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Chinita

en No Consentido

CHINITA

Fran era hija de una china y un japonés. Se encontraba en la oscuridad de la ruta dos, ya eran las 4 de la mañana y faltaban al menos tres horas para que comenzara a amanecer. El auto que manejaba ella sola, sin ningún ocupante mas, era un Fiat-Espacio viejo, que ya mostraba ganas de jubilarse.

Fran venia de una fiesta en la casa de unos de los que asistían a la facultad. Habían organizado una fiesta de disfraces, y Fran, por primera vez en los dos años que asistía a esa facultad, había asistido a una de sus fiestas.

Ella estaba acostumbrada a manejar, pero rezaba por que al viejo auto no se ocurra pararse en medio de la ruta. Fran no era miedosa, ni mucho menos tímida. Pero la soledad de la ruta de daba cierto escalofrió. Tal vez era mas porque tenia algo de frió.

Ella había asistido a la fiesta, con ganas de divertirse y despejarse. Se había cocinado los ojos estudiando durante dos años, y tenia uno de los promedios más altos. Pero ese entusiasmo por le estudio, hizo que Fran tuviera la imagen de chica nerd, que pocos se fijaran en ella y sin hablar siquiera con ella la consideraban aburrida. "si conocieran lo que hice en la secundaria" Tampoco ayudaba que era una estudiante de intercambio, hablaba Chino, japonés, y español perfectamente sin ningún acento.

Solo a ciertas personas de la facultad le atraía su cara exótica de piel clarísima y ojos rasgados. Pero ella no se vestía provocadoramente para asistir a clases como la mayoría de las chicas, usaba ropas sueltas, gastadas y cómodas según ella. Y a sus 19 años, decidió que era hora de la descubrieran, ¿qué mejor ocasión que una fiesta de disfraces donde estaría toda la facultad? Y esa decisión era la cusa del frió que sentía en el cuerpo.

El auto tenia las ventanillas cerradas, y se maldijo a sí misma por no haber traído mas ropa. En la fiesta, como ella había dicho, la descubrieron, y valla que si lo hicieron.

-¿esa es la chinita?- Comentaban todos lo que la veían pasar en la fiesta. Y no es que no hubiera otras chicas que mirar, había muy lindas mujeres, vestidas de toda clase de cosas, pero Fran llamaba la atención poderosamente.

-ahora lo voy a intentar... todos fracasaron... ya van a ver- Decía un chico ante le desfile de jóvenes que Fran rechazaba. Y él fue uno más. A Fran, que tenia ganas de divertirse, solo se le acercaban para intentar besarla, manosearla, bailar con ella y manosearla y besarla... "unos estúpidos que ni siquiera cortejaban bien". Si hubieran cortejado bien, no saben lo bien que la hubieran pasado con Fran. Pero no era para menos la actitud de los jóvenes, Fran se había disfrazado de la manera más provocativa que se le había ocurrido. De CONEJITA PLAYBOY.

-Ho... mierda...- Se dijo a si misma cuando el viejo auto le indico que se estaba por quedar sin gasolina. Se había olvidado de llenar le tanque, había sido un viaje largo. Pero Sonrió con sus carnosos labios rojos al ver a no más de 300 metros, una estación de servicio.

