas a mojar. Terminamos con el postre y tomamos otra copa para que sientas más calor. Tenemos que regresar al trabajo y en el camino no dejo de acariciarte y besarte por todos lados, en tu cuello, la nuca, los labios.

Así tomamos el elevado y tú estás muy caliente. Nos besamos y acariciamos en el ascensor, nos separamos porque estamos llegando a nuestro piso y no queremos que nadie nos descubra. Tú te sientas en tu escritorio y me muestras las piernas, las abres y cierras dándome un concierto que me excita muchísimo. Estás muy húmeda, se nota sobre tu tanga. Te levantas y te vas al tocador. Cuando regresas me muestras que ya no llevas puesta la tanga uhhhh delicioso. Me estoy por poner loco. Te estás acariciando y lo mismo hago yo. Ya no aguantamos el tiempo y muy discretamente me indicas que te siga al tocador. Me adelanto y me meto al de hombres. Entonces tú me alcanzas y mirando que nadie se de cuenta te introduces en él. Nos empezamos a acariciar y nos arrancamos casi la ropa hasta quedar semidesnudos. Nos metemos en un privado y me siento sobre la taza y estando tú de pie empiezo a chupar tu sexo húmedo hasta arrancarte un orgasmo. Ya no aguantamos más y te montas sobre mi pene y lo introduces suavemente en tu húmeda vagina. Así estamos un rato, tú subes y bajas mientras yo chupo tus tetas, estamos por llegar al orgasmo y escuchamos que alguien entra al baño. No podemos parar porque estamos al máximo y entonces te muerdes los labios para no gritar y te vienes sobre mi. Yo también empiezo a venirme dentro de ti. Gemimos muy a nuestro pesar y la persona sale rápido sin saber quiénes estábamos en el privado. Nos arreglamos luego la ropa y salgo primero. Me asomo y veo que no hay nadie alrededor y entonces sales tú y regresamos muy felices a nuestros lugares.

Atentamente (Víctor)

PD: Espero que te haya gustado la forme en que te lo haría en el trabajo.

Hola Piru, te mando una historia que creo que te va a gustar:

"Una mañana salió Piru de su casa suspirando y pensando que la vida no había sido lo bueno que ella esperaba. Era cierto que tenía una casa bonita y dos hermosos hijos que se habían ido a estudiar lejos y un esposo con una profesión rentable y un buen status social, algo que había soñado de niña, pero... en su vida había algo de insoportable. Daba clases en un colegio interno solo para chicos, todos los días salía pensando en enseñar a los chicos lo mismo todos los años pero aquel día se sentía distinta pues iba a salir de viaje con ellos.

La profesora de botánica como era amiga le había pedido que la acompañara a un viaje que iba a hacer con los alumnos a una región montañosa en las afueras de la ciudad. Iban a recoger hojas para la clase y aceptó sin vacilar ya que lo que más quería era salir de la rutina diaria.

Al llegar a la escuela lo primero que vio fue a los chicos que iban a viajar que estaban muy animados y haciéndose broma entre ellos. Eran 16 chicos que no pasaban de los 17 años, con ellos estaba su amiga Alejandra, que era la profesora de botánica. Ella era algo pequeña de estatura, con unas tetas y un culito respingón, era rubia y algo gordita y de muy buen parecer.

Llegado el momento y después de los consabidos saludos, todos se subieron al autobús que los llevaría a la zona del camping. Durante el trayecto no sucedió nada extraordinario salvo que Alejandra descubrió que alguno de los muchachos llevaban botellas de ron en sus mochilas. Ella se los confiscó pero el líder del grupo, Gabriel, le reclamó que no tenía derecho y se ensarzaron en una discusión que terminó cuando ella dijo que si no lo aceptaban se volvían al colegio. Entonces todos callaron y Alejandra le entregó las botellas a Piru para que las guardara.

Al llegar al sitio todos bajaron y el autobús se marchó. Volvería a buscarlos al siguiente día a la tarde. En el lugar había un pequeño bosque, un río y una cabaña abandonada.

Hacía mucho calor y de inmediato todos se lanzaron al río quedándose solamente vestidos con su ropa interior. Las dos profesoras fueron las únicas que no se bañaron y se dispusieron a guardar las maletas y el aguardiente confiscado a los chicos en la cabaña. Luego se sentaron en unas sillas que estaban allí y se pusieron a conversar de sus cosas. Así fue pasando el tiempo hasta que de repente la charla se vio interrumpida por el ingreso de uno de los chicos a la cabaña.

Este las invitó a bañarse con el resto pero Alejandra le respondió que resultaría imposible porque no habían traído trajes de baño.

