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Mi obsesión

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Mi obsesión

No se muy bien como empezó todo, pero el caso es que pasé de ser un celoso compulsivo a desear ver como mi novia estaba con otras personas.

Soy un chico de venti tantos, bastante normal en apariencia pero un poco raro interiormente. Desde mi más tierna infancia algo se despertó en mi interior que hacía que tuviera deseos sexuales irreprimibles que cualquier otra persona los tacharía de trastornos.

Al principio los rechazaba, pero poco a poco no pude negarme la realidad de mi sexualidad. Mis masturbaciones empezaron a ser protagonizadas por mi hermana, la deseaba con intensidad pero pronto entró mucha más variedad aunque ella siempre estaba presente, pensaba en estar con ella y alguna amiga suya, pero nunca pensaba en otro tipo de tríos.

Tras muchos años de seguir un camino similar tuve parejas y era muy celoso con cada una, hasta que empecé con mi actual novia, los celos también estaban al principio pero su sensualidad y su físico me incitaban a imaginarla en las situaciones más perversas, tanto que un día me sorprendí a mi mismo cuando el hecho de imaginarla con otra persona me puso a mil.

Yo estaba masturbándome mirando una foto suya, pero ese día tenía otro tema en la cabeza, estaba enfadado con un antiguo amigo que había pasado a enemigo, no lo sacaba de mi cabeza, tanto era así que mezclé pensamientos y lo imagine haciéndolo con mi novia, paré al instante, la sensación fue rara porque no sentí ningún mal estar ante lo que había pasado, no lo pensé más y seguí a lo mío pero la imagen se repetía en mi cabeza, no la podía sacar, era como si tuviera dos películas simultaneas ante mis ojos, las imágenes se sucedían, mi pulso aumentaba, mi mano aceleraba, mi polla esta..llooo.

Acababa de tener unos de los mejores auto orgasmos de mi vida con la imagen de mi novia follando con otro. No di importancia a lo ocurrido no pensé que se fuera a mantener en mi cabeza, pero para mi asombro no solo se mantuvo, sino que se crecía cada día más y más. Todas mis "pajas" desde ese día eran dedicadas a imaginarla con otros, me daba más morbo si el tío en el que pensaba me caía mal, o pensar que me ponía los cuernos y la pillaba pero no decía nada, solo la espiaba.

Esta obsesión pronto la metí en nuestros juegos sexuales, tenía que tener cuidado y aparentar que cuando jugábamos a ser otras personas en otras situaciones, si metía a un tercero imaginario creyera que lo hacía para darle morbo a ella y no a mi.

Con el tiempo hablamos alguna vez del tema entre risas como toda pareja, pero ella no estaba para nada interesada en hacer un trío ni con otro chico ni con chicas, quizás ella lo hubiera hecho pero como la que entra en el trío no siendo una de la pareja, incluso le hubiera dado mucho morbo, pero en esta situación pasaba a ser imposible.

Mis ilusiones se desvanecían pero mi deseo me aplastaba, a veces pensaba que ella sabía que eso me ponía a mil, hacía comentarios, insinuaciones que me dejaban clavado pero después actuaba como si nada, parecía que su intenciones eran sonsacarme información de lo que realmente pensaba.

Creo que para proseguir se hace necesario describir a mi novia, ella se llama Marta, tiene una figura llena de curvas y pechos grandes, es toda una belleza española ya que posee rasgos muy latinos. Dicho esto, prosigamos.

Un día Marta y yo salimos a tomar algo con unos amigos, según pasaban las horas cada uno se iba a su casa hasta que quedamos solo ella y yo, vista la situación también iríamos a dormir, pero ese día Marta estaba animada, también había bebido un poco algo raro en ella y estaba algo cachondilla. Me dijo que nos tomáramos una última copa los dos solos y así hablamos un poco ya que después la dejaría en su casa y me iría, yo accedí sin ninguna duda.

Entramos en uno de los bares que frecuentamos que es bastante tranquilo, nos sentamos en una de las mesas del fondo donde nadie te puede molestar y pedimos un par de copas.