-que cuerpito dios!!...- Escuchaba los comentarios en la fiesta. Fran hablaba con unas amigas, que la miraban de arriba abajo sorprendidas por el cambio de Loock de la Chinita, la inocente y nerd chinita. Fran, a pesar de tener carita China, ojos rasgados, y piel clarísima, su cuerpo no expresaba nada mas con esas características. Eso sí, es bajita, mide un metro sesenta, pero lo arreglo con tacos. Sus piernas firmes por el ejercicio físico que practicaba desde niña, tenían dos botas de caña alta hasta las rodillas, de cuero blanco con tacos y plataforma. Esta hacia que sus piernas parezcan largas... increíblemente largas. Todos miraban su parte trasera, que aunque cubierta por una estrecha y cortísima minifalda de cuero blanco que tenia un pompón de conejo, no ocultaba para nada su tremenda cola, redonda, firme, que más de uno deseo pegarle una cachetadita al verla. Arriba era mejor, nadie había imaginado que esa chica de intercambio china tuviera semejantes pechos. Las Chinas no tiene Pecho, pero Fran sí. Y lo tiene de sobra, los jóvenes de la fiesta calcularon que debía tener un 105 o 110 de talla en las tetas, unas tetas increíbles. Y mas increíbles eran porque ella solo las había cubierto con la parte de arriba de una bikini, dos triangulitos blancos se aferraban apenas tapando sus pezones, y dejaban a la vista esos dos globos de carne. Además, su carita usualmente inocente, que siempre la hacia parecer una chica de menos años, ya no la era. Tenia los labios pintados bien de rojo, un rojo fuerte, y los ojos rasgados delineados de negro. Sus cabellos castaños oscuros, que le llegaban a la mitad de la espalda, estaban ondulados y sueltos. Y él ultimo toque, dos orejas de conejo que sujetaban su cabello en una bincha. Mas de uno tubo una inmediata erección al ver semejante espectáculo de mujer.

Fran bajo del auto, llevaba el disfraz todavía puesto, porque lo único que la abrigaba en él frió de la noche, era una campera negra que le llegaba hasta las rodillas. Sentía frió, peor al menos la cubría casi totalmente. La estación de servicio no era una SHELL o YPF, sino una que decía "Gasolina-nafta y Gas- Don Cacho". Había dos dispensadores afuera, y una especie de casa, que supuestamente era el Shoop.

-que lugar de mierda...- Dijo al ver bien donde se encontraba. Lo único que quería era cargar el tanque e irse de allí inmediatamente, masturbarse en su cama, y dormir. Entro en la casa, había estantes con comida y paquetes llenos de polvillo, seguramente nadie compraría en su sano juicio algo allí. No había nadie que atendiera, así que fue hasta el mostrador y toco una campanilla que había. Nadie respondió, y toco fuertemente tres veces más. Hasta que salió alguien desde en fondo.

-molestarme a estas horas.... ah, señorita, ¿que desea?- Era un viejo de unos 60 años. Pelado con solo algunos pelos blancos, barba de dos días, gordo a mas no poder y que vestía una camisa vieja y llena de grasa negra. A Fran le causo asco ver a semejante tipo.

-necesito cargar nafta....- Dijo ella cubriéndose mas con la campera, porque el viejo la miraba de arriba abajo con una mueca asquerosa en la cara. Él le sonrió, no sin mirarle la parte trasera a Fran, y salió a cargar la gasolina al auto de ella. Fran de quedo allí, hacia mucho frió afuera, así que cuando volviera le pagaría y sé iría lo más rápido de allí.

-dale!! Dame un beso Chinita!!- Le decía uno en la fiesta mientras bailaban. Él joven tenia un aliento a alcohol que mataba. A Fran, que el chico le parecía algo lindo, no le gustaba su comportamiento, apenas la había sacado a bailar y ya estaba intentando besarla. Ella le corría la cara y quería irse, pero el joven la tenia agarrada, y sus manos recorrían la espalda desnuda. A Fran le causaban sensaciones esos sobos, pero no iba a ser una chica fácil con ese joven borracho. Cuando tuvo oportunidad, se alejo de él.

-lindo.. Pero estúpido...- Dijo a su amiga. Fran pensó que será más difícil de lo que ella pensaba conseguir algo de acción que valiera la pena. Pero los buitres de la fiesta, seguían intentando propasarse con ella.

-Bailamos mi amor?...- le dijo uno suavemente al oído. Fran lo miro, no estaba nada mal. Así que acepto bailar con el joven. Un muchacho alto y rubio. Algo ebrio pero no en exceso. "Si haces las cosas bien, soy toda tuya muchachote" pensó Fran mientras comenzaban a bailar.

Fran vio como el viejo ya terminaba de cargar nafta en el auto y volvía. Entró mirándola con una sonrisa perversa.

