miprimita.com

El Diario (y 2)

en Sexo Anal

El Diario (y 2)

4 de enero, 1942

Ya estoy más recuperada. Lo he pasado fatal en estas dos semanas, la fiebre me ha afectado bastante. Saveaux se ha asustado, no he trabajado y me lo he pasado prácticamente en cama.

10 de enero, 1942

Una patrulla militar alemana nos ha parado hoy, Saveaux se ha puesto nervioso al intentar explicarles a los alemanes. Han estado un rato haciéndole preguntas de nosotros, al final nos han dejado ir. Cada vez es más peligrosa la carretera. Aún me encuentro débil.

15 de enero, 1942

Saveaux ha traído un manual de erotismo, quiere que me lo aprenda para utilizarlo en mi trabajo. Ya no siento nada por él.

18 de enero, 1942

Él ha decidido que nos traslademos a Pradelles, aquí es muy peligroso. Partiremos al amanecer. Saveaux ha intentado forzarme en la camioneta, no me he dejado pero a cambio he recibido unas bofetadas.

19 de enero, 1942

A las seis de la mañana me ha despertado Saveaux para decirme que nos ponemos en marcha. Me ha obligado a ponerme en cuclillas para hacerle una felación, después me ha sodomizado. Se ha convertido en un extraño. Al mediodía llegamos a Pradelles y nos alojamos en una pensión de mala muerte, al menos he podido dormir en una cama real en mucho tiempo. El propietario de la pensión me despertó a las doce de la noche y se ha acostado conmigo, supongo que es el precio de la habitación que habrá acordado Saveaux. El viejo me ha atado a la cama, boca abajo y me ha penetrado brutalmente, por ambos sitios, no sentí nada, ni siquiera dolor. Después me dejó así, atada, hasta por la mañana en que volvió a follarme de nuevo, esta vez con más sosiego por su parte. Me desató y me puso de cuatro patas en la cama, el resto fue rápido, galopar y correrse en breves minutos. Ya estoy acostumbrada.

23 de febrero, 1942

Hoy han detenido Saveaux, los alemanes lo han llevado al Cuartel General de la GESTAPO en Lyon. Están haciendo redadas por todo el país en busca de maquis. Creo que no volveré a verlo.

25 de febrero, 1942

El señor Marcel, el propietario de la pensión, me quiere extorsionar, subir el precio, quiere aprovecharse de mí. Me ha insinuado ser socio de mi "trabajo", explotarme, en definitiva. Por la noche ha venido como de costumbre y me ha follado.

27 de febrero, 1942

Marcel ha vuelto a insinuarme lo de participar en el negocio, creo que no parará hasta conseguirlo. Necesito tiempo para desprenderme de él. Le he hecho algunas cosas nuevas sacadas del manual de Saveaux que lo han vuelto loco. Le he puesto leche y miel en su miembro y me lo he "comido" durante un buen rato, explotó en mi boca el muy cerdo.

3 de marzo, 1942

Hoy he atado a Marcel a la cama y le he hecho de todo, en verdad se deja hacer de todo, no conocía esa debilidad del viejo. Le he puesto cera caliente en las nalgas y en su espalda, ha gritado de placer. Al final le he sodomizado a él con una verdura. Gritó de placer hasta correrse sobre la cama.

7 de marzo, 1942

Marcel está en mis manos, completamente en mis manos, ahora es él quien me paga a mí.

22 de marzo, 1942

Quiero regresar a casa, echo de menos a mi niña. Necesito más dinero para regresar. Hoy he decidido subir las tarifas de mis servicios y ser más selectiva en los clientes, ya no lo haré con los labriegos, ni soldados ni harapientos. Marcel está en mis manos desde hace tiempo.

18 de abril, 1942

He puesto un anuncio en el periódico local anunciando mis servicios en la pensión. Será una nueva etapa.

3 de mayo, 1942

Lo del periódico ha funcionado, mis clientes son personas de gran poder adquisitivo, aunque también he tenido que aceptar a oficiales alemanes. Estoy amasando una fortuna, pronto podré reunirme con mi hija y vivir las dos una vida acomodada.

