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Como abuso de mi la jovencita del avion

en Sexo con maduros

Volvía de España a Argentina, me había tocado pasillo en el avión, a mi lado estaba sentada una jovencita de alrededor de 20 años o un poco más, era morena, tenía el cabello largo, con hermoso rostro y unos ojos muy expresivos. En el respaldo del asiento de adelante ambos teníamos  una pantalla que se podía ver películas, noticias y  por donde iba yendo el avión, ella miraba una película romántica y con algunas escenas un poco excitantes, y yo estaba viendo en el mío la trayectoria del avión.

La mayoría de los viajeros dormían ya que viajábamos de noche, estaba sentada muy cómoda, sus piernas un poco abiertas y unas de ellas rozaba con la mía, ambos nos mirábamos a veces de costado, en un momento detuvo la película y me pidió para levantarse:

-         Me permites, debo ir al baño

-         Si pasa preciosa – le respondí levantándome y ella me devolvió una sonrisa.

Me quede parado mirando su cuerpo al irse mediría alrededor de 1,70, delgada con pequeños pechos y unas hermosas nalgas, llevaba una falda muy corta que permitía lucir sus piernas,  al regresar me dijo sentándose

-         Gracias guapo

Me senté y ya ella no encendía la película se puso en posición de descansar, coloco la manta que nos dan sobre su piernas y se recostó en el asiento, yo también me recosté poniéndome la manta porque el aire acondicionado del avión daba frio, de apoco sentí que su pierna presionaba la mía, hice unos movimientos con mi pierna para que ella notase que me gustaba lo que estaba sucediendo, puse mi mano sobre mi rodilla muy cerca de la de ella, acerco su mano a la mía ya ambas manos se tocaban.

No paso mucho que ella tomo mi mano y la guio por debajo de la manta, y luego por debajo de su corta pollerita, haciéndome sentir su mojada concha, había vuelto del baño sin la tanga, comencé a acariciarla, ella ahogaba sus gemidos pero se notaba en su agitación lo excitada que estaba, llego el momento que tuvo su orgasmo y sentí en mis dedos como su coño se contraía.

Me miro sonriente y me dijo:

-         Ahora te toca a ti

Fue ella la que ahora metió su mano debajo de mi manta, bajo mi cierre del pantalón y busco mi verga la cual estaba parada y dura, ya muy excitada, la comenzó a mover dentro del pantalón, aunque el movimiento era un poco incómodo no necesito mucho para que acabase, estaba tan caliente que explote en su mano, cuando la saco llevo los dedos a su boca saboreando mi semen, me sonrió y nos dormimos

Tuvimos algunas charlas más luego cuando desayunábamos en el avión:

-         Soy Cintia, tengo 22 años, vuelvo de visitar a mi hermano que esta viviendo en España

-         Yo Hector y tengo 68 años, me agrada tu edad

-         A mi también la tuya es muy excitante y la diferencia de años me da mucho morbo

-         Me agradas, donde vives

-         Vivo sola ya que soy de un pueblo del interior y estoy estudiando en la Universidad en Buenos aires, mis padres me costean los estudios

Seguimos la charla y nos despedimos al llegar a Buenos Aires ya que a ella la esperaban unas amigas, no sin antes darnos nuestros números de celular para volver a vernos.

Ya habían pasado varios días desde que volvi de España, esa mañana yo había empezado con el ritmo de trabajo, la música de llamada de  mi celular se empezó a oir, mire, era ella, la atendí rápidamente

-         Holaaa

-         Hola  Héctor como has estado

-         Bien Cintia y vos,  yo deseando verte

-         Muy bien, también lo estoy deseando por eso te llamo, que te parece si vienes el domingo a mi departamento que estaré solita

-         Vaya con gusto, a qué hora te parece que vaya

-         Venite a la mañana y vemos que hacemos

Charlamos un rato más y nos despedimos, desee que llegase el domingo, a las diez como habíamos quedado estaba llamando a su departamento, me miro por el portero visor y me abrió para que subiese, vivía en un 10 piso, cuando ella oyo llegar el ascensor abrió su puerta, me volví loco al verla, tenía un top pequeño sin nada debajo y sus pezones bien duros y salientes resaltaban y se hacían notar, debajo una falda cortita tableada de colegiala que por momentos dejaba ver su tanga, unas colitas en su cabello.