-¿hace frió halla no? Debes tener la piel de gallina...- Le dijo riendo. Fran apenas si insinuó una sonrisa forzada.

-¿algún servicio mas?- Le dijo le viejo levantando las cejas. Fran lo miro con asco ¿qué se piensa este viejo verde?, y busco dinero dentro de los bolsillos de la campera.

-son 15 pesos- Le decía el viejo mirándola como si se la comiera con los ojos. Fran notaba como el viejo se relamía pasándose la lengua por los labios mirándole las piernas.

-ah, creo que deje el dinero en el auto, enseguida vuelvo...- Dijo Fran, una para salir inmediatamente de allí, y dos, porque no tenia dinero en la campera. El viejo la miraba desde la puerta. Fran ya metida en el auto, buscaba por todos lados su billetera... recordó que la tenia en su mochila. Peor la mochila tampoco estaba allí.

-¡¡mierda!! ¡¡¿¿Dónde esta la mochila??!!- Pero no había muchos lugares donde buscar. Pensó que ya estaba en al auto, y que arrancar e irse seria muy fácil. Pero no era una ladrona, así que decidió ir y explicarle al viejo lo que pasaba, si era algo más normal de lo que aparentaba, entendería.

-¿cómo que no me vas apagar?- Decía le viejo indignado. Fran le había explicado que no tenia nada de dinero porque se había olvidado la mochila.

-le puedo dejar mis documentos, y cuando vuelva a pagarle me los da...- Decía Fran avergonzada, nunca había estado en una situación así.

-no no... si no pagas, no puedo permitir que te vayas...- Le decía el viejo firmemente.

-pero no tengo dinero, que quiere que haga!...- Decía Fran ya enojada por el viejo testarudo.

-no te vas a ir sin pagarme, no me gustan los ladrones...-

-yo no soy una ladrona! Me olvide el dinero!!-

-tal vez si me ofrecieras otra cosa en vez de dinero o tus documentos, te deje ir...-

-¿qué quiere que haga?- Dijo Fran rezando por que no sea lo que ella pensaba. Pero le viejo sonrió de tal manera, que Fran entendió lo que quería claramente.

La chinita bailaba con el rubio. Se estaba comportando bien el muchacho. Tal vez la atraía demasiado cerca de él. Fran sentía como sus pechos se aplastaban contra él. Pero había una buena señal. El joven la miraba a los ojos, no a las tetas.

-sos hermosa, ¿cómo nunca te vi?- Le decía él. A Fran penso que a fin alguien se molestaba en hacer bien su trabajo. Pero había algo mas, la Chinita sintió en su vientre, porque era bastante más bajita que él, algo duro que palpitaba. "Este chico esta que arde, ya la tiene re dura!"... Pensó Fran algo excitada. Le gusto como se controlaba él para no meterle mano en todos lados. Pero sintió algo en su espalda. Otro joven la agarraba de la cintura y le apoyaba su bulto en la cola. Fran ahora se encontraba bailando encerrada entre dos.

-¡¿que haces?!...- Le dijo al de atrás. Ella sentía como él, al ritmo de la música movía su bulto, duro como el otro, por los cachetes de su cola.

-¿te gusta no?...- Le dijo el de adelante subiendo su mano por el estomago de ella, acercándose a sus pechos. A Fran le causaba escalofríos sentir a dos hombres pegados a ella.

-¿no queres una fiestita entre tres?- Le dijo el de adelante. El de atrás no dejaba de moverse en su cola. "Dios, arruinaron todo el momento..." pensó Fran. Ella estaba excitada, le gustaba lo que hacían, pero al decir eso la habían sacado. Vuelto a la realidad. Si Hubieran seguido un poco mas, ni siquiera hubiera hecho falta decirlo.

-son unos pelotudos...- Les dijo a ambos saliéndose de entre ellos a la fuerza.

-chupame la verga y te dejo ir....- Le decía el viejo a Fran en la estación de servicio.

-¿que, esta loco? No voy a hacer eso!..- Le grito Fran indignada. Pero el viejo se levanto, fue y se sentó en una silla, sonriendo.

