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¿Seguimos Jugando?

en No Consentido

¿Seguimos Jugando?

Era una tarde lluviosa de Abril, de esas en las que no apetece hacer nada. El tiempo pasaba lento y tedioso mientras Belén miraba la tele en el salón.

Belén, la dulce Belén... era una belleza andaluza, morena con el pelo algo ondulado y de ojos negros, de curvas sinuosas y compensadas, pechos turgentes y tan grandes que desafiaban a la mismísima ley de gravedad. De altura media y piernas largas, podría partir lo que quisiera con esas piernas... Con una, siempre presente, cara de malvada y mirada felina a la que parecía no escapar el más mínimo detalle. Labios carnosos, pestañas largas, cejas finas, y sonrisa perfecta, una chica diez donde las haya.

A sus 26 años, era toda una adulta hecha y derecha que había salido a delante con trabajo y esfuerzo, y ahora se encontraba en un esplendor económico y laboral. El trabajo era un segundo plano ya que creo un año atrás su propia empresa que no solo iba bien, sino que era la primera del mercado.

Una triunfadora sin igual en todas las áreas, profesional, social, sentimental... si bueno, sentimental si, pero sexual... no se podía decir lo mismo.

Esa tarde se encontraba muy aburrida, no había plan, y menos con el tiempo que hacía. Roberto, su medio novio, estaba fuera y no habían podido quedar como todos los sábados por la tarde, así que no había nada que hacer.

Sobre las seis y media, tras ver toda la programación infame de las televisiones públicas, ya no podía más, y simplemente decidió pasar un rato por el ordenador, tal vez alguna amiga estuviera conectada.

 

6:30 – Belén lleva un rato en su ordenador, de repente alguien la agrega a su messenger:

Belén - Hola, ¿quién eres?

Desconocido - ¿Tan pronto te olvidas de mi?

Belén – Me olvido pronto de todo... jiji

Desconocido – Pues de mi nunca deberías olvidarte... jiji

Belén – Y se puede saber por qué no?

Desconocido – Porque soy todos y cada uno de tus deseos más ocultos...

Belén – A si? venga dime, cuales son esos deseos?

Desconocido – Bueno, por tu pregunta supongo que no me creerás, así que te diré el más oculto de todos, ¿traro hecho?

Belén – jaja, vale de acuerdo

Desconocido – Pero antes un juego, si lo acierto tendrás que hacer lo que yo te pida, ¿juegas?

Belén – Vale vale jaja

Desconocido – No te lo debes tomar a risa, lo digo en serio, te lo juegas?

Belén – Claro, y por qué no? jaja

Desconocido – Pues trato hecho entonces, y has de ser sincera.

Belén – Dilo yaaaaaaaaa

Desconocido – Tu secreto más oculto es... Deseas ser observada por muchas personas mientras follas como una autentica puta, para ti lo máximo sería hacerte pasar por una puta de verdad o ser secuestrada. Ambas en la practica te darían miedo, pero bueno... son solo deseos no?

Belén – No me lo creo, dime quién eres... Roberto eres tu a que si? solo tu sabes eso.

Desconocido – Se mucho más de lo que imaginas, incluso cosas que aun no sabes ni tu...

Belén – Eres Roberto a que si?

Desconocido – No tengo nombre, solo soy tus deseos, y ahora me debes algo no? tienes que cumplir mi orden

Belén – Si..... ya..... Que pasa Robert, tienes ganas de jugar??????

Desconocido – Debes hacer lo siguiente, iras en coche desde la puerta de tu piso, avanzarás todo recto tres calles, en esa giraras a la derecha y la siguiente a la izquierda, una vez allí aparca y entra en un local llamado "Oscuridad", al entrar sigue las instrucciones que se te indicaran en la nota. Ahora he de irme, hasta pronto...

Desconocido ha dejado de recibir mensajes, su estado es No Conectado

 

7:00

A estas alturas Belén dudaba que hacer, por una parte estaba convencida de que era Roberto con algún juego, hacían cosas similares a veces, además, nadie más podía saber esas fantasías.

Por otro lado estaba el... y si no es?

De repente, el teléfono sonó, al descolgar una voz modificada estremeció los huesos de Belén. La voz dijo claramente "La puerta que conduce a los placeres más intensos que puedas desear a sido abierta (interferencia), en tu mano está el traspasarla o dejar que se cierre." tras la frase, el teléfono se corto.

