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Flor de Lis (1) Genesis

en Sexo Virtual

Mi relación con Lis Cornejo inicio de manera virtual cuando ella leyó mis relatos, y decidió escribirme, ella conoció de mí a través de mis anécdotas y de mis experiencias, pero siendo tan curiosa como lo suele ser, decidió escribirme, su primer correo electrónico fue muy escueto pero llamo mi atención:

Pues me gustaron mucho tus relatos y estaría encantada de compartir experiencias :)

Espero nos llevemos muy bien

  Asumí de quien se trataba porque ya tenía algunos comentarios previos de ella como lectora, y esa etapa fue de un acercamiento a través de correos, mensajes, SMS, llamadas, video conferencias, compartir nuestras experiencias de vida, y poco a poco convertirnos en cómplices el uno del otro.

  No fue fácil, ganarme su confianza me llevo un buen tiempo, ¿recuerdan la novela de “El Principito” de Antoine de Saint-Exupery? Creo que él lo define muy bien cuando comenta el encuentro con el zorro:

 “—¿Qué significa "domesticar"? —volvió a preguntar el principito.

—Es una cosa ya olvidada —dijo el zorro—, significa "crear vínculos..."

—¿Crear vínculos?

—Efectivamente, verás —dijo el zorro—. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo...”

 Eso fue lo que sucedió, domestique a una conejita, bueno… así empecé a decirle a Lis a partir de un juego de palabras formado con su apellido, tuve que domesticar a esa conejita que parecía haber sido capturada y mantenía al principio esa actitud de mascota que no se siente a gusto en un nuevo hogar al no conocer las intenciones de su captor, pero superadas las barreras iniciales, Lis como arcilla mojada se puso en mis manos para ser moldeada en la forma que yo deseara, y eso hice, al principio la distancia entre ambos parecía un abismo, una diferencia de edades importante también lo parecía, pues ella aun era menor de edad en esa época, pero no faltaba mucho para su cumpleaños número 18, y pensé que dado que no parecía probable que yo cruzara el país para ir a Coahuila, a la ciudad de Torreón para conocerla en los próximos meses, le propuse que iniciáramos un juego de sumisión de manera virtual, solo por el placer de compartir un poco de nuestras ideas sobre el BDSM y las relaciones de sumisión consensuada, le ofrecí un trato:

 “Lo que puedo proponerte es que en la vida pública, seas mi amiga, mi aprendiz, mi secretaria, no se... algo así, y en la vida secreta seas mi esclava sexual con  los juegos de dominación que son una parte importante de esa misma personalidad que tengo.

 Pero quizá me estoy adelantando mucho, aun no sé como ira todo, pero por ahora déjame seguir conociéndote, demos un poco de tiempo a esto y veamos si puede progresar esta idea.”

 La idea progreso de magnifica manera, pues al paso del tiempo recibí un correo con una petición:

Buenas noches, escribo este correo con el único fin de pedirte que permitas demostrarte que yo; Flor de Lis Cornejo puedo ser una excelente aprendiz tuya.

Creo que después de tanto buscar en Internet encontré a un hombre que comparte lo que yo busco, una vida secreta que solo la compartamos él y yo.

Yo seré sincera contigo en todo, y yo te pido que me permitas compartir mi vida secreta contigo y

Ser Amo y sumisa, vivir muchas experiencias nuevas, hacer realidad nuevas fantasías juntos.

Yo puedo ser muy puta y muy perra si tú me enseñas a serlo pero también soy muy dedicada y obediente y me sentiría muy feliz de tener un amo al cual yo pueda servir.

A mí me gustaría mucho ser tu objeto sexual que disfrutes por medio de mí y me enseñes a serte útil.”