-chupame la verga con esos hermosos labios... y te dejo ir sin pagar...-

-usted esta loco si cree que voy a hacer eso..- Le dijo Fran caminado hasta la puerta.

-si te vas... llama a la policía y digo que me robaste, y no es muy bonito que una chica como vos pase la noche en una cárcel...- Fran lo pensó rápidamente. No quería pasar la noche en una celda, menos tener problemas con la policía, sus padres adoptivos no sabían que había ido a una fiesta. Así que respirando profundamente, se dio la vuelta para mirar al viejo, tratando de pensar en algo que la saque de esa situación. Pero lo que vio la dejo muda y con la mente en blanco.

-chupamela con esa boquita preciosa, y nos olvidamos de todo...- El viejo ya tenia la verga afuera. Fran se la quedo mirando con al boca abierta y fijamente. "Dios, es la más grande que vi en mi vida!" Se dijo a sí misma. Y era así, el viejo se tenia la verga con una mano, era gorda como pocas, llena de venas que palpitaban y peluda en la base. Debía medir unos 30 Cm. Y el glande era como un hongo, enorme y rojo. Parecía que una manguera dispensadora de nafta salía por la bragueta del viejo gordo.

-por dios! Guarde eso!!..- Le dijo Fran sin poder quitar su mirada de la tremenda verga del viejo.

-hace mucho no se me para piba... pero vos mira lo que lograste!!! Parece un garrote!!- Y movía la mano de arriba hacia abajo. La chinita con los ojos seguía el movimiento de la mano. ¿qué se sentirá chupar semejante monstruo? Pensó, pero al recordar el dueño, un viejo asqueroso, desistió de la idea.

-¿me la vas a chupar, o llamo a la policía?-

-y si le doy algo mejor que eso?...- Le dijo Fran cuando de repente se le ocurrió una idea.

-¿¿¿queres que té la de por el culo????- Dijo le viejo emocionado.

-nooo.... ni tiene que tocarme... pero le puedo dar el mejor espectáculo de su vida...-

-¿sin tocarte?... no, mejor chupame la verga...-

-¿no sabe lo que es una "baile privado"?...- El viejo pensó. Si sabia lo que era, lo había visto en un programa de televisión. Era de esos bailes de Clubes de strip-tease donde una chica muy hermosa baila encima de ti, pero uno no puede tocarla. "Pero esta Chinita no debe tener ni tetas!" Pensó el viejo.

-si sé lo que es... pero una nenita como vos no debe saber hacerlo, y menos tenes el cuerpo necesario... chupame la verga y déjate de joder!- Dijo el viejo ya impaciente. Pero Fran se abrió la campera y la dejo caer la suelo. El viejo abrió los ojos como platos sin poder creer lo que veía.

-¿y ahora que me dice, no prefiere el baile?- El viejo se quedo hipnotizado con los globos de Fran, esas dos tetas enormes que solo la cubrían el bikini blanco. Ella no se había quitado el disfraz de conejita. Con la corta minifalda, y las botas blancas, parecía la mejor bailarina de strip-tease que alguno se pudiera imaginar.

El viejo no sabia que decir. Fran comenzó a mover el vientre de atrás hacia delante, mientras se revolvía el pelo sensualmente. El viejo se apretaba la verga que parecía que el glande iba a estallar. Una gota de sudor corría su frente pelada. Era la mujer más sensual que había visto en su vida. Además, lo excitaba mas que tenga esa carita de Chinita inocente.

La Chinita lo miraba sonriendo, metiendose un dedo en la boca y chupándoselo, mientras muy lentamente comenzaba a bailar.

-¿quiere le baile?- Le decía Fran en susurros que parecían jadeos. Se iba acercando a él meneando las caderas, contoneaba su cuerpo de una manera muy elástica. El viejo la miraba con la boca abierta, sus ojos no parpadeaban, solo la miraban fijamente. La saliva comenzaba a correrle por la boca.

-¿quiere el baile señor?...- Le preguntaba la Chinita apretándose sus pechos que apenas podía agarrar con sus manos. El viejo ya enredado en sus encantos, solo movía la cabeza afirmativamente, con una sonrisa tonta dibujada en la cara.

