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Mi Amigo Oscar (5)

en Jovencit@s

Capitulo 5

Por la noche, pensé que era un buen momento para probar si Oscar era o no era gay, como dormíamos en calzoncillos, sería mas fácil comprobarlo, aunque estábamos a oscuras, pero yo ya me las apañaría. Le pedí que me tocara, y sin responder, vino hasta mi cama en calzoncillos, como yo esperaba, me bajó el calzón y empezó a tocarme, yo disfruté del momento mientras él me tocaba, y cuando vi que venia el final me posicioné, de manera que pudiera tocarle su pene sin problemas, levanté con fuerza y rapidez mi mano hasta su miembro y se lo agarré entero...

Sin soltárselo, lo note claramente, no era muy grande, era mas o menos como siempre... pero la dureza era una clara señal, ese pene estaba erecto, Oscar dio un tirón, se soltó de mi agarre y se fue a su cama asustado, aquello me hizo dudar durante unos momentos, pero reaccioné a tiempo para levantarme e ir hacia su cama.

Levanté la sabana y me tumbé detrás de él, decidí acariciarle un poco para ver como reaccionaba, pero no daba señales de vida, así que junte fuerzas y aunque con vergüenza le besé en el rostro, a esto él si que reaccionó, se dio media vuelta y empezó a besarme, mientras me dejaba besar por él por algún motivo me di cuenta que podía hacer el amor con Oscar, ¿porque no? También podía ser divertido.

Oscar me iba besando la cara y bajó hasta mi cuello, sus besos me empalmaban y sus manos me erizaban la piel, estaba a cien y deseaba frotar mi cuerpo contra el suyo o hacer algo, lo que fuera, pero no podía aguantar mas esa sensación de explosión en mi interior, Oscar fue poco a poco colocándose cada vez mas encima mía hasta que finalmente quedemos abrazados el uno al otro estando yo debajo y sintiendo todo su cuerpo caliente y tembloroso encima mía, aunque me costaba respirar por su peso y la excitación, las ganas de besarle eran superiores y empecemos a mezclar nuestras lenguas torpemente mientras nos ahogábamos y frotábamos, yo notaba como Oscar se movía sobre mí, untando su cuerpo con el mío, contrayendo su abdomen y endureciendo el mío, estaba a punto de eyacular cuando Oscar se detuvo y un líquido espeso recorrió mi ombligo, fui feliz de pensar que por fin Oscar había tenido su primer orgasmo.

Mientras Oscar se recuperaba cogiendo aire yo notaba como se desvanecía mi orgasmo, así que le propuse cambiar posiciones para correrme yo también, pero me dijo que no, que esperase un poco, entonces volvió a besarme el cuello y empezó a bajar tocándome todo el cuerpo con las manos y besando mi pecho y mis tetillas, acababa de volver a ponerme a cien, mi pene no tan solo estaba erecto sino que no paraba de moverse por las continuas contracciones que yo sentía, se movió hasta que Oscar lo detuvo con su boca, empezó a chuparme todo cuanto pudo, desde el pene a los testículos, su lengua no le temía a nada y yo ya no podía soportarlo, me iba, me iba, Oscar metió mi pene en su boca y empezó a sorber arriba y abajo con fuerza y velocidad hasta que ya si, definitivamente, me fui, ahogando mis gritos como pude para no ser escuchados en aquella noche de media luna.

Mis músculos aun tensos, Oscar relamiendo y yo recuperando el aliento, me entró sueño y me dormí. Al día siguiente, las cosas eran distintas, yo lo sabia y el también, no parábamos de mirarnos y deseábamos que llegara otra vez la noche para dejar volar nuestra imaginación, quien hubiese dicho que el sexo entre dos chicos podría ser tan bueno, que cierto es que quienes no lo han probado no saben lo que se pierden.

No teníamos nada previsto así que estando a 500 metros de la playa y habiendo ido aquellas 2 semanas a bañarnos tanto como pudiéramos, Oscar y yo fuimos a disfrutar un día mas de olas, sol, arena y sobretodo, el buen paisaje de bikinis y topless que allí había. Esta vez fuimos solos, su madre se quedó en casa, y esto lo aprovechemos para dar rienda suelta a nuestros mas bajos instintos delante de todo el mundo, Oscar no paraba de meterme mano, incluso por debajo del bañador, y yo me dejaba tocar por él encantado.

Nos pusimos a bucear y, allí debajo donde nadie nos miraba, nuestras lenguas se juntaban para sentir ese placer al besarnos fuertemente y con pasión, mi corazón latía excitado por la posibilidad de ser descubiertos, fue una experiencia fantástica e inolvidable, cuando nos cansemos de tanta playa nos volvimos para casa, esta vez Oscar decidió quitarse la arena conmigo en casa y no allí.

Al llegar a la casa nos dirigimos hacia el baño para descubrir que el padre de Oscar se estaba duchando, esto no fue problema para Oscar que se empezó a quitar la arena allí mismo, pero a mi me daba algo de corte, después de todo su padre aun no me había visto desnudo, además no sabía que pensaría ese señor de que mi pene fuese claramente mas grande que el suyo teniendo yo solo 13 años y el bastantes mas, pensé que sería ofensivo y se enfadaría.

Y ahí estaba yo, observando a esos dos desnudos y pensando en mi pene y el de aquel señor cuando se me ocurrió comprobar la reacción de aquel hombre poco dotado al verme desnudo, la tentación era irresistible para un chico como yo que, con tan solo 13 años, podía presumir ante un adulto de tenerla mas grande.

Puse mi bañador junto al de Oscar, me di la vuelta y su padre estaba de espaldas, me apoye sobre la pared con las manos en la espalda y cuando el padre de Oscar me miró, se quedó flipando, durante 2 segundos clavó su mirada en mi, o mas bien, en mi pene, con cara algo así como de asco o de rabia. Entonces Oscar empezó a sacudirme la arena que llevaba pegada, me hizo gracia y me dejé, pero como es normal, tanto tocarme me excitó y se me levantó la herramienta, que ahora ya medía 14 centímetros, el padre al ver eso si que pareció ofenderse, pues de repente salió de la ducha, cogió su toalla, y sin secarse siquiera se metió en su habitación. ¿Quizás me había pasado?

Tras ducharnos y cuando Oscar y yo nos disponíamos a juntar nuestros cuerpos en la habitación, yo estaba calentísimo, el padre de éste le dijo que se vistiera rápido que tenían que ir a una cosa ellos dos, entendí por la frase que no contaba conmigo, Oscar se puso la ropa rápido y se marchó con su padre, y ahí quedaba yo, caliente y cachondo completamente desnudo a punto de ir a mi cama para masturbarme cuando alguien me agarra por detrás abrazándome y me dice "Vamos a mi cama que te quito la arenita".

Continuará en el próximo capítulo!!!