5 de mayo, 1942

Un conde me ha pedido que le acompañe, que me case con él, tiene 50 años. Le he dicho que no. Tiene unos gustos extravagantes en la cama, me obliga a vestirme de niña colegiala para poder follarme.

16 de junio, 1942

Hoy he disfrutado en la cama con un oficial alemán, está de permiso reponiéndose de una herida recibida en el frente. Me ha hecho sentir mujer por primera vez desde hace mucho tiempo. Con suma delicadeza me hizo el amor. Primero me ha besado con pasión, después sus caricias me han hecho vibrar y después me ha penetrado con delicadeza y fuerza a la vez, he sentido unos orgasmos como nunca. No había bestialidad en sus contactos, sólo delicadeza, amor, pasión. He gritado de placer.

22 de junio, 1942

Me he especializado en la penetración anal, es lo más solicitado y lo que me da más ingresos. También en grupos me da mucho dinero, máximo tres hombres. Hoy ha venido una señora a proponerme un trato, me da mucho dinero si participo con su amante y ella en un encuentro. Le he dicho que sí.

23 de junio, 1942

La señora que me ha contratado ha mandado un coche a buscarme, su marido es un político y quiere que me acueste con ella y su amante a petición de él. La habitación está muy decorada, su amante, un gendarme, me está esperando con su uniforme sentado en el sillón. Ella con un camisón casi transparente y sin ropa interior, salvo unos ligueros rojos, me acompaña a la cama. Su amante se pone de pie y comienza a besarla. Mientras ella poco a poco me va desvistiendo, él la besa en el cuello y ella me besa a mí. Una vez me despoja de todas mis ropas, me acuesta en la cama y su amante le quita su camisón. Ella sigue besándome en la boca mientras él se quita poco a poco su uniforme. Ahora, los tres en la cama, somos unos apasionados amantes. Ella no deja de besarme y masturbarme mientras él la ha levantado por las caderas con ánimo de penetrarla, pero no lo hace, sólo hace el gesto, después la gira y la obliga a que le haga una felación, lo que hace de una manera atroz, se la mete entera en la garganta lo que provoca unas arcadas que la hacen estremecerse por completo. Después él me ha agarrado a mí para obligarme a hacer lo mismo. Me coge por el pelo y me aprieta contra su miembro. Me lo introduzco en la boca, pero él quiere hacerlo a la fuerza lo que motiva que me den arcadas a mí también, su miembro me llega a lo profundo de la garganta y entre babas y vómitos él se deleita con la escena. Mientras tanto la condesa tiene su boca entre mis nalgas, su lengua me hace estallar de placer, se introduce en mi sexo con sumo cuidado y recorre el camino que lleva a mi ano, se detiene y hurga con la lengua dentro de él, es una delicia esta condesa de 40 años, una especialista a mi entender. Los movimientos del gendarme me hacen pensar que pronto se correrá en mi boca, le hago señas para que no lo haga pero es demasiado tarde, su líquido seminal me inunda la garganta y prácticamente me obliga a tragarlo al no retirar su aún erecto miembro de mi garganta. La condesa, una vez terminada la sesión me ha pagado muy bien, el equivalente a 15 días de trabajo. Me llamará de vez en cuando me ha dicho.

6 de julio, 1942

Pronto podré estar con mi hija. Mañana tengo una cita con la condesa. Intentaré estar a la altura de las circunstancias, son buenos ingresos.

