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Una sobrina y sus amigas

en Amor filial

La hermana de mi esposa me pidió que llevara a su hija Karina, es decir, mi sobrina, y un par de amigas a la pileta del club. Vendrían Alejandra y Coty, sus dos mejores amigas. Las 3 ya tenían 17 años y cuerpos bastante desarrollados. Karina media aproximadamente 1.60, rubia, cuerpo muy durito, buenas tetas y mejor culo. Alejandra era mas alta, 1.75, bastante flaca, sin tan buenas curvas como Karina pero con una boca muy sensual y movimientos muy deseables de tener cerca. Por ultimo, Coty era casi tan alta como mi sobrina, y solo un poco más tetona.

Karina llevaba puesto una remerita ajustada y un short cortito, muy ajustado, ambos grises que dejaban ver lo que tenia debajo: una bikini negra, muy chiquita. Alejandra venia con una calza negra muy ajustada y un top también negro. La calza se le metía bien en la cola, permitiendo ver el hilito de su bikini metiéndose en su cola. Coty venia con un jeans muy ajustado y una remera blanca, ajustada, sin corpiño, marcándole bien las tetas. Subimos al auto y encare hacia el club. Como querían ir juntas, se sentaron las 3 atrás y yo iba solo adelante.

Empezaron a conversar de temas muy subidos de tono, a volar una mano de alguna de ella a alguna parte intima de otra. Poco a poco los manotazos eran mas frecuentes. Y se desafiaban a darse besos. Y comenzaron los besos: primero unos simples piquitos, hasta llegar a besos muy lenguosos. No sabia como pararlas, las notaba muy calientes y no veía bien que desperdiciaran esas calenturas entre ellas.

Salí del camino y me metí en un lugar un tanto abandonado. Se dieron cuenta pero igual seguían en lo suyo. Las hice bajar del auto estando yo ya afuera, explicándoles que no íbamos al club hoy.

-Mejor, así nos divertinos mas acá, las 3- me contestaron.

-Y yo?

-Ah, vos también querés joda?- me pregunto Karina, acercándose, rodeando mi cuello con sus brazos apoyando su cuerpo contra el mío y mirándome con cara de lujuria. La abrace por la cintura, apoyando mis manos en su culito y se los acariciaba. Nos empezamos a besar, buscando nuestras lenguas, intercambiando saliva, cada vez mas profundo.

Mire de reojo que Coty y Alejandra también se estaban dando besos y manoseos. Me estaba calentando demasiado. Metí mis manos dentro de la remera de Karina y desabroche el corpiño de la bikini, que cayo enseguida al piso, sin opinión en contrario de mi sobrinita. Seguimos con nuestros besos.

Volví a ver a las otras dos chicas, que ya estaban tiradas en el pasto, desnudas las dos y metiendo un par de dedos en la vagina de la otra, mientras sus gemidos iban en aumento. Acosté a Karina, la desvestí y metí mano por todos lados. Ella no se quedó atrás y me desnudó. Seguimos besándonos mientras refregábamos nuestros cuerpos. Quedé acostado en el suelo con mi sobrina arriba mío. Se acomodó mi pija entre sus piernas para cabalgarme. Se la metió muy bruscamente, y cogíamos muy rápido. Su respiración se aceleraba y sentía yo sus flujos en aumento. Pegamos ambos al mismo tiempo un gemido muy largo, mientras llegábamos juntos al momento cumbre de placer. Sentía como mi leche se mezclaba con sus flujos. Nos dimos un beso y nos quedamos abrazados. A los pocos segundos, Coty pegó un grito largísimo de placer, que se mezcló con el de Alejandra. Las miramos y notamos que bien la habían pasados ellas también.

Descansamos unos minutos. Coty dijo:

Que buena tarde, no?

Excelente – contestó Karina – Mañana volvemos.

Si, pero yo con tu tío – se adelantó Alejandra

Y yo también- dijo Coty.

Nos vestimos, nos acomodamos en el auto y volvimos a casa.