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Feliz Cumpleaños

en Fantasías Eróticas

Feliz Cumpleaños

Buscando un lugar entre mis sueños y deseos encontré un oscuro rincón que nunca debí visitar.

Ansiaba sexo, respiraba sexo, y vivía para el sexo, mi vida empezó a girar a su al rededor sin poder parar.

Todo empezó cuando era pequeña, descubrí que mi cuerpo empezaba a cambiar, supongo que como toda niña, pero a diferencia de mis amigas yo note algo más, un ligero cosquilleo que surgía desde lo más profundo de mí hacía mi columna recorriéndola por completo cada vez que uno de los peluches con los que dormía rozaba mi sexo.

Al principio no era más que un cosquilleo que poco a poco paso a ser mucho más, y mi mente aún de niña no tenía el poder como para no abusar de esa sensación, que iba a hacer, era mejor que el chocolate y mi madre no podía escondérmelo.

Empecé a tomar más cariño a los peluches con formas prominentes contra los que podía acariciar con más placer mi cuerpo, con el tiempo mis manos entraron en el juego y luego un sin fin de objetos que dieron lugar a mis primeras fantasías.

Todas tenemos nuestras fantasías, las que se producen en la mente de una niña de 10 años son más perversas de lo cualquier adulto pueda imaginar, aún no tenemos esa moralidad impuesta por la sociedad, y con suerte nuestros padres han podido educarnos fuera de una disciplina purista, maravillosa imaginación infantil.

Mis fantasías eran diversas y llenas de seres fantásticos, duendes, elfos y como no algún que otro vampiro, quizás los mismos protagonistas de cualquier sueño infantil pero que en mi caso venían con otras intenciones. Cada vez iban a más, al principio no sabía lo que era la penetración así que solo me rozaba y eso era lo que sucedía en mis sueños, pero en cuanto la descubrí empecé a imaginar que me introducían objetos fantásticos y más tardes sus miembros de miles de formas. Mi imaginación era amplia pero como todo con la edad se fue haciendo más realista.

No tardé en perder la virginidad, a los 15 ya lo había hecho varias veces, pero ninguna llegaba a las expectativas de mis sueños infantiles y fue un año después, con 16, cuando descubrí que quería sensaciones más fuertes, sentirme dominada y poseída. Sueños en los que me obligaban y violaban empezaron a ser parte de mí. No pensaba realmente en que me pasará algo así, pero para muchas de nosotras el sueño de una violación poco tiene que ver con la realidad.

Pasaron los años y llegó mi mayoría de edad, los ansiados 18 al fin y mi primera borrachera legal estaba al caer. Hicimos una gran fiesta en la casa de una amiga que tenía piscina, sus padres se iban ese fin de semana y teníamos que aprovechar.

Todo a punto, la gran noche en marcha, y más gente de la invitada, muchos ni los conocíamos, pero daba igual, había que celebrarlo por todo lo alto.

Abrían pasado unas tres horas desde que empezó la fiesta cuando todos empezamos a caer en la piscina. Al salir estaba empapadísima, y mi vestido blanco no dejaba nada a la imaginación, todos me miraban de arriba a bajo, solo llevaba un pequeño tanga debajo y sin sujetador, por primera vez en mi vida pase algo de vergüenza. Casi sin pensarlo subí a cambiarme pero aún no sabía lo que me esperaba allí arriba.

La casa estaba vacía, todos estaban en el jardín y en la piscina, yo fui a la habitación de mi amiga, allí pensaba elegir algo de ropa entre la suya y la que yo me había llevado. Cuando entré en la habitación estaba abierta la puerta del baño de la misma, y dada mi situación se me antojó darme una pequeña ducha.

Cerré la puerta de la habitación con pestillo, así podía dejar la del baño abierto y escuchar la música que entraba por la ventana. Me quité la ropa mojada, mi tanguita estaba empapado a pesar de tener tan poca tela, pensé que esperaba que se secase pronto o tendría que bajar sin nada debajo, lo cual tampoco me incomodaría. Entré en la ducha y abrí el agua caliente, deje que resbalara por mi cuerpo acariciándome, mientras yo pensaba en algunos chicos y chicas de la fiesta, esa noche no quería olvidarla jamás, y pronto me di cuenta de que no lo haría.

