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La Despedida

en Orgías

La Despedida

 

Después de años sin verse, José había vuelto a llamar a Arturo. Este no podía imaginar que seria para darle tal noticia, se iba a casar. Tras las consecuentes felicitaciones y demás José invitó a su amigo a la boda y, ¿como no?, a su despedida de soltero.

Llegada la fecha Arturo se desplazo con su novia a la ciudad donde su amigo vivía ahora, ninguno de los dos había seguido viviendo en el pequeño pueblo donde se conocieron, así que ni tan siquiera conocían a sus parejas.

Celeste, la novia de Arturo, era la típica chica que cualquiera podía desear, las curvas de su cuerpo... la redondez de sus senos... su cara angelical y malévola al mismo tiempo... Era normal que esta pareja se uniera, cualquiera que los viera por la calle no podría negar que hacían una simbiosis perfecta, ya que Arturo no tenia nada que envidiar del cuerpo de su queridísima novia.

Pareja bien avenida en el físico y el amor, pero, con algún problema económico debido a sus respectivas independizaciones familiares.

La boda de José no era una boda muy bien planeada, fue bastante de improviso y acelerada por causas que no tienen importancia, si obstante, esto si tendría gran importancia en consecuencias posteriores. Así pues, el jueves noche se celebraría la despedida y en menos de dos días la boda, ya que esta sería el sábado bien temprano.

Arturo y Celeste no podían faltar al trabajo muchos días, así que seria el mismo jueves noche cuando llegarían. El plan era sencillo, tras el viaje Celeste descansaría en la habitación mientras que Arturo marcharía a la despedida, y el viernes mas tranquilamente se harían las presentaciones.

Al fin el reencuentro con su amigo, Arturo y José se perdieron en un fuerte abrazo durante siglos a la vez que se alagaban el uno al otro por su buen estado físico. José presentó a Arturo al resto de los invitados a la despedida, ya que él no conocía a ninguno de los asistentes. En cuanto José se despistó un poco, cayó la terrible noticia, terrible para una despedida de soltero claro, la stripper no podría ir, y quien sabe porque razón pero era totalmente imposible encontrar a una sustituta... o no?

En mitad de la desesperación de los amigos, Arturo como de costumbre buscaba en los rincones de su mente una solución para que no se arruinara la ultima noche de la soltería de su amigo.-¿Cuanto pagáis a la stripper?- dijo Arturo,-unos...........500€- respondió Adolfo, el padrino. Arturo sorprendido por la cantidad exclamó- ¿solo por desnudarse?-, - si, bueno y refregarse un poco, y no te creas no era de las mas caras- respondió de nuevo Adolfo.

Arturo tubo una idea, una idea que aliviaría su economía un poco y salvaría la fiesta, casi sin pensarlo llamó a Celeste; ella hacía tiempo había trabajado de go-go y no con demasiada ropa, esto unido a lo abiertos y comprensivos que eran ambos fue lo que le llevó a llamarla. Así pues lo hizo, y le propuso que ella misma participara en la despedida, después solo dirían que les surgió una emergencia y no asistirían a la boda, ya que no conocían a nadie y no volverían a verlos, nadie sospecharía nunca que ella era su pareja. Celeste no tardó en aceptar lo que su novio le proponía ya que ambos se entendían bastante bien y vieron una buena oportunidad.

Al volver a reunirse con el grupo de amigos, Arturo les comunicó que había encontrado a una chica, pero sería algo más cara por eso de ser de última hora, y como no la desesperación de todos les llevo a aceptar cualquier precio, incluso los 1000€ que Arturo pidió...

Unas horas más tarde... Tras la cena y unas copas llegaron al hotel, allí todo estaría dispuesto para una gran juerga sin límites, alcohol, pornografía y drogas para una noche en la que el stripptis solo seria el comienzo, o eso pensaban...

Como estaba previsto a la 1:00 A.M. llegó Celeste, llevaba un abrigo largo que cubría toda su figura dejando ver tan solo su rostro, el cual ya convenció del dinero pagado a la mayoría de los invitados. Al entrar en la sala Celeste miro a Arturo con cara de pilla y una sonrisa pícara salió de ambos. Todos se colocaron en corro a su al rededor, y en el frente José, era su noche y no podemos olvidarlo.