-¿y me va a dejar ir una vez que termine?- El viejo seguía diciendo que si con la cabeza, aceptaba todo lo que ella quisiera, con tal que siguiera bailado. Fran estaba cerca de él, a solo dos pasos. Ella tenia una mano en el vientre que iba bajando mas y más, tiraba la cabeza hacia atrás sin dejar de bailar, sus cabellos se agitaban con el ir y venir de su cuerpo.

El viejo sudaba, la frente le brillaba. Su mano se movía sobre su verga sin que se diera cuenta, masturbándose. Fran de vez en cuando miraba la enorme verga del viejo. La excitaba ver como se masturbaba ante ella. Apoyo sus manos en el mostrador, comenzando a arquear su cintura, sacando su cola hacia arriba mientras miraba a los ojos del viejo fijamente, con una sonrisita perversa en la cara. Movía sus caderas de atrás hacia delante, simulando una culeada, como si se estuviera penetrando con algo invisible. La mano del viejo subía y bajaba cada vez más rápido por su imponente verga.

Fran se sentía caliente, ver que se masturbaba por ella, bailar de manera sensual y provocadora... eso la excitaba cada vez más. Poco a poco se perdía en un mundo. Cerraba los ojos y se dejaba llevar por una música imaginaria.

Ella ya había hecho este baile dos veces antes. Se lo había enseñado unas particulares amigas. Cada vez que lo había hecho, a sus novios, quedaban como si hubieran tenido el sexo más salvaje con ella.

La mano de Fran se metía dentro de la minifalda, simulando que se masturbaba. Su otra mano recorría sus pechos. Con su cabeza tirada hacia atrás, no paraba de mover las caderas, las piernas. El viejo casi se estrangula la verga cuando la Chinita se puso de espaldas a él y bajo sus manos hasta tocar el suelo. Dejando su impresionante culo justo delante de sus narices. Su minifalda, al ser tan corta, dejaba ver sus cachetes redondos y su tanga blanca metida entre ellos. Ella miró por entre sus piernas, tenia una vista perfecta de esa verga enorme y palpitante, palpitaba por ella.

Se acerco al viejo, y colocando una pierna a cada lado de la silla donde estaba sentado, quedo prácticamente encima de él, pero apenas tocándolo. El viejo sacaba la lengua afuera al tener tremendas tetas tan cerca de su boca. Pero Fran, con su sonrisita diabólica, le decía que no con un dedo y tiraba la cabeza de él hacia atrás.

Su cuerpo estremeció al sentir la verga del viejo tocando su cuerpo. Comenzó a mover sus caderas, el viejo ya no se masturbaba, porque Fran lo hacia con el mover de su cuerpo. La verga se refregaba por sus piernas, pasaba por la tela de la tanga. Sentía deseos de que ese monstruo la penetre, pero era mejor no darle el gusto.

-ahhhh... huuufff... aahhhhhh...- Jadeaba el viejo lleno de sudor. Fran se dio vuelta, dándole la espalda. Coloco sus manos hacia atrás, agarrandose de los apoyabrazos de la silla. El viejo al sentir el culo de la Chinita frotándole la verga, comenzó a gemir mas fuerte cerrando los ojos tirando su cabeza hacia atrás. Fran movía su culo en círculos, sentía que la verga del viejo hervía, le quemaba la piel al tocarla. Ella estaba que ardía. El un movimiento extraordinario, la Chinita cerro sus piernas, apresando entre ellas la verga del viejo.

-aahhhh... dios!!...- Exclamo el viejo. La Chinita comenzó a moverse,, hacia que la verga del viejo la penetra por sus piernas.

-no no....- Le dijo a él cuando quiso agarrarle las tetas. El viejo entendió y bajo sus manos. El placer que le provocaba esa Chinita era increíble. Fran comenzó a gemir suavemente. El viejo la excitaba cada vez más. Miro la punta de la verga del viejo que entraba y salía de sus piernas. Sus caderas se movían más rápido, la verga le penetraba las piernas más rápido. Fran estaba tremendamente excitada. Si en este preciso momento él la quería penetrar por otro lado, ella se dejaría hacer, ya estaba perdida. Pero el viejo no hacia nada. Solo jadeaba cada ve mas fuerte.