Sentados en la oscuridad de la esquina del bar empezamos a hablar de temas subidos de tono como es habitual en nosotros. Pronto salió el tema de los tríos, Marta empezó a decirme que ella antes de conocerme alguna vez había pensado en momentos íntimos en que le entraba una pareja en algún bar y se iba con los dos, me decía que no sabía si llegaría a hacer algo con la chica, pero le daría mucho morbo que la mirará mientras follaba con el chico, incluso que la tocara un poco. Estas afirmaciones me pusieron a mil en un segundo, Marta se dio cuenta al instante, entonces me miró fijamente a los ojos y metió su mano en mis pantalones, agarró con fuerza mi polla y empozó a deslizarse por ella, en mitad de esta excitación me dijo, "Te pondría verme hacer eso ¿Verdad?", mis defensas estaban por los suelos y conteste sin pensarlo con la voz entre cortada "S...Sí.. me encan..taría". Ella me sonrió y me dijo, "No estoy segura de lo que voy a hacer, pero si quieres conozco aquí al lado un bar de intercambios de parejas, tienen habitaciones, si tu quieres iremos ahora mismo", casi antes de que terminara esta frase ya salíamos por la puerta rumbo a ese bar.

Al llegar allí yo estaba tan empalmado que me dolía y podía ver en el rostro de Marta y en sus pezones que ella tampoco estaba indiferente.

El bar era oscuro, lleno de parejas y chicos solos. En un principio pensaba que ella quería coger a otro chico y entrar los tres en una habitación, pero mi sorpresa fue que me dijo que le eligiera una pareja, me sorprendí y ella lo notó, entonces me dijo "¿No esperarías salirte con la tuya a la primera no?, si esto es lo que quieres lo tendrás, pero no participas, quiero que me veas entrar en alguna habitación con una pareja y tu esperes fuera" aunque no era lo que yo esperaba he de reconocer que el morbo superaba al que ya tenía, le dije que de acuerdo, entonces ella me preguntó que me parecía una pareja del fondo y le dije que perfectos. Eran guapos los dos, el moreno, ella rubia, ambos de ojos claros y de tipo atlético, sin duda la mejor pareja de la sala.

Nos dirigimos hacia ellos, charlamos y pareció encajar todo, así que no tardaron en irse los tres a una habitación, yo me quedé sentado en la mesa tomando algo, estaba escondida así que era el sitio perfecto para que nadie me interrumpiera mientras imaginaba lo que harían en aquella habitación, como se denudaba Marta, como jugaba con sus enormes pechos otro hombre, y los mordía y lamía. Los veía a los tres en mi cabeza, a José, el chico, y a Isa, la chica, manoseando el cuerpo de Marta, veía a José metiéndola lentamente en el interior de mi novia, mientras la suya le comía la boca.

En mitad de mi éxtasis de fantasías una mano tocó mi hombro, era Isa, habrían pasado unos quince minutos desde que entraron, ella llevaba menos ropa, como si se hubiera puesto algo deprisa, me dijo que la acompañara a la habitación que Marta quería que la viera. Mi polla vertió un poco de semen en mis pantalones al pensar en verla. Fuimos hasta la puerta de la habitación y la abrí despacio, poco a poco descubría una escena idílica para mis ojos, Marta estaba a cuatro patas sobre la cama mientras que José la agarraba por los pelos y empujaba con fuerza su pene en el coño de mi novia.

Isa me indicó que me sentara, se desnudo y se unió. Empezó a besar a Marta y luego llevó sus manos a sus pechos, Marta lamía la tripa de Isa mientras esta se arrodillaba con lo que su lengua llegó a sus tetas, en ese momento Isa dijo, quiero comerte el coño y Marta lanzó un gemido de placer ante la idea. José se retiró y Marta se echó sobre la cama, Isa se acomodó entre sus piernas y empezó a lamer su sexo, ver a otra mujer haciendo eso a mi chica me resultó maravilloso, José se puso tras su novia y empezó a darle caña a ella, la excitación de Isa por tener un coño tan sabroso en la boca y una polla en su interior hizo que se corriera rápidamente de forma estrepitosa, José la sacó de ella que se echó en la cama junto a Marta, José se puso de frente a marta y se metió, ahora él, entre esas piernas, empezó a follarla en esa postura tan intima y típica de cualquier pareja, con su boca a escasos milímetros de la de Marta, eso me ponía aún más.

