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Las mariposas no solo vuelan

en Jovencit@s

Las mariposas no solo vuelan

José salio de su trabajo, eran las 19 hs, hoy no iría al café con sus amigos, llegaría temprano a casa y evitaría que Maria su esposa le regañara como todos los días, el tenia 42 años y ya llevaba 15 años de casado. Tomo el bus se sentó y comenzó a leer el diario, de pronto el chofer freno bruscamente, alguien lo había parado, ella subió se trataba de una niña que estaba muy buena. Tenía unas lindas nalgas que no pasaban desapercibidas gracias a unos jeans apretados, también poseía unos senos bastante formados y redondos, una larga cabellera y un hermoso rostro. Le indico al chofer adonde se dirigía, puso las monedas en la maquina, tomo su boleto, había solo dos asientos vacíos, uno era al lado suyo. Ella se dirigió hacia donde estaba el y se sentó a su lado.

Jesús prosiguió con su lectura, pero noto que ella movía sus piernas continuamente, miro su rostro de reojo y algo extraño había en su mirada, esta parecía estar gozando como si estuviese en medio de una relación sexual. Ella percibió que la estaba mirando y comenzó a mostrar su lengua saboreándola, el acerco su pierna, ya sentía el calor de esa nalga pegada a la suya, jugueteaban moviéndolas, se cruzaban miradas que pedían algo mas. Ya había pasado media hora de viaje, estaban llegando al lugar que ella le había indicado al chofer, Jesús se paro sabiendo que ella lo haría también y ambos bajaron en el mismo lugar. Ella tomo la delantera, era una delicia verla caminar, su largo cabello llegaba hasta el comienzo de sus nalgas – mmmmmmmmm - hermoso culo, se moría por tocarlo, no lo dudó debía ser de el, se puso a la par, la miro y le dijo:

Por dios niña que bien estas, si no me hablas me suicidare.

No hace falta que lo hagas, tu también me has gustado, y hoy estoy demasiado caliente, mi cuerpo está vibrando.

Yo soy José - tu como te llamas.

Mi nombre es Susana.

Busquemos un lugar para aplacar nuestra calentura.

Ven a mi casa, mi madre no viene hasta la noche, hoy regresa a las 23 hs de su trabajo.

Estoy dispuesto a ir donde tu quieras, ya te lo he dicho moriría por ti.

Se dirigieron a su casa, estaba a pocas cuadras de la parada del bus, entraron ella cerro la puerta y dijo siéntate en el diván, prendió el equipo de audio, comenzó a bailar y le dice:

Por lo que veo a ti te gustan las pendejas, veremos si puedes con esta…

Comenzó a quitar su ropa mientras bailaba, se quito las zapatillas, la remera, saco su soutien y se lo arrojo, el aspiraba los bellos olores que los senos habían dejado en el soutien. Ella prosiguió sacándose los pantalones, un hermosa tanga negra tapaba el preciado tesoro que el deseaba poseer. Al sacarse la tanga grande fue su sorpresa, Susana tenia una mariposa sobre su vagina que la estimulaba, un delicado arnés la sujetaba y agarrado al mismo un regulador que cambiaba la velocidad de las vibraciones. El se dio cuenta que los movimientos y gestos en el bus se debían a los formidables orgasmos que este vibrador le estaría brindando, ella le arrojo la tanga, seguía bailando – mmmmmmm – paso su tanga por la nariz, sus jugos la habían mojado, su verga golpeaba el pantalón, quería salir de el.

Jesús se paro saco su ropa con rapidez, se quedo desnudo, su verga era de un lago normal pero gruesa, estaba tiesa, se acerco la abrazo y saboreo sus labios, sus cuerpos estaban unidos, el vibrador estaba entre la vagina y su verga, las vibraciones hacían crecer su excitación.

El la levanto y la arrojo sobre el diván, le quito el vibrador, se echo sobre ella y puso su verga en la puerta de la vagina, noto que la entrada era pequeña para un instrumento tan grueso, el canal estaba lubricado Jesús la iba penetrando de a poco, cuando Susana le grito:

Métemela, métela ya que muero por tenerla – de un golpe el la penetro

Ahhhhhhhhh, ayyyyyyyyyyy, ahhhhhhhh

El placer ahogo el dolor, esa verga era muy gorda para su pequeña panochita, pero ya estaba dilatada y gozaba como nunca.

Los dos estaban muy excitados y pronto llegaron juntos a la cima, un fuerte orgasmo la sacudió su vagina se contrajo y el semen de Jesús comenzar a salir despedido, ambos quedaron exhaustos:

Me ha gustado tu verga, las que he probado no eran tan gruesas, me has abierto la panocha.

Y aun no has disfrutado totalmente de ella.