El chico se quedó parado y las miró con una sonrisa burlona y les dijo que eso no importaba porque se podían bañar desnudas. Era Gabriel, el líder del grupo.

Las dos lo miraron con irritación debido a la inaudita respuesta del joven y le dijeron si estaba loco y que las autoridades del colegio iban a saber de su manera de comportarse.

Lo siento mucho, contestó el muchacho muy cínicamente, no soy yo solo, todos los chicos lo quieren, sino se van a decepcionar.

Gabriel, lo del aguardiente y esas insinuaciones son totalmente inaceptables, replicó Piru, y el muchacho le contestó que "Ustedes se lo pierden pero ya verán" y salió de la cabaña.

Las dos profesoras comentaron el asunto y se dispusieron a salir pero no pudieron pues en ese momento todos los chicos se lo impidieron y entraron en la cabaña.

Llegaron empapados y a través de su ropa interior mojada se podía apreciar sus penes erectos. Las mujeres se atemorizaron y más cuando ellos les dijeron, a través de su líder Gabriel, que iban a saber lo que era bueno.

Al instante las sujetaron a ambas y las llevaron fuera de la cabaña. Fue entonces que los enardecidos muchachos les rasgaron las ropas con toda furia. Las profesoras gritaban con desesperación pero nadie las podía oír.

Cállense o ya verán lo que les pasa, dijo Gabriel blandiendo una navaja en su mano.

Las dos se callaron y él entonces se acercó a Piru, le puso la navaja en el cuello y le dijo al oído: "Ahora puta, vas a saber lo bueno que es, lo que más he soñado siempre es meterte la polla en tu culo"

Ella lo miró aterrada pensando en las miradas que frecuentemente él le lanzaba en las clases. Ella en esos momentos se alegraba en cierta forma porque se sentía aún atractiva y le agradaba que un muchacho la mirara así pero ahora sentía miedo, mucho miedo.

Enseguida los chicos rescataron el ron que les habían incautado y de dieron una botella a cada profesora y las obligaron a desnudarse y a beber.

Cuando las dos estaban totalmente desnudas las obligaron a arrodillarse y a beberse todo el contenido de la botella.

Fue entonces que algunos sacaron sus pollas y empezaron a pajearse derramando su leche sobre las indefensas profesoras. Como eran jóvenes se corrieron rápidamente y el espectáculo era dantesco. Sobre el cuerpo de las mujeres llovía semen por todos lados. La escena duró unos instantes y los muchachos estaban muy excitados y gritaban todos al unísono.

Luego que terminaron de beber las obligaron a pararse. Las dos se pusieron de pie bastante aturdidas y totalmente bañadas en lefa, en sus tetas, en su culo, en sus caras, en fin en todo su cuerpo, fueron arrastradas fuera de la cabaña.

Las llevaron al río para lavarlas y después de ello comenzó la verdadera acción que habían prometido los muchachos.

Se dividieron en dos grupos de ocho cada uno y cada grupo se llevo a una de ellas. Gabriel, el líder, se quedó con el grupo que tenían a Piru. La llevó de la mano y la tendió en el piso. Ya casi no ofrecía resistencia porque el ron había hecho sus efectos y estaba muy borrachita. Se acostó encima de ella y le metió su gran verga que estaba durísima. Ella soltó un grito pues no esperaba una arremetida tan brutal. El sin preocuparse para nada y con las ganas que le tenía la empezó a coger salvajemente.

La reacción de Piru, luego de unos instantes de estar mete y saca con Gabriel, la dejó sorprendida a ella misma pues a pesar de la borrachera gozaba mucho con lo que le hacía el muchacho (nunca había sentido algo tan groso dentro de ella) y además sabía que los otros chicos la deseaban también. Ello la excitó más, al punto de empezar a gemir de placer mientras el muchacho no dejaba de entrar y salir de su vagina.

El se dio cuenta y dijo en voz alta: "Miren cómo goza la puta, seguro que tu esposo hace mucho que no te da asi, si él supiera cómo estas gozando".

Para su propia sorpresa ella le respondió que se callara y continuara con su labor, que siguiera follándola así.

La excitación fue tanta que ella se corrió como una colegiala. Al momento Gabriel también se corrió y luego le tocó el turno a otro de los chicos.

Este la tenía bastante grande, casi más que Gabriel (al menos era más gruesa) y tomó impulso y ensartó a Piru mientras ella aún no se reponía del orgasmo anterior.