7 de julio, 1942

El coche vino a buscarme, como estaba previsto, pero dentro estaban la condesa y su amante, ambos en el asiento de atrás. Me indicaron que me sentara en el centro de ellos y así lo hice. Una vez arrancó el coche, ella le indicó al chofer la ruta a seguir. El coche se puso en marcha y la condesa comenzó a besarme mientras deslizaba su hábil mano bajo mi falda, palpó y sobó con sumo deleite. El gendarme se limitó a observarnos mientras ella seguía con la mano un masaje sobre mi sexo. En un momento dado me indicó que me inclinase sobre mis rodillas, lo hice y comenzó a desabrocharme la blusa por detrás, creo que pretendía desnudarme en el coche, pero no lo hizo, sólo me desató el sujetador, después me puso otra vez en la posición inicial y sacó el sujetador por delante. Mis pechos quedaron libres bajo la blusa. El gendarme no me quitó ojo de encima con su libidinosa mirada. La condesa metió ambas manos bajo la falda y tras agarrar mis bragas me hizo una seña para que levantara ligeramente mi culo, a lo cual obedecí siguiendo sus instrucciones, acto seguido sacó mis bragas y las puso junto al sujetador, me quedé sólo con el liguero rojo bajo la falda. La condesa se levantó entonces del asiento y se colocó entre mis piernas, arrodillada, un tanto incómoda por lo estrecho del vehículo. Introdujo su cabeza bajo mi falda y comenzó su peculiar masaje con la lengua. Es muy habilidosa la condesa con la lengua. Me sentí estremecer con los lamidos de la condesa, todo mi sexo estaba empapado de mis propios líquidos y la saliva de la condesa. Estuve a punto de correrme cuando por fin llegamos a la mansión de la condesa. Nos bajamos y nos trasladamos a la habitación de la última vez. Allí, nada más entrar, el gendarme me obligó a reclinarme hacia delante para que la condesa pudiera hacer uso de la lengua otra vez, creo que esta situación lo volvía loco. La condesa obedecía todo lo que le ordenaba su amante, se arrodilló detrás de mí y comenzó a lamerme con sumo cuidado, horadaba todas las cavidades de mi cuerpo, entraba y salía deteniéndose de vez en cuando para juguetear con su lengua y hacerme sentir al mismo tiempo unos espasmos que apenas podía mantener el equilibrio. Él siguió observando la escena hasta que agarró a la condesa por las caderas y la levantó levemente, con unos golpecitos en sus piernas ella comprendió y abrió las piernas hasta que se lo permitió su vestido, después el gendarme metió sus manos bajo el vestido y arrancó las bragas de la condesa hasta romperlas. Ella seguía con su cara entre mis nalgas haciéndome sentir unos orgasmos como nunca los había sentido. Nuestro peculiar gendarme se desabrochó los pantalones del uniforme y sacó su miembro erguido que inmediatamente creo que embistió de un golpe en las entrañas de la condesa, pues el grito de ella así lo testificó. El gendarme fornicó con su amante largo rato hasta que en un momento dado sacó su miembro y nos obligó a ambas a colocarnos en paralelo, una al lado de la otra, ambas con las faldas del vestido remangadas, con el culo al aire y de cuatro patas, comenzó entonces a penetrarnos a intervalos, primero a mí y luego a la condesa, después otra vez a mí y acto seguido a la condesa, sólo se cambiaba cuando veía que nos estábamos corriendo, así una y otra vez, ignoró de dónde sacó las fuerzas este hombre. Reconozco que me corrí varias veces y por lo que oí de la condesa, ella siguió la misma suerte. Al final él terminó corriéndose, pero lo hizo dentro de ella, de la condesa. Me pagaron los honorarios convenidos y me despidieron como siempre. El cochero me trajo de vuelta.

11 de octubre, 1942

Alguna que otra vez he tenido encuentros con la condesa, en la misma sintonía que la última vez, pero reconozco que entre ella y yo hay algo más que un simple trato de prostituta y cliente. Mis ingresos me han permitido alquilar una casa en las afueras, allí recibo a mis clientes y además he contratado a una joven belga que me ayuda en el mismo negocio, entre ambas recibimos a todos los clientes, los ingresos son bastantes grandes. También colaboro con la resistencia dándole información que nos dan los oficiales alemanes.

17 de marzo, 1943

Susane, mi compañera, ha sido violada hoy por unos marinos de permiso, estos animales le han dejado el cuerpo completamente amoratado. Los alemanes están algo nerviosos, la guerra no les es completamente favorable.