 Decir las cosas y hacerlas son cosas diferentes, cualquiera puede hacer promesas, pero había algunos detalles que tenía que tomar en cuenta, a pesar de su edad Lis llevaba tiempo buscando quien le pudiera instruir en las artes del sexo, no era virgen pero su interés estaba centrado en el sexo duro y placentero que el BDSM te ofrece, y como tal su correo era la respuesta que había esperado para iniciar en forma su entrenamiento formal, muy pronto tenía yo su lista de prácticas BDSM evaluada, sus medidas básicas para fabricarle sus implementos, y conocía exactamente todas sus actividades del día a cada minuto, la confianza entre nosotros fue creciendo con el tiempo, pasaron los meses y cada día solíamos escribirnos para ponernos al día el uno del otro, no le escondí mis diversas experiencias BDSM o no, además de que conocía mi historia con Julie debido a los relatos que publique y no dejo de hacerme saber que ella no la iba a sustituir, lo que por otro lado yo mismo sabía que no ocurriría, pero me aseguro que pondría todo su empeño en convertirse en mi mejor sumisa, hetaira, zorra, esclava sexual, puta o lo que yo deseara hacer con ella.

 Bueno, esa era una responsabilidad muy grande, así que lleve las cosas con toda la calma que me fue posible, pero un día mientras teníamos una videoconferencia se dio la ocasión para realizar lo que podríamos decir que fue su primera sesión virtual bajo mi tutela como su Amo, todo empezó cuando me comento:

 -Disculpe Amo… ¿podría darme su permiso para depilarme mi cosita? Es que… no sé, siento que ya lo tengo algo largo y si a usted le place me gustaría dejarla linda para usted.

  Era una buena ocasión como para dejarla pasar, le dije que solo le daría permiso siempre y cuando yo pudiera ver lo que hacía y como lo hacía para decirle si algo no me parecía adecuado, ella pensó que yo solo la quería ver por ganas, pero aun así accedió, fue a preparar sus cosas para depilarse mientras me acomodaba en mi cama con mi laptop para disfrutar del espectáculo por venir.

Apareció en mi pantalla su rostro sonriéndome, su largo cabello lacio de un color castaño muy oscuro casi tirando a un negro caoba caía suelto sobre su blusa de delgados tirantes, sus hermosos ojos café oscuro de forma almendrada tan expresivos se acercaron como revisando que la cámara estuviera bien colocada, la puso en su cama a un lado, empezó a desvestirse un poco excitada por el morbo de la ocasión, se retiro lentamente su pantalón dejando ver sus piernas largas y estilizadas, de bellos muslos y bonitas pantorrillas, dejo su blusa blanca de tirantes puesta, y dudo un instante antes de retirar la prenda intima que cubría su cuevita del amor.

 Sus manos recorrieron lentamente su costado para deshacerse de la prenda, una vez que esta cayó al piso Lis se acomodo sobre la toalla que había ya acomodado junto con las cosas para depilarse en la cama, abrió las piernas casi de manera obscena mostrándome en la pantalla su monte de Venus cubierto apenas de vello, pensé que Lis solo quería depilarse para mí, porque me gustan las puchitas depiladas, pero era evidente que para ella es un práctica común, pues al parecer se depilaba con cierta frecuencia y su actual tamaño le molestaba, aunque en mi experiencia a la mayoría de las mujeres no les gusta traer su cuevita limpia y bella, y me he encontrado casos de mujeres que llegan a tener los vellos púbicos hasta de 5 pulgadas.

En mi pantalla aparecieron sus dedos finos y delgados, sus manos con los nudillos ligeramente marcados tenían sus uñas decoradas con caprichosos diseños de esmalte rosa y azul claro, con destreza empezó a mojar un poco el vello con agua para inmediatamente después pasar el jabón por esa zona.

 Ella mantenía sus audífonos puestos y le dije que era una bellísima cuevita, y que me halagaba que la cuidara y mantuviera limpia para mi, y cosas por el estilo.

 Después Lis me confesarían que esas primeras palabras aumentaron su excitación, pues le daba mucho morbo estarse mostrando ante mí a través de una cámara web, pero después ya solo nos concentramos en que terminará su depilación.