La bese, el aroma de su perfume me invadió, sonaba una hermosa música, nos sentamos en un sillón a charlar, me invadía la excitación:

-         Estas hermosa, me vuelve loco verte así

-         Si aún guardo esta faldita de colegiala, me queda pequeña es de cuando estudiaba, y me imagine por lo que hablamos que te gustaría

-         Me gusta y algo más me dan ganas de devorarte – ya no podía más me acerque a ella y empezamos a besarnos, recorría todo su cuerpo con mis manos, aun no tocaba su concha, quería que me desease

-         Héctor me estas volviendo loca, has algo que me desespero

Me arrodille al costado del sillon, le quite la tanga y comencé a saborear su rica concha, estaba muy mojada

-         Méteme la lengua quiero sentirla adentro mío

Se la metí y jugué, ella enloquecía, sus gemidos eran muy fuertes, subía y bajaba su pelvis haciendo que mi lengua la cogiera, arqueaba de placer

-         Si así, me gusta sentirla, que placer, como me haces gozar

Empecé a succionar su clítoris, cada vez gemía más fuerte, y el clítoris se endurecía en mi boca

-         Sssssiiiiiii, si…  me encanta

Y de pronto un fuerte gemido que parecía un grito y luego sobrevino la explosión derramando sus jugos en mi boca, los saboree y luego la bese apasionadamente para que sintiese también el sabor de su orgasmo.

Pasaron unos minutos, se levantó y me tomo de la mano, me levante y la seguí hacia su habitación, llegamos frente a la cama, me quito la camisa, mis zapatillas, el pantalón y mi slip dejándome desnudo y me empujo cayéndome de espaldas en la cama, se desvistió y empezó a chuparme la verga , yo estaba muy caliente, no quería aun acabar , cuando vio que mi excitación estaba a full tomo un preservativo lo puso en su boca, acerco la misma a la punta de la verga y presionando desenrosco el mismo cubriéndola.

Se subió a la cama, abrió sus piernas sentándose sobre mi verga que entro de un golpe en su vagina que estaba muy mojada.

-         Háblame fuerte Héctor

-         No te entiendo

-         Trátame de perra , eso soy para vos

-         Te gusta ser muy zorra, ser mi puta

-         Si soy tu putita, esa putita que tu tanto deseas

-         Si serás mi putita por el resto de mi vida

-         Si eso quiero, cógeme toda

Los dos estábamos agitados y muy caliente, yo jugaba con mis manos en sus pequeños pechos, los cacheteaba viendo que a ella le excitaba eso.

-         Estas toda encharcada, los jugos de tu concha me están bañando

-         Si así te darás cuenta de lo puta que me pones

Los gemidos de ambos cada vez eran más fuertes no aguantaba más, mi agitación estaba acelerada y explote, ella cuando sintió que mi semen inundaba el preservativo, aceleró, un fuerte gemido salió de su boca y acabo cuando mi verga aún estaba dura, nos abrazamos y besamos apasionadamente, charlamos un poco de lo sucedido durmiéndonos luego profundamente

Nos despertamos a la tardecita en la hora de la merienda, había dormido bastante, ni habíamos almorzado.

-         Vamos a ducharnos amor y luego comemos algo, ya es la tarde

-         Si Cintia, deseo ducharme contigo

Ya debajo de la ducha, nos enjabonábamos, nos besábamos , sentir esa hermosa piel cuando la recorría con el jabón me encantaba y me excitaba, me arrodille y enjabone su concha y luego sus hermosas nalgas, las mordisquee , jugué un poco con ellas me había excitado, la hice salir de la ducha y apoyar sus manos en la pileta poniendo su culo en pompa, abrí sus nalgas, enjabone bien mi verga  para que entrara más fácil y se la metí de golpe, ella pego un grito pero entro a moverse y yo también, le gustaba que le diesen por el culo, la tome de su largo cabello y comencé a darle nalgadas, se enloqueció

-         Si Héctor rómpeme el culo, quiero que me hagas acabar, recuerda soy tu puta, y eres mi dueño, cógeme bien fuerte

Al escuchar eso acelere todo, después de haber dormido me había recuperado y estaba casi a punto de echarme otro hermoso polvo, de pronto ella exploto y su coño comenzó a contraerse, lo cual hizo contraer también el ano y mi verga  ya no pudo más y deje salir mi semen dentro del culo inundando sus tripas.

Nos terminamos de duchar, nos secamos y nos vestimos, tomamos una buena merienda y unos sándwiches, ya planeando nuestro próximo encuentro, esta vez había sido una jovencita la que había abusado de mi tanto en el avión como en su departamento y eso me había gustado mucho.