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Carta a un amigo

en Zoofilia

Querido amigo:

Al fin he hecho realidad una de mis fantasías, se que cuando lo leas no te lo vas a creer, pero es la pura verdad.

Bueno, paso a contarte mi aventura del sábado por la mañana,para empezar te contaré que el viernes por la noche no me duché ni me lavé el chochete para que al día siguiente, mi olor fuera más fuerte y excitara mas Dogo, que así se llama mi pastor alemán preferido desde el sábado.

Por la mañana, me levanté y me vestí, orine y no me limpié las gotitas para aumentar mas mi olor, me puse un suéter y una falda plisada amplia y unas bragas normales, la falda me la puse amplia adrede para que le fuera fácil olerme entre las piernas cuando llegase.

Me llevé mi coche para evitar que mi olor destacara en el autobús y según me acercaba a la oficina, me iba mojando mucho, pero mucho,
estaba muy nerviosa y casi temblaba.

Metí mi coche en el aparcamiento y empecé a llamarle en voz alta, para que me reconociera y no me gruñera al entrar, enseguida oí sus ladridos detrás de la puerta de entrada a la fábrica, saque unas galletitas para perros que tanto le gustan y entré en el hall y sin subir a la oficina entre directamente a fábrica y allí estaba Dogo, grande, hermoso, con ganas de jugar, no me gruñó ni nada, le llamé y le di las galletas, las comió de mi mano.

Empecé a acariciarle la cabeza y la tripa, a él le gustaba que le acariciara, entonces levante mi falda y le puse su cabeza entre mis piernas, me olió las bragas y empezó a darme lametazos por los muslos y ladró un par de veces como contento, mientras él me lamía los muslos yo seguía acariciándole el lomo, la tripa y como por descuido la polla, después de tocársela varias veces y ver que no le molestaba, se la cogí directamente y se la masajee suavemente hasta que empezó a aparecer la puntita roja y jugosa, él estaba excitado y yo no te cuento.

No fuimos al almacén y cogí su cadena y me lo subí a la oficina, cerré todas las puertas y cortinas, le puse la cadena y la ate a un radiador, la cadena tiene como 2 metros de larga y me pareció suficiente para movernos sin problemas, Dogo estaba de pie mirando como me movía por la oficina, acerqué una silla, justo a la distancia que daba la cadena, me quité las bragas, subí mi falda hasta la cintura y me acerque justo para que pudiera lamerme el coño sin peligro a morderme, le acaricie la cara y le puse la boca ente las piernas y enseguida empezó a lamerme el coño con grandes pasadas de lengua, aquello me estaba poniendo a cien mil por hora, mientras él me lamía yo con un pie le masajeaba la polla y los huevos, la polla ya la tenia dura y le salía la mitad, me gustaba sentirla en mi pie, caliente, jugosa....

Cuando ya me llevaba lamiendo un rato y su polla ya estaba toda fuera, me levante y seguí acariciándole el lomo mientras con la otra mano le empecé a hacer una paja, se ve que le gusto porque se quedo quieto y me dejo hacer, como vi que no había peligro, me agache y metí mi cabeza debajo de él para poder hacerle una buena mamada, dios, que polla más hermosa, le empecé a dar lametazos mientras seguía meneándosela y como no se movía me la metí en la boca, ummm que gusto, gorda, roja, jugosa, caliente....mis jugos salían de mi coño como chorros y empecé a tocarme yo mientras se la mamaba.

Cuando ya estaba muy caliente y Dogo no digamos, me puse a cuatro patas me quite la falda y metí mi culo entre sus piernas traseras, él enseguida comprendió lo que quería y me monto con sus patas delanteras, no le puse nada en ellas porque con el suéter no me hizo ningún arañazo, empezó a querer metérmela pero el pobre no atinaba con la altura, así que con una de mis manos se la cogí y la dirigí a mi coño, sujetándola para que no me metiera la bola, aquello era fantástico, me la metía a una velocidad de vértigo y oía sus jadeos justo encima de mi cabeza, así estuvimos un ratito hasta que se le salió cosa que aproveche para volver a dirigirla hacia mi culo, estaba tan dilatada que hubiera entrado con bola y todo, pero como me habría hecho daño se la sujete y solo me la metió hasta la bola, el seguía dándome embestidas y yo allí agachada, jadeando y sujetándole la polla tuve un orgasmo buenísimo, un ratito después se corrió él en mi culo, ummm que gusto, toda aquella leche en mi culo era fantástico, después se bajo y yo me quede tumbada en el suelo jadeando de gusto y de nervios y el también se tumbo.

