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Mi amiga se entrega a mi

en Hetero: General

Karina, una amiga de hace muchos años, de 20 añitos de edad, tenia una salida importante, por lo que me pidió ayuda. Necesitaba mi opinión sobre la ropa que debía ponerse, así que ese mismo día acudí a su casa para aconsejarla.

Me contó que iba a salir con un amigo que venia de visita y que vivía en otro país. Me pidió que le aconseje una ropa muy sexy para la ocasión. Fuimos a su cuarto y me acomodé sobre su cama. En ese momento, Karina tenía puesto un pantalón de jeans muy ajustado y una remerita ajustada, por encima del ombligo. Ya pensaba yo que podría ir mi amiga así, porque mataría de un infarto a su amigo, pero esperé.

Sacó Karina un par de ropas de su placard y me pidió opinión. Le recomendé primero una pequeñita mini negra y un top que le había visto alguna vez. Dudó, lo pensó. Me preguntó si estaba seguro a lo que asentí. Pero no pensé lo que iba a hacer inmediatamente: se desvistió delante de mí, quedándose en ropa interior. No sabía que hacer. Se puso la mini y el top. Dio una vuelta y preguntó que tal le quedaba. Obvio que le quedaba maravilloso. Se dio media vuelta, se puso una mano en la cola y me preguntó si le quedaba bien. Me acerque y apoyé una mano con total confianza para verificar. Moví un poco la mano sobre la cola de Karina y sentí su colita bien durita. Le dije a mi amiga:

"Con esta mini, estás fenómeno."

"A ver si me marca bien de adelante?" Y se dio vuelta para mirarme de frente, apoyando sus manos en sus tetas.

"Dejame verificar", le dije, y llevé mis manos a sus pechos.

"No se caen para nada, Kari, pero tengo una mejor idea"

"¿Cuál?", me preguntó.

"¿Y si vas sin corpiño? Así, con este topcito blanco se te transparentan"

"¿Te parece?"

"Si, no pondrá resistencias".

Se sacó el top y el corpiño, dejando sus tetas al aire delante de mi, poniéndose encima el top nuevamente. Yo ya no daba mas, quería darle por todos lados. Dio una vuelta y pidió mi opinión nuevamente:

"La verdad, no sé que estoy esperando, estas para hacerte de todo", le dije.

"Dejate de joder, que sos mi amigo", me replicó.

La miré a los ojos, me acerqué a ella, rodeando su cintura con mis brazos. Ella rodeó mi cuello con los suyos y me preguntó si estaba linda. Me dio un beso en la mejilla y me dio un abrazo, apoyándose sobre mi pecho. Su cola me tentó, bajé entonces mis manos a esa zona. Karina no reaccionó. La abracé un poco más, juntando totalmente nuestros cuerpos. Nuestro equilibrio apenas nos tenia en pie. Ella se movió apenas y caímos sobre la cama, ella encima mío. Pude sentir mejor sus tetas apoyadas sobre mi cuerpo.

"Que buena carne tiene mi amiga!", pensé, confirmando lo que había tocado antes. Nos miramos fijo a los ojos. Ella sonrió levemente. Acercó su cara a la mía. Apoyé mis labios sobre los suyos. Nos besamos largo rato. Le saqué el top, transpirado ya. Ella me sacó la remera, el pantalón y el slip. Llevó sus tetas hacia mi pene. Se acomodó para con las piernas rodeando mi cara y apretó mi pene con sus tetas. Levanté su mini y le saqué la tanguita ya húmeda por la transpiración y sus jugos. Lamí su conchita hipermojada mientras ella me masturbaba con sus tetas y me chupaba la puntita.

Ella gemía sin parar, se empezó a contornear. gemía y gritaba, me masturbaba más fuerte. Mi pene iba a llenar sus tetas de leche. Pegó el grito final con el consiguiente espasmo. Mi leche empezó a salir casi inmediatamente. Mientras su conchita me llenaba la cara de jugos vaginales, mi pene llenaba sus tetas con mi leche. Ella se echó a un lado, cansada, pero con cara de placer. Me di vuelta para quedar cara a cara con ella, le di un beso en la boca y descansamos.