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Mi hermana (2)

en Amor filial

En el relato anterior, conté cómo había disfrutado con mi hermana, después de que ella me mostró su vestido de fiesta. Terminó mi relato conmigo durmiendo y ella en la cocina.

Mientras dormía profundamente, sonó el teléfono. Me desperté y no llegué a contestarlo. Sentí que lo había hecho Marina, desde la cocina. Cortó en pocos segundos. Le pregunté gritando quién era. "Equivocado", contestó ella.

Me levanté y me vestí. Me dirigí a la cocina. Ahí me esperaba mi hermana, cocinando.

- Estás cansado? - me preguntó

- Algo....

Se produce un silencio.

- Te gustó? - le pregunté

- Si. Fuiste muy suave conmigo.

- Te parece? Hice todo lo posible para no lastimarte.

- Me encantó, hermanito.

Y se abrazó a mí, apoyando su pecho en el mío. Yo la tomé de la cintura. Ella me besaba el cuello.

- Qué lindo sos, hermanito! Y qué bueno!!!

La comida se estaba quemando; Marina se dio cuenta y apagó las ornallas. Me senté a la mesa, ella acomodó todo y comimos, casi en silencio, mirándonos a los ojos. A ella le brillaban, como enamorada.

Terminamos. Como ella había cocinado, yo me dediqué a limpiar todo. Ella fue a su cuarto. Noté movimiento en su placard.

Al terminar, me dirigí a su cuarto. Se había puesto la mini y el top que me había contado. Me di cuenta que no llevaba corpiño y que el top le iba más que justo.

Hermanita, con lo que pasó hace un rato, te vestís así?

Te gusta como me queda, no?

Y a vos que te parece?

Y se rió picaronamente.

- Me compré esta ropa para cuando salga a bailar.

- No. Así vestida no salís ni en pedo.

- Que guardabosque sos!!!!!

Se acercó a mí y me dio un beso con lengua. Se separó de mí.

Sabes que soy tuya.

Y me estampó otro beso. Se separó de mí y se dirigió al equipo de música. Volvió a poner el CD de la tardecita. Rodeó mi cuello con sus brazos. Me pidió bailar de nuevo. La tomé de la cintura y apoyé mis manos en su cola. Sentía cómo movía sus pechos sobre el mío.

Sonó el timbre. Me dijo:

Esa debe ser Valeria, una amiga.

Quién es Valeria?

Te dije: una amiga. Te va a gustar.

Y fue a la puerta a abrirle. Valeria estaba vestida con un traje de fiesta, muy parecido al de mi hermana. Seguramente lo compraron juntas. Marina me llamó y me la presentó. Me dio Valeria un beso en la mejilla y, en voz baja, me dijo: "Sos más lindo de lo que pensaba". Y me mordió apenas la oreja.

Fuimos al cuarto de mi hermana. Y ella, Marina, hizo empezar de nuevo el CD. Y dijo: "Ya vengo", cerrando la puerta.

Quedamos Valeria y yo solos; frente a frente. Ella me invitó a bailar. Se apoyó en mí. Sabiendo como venía la mano, apoyé mis manos en su cola, intentando dejar un dedo en su raya. Noté un hilito dental bien metido. Sentí un gemido de ella, mientras decía :"Ay, si".

Me animé a un poco más: metí algo adentro a mi dedo. Respiró hondo. "Basta", gimiendo dijo, sin hacer más nada. Le empecé a bombear el culo con mi dedo. "Dale, papi", me decía.

Unos segundos después, unas manos se metieron entre nosotros. Me di cuenta que eran las de Marina. "Se ve que te gusta mi amiguita", me susurró al oído, mientras comenzaba a besarme el cuello y a sacarme mi remera. Valeria me desabrochó el cinturón y me bajó el pantalón, con el slip incluido, tirándome a la cama. Se subió arriba mío, subiéndose el vestido y bajándose el hilito dental. Ubicó su vagina sobre la punta de mi pene. Levantó su cuerpo, dejándose caer sobre mi pija, que se metía en su conchita caliente. Gemía largo y profundo. "Mi Dios", decía entre su gemido.

Mi hermana se ubicó encima de mí en posición de 69. Tenía yo su conchita a la altura de mi boca y su lengua lamía lo poco que me quedaba afuera de la conchita de Valeria.

Valeria respiró hondo, tomó aire. Empezó a cabalgarme lentamente. Sentía que la penetraba bien profundo. Gemía también muy largo. Marina chupaba mi pija y la concha de su amiga. Yo a ella su vagina muy mojada.

Valeria empezó a gemir tan fuerte que ya casi gritaba de placer. Se estremeció y pegó un grito largo. No podía respirar. Mi hermana la ayudó a salirse y tomó su lugar. La agarré de la cola y la obligué a apoyar su pecho sobre el mío. Me cabalgaba mientras le chupaba las tetas. Me estaba por hacer acabar. Y lo sabía. Aceleró y llegó a su orgasmo. Casi de inmediato mi leche le llené la conchita de leche. Pegamos un alarido de placer juntos.

Se salió de encima de mí. Me dio un beso profundo con mucha lengua.

"Hermanito, esto recién comienza." Me dijo, mientras se dormía.