Esto sin duda fue crucial para la decisión de Belén, que automáticamente tomo rumbo al "Oscuridad"

Sus motivos para hacerlo lejos estaban de la frase de la llamada, más bien residían en la misma llamada, la interferencia que escucho en mitad de la llamada no era otra que la de una emisora de radio local, a la única persona que le entraba esa interferencia, que ella conociera, era Roberto y unido a que tenia un gran casco de Dark Beider con modulación de voz... no fue muy difícil de deducir.

Belén siguió las indicaciones al pie de la letra, y efectivamente, allí estaba ese pub o lo que fuese, aparcó a pocos metros y se dirigió hacia él.

Al llegar a la puerta le asaltaron las dudas por un momento, así que decidió llamar a Roberto, en ese momento escucho una sintonía que provenía de detrás de la puerta, acto seguido la llamada se corto.

Belén ya no tenía dudas de haber pillado a Roberto, pensó que el muy tonto se había acercado a la puerta con el móvil sin suponer que ella lo llamaría.

Guardó el móvil en el bolsillo del abrigo y se aproximó a la puerta y la empujó, esta se dejó abrir, una nota que se veía muy bien con solo entrar indicaba que cerrara la puerta tras ella, así lo hizo.

Mirando a su alrededor, Belén esperaba encontrar otra nota que le indicara lo que hacer ahora, pero solo encontró el extremo de una cinta roja en la que había una flecha dibujada indicando que se siguiera su curso.

Lentamente empezó a andar adentrándose en un pasillo oscuro al compás de la cinta. Al girar una esquina había una vela encendida junto a ella un pañuelo rojo también y una nota que decía "véndate los ojos". Accediendo a esta petición, ella se vendo los ojos y prosiguió el camino.

El aire se iba haciendo más espeso según avanzaba, el terreno estaba inclinado por lo que ella descendía poco a poco, por lo que llevaba andado debía estar muy a dentro y por debajo del nivel del suelo de la calle. Ya no tardó en llegar a una barandilla, donde se tubo que detener. La voz distorsionada volvió a aparecer y le indicó que frente a ella había unas escaleras, que las bajara con cuidado, una vez más Belén obedeció.

Al llegar abajo Belén fue recibida por el misterioso locutor, este le quitó el abrigo y la acompaño unos metros y le dijo que subiera los brazos, como siempre obedeció. Él ató una de sus manos y pasó la cuerda por encima de una viga, recogió la cuerda y ató la otra mano. Belén había pasado a estar inmovilizada en la parte superior.

Él empezó a abrir su ropa, con delicadeza, a lamer su cuerpo, jugaba con sus pezones y con la lengua, y la seguía desnudando, la parte de abajo no era difícil, era una falda y podía sacarla sin problema, si siquiera tubo que quitarle sus botas, gratamente comprobó que Belén llevaba unas medias altas sin cerrar muy sugerentes, también comprobó que no llevaba nada más ahí debajo, y no solo en cuanto a ropa, por no llevar no llevaba ni un pelito, se notaba que se había preparado bien para Roberto.

La camisa que tenía no podía quitarse del todo ya que tenía las manos atadas, así que de forma imprevista la arrancó de su cuerpo de un tirón. No tubo que quitarle nada más. Belén no pudo evitar gritarle al romper su camisa, ella era muy especial con la ropa, pero antes de darle tiempo a quejarse él azotó su cacha y la amenazó con que la siguiente sería en la cara, a Belén le estalló la lívido, nunca nadie la había tratado así, ni siquiera Roberto en otras fantasías se habías atrevido a hacerle algo parecido, pero parecía haberse decidido a darlo todo, y ella tenía ganas de que se lo diera.

 

Él misterioso hombre empezó a jugar con ella, a masturbarla, y a darle placer a su antojo, cada vez que ella le pedía más el paraba, y si le pedía que parara se lo hacía más fuerte.

La acción se basaba solo en tocamientos de él a ella, pero Belén empezó a notar como la viga donde estaba atada empezaba a descender, no debía ser una viga después de todo, parecía estar preparada para atar a alguien, pero no le dio demasiada importancia.

Él extraño se colocó ante ella y paseó su polla por la cara de Belén. Belén no solía hacer felaciones, pero no porque no le gustara, solo era que nunca se rebajaba ante nadie, pero lo que quería realmente es que se lo ordenaran de verdad y que no se lo pidieran como un favor. No hay que decir que no se lo tubo que pedir, ella lo estaba deseando.

De repente sonó el teléfono de Belén, la melodía que sonaba era la que sonaba solo cuando llamaba Roberto. No podía ser, Roberto no podía ser el que estaba llamando.