 Me sorprendió su habilidad para depilarse, sin duda se depila desde mucho tiempo atrás, pues lo hizo con una habilidad que pocas veces he podido ver, se lo hice saber y escuche sus risas de alegría ante mis palabras, cuando ya le faltaba muy poco para terminar de depilarse pude percatarme que su rajita se abría un poco, y el brillo característico de la húmeda excitación se manifestaba, porque en verdad la propia Lis sentía que estaba húmeda y caliente por dentro. Y entonces empezamos a jugar en un contexto más divertido y sensual.

 Ya había notado la bella forma de su parte más intima, pues su rajita se escondía perfectamente entre la carne del montículo de Venus, casi pudorosamente, pero al tenerla abierta por sus dedos para terminar su labor de depilación se asomaron los labios internos de un color más vivo que la pálida piel ligeramente apiñonada de Lis, y su pequeño botón que había estado casí oculto entre los pliegues de lo que era su hogar, ahora se asomaba expectante.

 -Toca tu rajita, tocala toda…-Le dije.

 Sus manos tuvieron un ligero temblor entre la excitación y el nerviosismo pero se movieron automáticamente al escuchar la orden, cuando sus dedos pasaron por su clítoris no pudo evitar sentirlo inflamado y excitarse más.

 Repetí la orden y ella repitió sus evoluciones por una tres veces más, hasta que estuve seguro de su excitación marcada por una pequeña y brillante lubricación blancuzca que ahora era evidente en la entrada de su vagina.

-Mete uno de tus dedos, despacio… muy despacio… disfrútalo… siéntelo… detecta cada milímetro que se introduce en tu interior…- le indique.

Un suave gemido se escucho en mis bocinas cuando ella metía el índice de su mano derecha, empezó a hacerlo muy lentamente tal y como se lo había ordenado, y mientras lo hacía imaginaba que era yo, su Amo quien le tocaba, quien le descubría, sentía muy caliente por dentro y húmedo en ese momento mi voz le hizo sentir un calor aun mayor recorrerle por el cuerpo.

-Así, muy bien… imagina que es mi dedo el que te explora, que recorre con deleite esa cueva que es mía, ese nido donde mi ave desea reposar, ese puerto donde mi velero atracara, tu vagina donde tu amo penetrara…

  Y así por el estilo decía cosas que le excitaron más y metió aun mas profundo su dedo agitándolo por dentro, porque hacerlo así le gusta mucho. Y de pronto… sus músculos se contrajeron y ella dio un grito de inesperado placer introduciendo su dedo más adentro todavía.

 -¡¡¡Ahhhhhh   Aaahhhhhhhh!!!!- Dijo en un sonoro grito y luego, un chorro de líquido espeso y cristalino se proyecto hacia todos lados, saliendo por entre sus dedos, llegando incluso a salpicar la cámara, parte del teclado de la laptop y la pantalla de su Macbook, era su primera eyaculación femenina, que brotaba como una fuente de manantial virgen.

Me sorprendí con la rapidez que ella se corrió, no tuve ni tiempo de decirle que lo hiciera y Lis tampoco tuvo tiempo en sentir que se correría, porque cuando sintió que iba a terminar, ya lo había hecho.

 Estuve a punto de regañarla por haberse corrido así, pero no lo hice, simplemente esboce una sonrisa por saber que esa corrida la había provocado yo y a larga distancia.

 El espectáculo me había excitado mucho, así que saque mi pene del pantalón, porque ya era insostenible mi erección guardada, y mientras veía la masturbación de Lis me tocaba el pene un poco, porque ella no dejo de masturbarse mientras tanto. Pero se movió para ver si había una reacción de molestia en mi rostro volteando a la cámara de su equipo.

 -¡Continua!- le ordene.