Unos brazos fuertes me envolvieron tras la cortina de la ducha, sus manos agarraron fuertemente mis pechos, y los apretaron, me quede tan sorprendida que no pude ni gritar, y antes de que me diera tiempo una de sus manos agarró mi boca. Sin duda era un chico el que me agarraba, y pronto note su voz en mi oído que decía, "No grites, no hables y no te pasará nada"

Mi corazón se aceleró, no sabía que hacer, el chico me liberó y dejo que lo mirara, se había puesto un pasamontañas en la cara y solo podía ver sus ojos que me comían.

Me agarró de un brazo, me sacó de la ducha y me llevó hacia la cama. Él estaba desnudo también, a pesar de la situación no pude evitar mirar su falo, grande y erecto dispuesto a todo. yo estaba algo excitada por lo que estaba haciendo en la ducha y esa visión no me desagrado demasiado.

Me echó sobre la cama y me ató de pies y manos a las esquinas de la cama, después empezó a lamer mi cuerpo sin dejar un solo rincón de él, yo estaba algo borracha, algo temerosa y muy cachonda, esa lengua por mi cuerpo solo hizo que me suavizara.

Después mi extraño agresor solo tubo que ponerse sobre mí para que me entrara sin problemas, estuvo en mi interior hasta que se quedo a gusto sin preocuparse demasiado de mí, pero no me importó, me gustaba la sensación de que alguien usara mi cuerpo.

Él terminó me echó una sabana encima y se fue, y allí quedé cachondisima y sin forma de tocarme.

Pocos minutos después de quedarme sola escuché entrar a alguien en la habitación, el violador había dejado la puerta abierta al marcharse, así que podía ser cualquiera. Pero al escuchar la voz de mi amiga me quedé más tranquila un segundo, porque al siguiente volví a cambiar ya que escuche la voz de un chico que iba con ella.

Ambos se echaron en la cama a mi lado sin verme ya que estaba la luz apagada, pero pronto la mano del chico fue a parar a mi pecho, no pareció importarle que hubiera otra y empezó a tocarme bien, yo estaba algo subida y lo que pasaba solo me daba más morbo así que me deje hacer.

Ellos dos también se animaban y se desnudaban, cuando ya estaban a punto de empezar él quitó la sabana que me cubría. Mi amiga quedó asombrada mirándome sin saber que ocurría, el chico cogió su cabeza y la llevó entre mis piernas y, aunque nunca lo hubiera imaginado ella empezó a lamerme. Había fantaseado con chicas pero nunca había estado con ninguna, me encantaba sentirla, tanto que no me importo lamer la polla del chico cuando la acerco a mi boca. Él me fue desatando para que pudiera moverme y hacer las cosas mejor.

En cuanto estuve suelta me fui a morder la boca de mi amiga, quería saborear mi coño en sus labios y he de reconocer que me supo a gloria, pero la verdad es que no había probado ningún otro para comparar así que decidí probar el suyo.

Lamer un coño es una sensación inmensa, notar los labios con mis labios, buscar el clítoris y juguetear con mi lengua, saborear el dulce jugo que desprende ese preciado agujerito.

Mientras perdía mis sentidos entre las piernas de mi amiga, el chico se lanzó a penetrarme, yo estaba a cuatro patas a él esa postura lo volvió loco. Arremetía con fuerza dentro de mí, yo notaba su polla recorriendo mi interior mientras experimentaba sabores indescriptibles, no quería que esa sensación parase pero, como todo paró para dar paso a otras mejores.

Lo quería todo, y en estos momentos lo tenía, el chico me follaba con fuerza mientras mi amiga me besaba, tuve varios orgasmos pequeños, nunca había experimentado eso, la sensación era similar pero sin llegar al gran estrépito final. Cuando estaba a punto los dos bajaron por mi cuerpo él lamió mi culo e introdujo un poco su dedo en él, mi amiga me comió el coño como ningún tío ha sido capaz jamás y allí en su boca me corrí hasta quedar a gusto.

Al terminar ambos se echaron a mi lado, mi amiga me dijo que él era su novio y que lo había guardado en secreto para no estropear la sorpresa, yo le pregunté a que sorpresa se refería, y ella me contestó si creía de verdad que todo lo que me había pasado esa noche había sido casualidad, entonces lo comprendí, su novio fue él que me cogió desde el principio, y después fue a por ella, y ella era la artífice de todo el montaje. Mi amiga miró mi cara de sorpresa y dijo, "Feliz Cumpleaños"