Estos pensamientos interrumpieron la mamada, el dueño de la polla se dio pareció darse cuenta de lo que pasaba, así que se acercó al abrigo y sacó el móvil, lo acerco al oído de Belén y le dijo:

-Habla con tu novio.

Las pulsaciones de Belén se aceleraron notablemente, tenía pánico de preguntar quién era al teléfono, pero debía saberlo.

Belén - ¿Si?

Roberto – Hola cariño, lo siento por colgar antes pero iba conduciendo y no podía parar.

Belén – (respiración algo tensa) no pasa nada, no te preocupes.

Roberto – No puedo hablar mucho, estoy parado a un lado de la carretera, además si sigo mañana estaré en tu casa para desayunar juntos.

Belén – Si cariño... sigue no te preocupes.

Roberto – Bueno pues un beso, hasta luego.

 

Estaba claro, el ruido de fondo no dejaba dudas, estaba en la carretera, no estaba con ella.

Belén no sabía que hacer ni que pensar, como podía haber sido tan tonta, ella que siempre fue la mejor en todo engañada de esta forma.

Belén - ¿Quién eres?

Desconocido – Ya te lo dije, soy todos y cada uno de tus deseos más ocultos

Belén - ¿Qué dices? suéltame, déjame libre. Esto no es ningún juego.

Desconocido – Te equivocas, si que lo es y tu has querido jugar, fuiste tu quién viniste a mí.

Belén – Me engañaste creí que eras Roberto.

Desconocido – No te engañe, yo nunca dije que fuera él.

No te dejaré ir hasta que acabe el juego, te dije que la puerta estaba abierta y tu la has cruzado, ahora recibirás todos y cada uno de los placeres de la carne.

Belén – Por favor, suéltame, te lo ruego.

Desconocido - ¿Tu rogando? nunca pensé que lo harías y mucho menos con lo que te estoy ofreciendo. Belén, piénsalo bien, toda y cada una de tus fantasías multiplicadas por mil, serás una puta, una zorra y lo mejor es que te verás obligada a todo ello por tu secuestrador, nadie sabrá jamás lo que has hecho, pero en tu memoria cada segundo de lo vivido se quedara para siempre.

 

Estas frases no podían dejar indiferente a la zorra que se encontraba en el interior de Belén, gritaba por salir de su prisión y ser libre por un día, gritaba que accediera a todo, mientras un terrible temor intentaba callarla.

Belén – Es demasiado, no puedo, déjame libre, no podría hacerlo.

Desconocido – Perdona, he debido expresarme mal, no te estoy dando a elegir, eso será lo que pase, tu no tienes voto en esto, tu tan solo eres mi juguete.

Al terminar esta frase el desconocido atravesó el coño de Belén de un solo movimiento, entonces ella supo que estaba atrapada, y que no podía hacer nada.

 

El desconocido paró de follarsela, entonces se colocó ante ella y le quitó la venda. Ella comprobó que el rostro de él estaba tapado con una máscara de cuero, por lo demás estaba desnudo, podía ver que era un chico joven y atlético. él dijo, esta vez sin el modulador de voz, que desde ese momento solo le llamaría amo y nunca se referiría a él de otra forma.

El amo cogió otra máscara menos grotesca que la suya y se la colocó a Belén, esta máscara impedía que pudiera ser reconocida pero no impedía apreciar su belleza.

Él la desató y la llevó a unas escaleras, distintas de las que ella había bajado antes, ambos subieron.

Una vez arriba él le dijo que tendría mucho trabajo durante esa noche, y aunque aun era algo temprano los primeros ya estaban llegando.

 

Belén quedó atada a una barra y sentada en un sillón mientras su amo salía por una puerta. Al volver el amo estaba acompañado por otra persona. Era un chico, guapo y atractivo por lo que pudo oír venía mandado por los amigos ya que en poco se casaba.

El chico subió otras escaleras rumbo a una habitación, el amo recogió a su puta y la llevó arriba, una vez allí la ató a la cama y dijo al chico que no la soltara ni le intentara quitar la mascara ya que era demasiado dura para él, el amo se colocó en una esquina y miraba todo lo que pasaba.

El chico se colocó sobre ella y le puso la polla en la boca, ella sin más remedio empezó a comer, y cuando estaba bien dura él bajo y empezó a macharle el chochito.

Belén se acababa de convertir en una puta.

El joven no tardo demasiado en correrse, como no lo hizo en su cara, después se vistió y se fue.