18 de mayo, 1943

Hoy nos han hecho una proposición que nos dará buenos beneficios, un periodista alemán que rueda documentales para los soldados nos ha pedido rodar una serie de películas de sexo para distribuirlas en Europa, nos pagará mucho dinero, mil marcos alemanes por cada película. La rodaremos con soldados alemanes y será en el interior de la casa, no habrá riesgo físico alguno. Hemos dicho que sí

11 de junio, 1943

Hoy hemos comenzado a rodar las escenas de las películas. El director, Dietrich, se encarga de decirnos todo lo que debemos hacer, cada una de nosotras lo hacemos con cuatro soldados, la verdad es que son bastante rudos estos soldados. Prácticamente es imposible descansar en varias horas, sólo quieren follar nada más, a cualquier precio, no conocen los pasos previos, quizá la guerra les ha convertido en fieras. En algunas escenas sentimos dolor, al menos yo lo he sentido. Nos obligan a colocarnos en posiciones extrañas, muy extrañas, a vestirnos con ropas más extrañas todavía. Sólo hacemos algunos descansos por la noche y cuando ellos no pueden cumplir sexualmente.

13 de junio, 1943

En una escena de la película nos han agredido físicamente. Susane, ha sufrido casi una violación, pues no quería hacer una de las escenas y la han obligado prácticamente a golpes. La escena en cuestión era repugnante, ha tenido que soportar que le orinaran encima, después de haber copulado con los cuatro soldados, en todas las posiciones imaginables. Esto está tomando un cariz peligroso para ambas.

16 de junio, 1943

Diversas películas de una hora de duración han sido enviadas ya para Alemania. Hoy me han atado a un pequeño poste y todos los soldados, uno tras otro me han follado. A pesar de la experiencia he sentido mucho dolor anal ya que no tuvieron cuidado de lubricarlo.

3 de octubre, 1943

El dinero de las películas lo tengo a buen recaudo, me servirá de mucha ayuda cuando esto acabe. Tengo ganas de que acabe.

7 de enero, 1944

La GESTAPO está al corriente de las actividades de Dietrich, pero se lo toleran, quizás estén compinchados. Nos han dado unos salvoconductos para circular por toda Francia. En la ducha he recibido la visita de Dietrich, se ha introducido dentro y hemos intimado, me ha follado con cariño, creo que lo necesitaba. Le he hecho una felación de las que a mi me gustan, se ha corrido en mi garganta. Hemos estado varias horas en el agua. Aún puedo sentir su miembro introduciéndose en mis cavidades mientras me apoyo con las manos contra la pared, me sodomiza como nadie, es un animal pero disfruto con él.

18 de febrero, 1944

Las cosas de la guerra no van bien para los alemanes, hace ya mucho tiempo que no tengo noticias de los maquis, ni de mi hija, ni de mi familia, ¡esta guerra cruel! El negocio va de maravilla, tengo muchísimo dinero y además tengo a varios hombres en mi cama, los que quiera. Puedo incluso rechazar los que no me gustan. Las películas tienen buena acogida entre las tropas, al parecer. Hacemos cosas inimaginables, de todo. La semana próxima lo haremos con un perro según el guión. ¡Um! No sé. Quizá me guste también.

21 de febrero, 1944

Hoy han traído a un fortachón de dos metros, era horrible, todo pelo y además apestaba a sudor. Creo que era ruso, no pude entender su idioma. Al pobre le daban palizas a cada momento. Le han obligado a follarse a Susane, el rechazo de ella era más que evidente, pero ha accedido. El gigante rudo y sucio la agarró por los pelos y tras tirarla al suelo boca abajo con un manotazo, le arrancó literalmente el vestido, Susane tenía los ojos en órbita del miedo que reflejaba su rostro. Quiso safarse gateando a cuatro patas pero aquel bruto la atrajo hacia él por los pelos y la penetró allí mismo, una y otra vez, sin que ella pudiera hacer nada, gritó varias veces pero al final terminó por aceptar la situación y dejarse hacer. Un rato después me tocó a mí. Me cogió por el cuello y tras darme la vuelta, me arrancó el vestido con dos jalones, era increíble la fuerza de aquel hombre. Me llevó en volandas hasta la mesa y me tumbó boca abajo. Después me agarró por los pelos igual que lo había hecho con Susane y se sació durante más de media hora. La sodomización fue dolorosa y sangrante, me dolió bastante. Cuando terminó el rodaje se llevaron a aquel hombre en un coche negro. Creo que era un prisionero de guerra.