Pero después de unos instantes ya estaba recuperada y como el chico le acariciaba las tetas y le apretaba salvajemente sus pezones empezó a sentirse molesta y a gozar al mismo tiempo. El muchacho tenía una potencia increíble y la tenía dura como un hierro. Duró bastante aquel pone y saca y ella se corrió un par de veces mientras ello ocurría.

Luego fueron pasando los otros muchachos, algunos se corrían rápidamente y volvían a hacer la cola para tenerla de nuevo. Algunos, muy potentes, llegaron a eyacular hasta cinco veces dentro de ella.

Piru estaba exhausta y su conchita ardía a más no poder así que hasta tomó como un alivio que la dieran vuelta para metérsela por el culo.

Ellos querían batalla y no les importaba que ella no diera más así que a uno se le ocurrió la idea de darle por el culo y la obligaron a voltear y ponerse en cuatro patas. El primero que quiso hacerlo fue Gabriel, por algo era el líder. Acercó su enorme verga al estrecho agujerito y empezó a presionar. Ella pedía que por favor la lubricara con algo porque tenía miedo que le doliera y hasta desgarrarse dado el tamaño de la verga pero no le hizo caso y diciéndole que así era mejor de un empujón se la metió toda y el agujerito que antes ofrecía resistencia se empezó a abrir ante la presión ejercida por el muchacho, que estaba muy excitado de poder darle por el culo a su profesora que tanto deseaba.

Ella sintió como que se partía en dos con esa verga adentro hasta las pelotas que golpeaban contra sus nalgas. El le hizo el amor con furia mientras que otro de los chicos aprovechando la posición en que se encontraba Piru se la metió en la boca.

Así estaba ella, con una polla en el culo y otra en la boca y a pesar del dolor que sentía pudo más su morbo por la situación que vivía y se corrió rápidamente. Sentía que se moría de placer y como ya no podía gemir porque tenía la boca ocupada no pudo expresar la sensación que tenía.

En un momento sintió explotar su culo y luego su boca. Parecía que los muchachos se hubieran puesto de acuerdo porque al instante de acabar Gabriel en el culo el otro muchacho le echó toda su leche en la boca. Ella no pudo tragarse el semen que fluía de ambas fuentes y por eso le chorreaban las piernas y la boca de leche.

Luego los muchachos se intercambiaron de lugar y siguió la batalla. No le daban tregua. Era increíble como aquellos chicos se recuperaban de inmediato y seguían con las embestidas como si nada. Parecía que no se agotaban y mientras más lo hacían más leche les salía de sus miembros.

Luego de que ambos se corrieron pasaron otros dos y así sucesivamente. La estuvieron cogiendo por un buen rato y Piru ya estaba exhausta, con tantas pollas recibidas en su culo y en su boca.

A pesar del tormento en que estaba viviendo gozaba y tuvo incontables orgasmos. Cada vez que una polla se retiraba de su lugar miraba suplicante como pidiendo que le entrara otra y así sin parar hasta que los chicos decidieron cortarla porque no podían más y se fueron al río a lavarse y luego a comer.

Comieron pan y algunas cosas preparadas que habían llevado.

Basta decir que Piru no comió nada. Se sentía llena porque habían tragado toda la leche que le fueron ofreciendo los muchachos en cada mamada.

Piru los miraba comer y se sentía excitada pensando en el placer que a pesar de todo le habían dado los chicos.

Después de comer cada uno de los muchachos se puso a dormir y ella, extenuada, también se durmió.

Cuando se despertó ya había oscurecido y se dio cuenta que a su lado estaba Alejandra, que lloraba muy desconsolada por lo que había vivido. Piru se dio cuenta de lo mucho que sufría, al igual que ella por lo sucedido, y la abrazó y la consoló dándole un beso.

En ese momento llegaron los chicos y al verlas abrazadas se les hizo irresistible la idea de hacer que ambas se hicieran el amor y le ordenaron a Piru que le comiera la concha a Alejandra.

Ella se resistió pero ante la amenaza de los jóvenes obedeció y empezó a saborear la concha de su amiga que no tardó en humedecerse con aquel estímulo.

Los muchachos, viendo que Alejandra gozaba con los lamidos de su amiga sacaron sus vergas y se acercaron a las mujeres y comenzaron a masturbarse y los chorros de leche no tardaron en caer sobre los cuerpos de las indefensas mujeres. Alejandra se corrió y Gabriel le ordenó que la mamara a Piru. Así estuvieron un rato hasta que también se corrió. Luego se volvieron a hacer los dos grupos y esta vez Gabriel se llevó con él a Alejandra y así estuvieron toda la noche haciéndole el amor a ambas.