Después de descansar un rato volví a poner mi coño en su cara y él lamió sin protestar, al mismo tiempo yo le iba haciendo una paja para ver si podía ponerle a tono otra vez, y joder si pude, se puso otra vez como un semental, mi semental, cogí el tubo de vaselina y me puse mucha en el chocho pues estaba dispuesta a dejar que me metiera la bola, me unte bien y me puse a cuatro patas, el me monto y al segundo o tercer intento ya me la tenia dentro, empezó sus embestidas rápidas y mi coño comenzó a dilatarse y cuando sentí que se le estaba poniendo muy gorda, le deje que me metiera la bola, aquello le gusto mucho y a mí también, un poco de dolor al principio pero después fue genial, sentía la bola crecer dentro de mi vagina y el no dejaba de montarme, tuve un orgasmo y justo después Dogo se quedo quieto y me soltó la corrida mas grande que me hayan echado en el coño, podía notar como se me salía y goteaba por mis muslos, cuando su polla paro de crecer, se bajo y se dio la vuelta y quedamos pegados culo con culo y su pollaza dentro de mi, aunque quisiese no me podía haber separado de él pues su bola era tan gorda que no podía salir por donde había entrado.

Dogo no ladraba, así que empecé a moverme despacito, él lo notó y empezó a hacer pequeños tirones que me volvían loca, aquella bola tan gorda dentro de mí y su polla que me llegaba muy adentro hicieron que tuviera 4 o 5 orgasmos seguidos, aquello era genial, el mejor polvo de mi vida, el olor a sexo, a perro, a coño, a leche era la hostia vamos.

Estuvimos pegados entre 10 y 15 min y después empecé a notar como la bola se le hacia más pequeña hasta que de un tirón salió de mi coño súper dilatado. Dogo se quedo con la bola fuera y la polla colgando, me miraba con cara de lastima y como me dio tanta penita me la metí en la boca y se la chupe hasta que se corrió en mi boca, mmm que gustazo para los dos, su leche era caliente, blanquecina clara y muy poco espesa y con un sabor que no te sabría describir, solo me trague un poco, el resto salía de mi boca por entre mis labios y su polla, cayendo al suelo y mojándome el suéter. después yo ya no podía mas, llevábamos dos horas follando y todo mi cuerpo olía a perro, a semental....

Dogo se tumbo y le di unas galletas, yo me baje a los vestuarios y me duche toda para quitarme el olor, allí me di cuenta de que se me había olvidado traer una muda de repuesto y mi falda y mi suéter estaban todas manchadas de semen de perro, tenia un problemilla con el que no había contado. Salí de la ducha y me seque con papel del secamanos y desnuda me puse a buscar una fregona para limpiar la oficina de las corridas de Dogo y mías, en el cuarto de la señora de la limpieza encontré una bata y me la puse, me quedaba grande pero no tenía otra cosa, subí y fregué el suelo, airee bien la oficina y baje a Dogo al almacén, estaba muy contento y no dejaba de olerme el coño por encima de la bata, se ve que aun quería mas pero yo no podía aguantar otro polvo así, así que lo acaricié , le bese y le dije que tendría que esperar a otra ocasión, que seguro que repetiríamos, y el se quedó tumbado como si lo hubiera comprendido, al darme la vuelta empezó a lamerse la polla, se ve que a él también le escocia como a mí el culo y el coño.

Como no podía ponerme la ropa que traje, me tuve que ir en bata esperando no encontrarme a nadie pues debajo no llevaba nada de nada.