Celeste dejó desprenderse el abrigo lentamente por su cuerpo, mostrando sus encantos tan deseados por cualquiera con ojos y pene. Un conjunto de fantasía semitransparente hacia lucir, mas si cabe, su enorme atractivo. Se intuía un pequeño tanga bajo un vestido que quedaba a la altura de la última de las curvas de su culo, negro y traslucido con la espalda al aire y un gran escote apunto de reventar por el tamaño de sus pechos, una argolla plateada, en mitad del vestido, era lo único que lograba contener tal portento en su lugar.

Ante la atónita mirada de los presentes, la música empezó a sonar. Celeste era la mayor mezcla de sensualidad y morbo sobre la tierra, cada uno de sus movimientos de cadera hacía que uno de los chicos empezara a gotear en sus pantalones. Llegado el momento Celeste se acerco al homenajeado y, como estipulaba el contrato, refregó parte de su anatomía por el ansioso José.

Al mirar hacia abajo observo sorprendida que los pantalones del futuro ex-soltero estaban apunto de reventar. Celeste nunca se fijaba en un chico que no fuera Arturo y si lo hubiera hecho no hubiera sido en José, ya que era un tipo no muy agraciado y fuera de sus gustos completamente, pero... ¡¡¡¡¡que polla tenía!!!!!

Casi no se podía contener las ganas de al menos palparla, aunque solo fuera por un segundo, pero sabía que Arturo la observaba, a ella nunca le había pasado algo así, no sabia el por qué de tal necesidad, tal vez tener a 6 tíos excitados por ella en una habitación, las miradas de deseo, la sensación de ser deseada, si, tal vez eso era lo que la hacia estar tan cachonda, el hecho de que estuviera Arturo, lejos de bajar su lívido, lo hacía explotar.

Tan absorta estaba en sus pensamientos que no noto que en uno de sus espasmos pélvicos, su coño fue a recorrer toda la longitud de la polla de José. Casi de inmediato sintió como su tanga, que ya estaba bastante mojado, se inundaba de su jugo.

Ante tal situación Celeste miró a Arturo esperando cualquier reacción menos la que vio. El paquete de este había aumentado de forma nunca vista por ella, y en su cara podía leer claramente que no quería que parara.

Celeste, al ver esto, no se lo pensó y arrastro su sexo sobre la grande varias veces más, para por fin decidirse a introducir su mano en los pantalones de José y tocar la preciada joya,- Dios, que mojada esta!!!!- pensó mientras su mano sentía el liquido ardiente que José vertía sin parar.

Visto esto, los amigos de José como locos pidieron que se lo follara, ella sabía que hasta ahí había valido pero era más que suficiente, aun así sentía a su vez un gran deseo de meterse esa herramienta hasta el fondo. Miró de nuevo a Arturo, este tenía una extraña expresión, una mezcla entre deseo y reparo.

Los amigos le iban ofreciendo cifras cada vez mas altas por terminarle el trabajo, varios meses de la vida de ambos solucionados... Arturo asintió con la cabeza dejando la decisión en manos de Celeste, esta se levantó y agarró a José de una mano para llevarlo al cuarto, ni Arturo ni ella misma parecían muy convencidos de lo que iba a ocurrir, pero de repente Adolfo, el padrino, salvó la situación, dijo que se lo follara ante todos, a lo que el resto de los amigos sin dudar votaron que si. En ese instante la mente de Arturo se retorció más que nunca y se moría por el morbo de ver a celeste haciéndolo con otro tio, por su parte la mente de Celeste hizo un símil y no podía dejar de pensar en Arturo mirándola ansioso mientras ella se follaba a su amigo.

Celeste miró a Arturo una vez mas, con solo un segundo de miradas cruzadas supieron lo que el otro quería, así que ella tiró a José contra la pared y le desprendió de sus pantalones en décimas de segundo. La imagen que vio al bajarlos fue impresionante, la polla de José colgaba ante su cara pero estaba dura, era tan enorme que apenas se podía mantener mirando al cielo, pero Celeste se propuso conseguirlo.

