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Las jovencitas de la playa

en Hetero: General

Estábamos en primavera pero esa mañana de domingo amanecía con un sol radiante sobre el, como si fuese pleno verano, me encontraba pasando unas minivacaciones, me agrada correr por la playa desierta a esas horas, el ejercicio me mantiene en forma y mis 58 años no se hacen notar, me eche a descansar sobre la arena mirando las hermosas olas que el mar me brindaba, es allí cuando las veo, muy jovencitas, las tres seguramente habían salido de una disco, con unos top muy ajustados que hacían notar sus pechos y una polleritas minis que el viento se ocupaba de volar permitiendo ver una tanguitas que casi no cubrían sus partes intimas, caminaban descalzas sobre la arena con sus zapatos en la mano, se sonreían picarescamente seguro estaban contando lo sucedido en la disco. Al llegar muy cerca mio una jovencita se agacho a juntar unos caracoles, su culito quedo ante mí, la tanga de hilo dental había desaparecido dentro de el, daba ganas de acariciarlo, mi verga se endureció ante tan excitante situación, una de ellas se me acerco y dijo:

Tienes hora.

Si – mire mi reloj y respondí – las seis y treinta

Gracias – la jovencita bajo su vista y sonrió

Yo vi que ella miraba mi short, miro hacia el y veo que mi erección era muy notable, levanto mi vista y me encuentro con su mirada y con una lengüita saliendo de su boca con gestos como de saborearme, gira sobre si misma y corre hacia donde están sus amigas.

Noto que hablan entre ellas, sonríen, disimuladamente comienzan un juego lesbico, se abrazan se besan, siento que todo lo que hacen es para excitarme mas, la playa seguía desierta, de pronto una de ellas se quita el top, sus hermosos pechos quedan al descubierto, medianos, muy parados, con unos pezones pequeños pero muy hinchados de excitación, me mira y se los acaricia, me acaricio mi verga sobre el short demostrándole como se ha puesto, se acerca a y me dice:

Vaya como te has puesto habrá que remediarlo – y grita – vengan chicas hay que salvar a alguien.

Ellas vienen corriendo y miran hacia mi verga, una se agacha y la agarra con su mano sobre mi short.

Uyyy papi como estas ven – se levanta tomándome de mi mano

A pocos metros había unos medanos y una vegetación penetramos en ella y quedamos escondidos de la mirada de alguien que pasase por la playa con gestos me indicaron que me echara sobre la arena me quitaron el short, mi verga salto fuera de el parada como si tuviese un resorte, ellas comenzaron a quitarse sus prendas. Los cuerpos de esas jovencitas eran perfectos, no sabia que pechos mirar unos más hermosos que otros, de diferentes medidas, unos eran bien grandes, otros bien pequeños y los otros medianos, pero los tres estaban bien parados y duros, se quitaron sus tanguitas que poco les tapaban, se pusieron en línea frente a mi me era difícil elegir a una:

Mi nombre es Antonio, cuales son los suyos – una de ellas se adelanto

Susan es el mío – era una hermosa joven de larga cabellera rubia, ojos verdes, alta, delgada, pechos pequeños, depilada con una mariposa tatuada sobre el monte de Venus y al girar dejo ver un hermoso culo.

Maria – dijo la siguiente y como si fuese un desfile lucio sus curvas, morocha de ojos castaños, con grandes pechos, pezones muy salientes, con vello formando un corazón en su pubis, y muy sexy

Silvia – era la mas tímida de las tres, sus pechos eran medianos, de larga cabellera, culito muy pequeño, estaba depilada pero dejo una delgada línea de vello sobre su pubis, le agradaba el juego pero denotaba mas temor a el.

Me había excitado de tal manera viéndolas así que mi verga parecía explotar, Maria la jovencita que me había preguntado la hora se sentó sobre mi y comenzó a penetrarse con mi verga, su vagina estaba mojada en jugos pero igualmente notaba su estrechez

Ahhh papi me quieres abrir toda, ahhhhhhh - mi verga era muy gruesa para esa conchita ella subía y bajaba despaciosamente

Susan se sentó sobre mi pecho dejando su conchita bien abierta sobre mis labios, mi lengua abrió sus labios vaginales buscando su clítoris, comencé a saborearla, mis manos recorrían su cuerpo, ella jadeaba, su cuerpo se retorcía. Silvia se sentó a un lado con sus piernas abiertas, y comenzó a acariciar su cuerpo mientras su mirada estaba fija en lo que sucedía.

Todo era increíble mientras penetraba a Maria, saboreaba a Susan y veía a Silvia acariciándose, solo se escuchaban gemidos y el chapotear de esas vaginas empapadas. Maria que me estaba montando acelero sus movimientos, mi verga se enterró profundamente, la vagina empezó a contraerse:

No pares Antonio, ahhhhh, ahhhhh, ahhhh ya viene, yaaaaaaaaaa- ella tuvo su orgasmo, sus contracciones provocaron que yo también acabara dentro de ella y los jugos se juntaron.