3 de marzo, 1944

Han tenido que retrasar lo de los animales por culpa de nuestras heridas. Mañana traerán unos perros. Un miembro del equipo ha muerto en una emboscada del maquis.

4 de marzo, 1944

Tal como estaba previsto han traído los perros, son tres pastores alemanes con muy malas pulgas. Me aterra siquiera acercarme a esos animales. Han traído a sus cuidadores para que no ocurra nada. Han estado todo el día con nosotras para que se habitúen a nuestro olor. Mañana será el día.

5 de marzo, 1944

Susane y yo nos hemos desnudado en el plató habilitado para el rodaje y tras ponernos a cuatro patas, los cuidadores y los actores han excitado a los perros para que nos penetraran. Uno de ellos se ha puesto incómodo y hemos temido por nuestra seguridad, pero después se ha relajado. Es increíble, aunque nunca había tenido tal experiencia, reconozco que fue excitante. El dogo se colocó encima y tras orientarle el cuidador su miembro a la entrada de mi sexo, el animal ha comenzado un mete y saca frenético que me ha provocado varios orgasmos, además el miembro era descomunal, yo diría que medía al menos 30 cmts. aguanté así un largo rato hasta que se corrió. Tuve problemas para desacoplarle de mis entrañas, ellos me ayudaron. Susane corrió la misma suerte, pero según me confesó, le dio asco, no le gustó nada en absoluto. Los tres perros fueron los protagonistas ese día, hasta bien entrada la tarde. Creo que aún por la noche tenía esperma de los canes en mi culo.

12 de abril, 1944

Los alemanes están esperando una invasión de Francia por el oeste, según me comentó Dietrich, eso nos traerá problemas a todos. Si ven las películas seré juzgada por colaboracionista. Hoy he hecho el amor con Dietrich y Roland, un actor, con ambos a la vez, ha sido extasiante, he podido con los dos. Susane nos ha sacado fotos. Hay una foto verdaderamente exquisita, mientras se la chupaba a Dietrich, Roland me sodomizaba, un orgasmo de los que no se olvidan. Después hemos intercambiado. Mientras intentaba poner en erección el miembro de Roland con mi boca, Dietrich se acoplaba a mis entrañas por detrás. Después hemos dormido varias horas los cuatro, Susane, Roland, Dietrich y yo. El calor de los cuerpos sin ropa, desnudos, me excita enormemente. He besado a Susane en el cuello, me ha mirado y me ha sonreído. No se por qué lo he hecho.

4 de mayo, 1944

La Resistencia está más activa que nunca, hay atentados por todas partes. Dietrich me comenta la posibilidad de seguirle hasta Alemania, pero me he negado, no puedo dejar a mi hija. Hace mucho que no la veo, mucho.

13 de mayo, 1944

Hoy no ha habido rodaje, pero hemos ido a comer, a pasear, a divertirnos por París, el gran París. Hemos grabado nuestras correrías por los Elíseos con la cámara, ha sido una buena idea. Susane, un tanto embriagada, se ha quitado las bragas y las ha tirado al Sena. Los transeúntes la han mirado con desprecio, creo que por nuestros acompañantes. Al final hemos terminado en un parque y Susane se ha apoyado en un árbol para que Roland la follara por detrás, nos hemos reído mucho. Dietrich quiso disfrutar también de Susane pero la cercanía de gente le ha frenado, me sentí un poco celosa de Susane. De vuelta en el coche he tomado la iniciativa y me he inclinado para hacerle una felación a Roland, creo que por despecho. Se ha dejado hacer y se corrió en mi boca. Dietrich no ha dicho nada.