Que, quieres comenzar nuevamente, el polvo que me has echado ha calmado mi calentura, pero de solo pensar en tu verga, ya me excito nuevamente.

Si pero será diferente, aun no he recorrido todos tus huecos.

Si lo tu piensas darme por el culo, te diré que aun no lo he hecho y temo que la tuya me lo destrozaría.

Déjate llevar, tu culo me enloquece ya veremos lo que sucede, llegaremos solo hasta donde quieras.

Estaban recostados en el diván, ella debía llegar al clímax para recibirlo – Jesús sabia que lo lograría - coloco la punta de la lengua en su frente, bajo por la nariz, llego a sus labios la beso ambas lenguas se cruzaron, y siguió descendiendo, disfruto besando sus pechos, con la lengua circundo los pezones, dándole pequeños mordiscos, siguió descendiendo, cuando paso por el ombligo lo saboreo jugueteo con el y llego a su labios, muy pequeños, bañados en jugos de ambos con la lengua busco el clítoris empezó a succionarlo, ella gemía. El se puso sobre ella formando un 69, Susana tomo su verga y la metió en su boca, con su lengua la recorría que placer, esa niña que bien que la mamaba. Ambos ya estaban otra vez en la cima del placer, si seguían acabarían nuevamente, pero no era lo que el deseaba - Jesús se levanto y le dijo:

Date vuelta, quiero ver ese hermoso culo.

Confió en ti no me lastimes.

Jamás lo haría, llegaremos hasta donde tu lo desees, ponte de costado.

El se acostó al lado de ella, primero masajeo su espalda, ella se fue distendiendo, acerco su pecho a la espalda de ella, abrió sus nalgas y puso la verga entre ellas, besaba su espalda, su cuello, sus orejas, con su mano acariciaba el clítoris, ella abrió las piernas, la punta de la verga ya estaba queriendo penetrar el ano, la movía puerteándolo tratando de entrar despacio, a medida que se dilataba entraba un poquito mas, Susana ya estaba muy excitada nuevamente y comenzaba a moverse eso hacia que penetrara un poco mas y mas:

Por favor espera no te apresures, que me dueleeee - pero su excitación era mayor – Ayyyyyyy , Ahhhhhh -despacio – Ahhhhhhh

Ya estaba la mitad adentro, su respiración se agitaba a medida que sentía la presión más fuerte en su ano, en un fuerte movimiento la verga entro toda en el culo se Susana:

Ohhhhhhh, Ayyyyyyyy, sácala me duele mucho por favor, mi culo esta en llamas, sentia que la quemaban por dentro.

Espera no te muevas, ya te estas acostumbrando – comienza a gozar mi dulce niña.

El comenzó a masajear su clítoris, la excitación era mas que el dolor, la niña tomo el ritmo nuevamente y el empezó a mover su verga, cada vez mas fuerte Susana aullaba gritaba pero ahora era de gozo – el placer era mayor que el dolor - estaba disfrutando ese nuevo placer. Jesús también gemía ese culo apretaba su polla queriéndola exprimir:

- y le. Al sacarla vio unas pequeñas manchitas de sangre:

Aaaaaaahhhh que placer, ya acabooooo - ella sintió el impacto de algo caliente que la llenaba

Ahhhhhhhhhhh - su vagina se contrajo, un orgasmo inolvidable se apodero de ella.

El sintió que el ano apretaba su verga aunque ya estaba mas flácida, la saco y vio unas pequeñas manchitas de sangre.

Me lo has roto – dijo Susana – Siento un vacío en mi interior creo que no podré sentarme por unos días, pero he conocido un placer al que le temía, de ahora en mas disfrutare de el.

Ya nos encontraremos, quizás en el bus , no te he preguntado la edad mi niña hermosa.

Quince años, los cumplo pasado mañana.

Mmmmmmmm, parecías de mas edad, siempre fantaseaba en hacerlo con alguien de tu edad, no solo has hecho mi fantasía realidad, también me has brindado ese culo virgen con el que siempre desee encontrarme.

Bueno yo tampoco fantaseare en hacerlo con un maduro – ya lo he hecho - pero también debes agradecerlo a la mariposa, esta mañana la compre en un sexshop y me la deje puesta para probarla, vaya que me calentó ese vibrador, menos mal que te encontré.

José se vistió y se despidió de ella, iba camino al bus y pensaba que su esposa le regañaría por el horario, pero que importaba eso, había disfrutado como nunca con esa niña de 14 años, nuevamente pensaba en su edad, quizás si la hubiese sabido anteriormente no se hubiese atrevido ya que era menor que su hija, pero el placer recibido hizo olvidar todo lo demás, de aquí en mas no soñaría una fantasía, soñaría una realidad, soñaría con SUSANA