Al mismo tiempo que le decía eso, le mostré mi pene mientras le decía como lo tenía duro y listo para darle batalla, y que pronto se la iba a meter con fuerza para tomar posesión de lo que era mío, y me tocaba mientras tanto, esa imagen hizo que Lis se corriera nuevamente, pero eso no lo vi, y después me enteraría de ello, porque mi esclava sexual estaba con sus dedos dentro y eso tapaba la visión de la cámara.

 A partir de esto ella se masturbo más fuerte y con más intensidad y se volvió a correr muy rico pero ahora con un gemido ahogado, como temiendo que en su casa se enteraran que ella estaba disfrutando tanto.

-¡Ommmmm ahmmm…!

 Sinceramente no sé cuantas veces se corrió y creo que ni mi esclava lo sabe porque se corría tan seguido y tan intenso, pero su placer no terminaba. En ese momento pude comprender que ella era multiorgásmica y decidí detener su flujo, a manera de presa para hacerla correrse aun más intensamente al liberar todo el caudal.

 -No me pediste permiso para correrte, zorrita…- le dije con voz seria.

 Lis se disculpo conmigo pero  no detuvo lo que hacía, continuó con la misma intensidad, completamente excitada por la idea de rogarle a su amo porque le dejara correrse, pude haber esperado a tratar de contenerla para ver hasta cuanto podía llegar sin correrse ante una masturbada de esa intensidad, pero era evidente que no iba a aguantar mucho, así que deje que desbordaran sus ríos mientras recorría la longitud de mi propio pene con mi mano, mientras le decía palabras de aliento para que no se detuviera y aguantara el ritmo casi frenético de una larga masturbada, sentía mi verga más caliente que otras ocasiones, mientras Lis se corría mucho y muy seguido metiéndose sus dedos y corriéndose casi tan intermitentemente como las olas bañan la orilla del mar, yo me frotaba lascivamente mi propio instrumento.

 Llego un momento como a la mitad de esta sesión virtual en que mi propio placer me envolvió y me quede callado, no le decía nada a Lis y ella estaba realmente disfrutando de el placer que nos dábamos aunque yo permaneciera en silencio, pude observar cierta aprensión en mi conejita cuando la vi levantar un par de veces el rostro para ver mi reacción en el monitor, así que decidí darle instrucciones nuevamente.

 -Tu vagina no es tu único punto de placer conejita… no descuides tus pechos, están celosos de la atención que le das a otras partes de tu cuerpo, tienes una mano libre que puede darles placer… tócalos… siéntelos… hazlos vibrar al mismo ritmo que todo tu cuerpo…

Con deleite Lis empezó a pellizcar sus pezones y a disfrutarlos mientras se metía los dedos más fuerte y allí fue cuando una idea cruzo por su mente y después me confesó que pensó, -“Sí todo esto me ocasiona mi amo a través de una webcam ¿Qué cosas podrá hacerme sentir en persona?”

  Y ante esta idea su propia imaginación le daba la respuesta soñando lo que se sentiría estar amarrada ante mi o que tuviera un vibrador en su clítoris o estar expuesta ante mí, y esas fantasías que le cruzaban como ráfagas de pensamientos concatenados le ocasionó un orgasmo muy largo que trajo consigo otros, pero el más abundante e intenso fue la idea de imaginar cómo sería ser cogida por su Amo.

Mientras pasaba todo lo anterior por su mente gemía como una perra en celo perdiendo completamente la compostura y olvidándose de cualesquiera que pudiera estar cerca, pero poco a poco tomo conciencia y sus gemidos regresaron a un ritmo más controlado y casi ahogado nuevamente.

- Mmmhgh.. Ammmgh..., Mmmhhg.. ummmh…-

  A esas alturas no le importaba mucho, pero tuvo que aguantarse un poco al recordar que sus hermanos menores y especialmente el mayor podían estar cerca de su recamara, aunque muchas veces no podía evitar las ganas de gritar y escapaban gemidos mas fuertes perfectamente audibles, porque sentía como un impulso que provenía de mas allá de su estómago y recorría todo su cuerpo y sentía que se ahogaba en la garganta apenas salía el grito de placer contenido.

