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Sometida en el banco (nace una sumisa)

en No Consentido

Sometida en el banco (nace una sumisa)

Por: X´Art

Ya eran varios meses trabajando para este banco, no lo odiaba, pero tampoco lo despreciaba... a pesar de eso seguía aquí, tal vez porque siendo cajera de esta sucursal podía ver rostros nuevos cada día, ella no solía usar ropa muy llamativa, pero ese día sucedió que llevara una minifalda negra con medias claras sobre sus largas y espigadas piernas, una blusa estampada en forma de piel de leopardo encajaba muy bien sobre la parte superior de su cuerpo destacando sus pequeños, redondos, suaves y altivos senos; para verse mas formal un saco sobre el conjunto.

Julia era inexperta y joven, provenía de un pueblo pintoresco en el cual había vivido casi toda su vida, decidió emigrar dejando atrás a la familia para proseguir sus estudios a la capital del estado, pero al vida sola no era algo fácil, encontró hospedaje en una pensión y al mismo tiempo trabajo en una institución bancaria, donde su primera asignación laboral fue hacerse cargo de la caja dos.

Había sorteado con habilidad las insinuaciones de los empleados varones, que no faltaban ni en la escuela pues sin duda era bella, sus arraigados valores morales adquiridos en su familia la hacían sentirse culpable de ya no ser virgen y no pensaba acrecentar esos sentimientos de culpabilidad, no asistía a las reuniones de fin de semana de sus demás compañeros, y a pesar de ser una persona eficiente poco se relacionaba con el resto de la planta laboral del banco, a excepción de Arturo, el gerente de la sucursal, quien además de darle el curso de inducción, llevaba una estrecha comunicación con todos los empleados, incluyendo a Julia.

Pero a pesar de su capacidad, entusiasmo y disposición, era "muy inexperta" como ella misma lo reconocía y un día le faltaron como mil pesos, eso era mucho dinero para ella y no lo podría cubrir con su sueldo quincenal, así que se dispuso a revisar nuevamente las cuentas, la presión aumento conforme se aproximaba la hora de salida, el banco estaba ya cerrado pero aun estaban trabajando adentro y cuando los primeros ejecutivos se despidieron su nerviosismo se incremento, se preguntaba ¿Dónde esta el error?, ¿Qué pudo pasar?, ¿Cómo sucedió?, el reporte de las operaciones diarias llego de manera automática al ordenador de Arturo.

Cuando el Gerente le mando a llamar ella ya estaba demasiado asustada, se presento en su privado y de pie, con la cabeza agachada mirando a sus pies enfundados en aquellas zapatillas blancas que destacaban sobre la alfombra, Arturo soltó un discurso sobre la responsabilidad, se levanto de su asiento y sin dejar de parlotear empezó a caminar alrededor de Julia acercándose mas y mas a ella.

No podía dejar de mirar con lascivia ese cuerpo joven y sugerente, temblando y a su disposición, vio con descaro el trasero de suaves y curvas líneas, la

En un momento dado Julie sintió su aliento quemándole cerca de sus oídos al tiempo que le susurraba "olvidare lo del dinero si haces todo lo que te pida, pero si no lo haces…" hizo una pausa para darle mas impacto a sus siguientes palabras "diré en todos lados que eres una LADRONA" ante estas palabras un escalofrió recorrió el cuerpo frágil y delgado de Julia, se puso mas nerviosa si es que eso era posible y pensó en no contestar nada, pero su cabeza se movió diciendo que sí, los labios de Arturo se posaron sobre su cuello y sus manos se aferraron con malicia a la cintura esbelta y delicada, sus dedos rozaron la suave piel libre entre a minifalda y la blusa, esbozo una sonrisa de satisfacción, y su pene empezó a reaccionar mostrando sobre el pantalón como despertaba.

Los labios siguieron su labor besando el cuello mientras ella empezaba a sollozar muy calladamente, tratando de ahogar la pena que esto le causaba, no podía moverse… algo se lo impedía, las manos de él subieron de su cintura a sus pechos, acariciando y sopesando, sintiendo la suavidad por encima de la tela delgada de estampados felinos, empezó a desabrochar los botones de la blusa, saltaron a su vista un par de bellos senos enfundados en un brasier blanco, tan blanco como la piel de Julia, que era mas claro precisamente en la zona que la prenda ocultaba, presiono los pechos, los apreso con placer y su excitación se manifestó por completo en su pito ya bien erecto, desafiante…

Los siguientes segundos ocurrieron con una velocidad vertiginosa ara Julia, en una rápida sucesión de movimientos Arturo con una mano levanto la falda, y la empujo hasta el escritorio donde la inclino boca abajo mientras bajaba sus patíes, seguía sin reaccionar y sus sollozos dejaron de ser callados para convertirse en notorios y francos y las lagrimas empezaron a inundar sus ojos los cuales abrió con miedo y asombro combinados cuando escucho como en una fracción de segundos se desabrochaba el pantalón y bajaba el ziper y antes de pensarlo el ya estaba con los pantalones abajo.