-acabo Chinita!! Me haces acabar hija de puta!!...- Comenzó a gritar le viejo agarrandose de los apoyabrazos de la silla. Fran estaba fuera de sí, en un completo éxtasis. No sabe porque lo hizo, pero su cuerpo se movió solo. Se bajo del viejo quedando arrodillada delante de él. Se relamió la ver la verga palpitando por eyecular delante de ella. Sus manitas blancas la agarraron. "Dios, que gran es!!" Se dijo a sí misma golosamente. Le pego un lametón.

-aahhhhh!!...- El viejo apretaba los dientes. Fran apretaba la verga del viejo con sus dos manos. Abrió su boca, tenia que probar esa verga ya. Apenas si le entro la cabeza y algo mas, era muy grande para sus tiernos labios. El viejo parecía convulsionar. Las manos de Fran comenzaron a masturbarlo. Su lengua comenzó a saborear el glande del viejo. Nunca había probado una verga igual. De repente, comenzó a llenarse su boca de un liquido viscoso y caliente. Fran comenzó a succionar, esperaba estar un rato mas con esa verga en la boca, pero tampoco le disgustaba comenzar a tragar semen... a la Chinita le encantaba. El viejo temblaba, parecía que iba a tener un ataque al corazón. Fran succionaba, pero la leche era demasiada, la verga era demasiado grande. Se la saco de la boca para no ahogarse, y los últimos chorros salpicaron su cara. Su boca abierta chorreaba semen, su carita exótica quedo con manchas de leche en la mejilla y una cerca del ojo.

-aahhh!!..aahhh!!!!...- Jadeaba el viejo como un toro. Fran lamía la verga del viejo dejándola limpia. Le encantaba tener algo tan grande entre sus manos, pasar la lengua por esa barra caliente... Luego volvió en sí.

-hooo... dios!! dios!!...- Decía le viejo agarrandose con la mano el corazón, todavía jadeando fuertemente. Fran lo miro y sonrió, pensando que seguramente el viejo nunca había tenido una experiencia así en su vida.

-creo que hice mas de lo que era el trato... adiós viejito...- Le dijo agarrando su campera y caminando hasta la puerta. El viejo le miraba el culo a la Chinita al irse. Quería hablar, peor estaba tan agotado que no le salía nada de la boca. Fran necesitaba irse rápidamente de allí, estaba tan excitada que si se quedaba un segundo mas terminaría acostándose con el viejo y matándolo de una ataque al corazón.

-no te vayas, te doy lo que quieras... dinero!! La estación de servicio!! Volve algún día!!!- Escucho que le gritaba el viejo cuando ella salió de allí. Comenzó a temblar, le salía vapor de la boca. Adentro estaba tan caliente, que al frió de afuera lo sentía más.

Subió al auto rápidamente y arranco. Al fin estaba lejos de allí. Pero se sentía tremendamente caliente. Necesitaba llegar a su casa y masturbarse con lo más grande que encuentre. Se hubiera acostado con el viejo, no creía poder encontrar semejante tamaño de verga en otro lado. Pero sabia que después se arrepentiría de haberlo hecho, además, no quería matar a nadie. Si con un baile y una mamada casi se muere... Faltaba mucho trayecto todavía para llegar a su casa...

Continuara...

 

Gente gentuza. Sé que dije que iba a escribir un capitulo nuevo de las gemelas, pero me sebe con este. Espero que les haya gustado. Si es así, dejen en los comentarios pidiendo la continuacion, todavía a la Chinita le queda mucho camino por recorrer en la ruta para llegar a casa!

Ah, si no creen que una chinita así exista, escriban FRANCINE DEE (la sirena oriental) en el buscador, y vean...

Mi dir: reaccionamacfly@yahoo.com.ar

Saludetes!!! MARTY MACFLY