A lis por varios momentos le paso por la mente calmar sus quejidos de gozo, pues sabía que uno de sus hermanos, precisamente el mayor estaba en la recamara contigua, pero por más que quería no podía callar y llego un momento en que le dejo de importar si le escuchaban o no, pues pensó que sus placenteros gritos no revelarían a su hermano que ella tiene un Amo, solo que tiene una hermana más zorra de lo que él creía.

Mmmhgh.. Ammmgh... mmmm, Mmmhhg.. ummmh…- ahora se escuchaban más fuerte y sin inhibiciones.

Lis estuvo disfrutando tanto que cuando se tocaba sus pies se retorcían en la cama, la cabeza se movía de un lado a otro, y realmente todo su cuerpo se convulsionaba de placer, varias veces su excitación era tan grande que movía su colita ofreciéndomela a través de la cámara, deseando con todas sus fuerzas que le diera toda mi verga dentro de sí, que le diera más fuerte que como le hubiera dado a la última sumisa que tuve en mi poder.

-Eres una verdadera perra, será un placer meterte la verga contigo postrada en cuatro y dejártela ir desde atrás para perforar ese culo tan hermoso y paradito que tienes- Le decía mientras se movía de lado a lado.

Para mí era evidente que se excitaba mucho mas, cuando como su Amo le decía cosas, como que era una perra, una zorra, muchas de esas cosas que le dije por el estilo, pero después deje de hacerlo para dedicarme a mi propia masturbación y aun así seguía ella muy excitada, pero claro que a Lis le hubiera gustado que yo le dijera más cosas. Pero había alcanzado mi propia corrida y mientras limpiaba con unas toallas de papel los vestigios Lis finalmente empezó a ceder en sus esfuerzos, pues también sentía como su cuerpo sudaba y se tensaban sus músculos y ahora poco a poco se iban relajando.

Después de muchas, muchas, muchas corridas, seguía tenido su cueva caliente y tenía ganas de más placer, pero ya esos orgasmos a borbotones no venia tan fácil y decidimos parar.

Tenía, como ya dije, una toalla gruesa doblada en cuatro partes debajo de su cuerpo y al levantarse pudimos ver como la dejo completamente mojada, y la primera cobija con decorados rosas y azules también quedó un poco húmeda, hasta las almohadas estaban también húmedas, una había estado en su espalda pero había otra que sirvió de apoyo para la computadora que alcanzo a recibir algunos chorros de placer.

 Pero la almohada que mas me sorprendió, fue la pequeña almohadita rosa con dibujos estampados de fulanitos que había sido apoyo de su cabeza y su rostro, porque no pudo evitar mi conejita que se le escaparan algunas lágrimas de tanto placer...

-Gracias mi Amo...- Me dijo con la voz apenas audible, apagada por las emociones recién recibidas.

- Gracias a ti Mi conejita hermosa, tú también me has hecho muy feliz esta tarde-

- Pero yo le prometí que le daría tanto placer como fuera posible, y por el contrario… es usted quien me dio a mí el sexo más maravilloso que he tenido… ¡Y ni siquiera estaba aquí!!!... me ha hecho tan feliz.

 Lis Cornejo cerró los ojos, pero sus lágrimas de felicidad y de pasión brotaron de entre sus parpados, la intensidad con que las emociones le embargaban se hizo patente.

 Esa tarde, comprendí que tenia ante mí a una niña muy tierna, una mujercita sumamente sensible y por lo mismo frágil y vulnerable, pero con un intenso fuego interior, que por fortuna había caído en mis manos para ser canalizado como ninguna otra persona podría haberlo hecho, y me prometí a mi mismo ser el mejor guía posible para hacerla feliz descubriéndose a sí misma y protegiéndola de todo cuanto de mi dependa en todas sus vidas, públicas, privadas o secretas…

 Y esta su primera sesión cibernética, había sido muy placentera y era solo el comienzo…