El objeto del placer
Está noche de tu cuerpo yo haré,
el templo de la perdición y el placer
no dejará punto alguno sin tomar
mi lengua ácida las dedicas de tu ser
Que diez mil inferíos ardan
y todos los cielos se caigan.
De envidia las vírgenes lloraran
pidiendo a gritos estar en tu lugar.
Cabalgaré por tu cuerpo sin parar,
hurgare en cada rincón
clavando mis manos por toda tu piel
hasta hacerte gritar .
*** * ***
Olvida el amor, entrégate al dolor
que es un extremo placer,
Olvida el pudor, entrégate a mi ser
y sabrás cuanto se puede gozar.
Está noche te convertiré en mi muñequita budu.
*** * ***
Porque está noche el deseo del mundo serás
y veras que el dolor no es más que un placer
tan grande que la mente no puede entender.
Y sabrás disfrutar sin límites ni pudor
y ya no habrá más lugar a la conciencia
que sólo es un estorbo para la piel.
Rosas negras sentirás correr por tu piel
mientras mis dientes se clavan en ti
Y tu lo que quieras harás de mi
Qué está noche yo te conjuro mujer,
te haré despertar del letargo en el que
te han hecho dormir.
*** * ***
Olvida el amor, entrégate al dolor
que es un extremo placer,
Olvida el pudor, entrégate a mi ser
y sabrás cuanto se puede gozar.
Está noche te convertiré en mi muñequita budu.
*** * ***
No dudes entrégate al placer,
cierra los ojos y veras,
el camino que te conduce a la libertad.
El mundo te ha hecho creer,
que el pudor y el amor,
forman el alma del ser,
Yo te digo mujer que prefiero entregarme a ti,
antes que perderme casto y puro
por un dios que jamás me habrá de entender.
Nunca más volverás, al camino de la castidad.
Está noche beberás de mi el licor,
que te conduce a la lujuria y al a perversión.