18 de mayo, 1944

La sesión de hoy ha sido sumamente fatigosa, han participado 7 hombres. Mi especialidad en las películas es el coito anal, creo que disfruto realmente con él, aunque a veces me da asco según la persona. Hoy ha traído a un enano, ha sido horrible, el pobre es prisionero en algún campo, lo sé. Le han atado un pene artificial para que nos sodomizara, me he sentido ridícula abierta para aquel hombrecillo.

26 de mayo, 1944

Por las noches apenas podemos dormir por los bombardeos, alguna que otra vez he tenido que salir desnuda hacia el refugio, sólo con un albornoz. Me excitó la situación, lo reconozco, desnuda por dentro entre tantas personas, sin que se dieran cuenta. Una noche de estas les voy a provocar para ver la cara que pone Dietrich. Mañana si hay bombardeos lo haré.

27 de mayo, 1944

Dietrich se ha quedado conmigo esta noche, tengo mucho miedo. Me ha penetrado en su pose favorita, de pie, con las piernas abiertas e inclinada hacia abajo. No lo puede resistir. A las 21 horas ha comenzado el bombardeo de todas las noches, el zumbido de los aviones hiela la sangre. Hemos tenido que salir corriendo nada más oír la sirena y he aprovechado para poner algo de entretenimiento en esta tragedia. Al entrar al refugio subterráneo he disimulado un tropiezo y el albornoz se a entreabierto un poco, lo suficiente para que un señor de mediana edad se fijara, el pobre no me quitaba ojo de encima, para colmo he entreabierto disimuladamente las piernas para que contemplara mi sexo, creo que le he hecho una caridad. Dietrich apenas se dio cuenta.

6 de junio, 1944

La radio no para de decir que los aliados han desembarcado en las costas francesas, creo que por Normandía, es una buena noticia, quizá termine pronto esta pesadilla. Dietrich ha comenzado a recoger todo para trasladarnos, pero le dije que no iría, me quedo en mi país. Susane y yo nos hemos abrazado de alegría, por la noche nos hemos acostado juntas y hemos hecho el amor, ella utiliza su lengua como nadie, me he corrido con Susane.

21 de junio, 1944

Los alemanes están en retirada. Dietrich se ha ido hace dos semanas. Susane y yo tememos por las represalias. Decidimos ir a París, quizás allí pasemos más desapercibidas, pero las carreteras están colapsadas con los movimientos de tropas. Hemos tenido que caminar bastante, al final un camionero con un destartalado camión nos ha llevado. Llegamos a París por la noche. Susane y yo dormimos en un parque, junto a otras personas.

27 de junio, 1944

Hemos conseguido una habitación donde dormir, a cambio de algo de dinero y algún favor de Susane al dueño. El baúl con nuestro dinero está siempre con nosotras, corremos mucho peligro con ese dinero, si llegaran a sospechar sería nuestra muerte. El viejo de la pensión viene cada noche por Susane, se ha encaprichado con ella ya que parece más niña. Los oigo todas las noches cuando se la folla el muy cerdo, él cree que tiene 15 años. Creo que ella exagera para tenerlo contento.

14 de julio, 1944

Apenas salimos, salvo para comprar algunos víveres. Es muy peligroso París en estos días.

El viejo viene cada noche para llevarse a Susane, anoche vino con moretones entre los muslos, la mordió.