Marta posó una de sus manos sobre el cuerpo de Isa y la llevó lentamente a su coño, mojo el dedo en los restos de la corrida de su compañera y luego se lo llevó a la boca, el sabor pareció dejarla fuera de sí, tanto que se separó de José solo para dar una lamida a ese agujerito. Tras esto me miró y me dijo, "Ya que hemos empezado no quiero irme de aquí sin tener dos pollas dentro a la vez", en ese momento me incorporé y desnudé rápidamente, Tanto Marta como yo quedamos sorprendidos al ver el tamaño de mi nabo en ese momento, nunca había estado tan grande además de mojadísimo de mi mismo.

Fui hacía ella que se puso de nuevo a cuatro patas para que le preparará el culo, así que empecé a lamerlo con lascivia, Isa se animó y se colocó bajo ella para lamer su sexo de nuevo, se colocó dejando su coño al alcance de Marta que no tardó en comerlo con pasión, yo me coloqué y empecé a meterlesela lentamente por el culo, Marta estaba mu cachonda, más que nunca que yo recordara, entonces José puso su polla ante la cara de Marta, ella nunca me había hecho una felación a mí ni a ningún novio anterior por lo que decía, le daba bastante reparo y prefería no hacerlo, lo que daba igual porque tiene encantos de sobra que lo compensan, pero ese día en su rostro se ilumino una incipiente atracción hacia esa polla, estiró su cuello y sacó su lengua para lamer lentamente ese miembro desde abajo a la punta, José estaba depilado al igual que yo con lo cual pudo recoger desde los huevos al glande sin problemas. Ver esto me causaba indignación, porque nunca me lo había hecho a mí, a la vez que placer por verla comer su primera polla, que no fuera la mía solo lo hacía más morboso y casi exploto en su culo cuando se la metió entera en la boca. Marta estaba al límite, tenía una polla en su culo, una boca en su coño, y otro nabo en la boca, si seguía así se correría antes de la doble penetración, ella no quería eso, y desde luego ninguno de los presentes, así que levantó la cabeza y me dijo que me echara en la cama, así lo hice, ella se puso de espaldas a mí y se la metí por el culo, entonces se echó ella sobre mí y José clavó su polla en su coño, entre jadeos me dijo que quería que viese como otro se corría dentro de su coño, y así lo hizo, José se corrió fuertemente y con bastante cantidad dentro de ella, el morbo, cuando unas gotas de su semen rebosante cayó sobre mis huevos, se hizo palpable. Cuando la sacó de Marta aún quedó un poco para que le cayera por el cuerpo manchándole la tripa y las tetas.

Marta se dio la vuelta y se metió mi nabo por el coño, sentía el liquido caliente de José dentro de él mientras se pegaba a mi polla, mientras la misma sensación estaba en mi cuerpo en contacto con los pechos de Marta, esta cogió un poco de semen y lo llevo a su boca, me dijo "¿Te da morbo?" le dije "Sí" entonces me beso haciendo que sintiera el sabor en mi boca y me dijo "A mi también". Marta había hecho ya un esfuerzo incomparable por no correrse pero no podía más, yo tampoco podía aguantar pero Marta quería las dos pollas dentro para correrse, José poniendo de su parte logró dar la talla y acoplar su polla en el culo de Marta, Isa que no quería estar al margen empezó a sobarle las tetas, las pollas entraban y salían, sus pechos eran pellizcados, su cuerpo ardía y un gran gemido salió de su boca a la vez que un espasmo de su pelvis me hizo estallar a mí...

Quedamos derrotados, ella sobre mí llena aún por ambos lados, José e Isa se retiraron se vistieron y se marcharon diciéndonos que les había encantado.

Marta y yo nos quedamos un rato en la misma posición hasta que ella me miró y me preguntó "¿Te ha gustado?" yo solo sonreí y la besé.

No mencionamos el tema en unos días, como si no hubiera sucedido, llegue a pensar que todo quedaría así pero Marta no tardo en decirme que le gustó aquel bar...