Las comparaciones en mi mente se hicieron inevitables porque no lograba explicarme lo que estaba sucediendo. Hacerle el amor a Yuleisi y hacérselo a ella eran dos experiencias diametralmente opuesta.s pero en el mismo grado placenteras
Engaños consentidos,infidelidad sin tapujos en un matrimonio de ensueños...
Acaricio mis piernas y las recorría con su lengua, las besaba y se frotaba los senos contra ellas. Se incorporo y me beso, su lengua y la mía se movían como 2 serpientes librando una fiera batalla, yo acariciaba sus nalgas, besaba su cuello, sus pechos, succionaba sus pezones mientras le metía 2 dedos en su vagina, ella solo se retorcía de placer y gemía cada vez mas fuerte conforme iba aumentando el ritmo de mis dedos, nos empezamos a masturbar mutuamente hasta que llegamos al orgasmo
Cuando mis dedos muy delicados y muy blancos, tocaron su piel sentí un salto en el pecho, mi corazón latía muy acelerado, y aunque aquello me parecía algo grosero y sin forma, no el rollito, sino la situación, me excitaba mucho. Le acaricie la panza muy suavemente, algo temblorosa, con la vista fija en su ombligo, la escuche susurrarme, ¿te gusta?, y quise decir que si, pero no pude, la excitación me había robado la voz, así que asentí con la cabeza.
Por los ruidos que hacía, Mábel se dio cuenta de que se estaba quitando las ropas antes de unirse nuevamente a ella. Cuando se tumbó en la cama el viejo y usado colchón lleno de bultos se hundió bajo el peso adicional. Carlos, sin prisas, subió poco a poco sobre ella y la escudriñó durante un largo y silencioso momento, con sus ojos brillando auténticamente en la oscuridad, y Mábel tembló con un inesperado escalofrío de nerviosismo virginal.
Espero que me creas, me sentì muy dominada por un loco impulso y fuè màs fuerte que yo..no me arrepiento.
Carta de amor que nos deja varios enigmas, que con atenciòn los resuelves.
De como me iniciè en el sexo y me enamorè por primera vez...
quien dirìa que no sòlo tendrìa a mi sobrinita en mis brazos de bebè, sino ya crecidita... màs juguetona que nunca...e insaciable.
Simplemente me cautivò, me hizo perder la razòn y eso que no estaba sòlo...pero nada se compara a ella, ni clara, mi novia, ni nadie...sòlo tengo pasiòn para cecilia.
Quizàs no lo busquè, pero inconscientemente deseaba hacer gozar a jackie...
Me hize muy puta desde tierna edad...