Esto me sucedió el viernes pasado, en mi casa. Era ya la tardecita, y estaba yo en la pileta, refrescándome un poco, como suelo hacer en el verano. Mi hermana, Silvina, de 15 añitos, recién llegaba de la casa de una amiga, bastante acalorada, por lo que también subió a su cuarto a cambiarse.

Silvinita tiene, la verdad, un cuerpito muy lindo, lindas curvitas, linda colita y bastante flaca. No es una diosa pero sí se las rebusca para ser muy sensual, ya sea con su ropa o con sus movimientos.

Al bajar a la pileta, Silvina se fue acercando adonde yo estaba, moviéndose hipersensualmente, llevando una microbikini brillante muy diminuta y ajustadísima. Se arrimó al borde y me preguntó:

- Qué tal me queda?

- Queres que te diga?

- Dejalo ahí, con la carita que pusiste, me debe quedar muy bien. Aparte, en un ratito va a venir Carola.

- Caro??? Tu compañera del colegio???

- Ella misma.

Carola es la chica más linda del colegio, la de mejor cuerpo. Todos los chicos la desean. Y, por suerte, es una de las amigas más íntimas de mi querida hermanita.

Sonó el timbre y entró Caro, con una mini y una remerita blancas, muy ajustadas y bastante transparentonas, que permitían ver su microbikini azul que llevaba puesto debajo.

Salí de la pileta para saludarla. Se acercó, me abrazó por los hombros, se pegó un poco a mi y me dio un beso en la mejilla, quedándose abrazada a mi unos segundos. Aproveché para abrazarla yo por la cintura y acercarla más a mi. Le di un beso y le pregunté como estaba. Nos quedamos charlando unos minutos, así como estábamos, abrazados, hasta que llegó mi hermana, que había ido al baño.

Cuando Caro vio a Silvina, se soltó y fue a saludarla. Mientras tanto, yo me metí de nuevo en la pileta.

En cierto momento, Silvina la invitó a Caro a meterse en la pileta y hacer algún juego conmigo. Propuso un juego con la pelota de goma que tenemos para la pileta, que consistía en tener que sacársela a aquel que la tuviera. Sabía Silvina que iban a haber manotazos, manos en lugares "prohibidos", alguna que otra apoyada, roces, y demás. Me pareció un juego muy caliente, y así fue.

Empezó teniendo la pelota mi hermanita. Se le acercó Caro y le intentó sacarle la pelota, quedando ambas en el medio de la pile. Yo aproveché para agarrar a Silvina por la espalda "ayudando" a su amiga. Le rodeé el cuerpo con mis brazos, apoyándome en su espalda. Forcejeaban las dos mientras yo tocaba a mi hermana y rozaba a Caro entre los forcejeos.

En cierto momento, se le escapa la pelota a Silvina y queda abrazada a su amiga. Aprovecho para acercar más a Caro, agarrandola de la cola. Mi hermana le tira un piquito a su amiga. Ella le contesta con otro, pero más largo. Se dan unos besos, ya con algo de lengua. Dejo a mi hermana y abrazo a Caro. Nos besamos con mucha lengua, rozamos nuestros cuerpos.

Mi hermana me besa el cuello y me manosea. Siento sus tetas, sin corpiño, sobre mi espalda. Me doy vuelta, la beso a ella y le manoseo las tetas. Ella rodea mi cintura con sus piernas y roza su pelvis contra la mia, mientras nos besamos con mucha lengua. La llevo a la parte menos honda de la pileta y la siento en el borde. El agua me llega a las rodillas.

Caro, con poca participación, se acerca a mi, se sienta con la espalda en la pared y, mientras le saco a Silvina la bikini, me saca mi malla. Le empiezo a chupar la conchita a mi hermana, mientras Caro me chupa la pija. Silvina gime, grita, se manosea las tetas. Caro se saca la parte de abajo de la bikini y se empieza a masturbar, mientras me sigue chupando la pija, cada vez más rapido. Estoy cada vez más al palo, disfrutando de la mamada y de la conchita de mi hermana. Me levanto y salgo de la pileta, tirandome encima de mi hermana.

Sin esperar, la penetro fuerte, sin dificultad. Le bombeo la concha cada vez más rapido. Ambos gritamos. Caro, mientras tanto, chupa la conchita de mi hermana, lamiéndole los jugos que salen. Mi hermana gime desesperada, grita muy fuerte, se contornea, jadea. Pega un grito de placer y se desploma.

Caro aprovecha, saca mi pija de la concha de su amiga y la chupa un poco. Se la mete entre las tetas y me masturba unos minutos. Desesperado, me tiro encima de ella y la penetro lento primero, subiendo la velocidad. Ella nos hace girar, quedando yo abajo. Me cabalga como verdadera puta, deseosa de sexo.

Le manoseo las tetas, que se bambolean en su cabalgata, la beso con lengua, mientras siento su concha que se dilata, con mi pija a punto de explotar. Le aviso que estoy por acabar y ella siente que ya llega a su orgasmo. Acelera. Mi pija empieza a largar lechita calentita. Ella pega alaridos de lujuria. Le lleno la concha de leche, que se mezclan con sus jugos vaginales. Respira hondo, se saca mi pija de su concha humedecida, me da un beso con mucha lengua, se tira a la pileta, se limpia y se acuesta en el borde opuesto de la pileta, murmurando: "no doy más, que pija".