17 de julio, 1944

Esta tarde cuando regresaba a la habitación con los víveres, unos soldados alemanes me han parado en un callejón solitario y me han violado. Eran cuatro chiquillos de apenas 18 años, pero ya avejentados por la guerra. Mientras uno me agarraba fuertemente por los brazos para inmovilizarme la cabeza y los brazos, los otros me han roto el vestido y las bragas, después uno a uno se ha ido turnando para montarme, el que me agarraba los brazos se ha turnado el último y al follarme por detrás se ha dado cuenta de que no era virgen por ahí, lo que motivó que los otros volvieran a follarme por el culo. Ha sido casi una hora de sufrimiento. Después me han escupido y abandonado en el callejón con la ropa hecha jirones. He llegado tambaleándome a la habitación. Susane me ha ayudado a lavarme.

13 de agosto, 1944

Desde la violación no he salido a la calle, es Susane la que hace la compra ahora. El viejo se me ha insinuado pero lo he rechazado con aspereza. No se cómo lo ha hecho, pero Susane le cobra al viejo ahora, cada noche oigo sus gemidos y me imagino las babas del viejo en el sexo de Susane.

25 de agosto, 1944

Los americanos han entrado en París, y los franceses de De Gaulle. Ha sido una fiesta nacional, todos reían y gritaban de alegría. Nosotras hemos ido a la habitación, temerosas de que nos conocieran.

28 de agosto, 1944

La chusma está clamando venganza con los colaboracionistas. Algunas mujeres han sido rapadas en público por ser novias de soldados alemanes. Si nos cogen a nosotras no quiero ni pensar lo que nos harán.

10 de septiembre, 1944

Hoy ha venido un gendarme a preguntarnos de dónde éramos. Creo que sospechan.

12 de septiembre, 1944

El viejo ha querido follarnos a las dos juntas, nos hemos negado ambas. Ha amenazado con denunciarnos, creo que sospecha algo.

13 de septiembre, 1944

Esta noche hemos ido las dos a buscar al viejo para evitar que nos denuncie, tenemos miedo. Le prometimos dinero, mucho dinero, mil marcos alemanes, pero el muy cabrón una vez los cogió exigió además acostarse con las dos. Hemos tenido que aceptar. Ha hecho de todo, conmigo se ha entretenido más al ser la primera vez, ha llamado incluso a su sobrino, un sombrío hombre de unos treinta años, se han saciado enseguida. Después de una media hora el sobrino ha querido follarme por detrás, no he tenido más remedio. Se corrió nuevamente en un momento. La verdad es que mi culo es bastante elástico, admite miembros muchos más grandes que el que tiene el sobrino del viejo.

16 de septiembre, 1944

Los gendarmes han venido a arrestarnos. Nos acusan de todo, incluso dicen que los marcos alemanes son falsos. ¡Dios mío!, no puede ser, todo está perdido.

17 de septiembre, 1944

A Susane y a mí nos han rapado el pelo en la plaza pública, ha sido humillante, humillante. Nos han dejado libre, pero sin nada. Hemos vuelto a la habitación y el viejo ya la tiene alquilada. Nos ha obligado a irnos con lo puesto. Hemos dormido en un parque cercano pero por desgracia para nosotras, con la cabeza rapada somos un reclamo bastante fácil, unos soldados africanos nos han violado y golpeado durante toda la noche, a pesar de los gritos nadie nos socorrió. A Susane la han hecho sangrar por detrás, son unos bestias. Odio a los hombres.

(*) Hasta aquí las páginas del diario de mi abuela, bueno aquellas páginas de contenido más picante, las otras las he omitido para evitar que el texto fuera muy extenso. Después de aquello mi abuela volvió unos meses después a su pueblo, recogió a su hija, mi madre, y la crió como pudo, mi abuelo regresó un año después de la liberación de París y al menos en apariencia, fueron una familia normal, o al menos eso creía yo hasta que descubrí el diario, que mi abuela continuó escribiendo hasta 1946, pero con cosas poco relevantes para www.todorelatos.com, aunque sí es verdad que mi abuela nunca volvió a hablar de ese periodo que estuvo fuera del pueblo, ni de los sucesos que le ocurrieron y mucho menos de sus aventuras sexuales. Intentaré averiguar algún día si las películas sobrevivieron a la guerra, no puedo evitar el morbo que me produce la posibilidad de poder visionarlas.