En ese momento una fugaz ráfaga de lucidez cruzo por la mente de Julia, intento levantarse y como una chispa recobro el control sobre su cuerpo, la reacción de ella no tomo por sorpresa a Arturo, le tomo uno de sus brazos cruzándolo por su espalda y con fuerza empujo el torso sobre la superficie del escritorio y dejo el rostro de ella contra el cristal que lo cubría… sin perder tiempo se acerco y con una voz fuerte y firme le dijo "Si no haces lo que YO te diga, esto lo sabrán tus padres…" mil imágenes cruzaron en un instante por la mente de Julia, el deshonor en un pueblo tan tradicionalista como el del que provenía era malísimo, seria tachada de Puta, el resto de su vida se destruiría, el sufrimiento que le causaría a sus padres, a su familia, y ante sus palabras ya no puso mas impedimento ante esta ultima amenaza… cedió, se abandono a los deseos y la lujuria de su jefe,

Dejo que con sus manos abriera sus piernas, apenas tenia que ejercer presión para que las delgadas piernas de Julia se abrieran ante sus deseos… a la vista del gerente estaba el preciado tesoro, una bella joven a su disposición y con su culo al aire… con uno de esos chochos ligeramente encontrados hacia atrás, de esos que se ofrecen al macho para sexo de perrito, ideales para poseer por detrás, y así se apreciaba ante la vista del lujurioso administrador, un culo expuesto bajo la falda enrollada, con su cueva ya húmeda por la ansiedad del momento, apenas cubierta por una pelambrera que no se llegaba a apreciar desde esta perspectiva, así que sin mas preámbulo y dado que su verga se mantenía extendida a toda su longitud, apoyo la cabeza de su circundado pene contra la vagina estrecha por la falta de uso y poco a poco, muy lentamente para el gusto de Julia la penetro con deleite… la dejo ahí, solo un instante, de inmediato inicio a cogerla así… sin más, no le importaba mas que su propia satisfacción, muy en su interior reconoció que había deseado a la joven desde su llegada al banco, y ahí estaba fornicandola con sus tetas sobre su escritorio, gimiendo, cubriendo con una mano su boca y tratando de ocultar su humillación.

La cogida duro mucho tiempo, pues con su experiencia y la práctica trataba de prolongar su propio placer, lo que nunca sabría y su soberbia de macho le impidió notar, fue que ella poco a poco se fue excitando, cada centímetro recorrido por el pene invasor dentro de su vagina la llevaba lentamente al placer, al principio trato de olvidarse de lo que estaba viviendo, trato de separar su cuerpo y su mente, pero las sensaciones internas la traicionaron, el constante roce del glande con su clítoris la estimulaba constantemente, y los sentimientos encontrados en su interior que contrastaban con el placer y el dolor, no era dolor físico, era un dolor interior en su alma que se desgarraba poco a poco.

-Mmmh, mmmh, mmh, ahh, mmmh,- era todo lo que se escuchaba en la oficina.

Arturo no pudo atención los gemidos mal contenidos mientras magreaba las nalgas y pecho de su cajera, ni siquiera pensó en que es lo que pasaba por su mente, o en su cuerpo, arrecio sus movimientos en cuanto sintió acercarse la eyaculación, soltó el seno derecho que apresaba en su mano y le dio una fuerte nalgada enrojeciendo notoriamente la blanca piel.

-Ahhhh! Ahhhhh! Ayyy!- Casi grito Julia mientras él arremetía con mas fuerza en el sexo de la jovencita.

Y en una sucesión de rápidos movimientos pélvicos se corrió dentro de la suave y muy húmeda cavidad vaginal, tuvo tres convulsiones más antes de dejarse caer sobre el frágil cuerpo femenino que se estremecía de miedo bajo el grueso cuerpo del gerente.

Ya no lloraba, solo gemía un poco… luego de unos momentos se retiro de ella y dio la vuelta al escritorio, se dejo caer pesadamente sobre el mullido sillón, ella se levanto poco a poco y se guardo los pechos expuestos al tiempo que abrocho su blusa, bajo su falda y se quedo quieta.

-Puedes retirarte y olvidemos lo del dinero y lo que haya pasado hoy- dijo Arturo y cerró los ojos para disfrutar el placer obtenido.

Julia salio se arreglo en el baño de empleados y salio junto con la ultima empleada de limpieza del banco, renuncio poco después y consiguió un empleo en otra institución bancaria.

Poco antes de que el acabara su eyaculación Julia tuvo un orgasmo del que nunca se entero Arturo, sus gemidos en ese momento ya eran mas notorios, pero al sentir su inminente venida gimió sin recato… -Ahhhh! Ahhhhh! Ayyy-al tiempo que recibía una fuerte nalgada que le permitió expresarse más claramente.

Fue uno de sus mejores orgasmos de su escasa vida sexual, fue humillante pero el mejor orgasmo de su vida, con los sentimientos combinados de humillación y penetración…

Hoy en día, se ha aceptado a si misma como una mujer plena, es una sumisa y esta en entrenamiento en las artes del BDSM y repite con veneración la primera lección de su amo…

"EL AMO LALO ES MI DUEÑO, SOY SU ESCLAVA Y NO TENGO SECRETOS PARA EL PORQUE SUYA SOY Y MIS PENSAMIENTOS TAMBIEN"