La estrecho entre sus manos y empezó a agitarla, se moría por probarla, pero esperaba el momento justo para así hacer saltar un gemido de labios de José. Así lo hizo y vaya si gemió, el resto de los chicos sin poder esperar mas empezaron a masturbarse viendo la escena, lo cual excitó aun más a Celeste. La grande miraba ahora más al cielo que nunca en su existencia.

En mitad de su acto, Celeste sintió algo por atrás, alguien le desprendía de su tanga por debajo del vestido, al mirar hacia atrás, comprobó que era Arturo que ya no aguantaba más y tenía que metérsela.

Dos falos en su interior, no podía creerlo, que placer!!! Arturo dejo de follarle el coño y le arrebató el vestido, se incorporó junto a José y se la metió en también en la boca, si ahora tenia la boca muy llena y se moría del morbo, pero... entonces sintió de nuevo algo en su trasera, Adolfo empezó a lamerle el coño para después penetrárselo hasta el fondo. Antes de darse cuenta las 6 pollas presentes estaban en algún lugar de su cuerpo, 2 en la boca, 2 en las manos y 2 más en sus bajos, una en su jugoso coñito y la otra en su hondo culo.

Los chico se turnaban colocándose en cada una de las posiciones, no hubo uno solo que no tocara todas sus partes. Ella por su lado iba teniendo orgasmos a pares tan seguidos y continuos que ya le era imposible saber cuantos exactamente, por extraño que parezca el cansancio no afloraba en ella, que sacaba fuerzas de donde no había.

Pronto notó como todos los tíos se iban corriendo sobre ella, uno tras otro, notaba su semen bajar por todo el cuerpo, quemandola, abrasando su piel, la excitación en esos momentos no tenia límites, y el más mínimo roce con su clítoris, enrojecido e hinchado, la hacía estallar en un éxtasis orgásmico.

Arturo se le corrió en el culo y José en las tetas, alguno de los sin rostro se corrieron en su cara, en su coño, o en su boca. Fueron cayendo al suelo uno tras otro, destrozados y sin energía, ni las drogas les podían hacer levantarse ahora, pero Arturo y José en un último esfuerzo, al ver que Celeste seguía tanto o más ansiosa que al principio, decidieron darle un placer sin igual.

José se tumbo en el suelo y la colocaron a ella encima, atravesó su sexo sin problemas debido a lo dilatado que estaba a estas alturas, acto seguido Arturo se coloco encima de ambos, pero cargando el peso en sus piernas, lentamente introdujo su, también enorme, pene en la vagina. Celeste casi se desmaya de la sensación de sentir las dos de semejantes tamaños dentro de uno solo de sus orificios, en pocos segundos tubo no 1, ni 2, sino 3 orgasmos, lo cual la dejó, ahora si, exahusta, pero Arturo y José querían hacer una despedida a lo grande, así que la pusieron de rodillas y derramaron hasta la última gota de su corrida en la boca de Celeste para que lo tragara todo, pero era tal cantidad que le rebosaba de la boca surcando su cuerpo ya bañado en semen de 6 tíos. En unos segundos, desfallecieron todos sobre el piso.

Una vez todos muertos y esparcidos por el suelo, Arturo recogió en brazos a Celeste y la llevó a su hotel. Allí durmieron horas, incluso días tal vez, y el lunes como estaba previsto volvieron con 6000€ más de con los que habían salido, como dijo Celeste 1000 por cabeza más el estripptis, claro que Arturo se libro de pagar.

Desde aquel día la vida sexual de Arturo y Celeste fue muy distinta a la anterior y llena de nuevas experiencias, su sorpresa vino cuando tiempo después, nuestra pareja volvió a ver a José, pero esta vez con su mujer, y para sorpresa mayor de ambos, reconocieron a la mujer de José, era una de las participantes en las orgías posteriores a ese día sin que lo supiera su marido. Pronto los 4 tendrían algo más que saludos y abrazos, pero esa historia y aun es pronto para contarla...

 

FIN