Ella se salio y se echo en la arena, aun excitada luego de su orgasmo y acariciándose su cuerpo, al ver eso Susan que estaba siendo penetrada por mi lengua giro su cuerpo quedando sobre mi, ella frente a mi verga y yo con su conchita en mi boca, tomo mi verga y comenzó a succionarla, aun estaba flácida y con restos de jugos, la metió toda en su boca como para engullirla, la saboreaba mientras mis lengua recorría su conchita hacia su culo, llegue a el y mi lengua comenzó a abrirlo, muy excitada se movía con mi verga creciendo en su boca, ya estaba bien dura. De pronto ella se levanto y dijo:

Ven – se puso en cuatro en la posición del perrito ofreciéndome su culo – la quiero adentro de el

Me pare y ver ese hermoso culo, tan bien formado, así parado, todo para mi, ufff que divino, abrí sus nalgas, ya estaba dilatado, había jugado mucho con mi lengua en el, puse mi verga en la puerta, presione, ella empujo:

Aaaaayyyy me partes – llegue tan profundo que mis huevos tocaron su conchita

Que buen culo tienes Susan, siento un volcán adentro de el

Ella se movía acariciando con sus manos el clítoris, entre gritos de dolor y gemidos de placer, Maria y Silvia jugueteaban acariciándose entre ellas, seguíamos moviéndonos no queriendo acabar pero la excitación hizo que llegase, ella acelero el ritmo, empujaba mas como queriendo que mis huevos entrasen también, sentí que el culo se contraía, ella también su orgasmo llego, saque mi verga de su culo acabando sobre su espalda y esparciendo mi leche con mis manos.

Nos recostamos, aun quedaba Silvia, la mas tímida, gire hacia ella y comencé a acariciar su cuerpo, a besar sus pechos, succionar sus pezones, notaba que le agradaba pero estaba tensa, sus amigas se fueron a bañar hasta el mar, aproveche para hablarle

Dime Silvia te agrada esto

Si, pero no se como decírtelo, ellas no lo saben

Que no saben – pregunte

Soy virgen, nunca lo he hecho y tengo algo de temor

No temas, no lo haremos sino quieres

Si, lo deseo, siento que ha llegado el momento, pero temo

Tranquilízate y veras cuan hermoso es

Ella me miro y cerro sus ojos, comencé nuevamente con las caricias, estaba muy excitada, baje a su entrepierna y con mi lengua busque su clítoris, estaba muy mojada, lo puse en mi boca y comencé a succionarlo, ella gemía, mi verga comenzó a reaccionar nuevamente, a pesar de mi edad esto era tan excitante, tan especial lo que estaba sucediendo, que se volvió a endurecer, cuando note que estábamos a punto los dos, me puse sobre ella y despaciosamente mi verga empezó a jugar en la puerta de su vagina, no quería presionarla, buscaba que todo fuese muy lento y que le doliese lo menos posible, nos movíamos, muy excitados los dos. Cuando presionaba y chocaba con su himen notaba que ella se iba hacia atrás, buscaba el momento justo para atravesarlo, con pequeñas arremetidas fui haciendo que lo tenso de su cuerpo se desvaneciera. En un momento dado se dio que los dos pujamos hacia delante, sentí como se rompía el himen y mi verga entraba profundamente, ella pego un grito, me detuve unos instantes y ella dijo en mis oídos:

Estoy bien sigue

Comencé a moverme, ella acompañaba los movimientos, tenia su vagina muy húmeda, su respiración se agitaba, gemía, el dolor se había transformado en placer, muy pronto ella tuvo un orgasmo, se convulsiono apretando mi verga, seguí moviéndome dentro de ella aun yo no acababa, ella tomo mi rostro , junto sus labios a los míos y su lengua penetro mi boca, seguía muy excitada, mis manos acariciaban su cuerpo, lleve una hacia sus nalgas, busque su culito y mis dedos jugaban alrededor de el, eso la excito mas, sentí como se abría, la penetre con un dedo mientras mi verga entraba profundamente, nos movíamos aceleradamente, de pronto empezó a brotar mi semen, ella lo sintió en su interior y como si fuese un aviso, tuvo otro orgasmo, acabando junto a mi con un fuerte gemido:

Aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh

Y dije en sus oídos

Mmmmm Silvia ha sido divino

Ya lo creo Antonio y no lo olvidare nunca – beso mis labios suavemente

Me quede recostado sobre ella, sintiendo con mucho placer como su paredes vaginales al contraerse me seguían chupando y sacando toda mi leche. Salí de ella, y vi mi verga ensangrentada, mire hacia donde estaban sus amigas que jugueteaban sin mirarnos y me dirigí hacia el mar a lavarme sin que ellas lo notasen ya que no sabían que Silvia aun era virgen, bueno ya no lo era. Cuando regrese ya estaban vestidas, me miraron sonrientes mientras me vestía y nos despedimos esperando vernos en otro amanecer.

Ya pronto en la playa la gente caminaría por la arena. Estaba muy cansado, pero con un hermoso cansancio, camine lentamente retornando hacia el hotel que estaba hospedado, estaba frente al mar, seguramente en los amaneceres que restaban de mi estadía no quitaría mi vista de la playa esperando ver a esas hermosas jovencitas que tanto placer me habían brindado.

 

Antcar04@hotmail.com