Belén había llevado bien la experiencia y aunque intentaba no hacerlo casi llego a disfrutar, pero el chico fue demasiado precoz.

El amo volvió a bajar y al subir venía acompañado de un par de tíos bastante fornidos. Ambos se desnudaron y se lanzaron a por Belén, uno se la paseaba por su cuerpo y el otro se la follaba por el coño.

Belén esta vez no pudo evitar sentir placer, la polla del tío era muy gorda y le hacía estremecerse.

El otro tío se puso bajo ella y empezó a petarle el culo de forma agresiva. Las dos pollas dentro de ella la hicieron tener un orgasmo monumental pero a ellos parecía no importarles, aunque ella estaba exahusta ellos seguían dándole fuerte, tanto que antes de correrse ellos ella volivió a tener otro orgasmo.

Cuando se fueron los dos tíos el amo se acercó a ella para decirle que ya parecía soltarse, que si seguía así la desataría para que disfrutara por completo. Unos polvos después estaba suelta y follando como la diosa de las putas, obligaba a los tíos a que le comieran el coño, los hacía pasar de dos en dos y después de tres en tres. Folló como nadie lo había hecho antes, litros de semen se posaron en su piel esa noche.

Según la noche avanzaba llegaban tíos más guarros y salidos, daba igual como fueran, mientras tuvieran una polla se los follaría.

Sobre las cinco de la mañana llego un grupo de seis tíos, estaban salidísimos y querían montarse una buena orgía, Belén no tardo en complacerles.

Las seis pollas recorrían cada rincón de su cuerpo y la hacían disfrutar como nunca. Al fin se sentía como una autentica puta, pero le faltaba algo, quería ser follada al máximo, ya no le bastaba con ser penetrada por todos sus orificios a la vez, ahora quería tener dos pollas a la vez en uno de ellos, y así lo hicieron, le hicieron una doble penetración en el coño que pasaría a su culo y a su boca, la reventaron hasta desfallecer.

Todos se habían ido ya, parecía la hora de cerrar, pero alguien entró, el amo miro a la puta y le preguntó si podría con uno más, ella dijo que no podía dejarse a uno solo, así que el amo lo hizo pasar.

Cuando el chico entró Belén no se terminaba de creer lo que veía, era Roberto, no sabía que hacía allí, ¿habría ido a buscarla?. Pronto su duda desapareció, de la boca de Roberto salió la respuesta.

Roberto – Vaya pedazo de tía, esta casi tan buena como mi novia, claro que esta seguro que hace todo lo que mi novia no haría en su vida.

Belén solo se quedó callada pero el amo le dijo a Roberto que esta chica le sorprendería.

Roberto se desnudo y se echo en la cama, cogió a Belén de los pelos y le llevó la cabeza hasta su polla.

 

Roberto – Chupamela zorra!!

Belén obedeció y se la chupo hasta casi hacerlo correrse, entonces él quiso follarsela por el culo ya que su novia nunca se hubiera dejado, así lo hizo y cuando estaba otra vez apunto fue Belén la que se retiró.

Se podía ver la furia en sus ojos, se acerco al amo y le dijo algo al oído, este respondió que no había problema, salió un par de minutos en los que Belén se dedicó a entretener a Roberto. Al regresar, el amo traía consigo un arnés con una polla enorme, Belén se lo puso rápidamente, y aunque Roberto intento preguntar que para que quería eso, no le dio tiempo, porque en unos segundos lo tenía en su boca.

Belén hizo que se lo comiera bien, y él no pudo negarse. Tras unos minutos así

Belén puso a Roberto de espaldas a ella y lo empujó en la cama, Roberto intentó resistirse pero el amo ayudó a Belén la cual metió la enorme polla en el culo de Roberto y se lo folló mientras este gemía como nunca antes lo había hecho. Belén atrapó su polla en una manos mientras le follaba el culo, y antes de darse cuenta Roberto se corrió con tal potencia que rebotó en el cabecero de la cama y salpicó la cara de Belén.

Roberto quedó tan agotado que se durmió.

El amo acompaño a Belén a por sus cosas y luego a la puerta donde esta le obsequió con una mamada en agradecimiento por todo, después fue a casa a dormir.

Unas horas después que Belén ya estuviera dormida llegó Roberto. Este la despertó y le dijo que llegaba tarde porque paró a dormir un poco por el camino, ella dijo que no pasaba nada que se echara un rato a descansar mientras ella preparaba algo de comer.

Mientras estaba en la cocina sonó el teléfono, al descolgar una voz dijo:

¿Seguimos jugando?

 

FIN?...